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2560858	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/5/25, 10:21 AM	1733013213	1749136910		1942																										bifflebookbox.com	Learn More			CAROUSEL			http://www.bifflebookbox.com/			4.3897035928953E+14	Biffle Book Box	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468795750_1821750131694022_7791343193889351505_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1oZpbMgupg4Q7kNvgEFNKhm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYBglg32M8_ZoFUyLU6NGJhjS5hhVVPwBfw1wKSljLH7fw&oe=675160FC	PERSON_PROFILE	0					0				Biffle Book Box		25	https://www.facebook.com/bifflebookbox/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560661	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/5/25, 10:22 AM	1733013053	1749136934		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550651390238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465283237_1080407150307654_435977065198160244_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ZgaFh0bfL2cQ7kNvgFlCEoY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYBLocP5Liosn42YXxdlze00l71_hRnCxOQwYmvizoD6Tg&oe=675170E3	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560688	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/5/25, 10:23 AM	1733013073	1749137031		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215913779390204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468035956_1289938352351023_3696171713541485450_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pGATBE7MENsQ7kNvgG5JNmr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYBS5wRK6YSHdtSBL_rqLY_ij-FVTwj4uX-2WILgZB2bpg&oe=6751900D	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560671	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/5/25, 10:28 AM	1733013061	1749137288		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507347510204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465411374_543242801675196_8698085210778716086_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=sik9__qCfPIQ7kNvgExmZcO&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYAkiCEPB7x6hZBCl5ct0Dno2DkM4gkm0c_AGVN5hpVxig&oe=67517E71	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560033	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/5/25, 11:53 AM	1733012661	1749142427		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459181918_1590259071615106_1149023035939670505_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lPWV8XXk95EQ7kNvgFOL4eR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYBT-UYiJw4D_iJKiVsbjnWjsk3V70A84gXeowa2KoDyqA&oe=675174F8	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560300	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/23/25, 12:59 AM	1733012807	1750658393		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214496956230700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467399300_870411928630109_6766370745067884738_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=q5EpDNKBnlAQ7kNvgGcFFCP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYBTsq9knIx6kGAriv_HES45wRU0K2uh99SAWZI1M_LsMg&oe=6751604B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560246	1	active	11/30/24, 6:26 PM	7/15/25, 1:32 PM	1733012778	1752604357		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581501670597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466079779_1761687588006428_7328252614960092585_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=I1F7PI_MeNcQ7kNvgFb16H1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYAdPpEJvORNmHimfZW7NOrtjlNhJ1fqHSlxhLU4PEWxJw&oe=67518C73	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560652	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/5/25, 6:44 PM	1733013048	1749167087		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215914128160204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467520732_1262294951757466_8775068351409043736_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=YQbMsKAEBIkQ7kNvgG1EWJE&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYAjd9U2tePXHyfDBcT33ZdKgnewj8J4lI0ahAUIGKfeDQ&oe=675179B2	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560121	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/5/25, 4:52 PM	1733012714	1749160367		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461200830_409103592223043_120534980819975406_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1SaLIklcRYkQ7kNvgGOKxXD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYC-EJF5N8tqy5oDydmL6kK8fVRo_oQOR1actrbSl9ssUA&oe=6751836C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2560860	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/3/25, 9:47 AM	1733013215	1748962052		1942																											Contact us			IMAGE	2016 Ford f550 dump truck/ plow/spreader/landscaping/ 6.7 diesel		https://facebook.com/marketplace/item/1117311869754990/			1.1016049791422E+14	Lizeth Flores		REGULAR_PAGE	1					0		2016 Ford f550 dump truck/ plow/spreader/landscaping/ 6.7 diesel - $59,600.00 2015 Ford F550 Dump Truck/ Plow/Spreader 6.7 Diesel. - Millage: 117k - Brand New Dump bed/box ! - Truck Is Excellent Conditions, everything works on it no visible or mechanical issues. - Tuck Starts right on! - The interior is in pretty good conditions. 8/10 - 4x4 - No CDL required. GVWR 19,500 - Champion Brand Hoist - All functions of dump truck work great, very easy to work. Hit the PTO switch and go! - 12ft x 8ft x 4ft brand new custom made dump box. - No Check Engine Light!! - 6.7 Power Stoke Diesel Engine - Really clean truck ! - Power stroke sounds beautiful ! - Cruise control ! - Cold AC ! - PTO equipped. - 6 Speed Automatic Transmission - Hydraulic Brakes - Strobe Lights - Trailer Brake Assist - Tires are in great shape (look at pics) - Clean blue title - Ready to make some money !! - Plow or Swiper attachment equipped - Truck can be viewed and tested at our shop in Houston. I'm Open to offers, let me know!! Make me an offer !! Open to trades ! Hablo español ( abierto a cualquier oferta! Acepto cambios !) Electrical equipment, Digger, Communication equipment, F750, f650, f550, f450, Work truck, Utility equipment, Pole installation, Telephone equipment, Cable equipment, Electrical Pole, bucket truck, boom truck, Diesel Engine , Boom, Auger, bits, kelly bar, utility truck, pole truck, digger truck, crane, boom truck, dump truck, dirt work, concrete work, Landscaping Facebook Marketplace		Lizeth Flores		0	https://www.facebook.com/Lizeth-Flores-110160497914216/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561452	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/5/25, 5:24 PM	1733013527	1749162257		1942																										pacagen.com	Shop Now			DCO	Save 25% on Holiday Allergen-Proofing Bundles!	Pacagen’s Cat Allergen Neutralizing products are the #1 remedy for cat allergens. Developed with veterinarians and engineered for world-class efficacy, our breakthrough technology removes 98% of cat allergens on contact, so you can breathe easy around your cats. 96% of Pacagen customers reported that Pacagen helped their or a loved one's cat allergies. Real science for real results. Click now to try Risk Free for 30 Days.	http://pacagen.com/products/holiday-bundle			1.016483762011E+14	Pacagen	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468215355_1139359861131341_3292703875814970841_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mlNuke_9tq8Q7kNvgFOG51Y&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYCLB8dQIkwUrHFWAfCZ-Wh_0-lgb1233qzzL7WcCWPa1A&oe=67516D06	PERSON_PROFILE	0					0		Don’t let cat allergies keep your family apart this holiday season. Pacagen is here to help you allergen-proof your home. Our Limited Time Only Holiday Bundles give you two ways to neutralize 98% of cat allergens in your home. You can save 25% on our Holiday Allergen-Proofing Bundle while supplies last. That’s guaranteed cat allergen relief for the whole holiday season and $46 saved in your pocket. 😻		Pacagen		3837	https://www.facebook.com/pacagen/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561458	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/15/25, 12:57 AM	1733013531	1752559057		1942																										casapuradesigns.com	Shop Now			DCO	32% OFF 🔥 Holiday Magic!	Limited Time Offer!	https://casapuradesigns.com/products/personalized-family-christmas-stockings-embroidered-christmas-2024-stockings			4.6503252669525E+14	Casa Pura Designs	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468402686_1978085002689106_5606168982350832936_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WmRrrEeagcMQ7kNvgElovQJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYACdM3sh8KS0Kno78_un5F9Z-FWlRIPqNsqqaHSnpMI9Q&oe=67517D63	PERSON_PROFILE	0					0		This Christmas, make it a holiday to remember! Get your name or a loved one's embroidered on a custom stocking. What will you put inside? 🎁 Shop now and start a new tradition!		Casa Pura Designs		2	https://www.facebook.com/61567885600854/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561419	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/5/25, 5:51 PM	1733013516	1749163918		1942																										honeycrisp.com	Shop now			IMAGE	Welcome to Honeycrisp.com - Fresh Fruit From the Farm to Your Door	Apples farm fresh from the Orchard. Cortland, Empire, Fuji, Gala, Honeycrisp, McIntosh, Macoun, Mutsu, Red Delicious, Rome, Spy, Stayman, Winesap crisp apples. Explore our online Orchard, recipes, and blog	http://honeycrisp.com/			1.0703768932987E+14	Honeycrisp .Com	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468708821_1110459557251961_338636241285535427_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=x2OOk0P2yc0Q7kNvgGpsaz9&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYCLKFhAabbT4CTEwVoEIUGpISGoXSpvJHtaM-DA84O8mA&oe=67518A41	PERSON_PROFILE	0					0		We Have A Thanksgiving Contest Winner!! A free 1/2 bushel of apples going to San Diego CA! Congrats to Kathy! Order your favorite apples today for you and as great Christmas gifts!		Honeycrisp .Com		85479	https://www.facebook.com/Honeycrispapple/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560312	1	active	11/30/24, 6:26 PM	5/3/25, 12:16 PM	1733012813	1746292595		1942																											Contact us			IMAGE	2011 Mercedes-Benz s550		https://facebook.com/marketplace/item/1045580443918799/			6.2645219787298E+14	Daniel J Kelly III	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468936524_2708695815958589_8189616448235352432_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5Su960EYD6YQ7kNvgG3H7fM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYB14_nenHuRlT50oLNLyuuR_Tl0dPr7-LPZlDtRX0tNrQ&oe=67519736	REGULAR_PAGE	1					0		2011 Mercedes-Benz s550 - $9,995.00 Year: 2011 Make: Mercedes-Benz Model: S550 Condition: Used Clear Title Miles: 159K Exterior Color: Flint Grey Interior Color: Saddle Leather Engine: 5.5L V8 Transmission: Automatic Drivetrain: AWD Top of the line S550 4Matic. 5.5L V8 producing 382hp and 391lb torque. Well equipped with leather heated seats, all power options, moon-roof, bluetooth, and navigation. Continental tires with good tread. Does have a crack on the rear window, does not leak. Runs and drives well, very clean inside and out. $9995.00.00 Call or Text Dan @ 978-375-7477. Facebook Marketplace		Daniel J Kelly III		0	https://www.facebook.com/Daniel-J-Kelly-III-626452197872977/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560050	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/3/25, 12:22 PM	1733012667	1746292958		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461161006_552547384104728_2693328307478602036_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6C09D2NvIZIQ7kNvgH21-W7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCi5bKd1nFZlU82pnsacv_F_hfgjxvCIIA0_J576N3aFA&oe=67518CA3	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560458	1	active	11/30/24, 6:28 PM	5/3/25, 12:42 PM	1733012932	1746294172		1942																										carcan.com	Order Now			DCO	BEST CHRISTMAS GIFT UNDER $10	{{product.description}}	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467866050_1565651124151760_8245383250460466873_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=XSS-GZF_LXAQ7kNvgEANTBH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYDfkxZiLzofqk7axP5x8igG3PKiAzc1UT3pWiJ4jGrJbg&oe=67516D12	PERSON_PROFILE	0					0		EXCLUSIVE: 1-DAY SALE! 🚨 50% OFF TODAY ONLY on Facebook! All we ask is you SHARE THIS POST TO BE FAIR - we lose money if you don't! 😊 • Millions of happy customers i❤️ • Billions of plastic bags saved ♻️ AS SEEN ON TV WITH SHARK TANKS HOST Don't love it? Keep it free - that's our guarantee! 😊 Text "SALE" to 227226 for exclusive deals & updates! ALMOST OUT OF STOCK ⏰ WE PROMISE TO ALWAYS OVER DELIVER AND WE APPRECIATE ALL THE SUPPORT OVER THE YEARS CARCANS FOREVER ❤️ Don’t Forget to share this post it helps so much		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2560863	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/4/25, 11:22 AM	1733013216	1749054179		1942																										blackcardrevoked.com	Shop Now			DCO	Play or get your black card revoked.	It's time to shake 💩 up with the latest Black Card Revoked game. Celebrate the fact that we're all getting a little bit older, wiser, and sexier with the game full of shade, laughs, and inevitable debates.	https://www.amazon.com/dp/B0DH8B3JHY			174451778655	Cards For All People	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468812132_933191294808588_2017925044655026536_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0fcfPhTDyjEQ7kNvgFOdt1A&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYAVSnW_WgYMaX83ZMxlyV66xAoaT6cwaovxF4QXolcGGA&oe=675161F1	PERSON_PROFILE	0					0		Get the latest game just in time for the holiday party or get yelled out for reneging in spades 😌 your choice.		Cards For All People		13339	https://www.facebook.com/blackcardrevoked/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561272	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 2:27 PM	1733013447	1752607641		1942																										eventbrite.com	Buy Tickets			DCO	🎟 Santa's Sweets Showdown	Get your tickets on Eventbrite!	https://www.eventbrite.com/e/1095352341339?aff=ebpredboostfbandigads&td_campaign_id=718960			1.0350095105946E+14	Kelly Rentals	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468553141_1196243281439448_4317829233635037957_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=aTGGuxORDjQQ7kNvgHsE3SK&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOZV_xf1S15Kz2-ItEsgyRV&oh=00_AYCy3VO-uwhhKvcAZMRTgkj3DFw5zVs62N8AhPseO-CxOQ&oe=67516844	PERSON_PROFILE	0					0		🍪 DFW’s Best Cookie Showdown! 🏆 🎄 Taste the top cookies in the DFW area, enjoy FREE hot chocolate, and vote for your favorite baker! 📍 Old Town Lewisville 📅 Dec. 20th & 21st 🎟️ Tickets start at just $5! Celebrate the season with cookies, milk, and holiday cheer! Don’t miss it! 🎅✨		Kelly Rentals		479	https://www.facebook.com/Kellyrentals1/	0		BUY_TICKETS								View Edit Delete
2560090	1	active	11/30/24, 6:24 PM	4/24/25, 12:33 AM	1733012695	1745472784		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460844654_1586091338786756_7335652434014015276_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=p5v7EHToq4YQ7kNvgHdRIGy&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDOHiyxypx0K7G_EuRCJ037LWd3Hk5aqcR5tYQx48VhUw&oe=6751917A	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560658	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/3/25, 3:06 PM	1733013052	1746302786		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550552750238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465456640_529550503275816_1848071401549055352_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hKUVOwONVFkQ7kNvgFD5-tt&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYBiVrEeV3vNfCODkz_-jCh1M5L7_qujBlod_nOkZpcWTA&oe=67519192	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560481	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/5/25, 9:14 PM	1733012944	1749176094		1942																										newsbreakapp.com	Learn more			IMAGE	Breaking news from Ascension Parish!	Brian Kelly and Co. shifting focus elsewhere, pair of targets on their radar down the stretch.	https://www.newsbreakapp.com/n/0x4HPmXt?s=fb_ads&c={{campaign.name}}&af_c_id={{campaign.id}}&af_adset={{adset.name}}&af_adset_id={{adset.id}}&af_ad={{ad.name}}&af_ad_id={{ad.id}}			2.1680870563242E+14	Louisiana Local News - News Break	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468660892_461449543254304_3382217502652564370_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=h8bBBx6BucoQ7kNvgG4saRL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXaUndZnK8f1NSKU7SnFnq5&oh=00_AYC1OODEEFoKK-Wd50umsKYTCFzcmgs4EhfQ6gmeYYZQ4Q&oe=67517F7F	PERSON_PROFILE	0					0		Ascension Parish News: The Buzz: LSU Football Targeting Coveted 2025 Quarterback Amid Bryce Underwood Move.		Louisiana Local News - News Break		51723	https://www.facebook.com/LouisianaNewsBreak/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560887	1	active	11/30/24, 6:33 PM	5/3/25, 1:46 PM	1733013233	1746297998		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/main_street_homes			130999662935	Main Street Homes	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468872831_1059077362627815_5989545158102070357_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_yWTWva1FxkQ7kNvgFLtUcj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AK2eoXiRo6iiV89YAjTfwsP&oh=00_AYDvvT77tWFW0w4zIxrrumohEwDniTcQC5ncsGrAhorGiw&oe=67518BEC	PERSON_PROFILE	0					0		Join us for Monday Night Design Preview NIghts from 5:30 PM to 7 PM and get inspired! 🏡✨ Explore our award-winning Design Studio, experience our stunning products up close, and meet the designers who’ll help you bring your vision to life. #MainStreetHomes #GOMSH #Design #RVA #NewHomes #Selections #NewHome #NewConstructionHomes #HomeSweetHome #HomeForTheHolidays #DesignInspo #InteriorDesign #InteriorDecorating		Main Street Homes		7829	https://www.facebook.com/MainStreetHomesVA/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560484	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/12/25, 12:48 PM	1733012946	1747072114		1942																										bit.ly	Shop now			VIDEO	🤩Special offer💕Super low price❗🔥Free shipping on all orders		https://bit.ly/3O2D6q2			1.1110966850746E+14	AST Luxury Store-1	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468548352_1292342545102905_5689300482885645883_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=yhTQlJP7brAQ7kNvgHPWS_0&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXaUndZnK8f1NSKU7SnFnq5&oh=00_AYD-Gofld6zzkeSX7cmyjgwe9QKfXfUp_cY5J27rSNlM9A&oe=675178B7	PERSON_PROFILE	0					0		🎉 Luxury Bags Snap-up Alert! 👜 ⚡Last chance to grab designer bags at unbeatable prices❗ ✅ 100% quality guaranteed! ✅Support arrival inspection ✅Free returns within 30 days		AST Luxury Store-1		0	https://www.facebook.com/100089857356426/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561474	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/5/25, 7:21 PM	1733013539	1749169264		1942																										acopstory.com	Shop now			IMAGE	Mark Kelly Author		https://acopstory.com/buy.html			1.0197139512047E+14	Mark Andrew Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468488089_1010605330825830_9064574238078195047_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zeoQZRGP57cQ7kNvgFdRK3g&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYBinBFy3DlQTRUEXV2bHr1v6pAc9oQ93H5d_QevcDn-Dw&oe=675180D6	PERSON_PROFILE	0					0		Five star reviews from my readers: "Stories chronicle the challenges faced by those that choose to sign up and offer to Protect and Serve. No easy job in this environment." "A literal front row seat to the reality of the police profession." "As a working street cop I thought this was a good and accurate book. Would highly recommend and can’t wait for his next book." In this book I bring the reader through the excitement, challenges, humor and drama of being a police officer. It makes a great gift for that person who loves crime thrillers!		Mark Andrew Kelly		328	https://www.facebook.com/kellycopstory/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560503	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/5/25, 7:26 PM	1733012958	1749169599		1942																											No button			IMAGE						83681432739	Carlos O'Kelly's	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468960450_3412651822365093_5886736391181491980_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=yFp5PeCYWEsQ7kNvgGgwUwH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYBoW_HnjKPe_sL9aQk6JiLCUOJB3vIscsiFI87Mvv9Ozw&oe=67517588	PERSON_PROFILE	0					0		Make holiday cooking easy with Carlos Family Packs to-go. Choose from three Carlos favorites: Pasta Diablo, Chicken Enchiladas de Monterrey, or the Sancho Especial. Each comes ready to serve six adult guests and includes two pints of sides plus chips and salsa. Get them hot and ready to serve or take and bake at home. • Pasta Diablo Family Meal: $45 hot and ready, $40 take and bake. • Enchilada de Monterrey Family Meal: $40 hot and ready, $35 take and bake. • Sancho Especial Family Meal: $40 hot and ready, $35 take and bake. Order online or call your local Carlos. Please allow two hours notice when you order. For online orders >> https://order.carlosokellys.com/ Find your local Carlos O'Kelly's >> http://bit.ly/FindCarlos Don't forget to bring home a quart or two of our famous margaritas!		Carlos O'Kelly's		66396	https://www.facebook.com/carlosokellys/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2560483	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/5/25, 7:38 PM	1733012946	1749170332		1942																										newsbreakapp.com	Learn more			IMAGE	Breaking news from St. Tammany Parish!	Brian Kelly and Co. shifting focus elsewhere, pair of targets on their radar down the stretch.	https://www.newsbreakapp.com/n/0x4HPmXt?s=fb_ads&c={{campaign.name}}&af_c_id={{campaign.id}}&af_adset={{adset.name}}&af_adset_id={{adset.id}}&af_ad={{ad.name}}&af_ad_id={{ad.id}}			2.1680870563242E+14	Louisiana Local News - News Break	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468969947_935819401262051_2201866419659072050_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=nPOwlP2x_eUQ7kNvgEg2Mef&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXaUndZnK8f1NSKU7SnFnq5&oh=00_AYAXeXFNVr3tDaLk0VzazlmURiomlQ9ua0kLxHQ1bMjOhg&oe=67517BA1	PERSON_PROFILE	0					0		St. Tammany Parish News: The Buzz: LSU Football Targeting Coveted 2025 Quarterback Amid Bryce Underwood Move.		Louisiana Local News - News Break		51723	https://www.facebook.com/LouisianaNewsBreak/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561048	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/12/25, 9:34 AM	1733013335	1747060473		1942																										a.thepopfic.com	Learn more			VIDEO	🔥🔥 Click to Read 👉🏻👉🏻		https://a.thepopfic.com/ad/UG9wRmljLzM2NzMxMy8yMDI0MTEyOTA5MzkxMi9wYWdl?adid={{ad.id}}			1.1062030200369E+14	Pop001	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468783110_485630807876911_1251492103752291380_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=70hzKIrKn5QQ7kNvgGrz3v1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYAGpRqkPx0Pay1qCEdOlBjqMMQMbWwOek19Y2B3bGlzJA&oe=675173F6	PERSON_PROFILE	0					0		My husband, Ryan Carbon, was entwining with another woman. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. She was the wife of Ryan's friend. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo's hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him. --- "You screwed Lisa at the wedding, got drunk at night, didn't even know I was gone. It took you three months to come to me and apologize. You're a hypocrite. I'll never forgive you again. Just go." ———————— The last thing I expected to find when I rounded the corner of the beautiful white wooden summer house, which glowed ethereal in the setting sun, was my husband of seven hours and twenty-four minutes, Ryan Carbon, entwined in the arms of another woman. I’d wanted a break from the loud music, to cool down from the sticky evening and get some fresh air. I’d barely seen my husband since our first dance, there’d been too many people queuing up to offer their congratulations, telling me how stunning I looked in my bridal gown and how happy they were for us both. The afternoon had morphed into the evening at such speed my head spun but not as much as it was spinning now at the sight before me. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. Ryan’s hand glided over Bobby’s wife’s olive skin, straying up her thigh and under her black dress, the other clasped around her birdlike neck. Short moans of pleasure escaped Liza’s full lips and her head lolled back, eyelids fluttering. I froze on the manicured lawn, not wanting to be seen. The two of them blissfully unaware they had a spectator. Sounds of our wedding reception blared out from the house, guests dancing to ‘Come on Eileen’, stamping their feet on the dance floor with no idea the groom was already breaking his vows. A painful eruption began in my chest, a volcano getting ready to blow, hitting me with a grief so profound, it swallowed me whole. My lips parted to speak, but nothing came out. I had no words nor voice for the sight before me. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. Vomit forced its way up my throat and I gagged, backing away on the grass before taking off my heels and turning to flee. Blinking rapidly, I stumbled back towards the house, trying to exorcise the scene I’d witnessed from my eyes. A few hours ago, we’d promised to love and cherish one another, but after the photos were over, he’d hit the whisky hard. As the whirlwind of greeting guests for the evening reception got underway, being congratulated and making small talk, I’d seen my husband fleetingly as he worked the room, a tumbler in hand. He’d been bought drink after drink and I knew he might not even find his way to the honeymoon suite later. It didn’t matter, it was our wedding day, a celebration. Everyone was entitled to let their hair down. Liza was my friend; she and Bobby were our friends and the betrayal sliced into my heart like a knife through butter. ‘Seen Liza, Kel?’ Bobby swayed in front of me when I reached the grand staircase, his eyes glazed. I swallowed the lump in my throat, unable to look at him. Bobby was Liza’s husband as well as being Ryan’s best friend and business partner. They’d only been married a year, yet his world had been blown apart in the past few minutes too and he didn’t even know it. ‘No, not for a while,’ I managed. ‘Ah well, she must be around somewhere,’ he turned in a full circle, arms outstretched, his sweat patches on display and worryingly unsteady on his feet. ‘You make a beautiful bride, Kel,’ he added, grabbing my hand and pecking it, a cheeky grin spreading across his face, showcasing his dimples. His curly mop of brown hair fell into his eyes. ‘Thanks, Bob,’ I replied, the onset of tears pricking the corners of my eyes. I slid my hand out of his damp palm and took the stairs as quickly as I could manage in my heavy ivory gown. By the time I reached the honeymoon suite, my throat was thick with misery and I fumbled for the key in the satin bag hanging from my wrist. The tears came even before I had a chance to close the door to the room. Our enormous four-poster bed with crisp white sheets covered in red rose petals made me sob harder. Was it a one-off? Had Ryan got so drunk he’d made a pass at Liza or had they both been lying to me and Bobby for months? I sat on the edge of the bed and put my head in my hands. Life as I knew it crumbled around me. Ryan and I owned a house together in Crawley a few miles away, he ran a business with Bobby, what was he thinking? The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo’s hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him, but it wasn’t me. I hated confrontation, I needed to think and space to do so, but how was I going to escape my own wedding reception? I looked around the grand bedroom for inspiration, glancing over at my pink suitcase, packed and ready for our flight to Crete. The honeymoon I’d been dreaming of, but now Ryan had ruined everything. Ryan’s backpack had been left beside his suitcase and I riffled through it, digging out our passports, printed tickets and euros. In a moment of inspiration, I shoved Ryan’s passport beneath the mattress of the bed, as close to the middle as I could reach, and put the rest of the items in my bag. Finally I rolled up the layers of white satin, torn lace and netting and hid my wedding dress in the empty wardrobe. Checking I had everything I needed, I dialled the taxi company. ‘Hi, I already have a pick-up booked for three forty-five tomorrow morning for Kelly Carbon, but my plans are changing. Do you have a car available now to take me from Gravetye Manor to Gatwick, North Terminal please?’		Pop001		491	https://www.facebook.com/100092038763039/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560038	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/5/25, 7:59 PM	1733012662	1749171588		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460660206_1026422615884580_7275128131490743741_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=psCwvI7KFZEQ7kNvgFNvZQt&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYD3XQcQ5Bw4rV9Nn8q8Yh41QEXzqA3jdMDUVCiciAuMXA&oe=67519487	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560301	1	active	11/30/24, 6:26 PM	5/12/25, 4:49 PM	1733012807	1747086595		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044387590700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465214354_544269391689465_5246983862680279184_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3nJLMaZijIMQ7kNvgFitbq3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYCA80FDYiA7Og995s8FFU6W69ikAQrgMaB5wbCCHUR08A&oe=67518FFD	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561403	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/5/25, 10:08 PM	1733013509	1749179289		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/chambxrs			1.0166056563041E+14	Chambxrs	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468849425_1127887806006688_5300704630284541206_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bJbmfR9CMV0Q7kNvgFtBvge&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Av1gbCYW9YD4f4za3V7C__q&oh=00_AYDf5oNcnBmLa6WF4EKrhbRY84WME7kdxqjhP9y1wbShRw&oe=67518BB4	PERSON_PROFILE	0					0				Chambxrs		0	https://www.facebook.com/100080781814503/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561286	1	active	11/30/24, 6:37 PM	5/11/25, 9:00 PM	1733013455	1747015224		1942																										en.redshirtsalwaysdie.com	No button			IMAGE	Princess Stephanie, 59, looks unrecognizable; probably the prettiest princess to exist. Here's a look inside the life of Monaco's most scandalous royal, ranging from her rebellious behavior, turbulent relationship history, to joining the circus.		https://en.redshirtsalwaysdie.com/view/?id=princess-stphanie-facts-red&src=facebook			1.03331009307E+14	Funnylishious	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468641681_534584852738290_8680114363176123081_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5mIXSgGRVQkQ7kNvgGZHsfH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ArNQWplwZQ4iXRBodXD3Fm8&oh=00_AYBhKkGP4RXCk21jXYlAGRgeZUCxQiyzjnhZbdkv0jJ_6w&oe=675180F5	PERSON_PROFILE	0					0		At 59, Princess Stephanie looks very different; arguably the prettiest royal alive. Here's why Princess Stephanie is Monaco's most controversial royal, from the Grace Kelly car crash and troubled marriages.		Funnylishious		6349	https://www.facebook.com/100088665681263/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561217	1	active	11/30/24, 6:37 PM	5/12/25, 7:02 PM	1733013424	1747094537		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			IMAGE			http://instagram.com/emerawatches			1.0324205579187E+14	EMERA	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468727658_2747413988765105_3576815242361859739_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6a2vOmnAVJsQ7kNvgGkBwfL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYCS5QVVtDmH8J6E7NPMvrVJAaRzs7cVJJUzqqYCGXwcrg&oe=675171C6	PERSON_PROFILE	0					0		The Cyborg Black Shadow Warrior from EMERA is a limited timepiece, produced in only 5 units, launching in January 2024. Designed by Maison EMERA and @louisducruet, grandson of Grace Kelly, it draws inspiration from samurai legends. This creation is a true work of art, featuring a Grade 5 titanium case with a black DLC coating, known for its complexity in machining, requiring extensive time and expertise to manufacture. The in-house automatic mechanical movement, with a flying tourbillon, was crafted for the CYBORG model and is designed to fit the intricate shape of the case. It has 19 jewels and offers a 44-hour power reserve. The dial pays tribute to the shadow warriors of old, the ninjas, dressed in black. It was meticulously 3D-modeled, cast in 18K gold, and hand-finished to achieve fine detail before being coated with a black diamond-like carbon coating to reflect the stealth and mystery of these warriors. The red indexes evoke the intensity of their missions. The timepiece includes two sapphire crystals, treated with advanced anti-reflective coating to reduce glare and ensure legibility under any conditions. With dimensions of 46.80 x 56.60 mm, it features a black technical fabric strap, built to withstand complex and demanding situations. A special highlight is the emblem of Louis Ducruet, sitting atop the sapphire crystal. It was engraved and filled with the official red and white colors of Monaco. The white is made from Super-LumiNova, glowing brightly at night, illuminating the emblem. This model was first presented at the Fight Aids charity gala, in the presence of His Serene Highness Prince Albert II and Princess Stéphanie of Monaco. It was imagined during a meeting with Louis Ducruet at the Castle of Monaco, where a shared passion for Japan and samurais was discovered. The number 20 holds special significance as Louis's lucky number. A portion of the proceeds from this timepiece will be donated to Princess Stéphanie of Monaco's foundation to support Fight Aids. 📸 @marcgysinphoto #EMERA #Cyborg #ChangetheGame #FightAidsMonaco		EMERA		215	https://www.facebook.com/emerawatches/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560445	1	active	11/30/24, 6:28 PM	7/15/25, 1:08 AM	1733012924	1752559734		1942																										MADJOLLY.CO	Shop now			IMAGE	Perfect Gifts For Any Occasion 🎁	Colors, sizes, and styles available.	https://madjolly.co/kellyadids			1.6092798377471E+14	Family Gifts A3	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468953075_937115018316591_1308625910113518586_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=CwWXHaw4JkIQ7kNvgEa47-T&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYBkNKJDNpZR-c6jr2uCLX5D8-NwYf-J9vtzcmPRi5konA&oe=675193E6	PERSON_PROFILE	0					0		🎁 Create wonderful moments with your Family through our customized Name products. 🥰 Unique gift for your special person - the best way to show your loved ones how much they mean to you. 📌 Tip: Use the search bar to look for your name in the preferred designs. Order here: https://madjolly.co/kellyadids Shop now: https://madjolly.co/collection/kelly		Family Gifts A3		54	https://www.facebook.com/61553137816945/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561575	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/5/25, 11:28 PM	1733013590	1749184136		1942																										page.tapon.com	Learn more			IMAGE	📚📚 Meister der Spirituellen Kultivierung		https://page.tapon.com/h5-book-share-custom4.html?lang=de&id=294&brand=3&app=0&ppid=5506&pid=FBW2A&utm_source=FBW2A&utm_medium=%7B%7Bplacement%7D%7D&utm_campaign=%7B%7Bcampaign.id%7D%7D&utm_term=%7B%7Badset.id%7D%7D&utm_content=%7B%7Bad.id%7D%7D&badid=%7B%7Bad.id%7D%7D&pixel_id=586505356679202&bacid=7916C20EFCF1BC2302E51717E910B7453664B9A65C34FBBBE6855F64C0ACB33B876883D1BF94D3F0A0449D3ADDA4526B382EE6218C962C16&ori_campaign_id=120214177459680296&ori_adset_id=120214177460730296&ori_ad_id=120214177469290296			3.933464238676E+14	Wie Lesen	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468499707_1291506275202112_3901478102000013870_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pZl9xKiD-OcQ7kNvgGWD7Fo&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYDX4Uf46Zhw01CVDr0I5FaDyE8mRYChdHgwPwM4_Hhf2A&oe=675169A8	PERSON_PROFILE	0					0		Kapitel 1 Zehn Jahre später Der Mount Stokeris hatte steile und hohe Klippen mit alten Bäumen, die gen Himmel ragten. Ein abgeschiedenes Kloster stand einsam inmitten der Wolken auf dem Gipfel des Berges. Zwei Personen standen vor den Toren des Klosters, ein Älterer und ein Jugendlicher. "Finneas, ein Jahrzehnt ist vergangen, und du bist unbesiegbar in der gewöhnlichen Welt geworden. Es ist Zeit für dich, den Berg hinabzusteigen." Die Stimme von Melvin Frye, dem Älteren, trug die Last der Zeit. "Sag es einfach, wenn du mich schlagen willst." Finneas Lamorde sah den alten Mann mit einem Blick voller Groll an. Melvin schwieg einen Moment, bevor er sagte: "Eigentlich waren meine Handlungen zu deinem eigenen Besten!" "Hah!" Als Finneas diese Worte hörte, ließ er ein kaltes Schnauben los, antwortete aber nicht. Plötzlich fragte Melvin: "Finneas, verachtest du mich?" "Ich habe dich früher wirklich gehasst!" "Und jetzt?" "Es spielt keine Rolle mehr. Zehn Jahre sind vergangen, also hat es keinen Sinn, das anzusprechen." "Du hast recht, es ist sinnlos! Schließlich, wie viele Jahrzehnte hat ein Mensch in seinem Leben... Die Zeit ist so gnadenlos wie eine Klinge, die selbst die Arrogantesten niederhaut. Trotz meiner Stärke konnte ich nicht zu jenem unerreichbaren Ufer springen." Der alte Mann seufzte. Mit großer Anstrengung hob er seinen Blick und starrte in den fernen Himmel. In diesem Moment ging die Sonne im Westen unter und kündigte den Einbruch der Dämmerung an. Das Abendrot vermischte sich mit den Schichten der Wolken, sein verweilendes Licht fiel auf den weiten Wald und spiegelte einen atemberaubend schönen Glanz wider. "Der Sonnenuntergang ist schön, aber leider ist er vergänglich." Mit einem Seufzer fuhr Melvin fort: "Finneas, könntest du mich 'Meister Frye' nennen?" Finneas senkte den Kopf, die Mundwinkel trugen immer noch das gleiche unveränderte kalte Grinsen. Melvin schien daran gewöhnt zu sein, weiterhin wie gewohnt mit sich selbst zu sprechen. "Finneas, was denkst du, wie die Unsterblichen Welt ist?" "Finneas, ich habe Lust auf Knödel." "Finneas, mein Zahn schmerzt..." Die Szene wurde allmählich ruhig. Whoosh! Die Abendbrise wehte sanft und brachte eine Berührung von Kühle mit sich. Nach einer Weile der Stille spürte Finneas, dass etwas nicht stimmte, und sah zu Melvin auf. Zu seiner Überraschung stellte er fest, dass der alte Mann irgendwann die Augen geschlossen hatte und derzeit keinerlei Lebenszeichen mehr zeigte. Als Finneas diese Szene sah, trat er vor und hob grob Melvins Leiche hoch. Seine Stimme war kalt, als er sagte: "Versuchst du mich nicht nur zu überlisten, den Berg hinunterzugehen, damit du eine Ausrede findest, mich zu schlagen? Warum würdest du so absurde Längen gehen, um deinen Tod vorzutäuschen?" Aber egal, was Finneas sagte, Melvin zeigte keine Reaktion mehr. Sein Teint wurde allmählich lila, und seine Körpertemperatur kühlte langsam ab. Sein Körper war auf weniger als vierzig Kilogramm geschrumpft, ein krasser Gegensatz zu seinem einst ätherischen und majestätischen Auftreten. Erinnerungen begannen langsam in Finneas' Gedanken aufzutauchen. Vor zehn Jahren war er erst zweiundzwanzig, als er sein Studium abschloss. Um sein Versprechen an seine Freundin zu erfüllen, reiste er alleine mit dem Auto nach Yiefmery, um ihre Eltern in ihrem Zuhause zu treffen. Unerwartet traf er auf der Reise einen rätselhaften alten Mann. Der Ältere erwähnte, dass Finneas eine natürliche spirituelle Konstitution hatte und ein vielversprechender Sämling für die Kultivierung war. Trotz Finneas' Einwänden brachte Melvin ihn gewaltsam in diesen dünn besiedelten Berg. So verging ein ganzes Jahrzehnt! In diesen zehn Jahren unterzog Melvin ihn dem rigorosesten Training, das der Menschheit bekannt war. Jeden Tag musste er vor dem Morgengrauen aufstehen, um zu trainieren. Um sieben Uhr übte er seine Schläge. Um zehn Uhr übte er seine Tritte. Um zwölf Uhr übte er sein Schwertkampf. Um zwei Uhr nachmittags übte er die Augen des Äthers. Um sechs Uhr nachmittags übte er seine Arrays. Um neun Uhr abends konzentrierte er sich auf die Medizin. Nach Mitternacht begann er zu meditieren. Tag für Tag, Jahr für Jahr. Über das Jahrzehnt hinweg hatte er unzählige Male danach gestrebt zu entkommen, von diesem Ort zu fliehen und nach Hause zurückzukehren. Aber jedes Mal würde Melvin ihn mühelos zurückziehen und ihm eine schwere Tracht Prügel verpassen! Es gab sogar einmal, als die Prügel so heftig waren, dass sie ihm fast das Leben gekostet hätten. Obwohl die Unsterblichkeitskultivierung als eine große Chance angesehen wurde, war Finneas völlig gleichgültig. Seine Freundin wartete immer noch darauf, dass er sie fragte, während seine alternden Eltern und seine jüngere Schwester alle von ihm abhängig waren, um Geld zu verdienen und die Familie zu unterstützen. Wie konnte er hier bleiben? Leider blieb Melvin trotz all seiner Bitten ungerührt. Finneas hatte einmal subtil angedeutet, dass er eine Nachricht nach Hause schicken wollte, sogar auf Knien gebeten, aber der alte Mann stimmte immer noch nicht zu. Nachdem er ihn gründlich verprügelt hatte, sagte Melvin kalt: „Die Verfolgung der Unsterblichkeitskultivierung widersetzt sich den Himmeln, also musst du alle Bindungen zur sterblichen Welt abbrechen! Finneas, solange ich lebe, kannst du vergessen, jemals diesen Berg zu verlassen!“ Von diesem Moment an hegte Finneas einen tiefen Groll gegen Melvin! Er trainierte jeden Tag unermüdlich in der Hoffnung, schnell stärker zu werden. Sein Ziel war es, Melvin zu übertreffen, um diesen dann zu töten und so den Hass in seinem Herzen zu lindern. Und so verging ein Jahrzehnt im Nu! Er hatte sich zehn Jahre lang einem rigorosen Training gewidmet, aber anstatt den alten Mann zu übertreffen, wie er gehofft hatte, wurde er stattdessen mit dieser bestimmten Szene konfrontiert. In diesem Moment fühlte Finneas eine Leere in seinem Herzen. Er war nicht so fröhlich, wie er es sich vorgestellt hatte, noch war er so wütend. Alles, was da war, war eine ungestörte Ruhe. Oder vielleicht wäre es treffender zu sagen, dass er sich taub fühlte. Er konnte nicht anders, als zu denken, dass seine zehn Jahre des Durchhaltens jetzt völlig lächerlich erschienen. Der Abendwind begann stärker zu wehen. Die Temperatur in den weiten Bergen schien plötzlich unter den Gefrierpunkt gefallen zu sein. Ohne ein Wort zu sagen, legte Finneas Melvin still zur Ruhe. Dann drehte er sich um und stand da, seine melancholischen Augen starrten auf die saftig grünen Berge in der Ferne. Niemand konnte verstehen, was er in diesem Moment fühlte. Nach einer langen Weile sprach er endlich. „Ich kann nicht glauben, dass du dieses Mal wirklich fort bist! Dein Körper wird sich allmählich auflösen und ewig werden, ähnlich wie die Sandkörner in der Wüste. Auf gewisse Weise könnte dies als eine Form der Unsterblichkeit betrachtet werden. Mit diesem Abschied werden wir uns nie wiedersehen!“ Am Ende konnte sich Finneas einfach nicht dazu bringen, Melvin als „Meister Frye“ anzusprechen. Aber was bedeutete es schon, ob er es jetzt tat oder nicht? Er zog sein Schwert, verwandelte sich in einen Lichtstrahl und verschwand am Horizont. Wenn in diesem Moment ein Kultivierter anwesend gewesen wäre, wäre er zweifellos völlig erstaunt gewesen. Es war schwer zu glauben, dass in dieser modernen Ära jemand tatsächlich auf einem Schwert fliegen konnte! Eine halbe Stunde später kehrte Finneas endlich in die Heimat seiner Erinnerungen zurück. Seine Heimatstadt lag am Rande von Jacaster in Jussipi. Das Haus, an das er unaufhörlich dachte, war nichts weiter als ein bescheidenes, eingeschossiges Haus. Vor dem eingeschossigen Haus befand sich ein kleiner Teich, an dessen Seite sanft schwingende Weiden standen. „Also... nichts hat sich letztendlich geändert!“ Als er die vertraute Szene vor sich betrachtete, füllten sich Finneas' Augen schließlich mit Tränen. Ein Jahrzehnt war vergangen, seit er entführt worden war, und jetzt kehrte er endlich nach Hause zurück. Auch mit seinem gegenwärtigen Gemütszustand konnte er nicht anders, als einen Stich des Kummers zu spüren, kurz vor den Tränen. Damals, als er auf dem Berg gewesen war, hatte es unzählige Tage und Nächte gegeben, an denen er von einer solchen Szene geträumt hatte... Vom Schwimmen im Teich als Kind, vom Trubel der Straßen oder sogar von all seinen Freunden und seiner Familie. „Nachdem ich zehn Jahre lang spurlos verschwunden war, haben Mom und Dad wohl gedacht, dass ich tot bin, oder?“ „Und die kleine Alyssa... Als ich ging, war sie erst neun Jahre alt. Ich weiß nicht einmal, ob sie jetzt an der Universität ist!“ „Der alte Mann behauptete, dass der Weg zur Unsterblichkeit in der Kultivierung liegt und erfordert, dass man alle weltlichen Bindungen abbricht. Aber wenn das bedeutet, die Liebsten von uns abzuschneiden, was ist dann der Zweck der Kultivierung?“ Finneas seufzte lang, um seine chaotischen Emotionen zu beruhigen. War das nicht der Moment, auf den er all die Jahre gewartet hatte? In diesem Moment hallte plötzlich ein Schrei der Angst aus dem eingeschossigen Haus. "Ich lag falsch! Ich will die Umzugskompensation nicht mehr! Ich lag falsch, ich verstehe meinen Fehler jetzt!" "Bitte... Nein... Nein!" Klatsch! "Benehmen Sie sich!" Als er das hörte, änderte sich Finneas' Ausdruck abrupt. Ist das Lyssie? Wird sie angegriffen? "Verdammt!" Finneas' Ausdruck war eiskalt. Sein Körper schien zu teleportieren, als er auf die Tore des eingeschossigen Hauses zustürmte! Kapitel 2 Ich verabscheue dich In der Zwischenzeit, im einstöckigen Haus. Zwei glatzköpfige Brutale, ihre Körper mit Drachentattoos markiert, umgaben ein Mädchen, während sie bösartig lachten. "Sie ist absolut umwerfend!" "Mann, das ist erstaunlich! Wer hätte gedacht, dass dieser sture Mieter so wunderschön ist? Wir haben wirklich Glück gehabt!" "Lass mich los!" flehte Alyssa Lamorde verzweifelt und weinte. Ihre zarte Wange war von der Ohrfeige rosarot, mit Blutspuren, die aus den Mundwinkeln flossen. Sie kämpfte mit aller Kraft, aber es war völlig nutzlos! Egal, was sie tat, sie konnte die beiden kräftigen Männer nicht abwehren. "Hör auf zu kämpfen! Wenn wir zufrieden sind, lassen wir dich gehen!" "Keine Sorge, wir werden dich gut behandeln, weißt du..." Die beiden Männer hielten Alyssa fest, während sie böse grinsten. Tränen, klar wie Kristallperlen, fielen aus Alyssas Augen. Sie wusste, dass es heute Nacht kein Entkommen gab! In diesem Moment durchfuhr sie ein Schauer den ganzen Körper, als sie über ihre Erfahrungen in den letzten Jahren nachdachte. Sie hatte sich dagegen gesträubt, Geld für Kleidung auszugeben, und selbst als sie an die Universität kam, hatte sie nicht genug Geld, um teilzunehmen. Selbst beim Essen war sie immer vorsichtig und akribisch. Während des Neujahrs, als andere ein Familientreffen mit einem Tisch voller opulenter Mahlzeiten genossen, konnte sie nur alleine in ihrem einstöckigen Haus zusammengekauert im Bett liegen und beten, dass die kalte Nacht schnell vorübergehen möge. Schließlich ergab sich eine Gelegenheit, als sie die Nachricht erhielt, dass sie umgesiedelt werden würde. Unerwartet nutzte das Abrissunternehmen ihre Einsamkeit aus, indem es eine extrem niedrige Entschädigung für die Umsiedlung anbot. Sie lehnte ab, was dazu führte, dass diese beiden Männer kamen, um sie zur Unterwerfung zu zwingen. Sie verstand es wirklich nicht - was hatte sie falsch gemacht? Trotz all der Mühe, die sie darauf verwendete, ihr Leben in vollen Zügen zu genießen, schien es, als würde das Schicksal ihr einfach keinen Spielraum lassen. Vielleicht hätte ich diese Welt mit Mama und Papa verlassen sollen, als sie vor acht Jahren starben. Dann müsste ich nicht mehr leiden. Bei solchen Gedanken überkam Alyssa eine Welle überwältigender Erschöpfung und Verzweiflung, bis sie bewusstlos wurde. Als die beiden glatzköpfigen Brutalen sahen, wie Alyssa ohnmächtig wurde, lachten sie noch lauter. Knall! In diesem Moment wurde die Haustür des einstöckigen Hauses mit einem einzigen, kraftvollen Tritt aufgestoßen. Wie ein Blitz stürmte Finneas herein! Als er die Szene vor sich sah, füllten sich seine Augen sofort vor Wut, und er fühlte, als ob sein Herz in tausend Stücke zersprungen wäre! "Ah! Geh zur Hölle!" In einem Wutanfall ließ Finneas einen wütenden Schrei los und schleuderte eine Ohrfeige durch die Luft. Boom! Bevor die beiden kräftigen Männer überhaupt begreifen konnten, was passierte, wurden sie von Finneas zu einem Blutnebel reduziert! "Lyssie!" Überwältigt von Emotionen hielt Finneas seine bewusstlose Schwester fest in den Armen und konnte seine Tränen nicht zurückhalten. Er hatte nie in seinen wildesten Träumen gedacht, dass er bei seiner Rückkehr mit einem solchen Anblick konfrontiert würde. Als er den armseligen, knappen Kleidungsstil seiner Schwester und ihre gerötete, geschwollene Wange sah, fühlte er einen überwältigenden Schmerz. Es dauerte eine Weile, bis sich seine Emotionen allmählich stabilisierten. Danach holte er Alyssa ein sauberes Outfit zum Anziehen und reinigte sorgfältig alle Blutflecken im Raum. Er setzte sich erst neben seine Schwester, als er fertig war, und wachte schweigend über sie. Es schien, als könnte er sich nie daran sattsehen. Immerhin hatten sie sich seit einem Jahrzehnt nicht mehr gesehen! Die Veränderung bei Alyssa war signifikant. Sie war von dem winzigen Kind von damals zu einer atemberaubenden Schönheit herangewachsen. Gerade als Alyssa langsam die Augen öffnete. Als sie Finneas sah, erschrak sie und sprang schnell auf die Beine. Mit Misstrauen in ihrer Stimme fragte sie: "Wer bist du und wo sind die beiden Leute von vorhin hin?" "Ich habe sie vertrieben!" Finneas gab nicht zu, die beiden Schurken getötet zu haben. Immerhin war seine Schwester nur ein gewöhnlicher Mensch. Es war unvermeidlich, dass solche Dinge ihr Angst einjagen würden. Gleichzeitig fühlte er sich innerlich etwas zerrissen. Anhand ihrer Reaktion war klar, dass Alyssa ihn nicht erkannt hatte. Aber das war zu erwarten. Vor zehn Jahren war sie erst neun Jahre alt. In den letzten zehn Jahren war sein Haar lang gewachsen. Sowohl sein Aussehen als auch sein Auftreten hatten sich erheblich verändert. "Du hast sie vertrieben?" Alyssa warf Finneas einen zweifelnden Blick zu. Dennoch murmelte sie nach einem Moment des Zögerns: "D-Danke!" Trotz ihrer Worte blieb ihr Ausdruck vorsichtig, und sie hielt einen relativ sicheren Abstand zu Finneas. Als Finneas das vorsichtige Verhalten seiner Schwester sah, stieg Traurigkeit in seinem Herzen auf. Er konnte sich nicht vorstellen, was sie in den letzten zehn Jahren ohne ihn durchgemacht hatte! Was ist mit ihren Eltern passiert? Wo waren sie hingegangen? "Lyssie! Erkennst du mich nicht mehr?" Finneas kämpfte darum, sich zu beherrschen. "Wer bist du?" Alyssa sah auf, ein verwirrter Ausdruck auf ihrem Gesicht, als sie Finneas ansah. Sein Gesicht war von Müdigkeit und Melancholie gezeichnet. Auf den ersten Blick war er vielleicht nicht konventionell attraktiv, aber bei genauerem Hinsehen würde man entdecken, dass er einen einzigartigen, fesselnden Charme besaß. Darüber hinaus fand sie den Mann vor sich überraschenderweise irgendwie vertraut. Es schien, als hätten sie sich irgendwo schon einmal getroffen! "Ich bin es, dein großer Bruder, Finn!" Ein Hauch eines Lächelns schlich sich auf Finneas' Gesicht. "Finn?" Alyssa hielt einen Moment inne. Anschließend begann ein Gesicht aus den Tiefen ihrer Erinnerung langsam mit dem vor ihr verschmelzen. Ihr Körper zitterte sichtbar, und ihre Augen röteten sich schnell. Es war klar, dass glänzende Tränen drohten, aus ihren Augenwinkeln zu fließen. "Lyssie!" Finneas kämpfte wirklich darum, seine Emotionen in diesem Moment zu beruhigen. Er streckte vorsichtig seine Hand aus, in der Hoffnung, das Haar seiner Schwester zu zerzausen, so wie er es früher als Kinder getan hatte. Doch er hatte nicht erwartet, dass Alyssa nach einem kurzen Moment des Erscheinens benommen tatsächlich seine Hand wegschlagen würde. Dann schien sie sich in eine völlig andere Person zu verwandeln. Sie rieb sich die tränenfeuchten, roten Augen und schnappte: "Du irrst dich. Ich habe keinen Bruder!" "Lyssie, du..." Finneas war schockiert, dass seine Schwester solche Worte aussprechen würde. Er hatte gedacht, dass Alyssa bei seiner Rückkehr sich freudig in seine Arme werfen würde, so wie sie es früher als Kinder getan hatten. Überraschenderweise war der Ausdruck in ihrem Gesicht jetzt einer reinen Abscheu. "Nenn mich nicht Lyssie! Als unsere Eltern starben, warst du nicht auffindbar. Jetzt, wo unser Zuhause kurz vor der Zerstörung steht, tauchst du bequemerweise auf? Finneas, ich möchte wirklich nicht schlecht von dir denken, aber du hast mich wirklich enttäuscht!" Ein Zittern durchlief Finneas' Herz, und er fragte schnell: "Waren Mama und Papa gesund?" "Vor Jahren, als du gegangen bist und nie zurückgekommen bist, haben Mama und Papa ihr ganzes Vermögen ausgegeben, um dich zu finden. Am Ende wurden sie von einem Auto auf der Straße erfasst und starben einfach so." Alyssas Stimme war spürbar erstickt, als würde sie Tränen zurückhalten. "W-Wann ist das passiert?" "Vor langer, langer Zeit. Genauer gesagt im zweiten Jahr nach deinem Weggang." Sie betrachtete Finneas erneut, ließ ein kaltes, spöttisches Lachen los und sagte: "Hah! Was hast du in den letzten zehn Jahren gemacht, seit du uns verlassen hast, um so auszusehen? Hat dich Natalie verlassen? Bist du jetzt obdachlos und deshalb zurückgekommen? Finneas, du bist wirklich nicht menschlich!" Finneas trat schnell vor, packte Alyssas Arm. "Lyssie, lass mich erklären. Du magst es schwer glauben, aber in den letzten zehn Jahren war ich auf dem Pfad der unsterblichen Kultivierung..." "Lass mich los! Ich will deinen Unsinn nicht hören!" "Ich werde nicht loslassen! Ich werde dich niemals loslassen. Du bist meine Schwester..." "Finneas, dränge mich nicht. Wirst du nur glücklich sein, wenn du mich in die Ecke gedrängt hast, bis ich keine andere Wahl habe, als alles zu beenden?" Alyssas Stimme war hysterisch, ihre Emotionen schienen jeden Moment zusammenzubrechen. "Finneas, ich werde dir niemals vergeben! Niemals! Seit dem Moment, als unsere Eltern starben, bin ich allein auf dieser Welt ohne Familie zurückgeblieben. Denk nicht, dass ich dir vergeben werde, nur weil du mich gerettet hast!" Als Finneas das hörte, war er sprachlos und erstarrte vor Ort. Er ließ zu, dass Alyssa ihn aus der Tür schob. Dann wurde die Haustür mit einem lauten Knall zugeschlagen. Kapitel 3 Die neun Himmelskunst der Unsterblichen „L-Lyssie.“ Finneas starrte regungslos auf die fest verschlossene Tür, sein Herz schmerzte. Entgegen seiner Erwartungen kam es nie zu der ersehnten herzerwärmenden Familienzusammenführung. Stattdessen spielte sich eine Szene der Verwüstung ab. Man könnte sagen, dass es von dem Moment an, als er vor zehn Jahren von Melvin in die Berge zurückgebracht wurde, dazu bestimmt war, in Tragödie zu enden. Finneas stand an der Tür, holte erst einmal tief Luft, bis sich seine Emotionen allmählich beruhigten. Er musste zugeben, dass Melvins gnadenloses Training ihn wirklich beeinflusst hatte. Er fühlte, als ob sein Blut kalt geworden wäre, als ob er trotz allem schnell wieder zu sich kommen könnte, egal was passierte. Finneas seufzte schwer und begann langsam zu erklären: „Lyssie, damals bin ich wirklich zur Unsterblichen Kultivierung gegangen und wurde an einem Ort für zehn Jahre eingesperrt! Erst heute konnte ich herauskommen...“ Doch drinnen im einstöckigen Haus gab es keine Antwort. „Lyssie, egal was passiert ist, jetzt, da ich zurück bin, gehe ich nirgendwo hin! Mir ist es völlig egal, wie es mit der Umzugsentschädigung aussieht. Du bist meine Schwester, also ist es meine Pflicht, dich zu beschützen! Von jetzt an sind es nur noch wir beide, Bruder und Schwester, die sich aufeinander verlassen. Ich lasse nicht zu, dass dich jemand mehr belästigt.“ Knarren. Die Tore waren geöffnet. Alyssa sah Finneas mit einem komplizierten Ausdruck an. Natürlich glaubte sie Finneas' Behauptung, dass er zehn Jahre lang an einem Ort eingesperrt war, nicht. „Hat all dieses Gerede irgendeine Bedeutung?“ „Lyssie, nachdem unsere Eltern gestorben sind, müssen diese Jahre für dich ziemlich hart gewesen sein, oder?“ Finneas sagte, sein Herz schmerzte für sie. „Das geht dich nichts an.“ Alyssa schlug die Tür wieder zu. Dann lehnte sie sich gegen die Tür, hielt sich die Hände vor den Mund und Tränen liefen bereits über ihr zartes Gesicht. Sie wollte wirklich in die Arme ihres Bruders stürmen können, wie sie es früher als Kinder getan hatten, hemmungslos schluchzen und Trost bei ihm suchen. Aber jedes Mal, wenn sie daran dachte, wie Finneas nach dem Studium für eine Frau weggegangen war, zehn Jahre lang weggeblieben war und den Tod ihrer Eltern verursacht hatte, fand sie es unmöglich, ihm zu vergeben. Jetzt, da ihr Bruder während einer so sensiblen Zeit aufgetaucht war, als ihr Haus abgerissen werden sollte und sie eine Entschädigung für den Umzug erhalten würde, war es schwer, nicht über seinen wirklichen Grund für die Rückkehr zu spekulieren. „Lyssie, geh erst einmal gut schlafen. Ich werde draußen Wache halten. Wenn du etwas brauchst, ruf einfach nach mir“, sagte Finneas leise. Dann fand er einen relativ flachen Platz vor der Tür und setzte sich im Schneidersitz nieder. Sein Kopf war jetzt durcheinander. Er brauchte etwas Zeit, um seine Gedanken zu ordnen. Auf ihrer Suche nach ihm verloren ihre Eltern tragischerweise bei einem Autounfall ihr Leben. Danach musste seine jüngere Schwester so viele Jahre lang ein einsames und schwieriges Leben ganz alleine führen. Es war leicht vorstellbar, wie viel Mühsal und Ungerechtigkeit sie ertragen musste. „Da ich zurückgekehrt bin, sollte niemand mehr daran denken, Lyssie in Zukunft zu belästigen...“ Finneas seufzte schwer. Da seine Eltern bereits gestorben waren, lag sein einziger Fokus jetzt darauf, sich um seine jüngere Schwester zu kümmern und Unsterblichkeit zu erlangen. „Was Natalie betrifft...“ Finneas seufzte erneut. Natalie war tatsächlich seine Freundin von damals. Die beiden waren sieben Jahre lang zusammen, während drei Jahren in der High School und vier Jahren an der Universität. Obwohl sie sich liebten, waren sie letztendlich dazu verdammt, getrennt zu bleiben. Ein Jahrzehnt war vergangen, und Natalie war jetzt zweiunddreißig. Finneas vermutete, dass sie wahrscheinlich inzwischen verheiratet und Mutter war. „Vergiss es, was bringt es jetzt noch, darüber nachzudenken? Letztendlich war ich es, der sie enttäuscht hat.“ Finneas beschloss, nicht weiter darüber nachzudenken. Er nahm die Lotussitzhaltung ein und atmete meditativ ein und aus. Die Atemtechnik, die er praktizierte, war als die "Neun Himmel Unsterbliche Kunst" bekannt. Nach Melvin war dies eine höchste unsterbliche Technik, etwas, für das er sein Leben riskiert hatte, um es aus einer alten Ruine zu erhalten! Leider war diese Methode nicht für gewöhnliche Menschen geeignet. Sie konnte nur von denen kultiviert werden, die eine natürliche spirituelle Konstitution hatten. Das war der Grund, warum Melvin so aufgeregt war, als er Finneas zum ersten Mal sah. Nach allem, was passiert war, konnte auch Finneas erraten, warum Melvin so hart und gnadenlos zu ihm gewesen war. Melvin war bemerkenswert talentiert und schaffte es, in dieser modernen Ära die Urteilsphase zu erreichen. Leider konnte er letztendlich die Unfruchtbarkeit dieser Welt nicht überwinden. Am Ende seines Lebens hatte er es immer noch nicht geschafft, Unsterblichkeit zu erlangen. Unsterblichkeit zu erlangen war Melvins lebenslange Besessenheit. Deshalb suchte er im letzten Jahrzehnt seines Lebens Finneas auf. Er goss all sein lebenslanges Wissen in den jungen Mann und hoffte, dass Finneas derjenige sein würde, der die Ketten ihrer Welt brechen würde, um den Fluch zu zerstören, der zukünftigen Generationen die Unsterblichkeit verwehrte. Unter Melvins unmenschlichem Training erwies sich Finneas als würdig. In nur einem Jahrzehnt war er ein Kultivierender auf dem Höhepunkt der Goldenen Kernphase geworden. Der Weg der Kultivierung war in zehn Phasen unterteilt: Energieverfeinerung, Grundsteinlegung, Goldener Kern, Nascitseele, Seelenprojektion, Göttliche Transformation, Leere Verfeinerung, Transzendenz, Große Erhebung und Urteil. Jede Phase war weiter in zahlreiche Unterphasen unterteilt. Zum Beispiel könnte die Goldene Kernphase in drei Unterphasen unterteilt werden: Kernbildung, Kernkondensation und Kerntransformation. Ebenso könnte die Nascitseelephase auch in drei Unterphasen unterteilt werden: Seelenbildung, Seelenkondensation und Seelentransformation. Jeder kleine Durchbruch einer Unterphase war ein großer Fortschritt für den Kultivierenden und führte zu einem exponentiellen Anstieg seiner Stärke. Man könnte sagen, dass Finneas in dieser modernen Ära mit seiner Kultivierung auf dem Höhepunkt der Goldenen Kernphase praktisch unaufhaltsam war! Natürlich war dies nur etwas, was Melvin ihm erzählt hatte, als er noch lebte. Was die Details betrifft, war selbst Finneas nicht ganz sicher, da er bis jetzt noch keinen anderen Kultivierenden getroffen hatte. Die Nacht verging im Nu. Nach seiner Kultivierungssitzung öffnete Finneas die Augen und atmete eine verbrauchte Luft aus. Nach dem Durchbruch der Goldenen Kernphase würde es für ihn nicht einfach sein, weitere Fortschritte zu machen. Aufgrund der Knappheit an spiritueller Energie in dieser Welt würde es eine unglaublich lange Zeit dauern, die Nascitseele allein durch Meditation und Kultivierung zu bilden. Um schnell voranzukommen, müsste er alternative Methoden finden. In diesem Moment öffneten sich die Tore des einstöckigen Hauses. Alyssa, die eine Schüssel voller Kleidung trug, trat heraus, bereit, sie im nahegelegenen Teich zu waschen. Sofort war Finneas an der Seite seiner Schwester. "Lyssie, Wäsche waschen? Lass mich dir dabei helfen." "Das ist nicht nötig", antwortete Alyssa kalt. In der letzten Nacht hatte sie beobachtet, wie Finneas die ganze Nacht draußen saß. Dennoch war es unmöglich, den Groll in ihrem Herzen zu löschen. Sie dachte immer noch, dass die Rückkehr ihres Bruders dieses Mal höchstwahrscheinlich auf den Abriss und die Umsiedlung zurückzuführen war. "Es besteht kein Grund, höflich zu mir zu sein." Finneas schnappte sich prompt die Schüssel und ging zum Teich. Als er sich hinsetzte, bemerkte er, dass etwas nicht stimmte. Dies lag daran, dass die Waschschüssel mit Damenunterwäsche gefüllt war... Waschen... oder nicht waschen? Finneas war wirklich in einer Zwickmühle. Obwohl Alyssa seine eigene Schwester war, erkannte er immer noch die inhärenten Unterschiede zwischen Männern und Frauen an. Außerdem schien es ihm nicht ganz angemessen und ziemlich unangenehm, diese Art von intimer Kleidung mit den Händen zu schrubben... Trotzdem konnte Finneas, als er auf die verblassten Unterwäsche starrte, nicht umhin, einen Stich der Traurigkeit in seinem Herzen zu spüren. Für ein Mädchen war es wichtig, regelmäßig neue Unterwäsche zu kaufen, aber es schien, als ob Alyssa seit Jahren dieselben trug. "Was ist los? Kann jemand wie du auch verlegen sein?" Alyssa stand am Ufer, ihr Ton gleichgültig, als sie sprach. "Diese Kleidung ist zu alt. Mach dir keine Sorgen, ich werde dir später neue kaufen", versprach Finneas leise, während er die Wäsche wusch. "Hör auf zu tun als ob!" Alyssa drehte sich um und ging ins Haus. Bei diesem Anblick konnte Finneas nicht anders, als bitter zu lachen. Kapitel 4 Kelly Latiers Nachdem er die Wäsche fertig hatte, beschloss Finneas, rauszugehen und etwas Geld zu verdienen. Gerade als ein pinkfarbener Chevrolet Spark die baufällige Schotterstraße vor ihrem Haus hochfuhr. Ein Mädchen mit leichtem Make-up und auffälliger Kleidung stieg aus dem Auto aus. Sie sah etwa achtzehn oder neunzehn aus, trug ein weißes Kleid und schwarze Strümpfe. Mit einem jugendlichen, energiegeladenen Aussehen ähnelte sie einer zarten Porzellanpuppe. Ihr Name war Kelly Latiers, eine Klassenkameradin von Alyssa. Kelly warf einen neugierigen Blick auf Finneas, der an der Tür stand, und rief dann laut ins Haus: "Lyssie, bist du zu Hause?" Drinnen hörte Alyssa die vertraute Stimme und wischte schnell ihre Tränen weg. Dann lief sie heraus und fragte: "Kelly, warum bist du hier?" "Lyssie, hast du gerade geweint?" Kelly bemerkte Alyssas rote Augen und spürte sofort, dass etwas nicht stimmte. Dann dachte sie an etwas und warf einen misstrauischen Blick auf Finneas, der nicht weit entfernt stand. "Er sieht nicht wie ein guter Mensch aus. Hat er dich gemobbt?" "Nein, ich bin nur versehentlich hingefallen." Alyssa schüttelte den Kopf und zog Kelly ins Haus. Finneas wollte ihnen folgen, aber als er einen Schritt nach vorne machte, knallte die Tür zu. "Sie muss eine Freundin von Lyssie sein... Mit einer Freundin um sich herum sollte sich Lyssie besser fühlen", murmelte Finneas draußen vor sich hin. Es spielte eigentlich keine Rolle, ob er reinging oder nicht, denn sein scharfes Gehör ermöglichte es ihm, jedes Geräusch im Haus klar zu hören. Was ihn beunruhigte, war, dass Kelly glamourös und schön aussah, während seine Schwester wie Cinderella aussah. "Auch wenn Lyssie gesagt hat, dass dieser Ort bald umgesiedelt werden könnte, ist es nicht realistisch, sich auf die Umsiedlungskompensation zu verlassen. Ich muss schnell Geld verdienen!" Finneas überlegte einen Moment, dann hockte er sich in die Ecke, um dem Gespräch im Haus zuzuhören. In dem kleinen Raum gab es nur ein abgenutztes Bett und einen mit Büchern überhäuften Schreibtisch. Die beiden Mädchen saßen auf dem Bett und flüsterten miteinander, ohne zu bemerken, dass Finneas alles hörte, was sie aus der Ecke sagten. Wenn Kelly es wüsste, würde sie ihn definitiv mit ihrem feurigen Temperament ausschimpfen. "Lyssie, wer ist dieser gruselige Typ mit dem struppigen Bart und den langen Haaren?" "Ich weiß nicht, vielleicht ein Müllsammler, der hierher gekommen ist, um sich zu erleichtern." "Oh, kein Wunder, dass er so heruntergekommen aussieht. Ein erwachsener Mann, der so lebt, ist wirklich beschämend!" An der Wand in der Ecke war Finneas sprachlos. Alyssa wollte nicht, dass Kelly so über ihren Bruder sprach, also fragte sie schnell: "Kelly, warum bist du heute hierher gekommen?" "Oh! Es ist einen Monat her, seit die Schule begonnen hat. Der Administrator hat mich gefragt, wann du dich anmelden wirst. Wenn du nicht bald gehst, wird die Schule es als freiwilligen Rückzug betrachten." Kelly sagte schnell. Alyssa biss sich auf die Lippe und antwortete nicht. "Ist es wegen der Studiengebühren?" Kelly sah sich im Raum um und sagte dann: "Du kannst einen Studienkredit beantragen! Wie auch immer, es ist nicht einfach, an die Jacaster University zu kommen. Willst du wirklich aufgeben?" "Ich will nicht aufgeben, aber ich kann meinen Antrag auf Studienkredit nicht genehmigt bekommen." Alyssa lächelte bitter. "Warum nicht?" "Weil meine Bestätigung des benachteiligten Hintergrunds nicht bestanden hat!" "Verdammung! Wie kann das fair sein? Wie können sie dich nicht als benachteiligt betrachten? Warum haben sie es nicht genehmigt? Das ist empörend!" Kelly sagte wütend. Alyssa trug einen bitteren Ausdruck und antwortete nicht. Sie wusste, dass selbst wenn sie es Kelly erzählte, es nicht helfen würde. Kelly kam aus einer gewöhnlichen Familie, und wenn sie sich mit diesen Leuten einließen, wären sie auch in Schwierigkeiten. Sie wollte nicht, dass Kelly das erlebte, was sie letzte Nacht durchgemacht hatte. Was das Anrufen der Polizei betrifft? Nachdem sie es gestern gemeldet hatte, kamen nachts zwei große Kerle, um sie zu entführen. Sie glaubte nicht, dass es ein Zufall war. "Is it because of the relocation? Do they want to force you to sell the land cheaply?" Kelly asked keenly in a low voice. Alyssa nodded silently. Kelly clenched her teeth in anger. "D*mn! These b*stards only bully a girl. If you had a man in your family, they wouldn't dare bully you!" Hearing this, Alyssa felt a pang in her heart. The situation had become serious enough that even having a man in the family might not solve it. "Forget it! I don't plan to go to university anymore. It isn't worth it. I'm alone, so it's fine if I can get by. I'll just live each day as it comes." "No, if necessary, I'll talk to the administrator and ask the classmates to donate for you." "Kelly, I can't live off others forever! Besides, going to university isn't always a good thing. I plan to work and see the world." Alyssa forced a smile. Just then... Bang! The door was forcefully pushed open from the outside, and Finneas strode in. This scene stunned the two girls in the room. "No, Lyssie, you have to go to college. Don't worry about the money; I'll take care of it!" Finneas' face was dark with anger. He couldn't believe his sister was skipping university because of money! He was a powerful Golden Core cultivator and couldn't stand the thought of his sister not having money for school. His heart ached. If he hadn't eavesdropped, he wouldn't have known any of this! And the verification documents? Who was stopping them from being approved? How dare they bully Alyssa? They all deserve to die! At that moment, Finneas had an overwhelming urge to kill those who dared to bully Alyssa. "Are you insane? Trespassing into a private residence is illegal!" Kelly quickly shielded Alyssa behind her and glared at Finneas. "I'm Lyssie's brother!" Finneas replied calmly. "Brother?" Kelly looked skeptical and then turned to Alyssa for confirmation. Alyssa had just said he was a scavenger here to take a dump." "My brother died ten years ago. This guy must be some nutcase." Alyssa replied expressionlessly. "Did you hear that? You nutcase, leave now! Otherwise, I'll call the police. Don't think you can bully us just because we're two girls!" Kelly shouted. Finneas took a deep breath and slowly said, "Lyssie, whether you acknowledge me or not, you have to go to university. And Kelly, I'm going out to earn the tuition money now. I'll be back before dark. Take care of Lyssie for me. I'm afraid she might do something stupid." After saying this, Finneas turned and left, quickly disappearing from their sight. This scene left Kelly stunned, her face filled with confusion. Jacaster University's tuition is over five thousand a year. How can a man who can't even afford new clothes earn that in a few hours? "He must be crazy! I heard that insane people aren't held responsible for murder. Good thing he left voluntarily," Kelly said, patting her chest in relief. Alyssa felt conflicted and remained silent. She thought he had returned to fight for the relocation compensation, but now she wasn't so sure. Maybe he really did not have a choice back then. Should I accept if he brings back over five thousand for my tuition? Alyssa was lost in thought. Her eyes gradually lost focus, drifting into memories of her childhood. Kapitel 5 Hunderttausend, um Ihr Problem zu lösen Nachdem er zu Hause weggegangen war, rannte Finneas direkt zum Stadtzentrum von Jacaster. Mit seiner Geschwindigkeit war eine vierzig Kilometer lange Reise nur eine Frage von Minuten. Wenn er mit seinem Schwert flog, würde es nur eine Minute dauern, aber das Stadtzentrum war überfüllt, also entschied er sich, nicht zu fliegen. Was das Geldverdienen betrifft? Finneas hatte zahlreiche Möglichkeiten, es zu verdienen. Das Einrichten von Arrays, die Verfeinerung von Medikamenten, die Herstellung von Talismanen, die Behandlung von Krankheiten und die Geomantie waren alles in seinem Fachgebiet. Jeder dieser Bereiche könnte ein Vermögen einbringen. Nach einem kurzen Moment des Nachdenkens kam Finneas auf einem Markt in Nord-Jacaster an. Dieser Markt, bekannt als Jaskait Market, war nicht der größte in Jacaster, aber zweifellos der vielfältigste. Hier wurde alles verkauft, von täglichen Notwendigkeiten und Hausmitteln bis hin zu Gold, Silber, Schmuck, Antiquitäten und Smaragden. Man konnte sogar ein paar Wahrsager, Exorzisten und Geomantie-Kundige finden. Die chaotische und gemischte Zusammensetzung des Marktes machte ihn zu einem rechtsfreien Raum, in dem selbst der Stadtrat eine Einmischung vermied. Finneas fand einen leeren Platz, setzte sich mit gekreuzten Beinen hin und schrieb mit einem roten Ziegelstein auf den Boden: Vermiete mich für zwei Stunden: Meister aller Trades, Preis verhandelbar. Nachdem er sich eingerichtet hatte, schloss Finneas die Augen und wartete darauf, dass jemand in Not auf ihn zukam. Der belebte Markt verbreitete schnell die Nachricht über sein Angebot, und viele Leute kamen, um sich das anzusehen, aber niemand erkundigte sich weiter. Seine Behauptung, ein Meister aller Trades zu sein, war zu übertrieben. Selbst eine Gottheit würde es nicht wagen, eine so kühne Behauptung aufzustellen. Lügner! Sie nahmen an, er sei ein Betrüger. Die Leute umringten Finneas, zeigten auf ihn und diskutierten. Einige kamen, um ihn mit absurden Fragen zu verspotten wie: "Kannst du Impotenz heilen?" oder "Kannst du seine Länge um fünf Zentimeter vergrößern?" Finneas ignorierte diese offensichtlich spöttischen Anfragen. In der Zwischenzeit beobachtete eine Gruppe von Männern in einem schwarzen Hummer, der in der Nähe geparkt war, Finneas genau durch das Fenster. Einer von ihnen sprach zu einem Mann mittleren Alters auf dem Rücksitz. "Boss, dieser Kerl ist zu jung. Er blufft definitiv. Wir sollten woanders suchen. Wenn wir nicht bald eine Lösung finden, könnte es auf der Baustelle zu großen Problemen kommen." "Es ist nicht einfach, einen Experten für Exorzismus zu finden", seufzte der Mann mittleren Alters. Er war Cameron Wheeler, Vorsitzender eines großen Bauunternehmens in Jacaster. In letzter Zeit plagten seltsame Vorkommnisse die Baustelle seines Unternehmens. Arbeiter berichteten, nachts Kinder weinen zu hören, und diejenigen, die nachsahen, fanden nichts. Als die Arbeiter in ihre Unterkunft zurückkehrten, hallten die Geräusche des Weinens von draußen erneut wider. Letzte Nacht behauptete ein Arbeiter, als er auf die Toilette ging, einen Wiesel gesehen zu haben, der ihn anlächelte. Es fragte: "Junger Mann, sehe ich aus wie ein Mensch oder ein Unsterblicher?" Der Arbeiter hatte noch nie ein so seltsames Ereignis erlebt. Er wagte es überhaupt nicht zu antworten und floh direkt zurück in seine Unterkunft. Doch sobald er zurückkehrte, wurde er ernsthaft krank und konnte nicht aufstehen. Trotz des Krankenhausaufenthalts konnten sie nichts finden. Er lag immer noch im Krankenhaus. Verzweifelt führte Cameron persönlich ein Team zum Jaskait Market, um einen Experten zu finden. Sie fanden mehrere scheinbar mächtige Experten, aber alle stellten sich als Betrüger heraus. Cameron rieb sich frustriert die Schläfen. Das Projekt hatte einen Wert von über zwei Milliarden, mit einem potenziellen Gewinn von einer Milliarde für ihn. Verzögerungen kosteten ihn schwer. "Boss, ich habe gehört, es gibt einen Experten in Süd-Jacaster." "Dieser alte Kerl ist ein Betrüger. Ich weiß es besser als du." "Was sollen wir dann tun?" "Ich bezahle euch nicht, um mir Fragen zu stellen! Nutzlose Idioten!" Mit seinem feinen Gehör hatte Finneas das Gespräch im Hummer bereits mitgehört. Das brachte ihn auf eine Idee, und er rief: "Meister aller Trades, besonders geschickt im Exorzismus! Kommt zu mir, wenn ihr Hilfe braucht!" Danach begann er zusammenzupacken und tat so, als würde er gehen. In diesem Moment stürzte ein Mann mittleren Alters aus dem Hummer und rief: "Junger Mann, warte!" Erwischt! Finneas lächelte spöttisch und hielt inne, um den Mann zu prüfen. Der Mann hatte ein quadratisches Gesicht und dicke Augenbrauen, strahlte eine Aura der Autorität aus - wahrscheinlich jemand aus der Unterwelt oder von hohem gesellschaftlichen Stand. Er war auf jeden Fall keine gewöhnliche Person. Am wichtigsten war, dass eine dunkle Aura den Mann umgab, was zeigte, dass er einer unmittelbaren Gefahr gegenüberstand. Es war ein Zeichen, das nur für jemanden mit Finneas' spiritueller Sicht sichtbar war. "Lassen Sie mich mich vorstellen. Ich bin Cameron Wheeler und ich -" "Ich habe nur begrenzte Zeit. Kommen Sie zur Sache." Finneas benahm sich wie ein arroganter Experte. Cameron betrachtete Finneas und erklärte dann die Situation auf der Baustelle. "Wo befindet sich Ihre Baustelle?" "Sie liegt ungefähr fünfzig Kilometer von den östlichen Vororten entfernt, am Fuße des Mount Riveria", antwortete Cameron. Nachdem Finneas das gehört hatte, hatte er eine grobe Vorstellung. Sie befanden sich im modernen Zeitalter, aber spirituelle Energie existierte immer noch, was zur Geburt von Dämonen führte. Die Arbeiter hatten wahrscheinlich einen schelmischen Wiesel getroffen, der nach Unsterblichkeit strebte. Dies bedeutete nicht, dass der Wiesel wirklich kurz davor stand, unsterblich zu werden. Vielmehr hatte es eine beträchtliche Zeit gelebt und spirituelle Intelligenz entwickelt. Daher griff es zu unkonventionellen Methoden, um seine Urbedürfnisse zu befriedigen. Solche Kreaturen würden vor Finneas erschreckt sein. Dennoch fragte er absichtlich: "Es gibt viele Experten auf diesem Markt. Warum kommen Sie zu mir?" "Vergessen Sie es. Sie sind alle Scharlatane, die hier nach Ruhm fischen", antwortete Cameron kalt und fuhr fort: "Ich verstehe, was Sie meinen. Wenn Sie damit umgehen können, werde ich Ihnen zwanzigtausend bezahlen." Finneas sah Cameron direkt an und sagte ruhig: "Mr. Wheeler, das ist keine einfache Angelegenheit. Es ist überaus ernst! Verzeihen Sie mir die Direktheit, aber wenn diese Situation nicht bald gelöst wird, werden Ihre Baustelle und sogar Sie selbst in Gefahr geraten. Haben Sie in letzter Zeit schlecht geschlafen?" Camerons Herz setzte einen Schlag aus. Er wusste, dass die Situation ernst war. Die Baustelle war seit Tagen geschlossen und kostete ihn täglich Zehntausende. Wenn diese Situation weitergehen würde, würde er enorme Verluste erleiden. Außerdem fühlte er sich in letzter Zeit nachts beobachtet. Aber wenn er das Licht einschaltete, war nichts in der Nähe. Das machte ihn ängstlich. Cameron zweifelte zunächst an Finneas. Er war verzweifelt und bereit, alles zu versuchen. Nachdem er Finneas' Worte gehört hatte, war er voller Schock. Ist dieser Pokerface-Mann ein echter Experte? "Junger Mann, was schlagen Sie vor?" "Erhöhen Sie den Preis." Cameron sah Finneas an. Anstatt wütend zu sein, war er überraschend erfreut. Die Forderung nach mehr Geld deutete auf Selbstvertrauen hin. "Wie viel?" "Hunderttausend. Ich garantiere, Ihr Problem zu lösen!" antwortete Finneas ruhig.		Wie Lesen		335	https://www.facebook.com/61565407629595/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560765	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/6/25, 3:23 AM	1733013135	1749198208		1942																										earlychildhoodbiz.com	Learn More			DCO	Organize. Learn. Thrive!	Peake Creative	https://www.earlychildhoodbiz.com/challenge			1.0582384801163E+14	Kelley Peake - Early Childhood Business Strategist	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468670336_1285671812432298_6276948203719815449_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=F3HkhygrGyYQ7kNvgGJ-aJd&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYBitg876pmKCQ210mMH4v5RJus954uDQYPVvh4fdLau1A&oe=675183E9	PERSON_PROFILE	0					0		🎉 Ready to simplify and enhance learning? Join our Livingroom to Classroom Challenge for practical solutions, creative ideas, and expert Q&A. It’s fun, flexible, and free! December 2-6.		Kelley Peake - Early Childhood Business Strategist		1313	https://www.facebook.com/peakecreative/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560496	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/3/25, 8:39 PM	1733012953	1746322760		1942																										www.accusoothe.com	Learn more			VIDEO	Clint Eastwood: "Boost Your Brain Health with Easy Methods! 🌟"		https://www.accusoothe.com/en/review-alzclip-bx-ja.html?cy=US&campaignId={{campaign.id}}&adgroupId={{adset.id}}&adId={{ad.id}}			1.6289033690352E+14	Ally Kelly Lopez	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468788237_429513463546840_6616989786247907128_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=IJv5sVqfd5cQ7kNvgFldrdb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2vcABlRxVTq1C7Pb-Z0uLp&oh=00_AYDmWt25_iwPpNjIWtUwJ3u6r9ECfNBg9N96qIzvgGpvGA&oe=6751817D	PERSON_PROFILE	0					0		Discover how you can effectively prevent dementia and Alzheimer’s through Clint Eastwood's proven strategies. Join us in a transformative 21-Day Cognitive Enhancement Journey designed to unlock your mind's full potential and embrace a life of clear thinking and mental vitality. Don't miss this opportunity to rejuvenate your brain health and enhance your cognitive abilities with techniques that are as enjoyable as they are effective.		Ally Kelly Lopez		1104	https://www.facebook.com/61553100264675/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561519	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/15/25, 4:16 AM	1733013562	1752571008		1942																										sarb.path-2-career.com	Learn more			IMAGE	Learn About Pharmacy Technician Certification: All You Need To Know	Understanding pharmacy technician certification: Your comprehensive guide By Eric Wong | November 28, 2024 Are you considering a career as a pharmacy technician? Discover the vital role of pharmacy technician certification, the process to obtain it, potential benefits, and career prospects. This gui...	https://sarb.path-2-career.com/article/sarb-pharmacy-technician-certification-ea/?channel=mm_ch368&rac=Learn%20About%20Pharmacy%20Technician%20Certification%3A%20All%20You%20Need%20To%20Know			3.9435947710189E+14	Career Compass	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468459456_990823443061842_4794486468788693388_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=U2F4kxIP9PcQ7kNvgG8pYaM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYDCDCUDWTVaVfafogdHXOg0KCdXu3UyDDyrd293nZU4tA&oe=67518595	PERSON_PROFILE	0					0		Explore Info About Pharmacy Technician Certification: Your Complete Guide.		Career Compass		352	https://www.facebook.com/61565893242719/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561413	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/15/25, 7:01 PM	1733013512	1752624111		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/kellysizzy_			1.0691783854189E+14	Kelly sizzy	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468705573_1113110983020909_723031571048067566_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=UfzKf7F877IQ7kNvgGBsGAX&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQFzvagHHIdSWcfbXhVKCX5&oh=00_AYA-c0iEs-2dbZV8L9nZUkejcdPwan388iC8xan5AQ_EsQ&oe=67518BFC	PERSON_PROFILE	0					0		I’ve been Preparing this wonderful project(EP),title :”FUNDS”for y’all to enjoy . As we all know in our current Generation money is so necessary as part of what we need to survive all the time as Humans . I’m about to embark on this-journey and I can’t go alone , of course you know I need “FUNDS” . Money is one of the main reason why we all have to work very hard as we do , just to make money to survive . Big up to everyone out there hustling to survive . Blessings 🙌🤞 (see you Midnight 🕛) All tracks produced by @stanactur_producer #Kellysizzyfunds		Kelly sizzy		84	https://www.facebook.com/ksizzy3/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561255	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 7:47 PM	1733013442	1752626858		1942																										https://www.etsy.com/shop/DreamsOfPearl?ref=shop-h...	Order Now			CAROUSEL	Bulk Order	Personalized Custom Beaded Name Bracelets|Custom Word Beaded Bracelets|Handmade Jewelry|friendship bracelets|Mama Day's	https://www.etsy.com/listing/1444487376/friendship-bracelet-bachelorette-party?click_key=04c70f0cf32ed9e5bd38fbcb2ffcf36d183afb33%3A1444487376&click_sum=577c2c83&ref=shop_home_active_36&pro=1&sts=1			2.5936685726774E+14	Dreamsofpearlbracelet	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468751766_3049881608484730_8532808163126069026_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KCVY4z5h27sQ7kNvgHbllfm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALjPyIDvfJ71vaYOetjeeiR&oh=00_AYCH_Mp0CSXC2YbkUokkYc5A5ejXJ5v9LmYpD2QkA54aaA&oe=675173F2	PERSON_PROFILE	0					0		Personalized Custom Beaded Name Bracelets|Custom Word Beaded Bracelets|Handmade Jewelry|friendship bracelets|Mama Day's		Dreamsofpearlbracelet		11	https://www.facebook.com/61558282242122/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2560479	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/6/25, 4:47 AM	1733012942	1749203254		1942																										www.accusoothe.com	Learn more			VIDEO	Clint Eastwood: "Boost Your Brain Health with Easy Methods! 🌟"		https://www.accusoothe.com/en/review-alzclip-bx-ja.html?cy=US&campaignId={{campaign.id}}&adgroupId={{adset.id}}&adId={{ad.id}}			1.6289033690352E+14	Ally Kelly Lopez	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468768486_548510084625389_8671140861182345325_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jeIP_UwvSHAQ7kNvgHqtd84&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2U2lpTxDvrNyDXehA9T_6_&oh=00_AYB6K-9tmi5vUIv7gMLyJbL1Guws4yvvbeoSsz9UCj9Q4g&oe=67517E11	PERSON_PROFILE	0					0		Discover how you can effectively prevent dementia and Alzheimer’s through Clint Eastwood's proven strategies. Join us in a transformative 21-Day Cognitive Enhancement Journey designed to unlock your mind's full potential and embrace a life of clear thinking and mental vitality. Don't miss this opportunity to rejuvenate your brain health and enhance your cognitive abilities with techniques that are as enjoyable as they are effective.		Ally Kelly Lopez		1104	https://www.facebook.com/61553100264675/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560157	1	active	11/30/24, 6:25 PM	5/3/25, 9:05 PM	1733012732	1746324357		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.0830070571037E+14	Miiowtv short13	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458984133_538108755349989_1547624346699276740_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KmpwrX1pW50Q7kNvgEkn80F&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYBOXvdk1ESVTsyiABTXdUaF9bEvop1pfug_n_lInSZJlQ&oe=67519052	REGULAR_PAGE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now				0		0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561084	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/12/25, 11:56 PM	1733013357	1747112173		1942																										hunled.com	Learn More			DCO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468660465_920448223022218_1240767327146598366_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wFODjN0VJMEQ7kNvgEJbwgf&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYA3k8etbqn71WD6d6RygRXAm2vU5496mCt7zU8EJKCkKQ&oe=675187AE	PERSON_PROFILE	0					0		Cheguei em casa depois de um dia puxado e meus pais estavam me esperando na sala. - Catarina, senta aí que precisamos conversar. – Meu pai falou e parecia bem nervoso. - Pode falar, pai, o que aconteceu? – Perguntei ao meu pai cansado, eu tinha trabalhado o dia todo, ido pra faculdade à noite e, ao chegar em casa, a única coisa que eu queria era tomar um banho e cair na cama. Mas não foi possível. - Catarina, chegou o convite de casamento da sua prima. – Minha mãe falou. - Aquela mulherzinha não é minha prima! – Falei já ficando nervosa. - Catarina, ela é a sua prima. – Minha mãe falou. – É melhor você parar com esse ataque de infantilidade. A Melissa já bateu nela e fez um escândalo aqui em casa. Agora chega! Ela é filha da minha irmã, portanto é sua prima. - Me desculpa, mãe, mas ela não é nada pra mim. – Tentei manter a calma. – Ela ficou com o meu namorado na minha cama, isso não é coisa que se faça. Eu namorava o Cláudio há quatro anos, ele foi meu primeiro namorado, e o encontrei na minha cama, no meu quarto, transando com a Kelly, minha prima! Eu fiquei em choque. Claro que a Melissa, minha melhor amiga, partiu pra cima deles. Desde então as coisas ficaram tensas em minha casa, pois meus pais insistiam que era uma bobagem e que eu deveria agir como se nada tivesse acontecido e voltasse a conviver com a minha prima. - Errado foi ele, Catarina, que era seu namorado. – Minha mãe argumentou. – A Kelly, coitada, foi seduzida, ele a desonrou, agora vai se casar com ela pra ela não ficar mal falada na cidade. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. – Olha aqui, se você não quer conviver com a Kelly tudo bem, mas você vai a esse casamento. E chega desse comportamento grosseiro. - Eu o quê? – Achei que eu tinha ouvido errado. - Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras, evento de gala, falando para os meus pais que seria importantíssimo para a minha carreira, já que os empresários mais importantes da cidade estariam lá, eu faria contatos muito importantes e nossos professores haviam prometido nos apresentar a vários empresários que abririam portas para o nosso futuro profissional. Em princípio meus pais não estavam muito convencidos, mas os pais da Melissa conversaram com eles e os convenceram de que seria uma excelente oportunidade para o meu futuro. Então eles concordaram que eu deveria aproveitar a oportunidade. - Catarina, você não pode me dizer não! Já comprei os convites, as máscaras e já até convenci seus pais de que é um evento importantíssimo para o seu futuro profissional, o que me deu um trabalhão. Essa festa vai ser incrível e você não vai perder! – Melissa, falava e me olhava com os olhos de um cachorrinho abandonado, juntando as mãos como se suplicando. Eu estava sentada em minha mesa no trabalho, no meio da tarde de uma quinta feira, entre anotar recados e fazer ligações, e a Mel apareceu com café, bolinhos de chocolate e essa insistência para eu aceitar ir no baile de máscaras que acontecia anualmente e era o maior evento em nossa cidade. - Ai, Mel, como é que pode eu não conseguir dizer não pra você? Está bem, eu vou! Eu concordei em ir ao baile, mas eu ainda não tinha certeza. De qualquer forma eu iria dormir na casa da Mel para fugir do casamento, mas não iria à festa, contudo, Melissa tanto fez que me convenceu a ir pra festa. No sábado nos arrumamos na casa dela. - Quê isso, hein, amiga! Tá gata demais! – Ela me entregou uma máscara dourada, linda, toda trabalhada como se fosse uma renda, que cobria até o nariz e eu a coloquei. Eu usava um vestido de cetim vermelho brilhante e a máscara combinou perfeitamente. – Então, estamos prontas? - Sim estamos prontas. – Respondi e peguei minha bolsa. – Ih, esqueci meu perfume. - Não, tem problema, você vai usar o perfume novo da minha mãe. Ela não se importa. Quando o Fernando, namorado da Mel, nos viu sorriu, deu um beijo na Mel e disse: - Garotas, vocês estão lindíssimas! Acho que você vai sair dessa festa com um namorado novo, Cat. - Sem namorado, Nando. Na verdade, eu acho que é melhor eu ficar, eu não estou no clima pra festa. Por favor, Mel, deixa eu ficar? CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível Não teve jeito, minha amiga me arrastou para o baile. Logo que entramos a Mel nos arrastou para o bar e falou no meu ouvido: - A festa é open bar, então hoje você vai beber para afogar de vez a tristeza! –A Mel me entregou dois shots de tequila e com mais dois em suas mãos me falou: - Vamos virar! – viramos a tequila e o Fernando já entregava uma taça de cosmopolitan para cada uma. Melissa me arrastou para a pista de dança e até que eu estava me divertindo. Começou uma música lenta e o Nando e a Mel começaram a dançar agarradinhos, aproveitei a deixa e me encaminhei para o buffet, mas não consegui chegar, senti uma mão puxando a minha e quando olhei para trás havia um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim, e que sorriso! Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - E por que não? Vamos dançar. – Sorri pra ele. Era impossível resistir aquela voz rouca sedutora e aquele sorriso lindo meio de lado! Ele era alto, ombros largos, um sorriso encantador e olhos azuis, tão azuis que eram quase violeta. Ele tinha uma boca que convidava ao pecado, cabelos castanhos, e quando me puxou pela cintura eu apoiei as mãos em seu corpo e percebi que ele era uma parede de músculos bem definidos. Embora a máscara não permitisse ver seu rosto, ele era muito charmoso e encantador. - Eu estava observando você desde que chegou. – Aquele homem, com ar misterioso, falou no meu ouvido. – Você é tão linda! - Você é gentil. Mas você não é da cidade, é? – Ele tinha uma presença forte, emanava poder. - Não. Um amigo me convenceu a vir a essa festa. - Parece que temos algo em comum, meus amigos também me convenceram a vir. - Sorte minha! - E por que? – Sorri. - Porque eu fiquei fascinado quando te vi. Você é muito linda. – Enquanto ele falava no meu ouvido eu ia me arrepiando, sentindo meu rosto esquentar e o corpo formigar, ele realmente me encantou. - Mesmo com a máscara? - Mesmo com a máscara! Você é linda demais. - Você é um sedutor. - Você me acha sedutor? - Você sabe que é. E lindo também. - Que bom que você gosta do que vê. – Eu me senti um pouco zonza, não sei se pela bebida ou pelo perfume delicioso que aquele homem usava. Acabei tropeçando nos meus próprios pés. - Você está bem? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego, quando ele interrompeu o beijo para respirarmos, nos olhamos nos olhos, foi como jogar gasolina no fogo, ele passou a mão pela minha cintura, desceu até minha coxa e puxou minha perna para sua cintura. Eu já estava completamente entregue nesse momento, sentindo seu corpo contra o meu, eu fiquei louca de tesão e o puxei para mais perto envolvendo sua cintura com minha perna. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Eu estava em chamas quando ele enfiou a mão dentro da minha calcinha e gemeu. – Ah! Que delícia! Tão quente, tão molhadinha! – Disse e me beijou com mais força, enquanto abria o zíper da sua calça. Com um movimento rápido, de quem já tinha feito aquilo antes, ele rasgou minha calcinha e acariciou minha entrada, como se pedisse permissão. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! – Respondi sem nenhum pudor, eu já estava arfando de tanto tesão. Eu não resisti aqueles olhos e aquela voz rouca. Eu nunca fui assim, normalmente eu teria me desvencilhado dele no momento em que me puxou pela mão, mas aquela noite eu havia prometido a mim mesma que iria me divertir e se aparecesse alguém interessante eu viveria o momento. E era o que eu estava fazendo, vivendo aquele momento. Ao me ouvir, ele foi entrando em mim devagar, observando eu encostar minha cabeça na parede e aproveitar cada centímetro dele, e ele era enorme. Ele aproveitou para espalhar beijos pelo meu pescoço. Quando acabou de entrar ele parou e falou entre beijos no meu ouvido: - Agora eu vou me mexer. – E começou a sair, só pra entrar de novo com toda força dessa vez, e foi uma delícia, eu estava completamente entregue e enlouquecida com os movimentos dele que entrava e saia de mim freneticamente. Nos descontrolamos e nos entregamos totalmente, como se não tivesse nada ao nosso redor, eu senti uma névoa em meus olhos e o climax começando a se formar e gemi baixinho no ouvido dele, nesse momento parece que ele enlouqueceu, puxou minha outra perna para sua cintura e eu o entrelacei. Me beijando intensamente ele entrava e saia com mais força ainda em mim, era o paraíso na terra. Eu gozei gemendo na boca dele e foi um climax incrível, mas ele continuou o movimento e logo outro climax se formou, e gozei novamente, um climax ainda maior que o anterior que me deixou sem fôlego, enquanto eu gozava ele me disse baixinho que estava no limite me sentindo pulsar ao seu redor, logo eu senti o gozo dele quente dentro de mim. Ficamos ali encostados naquela parede, totalmente sem fôlego, a testa dele encostada a minha. Enquanto me beijava, ele começou a sair de mim e eu estava completamente bem comida, como diria a Melissa. Eu sorri e ele me olhou, me deu um selinho e disse: - Você é realmente incrível! Gentilmente ele baixou minhas pernas até meus pés tocarem o chão, colocou o meu vestido em ordem, arrumou sua calça e me abraçou. Isso foi tão íntimo, tão afetuoso, apesar da loucura daquele encontro e da ferocidade com que nos entregamos, ele ainda era cuidadoso comigo. Eu nunca tinha tido uma relação tão maravilhosa, mas eu só tinha transado com meu ex até então. E meu ex nunca tinha se preocupado em me abraçar depois, nem se preocupava com meu prazer, para ele a coisa se resumia a entrar e sair até ele estar satisfeito, então, o fato de um homem se preocupar comigo, com meu prazer, cuidar de mim, foi novidade, e uma novidade incrível. Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. – Levei segundos para processar e finalmente me dar conta de que acabei de transar com um completo estranho e nem sei o nome dele. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. Se afastou um pouco e só pude ouvir ele elevando a voz e dizendo: - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Mas e daí? Foda-se eu só estava me divertindo também e eu nem sabia quem era o cara e ele não sabia quem eu era. Tudo certo. Me recompus, procurei minha calcinha rasgada inutilmente, onde ele a teria jogado eu não faço ideia, e saí daquele corredor. Voltei pra mesa e encontrei a Mel e o Nando se agarrando. Logo eles pararam e focaram em mim: - Mel, acho que encontrei o Lobo Mau! – Eu ri e ela riu comigo. - Quando chegarmos em casa quero saber tudo! - Claro que quer! – respondi com os olhos brilhando. - Príncipe, acho que já podemos ir. O que acha, Cat? - Eu estou pronta quando vocês quiserem! – falei virando um copo de água. - Então vamos, garotas! – Fernando falou e nos conduziu para a saída. Mal chegamos e a Mel já foi me ordenando: - Conta tudo, quem é, como foi, como não foi, tudo. Eu ri e contei tudo pra ela, quando terminei de falar minha amiga me olhava de boca aberta e me perguntou: - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. E eu balancei a cabeça em negativa para ela, eu estava em choque por me dar conta do quão descuidada eu fui. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Vou na cozinha preparar um chá pra gente. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na segunda, na hora do almoço, encontrei a Mel e ela me entregou uma sacolinha de uma loja chique. Olhei pra ela sem entender. - Minha mãe mandou eu te entregar. Ela disse que ele é perfeito para você e não combina com ela. – A Mel falou com um grande sorriso. Abri a sacolinha e lá dentro estava o perfume que eu usei para ir ao baile. Eu abri um grande sorriso. Eu amei aquele perfume e ele era parte da melhor noite da minha vida. Liguei para o laboratório e fui informada que precisaria apresentar um pedido médico para fazer os exames pelo plano de saúde. Graças a Deus a empresa pagava plano de saúde para os funcionários, porque se não, não sei o que faria, meu salário não era alto e o pouco que sobrava depois de cobrir as despesas da faculdade eu ajudava em casa, já que minha mãe não trabalhava fora e meu pai também não ganhava muito como motorista. Então marquei o médico que só tinha horário para quinze dias depois e aguardei agoniada. Quanto mais os dias passavam mais nervosa eu estava, a Mel fazia de tudo para me acalmar. Na data marcada ela foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Já tinham se passado três semanas desde a festa quando eu finalmente consegui fazer os exames. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Vou encaminhá-la para um ginecologista obstetra para que você faça o pré natal.... Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. Eu não podia acreditar nisso! Grávida? Como eu iria explicar? Não é possível. Na primeira vez que deixo a racionalidade de lado acabo grávida e nem sei quem é o pai! A Mel segurava minha mão e repetia: - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Como ficaria tudo bem? Eu nem sabia quem era o pai. Eu teria que contar isso para os meus pais, sua única filha acabaria com eles. Eles ficariam decepcionados, iriam me odiar, me colocariam pra fora de casa. Como eu ia explicar que não sei nem como é a cara do pai do meu filho? Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Tenho certeza que as pessoas que te amam vão te apoiar e ajudar. Mas você precisa se acalmar, porque só você pode cuidar para que esse bebê se desenvolva saudável e nasça forte. Você me compreende? O médico pediu a secretária para trazer um chá de camomila para mim e enquanto eu bebia o chá e tentava me acalmar ele passava todas as informações para a Melissa que ouvia tudo atentamente. Saímos do consultório e a Melissa me levou para uma lanchonete dizendo que nós precisávamos comer alguma coisa. Logo que me sentei senti as lágrimas caírem. Minha amiga me abraçou e me disse mais uma vez que eu não estava sozinha. Olhei para ela e disse: - A única certeza que tenho agora é que quero você e o Nando como padrinhos do meu filho, porque sei que vocês vão apoiá-lo e dar a ele muito amor. Os olhos dela brilharam e ela explodiu em lágrimas e soluçando me respondeu: - Eu vou ser a melhor madrinha do mundo e vou estar sempre perto do nosso bebê! E tenho certeza que o Nando vai ficar muito feliz também! Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Meus pais... ai! Comecei a raciocinar e decidi que não iria esconder deles nem por um dia, ia contar naquela noite mesmo, não iria a faculdade, pois iria pra casa falar com eles. A Mel logo me apoiou e disse: - Então vamos, eu estou com você! Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. Meus pais perceberam logo que era algo muito sério. Nos sentamos todos na sala e eu contei a eles o que estava acontecendo e que eu fui irresponsável e fiquei com um estranho na festa, não entrei em detalhes obviamente, mas deixei claro que não poderia encontrar o pai do meu filho de novo. A decepção nos olhos deles era evidente. Minha mãe soluçava de tanto chorar e dizia que eu estava arruinada. Meu pai até então não havia dito nada. A Melissa vendo como minha mãe estava nervosa foi logo na cozinha e voltou com um copo de água com açúcar para ela. Melissa sempre dá água com açúcar pra quem está nervoso dizendo que acalma, eu nunca entendi isso. Por fim, meu pai falou: - Você cometeu um erro muito grande e não tem volta. Ouvir meu pai enfatizar que eu errei fez meu coração doer ainda mais. Eu comecei a chorar e fui falando: - Eu sei, pai, eu fui irresponsável. Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você está muito enganada se acha que vai sair dessa casa assim. Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. Você não está sozinha, minha filha! E essa criança também não! – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Mas pai, eu envergonhei vocês... - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós gostaríamos que as coisas fossem diferentes para você, que não fossem tão difíceis. Você sempre foi tão responsável! Mas, se é assim, nós vamos enfrentar isso. Você não vai deixar a faculdade, mais do que nunca você precisa crescer na vida para cuidar do seu filho, você vai ser mãe solteira, sua responsabilidade é muito grande. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. A Melissa já estava chorando e logo falou com os meus pais: - Sr. Antônio, Dona Celina, vocês contem comigo, vou ajudar em tudo! Até porque eu sou a madrinha desse bebê, a Cat é como uma irmã pra mim, e vou estar sempre por perto. Meus pais olharam para ela com gratidão. Eu olhei para aqueles três me sentindo completamente abençoada por tê-los em minha vida, cheia de amor por eles e um sentimento totalmente novo por aquele serzinho que ainda crescia dentro de mim e que eu acabava de descobrir a existência! Por mais difícil que fosse ser mãe solteira, aquela noite no baile foi a melhor noite da minha vida. Eu nunca vou poder esquecer aqueles olhos azuis violeta me olhando com adoração durante nosso encontro furtivo e tudo o que meu corpo experimentou naquela noite. Eu sempre teria essa doce lembrança comigo. Os meses seguintes foram difíceis. Guardei em uma caixa o vestido, os sapatos, a máscara e o perfume que a mãe da Mel me deu. Em dias difíceis eu abria aquela caixa e revivia em minha memória aquela noite. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Eu queria matá-los! A mãe da Kelly, que era irmã da minha mãe, também não perdia a oportunidade de ir lá em casa nos atormentar, dizendo que ainda bem que a filha dela não era como eu, que era uma boa moça, que tinha se casado com um homem decente. Parecia ter esquecido que aquela puta roubou meu namorado e transou com ele na minha cama. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Quanto mais os dias passavam, mais eu amava aquele bebê, eu não tinha ideia que poderia existir um amor assim. Tudo o que eu fazia, fazia por ele. Eu o protegeria de tudo, eu daria a minha vida por ele. E, por incrível que pareça, com a gravidez parecia que todas as coisas fluíam para o meu bem, tudo ia se encaminhando e dando certo. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! Eu nunca esqueceria aquele homem! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. A essa altura ele já andava para todos os lados, sempre agarrado na vovó, que foi a primeira palavrinha que ele disse. Era um menino lindo, cabelinhos amigos bem lisinhos, pele clara, um nariz arrebitadinho e aqueles enormes olhos violeta que me faziam suspirar. Ele era o meu sol! E agora eu teria mais tempo pra ele. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe, então eu deveria procurar emprego na minha área, que ele compreenderia. Garantiu que meu emprego na construtora seria meu enquanto eu quisesse e que se eu saísse e não desse certo eu teria para onde voltar. Mas que eu deveria buscar algo na minha área de formação, para dar um futuro muito melhor para o meu filho. Eu fiquei muito emocionada com isso e aceitei o seu bom conselho. Contei pra Melissa e ela logo me disse que ia falar com o pai dela para que ele acionasse alguns contatos. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Catarina, sei que você é uma ótima garota e uma boa profissional. Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. Se você conseguir esse emprego vai exercer sua profissão em uma empresa global, é um excelente cargo, mas não é aqui em Campanário. Você teria que se mudar para Porto Paraíso. Eu sei que é um passo enorme, mas acho que você deveria considerar, vai ser excelente para você. Enfim, envie um e-mail para o endereço eletrônico no cartão com a sua resposta desistindo da vaga ou aceitando a entrevista virtual. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! O Grupo Mellendez é um dos maiores conglomerados de empresas do país! Trabalhar lá é um sonho! Eu vou aceitar a entrevista sim, se tiver que me mudar eu vou, sei que será uma grande oportunidade. – falei com convicção, pois não seria ruim me afastar daquelas pessoas maldosas da minha família, principalmente agora que a “rainha” Kelly estava grávida e a mãe dela resolveu pedir tudo que é do Pedro pro rebento do casal canalha! Ainda bem que minha mãe disse a ela que isso era um absurdo, mas que de qualquer forma seria impossível, pois eu já havia dado tudo que não servia mais para o Pedro para uma conhecida que estava grávida. Minha mãe andava muito chateada com a irmã, pois ela estava sempre se desfazendo do meu filho, sempre se referia a ele como o menino sem pai e isso magoou muito minha mãe. Indo embora dessa cidade, só vou lamentar em deixar meus pais e meus amigos, mas sei que eles vão me apoiar mais uma vez. Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Cheguei a minha mesa e falei com o meu chefe, outro Sr. Lascuran, mas ele não gostava de ser chamado assim então o chamava pelo nome: - Aldo, seu irmão conseguiu uma entrevista pra mim no Grupo Mellendez. Ele sorriu: - Eu sei, ele acabou de me ligar, acho que você deve agarrar a oportunidade, se não der certo você volta. Sorri pra ele e fui logo enviar o e-mail para marcar a entrevista. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Naquela noite em casa falei com os meus pais que entenderam, mesmo se preocupando em como eu ia cuidar de uma criança sozinha em outra cidade e ficando chorosos porque ficariam longe do neto. Me apoiaram como sempre e ficaram felizes com a oportunidade que eu recebi. Pedi que eles não contassem para ninguém. Quando a Mel chegou, ela ia todos os dias ver o afilhado, contei tudo e ela me ajudou a me preparar para o dia seguinte. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. Foi muito agradável, conversamos por duas horas, ela me passou todas as informações do cargo, salário e benefícios, no final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. De modo que gostaria que você começasse o mais rápido possível, pois eu viajo daqui a dez dias e gostaria de lhe passar tudo antes de ir. E também não gostaria de reagendar a minha partida. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta, será que o Aldo concordaria em me liberar ainda hoje? - Perfeito. Você pode me enviar um e-mail confirmando depois de falar com ele. Você tem alguma dúvida? - Não, senhora. Está tudo claro. -Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez, tenho certeza que você vai se sair muito bem. Te espero na segunda. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. O emprego era ótimo, o salário melhor ainda e eu ainda teria chance de progredir. Era um sonho. Mas era hora de correr para resolver tudo. Fui imediatamente falar com meu chefe. Ele ficou feliz, ligou para a contabilidade e mandou fazer meu acerto imediatamente. Após o acerto ele me liberou, disse que eu teria sempre um lugar para voltar se precisasse, mas que sabia que eu iria me dar muito bem. O agradeci por tudo e saí. Mandei o e-mail de confirmação para a Sra. Mariana, dizendo que na segunda, às oito da manhã, estaria na empresa, e fui logo falar com a Mel e o pai dela, tinha que agradecer. E aí foi a Mel quem me surpreendeu: - O que você achou, que ia levar meu afilhado embora assim? Não vai mesmo! Meu pai conseguiu uma entrevista para mim na Lince Mundi em Porto Paraíso. Eu vou me mudar com você e vamos morar juntas. O que acha? Isso era perfeito! Fiquei muito feliz, mas logo perguntei: - Mel, mas e o Nando? - O Nando já pediu na empresa a transferência dele pra filial de Porto Paraíso, lá ele terá mais oportunidades também. Ele vai daqui a quinze dias. Amiga, vida nova para nós três. Eu estava muito feliz. A Mel já havia orquestrado tudo. O Nando ia nos levar e ela ficaria com o Pedro para eu trabalhar até conseguirmos a creche. Ela já tinha três creches para visitar e o pai dela já havia disponibilizado um apartamento mobiliado na cidade pra gente. Era bom demais, eu estava até com medo. Percebendo, a Mel me cutucou e me disse: - Aprenda a aceitar as coisas boas que a vida te oferece! Eu sorri pra ela e fomos para a casa dos meus pais. Era hora de dar a notícia e nos despedir. Porto Paraíso fica do outro lado do país, então ficaríamos sem nos ver um tempo. Meus pais ficaram felizes, até eu dizer que partiria na manhã seguinte, aí a despedida foi uma tristeza. Era difícil deixá-los para trás, mas era necessário. Com o salário que eu receberia, poderia ajudá-los agora. Isso era bom. Na manhã seguinte o Nando e a Mel chegaram pontualmente. O pai da Mel deu uma caminhonete de presente para ela, o que facilitou muito fazer nossa mudança. O Nando colocou tudo na caminhonete e lá fomos nós, seria o dia todo na estrada. Chegamos a Porto Paraíso já era tarde da noite de sábado, Pedrinho estava muito cansado, se divertiu muito durante a viagem, era tudo novidade. Nos acomodamos, pedimos comida e depois de comer fomos dormir. No domingo percorremos a cidade reconhecendo tudo, Porto Paraíso era uma cidade muito grande, cheia de indústrias, muito moderna, ficava no litoral e o porto atraia muitos negócios para a cidade, era um centro urbano de primeiro mundo. O apartamento em que iríamos morar ficava perto de uma das creches que a Mel havia contactado, isso era ótimo, e também não ficava longe da empresa, de metrô eu chegaria em vinte minutos. Era lindo, decorado em estilo moderno e bem arejado e iluminado, com janelas enormes. À noite deixamos o Nando no aeroporto e de volta em casa fomos descansar, o dia seguinte seria um grande dia, eu começaria no emprego e a Mel faria sua entrevista virtual e marcaria com a diretora da creche perto do apartamento para irmos conhecer e conversar. Coloquei meu filho na cama, ele estava cansado de tanto que se divertiu hoje. Eu observei por um tempo seu soninho tranquilo e estava confiante de que aqui nós teríamos uma vida muito boa. Pedro agora tinha seu próprio quarto, eu e a Mel combinamos de comprar umas coisinhas para deixar bem a nossa cara, dar um toque pessoal. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. Fui muito bem recebida pela Sra. Mariana, que me apresentou todo mundo e todos foram gentis. O chefe não estava lá, estava viajando e chegaria no final da semana. O escritório era lindo, muito moderno, todo decorado em branco, aço inox e detalhes verdes, muito profissional e acolhedor ao mesmo tempo. Era elegante e eu gostei muito. Fiquei particularmente feliz por ter escolhido vestir um terno amigo, com uma blusa de cetim verde escuro por baixo e saltos amigos. Eu deveria estar elegante todos os dias agora, afinal ia trabalhar direto com o presidente da empresa. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. É um garotinho muito esperto. Não foi planejado, mas é a razão da minha vida! - Qual o nome dele? - Pedro. - Pedro. Um nome forte. Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Contei para ela que o pai do Pedro era um homem que eu conheci em uma festa e nunca mais vi, ela me olhava séria, não havia julgamento nos olhos dela. Então me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Obrigada pela confiança e honestidade. Vai lá resolver a creche para o seu filho, continuamos à tarde, não precisa correr. Agradeci e me despedi dela indo encontrar a Mel e o Pedro. Minha admiração e respeito pela Sra. Mariana só cresciam. Ela é uma mulher de uns cinquenta e cinco anos, cabelos loiros bem claros e olhos azuis quase transparentes. É uma mulher bonita e elegante, mas principalmente é muito acolhedora. Nós nos demos muito bem. Durante o resto da manhã ela me encheu de informações sobre o trabalho e eu ia anotando tudo. Na hora do almoço eu saí do prédio e a Mel já estava me esperando na porta com o Pedro. Entrei no carro e fomos almoçar antes de ir à creche. Eu e a Mel adoramos a creche e o Pedro já estava enturmado correndo com os novos amiguinhos, ele é um menino muito extrovertido. Isso me deixou muito feliz! Meu filho estava feliz! Desistimos de ver as outras creches, pois essa era ótima e ficava muito perto de casa, a três quarteirões de distância. Fizemos a matrícula e acertamos todos os detalhes. A diretora sugeriu que deixássemos o Pedro até o final do dia, já que ele estava se divertindo e assim já ia se adaptando. A Mel ficou de buscá-lo no fim do dia. A Mel me deixou na empresa novamente e me disse que voltaria pra casa para se preparar para a entrevista de trabalho que seria no meio da tarde. Voltei à minha sala e cheguei antes da Sra. Mariana. Sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. Levei um susto, mas me controlei e respondi: - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. Posso ajudá-lo ou o senhor gostaria de deixar um recado? - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. - Perfeitamente, senhor. E qual o seu nome? - Parece que eu sou o seu chefe! – falou rispidamente e desligou o telefone. Nossa, que homem estressado! Isso não estava na descrição do cargo. Imediatamente minha garganta apertou, meu chefe e eu já tinha causado má impressão? Eu estava muito ferrada! Comecei a pensar que não ia durar nesse emprego. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio, e perguntou: - Ele estava calmo? Eu olhei pra ela e não aguentei: - Ele estava a ponto de ter um colapso nervoso. Certamente a jugular dele estava saltando no pescoço. Ela caiu na gargalhada e depois disse: - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza. Eu não tinha essa certeza. Talvez eu nem devesse desfazer as malas, esse homem iria me engolir viva!		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2561233	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/6/25, 7:13 AM	1733013430	1749212012		1942																										nebswagg.com	Shop now			IMAGE	2024 Throwback Vapor Limited Jersey - Est. 1933 Patch	All Stitched	https://bit.ly/pet-1nw			4.481397683903E+14	Kelly Green All Day	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468526824_1113340180246234_8817094880346630250_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=GQHkgIp4-B0Q7kNvgHN73j3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-ZS4oWUDN1o7AL5M-Zya3n&oh=00_AYCC0owQsKivzKQCfHakbNFFPdhm7_V2DUPNB1i8opL3GQ&oe=6751999D	PERSON_PROFILE	0					0		Tradition lies in the threads.🔍😤 Wear the spirit of Philadelphia! 💚🦅 Order here: https://bit.ly/pet-1nw		Kelly Green All Day		1	https://www.facebook.com/61568767536826/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560225	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/23/25, 1:53 AM	1733012766	1745391202		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581582490597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466010206_916347420012610_4034460452412375025_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_SpX5NJ3JzYQ7kNvgFoIg0R&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYBLWBLzmQuGWv3lc86g4BWDpXvHhbXB7MO72CjI2wrmPg&oe=67516CDA	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560514	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/12/25, 11:48 AM	1733012964	1749746884		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	To find out, listen to the audioseries “Rekindled Heartache” (FREE for a limited period of time) Click on the link below to download the PocketFM app, now!		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.radio.pocketfm			1.2894360697518E+14	Rekindled Heartache By Pocket FM	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/442480361_820995873275508_8616467829447016586_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kW35gzBQQw4Q7kNvgFwrjn3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYCDkpUWcSCf0cNpjklIK7rzwk3gdr2F4eV8LpCZP3_yIg&oe=67517BA9	PERSON_PROFILE	0					0		Listen to one of the most interesting audio series “Rekindled Heartache” Only on the PocketFM app. Download Now!		Rekindled Heartache By Pocket FM		7478	https://www.facebook.com/pocketfm.rekindledheartache/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560242	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/12/25, 10:46 PM	1733012775	1749786383		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581496740597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466020177_1094725035592149_640001574863025781_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=qjdzHewKGFwQ7kNvgGJJXgN&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYCeTnufIuJWvJgRXYNqBUtHzLrLcyd-PN9F2u9_9sVBMA&oe=675176F8	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560245	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/26/25, 12:44 AM	1733012776	1745646269		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO			https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581648220597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465874430_1610418979829126_4063866453629111328_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=y_1uQdwC0G0Q7kNvgEp8ZqI&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYAcgXx5gCd4RCfkKOSboX1uIMJYU23AVo23adBZuJZ5vA&oe=67518E0B	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560244	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/28/25, 3:31 PM	1733012776	1751142669		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581680630597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465792736_1083457466549278_3342514078165541707_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=idhyatFM-S8Q7kNvgHTg_su&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYCm-Sf8Xrq4cxONcabIbk-AANIKj5D5qLXzqEsrHG1big&oe=67516DC7	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560278	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/24/25, 7:59 PM	1733012794	1745542744		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044463770700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465397588_574262448607019_6242892143235547600_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=oziEQP2zvWcQ7kNvgEAluH3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYA2tdf4zyRhVnekhHThY-kYunqNSnuYO9XeHJ_4y6sN2Q&oe=67518A5E	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561302	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 11:30 PM	1733013458	1752640209		1942																										dreame.com	Install now			IMAGE	Professor in Daylight, s*x Freak in Nighttime	After splitting up with her cheating ex-husband, Anna had a wild and passionate night with a handsome guy and it was just perfect! Anna decided to keep this man by paying him, but the guy was so mysterious and only met her in dark rooms. "Room 3303. You know what I mean." At the same time, an amazin...	https://www.dreame.com/story/646012160-professor-in-daylight--s-x-freak-in-nighttime?utm_source=facebook_ads_wapofficial&utm_campaign=Double-dreame-en-winnie-newtest-facebook-0-cpc-6117846-stfcy-241125周-1129-yw-01-6117846			1.1765034128943E+14	Novelclub-online	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468882622_504217449308985_251563625401292552_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=P6p4xV_85wIQ7kNvgF5KWXi&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AgLWYJ-ALp2dWRN2qz5RBej&oh=00_AYAuWQmgHsRf5ywrMRYW893HZBG0kEfGLrf51fvgoQcL6A&oe=67516792	PERSON_PROFILE	0					0		Chapter 1 Next One Rosa Everly and Elijah Sterling's divorce sent shockwaves through their circle. After all, Rosa had seemed utterly captivated by Elijah, chasing him with an almost obsessive devotion for years. But Rosa wasn't bothered by public opinion. Free from that cheating scumbag, she had a slew of admirers eager for their shot with her. Took today, for instance. Rosa arched her back, her cheeks flushed with excitement as she wrapped her legs around a man's waist, directing his every move. With each subtle tightening of her legs, his responses grew more fervent, each thrust feeling like it might tear her apart. She'd never known such raw, passionate intensity before. Elijah had always belittled her, dismissing her advances with scorn and mocking her as if she were some kind of bimbo, demanding that she behave like a dutiful little girl. Now, she was free to indulge her deepest desires and captivate with her full allure. The tipping point for the divorce came two weeks ago. Elijah had the nerve to parade his mistress around the office, and to add insult to injury; he stole Rosa's project to present it to her as a gift! Anyone who saw that project would know the blood, sweat, and tears Rosa poured into it. She'd spent a month burning the midnight oil, working late every single night. Rosa was incandescent with rage. Elijah's brazen infidelity and the betrayal at work pushed her to the edge. She was so furious that she started hurling things around. It was the last straw. Elijah had exploited her love, treating her unwavering dedication as nothing more than a chore she owed him. So, Rosa decided enough was enough. She'd been blinded by her one-sided affection, failing to see Elijah's true colors. Even when she brought up divorce, Elijah dismissed it as a bluff, never taking her seriously. But Rosa was done playing games. She swiftly signed the divorce papers, divided their assets, and walked away, leaving Elijah with no chance to change her mind. She had dealt with similar messes before and knew exactly how to handle them now. After her father's death, Rosa found herself the heir to a substantial fortune. The relatives who once adored her-and whom she had generously supported - revealed their true colors, turning into vultures circling around her and her mother. They used vile words to curse them, hoping to drive them to despair and seize control of the family's assets. But Rosa didn't crumble under the pressure. Instead, she stepped up, taking on the immense responsibility of managing the family business and keeping her father's company afloat. The relatives who had betrayed her soon came crawling back, their previously hostile faces now plastered with insincere smiles as they sought to win her favor. Rosa made sure they paid dearly for their treachery. "Aah..." Rosa's thoughts swirled with ecstasy as waves of pleasure washed over her. As she neared the peak of her c****x, her mind drifted to the idea of teaching her partner a few new tricks to make their next s*x even more exhilarating. The following afternoon, her phone's abrupt ringing pulled her from her dreams. As Rosa reached for it, the man beside her tightened his embrace around her waist, holding her as if she were a precious treasure he was determined to protect. Rosa pushed gently at his arm, feeling the hard, defined muscles beneath her fingers. Her mind wandered back to their passionate night. She recalled the intensity of their s*x, with her legs wrapped around his arms, her hips cradled by his powerful hands as they transitioned from the couch to the floor and finally to the bed. It wasn't just his strength that impressed her. Rosa brushed her lips, remembering how his touch-like that of a skilled magician-had left her tingling with every caress. Her hand wandered down, pleased to find his number two still standing strong, a testament to the pleasure he had given her. Rosa smiled, satisfied with his stamina and the energy he brought to their shared moments. The relentless buzz of her phone cut through the morning haze, prompting Rosa to gently disengage from the entangled sheets and the man's arms. "What's all the fuss about?" Rosa mumbled, her voice a breathless whisper, roughened by the night's c****l delights. Her gaze swept over him, taking in the evidence of the tumultuous night that had brought her to this point. His face was buried in the pillow, only his regal brows and sculpted nose betraying his presence. Rosa's eyes traced the lines of perfection carved into his features, a fleeting thought crossing her mind about perhaps not letting last night's plaything slip through her fingers. But as she was about to resign herself to this whim, her assistant's voice broke the silence. Her assistant said, his words tiptoeing over the line, "Sorry to disturb, Ms. Everly, but Mr. Sterling mentioned something about the company not running as smoothly as it should. He's waiting for you at home. I know he's your ex-husband, but privacy issues aside, it's just a business call..." "I understand. I'll handle it," Rosa said with a cold laugh, her tone dripping with disdain. Their families were still tangled in a web of shared interests. She was more than ready to deal with that piece of trash. With a decisive click, she ended the call and headed to the bathroom. The mirror reflected her image back at her-a vision of delicate beauty, like a flower in bloom. Yet, the soft radiance was marred by the lingering h*****s of last night's passion, each traced a vivid reminder of their intense desire. When she emerged, her hair wrapped in a towel, the man had already stirred. He stood by the window, a towel slung low on his hips, smoking nonchalantly with his back turned. Rosa let her eyes roam over his physique with unabashed admiration. His broad shoulders and narrow waist sculpted a perfect V, muscles rippling under his skin with every slight movement. He resembled a satiated lion, leisurely surveying his territory. She wondered, 'How a man with such allure ends up working at Neon Mirage?' But the thought was quickly brushed aside. Neon Mirage was Phenara City's most prestigious nightclub, renowned for pairing clients with their perfect bedmates. The place was a playground of indulgence and fantasy, where everyone was a star in their own right. "Your name's Samuel, right?" Rosa called out, her tone brisk. The man didn't turn around, still gazing out the window. Rosa, eager to make her exit, didn't let his rudeness bother her. Rosa said, placing a check on the nightstand with a decisive slap. "Last night was quite an experience. I'd give your service a five-star review. And a little tip - next time, keep the smoke away from me." With that, she walked out the door. Once the door clicked shut behind her, the man finally turned. He picked up the check, examining it with a flick of his fingers, his eyes catching sight of the number on the paper. A smirk appeared on his face. "Next time, huh?" Just as he was pondering this, a sharply dressed man entered the room. "Mr. Madox, Mr. Thomas Madox is adamant about throwing a grand party to celebrate your return. He's insisting on inviting all the bigwigs." The so-called Mr. Madox's expression hardened as he dismissed the subordinate. "I have some personal matters to attend to. We'll deal with the party arrangements later." His gaze drifted back to the check with a smirk. He mused, 'Rosa, when we meet again, I'm sure you won't be mistaken about my name, right?' Chapter 2 Wrong Guy Before Rosa went to see her ex-husband, she made a stop at Neon Mirage. She knew the rules—if she wanted to keep that man around, she couldn’t bypass their manager. She had to clear it with the club. But something felt off. Sitting in the VIP lounge, arms crossed tightly, she frowned at the tall, skinny boy in front of her. He looked barely twenty, dressed in a white shirt and jeans, the quintessential image of a well-behaved student. He kept his eyes locked on his sneakers, clearly avoiding her gaze. A headache began to throb at Rosa's temples. "So, you're Samuel?" Rosa asked, her eyes narrowing with skepticism. "Yes," Samuel answered, glancing up momentarily before quickly lowering his head again. Rosa's frustration grew. This was all wrong. She'd been so drunk the previous night that she hadn't paid much attention to the man's appearance. This morning's hasty departure had left her with only a blurry memory of his face. Samuel might have had a similar hair color and profile, but his build and demeanor were entirely different. The man she recalled was a commanding presence - more lion than a kitten. "You're not him," Rosa said decisively. Both Samuel and her assistant were taken aback. The assistant's face went pale, his anxiety palpable. "Ms. Everly, he's the only Samuel listed in Neon Mirage." Surprisingly, the timid Samuel found a sudden surge of courage. He grabbed her hand. "Please, I really need this money. My dad's in the hospital with lung cancer, and I'm still in school, drowning in student loans..." Rosa turned her head, studying the boy's unexpected outburst. Samuel hesitated, like a gun with a jammed barrel, but then pressed on with growing desperation. "Please, don't send me away! I'll be whoever you need me to be. I'll give it my all. I just need the money..." Rosa sighed, her heart twitching with sympathy for the boy's plight. She remembered her own struggles after losing her father, watching her mother fall ill, and feeling utterly powerless. At least the boy's father was still alive. Rosa pulled out her checkbook and lifted the boy’s chin with her finger, making him look at her. His eyes were wide and innocent, like a helpless deer. Rosa scratched his chin playfully, like she was teasing a kitten. “Please me, and I’ll help treat your father.” Gratitude filled the boy’s eyes as he kissed the back of her hand. Rosa was tempted to tease him a little longer, but her ex-husband was already pushing her to meet up. With some regret, she left Neon Mirage. As she pulled out of the parking lot, a sleek black SUV passed by her car. The man in the backseat looked out the window calmly, his hawk-like eyes observing the scene outside. “Sorry, boss, I was driving too slow,” the driver said, feeling a chill run down his spine but still doing his duty. “Should we follow Ms. Everly and tell her that you’re the one she’s spending the night with?” “No need,” the man waved it off. Last night, he had told her a fake name for personal reasons to get into Neon Mirage, and unexpectedly met an interesting woman. They had a wonderful night together, and today he had planned to keep playing the part. Unfortunately, he was late, and this pleasant misunderstanding couldn’t continue. But they would have another chance to meet. He unlocked his phone and looked at an auction catalog, where one of the items up for bid was an estate bearing the name Everly. His voice took on a dangerous edge. "I may have missed my chance this time, but Ms. Everly will be the one begging to see me soon." In the wealthy district of Phenara City, a red sports car pulled up in front of a beautiful villa. Rosa stepped out, looking at her former home with disgust. She hated Elijah’s pretense. When they were still married, no matter how much she cried or yelled, Elijah never came home, always busy playing around outside. Now, after the divorce, Elijah wanted to meet at the house!? “What do you want?” Rosa walked through the door, and asked Elijah bluntly, who was waiting in the living room. To her surprise, the moment he saw her, Elijah suddenly lost it. He jumped up from the couch and shouted, “Rosa, where were you last night? Why didn’t you come home?” Rosa was stunned by her ex-husband’s shamelessness. They were divorced! The house was hers! Not only had he failed to move out on time, but now he dared to accuse her, trying to shift the blame once again!? Furious, Rosa let out a cold laugh. “If you’ve got something to say, just say it already. Just stop this pathetic game.” Elijah was taken aback. He had expected her to explain herself, to apologize, so he could move on to his real request. But there was no going back now, so Elijah forced down his discomfort and explained his reason for calling her. “There’s an issue with the Kayla’s project. I need you to take care of it. You know it’s a very important deal for both our families…” “Me? Take care of it? Have you lost your mind, Elijah?” Rosa was so furious at his audacity that she couldn't help but laugh. “Your girlfriend is the one in charge of the project—I’m just your ex-wife!” “Have you gone crazy?” Rosa pointed a finger at Elijah’s face, shouting. “You stole the project from me and handed it to your sweetheart like a gift!” Elijah frowned, wanting to say something, but before he could, several people in business attire walked through the door, followed by an unfamiliar couple. Shocked by the sudden intrusion, Elijah shifted focus. “Who are you people?” Rosa sneered, brushing her hair back, regaining her composure and elegance. She stood across from Elijah, her tone cool with disgust. “They’re the realtor and buyers here to check out the house. The court awarded me this property, and I’m free to sell it.” “Rosa, you’re selling our lovely home?” Elijah’s disbelief was clear. “What did you expect? We’re divorced. What am I supposed to do, keep it around just to disgust myself?” Rosa raised an eyebrow, pointing to the door. “Now, get out of my house!” Her final warning was sharp. “Now.” Elijah’s face flushed with anger and humiliation, but he had no choice. He handed over the keys and left in a hurry. After dealing with Elijah and wrapping up the sale of the house, Rosa finally felt a bit of relief. But no sooner had she relaxed when her personal cellphone buzzed. The number wasn’t one she recognized. A message popped up from the unfamiliar digits: “How did you enjoy last night?” Rosa couldn’t help but smile, thinking about the fun she had and the mix-up that followed today. “Interesting,” she replied. But in the next moment, she froze. She would never have given a hookup her personal number! That phone number was for family and close friends only. And she was sure this person wasn’t from either group. So who was he, and how had he gotten her private number? A chill crept up Rosa’s spine as she realized this man’s background might be far more complicated than she had thought. Chapter 3 Can't Wait to See the Look The Madox family, Phenara City's most influential clan, was hosting this year's charity auction. They seemed to be in high spirits, throwing an extravagant event and offering several priceless items for bid. The city's elite turned out in droves. Rosa, dazzling in a glamorous evening gown, reveled in the attention she commanded. She'd left her nominal lover, Samuel, at home, choosing instead to bring her assistant, Sebastian Moore. From her second-floor private box, Rosa flipped through the auction catalog. A breathtaking emerald necklace caught her eye. ''That could make a lovely birthday gift for Mom,' Rosa thought, mentally noting it for her shopping list. As she continued flipping through the pages, her finger stopped on the penultimate entry. There it was - Vintage-style Everly Estate, built a century ago by the family's viscount himself. This was the crown jewel of her evening's pursuit. Memories of carefree days spent there before her father's death came flooding back. She could almost feel the lush green lawns underfoot and see the vibrant red roses blooming in the garden. In the adjacent Box 9, a man in a tuxedo turned to the final page of the catalog. The auction house owner hovered nearby, bowing and scraping. "Mr. Madox, as per your instructions, we've replaced the final lot." "Well done." The man nodded in approval. Then, the auction house owner backed out of the box, his face beaming with satisfaction. The bidding for the emerald necklace kicked off at 300 thousand dollars. Rosa, fixated on securing the Everly Estate, decided to expedite the process. She jumped straight to the estimated value of the emerald necklace, hoping to wrap things up quickly. "500 thousand!" Her voice had barely faded when someone raised their paddle again. The auctioneer declared, "One million dollars. Mr. Sterling bids one million." Rosa thought, smirking to herself, 'dayum Elijah!' Without hesitation, she doubled the bid. "Two million." "Two and a half million." Elijah countered swiftly. "Five million." Rosa shot back without hesitation. "Five point five million," Elijah immediately responded. The bids flew back and forth, quickly rocketing well beyond the necklace's estimated value. Sebastian cautiously interjected, "Ms. Everly... You don't need to do this because of a scumbag..." Rosa flashed her assistant a reassuring smile. "I know. But if he's holding a grudge, I don't mind giving him another reason to hate me." The auctioneer's gavel crashed down with a thunderous boom. "Sold! To Mr. Sterling for this exquisite emerald necklace!" Far from crestfallen, Rosa wore a sly smirk as she glanced in Elijah's direction. Her scheme had unfolded flawlessly. The elites of Phenara City had just witnessed Elijah, scion of the Sterling family, tumble headlong into his ex-wife's glaringly obvious snare. He'd paid through the nose - eleven times over - for what amounted to little more than a glittering bauble. The socialites would be tittering behind their hands about this empty-headed fool for weeks to come. As the auction marched on, Rosa nonchalantly lifted her paddle for items that caught her fancy, more for appearances than any genuine desire to win. But when the Everly Estate materialized on the screen, she snapped to attention, her body coiled like a panther ready to pounce. This wasn't just any property. Nestled in one of Phenara City's most iconic parks, the historic Everly Estate was a crown jewel being reluctantly relinquished by its struggling caretakers to keep the wolves from the door. The starting bid flashed up: a cool 88 million. Without missing a beat, Rosa's voice rang out clear and strong. "200 million." Her paddle shot up, a flag of unwavering determination. She thought, 'Come hell or high water, I'll reclaim what is rightfully mine!' A hush fell over the opulent ballroom. The assembled glitterati held their collective breath, not daring to challenge Rosa, the indomitable head of the Everly Group. But then, from the shadows, a familiar voice piped up. It was none other than Elijah, the man Rosa had so ruthlessly cast aside and humiliated. "250 million," Elijah retorted, his tone oozing self-satisfaction. Rosa rolled her eyes. Sure, the Sterling family was swimming in cash, and Elijah was their prized heir. But he was still just a pampered trust-fund kid, barely calling his own shots. Rosa thought, 'How can his pocket change even compete with me, the head of the Everly family?' "500 million." Rosa fired back, unfazed. This was her own money, after all. "550." Elijah countered smoothly, his gaze unflinching. Rosa's instincts were on high alert. Something wasn't right. She thought, 'The Sterling family isn't exactly known for being reckless with their wealth, especially not with their bumbling heir at the helm. Unless... they are really determined to secure this estate?' No way was she letting them edge her out. "560 million," Rosa replied, her voice steady despite the adrenaline surging through her. She was pushing the limits, testing their resolve. Her ceiling was 843.67 million - every last cent she had at her disposal. "561 million." Elijah drawled, nudging the bid up by the smallest increment. Rosa's mind raced. She thought, 'Is the Sterling family stretching their limits too?' "600 million," Rosa declared, hoping to cut through the tension and bring this nerve-wracking game to an end. Every second spent locked in this twisted bidding war with Elijah made her skin crawl. "601 million," Elijah said, inching up the bid by the smallest increment possible. "Go to hell!" Rosa shot back, her patience evaporating. That jerk was playing her like a fool! "850 million!" In a last-ditch effort, Rosa threw everything she had into the pot, including some borrowed funds. She couldn't believe the Sterling family had deeper pockets. "One billion," Elijah said, his tone icy and composed. He knew he had Rosa on the ropes. He silently congratulated himself for his family's foresight in investing in tourism. Elijah was grinning from ear to ear. If he won, Rosa would be left with nothing but embarrassment. A billion-dollar bid made for a far juicier story than a mere five million. Rosa fumed internally, thinking, 'dayum it! At one billion, I'll be forced to sell off shares in my own company - my very leverage within the organization.' She daydreamed of using a baseball bat to smash Elijah's arrogant face. The auctioneer began his countdown. "Going once, one billion." This was her only chance to secure the family estate! If Elijah won, he'd never let it go. It was do or die. Rosa clenched her jaw, preparing to say, "One billion and..." But before she could finish, the auctioneer's voice cut through the tension. "Two billion! The bidder in Box 9 offers two billion." A hush fell over the room. Rosa's heart plummeted. She thought, 'Two billion... There is no way I can scrape together that kind of cash before the auction ends.' She instinctively glanced over at Box 9. Rosa wondered, 'Who is this enigmatic new bidder next to me? As long as it isn't Elijah, there is still a sliver of hope.' "Two billion, going once. Twice. Three times." The auctioneer's gavel came down with finality. "Sold!" Then, the staff brought the deed to Box 9. The man inside accepted it, but instead of sealing the deal immediately, he turned his gaze towards Rosa's box. He murmured with a smirk, "Rosa Everly, I can't wait to see the look on your face when you find out who I am." Rosa, meanwhile, was locked onto the neighboring box. For a brief, charged moment, their eyes locked across the space. Chapter 4 The Invatation Rosa was practically buzzing with impatience as the auction dragged on. Without a moment to spare, she sprinted to the neighboring box, her heart pounding in her chest. She took a steadying breath, plastered on her brightest smile, and knocked on the opulent mahogany door. "Hello, I'm..." Rosa started, but the door swung open silently, revealing a waiter in a tuxedo. Unfazed, Rosa continued, "I'm Rosa Everly from the adjacent box. I happen to share a surname with the estate you just acquired." The waiter gave a courteous bow. "Ms. Everly, I'm sorry, but the occupant has already left." "Oh?" Rosa's smile wavered for a heartbeat before it snapped back into place. She leaned into the box, hoping for a glimpse of any useful details. With practiced ease, she removed her Bulgari bracelet and subtly extended it towards the waiter. "My AC is acting up in my box. Any chance we could switch to this one?" “Sorry.” the attendant said. “I’m here to pass on a message from the owner of this private room. He added the final auction item at the last minute.” Rosa’s eyes brightened, and she turned around, giving the waiter a warm smile. “Thank you!” she replied sincerely. While Rosa was busy talking with the attendant, the owner of room nine had already left the auction house. In the back seat of his car, Julian Madox held his phone at arm’s length, clearly annoyed by the shouting coming from the other end. “Julian Madox! If I don’t see you tonight, don’t bother coming back any more!” The furious voice of an older man rang out before abruptly hanging up. “Turn around,” Julian instructed the driver as he ended the call. His gaze was sharp and intense. After a moment, he leaned back and let out a slow breath. “I forgive you.” If it hadn’t been for his father’s call, he would have been in that room, reconnecting with her. He would’ve brought up that night and playfully teased her about the mix-up. But Rosa Everly—why did you have to be Elijah’s ex-wife? With the complicated relationships between the Madox, Sterling, and Everly families, everything he was planning for this reunion could easily turn into a weapon against them in the future. Back in her private room, Rosa was lost in thought with the new clue she’d just received. Before she could process it all, her phone rang—it was her mother. “Rosa, the Madoxs are hosting a banquet this weekend, and Julian will be there,” her mother’s voice was so gentle. “Even though we’re not in-laws with the Madoxs anymore since your divorce, it’s still important to show up out of respect.” “Sure, Mom, I’ll go,” Rosa replied absentmindedly, still thinking about the auction. Then her mother’s emphasis on the name caught her attention. “Wait, Julian?” “He’s your Grandpa Thomas’ youngest son. You should call him Uncle Julian,” her mother said with a hint of a smile in her voice. “He’s been abroad for years, and now that he’s finally back home, Thomas is thrilled. He sent invitations to everyone in Phenara City.” Her mother continued, “You know, Grandpa Thomas was so good to you all these years isn’t just because you were married into the family.” Rosa understood that. Her relationship with Thomas Madox—and even with the Madox family—was something she had built herself. When she was 17, she’d snuck out with friends and stopped to help someone whose car had broken down. She found the driver unconscious and rushed him to the hospital. It was only when a crowd gathered at the hospital that she realized the man she’d saved was the head of the Madox family, one of the most influential families in Phenara City. Thomas was incredibly grateful, and years later, when Rosa’s father passed away and her relatives from the Everly side tried to take their assets, it was Thomas who stepped in, protecting their wealth with a trust fund and keeping the vultures at bay. “Don’t forget what I said,” her mother reminded her again. Rosa was about to brush it off when the auctioneer’s voice caught her attention. “And now, for our final auction item—a private collection from one of our distinguished guests.” Rosa quickly hung up the phone, straightening up in her seat. But was this person for real? Though the little rabbit was crafted from high-quality rosewood, the craftsmanship left much to be desired. It was a wooden rabbit sculpture that looked like something a child could have carved, yet the starting bid was set at a staggering one million dollars. The crowd murmured in confusion, unsure of the auction house's intentions. However, Rosa stayed sharp. She recognized that the rabbit was a clue from the occupant of Box 9 and couldn't afford to let anyone else snap it up. But, she didn't make a move, wary of provoking Elijah and a few other bored individuals who might create unnecessary trouble for her. As the seconds ticked by with no bids, she raised her paddle just as the auctioneer was about to declare it unsold. "One million," Rosa declared firmly. "Sold!" The gavel came down decisively. The rabbit was quickly delivered to Rosa, who examined it closely. There was something oddly familiar about it, but she pushed that thought aside. Instead, her attention was drawn to the accompanying note: Bach Hotel, Room 3303. Rosa's heart skipped a beat. That room was where she had spent that unforgettable night with the imposing man she could never forget. Rosa's mind was in overdrive. She thought, 'Could the man in Box 9 be the same one I've crossed paths with before? He seems to know all about the Everly Estate and the Sterling family's scheming. Why would he help me? If he has two billion, why was he masquerading as a waiter in Neon Mirage? And if he is so keen to continue our connection, why didn't he come face to face with me when we were just a room apart?' She rubbed her temples, trying to piece it all together. Rosa's thoughts churned as she pondered the situation. 'Is the owner of Room 9 trying to use the night to blackmail me? But why would he? I'm divorced, not involved in any scandalous affair. My reputation and my company are intact. Does he have another reason to keep me away? Was there something more between us?' Her mind was a jumble of confusion. Then, Rosa called out to her assistant, handing over the rabbit and the note, "Sebastian, I need you to dig into this trinket and find out who stayed in that hotel room. Also, keep an eye on my relatives! The Everly Estate isn't up for grabs." Meanwhile, in the parking lot, a sleek black sedan smoothly cruised past Rosa's red sports car. In the backseat, a man held his phone at arm's length, grimacing at the booming voice on the other end. "You ungrateful brat! Get your bottom back here! You've been back for days and haven't even seen your old man!" In stark contrast, Rosa's mother, Alice Everly, spoke with soothing warmth, "The Madox family is throwing a banquet this weekend. Julian will be there, too. Even though you're no longer tied to them after your divorce from Elijah, it's still important to show up." Rosa replied absentmindedly, her thoughts still tangled in the auction, "Sure, Mom. I'll be there." Then, she registered her mother's emphasis. "Julian?" Alice said with a chuckle, "That's right, Thomas' favorite youngest son. He's been overseas for years, but now he's finally back for good. Thomas is ecstatic, throwing a big party and inviting everyone in Phenara City. You know, Rosa, Thomas' kindness to you all these years isn't just because you were married to his adopted daughter's son." Rosa knew her favorable standing with Thomas and the Madox family was entirely her own doing. At seventeen, she'd snuck out to meet friends and stumbled upon a broken-down car. When she stopped to help, she found the driver unconscious. Without a second thought, she rushed him to the hospital, her heart racing. It wasn't until later, amidst a whirlwind of well-wishers, that she realized she had saved none other than Thomas Madox, the patriarch of Phenara City's oldest and most prestigious family. Thomas never forgot her act of heroism. When Rosa's father passed away and unscrupulous relatives tried to plunder the Everly family's fortune, Thomas stepped in. He ensured the assets were placed in a trust fund, protecting them from greedy hands. "Remember that, dear," Alice said gently. "Don't worry, Mom. Love you." On the other side, however, the atmosphere was far less warm. "If I don't see you tonight, don't even think about coming back!" The old man's voice crackled through the phone before he slammed it down. "Turn around," the man in the backseat said coldly to his driver, closing the call screen. The driver responded with a curt nod, "Yes, sir." As they drove beneath a streetlamp, the driver's face was briefly illuminated. Had Rosa been there, she would have recognized him as the waiter from Box 9. The driver ventured, "Mr. Madox, I'm sorry, but I told Ms. Everly that you added the final auction item." The man's eyes narrowed, his gaze intense. After a protracted silence, he reclined, shut his eyes, and let out a deep breath. "I forgive you." Every step he'd taken to arrange this reunion might potentially be used against them in the future. He realized his folly - he shouldn't have pursued a deeper connection with Rosa beyond their familial ties. Chapter 5 Nightmare The Madox family had spared no expense for Julian's welcome party. Thomas had gone to extremes, wishing he could polish every single leaf on the estate until they gleamed. Rosa, trying to steer clear of the Sterling family, timed her arrival at the Madox Mansion to perfection. But her attempt at a discreet entrance was abruptly interrupted when a splash of vibrant yellow swooped in from behind. Hannah Madox's exuberant voice rang out as she pulled Rosa aside. "Rosa! Sweetie, I need a huge favor. You've got to tell everyone we've been inseparable lately, got it?" Rosa immediately understood. Hannah's tardiness meant she'd been out partying rather than helping with the setup. "Come on, spill it. Where have you been? I need the whole story to cover for you," Rosa urged. Hannah tossed her hair with a mischievous glint in her eyes. "Maldiva Islands... Met a few... no, an incredibly charming guy." Rosa said with resignation, "Your family must be used to your lifestyle by now. What are you afraid of?" Hannah's tone shifted to one of dread mixed with admiration. "But Uncle Julian is back! He's the ultimate nightmare for all us kids in the Madox family." "That bad, huh?" Rosa's curiosity was piqued. Hannah looked as though she might explode. "Nightmare doesn't even begin to cover it! He's barely older than me, but I have to call him 'uncle'. At school, his name is practically legendary. Everyone's always comparing me to this perfect Julian, Mr. Untouchable." She ran her fingers through her hair anxiously. "And get this - he's a ruthless tyrant at home and work, but to the outside world, he's practically Prince Charming! The whole school adores him, and he's never even had a scandal. He's been the boogeyman for all us, a nightmare we'd rather forget. You dodged a bullet by not going to our school, Rosa. Otherwise, you'd have been hearing 'Julian this, Julian that' day in, day out. We finally caught a break when he went abroad, but now he's back! I've got to be on my best behavior, or I'll never hear the end of it from my friends about letting Uncle Julian down." “An orange Hermès Kelly in lizard texture,” Rosa said, naming her price. “Done!” Hannah agreed without hesitation. “As long as we can keep it a secret!” “Keep what a secret?” Rosa and Hannah turned to see Grandpa Thomas approaching with a man beside him. Thomas was all smiles. “I heard Hannah got into some trouble, so I rushed right over!” “Grandpa!” Hannah said, clinging to Thomas’s arm and putting on a sweet act. “Your granddaughter has been such a good girl this month, spending all her time with Rosa learning about business.” Rosa didn’t hear what Hannah just had said; all her attention was fixed on the man Thomas had brought over. He looked to be in his thirties, with sharp, defined features and an air of calm authority that made him seem like a god from Greek mythology. When he caught sight of her, surprise flickered in his deep-set eyes, which glimmered with a cold intensity. Rosa's heart started racing for no apparent reason. It wasn’t attraction or admiration; it felt more like being prey in the sights of a predator. Julian Madox. In that instant, Rosa recognized him—the youngest son of Thomas Madox, the most enigmatic second-generation member of the Madox family. Just as Rosa was about to say something, his gaze slid past her. His profile was striking, reminiscent of an ancient Greek sculpture, which felt oddly familiar. Before she could place him, an annoying voice interrupted her thoughts. “Rosa, you finally made it! Elijah and I are getting engaged—hope you’re not upset!” Rosa turned to face the speaker. Kayla, Elijah's lover. With a cold smile, Rosa replied, “You don’t get to call me Rosa.” She knew Kayla’s friendliness was just a way to manipulate her. Kayla, a mistress, was in a tricky position here, and her greeting was meant to show everyone that she and Rosa were on good terms, as if she had earned Rosa’s forgiveness. That way, when she married Elijah, she wouldn’t look too bad in the headlines in Phenara City. Rosa scoffed, “You slept with my husband and now you're pretending like nothing happened? Are you serious?” Kayla’s expression soured as Rosa spoke nothing but the truth. Kayla always claimed that she started pursuing Elijah only after Rosa and Elijah divorced, but Rosa knew they had been an item long before that! In fact, on the night of Rosa’s wedding, Elijah had reached out to Kayla to comfort her! “I didn’t!” Kayla put on her usual facade, feigning innocent. “You can’t just slander us because you have issues with me!” “Really?” Julian chuckled lightly. “Weren’t you two already acquainted long before? In high school, Elijah even had a Sterling family crest ring he wanted to give you.” “How do you know that?” Kayla gasped, taken aback. That was her secret with Elijah! “You shameless bast3rds,” Hannah chimed in, defending her friend. “We don’t want you here!” Julian waved his hand, and a Madox family servant politely escorted Kayla out. “Thank you,” Rosa said to the three Madoxs. “Sorry for causing you trouble.” “Speaking of trouble,” Julian turned to Hannah, “what exactly are you trying to hide from Rosa?” “Don’t mention it” Hannah said. “Let me take a guess,” the man said, smiling and showing off his handsome features. “Is it about drunken nights in Phantasm or couples’ diving in the Maldives?” Bingo. In that moment, Rosa understood why Hannah viewed her uncle as a nightmare. To him, they were practically transparent. Chapter 6 Unknown Shadows Rosa gaped, thinking, 'How could he possibly be so informed? Didn't he just return today?' With a clever feign of ignorance, she smoothly replied, "Oh, it was merely some crucial networking. Phenara City is really pushing to expand its tertiary sector, so we went out to conduct some market research." Julian looked at her with amused disbelief but chose not to press further. Thomas, who was well aware of the younger generation's penchant for fun and games, chuckled indulgently. "As long as you're taking the initiative, that's the main thing." Rosa flashed Thomas a grateful smile, about to respond, when Clara, Thomas' adopted daughter, approached with her son Elijah in tow. "Dad, Julian!" Clara cooed, latching onto Thomas' arm. Her gaze then fell on Rosa, and her voice turned syrupy sweet. "Oh, isn't this Elijah's ex-wife? Elijah, honey, say hello to Rosa." But Elijah seemed oblivious to his mother's urging. His eyes were locked on Rosa and Julian, a storm brewing in his expression. He thought, 'My ex-wife shacking up with that college boy Samuel wasn't enough? Now she's eyeing other men too? Was everything she ever told me a lie?' A cocktail of anger and jealousy roiled in Elijah's gut. Thomas, ever the diplomat, stepped in to defuse the tension. "Rosa, let me make a proper introduction. This is Julian, my youngest son. Since you're a close friend of Hannah's, treat him a family, just like she does." Thomas stepped in to defuse the tension with the Sterling family, making it clear that Rosa's presence at the gala had nothing to do with them. He aimed to prevent the Sterling family from making a fuss or using the situation against her. Rosa said with poise, extending her hand to Julian, "Rosa Everly. Pleasure to meet you, Julian." He shook her hand firmly yet gently. "Julian Madox. The pleasure's all mine, Rosa." To everyone's surprise, Julian then drew Rosa into a light, warm embrace. "It's truly a delight to meet you," Julian murmured, his deep, velvety voice sending a pleasant shiver down Rosa's spine. "May I have this dance?" Julian asked, bowing slightly with one hand extended, the other tucked behind his back in a charming gesture. "I'd be honored," Rosa replied, placing her hand in his. She sensed Julian was offering her a graceful escape from the Sterling family's pettiness. As they floated onto the dance floor, neither of them noticed the fury burning in Elijah's eyes. He thought, 'She was the one who pursued me first! She practically begged for our marriage! And now she can't even look at me?' Elijah's fists clenched in barely contained rage. Rosa whispered as they swayed to the music, "Thank you, Julian. For rescuing me just in time." Julian's rich voice rumbled above her. "My pleasure. Happy to be of service." As the song drew to a close, Julian followed etiquette with a kiss on her hand and gently released her from his embrace. Rosa gracefully stepped back, only to be met by Sebastian, who approached with urgency etched into his features. "Ms. Everly, Samuel just called. There's been a break-in at your villa. The place has been ransacked." Her eyes turned to cold steel as she absently reached for a cocktail from a passing tray. "Is Samuel hurt?" Sebastian shook his head. "No, he said he's fine - just some minor injuries he can manage. But he did mention... it was the Sterling family's people who did it." Rosa barked, downing her cocktail in a single gulp before rattling off the address, "Get a doctor over to Emerald Villa, I'm heading there myself." Sebastian's expression turned worried. "What about today's gala?" Rosa's gaze was steely as she looked towards the grand hall. "It's just a party. Samuel's life could be on the line." She added with a glance towards the cheerful Sterling family, "I'll tell Thomas later. They're going to pay for this." At Emerald Villa, Rosa found Samuel battered and bruised, with a broken finger among his injuries. Her personal physician was already at work, tending to his wounds. "I'm staying the night," Rosa declared firmly. She continued, settling beside him, "They won't dare show up again with me here. You need to rest." Samuel's voice was barely audible, tinged with guilt. "I'm so sorry for causing trouble. They told me if I valued my life, I should get as far away from you as possible. They're out to hurt you." Rosa's mind flashed back to the confrontation at the Madox Mansion. "I know. This is on me; they're targeting me. The Sterling family is nothing but bullies who prey on the weak. Once you're healed, there's a job waiting for you at my company." Samuel's eyes widened in disbelief. Rosa said with a playful smirk, "A finance prodigy from Crestwood University, aren't you? You didn't think I'd keep someone around without checking their background, did you? How would you like a chance to get even?" Samuel was overwhelmed by emotion. This woman had not only helped save his father and allowed him to continue his studies but now offered to help him reclaim his dignity. He looked at her as if she were a goddess sent from the heavens. Samuel thought to himself, 'Oh, goddess, please shower me with your mercy.' Rosa, with a phone in one hand and her other gently ruffling his hair, said softly, "Get some rest." Samuel asked, his disappointment palpable, "You're leaving? I thought you said you'd stay." Rosa shook her head, regret in her eyes. "I'm sorry, but I have to break that promise. Sebastian will stay with you; he's just as good as me being here." Changing into a business suit, Rosa left. She couldn't reveal the real reason for her departure to Samuel. Just now, as she prepared to stay, she received a new message from the unknown number. It contained two images: one of the Everly Estate deed and another of a familiar room number. Standing in front of room 3303 at the Bach Hotel, Rosa knocked softly. The door wasn't locked, swinging open a crack at her touch. The room beyond was shrouded in darkness. Taking a deep breath, Rosa gripped the handle, pushed the door open, and stepped into the unknown shadows that awaited her. ... Open the app and continue reading the rest of the story . 👉 (It will automatically jump to the book when you open the app)		Novelclub-online		4028	https://www.facebook.com/100091719427096/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561549	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/6/25, 11:21 AM	1733013579	1749226915		1942																										breathandbreak.com	Shop Now			DCO	Last Longer In Bed	Loved by Over 7,000 Men	https://breathandbreak.com/products/climax%C2%AE-clockstopper-climax-delay-wipes			4.8409800812317E+14	Breathandbreak	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468411407_1111552210355227_2730153722021353948_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Py8l1KxH8ogQ7kNvgEgvPfn&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYAuEMV7JlEj5ujNIflQohHW_1dMSmC73roc7cP4mTXaSw&oe=67518D78	PERSON_PROFILE	0					0		Guys, it's time to enjoy longer-lasting intimacy, with instant effects and no negative impact. 😉 Instant Results 👀 Discreet and Portable ✅ Easy to Use Experience longer-lasting intimacy as a man today!		Breathandbreak		0	https://www.facebook.com/61569130363022/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560060	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/13/25, 10:31 AM	1733012672	1749828677		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458745860_508995035182772_1924372475343827338_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KLDdz-jXNK4Q7kNvgHZdLwj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDgEaVMzY-Dv3Y3eYO5zizwHHBhE1MBmUKbC51wexpy5w&oe=675170B5	PERSON_PROFILE	0					0		"🎥 Binge-watching this series is like a rollercoaster ride! 😱 I can't stop watching it, and the next episode just keeps getting better and better. 🙌 ✨"		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561004	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/15/25, 1:02 AM	1733013293	1752559374		1942																										carcan.com	Order Now			DCO	SHARE if you LOVE ❤️ your CarCan!	RATED BEST GIFT	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468786133_931117961800484_6740264841848123886_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Mavvgugfm1kQ7kNvgGQzd4Q&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax7uj5cmm-zestqcBjsp3zF&oh=00_AYAjxejEOudSYU8KXDTSgVrEzx4MvhfTWcFZYE05rSNYlg&oe=675176C5	PERSON_PROFILE	0					0		SHARE if you LOVE ❤️ your CarCan! 50% OFF TODAY ONLY on FB! Let's save another BILLION PLASTIC BAGS		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2560158	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/6/25, 11:37 AM	1733012732	1749227876		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.0830070571037E+14	Miiowtv short13	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458984133_538108755349989_1547624346699276740_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KmpwrX1pW50Q7kNvgEkn80F&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYBOXvdk1ESVTsyiABTXdUaF9bEvop1pfug_n_lInSZJlQ&oe=67519052	REGULAR_PAGE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now				0		0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561539	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/14/25, 12:11 PM	1733013577	1752513113		1942																										gdmonaco.com	Shop now			VIDEO	Porcelain Fragrance Diffuser		https://gdmonaco.com/products/porcelain-fragrance-diffuser			1.0266513539149E+14	Grace de Monaco Brand	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467466652_1075645917639861_3745477518328936082_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=igJ40uJDsdMQ7kNvgEiKbjm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYBFjRO6Uz7ot1I2auxzQgPvVzFQkt7Nl1XcQedXWHqBwQ&oe=67519603	PERSON_PROFILE	0					0		The Porcelain Fragrance Diffuser from Grace De Monaco fills your space with an aura of luxury and tranquility. This beautifully handcrafted vase of flowers gently diffuses our signature scents, elevating any room and imparting a feeling of freshness and joy.		Grace de Monaco Brand		959	https://www.facebook.com/GracedeMonacoOfficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561314	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/16/25, 12:39 AM	1733013472	1752644387		1942																										i-quiz.thehuskyhaul.com	Learn More			DCO	Accept the Challenge Here >>		https://i-quiz.thehuskyhaul.com/trivia/spa/quiz_trl_trl_can-you-name-these-hollywood-icons-sh-60p-tr_i-quiz_1			1.3609988308034E+14	Chocolate.com	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468730420_1116721306748824_2965799885284256801_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uHl_bm6wyMYQ7kNvgEcO-dH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AY2OeOg_Wqj8GDXIbDBwc-e&oh=00_AYCy6ezufZkPOxhr0QN9NnMCUn3nbxNZUSXkC6pifPd7iA&oe=67517791	PERSON_PROFILE	0					0		I scored 85% on this Hollywood quiz! 🎯 Can you beat my score?		Chocolate.com		14822	https://www.facebook.com/chocolatecom/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560143	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/11/25, 5:29 PM	1733012725	1749680962		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459528630_2026206471170939_4210841087670428699_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bDNHCfZ6aHUQ7kNvgHjNY3q&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYDwoJNwr1KQZe9_ZHxkV0om7jZx9zvleJaJ-WD-Rfasaw&oe=6751776C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561178	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/3/25, 10:21 PM	1733013402	1746328875		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468189541_1113805662952991_5332255529121232591_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uS6mV4cyuZ0Q7kNvgG1eixD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYCoOcPngPUPSYohtNXlwfN7hw1Co5eb7vhO-2U-vigfRQ&oe=67517659	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560314	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/26/25, 2:07 AM	1733012815	1745651244		1942																											Contact us			IMAGE	2018 Ford F150 SuperCrew Cab XLT Pickup 4D 5 1/2 ft		https://facebook.com/marketplace/item/1724038465027342/			6.2645219787298E+14	Daniel J Kelly III	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468951106_968894378597597_5757281279228770679_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=8oyKmhfYpyQQ7kNvgFBq3Q4&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYAFsdRi3U6autVSQwDxVL_cZYZ9QOvj5Jg2IYZ4jN94Fw&oe=67517D7F	REGULAR_PAGE	1					0		2018 Ford F150 SuperCrew Cab XLT Pickup 4D 5 1/2 ft - $22,995.00 Year: 2018 Make: Ford Model: F-150 Trim: XLT Condition: Used Clear Title Miles: 110K Exterior Color: Magma Red Interior Color: Gray Cloth Engine: 3.5L Ecoboost V6 Transmission: 10 speed automatic Drivetrain: 4x4 2018 Ford F-150 XLT, Equipped with a 3.5L Ecoboost V6 producing 375HP, and 420ft lb of torque. Supercrew, well optioned. Featuring power seats, heated seats, remote start, usb+ bluetooth, apple carplay and android auto capable, alloy wheels, running boards, backup camera, trailer hitch, factory trailer brake controller and trailer reversing system. Truck also has Ford tailgate step, and rollup tonneau cover. One owner truck, just traded for new Ford F-150. Beautiful truck, unique color. Ready for work or play, runs and drives excellent. New brake pads and rotors all around. Priced reasonably, see pictures for value. $22995.00 Call or Text Dan @ 978-375-7477. Facebook Marketplace		Daniel J Kelly III		0	https://www.facebook.com/Daniel-J-Kelly-III-626452197872977/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560319	1	active	11/30/24, 6:26 PM	7/13/25, 5:53 PM	1733012819	1752447222		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/whisperingoaksfarmvenue			2.3582145627555E+14	Whispering Oaks Farm and Event Venue	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468459964_993439319288609_5545598391704020683_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=chn-XbKXHVsQ7kNvgH_HsLQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYC-pyxZfNCKh_p3HS8oH87B7qRsqPBh2qoSX2zAkw922Q&oe=675169E1	PERSON_PROFILE	0					0		Mrs. Davis🤍 • • • 📸 - Kelly Jackson Photography		Whispering Oaks Farm and Event Venue		281	https://www.facebook.com/61556070145500/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560673	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/3/25, 10:32 PM	1733013061	1746329537		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507463500204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465793814_934506138530421_4078504040634405794_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1WLTtvkGF20Q7kNvgE7DceM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYDYWVFvt0Jsa75g1yV2U8qH-XRzk0ampBeAzEYxVQY9KA&oe=67518377	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561213	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/16/25, 1:23 AM	1733013423	1752647023		1942																										biophonics-school.com	Learn More			CAROUSEL	Get up to 50% off	Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!	https://biophonics-school.com/routine?utm_source={{campaign.name}}&utm_medium={{adset.name}}&utm_campaign={{ad.name}}			4.6252891694658E+14	Biophonics	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468784521_1744874899660276_1796334780568643830_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_d0VPGte7IIQ7kNvgHiY-AC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYDRfocli_W5m-xrkIoNSfHdY_4NCowH4OyZGSPOA_vjeg&oe=6751920A	PERSON_PROFILE	0					0		Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!		Biophonics		9	https://www.facebook.com/61568804451054/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560137	1	active	11/30/24, 6:25 PM	5/3/25, 11:55 PM	1733012722	1746334548		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459337110_1229099008283530_7805835300180501436_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=TqB_Gg2-2moQ7kNvgENVd1C&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYDTefWJrXA3p33yTaB_uS_6ICipxRv9Hiabf7WWDLTWgQ&oe=675184E4	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2560651	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/6/25, 1:00 PM	1733013047	1749232826		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550554670238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465451436_1306308043688903_3010438249307169529_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Ld_Ajz0eR0YQ7kNvgH6wlip&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYBsf0UJTtisYG8zcW6frP-SEs-rw9txVqjl0DG1mffi8g&oe=67518E32	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560592	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/5/25, 4:31 AM	1733013008	1749115875		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861491350204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466924442_3933287526907872_3879185111189383853_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=n9CkFSxtpWMQ7kNvgFJhfhV&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYB0NyauqTlTAAIBtvDnWR57-2h42NSXMTI46gFSrsnmbw&oe=67517102	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561264	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/16/25, 1:39 AM	1733013443	1752647956		1942																										dynamic.webnovel.com	Learn more			VIDEO	❤️🔥Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://dynamic.webnovel.com/noah-ssg/wn/766754101/30244563706755305+1+4+facebook?utm_source={{campaign.name}}&utm_campaign={{campaign.id}}&utm_adset={{adset.name}}			3.2702765716164E+14	Novabeats-0530	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468546397_590258406859060_3827749131644214225_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6NOxa86UYXwQ7kNvgFzTx9I&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALjPyIDvfJ71vaYOetjeeiR&oh=00_AYCgseiUg2jTuLbCuCOlsLH8PVMUog6ubZynrOSK9RdYGQ&oe=6751883A	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly's POV Was it a blessing to marry your best friend? I was not very sure what Pierce thought but marrying him was a dream come true for me. And now what was more exciting, we were going to welcome our first child. “It’s a good thing you’re cautious. You could’ve lost your baby, Miss Monroe.” The GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. I subconsciously touched my belly, and still couldn't believe a baby was lying there. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce! My best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn’t wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? Would he kiss me and all? God! I couldn’t contain my happiness. I cupped my red face as I fantasized. But the moment I felt the cold from the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially when our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we had sex, he was considerate but cautious, saying there was no need to add extra shackles when we were not ready. This baby, in a way, was out of plan. My mind was becoming restless as I sat in my car. Would this be good news for him? What if Pierce was still not ready for the baby? "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the Boss?" My private driver Luke asked worriedly as he noticed my frown face. Luke was reliable like a family but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He's my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on the flight. I'll talk to him later myself." So that I could sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling, he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only an unrequited love, I knew it well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce is my first love but I'm not his. In high school, I was only a boring nerd in other's eyes while Pierce Anderson was the shining Quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though enmity rose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't want just to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head trying to get rid of those sad old memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was past. Pierce said they were over and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby now. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed down as I breathed in the scent of home. Our home. It wasn't as luxurious as his family's villa but cozy. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time and my marriage with Pierce was as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He was over a month of traveling for the sake of our family’s business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company all over Asia, and I was actually the Vice President of the company. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I really wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him and he would prize me with a sweet kiss. And then we might have passionate sex like what he gave me the night before his business trip. Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first and then we could do something else instead. I was happily envisioning our lovely reunion and my heart dropped when a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our life! I must have misheard. I rushed to the fridge in an attempt to calm myself with the aid of some alcohol. But the moment I touched the wine bottle, I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to get a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. Better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently but Pierce refused to quit from my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorway asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't say no when he claimed it was his duty as my best friend to take me to enjoy the real world. To not ruin our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend by his side and watching his happy face for another girl. I finally got up the courage to study abroad as I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me back. I returned in a hurry only to see a lifeless Pierce. His heart was harmed badly, by Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart was bleeding. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man to her, and how dared she harm him so badly! That witch! Pierce didn't tell anyone what happened except he was over with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It was so fcking hurt but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken and I wanted to fix him, not caring if I would ruin myself in the process. I fell asleep at home feeling so insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and I realized I had fallen asleep in the living area. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. “Peirce…” “Hmm,” he hummed as he walked towards the stairs. “Why did you sleep on the couch?” I stared at his face when he gently put me down on the bed. He caressed my hair and kissed my forehead. He was always so gentle and that was why I loved him so much. Even when making love, he was very considerate of my feelings. We'd been apart for over a month, my body missed him and my heart wanted him. “Where have you been? I’ve been waiting for you,” I said as I caressed his cheek. “Just met a friend. You said you were waiting for me, is it something urgent?" Looking at his gentle face, suddenly I didn't want to ruin the moment. so I closed my parted lips and swallowed the truth back in my stomach once again. Tomorrow, maybe tomorrow, I will have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, telling him that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. The moment he was about to leave me after giving me a goodnight kiss, I panicked for some reason. I then quickly grabbed him and kissed him with all my passion, trying to undress him, trying to make him touch me more and deeper. I missed him. I wanted him. I felt that the only way I could feel at ease was to let him put himself inside me again. To make sure he was still mine. "Wait Kels," Yet he stopped me by pinning my crazy hands on the bed. "I thought you said you're sleepy and you need to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and I could catch desire flashing in his eyes but I didn't know why it faded soon. He used to be happy when I became the initiative one. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose, “I’ll just take a shower. I smell alcohol.” I just nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. “Hey!” I greeted and smiled when I realized what he’d done. He prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the bed. “Good morning.” I grinned as I sat on the bed. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up and tilted my head as I stared at his handsome face. His eyes are deep brown. His eyebrows were thick and black, complimenting his beautiful eyes. His nose was proud and pointed and his lips were red and thin. He literally looks like a sexy bad boy. Even Damon Salvatore would be embarrassed to stand beside him. No one stands a chance against this man. “What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy.” He didn’t laugh. He heaved a sigh and gently tucked my hair on my ears before he held my hand and stared into my eyes. “I have something to tell you.” I felt my heart race. I thought about our baby in my womb. He’s got something to tell. I have something to tell him too. “W-What is it?” I asked as I felt my voice tremble. He took a deep sigh. “You know you’re important to me, right?” I slowly nodded with parted lips. I couldn’t answer. I’m scared of what he’s about to say. I have a bad feeling about this. “You were my best friend before we got married. You are one of the few people I treasure…” I hid my balled fists under the sheet. I don’t know why he’s telling me all this but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. “Kelly…” he paused and squeezed his eyes closed before he looked at me again in the eyes. “I-I think it’s time for us to divorce.” “P-Pierce…” I felt my heart clench. He smiled. “I know you don’t have feelings for me either. You just married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it’s time for our real happiness, Kelly.” I shook my head, “W-What are you talking about, Pierce?” “Lexi is back, Kelly. My first love is back.” Chapter 2 It Never Rains but It Pours Kelly’s POV I got off the bed and tried to leave but Pierce grabbed my hand. I immediately wiped the tears that rolled down my cheeks before he could see them. He stood in front of me and looked at my face as I tried so hard to look down and avoid his eyes. I felt my heart breaking into pieces. I thought… I thought I could make him fall in love with me within those three years together. I thought his feelings would level up and would see me as a woman rather than just a best friend. I was stupid for hoping and dreaming so high. I failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love Lexi. “Kelly…” I sucked my breath and swallowed the pain as I looked at him. I faked a smile, “I need to wash up before eating.” He stared into my eyes as if trying to figure out what I was thinking. I know he knew me too well so I tried so hard to hide my pain and smiled at him. He sighed and let go of my hand. “Okay. I’ll wait for you here. Let’s eat and go to work together.” Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along like he didn’t ask for a divorce? He wanted us to stay the way we were right after he told me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh Pierce, what was going on in your head? If I used to be able to force myself to stay in the seat of his best friend wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There's no way I could endure that kind of torture again, especially when I'm carrying his baby. The baby...I had thought it was good news for us but now...it would be more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from getting his true love and freedom. I knew how an unwanted child to grow up. My parents were divorced even before my mother died and the new family of my father hated me and it hurts like hell. I don’t want my baby to experience the same thing I felt. I need to keep my baby away from it. I faked a smile again. “We can’t. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models…” “I’ll go with you—” “No.” I pushed his hand. His eyes followed my hand before he lifted his face to look at me again. “You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?” “But…” “I have a personal driver, Pierce. I’ll be fine to go alone.” He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders were trembling really badly and when I thought about my baby, I swallowed hard and tried to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I need to be strong. I need to stay calm. I shouldn’t put my baby’s life on the line just because I got my heart broken. I have to deal with this smartly. I sucked my breath and finished my bath. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce was still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. “Hey! I picked your dress for today.” Since our marriage wasn't public, Pierce said he would try to do little things for me as a husband. He did it well and I used to enjoy these sweet moments but now, it was going to kill me. I grabbed the dress and went inside the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I faced him, his forehead was creased. I smiled. “I prefer red today. I’d feel beautiful in this dress.” His eyes went to the dress I was holding and his face immediately calmed down. He nodded and walked towards me. “I see. Help me fix this first.” I put my dress on his arm and started fixing his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision is becoming blurry again. Damn! “Kelly…” I jumped in shock. “Hmm?” “Are you okay?” I looked at him and smiled, “Yeah.” “I have another thing to say.” I finished fixing his tie so I immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before I walked past him and spoke… “Let’s just talk some other time. I'm going to be late.” I heard him sigh as he followed me again. I grabbed my underwear and got dressed while he was standing behind me. He’s silent the whole time as if he’s thinking about something. “You should eat before you leave.” I faced him and nodded. “I will. You should go now.” “Kelly, we’re on the same page, right?” I stared at him. No, Pierce. We’re never on the same page. All of these are just my stupid fantasies. I thought you had feelings for me and I was so wrong. “If it’s about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I’m really busy with the company. I will not run away.” “Kelly, I’m not just doing this for myself. I’m also doing this for you. You’ve been caged with me ever since we got married. I know you’re not happy because deep inside, you also want to find the man you deserve. Someone who will really love you. Not me. Not someone who’s half-hearted.” “I understand what you’re trying to say, Pierce,” I said and tried to turn my back but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything to capture my eyes and he succeeded. He looked at me worriedly. “You are my best friend. I don’t wanna lose you, Kels. You’re one of my few people…” “I know,” I said out of frustration. He looked shocked, so I calmed myself down. “I-I know. You don’t have to worry. I’m just stressed about work. It’s not about our divorce.” His lips parted and he slowly nodded as if he was able to breathe properly. He walked towards me and I froze when he gently kissed my forehead… “Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years but I was still such a coward. Why couldn't you just tell him that you love him, Kelly? He's your husband and you're carrying his baby! Tell him and he might change his mind! I swallowed hard and was about to tell him but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. " I gotta go." He scratched his head in apology and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke and he’s waiting outside. Eat before you go, okay?” With that, he left our room. The tears I had managed to suppress burst out again. Why would I think I could have a chance? He made his choice already the moment he asked for the divorce, didn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Stiff Upper Lip Kelly’s POV I entered the studio wearing just two-inch red heels and a red dress. Everyone was looking my way as I walked along the hallway. They’re all greeting me with a smile but my face remains stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning was still lingering in my head, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I failed my marriage. I took a deep breath to adjust my condition. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. “We can’t! She’s not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She’d get mad.” “We can just tell her the truth. She’s nice.” “Not in this situation, Lily! She’d scold us—” “What’s happening here?” I asked as I graced the room. The staff were now looking at me with worried expressions and I knew then that there was a problem. “G-Good morning, Miss Monroe.” Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurts. I stared at her blankly, “What?” “W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model has been refusing our calls. She said she heard that we’re changing our model so…she doesn’t want to come here. She’s even…threatening to file a case against us.” She bowed his head. I gritted my teeth and roamed my eyes around. “Where’s the marketing manager?” “S-She’s still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe.” I massaged my forehead and squeezed my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger. I felt everyone around me jump in shock. I groaned and sucked my breath before looking around. “Miss Monroe…” “What is this, Miss Hayley? You are the marketing manager, what is happening?” “Miss Monroe, I don’t know how it happened but Miss Chen heard that you are changing our model. She’s about to file a case against us—” Changing the model? How come I didn't know about this? Miss Chen had always been our trustful partner and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only cause a lot of trouble for the company. I would never allow such a cheap mistake. “I never asked for that. You must be mistaken." I cut her words to save time, " Fix this mess or I have to fire you!” "Miss Monroe...It's Mr. President who asked us to change it." Hayley spoke hesitantly. "He ordered that as soon as he came back from his business trip yesterday." I was hit by the truth. Pierce's order? Why didn't he tell me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." I was confused. Pierce was not a clueless businessman. He kept a clear distinction between work and relationships, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. “M-Mr. President…” Hayley bowed with respect as she saw the man who suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I gritted as I turned around to question him. He knew clearly how much effort I put into winning this project. I hardly had a good sleep those days and Miss Chen was the ideal one for us to work with. I remembered he agreed on it too. But now...he just changed the model as he liked without telling me in advance. I felt like a hard slap on my face. "Go ahead for the work. I'll make it clear to her." He pacified the staff first, ignoring the anger that was about to spew out of my eyes. "Answer me, Pierce! Why do you change the model so suddenly?" I couldn't hold my anger and he just touched my shoulder whispering to me, "This is not the place to talk. Let me explain it to you in the car." I looked around to notice others sneaking glances at us. Then I shook away his hands and walked toward the parking lot. But along the way, my heart was heavier and heavier. I had a feeling that I was not going to enjoy his explanation. "Now, say it." I blurted it out as we sat in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again. I couldn’t stand his stares. I couldn’t withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to look at me. He has no feelings for me and it hurts so much. “I-I…” he paused and sighed. “I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She’s also fit to be our model so I agreed—” “What?” I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away. He messed his hair up before he shook his head and held my hand. “I’m sorry I didn’t tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor and I can’t say no.” I took my hand back and looked at him in both pain and anger. “You can't say no to her so you'd rather harm the company, our company. You betrayed me, Pierce.” “Kels, come on. You know how much I love her. She’s my first love.” Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she's your first love. She's always the one you want no matter what it takes. As long as she frowned a bit, you could turn a blind eye to the pain and effort of others. You are so heartless, Pierce. “Well, you’ve decided. I don’t have a say in this since you’re the President. Just go. I’ll be in the office.” I said coldly as I opened the car door to walk out. “Kelly…” I looked him in the eyes. “Go home early. Let’s talk about our divorce at home tonight.” Chapter 4 Left High and Dry Kelly’s POV I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early but he didn’t come home completely. He wasn’t even answering my calls. Well, now Lexi was back, this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby was out of his plan. Sure, Pierce was not the kind who would force me to have an abortion. But he couldn't cut out his obsession with Lexi either. He might stay in this loveless marriage if his parents asked. But all I had would only be an empty shell. That's not a Father what I wanted for my baby. I wiped off the tears collecting at the corner of my eyes and collected the report. It was 5 am already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but still busy. What was he busy with? Was he busy making love with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I still remember the day when he came back after his first private vacation with Lexi. His joy was unmistakable. Nearly at once, I could tell they made love. The same day I returned to my room, I cried out loud as I took off my makeup. Nothing I did worked. I could never replace Lexi in his heart. I felt like hundreds of pounds pressing my chest. I decided to get a shower to wash away all the miserable emotions but the moment I opened the wardrobe, our intimate clothes were snuggled together bringing me back to the memory of how Pierce and I had sex here last time. It was that time he didn't use contraception. He was so passionate that I thought he finally accepted our marriage. I once believed his return from this business trip would be a fresh start for us but actually, it was a start for us to fall apart now. Unable to suppress my feelings any longer, I crouched down crying loudly. Why? Why am I always the one they choose to abandon? Why don't I deserve to be loved? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, I subconsciously touched the pillow beside me. Cold as last night. He didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear and my hair was a total mess, looking like a ghost. See, Kelly? That's what happened when you stepped into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continue on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy. Suddenly a wave of nausea flooded my stomach and I realized I hadn't even eaten anything last night. Feeling sick again, I run to the sink and puke. I spit yellowish liquid and it tastes so bad. I washed my mouth immediately and stared at my own reflection in the mirror. I shook my head and cupped my forehead as soon as I felt like throwing up again. I spit yellowish liquid again and while I’m washing my mouth, I feel a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried face was my husband Pierce. I’ve always been thankful that I have him as my best friend and husband but now…I’m losing him. Hopelessly losing him. “Are you okay? Are you not feeling well? You should’ve told me.” I stared at him through the mirror. “You didn’t answer my calls. Guilt flickered in his eyes. “I’m sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night.” I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. “Kels…” “I woke up late. I failed to prepare breakfast.” I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels...... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition......" “Kels, are we still okay?” I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He’s asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own. Just because his first love is back. I can’t believe him. I faked a smile. “I just don’t feel well today, Pierce.” He immediately squatted beside me which is not surprising because I know he truly cares. What surprised me is why is he still doing this after he buried a dagger in my heart. “Are you okay?” He gently touched my forehead and neck. “Are you sick? Tell me how you feel, Kels.” “My feelings don’t matter,” I couldn’t help but blurt out. He looked shocked because of what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face is mirroring his anger now. He’s completely lost his patience. “What’s wrong with you, Kels? You’ve been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn’t come home last night?” I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier but you just let me wait for the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?” He clenched his jaws and shook his head. “Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." “Kels!” He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. “Are you…in love with me?” I was taken aback? In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn’t fall for someone who has been protecting you ever since? But of course, I can’t tell him. It would only complicate things more. I don’t even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. “Are you on drugs? I’m not in love with you.” I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can’t let my emotions affect me but…but why are my tears falling again? “You are so pathetic, Kelly! You can’t even tell him how you truly feel,” I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour bathing. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He’s been constantly abandoning me. I can’t believe we’d reach this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** “Good morning, Miss Monroe…” “Good morning, Vice President…” I did not greet anyone back just like how I used to greet them back. I still feel pissed and my mood seems off. Irritation can easily take over me and I can’t control it. Probably because of Pierce’s divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. “Did you see her? I bet she’s Mr. Anderson’s girlfriend. They seemed close.” My forehead creased. Pierce’s girlfriend? “Ah! It’s a waste that I didn't see her face but I feel like it’s Miss Lexi.” “Lexi? Lexi Gilbert? The model?” “Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together.” “Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together.” “Are you serious? They’re best friends. You know, some people are better off just friends. It’s Mr. Anderson and Miss Monroe.” I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat on my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce’s social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together. Eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. Of course, there’s no way I can compete with her in his heart. She’s always the first one and I will always be the last in his priorities.		Novabeats-0530		4532	https://www.facebook.com/61559933356514/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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And now what was more exciting, we were going to welcome our first child. “It’s a good thing you’re cautious. You could’ve lost your baby, Miss Monroe.” The GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. I subconsciously touched my belly, and still couldn't believe a baby was lying there. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce! My best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn’t wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? Would he kiss me and all? God! I couldn’t contain my happiness. I cupped my red face as I fantasized. But the moment I felt the cold from the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially when our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we had sex, he was considerate but cautious, saying there was no need to add extra shackles when we were not ready. This baby, in a way, was out of plan. My mind was becoming restless as I sat in my car. Would this be good news for him? What if Pierce was still not ready for the baby? "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the Boss?" My private driver Luke asked worriedly as he noticed my frown face. Luke was reliable like a family but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He's my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on the flight. I'll talk to him later myself." So that I could sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling, he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only an unrequited love, I knew it well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce is my first love but I'm not his. In high school, I was only a boring nerd in other's eyes while Pierce Anderson was the shining Quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though enmity rose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't want just to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head trying to get rid of those sad old memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was past. Pierce said they were over and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby now. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed down as I breathed in the scent of home. Our home. It wasn't as luxurious as his family's villa but cozy. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time and my marriage with Pierce was as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He was over a month of traveling for the sake of our family’s business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company all over Asia, and I was actually the Vice President of the company. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I really wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him and he would prize me with a sweet kiss. And then we might have passionate sex like what he gave me the night before his business trip. Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first and then we could do something else instead. I was happily envisioning our lovely reunion and my heart dropped when a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our life! I must have misheard. I rushed to the fridge in an attempt to calm myself with the aid of some alcohol. But the moment I touched the wine bottle, I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to get a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. Better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently but Pierce refused to quit from my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorway asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't say no when he claimed it was his duty as my best friend to take me to enjoy the real world. To not ruin our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend by his side and watching his happy face for another girl. I finally got up the courage to study abroad as I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me back. I returned in a hurry only to see a lifeless Pierce. His heart was harmed badly, by Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart was bleeding. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man to her, and how dared she harm him so badly! That witch! Pierce didn't tell anyone what happened except he was over with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It was so fcking hurt but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken and I wanted to fix him, not caring if I would ruin myself in the process. I fell asleep at home feeling so insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and I realized I had fallen asleep in the living area. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. “Peirce…” “Hmm,” he hummed as he walked towards the stairs. “Why did you sleep on the couch?” I stared at his face when he gently put me down on the bed. He caressed my hair and kissed my forehead. He was always so gentle and that was why I loved him so much. Even when making love, he was very considerate of my feelings. We'd been apart for over a month, my body missed him and my heart wanted him. “Where have you been? I’ve been waiting for you,” I said as I caressed his cheek. “Just met a friend. You said you were waiting for me, is it something urgent?" Looking at his gentle face, suddenly I didn't want to ruin the moment. so I closed my parted lips and swallowed the truth back in my stomach once again. Tomorrow, maybe tomorrow, I will have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, telling him that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. The moment he was about to leave me after giving me a goodnight kiss, I panicked for some reason. I then quickly grabbed him and kissed him with all my passion, trying to undress him, trying to make him touch me more and deeper. I missed him. I wanted him. I felt that the only way I could feel at ease was to let him put himself inside me again. To make sure he was still mine. "Wait Kels," Yet he stopped me by pinning my crazy hands on the bed. "I thought you said you're sleepy and you need to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and I could catch desire flashing in his eyes but I didn't know why it faded soon. He used to be happy when I became the initiative one. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose, “I’ll just take a shower. I smell alcohol.” I just nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. “Hey!” I greeted and smiled when I realized what he’d done. He prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the bed. “Good morning.” I grinned as I sat on the bed. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up and tilted my head as I stared at his handsome face. His eyes are deep brown. His eyebrows were thick and black, complimenting his beautiful eyes. His nose was proud and pointed and his lips were red and thin. He literally looks like a sexy bad boy. Even Damon Salvatore would be embarrassed to stand beside him. No one stands a chance against this man. “What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy.” He didn’t laugh. He heaved a sigh and gently tucked my hair on my ears before he held my hand and stared into my eyes. “I have something to tell you.” I felt my heart race. I thought about our baby in my womb. He’s got something to tell. I have something to tell him too. “W-What is it?” I asked as I felt my voice tremble. He took a deep sigh. “You know you’re important to me, right?” I slowly nodded with parted lips. I couldn’t answer. I’m scared of what he’s about to say. I have a bad feeling about this. “You were my best friend before we got married. You are one of the few people I treasure…” I hid my balled fists under the sheet. I don’t know why he’s telling me all this but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. “Kelly…” he paused and squeezed his eyes closed before he looked at me again in the eyes. “I-I think it’s time for us to divorce.” “P-Pierce…” I felt my heart clench. He smiled. “I know you don’t have feelings for me either. You just married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it’s time for our real happiness, Kelly.” I shook my head, “W-What are you talking about, Pierce?” “Lexi is back, Kelly. My first love is back.” Chapter 2 It Never Rains but It Pours Kelly’s POV I got off the bed and tried to leave but Pierce grabbed my hand. I immediately wiped the tears that rolled down my cheeks before he could see them. He stood in front of me and looked at my face as I tried so hard to look down and avoid his eyes. I felt my heart breaking into pieces. I thought… I thought I could make him fall in love with me within those three years together. I thought his feelings would level up and would see me as a woman rather than just a best friend. I was stupid for hoping and dreaming so high. I failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love Lexi. “Kelly…” I sucked my breath and swallowed the pain as I looked at him. I faked a smile, “I need to wash up before eating.” He stared into my eyes as if trying to figure out what I was thinking. I know he knew me too well so I tried so hard to hide my pain and smiled at him. He sighed and let go of my hand. “Okay. I’ll wait for you here. Let’s eat and go to work together.” Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along like he didn’t ask for a divorce? He wanted us to stay the way we were right after he told me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh Pierce, what was going on in your head? If I used to be able to force myself to stay in the seat of his best friend wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There's no way I could endure that kind of torture again, especially when I'm carrying his baby. The baby...I had thought it was good news for us but now...it would be more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from getting his true love and freedom. I knew how an unwanted child to grow up. My parents were divorced even before my mother died and the new family of my father hated me and it hurts like hell. I don’t want my baby to experience the same thing I felt. I need to keep my baby away from it. I faked a smile again. “We can’t. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models…” “I’ll go with you—” “No.” I pushed his hand. His eyes followed my hand before he lifted his face to look at me again. “You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?” “But…” “I have a personal driver, Pierce. I’ll be fine to go alone.” He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders were trembling really badly and when I thought about my baby, I swallowed hard and tried to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I need to be strong. I need to stay calm. I shouldn’t put my baby’s life on the line just because I got my heart broken. I have to deal with this smartly. I sucked my breath and finished my bath. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce was still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. “Hey! I picked your dress for today.” Since our marriage wasn't public, Pierce said he would try to do little things for me as a husband. He did it well and I used to enjoy these sweet moments but now, it was going to kill me. I grabbed the dress and went inside the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I faced him, his forehead was creased. I smiled. “I prefer red today. I’d feel beautiful in this dress.” His eyes went to the dress I was holding and his face immediately calmed down. He nodded and walked towards me. “I see. Help me fix this first.” I put my dress on his arm and started fixing his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision is becoming blurry again. Damn! “Kelly…” I jumped in shock. “Hmm?” “Are you okay?” I looked at him and smiled, “Yeah.” “I have another thing to say.” I finished fixing his tie so I immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before I walked past him and spoke… “Let’s just talk some other time. I'm going to be late.” I heard him sigh as he followed me again. I grabbed my underwear and got dressed while he was standing behind me. He’s silent the whole time as if he’s thinking about something. “You should eat before you leave.” I faced him and nodded. “I will. You should go now.” “Kelly, we’re on the same page, right?” I stared at him. No, Pierce. We’re never on the same page. All of these are just my stupid fantasies. I thought you had feelings for me and I was so wrong. “If it’s about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I’m really busy with the company. I will not run away.” “Kelly, I’m not just doing this for myself. I’m also doing this for you. You’ve been caged with me ever since we got married. I know you’re not happy because deep inside, you also want to find the man you deserve. Someone who will really love you. Not me. Not someone who’s half-hearted.” “I understand what you’re trying to say, Pierce,” I said and tried to turn my back but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything to capture my eyes and he succeeded. He looked at me worriedly. “You are my best friend. I don’t wanna lose you, Kels. You’re one of my few people…” “I know,” I said out of frustration. He looked shocked, so I calmed myself down. “I-I know. You don’t have to worry. I’m just stressed about work. It’s not about our divorce.” His lips parted and he slowly nodded as if he was able to breathe properly. He walked towards me and I froze when he gently kissed my forehead… “Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years but I was still such a coward. Why couldn't you just tell him that you love him, Kelly? He's your husband and you're carrying his baby! Tell him and he might change his mind! I swallowed hard and was about to tell him but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. " I gotta go." He scratched his head in apology and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke and he’s waiting outside. Eat before you go, okay?” With that, he left our room. The tears I had managed to suppress burst out again. Why would I think I could have a chance? He made his choice already the moment he asked for the divorce, didn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Stiff Upper Lip Kelly’s POV I entered the studio wearing just two-inch red heels and a red dress. Everyone was looking my way as I walked along the hallway. They’re all greeting me with a smile but my face remains stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning was still lingering in my head, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I failed my marriage. I took a deep breath to adjust my condition. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. “We can’t! She’s not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She’d get mad.” “We can just tell her the truth. She’s nice.” “Not in this situation, Lily! She’d scold us—” “What’s happening here?” I asked as I graced the room. The staff were now looking at me with worried expressions and I knew then that there was a problem. “G-Good morning, Miss Monroe.” Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurts. I stared at her blankly, “What?” “W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model has been refusing our calls. She said she heard that we’re changing our model so…she doesn’t want to come here. She’s even…threatening to file a case against us.” She bowed his head. I gritted my teeth and roamed my eyes around. “Where’s the marketing manager?” “S-She’s still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe.” I massaged my forehead and squeezed my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger. I felt everyone around me jump in shock. I groaned and sucked my breath before looking around. “Miss Monroe…” “What is this, Miss Hayley? You are the marketing manager, what is happening?” “Miss Monroe, I don’t know how it happened but Miss Chen heard that you are changing our model. She’s about to file a case against us—” Changing the model? How come I didn't know about this? Miss Chen had always been our trustful partner and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only cause a lot of trouble for the company. I would never allow such a cheap mistake. “I never asked for that. You must be mistaken." I cut her words to save time, " Fix this mess or I have to fire you!” "Miss Monroe...It's Mr. President who asked us to change it." Hayley spoke hesitantly. "He ordered that as soon as he came back from his business trip yesterday." I was hit by the truth. Pierce's order? Why didn't he tell me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." I was confused. Pierce was not a clueless businessman. He kept a clear distinction between work and relationships, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. “M-Mr. President…” Hayley bowed with respect as she saw the man who suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I gritted as I turned around to question him. He knew clearly how much effort I put into winning this project. I hardly had a good sleep those days and Miss Chen was the ideal one for us to work with. I remembered he agreed on it too. But now...he just changed the model as he liked without telling me in advance. I felt like a hard slap on my face. "Go ahead for the work. I'll make it clear to her." He pacified the staff first, ignoring the anger that was about to spew out of my eyes. "Answer me, Pierce! Why do you change the model so suddenly?" I couldn't hold my anger and he just touched my shoulder whispering to me, "This is not the place to talk. Let me explain it to you in the car." I looked around to notice others sneaking glances at us. Then I shook away his hands and walked toward the parking lot. But along the way, my heart was heavier and heavier. I had a feeling that I was not going to enjoy his explanation. "Now, say it." I blurted it out as we sat in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again. I couldn’t stand his stares. I couldn’t withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to look at me. He has no feelings for me and it hurts so much. “I-I…” he paused and sighed. “I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She’s also fit to be our model so I agreed—” “What?” I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away. He messed his hair up before he shook his head and held my hand. “I’m sorry I didn’t tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor and I can’t say no.” I took my hand back and looked at him in both pain and anger. “You can't say no to her so you'd rather harm the company, our company. You betrayed me, Pierce.” “Kels, come on. You know how much I love her. She’s my first love.” Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she's your first love. She's always the one you want no matter what it takes. As long as she frowned a bit, you could turn a blind eye to the pain and effort of others. You are so heartless, Pierce. “Well, you’ve decided. I don’t have a say in this since you’re the President. Just go. I’ll be in the office.” I said coldly as I opened the car door to walk out. “Kelly…” I looked him in the eyes. “Go home early. Let’s talk about our divorce at home tonight.” Chapter 4 Left High and Dry Kelly’s POV I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early but he didn’t come home completely. He wasn’t even answering my calls. Well, now Lexi was back, this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby was out of his plan. Sure, Pierce was not the kind who would force me to have an abortion. But he couldn't cut out his obsession with Lexi either. He might stay in this loveless marriage if his parents asked. But all I had would only be an empty shell. That's not a Father what I wanted for my baby. I wiped off the tears collecting at the corner of my eyes and collected the report. It was 5 am already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but still busy. What was he busy with? Was he busy making love with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I still remember the day when he came back after his first private vacation with Lexi. His joy was unmistakable. Nearly at once, I could tell they made love. The same day I returned to my room, I cried out loud as I took off my makeup. Nothing I did worked. I could never replace Lexi in his heart. I felt like hundreds of pounds pressing my chest. I decided to get a shower to wash away all the miserable emotions but the moment I opened the wardrobe, our intimate clothes were snuggled together bringing me back to the memory of how Pierce and I had sex here last time. It was that time he didn't use contraception. He was so passionate that I thought he finally accepted our marriage. I once believed his return from this business trip would be a fresh start for us but actually, it was a start for us to fall apart now. Unable to suppress my feelings any longer, I crouched down crying loudly. Why? Why am I always the one they choose to abandon? Why don't I deserve to be loved? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, I subconsciously touched the pillow beside me. Cold as last night. He didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear and my hair was a total mess, looking like a ghost. See, Kelly? That's what happened when you stepped into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continue on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy. Suddenly a wave of nausea flooded my stomach and I realized I hadn't even eaten anything last night. Feeling sick again, I run to the sink and puke. I spit yellowish liquid and it tastes so bad. I washed my mouth immediately and stared at my own reflection in the mirror. I shook my head and cupped my forehead as soon as I felt like throwing up again. I spit yellowish liquid again and while I’m washing my mouth, I feel a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried face was my husband Pierce. I’ve always been thankful that I have him as my best friend and husband but now…I’m losing him. Hopelessly losing him. “Are you okay? Are you not feeling well? You should’ve told me.” I stared at him through the mirror. “You didn’t answer my calls. Guilt flickered in his eyes. “I’m sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night.” I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. “Kels…” “I woke up late. I failed to prepare breakfast.” I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels...... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition......" “Kels, are we still okay?” I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He’s asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own. Just because his first love is back. I can’t believe him. I faked a smile. “I just don’t feel well today, Pierce.” He immediately squatted beside me which is not surprising because I know he truly cares. What surprised me is why is he still doing this after he buried a dagger in my heart. “Are you okay?” He gently touched my forehead and neck. “Are you sick? Tell me how you feel, Kels.” “My feelings don’t matter,” I couldn’t help but blurt out. He looked shocked because of what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face is mirroring his anger now. He’s completely lost his patience. “What’s wrong with you, Kels? You’ve been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn’t come home last night?” I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier but you just let me wait for the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?” He clenched his jaws and shook his head. “Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." “Kels!” He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. “Are you…in love with me?” I was taken aback? In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn’t fall for someone who has been protecting you ever since? But of course, I can’t tell him. It would only complicate things more. I don’t even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. “Are you on drugs? I’m not in love with you.” I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can’t let my emotions affect me but…but why are my tears falling again? “You are so pathetic, Kelly! You can’t even tell him how you truly feel,” I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour bathing. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He’s been constantly abandoning me. I can’t believe we’d reach this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** “Good morning, Miss Monroe…” “Good morning, Vice President…” I did not greet anyone back just like how I used to greet them back. I still feel pissed and my mood seems off. Irritation can easily take over me and I can’t control it. Probably because of Pierce’s divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. “Did you see her? I bet she’s Mr. Anderson’s girlfriend. They seemed close.” My forehead creased. Pierce’s girlfriend? “Ah! It’s a waste that I didn't see her face but I feel like it’s Miss Lexi.” “Lexi? Lexi Gilbert? The model?” “Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together.” “Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together.” “Are you serious? They’re best friends. You know, some people are better off just friends. It’s Mr. Anderson and Miss Monroe.” I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat on my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce’s social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together. Eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. Of course, there’s no way I can compete with her in his heart. She’s always the first one and I will always be the last in his priorities.		Novabeats-0530		4532	https://www.facebook.com/61559933356514/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560949	1	active	11/30/24, 6:34 PM	5/29/25, 9:31 PM	1733013265	1748572319		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/angelaschellenberg			6.2660104780124E+14	Angela Schellenberg Counseling/ Coaching	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468941295_569865335690280_2700394413336847065_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=w88MCQdtQD0Q7kNvgHDEvjS&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ApjZ6PxA-FHWd1cbZT4AqD6&oh=00_AYBnBpmHD3AMAcdLGpX6ih6IKJ8SopMKXhqnu62VXfY1YQ&oe=67516C94	PERSON_PROFILE	0					0				Angela Schellenberg Counseling/ Coaching		3615	https://www.facebook.com/angelaschellenbergcounseling/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560707	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/26/25, 6:33 PM	1733013087	1750980802		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213711010210238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466108893_871403635165731_4918245298406292503_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1a532TuNgMIQ7kNvgFtfmbR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYAA5-YKmQu9tX7jdnS6CT_3X27KtGacTt0PfA6afHp7uQ&oe=67516AE9	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560983	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/13/25, 5:04 AM	1733013278	1752401047		1942																										ticketmaster.com	Shop now			IMAGE	www.ticketmaster.com		https://www.ticketmaster.com/ladies-rb-kickback-3-augusta-georgia-05-10-2025/event/0E0061798C39165C			1.480773878711E+15	YungFly Entertainment	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468570095_2325892337760401_3858145444793192388_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wJhisKquszcQ7kNvgEV3Ngq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ApjZ6PxA-FHWd1cbZT4AqD6&oh=00_AYAlzOGBNgpIhvAuhmtXSqrF7d1MJdUmh6qWLlwu2WYD3g&oe=675161CE	PERSON_PROFILE	0					0		AUGUSTA, GA! PREPARE FOR AN UNFORGETTABLE NIGHT OF MUSIC WITH US AT THE LADIES R&B KICKBACK CONCERT! THE LINEUP IS STACKED, AND WE CAN’T WAIT TO SING ALONG WITH YOU! DON’T MISS OUT ! PURCHASE YOUR TICKETS NOW ON TICKETMASTER! 💕 #yungflyent #yungflyentertainment		YungFly Entertainment		38794	https://www.facebook.com/100069168113422/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Mas não foi possível. - Catarina, chegou o convite de casamento da sua prima. – Minha mãe falou. - Aquela mulherzinha não é minha prima! – Falei já ficando nervosa. - Catarina, ela é a sua prima. – Minha mãe falou. – É melhor você parar com esse ataque de infantilidade. A Melissa já bateu nela e fez um escândalo aqui em casa. Agora chega! Ela é filha da minha irmã, portanto é sua prima. - Me desculpa, mãe, mas ela não é nada pra mim. – Tentei manter a calma. – Ela ficou com o meu namorado na minha cama, isso não é coisa que se faça. Eu namorava o Cláudio há quatro anos, ele foi meu primeiro namorado, e o encontrei na minha cama, no meu quarto, transando com a Kelly, minha prima! Eu fiquei em choque. Claro que a Melissa, minha melhor amiga, partiu pra cima deles. Desde então as coisas ficaram tensas em minha casa, pois meus pais insistiam que era uma bobagem e que eu deveria agir como se nada tivesse acontecido e voltasse a conviver com a minha prima. - Errado foi ele, Catarina, que era seu namorado. – Minha mãe argumentou. – A Kelly, coitada, foi seduzida, ele a desonrou, agora vai se casar com ela pra ela não ficar mal falada na cidade. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. – Olha aqui, se você não quer conviver com a Kelly tudo bem, mas você vai a esse casamento. E chega desse comportamento grosseiro. - Eu o quê? – Achei que eu tinha ouvido errado. - Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras, evento de gala, falando para os meus pais que seria importantíssimo para a minha carreira, já que os empresários mais importantes da cidade estariam lá, eu faria contatos muito importantes e nossos professores haviam prometido nos apresentar a vários empresários que abririam portas para o nosso futuro profissional. Em princípio meus pais não estavam muito convencidos, mas os pais da Melissa conversaram com eles e os convenceram de que seria uma excelente oportunidade para o meu futuro. Então eles concordaram que eu deveria aproveitar a oportunidade. - Catarina, você não pode me dizer não! Já comprei os convites, as máscaras e já até convenci seus pais de que é um evento importantíssimo para o seu futuro profissional, o que me deu um trabalhão. Essa festa vai ser incrível e você não vai perder! – Melissa, falava e me olhava com os olhos de um cachorrinho abandonado, juntando as mãos como se suplicando. Eu estava sentada em minha mesa no trabalho, no meio da tarde de uma quinta feira, entre anotar recados e fazer ligações, e a Mel apareceu com café, bolinhos de chocolate e essa insistência para eu aceitar ir no baile de máscaras que acontecia anualmente e era o maior evento em nossa cidade. - Ai, Mel, como é que pode eu não conseguir dizer não pra você? Está bem, eu vou! Eu concordei em ir ao baile, mas eu ainda não tinha certeza. De qualquer forma eu iria dormir na casa da Mel para fugir do casamento, mas não iria à festa, contudo, Melissa tanto fez que me convenceu a ir pra festa. No sábado nos arrumamos na casa dela. - Quê isso, hein, amiga! Tá gata demais! – Ela me entregou uma máscara dourada, linda, toda trabalhada como se fosse uma renda, que cobria até o nariz e eu a coloquei. Eu usava um vestido de cetim vermelho brilhante e a máscara combinou perfeitamente. – Então, estamos prontas? - Sim estamos prontas. – Respondi e peguei minha bolsa. – Ih, esqueci meu perfume. - Não, tem problema, você vai usar o perfume novo da minha mãe. Ela não se importa. Quando o Fernando, namorado da Mel, nos viu sorriu, deu um beijo na Mel e disse: - Garotas, vocês estão lindíssimas! Acho que você vai sair dessa festa com um namorado novo, Cat. - Sem namorado, Nando. Na verdade, eu acho que é melhor eu ficar, eu não estou no clima pra festa. Por favor, Mel, deixa eu ficar? CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível Não teve jeito, minha amiga me arrastou para o baile. Logo que entramos a Mel nos arrastou para o bar e falou no meu ouvido: - A festa é open bar, então hoje você vai beber para afogar de vez a tristeza! –A Mel me entregou dois shots de tequila e com mais dois em suas mãos me falou: - Vamos virar! – viramos a tequila e o Fernando já entregava uma taça de cosmopolitan para cada uma. Melissa me arrastou para a pista de dança e até que eu estava me divertindo. Começou uma música lenta e o Nando e a Mel começaram a dançar agarradinhos, aproveitei a deixa e me encaminhei para o buffet, mas não consegui chegar, senti uma mão puxando a minha e quando olhei para trás havia um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim, e que sorriso! Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - E por que não? Vamos dançar. – Sorri pra ele. Era impossível resistir aquela voz rouca sedutora e aquele sorriso lindo meio de lado! Ele era alto, ombros largos, um sorriso encantador e olhos azuis, tão azuis que eram quase violeta. Ele tinha uma boca que convidava ao pecado, cabelos castanhos, e quando me puxou pela cintura eu apoiei as mãos em seu corpo e percebi que ele era uma parede de músculos bem definidos. Embora a máscara não permitisse ver seu rosto, ele era muito charmoso e encantador. - Eu estava observando você desde que chegou. – Aquele homem, com ar misterioso, falou no meu ouvido. – Você é tão linda! - Você é gentil. Mas você não é da cidade, é? – Ele tinha uma presença forte, emanava poder. - Não. Um amigo me convenceu a vir a essa festa. - Parece que temos algo em comum, meus amigos também me convenceram a vir. - Sorte minha! - E por que? – Sorri. - Porque eu fiquei fascinado quando te vi. Você é muito linda. – Enquanto ele falava no meu ouvido eu ia me arrepiando, sentindo meu rosto esquentar e o corpo formigar, ele realmente me encantou. - Mesmo com a máscara? - Mesmo com a máscara! Você é linda demais. - Você é um sedutor. - Você me acha sedutor? - Você sabe que é. E lindo também. - Que bom que você gosta do que vê. – Eu me senti um pouco zonza, não sei se pela bebida ou pelo perfume delicioso que aquele homem usava. Acabei tropeçando nos meus próprios pés. - Você está bem? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego, quando ele interrompeu o beijo para respirarmos, nos olhamos nos olhos, foi como jogar gasolina no fogo, ele passou a mão pela minha cintura, desceu até minha coxa e puxou minha perna para sua cintura. Eu já estava completamente entregue nesse momento, sentindo seu corpo contra o meu, eu fiquei louca de tesão e o puxei para mais perto envolvendo sua cintura com minha perna. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Eu estava em chamas quando ele enfiou a mão dentro da minha calcinha e gemeu. – Ah! Que delícia! Tão quente, tão molhadinha! – Disse e me beijou com mais força, enquanto abria o zíper da sua calça. Com um movimento rápido, de quem já tinha feito aquilo antes, ele rasgou minha calcinha e acariciou minha entrada, como se pedisse permissão. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! – Respondi sem nenhum pudor, eu já estava arfando de tanto tesão. Eu não resisti aqueles olhos e aquela voz rouca. Eu nunca fui assim, normalmente eu teria me desvencilhado dele no momento em que me puxou pela mão, mas aquela noite eu havia prometido a mim mesma que iria me divertir e se aparecesse alguém interessante eu viveria o momento. E era o que eu estava fazendo, vivendo aquele momento. Ao me ouvir, ele foi entrando em mim devagar, observando eu encostar minha cabeça na parede e aproveitar cada centímetro dele, e ele era enorme. Ele aproveitou para espalhar beijos pelo meu pescoço. Quando acabou de entrar ele parou e falou entre beijos no meu ouvido: - Agora eu vou me mexer. – E começou a sair, só pra entrar de novo com toda força dessa vez, e foi uma delícia, eu estava completamente entregue e enlouquecida com os movimentos dele que entrava e saia de mim freneticamente. Nos descontrolamos e nos entregamos totalmente, como se não tivesse nada ao nosso redor, eu senti uma névoa em meus olhos e o climax começando a se formar e gemi baixinho no ouvido dele, nesse momento parece que ele enlouqueceu, puxou minha outra perna para sua cintura e eu o entrelacei. Me beijando intensamente ele entrava e saia com mais força ainda em mim, era o paraíso na terra. Eu gozei gemendo na boca dele e foi um climax incrível, mas ele continuou o movimento e logo outro climax se formou, e gozei novamente, um climax ainda maior que o anterior que me deixou sem fôlego, enquanto eu gozava ele me disse baixinho que estava no limite me sentindo pulsar ao seu redor, logo eu senti o gozo dele quente dentro de mim. Ficamos ali encostados naquela parede, totalmente sem fôlego, a testa dele encostada a minha. Enquanto me beijava, ele começou a sair de mim e eu estava completamente bem comida, como diria a Melissa. Eu sorri e ele me olhou, me deu um selinho e disse: - Você é realmente incrível! Gentilmente ele baixou minhas pernas até meus pés tocarem o chão, colocou o meu vestido em ordem, arrumou sua calça e me abraçou. Isso foi tão íntimo, tão afetuoso, apesar da loucura daquele encontro e da ferocidade com que nos entregamos, ele ainda era cuidadoso comigo. Eu nunca tinha tido uma relação tão maravilhosa, mas eu só tinha transado com meu ex até então. E meu ex nunca tinha se preocupado em me abraçar depois, nem se preocupava com meu prazer, para ele a coisa se resumia a entrar e sair até ele estar satisfeito, então, o fato de um homem se preocupar comigo, com meu prazer, cuidar de mim, foi novidade, e uma novidade incrível. Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. – Levei segundos para processar e finalmente me dar conta de que acabei de transar com um completo estranho e nem sei o nome dele. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. Se afastou um pouco e só pude ouvir ele elevando a voz e dizendo: - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Mas e daí? Foda-se eu só estava me divertindo também e eu nem sabia quem era o cara e ele não sabia quem eu era. Tudo certo. Me recompus, procurei minha calcinha rasgada inutilmente, onde ele a teria jogado eu não faço ideia, e saí daquele corredor. Voltei pra mesa e encontrei a Mel e o Nando se agarrando. Logo eles pararam e focaram em mim: - Mel, acho que encontrei o Lobo Mau! – Eu ri e ela riu comigo. - Quando chegarmos em casa quero saber tudo! - Claro que quer! – respondi com os olhos brilhando. - Príncipe, acho que já podemos ir. O que acha, Cat? - Eu estou pronta quando vocês quiserem! – falei virando um copo de água. - Então vamos, garotas! – Fernando falou e nos conduziu para a saída. Mal chegamos e a Mel já foi me ordenando: - Conta tudo, quem é, como foi, como não foi, tudo. Eu ri e contei tudo pra ela, quando terminei de falar minha amiga me olhava de boca aberta e me perguntou: - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. E eu balancei a cabeça em negativa para ela, eu estava em choque por me dar conta do quão descuidada eu fui. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Vou na cozinha preparar um chá pra gente. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na segunda, na hora do almoço, encontrei a Mel e ela me entregou uma sacolinha de uma loja chique. Olhei pra ela sem entender. - Minha mãe mandou eu te entregar. Ela disse que ele é perfeito para você e não combina com ela. – A Mel falou com um grande sorriso. Abri a sacolinha e lá dentro estava o perfume que eu usei para ir ao baile. Eu abri um grande sorriso. Eu amei aquele perfume e ele era parte da melhor noite da minha vida. Liguei para o laboratório e fui informada que precisaria apresentar um pedido médico para fazer os exames pelo plano de saúde. Graças a Deus a empresa pagava plano de saúde para os funcionários, porque se não, não sei o que faria, meu salário não era alto e o pouco que sobrava depois de cobrir as despesas da faculdade eu ajudava em casa, já que minha mãe não trabalhava fora e meu pai também não ganhava muito como motorista. Então marquei o médico que só tinha horário para quinze dias depois e aguardei agoniada. Quanto mais os dias passavam mais nervosa eu estava, a Mel fazia de tudo para me acalmar. Na data marcada ela foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Já tinham se passado três semanas desde a festa quando eu finalmente consegui fazer os exames. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Vou encaminhá-la para um ginecologista obstetra para que você faça o pré natal.... Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. Eu não podia acreditar nisso! Grávida? Como eu iria explicar? Não é possível. Na primeira vez que deixo a racionalidade de lado acabo grávida e nem sei quem é o pai! A Mel segurava minha mão e repetia: - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Como ficaria tudo bem? Eu nem sabia quem era o pai. Eu teria que contar isso para os meus pais, sua única filha acabaria com eles. Eles ficariam decepcionados, iriam me odiar, me colocariam pra fora de casa. Como eu ia explicar que não sei nem como é a cara do pai do meu filho? Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Tenho certeza que as pessoas que te amam vão te apoiar e ajudar. Mas você precisa se acalmar, porque só você pode cuidar para que esse bebê se desenvolva saudável e nasça forte. Você me compreende? O médico pediu a secretária para trazer um chá de camomila para mim e enquanto eu bebia o chá e tentava me acalmar ele passava todas as informações para a Melissa que ouvia tudo atentamente. Saímos do consultório e a Melissa me levou para uma lanchonete dizendo que nós precisávamos comer alguma coisa. Logo que me sentei senti as lágrimas caírem. Minha amiga me abraçou e me disse mais uma vez que eu não estava sozinha. Olhei para ela e disse: - A única certeza que tenho agora é que quero você e o Nando como padrinhos do meu filho, porque sei que vocês vão apoiá-lo e dar a ele muito amor. Os olhos dela brilharam e ela explodiu em lágrimas e soluçando me respondeu: - Eu vou ser a melhor madrinha do mundo e vou estar sempre perto do nosso bebê! E tenho certeza que o Nando vai ficar muito feliz também! Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Meus pais... ai! Comecei a raciocinar e decidi que não iria esconder deles nem por um dia, ia contar naquela noite mesmo, não iria a faculdade, pois iria pra casa falar com eles. A Mel logo me apoiou e disse: - Então vamos, eu estou com você! Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. Meus pais perceberam logo que era algo muito sério. Nos sentamos todos na sala e eu contei a eles o que estava acontecendo e que eu fui irresponsável e fiquei com um estranho na festa, não entrei em detalhes obviamente, mas deixei claro que não poderia encontrar o pai do meu filho de novo. A decepção nos olhos deles era evidente. Minha mãe soluçava de tanto chorar e dizia que eu estava arruinada. Meu pai até então não havia dito nada. A Melissa vendo como minha mãe estava nervosa foi logo na cozinha e voltou com um copo de água com açúcar para ela. Melissa sempre dá água com açúcar pra quem está nervoso dizendo que acalma, eu nunca entendi isso. Por fim, meu pai falou: - Você cometeu um erro muito grande e não tem volta. Ouvir meu pai enfatizar que eu errei fez meu coração doer ainda mais. Eu comecei a chorar e fui falando: - Eu sei, pai, eu fui irresponsável. Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você está muito enganada se acha que vai sair dessa casa assim. Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. Você não está sozinha, minha filha! E essa criança também não! – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Mas pai, eu envergonhei vocês... - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós gostaríamos que as coisas fossem diferentes para você, que não fossem tão difíceis. Você sempre foi tão responsável! Mas, se é assim, nós vamos enfrentar isso. Você não vai deixar a faculdade, mais do que nunca você precisa crescer na vida para cuidar do seu filho, você vai ser mãe solteira, sua responsabilidade é muito grande. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. A Melissa já estava chorando e logo falou com os meus pais: - Sr. Antônio, Dona Celina, vocês contem comigo, vou ajudar em tudo! Até porque eu sou a madrinha desse bebê, a Cat é como uma irmã pra mim, e vou estar sempre por perto. Meus pais olharam para ela com gratidão. Eu olhei para aqueles três me sentindo completamente abençoada por tê-los em minha vida, cheia de amor por eles e um sentimento totalmente novo por aquele serzinho que ainda crescia dentro de mim e que eu acabava de descobrir a existência! Por mais difícil que fosse ser mãe solteira, aquela noite no baile foi a melhor noite da minha vida. Eu nunca vou poder esquecer aqueles olhos azuis violeta me olhando com adoração durante nosso encontro furtivo e tudo o que meu corpo experimentou naquela noite. Eu sempre teria essa doce lembrança comigo. Os meses seguintes foram difíceis. Guardei em uma caixa o vestido, os sapatos, a máscara e o perfume que a mãe da Mel me deu. Em dias difíceis eu abria aquela caixa e revivia em minha memória aquela noite. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Eu queria matá-los! A mãe da Kelly, que era irmã da minha mãe, também não perdia a oportunidade de ir lá em casa nos atormentar, dizendo que ainda bem que a filha dela não era como eu, que era uma boa moça, que tinha se casado com um homem decente. Parecia ter esquecido que aquela puta roubou meu namorado e transou com ele na minha cama. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Quanto mais os dias passavam, mais eu amava aquele bebê, eu não tinha ideia que poderia existir um amor assim. Tudo o que eu fazia, fazia por ele. Eu o protegeria de tudo, eu daria a minha vida por ele. E, por incrível que pareça, com a gravidez parecia que todas as coisas fluíam para o meu bem, tudo ia se encaminhando e dando certo. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! Eu nunca esqueceria aquele homem! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. A essa altura ele já andava para todos os lados, sempre agarrado na vovó, que foi a primeira palavrinha que ele disse. Era um menino lindo, cabelinhos amigos bem lisinhos, pele clara, um nariz arrebitadinho e aqueles enormes olhos violeta que me faziam suspirar. Ele era o meu sol! E agora eu teria mais tempo pra ele. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe, então eu deveria procurar emprego na minha área, que ele compreenderia. Garantiu que meu emprego na construtora seria meu enquanto eu quisesse e que se eu saísse e não desse certo eu teria para onde voltar. Mas que eu deveria buscar algo na minha área de formação, para dar um futuro muito melhor para o meu filho. Eu fiquei muito emocionada com isso e aceitei o seu bom conselho. Contei pra Melissa e ela logo me disse que ia falar com o pai dela para que ele acionasse alguns contatos. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Catarina, sei que você é uma ótima garota e uma boa profissional. Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. Se você conseguir esse emprego vai exercer sua profissão em uma empresa global, é um excelente cargo, mas não é aqui em Campanário. Você teria que se mudar para Porto Paraíso. Eu sei que é um passo enorme, mas acho que você deveria considerar, vai ser excelente para você. Enfim, envie um e-mail para o endereço eletrônico no cartão com a sua resposta desistindo da vaga ou aceitando a entrevista virtual. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! O Grupo Mellendez é um dos maiores conglomerados de empresas do país! Trabalhar lá é um sonho! Eu vou aceitar a entrevista sim, se tiver que me mudar eu vou, sei que será uma grande oportunidade. – falei com convicção, pois não seria ruim me afastar daquelas pessoas maldosas da minha família, principalmente agora que a “rainha” Kelly estava grávida e a mãe dela resolveu pedir tudo que é do Pedro pro rebento do casal canalha! Ainda bem que minha mãe disse a ela que isso era um absurdo, mas que de qualquer forma seria impossível, pois eu já havia dado tudo que não servia mais para o Pedro para uma conhecida que estava grávida. Minha mãe andava muito chateada com a irmã, pois ela estava sempre se desfazendo do meu filho, sempre se referia a ele como o menino sem pai e isso magoou muito minha mãe. Indo embora dessa cidade, só vou lamentar em deixar meus pais e meus amigos, mas sei que eles vão me apoiar mais uma vez. Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Cheguei a minha mesa e falei com o meu chefe, outro Sr. Lascuran, mas ele não gostava de ser chamado assim então o chamava pelo nome: - Aldo, seu irmão conseguiu uma entrevista pra mim no Grupo Mellendez. Ele sorriu: - Eu sei, ele acabou de me ligar, acho que você deve agarrar a oportunidade, se não der certo você volta. Sorri pra ele e fui logo enviar o e-mail para marcar a entrevista. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Naquela noite em casa falei com os meus pais que entenderam, mesmo se preocupando em como eu ia cuidar de uma criança sozinha em outra cidade e ficando chorosos porque ficariam longe do neto. Me apoiaram como sempre e ficaram felizes com a oportunidade que eu recebi. Pedi que eles não contassem para ninguém. Quando a Mel chegou, ela ia todos os dias ver o afilhado, contei tudo e ela me ajudou a me preparar para o dia seguinte. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. Foi muito agradável, conversamos por duas horas, ela me passou todas as informações do cargo, salário e benefícios, no final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. De modo que gostaria que você começasse o mais rápido possível, pois eu viajo daqui a dez dias e gostaria de lhe passar tudo antes de ir. E também não gostaria de reagendar a minha partida. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta, será que o Aldo concordaria em me liberar ainda hoje? - Perfeito. Você pode me enviar um e-mail confirmando depois de falar com ele. Você tem alguma dúvida? - Não, senhora. Está tudo claro. -Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez, tenho certeza que você vai se sair muito bem. Te espero na segunda. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. O emprego era ótimo, o salário melhor ainda e eu ainda teria chance de progredir. Era um sonho. Mas era hora de correr para resolver tudo. Fui imediatamente falar com meu chefe. Ele ficou feliz, ligou para a contabilidade e mandou fazer meu acerto imediatamente. Após o acerto ele me liberou, disse que eu teria sempre um lugar para voltar se precisasse, mas que sabia que eu iria me dar muito bem. O agradeci por tudo e saí. Mandei o e-mail de confirmação para a Sra. Mariana, dizendo que na segunda, às oito da manhã, estaria na empresa, e fui logo falar com a Mel e o pai dela, tinha que agradecer. E aí foi a Mel quem me surpreendeu: - O que você achou, que ia levar meu afilhado embora assim? Não vai mesmo! Meu pai conseguiu uma entrevista para mim na Lince Mundi em Porto Paraíso. Eu vou me mudar com você e vamos morar juntas. O que acha? Isso era perfeito! Fiquei muito feliz, mas logo perguntei: - Mel, mas e o Nando? - O Nando já pediu na empresa a transferência dele pra filial de Porto Paraíso, lá ele terá mais oportunidades também. Ele vai daqui a quinze dias. Amiga, vida nova para nós três. Eu estava muito feliz. A Mel já havia orquestrado tudo. O Nando ia nos levar e ela ficaria com o Pedro para eu trabalhar até conseguirmos a creche. Ela já tinha três creches para visitar e o pai dela já havia disponibilizado um apartamento mobiliado na cidade pra gente. Era bom demais, eu estava até com medo. Percebendo, a Mel me cutucou e me disse: - Aprenda a aceitar as coisas boas que a vida te oferece! Eu sorri pra ela e fomos para a casa dos meus pais. Era hora de dar a notícia e nos despedir. Porto Paraíso fica do outro lado do país, então ficaríamos sem nos ver um tempo. Meus pais ficaram felizes, até eu dizer que partiria na manhã seguinte, aí a despedida foi uma tristeza. Era difícil deixá-los para trás, mas era necessário. Com o salário que eu receberia, poderia ajudá-los agora. Isso era bom. Na manhã seguinte o Nando e a Mel chegaram pontualmente. O pai da Mel deu uma caminhonete de presente para ela, o que facilitou muito fazer nossa mudança. O Nando colocou tudo na caminhonete e lá fomos nós, seria o dia todo na estrada. Chegamos a Porto Paraíso já era tarde da noite de sábado, Pedrinho estava muito cansado, se divertiu muito durante a viagem, era tudo novidade. Nos acomodamos, pedimos comida e depois de comer fomos dormir. No domingo percorremos a cidade reconhecendo tudo, Porto Paraíso era uma cidade muito grande, cheia de indústrias, muito moderna, ficava no litoral e o porto atraia muitos negócios para a cidade, era um centro urbano de primeiro mundo. O apartamento em que iríamos morar ficava perto de uma das creches que a Mel havia contactado, isso era ótimo, e também não ficava longe da empresa, de metrô eu chegaria em vinte minutos. Era lindo, decorado em estilo moderno e bem arejado e iluminado, com janelas enormes. À noite deixamos o Nando no aeroporto e de volta em casa fomos descansar, o dia seguinte seria um grande dia, eu começaria no emprego e a Mel faria sua entrevista virtual e marcaria com a diretora da creche perto do apartamento para irmos conhecer e conversar. Coloquei meu filho na cama, ele estava cansado de tanto que se divertiu hoje. Eu observei por um tempo seu soninho tranquilo e estava confiante de que aqui nós teríamos uma vida muito boa. Pedro agora tinha seu próprio quarto, eu e a Mel combinamos de comprar umas coisinhas para deixar bem a nossa cara, dar um toque pessoal. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. Fui muito bem recebida pela Sra. Mariana, que me apresentou todo mundo e todos foram gentis. O chefe não estava lá, estava viajando e chegaria no final da semana. O escritório era lindo, muito moderno, todo decorado em branco, aço inox e detalhes verdes, muito profissional e acolhedor ao mesmo tempo. Era elegante e eu gostei muito. Fiquei particularmente feliz por ter escolhido vestir um terno amigo, com uma blusa de cetim verde escuro por baixo e saltos amigos. Eu deveria estar elegante todos os dias agora, afinal ia trabalhar direto com o presidente da empresa. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. É um garotinho muito esperto. Não foi planejado, mas é a razão da minha vida! - Qual o nome dele? - Pedro. - Pedro. Um nome forte. Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Contei para ela que o pai do Pedro era um homem que eu conheci em uma festa e nunca mais vi, ela me olhava séria, não havia julgamento nos olhos dela. Então me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Obrigada pela confiança e honestidade. Vai lá resolver a creche para o seu filho, continuamos à tarde, não precisa correr. Agradeci e me despedi dela indo encontrar a Mel e o Pedro. Minha admiração e respeito pela Sra. Mariana só cresciam. Ela é uma mulher de uns cinquenta e cinco anos, cabelos loiros bem claros e olhos azuis quase transparentes. É uma mulher bonita e elegante, mas principalmente é muito acolhedora. Nós nos demos muito bem. Durante o resto da manhã ela me encheu de informações sobre o trabalho e eu ia anotando tudo. Na hora do almoço eu saí do prédio e a Mel já estava me esperando na porta com o Pedro. Entrei no carro e fomos almoçar antes de ir à creche. Eu e a Mel adoramos a creche e o Pedro já estava enturmado correndo com os novos amiguinhos, ele é um menino muito extrovertido. Isso me deixou muito feliz! Meu filho estava feliz! Desistimos de ver as outras creches, pois essa era ótima e ficava muito perto de casa, a três quarteirões de distância. Fizemos a matrícula e acertamos todos os detalhes. A diretora sugeriu que deixássemos o Pedro até o final do dia, já que ele estava se divertindo e assim já ia se adaptando. A Mel ficou de buscá-lo no fim do dia. A Mel me deixou na empresa novamente e me disse que voltaria pra casa para se preparar para a entrevista de trabalho que seria no meio da tarde. Voltei à minha sala e cheguei antes da Sra. Mariana. Sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. Levei um susto, mas me controlei e respondi: - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. Posso ajudá-lo ou o senhor gostaria de deixar um recado? - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. - Perfeitamente, senhor. E qual o seu nome? - Parece que eu sou o seu chefe! – falou rispidamente e desligou o telefone. Nossa, que homem estressado! Isso não estava na descrição do cargo. Imediatamente minha garganta apertou, meu chefe e eu já tinha causado má impressão? Eu estava muito ferrada! Comecei a pensar que não ia durar nesse emprego. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio, e perguntou: - Ele estava calmo? Eu olhei pra ela e não aguentei: - Ele estava a ponto de ter um colapso nervoso. Certamente a jugular dele estava saltando no pescoço. Ela caiu na gargalhada e depois disse: - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza. Eu não tinha essa certeza. Talvez eu nem devesse desfazer as malas, esse homem iria me engolir viva!		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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560557	1	active	11/30/24, 6:29 PM	7/16/25, 5:45 AM	1733012990	1752662749		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550668170238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465455137_8587455971339156_9172905490955603988_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=8sba0w3iDO8Q7kNvgELaXWi&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYAwIqSoMUAiIixgy4VcWE0ci24tDFzGvq0huYeuDWoLOA&oe=675197BB	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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And now what was more exciting, we were going to welcome our first child. “It’s a good thing you’re cautious. You could’ve lost your baby, Miss Monroe.” The GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. I subconsciously touched my belly, and still couldn't believe a baby was lying there. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce! My best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn’t wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? Would he kiss me and all? God! I couldn’t contain my happiness. I cupped my red face as I fantasized. But the moment I felt the cold from the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially when our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we had sex, he was considerate but cautious, saying there was no need to add extra shackles when we were not ready. This baby, in a way, was out of plan. My mind was becoming restless as I sat in my car. Would this be good news for him? What if Pierce was still not ready for the baby? "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the Boss?" My private driver Luke asked worriedly as he noticed my frown face. Luke was reliable like a family but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He's my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on the flight. I'll talk to him later myself." So that I could sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling, he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only an unrequited love, I knew it well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce is my first love but I'm not his. In high school, I was only a boring nerd in other's eyes while Pierce Anderson was the shining Quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though enmity rose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't want just to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head trying to get rid of those sad old memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was past. Pierce said they were over and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby now. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed down as I breathed in the scent of home. Our home. It wasn't as luxurious as his family's villa but cozy. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time and my marriage with Pierce was as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He was over a month of traveling for the sake of our family’s business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company all over Asia, and I was actually the Vice President of the company. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I really wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him and he would prize me with a sweet kiss. And then we might have passionate sex like what he gave me the night before his business trip. Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first and then we could do something else instead. I was happily envisioning our lovely reunion and my heart dropped when a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our life! I must have misheard. I rushed to the fridge in an attempt to calm myself with the aid of some alcohol. But the moment I touched the wine bottle, I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to get a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. Better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently but Pierce refused to quit from my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorway asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't say no when he claimed it was his duty as my best friend to take me to enjoy the real world. To not ruin our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend by his side and watching his happy face for another girl. I finally got up the courage to study abroad as I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me back. I returned in a hurry only to see a lifeless Pierce. His heart was harmed badly, by Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart was bleeding. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man to her, and how dared she harm him so badly! That witch! Pierce didn't tell anyone what happened except he was over with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It was so fcking hurt but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken and I wanted to fix him, not caring if I would ruin myself in the process. I fell asleep at home feeling so insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and I realized I had fallen asleep in the living area. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. “Peirce…” “Hmm,” he hummed as he walked towards the stairs. “Why did you sleep on the couch?” I stared at his face when he gently put me down on the bed. He caressed my hair and kissed my forehead. He was always so gentle and that was why I loved him so much. Even when making love, he was very considerate of my feelings. We'd been apart for over a month, my body missed him and my heart wanted him. “Where have you been? I’ve been waiting for you,” I said as I caressed his cheek. “Just met a friend. You said you were waiting for me, is it something urgent?" Looking at his gentle face, suddenly I didn't want to ruin the moment. so I closed my parted lips and swallowed the truth back in my stomach once again. Tomorrow, maybe tomorrow, I will have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, telling him that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. The moment he was about to leave me after giving me a goodnight kiss, I panicked for some reason. I then quickly grabbed him and kissed him with all my passion, trying to undress him, trying to make him touch me more and deeper. I missed him. I wanted him. I felt that the only way I could feel at ease was to let him put himself inside me again. To make sure he was still mine. "Wait Kels," Yet he stopped me by pinning my crazy hands on the bed. "I thought you said you're sleepy and you need to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and I could catch desire flashing in his eyes but I didn't know why it faded soon. He used to be happy when I became the initiative one. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose, “I’ll just take a shower. I smell alcohol.” I just nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. “Hey!” I greeted and smiled when I realized what he’d done. He prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the bed. “Good morning.” I grinned as I sat on the bed. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up and tilted my head as I stared at his handsome face. His eyes are deep brown. His eyebrows were thick and black, complimenting his beautiful eyes. His nose was proud and pointed and his lips were red and thin. He literally looks like a sexy bad boy. Even Damon Salvatore would be embarrassed to stand beside him. No one stands a chance against this man. “What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy.” He didn’t laugh. He heaved a sigh and gently tucked my hair on my ears before he held my hand and stared into my eyes. “I have something to tell you.” I felt my heart race. I thought about our baby in my womb. He’s got something to tell. I have something to tell him too. “W-What is it?” I asked as I felt my voice tremble. He took a deep sigh. “You know you’re important to me, right?” I slowly nodded with parted lips. I couldn’t answer. I’m scared of what he’s about to say. I have a bad feeling about this. “You were my best friend before we got married. You are one of the few people I treasure…” I hid my balled fists under the sheet. I don’t know why he’s telling me all this but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. “Kelly…” he paused and squeezed his eyes closed before he looked at me again in the eyes. “I-I think it’s time for us to divorce.” “P-Pierce…” I felt my heart clench. He smiled. “I know you don’t have feelings for me either. You just married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it’s time for our real happiness, Kelly.” I shook my head, “W-What are you talking about, Pierce?” “Lexi is back, Kelly. My first love is back.” Chapter 2 It Never Rains but It Pours Kelly’s POV I got off the bed and tried to leave but Pierce grabbed my hand. I immediately wiped the tears that rolled down my cheeks before he could see them. He stood in front of me and looked at my face as I tried so hard to look down and avoid his eyes. I felt my heart breaking into pieces. I thought… I thought I could make him fall in love with me within those three years together. I thought his feelings would level up and would see me as a woman rather than just a best friend. I was stupid for hoping and dreaming so high. I failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love Lexi. “Kelly…” I sucked my breath and swallowed the pain as I looked at him. I faked a smile, “I need to wash up before eating.” He stared into my eyes as if trying to figure out what I was thinking. I know he knew me too well so I tried so hard to hide my pain and smiled at him. He sighed and let go of my hand. “Okay. I’ll wait for you here. Let’s eat and go to work together.” Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along like he didn’t ask for a divorce? He wanted us to stay the way we were right after he told me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh Pierce, what was going on in your head? If I used to be able to force myself to stay in the seat of his best friend wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There's no way I could endure that kind of torture again, especially when I'm carrying his baby. The baby...I had thought it was good news for us but now...it would be more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from getting his true love and freedom. I knew how an unwanted child to grow up. My parents were divorced even before my mother died and the new family of my father hated me and it hurts like hell. I don’t want my baby to experience the same thing I felt. I need to keep my baby away from it. I faked a smile again. “We can’t. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models…” “I’ll go with you—” “No.” I pushed his hand. His eyes followed my hand before he lifted his face to look at me again. “You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?” “But…” “I have a personal driver, Pierce. I’ll be fine to go alone.” He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders were trembling really badly and when I thought about my baby, I swallowed hard and tried to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I need to be strong. I need to stay calm. I shouldn’t put my baby’s life on the line just because I got my heart broken. I have to deal with this smartly. I sucked my breath and finished my bath. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce was still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. “Hey! I picked your dress for today.” Since our marriage wasn't public, Pierce said he would try to do little things for me as a husband. He did it well and I used to enjoy these sweet moments but now, it was going to kill me. I grabbed the dress and went inside the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I faced him, his forehead was creased. I smiled. “I prefer red today. I’d feel beautiful in this dress.” His eyes went to the dress I was holding and his face immediately calmed down. He nodded and walked towards me. “I see. Help me fix this first.” I put my dress on his arm and started fixing his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision is becoming blurry again. Damn! “Kelly…” I jumped in shock. “Hmm?” “Are you okay?” I looked at him and smiled, “Yeah.” “I have another thing to say.” I finished fixing his tie so I immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before I walked past him and spoke… “Let’s just talk some other time. I'm going to be late.” I heard him sigh as he followed me again. I grabbed my underwear and got dressed while he was standing behind me. He’s silent the whole time as if he’s thinking about something. “You should eat before you leave.” I faced him and nodded. “I will. You should go now.” “Kelly, we’re on the same page, right?” I stared at him. No, Pierce. We’re never on the same page. All of these are just my stupid fantasies. I thought you had feelings for me and I was so wrong. “If it’s about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I’m really busy with the company. I will not run away.” “Kelly, I’m not just doing this for myself. I’m also doing this for you. You’ve been caged with me ever since we got married. I know you’re not happy because deep inside, you also want to find the man you deserve. Someone who will really love you. Not me. Not someone who’s half-hearted.” “I understand what you’re trying to say, Pierce,” I said and tried to turn my back but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything to capture my eyes and he succeeded. He looked at me worriedly. “You are my best friend. I don’t wanna lose you, Kels. You’re one of my few people…” “I know,” I said out of frustration. He looked shocked, so I calmed myself down. “I-I know. You don’t have to worry. I’m just stressed about work. It’s not about our divorce.” His lips parted and he slowly nodded as if he was able to breathe properly. He walked towards me and I froze when he gently kissed my forehead… “Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years but I was still such a coward. Why couldn't you just tell him that you love him, Kelly? He's your husband and you're carrying his baby! Tell him and he might change his mind! I swallowed hard and was about to tell him but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. " I gotta go." He scratched his head in apology and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke and he’s waiting outside. Eat before you go, okay?” With that, he left our room. The tears I had managed to suppress burst out again. Why would I think I could have a chance? He made his choice already the moment he asked for the divorce, didn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Stiff Upper Lip Kelly’s POV I entered the studio wearing just two-inch red heels and a red dress. Everyone was looking my way as I walked along the hallway. They’re all greeting me with a smile but my face remains stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning was still lingering in my head, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I failed my marriage. I took a deep breath to adjust my condition. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. “We can’t! She’s not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She’d get mad.” “We can just tell her the truth. She’s nice.” “Not in this situation, Lily! She’d scold us—” “What’s happening here?” I asked as I graced the room. The staff were now looking at me with worried expressions and I knew then that there was a problem. “G-Good morning, Miss Monroe.” Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurts. I stared at her blankly, “What?” “W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model has been refusing our calls. She said she heard that we’re changing our model so…she doesn’t want to come here. She’s even…threatening to file a case against us.” She bowed his head. I gritted my teeth and roamed my eyes around. “Where’s the marketing manager?” “S-She’s still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe.” I massaged my forehead and squeezed my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger. I felt everyone around me jump in shock. I groaned and sucked my breath before looking around. “Miss Monroe…” “What is this, Miss Hayley? You are the marketing manager, what is happening?” “Miss Monroe, I don’t know how it happened but Miss Chen heard that you are changing our model. She’s about to file a case against us—” Changing the model? How come I didn't know about this? Miss Chen had always been our trustful partner and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only cause a lot of trouble for the company. I would never allow such a cheap mistake. “I never asked for that. You must be mistaken." I cut her words to save time, " Fix this mess or I have to fire you!” "Miss Monroe...It's Mr. President who asked us to change it." Hayley spoke hesitantly. "He ordered that as soon as he came back from his business trip yesterday." I was hit by the truth. Pierce's order? Why didn't he tell me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." I was confused. Pierce was not a clueless businessman. He kept a clear distinction between work and relationships, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. “M-Mr. President…” Hayley bowed with respect as she saw the man who suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I gritted as I turned around to question him. He knew clearly how much effort I put into winning this project. I hardly had a good sleep those days and Miss Chen was the ideal one for us to work with. I remembered he agreed on it too. But now...he just changed the model as he liked without telling me in advance. I felt like a hard slap on my face. "Go ahead for the work. I'll make it clear to her." He pacified the staff first, ignoring the anger that was about to spew out of my eyes. "Answer me, Pierce! Why do you change the model so suddenly?" I couldn't hold my anger and he just touched my shoulder whispering to me, "This is not the place to talk. Let me explain it to you in the car." I looked around to notice others sneaking glances at us. Then I shook away his hands and walked toward the parking lot. But along the way, my heart was heavier and heavier. I had a feeling that I was not going to enjoy his explanation. "Now, say it." I blurted it out as we sat in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again. I couldn’t stand his stares. I couldn’t withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to look at me. He has no feelings for me and it hurts so much. “I-I…” he paused and sighed. “I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She’s also fit to be our model so I agreed—” “What?” I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away. He messed his hair up before he shook his head and held my hand. “I’m sorry I didn’t tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor and I can’t say no.” I took my hand back and looked at him in both pain and anger. “You can't say no to her so you'd rather harm the company, our company. You betrayed me, Pierce.” “Kels, come on. You know how much I love her. She’s my first love.” Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she's your first love. She's always the one you want no matter what it takes. As long as she frowned a bit, you could turn a blind eye to the pain and effort of others. You are so heartless, Pierce. “Well, you’ve decided. I don’t have a say in this since you’re the President. Just go. I’ll be in the office.” I said coldly as I opened the car door to walk out. “Kelly…” I looked him in the eyes. “Go home early. Let’s talk about our divorce at home tonight.” Chapter 4 Left High and Dry Kelly’s POV I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early but he didn’t come home completely. He wasn’t even answering my calls. Well, now Lexi was back, this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby was out of his plan. Sure, Pierce was not the kind who would force me to have an abortion. But he couldn't cut out his obsession with Lexi either. He might stay in this loveless marriage if his parents asked. But all I had would only be an empty shell. That's not a Father what I wanted for my baby. I wiped off the tears collecting at the corner of my eyes and collected the report. It was 5 am already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but still busy. What was he busy with? Was he busy making love with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I still remember the day when he came back after his first private vacation with Lexi. His joy was unmistakable. Nearly at once, I could tell they made love. The same day I returned to my room, I cried out loud as I took off my makeup. Nothing I did worked. I could never replace Lexi in his heart. I felt like hundreds of pounds pressing my chest. I decided to get a shower to wash away all the miserable emotions but the moment I opened the wardrobe, our intimate clothes were snuggled together bringing me back to the memory of how Pierce and I had sex here last time. It was that time he didn't use contraception. He was so passionate that I thought he finally accepted our marriage. I once believed his return from this business trip would be a fresh start for us but actually, it was a start for us to fall apart now. Unable to suppress my feelings any longer, I crouched down crying loudly. Why? Why am I always the one they choose to abandon? Why don't I deserve to be loved? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, I subconsciously touched the pillow beside me. Cold as last night. He didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear and my hair was a total mess, looking like a ghost. See, Kelly? That's what happened when you stepped into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continue on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy. Suddenly a wave of nausea flooded my stomach and I realized I hadn't even eaten anything last night. Feeling sick again, I run to the sink and puke. I spit yellowish liquid and it tastes so bad. I washed my mouth immediately and stared at my own reflection in the mirror. I shook my head and cupped my forehead as soon as I felt like throwing up again. I spit yellowish liquid again and while I’m washing my mouth, I feel a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried face was my husband Pierce. I’ve always been thankful that I have him as my best friend and husband but now…I’m losing him. Hopelessly losing him. “Are you okay? Are you not feeling well? You should’ve told me.” I stared at him through the mirror. “You didn’t answer my calls. Guilt flickered in his eyes. “I’m sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night.” I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. “Kels…” “I woke up late. I failed to prepare breakfast.” I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels...... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition......" “Kels, are we still okay?” I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He’s asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own. Just because his first love is back. I can’t believe him. I faked a smile. “I just don’t feel well today, Pierce.” He immediately squatted beside me which is not surprising because I know he truly cares. What surprised me is why is he still doing this after he buried a dagger in my heart. “Are you okay?” He gently touched my forehead and neck. “Are you sick? Tell me how you feel, Kels.” “My feelings don’t matter,” I couldn’t help but blurt out. He looked shocked because of what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face is mirroring his anger now. He’s completely lost his patience. “What’s wrong with you, Kels? You’ve been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn’t come home last night?” I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier but you just let me wait for the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?” He clenched his jaws and shook his head. “Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." “Kels!” He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. “Are you…in love with me?” I was taken aback? In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn’t fall for someone who has been protecting you ever since? But of course, I can’t tell him. It would only complicate things more. I don’t even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. “Are you on drugs? I’m not in love with you.” I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can’t let my emotions affect me but…but why are my tears falling again? “You are so pathetic, Kelly! You can’t even tell him how you truly feel,” I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour bathing. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He’s been constantly abandoning me. I can’t believe we’d reach this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** “Good morning, Miss Monroe…” “Good morning, Vice President…” I did not greet anyone back just like how I used to greet them back. I still feel pissed and my mood seems off. Irritation can easily take over me and I can’t control it. Probably because of Pierce’s divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. “Did you see her? I bet she’s Mr. Anderson’s girlfriend. They seemed close.” My forehead creased. Pierce’s girlfriend? “Ah! It’s a waste that I didn't see her face but I feel like it’s Miss Lexi.” “Lexi? Lexi Gilbert? The model?” “Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together.” “Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together.” “Are you serious? They’re best friends. You know, some people are better off just friends. It’s Mr. Anderson and Miss Monroe.” I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat on my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce’s social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together. Eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. Of course, there’s no way I can compete with her in his heart. She’s always the first one and I will always be the last in his priorities.		Novabeats-0530		4532	https://www.facebook.com/61559933356514/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561162	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/6/25, 10:31 PM	1733013396	1749267087		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468407153_584611200778001_2400659830441698561_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2iL09reY1FMQ7kNvgERRFAc&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYDVfn_LmdhvXWhBWfYeX3t-pDsre5htpiQewLrUQ6dX3A&oe=67517BAB	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561181	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/4/25, 2:18 AM	1733013408	1749021504		1942																										carcan.com	Order Now			DCO	BEST CHRISTMAS GIFT UNDER $10	{{product.description}}	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468831581_1715787735943897_4882567165738822225_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=8VLOS0dDb68Q7kNvgGMMmyN&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQ1ao3NS2SBpytvJRiJoU4j&oh=00_AYB4wjEjn7XvCX7G5rW30R1l4ef-mSu4YOu81zJQUw7rxg&oe=67517E97	PERSON_PROFILE	0					0		EXCLUSIVE: 1-DAY SALE! 🚨 50% OFF TODAY ONLY on Facebook! All we ask is you SHARE THIS POST TO BE FAIR - we lose money if you don't! 😊 • Millions of happy customers i❤️ • Billions of plastic bags saved ♻️ AS SEEN ON TV WITH SHARK TANKS HOST Don't love it? Keep it free - that's our guarantee! 😊 Text "SALE" to 227226 for exclusive deals & updates! ALMOST OUT OF STOCK ⏰ WE PROMISE TO ALWAYS OVER DELIVER AND WE APPRECIATE ALL THE SUPPORT OVER THE YEARS CARCANS FOREVER ❤️ Don’t Forget to share this post it helps so much		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560204	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/4/25, 2:20 AM	1733012755	1749021650		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581488580597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466034571_907950391342388_362086711241360079_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lbJnJjr3myMQ7kNvgGM0Y4P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYDSmUgscG_ZjFXRa3YhMlrbYTTkamgp5Ic0M8WlX3Ab8Q&oe=67517B4A	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561190	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/16/25, 7:37 AM	1733013414	1752669466		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/kellyhurrellfitness			1.0942245378886E+14	Kelly Hurrell Fitness LLC	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468655725_3466276076998833_2296726953472338785_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=xXcxOyGWpYgQ7kNvgFMJH8k&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQ1ao3NS2SBpytvJRiJoU4j&oh=00_AYCX_ssqHy0pTuPw7VaSS-nVacULYVAXmbsMTzh7pzAEFA&oe=67519152	PERSON_PROFILE	0					0				Kelly Hurrell Fitness LLC		421	https://www.facebook.com/100063707463913/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560061	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/13/25, 11:47 AM	1733012672	1749833228		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458745860_508995035182772_1924372475343827338_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KLDdz-jXNK4Q7kNvgHZdLwj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDgEaVMzY-Dv3Y3eYO5zizwHHBhE1MBmUKbC51wexpy5w&oe=675170B5	PERSON_PROFILE	0					0		"🎥 Binge-watching this series is like a rollercoaster ride! 😱 I can't stop watching it, and the next episode just keeps getting better and better. 🙌 ✨"		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561517	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/16/25, 8:09 AM	1733013561	1752671373		1942																										sarb.path-2-career.com	Learn more			IMAGE	Learn About Pharmacy Technician Certification: All You Need To Know	Understanding pharmacy technician certification: Your comprehensive guide By Taylor Greene | November 28, 2024 Are you considering a career as a pharmacy technician? Discover the vital role of pharmacy technician certification, the process to obtain it, potential benefits, and career prospects. This...	https://sarb.path-2-career.com/article/sarb-pharmacy-technician-certification-ea-navy-bg/?channel=mm_ch361&rac=Learn%20About%20Pharmacy%20Technician%20Certification%3A%20All%20You%20Need%20To%20Know			3.9435947710189E+14	Career Compass	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468611225_918640989847429_7375406677439955626_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Hm95Jqzhk50Q7kNvgHldhEr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYCGF9Hwr0Eq7bFUL6N0GEIQDK3YbQnHW_A1U7cKd1kUMw&oe=67517652	PERSON_PROFILE	0					0		Explore Info About Pharmacy Technician Certification: Learn What To Expect From the Process		Career Compass		352	https://www.facebook.com/61565893242719/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560986	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/7/25, 1:30 AM	1733013280	1749277827		1942																										ticketmaster.com	Shop now			IMAGE	www.ticketmaster.com		https://www.ticketmaster.com/ladies-rb-kickback-3-augusta-georgia-05-10-2025/event/0E0061798C39165C			1.480773878711E+15	YungFly Entertainment	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468916129_2517049968484665_1365002071308587057_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OH91AQGjbb0Q7kNvgF8uwbj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ApjZ6PxA-FHWd1cbZT4AqD6&oh=00_AYDMk0ONwuOWaJwt3RGqVT2VlSk-o0hoM_1IWZaAn1eouQ&oe=675191D5	PERSON_PROFILE	0					0		AUGUSTA, GA! PREPARE FOR AN UNFORGETTABLE NIGHT OF MUSIC WITH US AT THE LADIES R&B KICKBACK CONCERT! THE LINEUP IS STACKED, AND WE CAN’T WAIT TO SING ALONG WITH YOU! DON’T MISS OUT ! PURCHASE YOUR TICKETS NOW ON TICKETMASTER! 💕 #yungflyent #yungflyentertainment		YungFly Entertainment		38794	https://www.facebook.com/100069168113422/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560844	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/7/25, 1:45 AM	1733013193	1749278702		1942																										pianobypictures.gospelonthegopiano.com	Learn more			VIDEO	Become Next Piano Player For Your Church (For Beginners)		https://pianobypictures.gospelonthegopiano.com/black-friday-free-bundle-gift			1.0901847063016E+14	Gospel on the Go	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468625053_2018834151873369_5472009347442185184_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=TG0_yc29IhMQ7kNvgGpr4qZ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGrh9xaqsrmLcvdaaClwGN-&oh=00_AYCHkM65ojtG_9b2cTO4kGbarAqbWtDIJaVEHGUTA83_KA&oe=67517B68	PERSON_PROFILE	0					0		What's the fastest way possible for an adult beginner to learn piano? Even learn good enough to play in church, (no previous experience required). Piano by Pictures of course! What makes the Piano by Pictures and Gospel on the Go method work for thousands of people who have struggled to learn piano the traditional way? Actually... it's pretty simple... Pictures! Instead of using traditional music notation that takes YEARS to learn, this simple program spells everything out with simple pictures that are easy to comprehend on sight, even if you know nothing about music or the piano. For a limited time you can get our most popular book, our gospel book, and a bonus book for free. Just cover shipping and handling and I'll send you yours today! But be warned... we may run out of these books soon! "I can't believe how easy this is. I took piano lessons as a child and it never made since to me. For years I have regretted quitting. When I sat down and played my first song in a few minutes I was blown away at how simple it was. I wish I'd had this 50 years ago." - Sharon Marshall		Gospel on the Go		15451	https://www.facebook.com/100063679353101/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561287	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/7/25, 4:01 AM	1733013455	1749286873		1942																										en.redshirtsalwaysdie.com	No button			IMAGE	Princess Stephanie, 59, looks unrecognizable; probably the prettiest princess to exist. Here's a look inside the life of Monaco's most scandalous royal, ranging from her rebellious behavior, turbulent relationship history, to joining the circus.		https://en.redshirtsalwaysdie.com/view/?id=princess-stphanie-facts-red&src=facebook			4.7577835591991E+14	BB - Best Bios	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468602935_3245650592237325_1328316680701965251_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Db1gCkl1M7YQ7kNvgF4zyqr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIyMdduqqdKCVjCvrj7xR6e&oh=00_AYBfsLGDSN3H8PTQGbaNwlRnQT2NsPHMGlkuyHQstbefmw&oe=675168B4	PERSON_PROFILE	0					0		At 59, Princess Stephanie looks very different; arguably the prettiest royal alive. Here's why Princess Stephanie is Monaco's most controversial royal, from the Grace Kelly car crash and troubled marriages.		BB - Best Bios		45078	https://www.facebook.com/biographyrules/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2560322	1	active	11/30/24, 6:27 PM	7/16/25, 8:18 AM	1733012824	1752671908		1942																										amazon.com	Learn More			CAROUSEL			https://bit.ly/ANYWHENbyBethDuke			2.0012838332687E+15	It All Comes Back to You by Beth Duke	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468830576_1536390521088482_1743270523316188094_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=VxnFkhybodYQ7kNvgELGjdW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYBLhZwXLEqCbcXhfa7Myk9DNbL6fTpTi3zpGaMFMipAWw&oe=6751938C	PERSON_PROFILE	0					0				It All Comes Back to You by Beth Duke		429	https://www.facebook.com/ItAllComesBacktoYou/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561171	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/9/25, 3:38 AM	1733013400	1746779919		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468621573_1005310588069905_1721103290962455362_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mzvTiLjR1SMQ7kNvgGjeAu2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYAV904oEMrHB4Rv-HUvxJOSjGSK9JPpRV-jKvA2XdErXg&oe=67516E78	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560666	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/4/25, 2:52 PM	1733013056	1746388365		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215806635480204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466730686_511721435182749_2595414389063866027_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=vzSWMQCCAvwQ7kNvgGixEzI&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYAfK2HtZRyek4yX3O0OdfZcWuDLnP4xfnpMRVNMe56ysw&oe=67517254	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561362	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/16/25, 8:35 AM	1733013492	1752672922		1942																											Contact us			IMAGE	*NEW* Makita 18V LXT 18-Gauge Cordless Brad Nailer (Tool-Only) XNB01Z		https://facebook.com/marketplace/item/1704340453814101/			4.6609411325214E+14	Alycea Kelly Szirovatka		REGULAR_PAGE	1					0		*NEW* Makita 18V LXT 18-Gauge Cordless Brad Nailer (Tool-Only) XNB01Z - $250.00 Makita XNB01Z 18V LXT Lithium-Ion Cordless 2" Brad Nailer 18GA (Tool Only) multiple on hand ask me if you multiple Facebook Marketplace		Alycea Kelly Szirovatka		0	https://www.facebook.com/Alycea-Kelly-Szirovatka-466094113252137/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
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2561185	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/15/25, 4:54 AM	1733013413	1752573278		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/strathberry			1.8564828495072E+14	Strathberry	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468335207_1075510664048610_2296793983936741768_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=p1FT3ZLRshAQ7kNvgGC9DL2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQ1ao3NS2SBpytvJRiJoU4j&oh=00_AYCIEeZlnLHcUfaAHa5YR0lnuYEZZRY6RBTC05pjbaj3RQ&oe=67518527	PERSON_PROFILE	0					0		Meet the brand loved by Margot Robbie, Lady Gaga, JLo, Kerry Washington, Anna Kendrick, Kelly Rutherford and more… #strathberry		Strathberry		93444	https://www.facebook.com/Strathberry/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560352	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/8/25, 3:45 AM	1733012850	1749372354		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/luxury_bagss_ws			2.4707298849445E+14	luxury_bagss_ws	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/464263419_521530274062521_4740858448294025540_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=36W3RHmMUSUQ7kNvgFBvenz&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYB69RNxYVq9tcJ-33hgjh2Li_NfCt0EFMDJdef38rBzzA&oe=675193CE	IG_ADS_IDENTITY	1					0				luxury_bagss_ws		0	https://www.instagram.com/_u/luxury_bagss_ws	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
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2560306	1	active	11/30/24, 6:26 PM	7/15/25, 4:56 AM	1733012809	1752573410		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=158964247257618&rawadid=120216736330390492			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465420849_532908652971622_4396360912570190015_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=HILmW35aCBoQ7kNvgHcJMrv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYDkEmevRcmFr1RqlPum4OfDbIG2hfVVV0Wsp8y88nTUfA&oe=67519755	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560525	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012969	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215437202030204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465473276_1689747998426179_8878505075294696366_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Le4hkXsKKcAQ7kNvgEFdA7j&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYBmQAlnyLzzI7-5z07EV6mA-b9rtcis6XaUmATq0khp6A&oe=67517434	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560407	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/13/25, 8:54 AM	1733012893	1749822850		1942																														IMAGE						1.0039244845721E+14	Patricia Mabel Kelly, Author	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468877866_538181162542665_1540913767705641358_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hE8xXa3_NusQ7kNvgGh0Jp0&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYCJfa8eSQw0LYlqknKzE9o6mXcC9sLdOB8pwqoYSdqcJw&oe=67518517	PERSON_PROFILE	0					0		AVAILABLE ON AMAZON. ENJOY THE WISDOM THAT COMES FROM ONE OF THE BEST TV SERIES OF ALL TIME! 25% OFF LIMITED TIME. THE PERFECT STOCKING STUFFER!		Patricia Mabel Kelly, Author		64	https://www.facebook.com/PMKbooks/	0										View Edit Delete
2560531	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/1/25, 11:58 PM	1733012973	1746161927		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215572899620204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465182885_1312771176762452_4155136156332691701_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6tvSE6aLpwAQ7kNvgGEy6ks&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYD-Bo2FVkS74bg38ROYYUk4Ug6a9YaGPhfrdnIER2CDOg&oe=6751781C	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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The king released a roar that made every member of the pack flinch and drop their heads lower in submission. With my face only a few inches from the ground, I watched with terror as the king moved away from me and stood before my biggest bully Kate. The greater distance between us allowed me to see more of him. He was larger than the other Lycans, his body covered in knotted scars that were visible beneath his fur. His claw was the size of Kate's head as he punched it through her ch#st, ripping her heart out the other side and sending the pack into a flurry of sobs and terrified mumblings for mercy. "You will do well to teach your pack to respect those above them." The witch's voice called out again, but I was trapped staring at Kate's body as the king pulled his hand out, and it fell to the ground. I was aware of him walking back to me, but I couldn’t take my eyes away. It was the large hand that grabbed me by my backpack and lifted me off the ground like a doll that brought me back to reality, and I instinctively met the glowing red eyes of the Lycan King. His deep voice sent a chill through me as he spoke, "Mine." --- Janet's P.O.V. I felt uneasy as soon as I entered the pack house. The way my pack mates were smirking at me, laughing behind their hands... I knew they were up to something. Their pranks and bullying had been getting worse and more painful each time they managed to get me alone. My bruises still hadn't gone away from the last time. My body ached from the beating I had taken two days ago, but I was only a few hours away from it all ending. I just needed to get to Calvin before they set their plan into motion. Calvin was my boyfriend of four years. He was the only one that cared for me, and the only one I could trust. We were high school sweethearts. He was also the next in line to become the Alpha of our pack. That didn't matter to me, but it did matter to the other women in the pack. They hated that he was with me. They felt that they deserved a stronger Luna than I would be, and they all wanted to be his chosen one. I hadn't even shifted yet. To them, I was no more than an omega...a runt as they liked to call me, the weakest of the litter. It should have happened three years ago when I turned sixteen, but it didn't. Now I was nineteen, the age at which we could recognize our mates as our wolves should have matured by then. Had I shifted, I would have known Calvin was my mate already, but we had to wait the extra two months until today, his nineteenth birthday, for him to recognize me as his mate. Calvin didn't care that I hadn't turned. We had been together since before either of us were old enough to shift, and we were both positive that we were mates. He stood by me and protected me from the cruelty of the wolves around us when I failed to shift with the others. 'Calvin? Where are you?' I asked through our pack link but received no response. "Poor little human, you have a lot of guts to show up here right now. Do you have any idea how happy the pack is? Having you here will just ruin it. This party is for pack wolves only." Kate, my sister's best friend, said as the crowd parted for her, and the music stopped. All of the party guests stopped dancing and talking to watch as the biggest bully in the pack approached me. The flashing lights of varying colors continued in the uncomfortable silence. I hoped the man of the hour would see the disruption and step forward to my side, but he didn't. As I glanced around at all of the amused faces, he was nowhere to be seen. "Calvin invited me. I am in this pack, and I'm allowed to be here." I whispered, but I could feel the heat building in the back of my eyes as they all laughed again. Something was going on, and it was more than just Kate running her big mouth. "Even he doesn't want you here." She sneered before smiling at me widely. "See for yourself. Where is Calvin, hm? I think he went up to his room. You should go bring him back down to the party and see what he has to say." I held his present against my chest tighter as I narrowed my eyes. She was up to something, but I wanted to get to Calvin more than I wanted to deal with her b##lsh!t. As I took a step forward, Kate stepped to the side, and I could feel everyone watching me with amusement as I went up the stairs. Calvin's room was at the end of the hall behind double doors, and I rushed toward it. I could hear people coming up the stairs behind me, no doubt being led by Kate, but my salvation was only a few feet away. As soon as I got in his room, I could close the door and act as if none of them existed. It would just be the two of us. There was a stirring in the back of my mind as I wrapped my hand around the cold doorknob. It was a warning, telling me not to go inside. It wanted me to turn around and run, knowing this was a trap. Yet, I turned the knob anyway and pushed the door open. The loud moan of the female beneath my boyfriend made me freeze, and I stared wide-eyed at the couple tangled together. Calvin thr#st into her quickly, releasing his own groans of pleasure. My stomach tied in a knot, and it felt hard to breathe. The small spark of light in my life was extinguished, sending my mind into complete darkness as I processed what I was seeing. He lifted his head, meeting my tear-streaked face, but not seeing me as his wolf was in control. His canines extended just before he latched onto her neck, puncturing the skin and marking her as his mate. My sister. "No," I whispered as my hand covered my mouth. Calvin pulled back snarling at the disruption. "I told you he didn't want you," Kate whispered into my ear, and my sister laughed from beneath my boyfriend as she reached up and ran her hand through Calvin's short blonde hair. "Would you mind closing the door, Janet?" Kelly asked innocently, but the malicious look in her narrowed eyes showed she was pleased by her victory over me. Not only had she stolen the love of my life, but she was now to be his Luna. "I'm trying to have a private moment with my mate." Mate. The word seemed so empty now. Calvin had hated Kelly. He had watched how mean she was toward me and resented her. Now, he was baring his teeth at me, defending her. "How could you?" I choked out as a sob wracked through my ch#st, and the present in my hold dropped to the floor before me. The sudden and loud noise seemed to snap Calvin back into control, and his eyes returned to their normal brown. His jaw dropped open as he glanced from me to my sister with guilt, but he didn't look the least bit regretful. He was happy to have found and marked his mate, he only hated that he had been caught cheating. The torn look on his face only made me angrier as he gasped my name while he pulled out of my sister. She sat up as he climbed to his feet, neither of them ashamed to be seen n@#ed. "Janet, I…" He said, stepping forward and causing me to take a step away, only to be pushed back toward him by the crowd of on-lookers. I stumbled forward, trying to stay as far away from him as possible. The steady stream of tears blurred my vision, and my ch#st hurt as he whispered my name again. "Janet…She’s, my mate." He finally announced, causing the house to cheer in celebration that their future Luna had been claimed.		Explore Reading		723	https://www.facebook.com/100055052029909/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
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2561529	1	active	11/30/24, 6:39 PM	5/5/25, 1:38 AM	1733013567	1746427100		1942																										sarb.path-2-career.com	Learn more			IMAGE	Learn About Pharmacy Technician Certification: All You Need To Know	Understanding pharmacy technician certification: Your comprehensive guide By Taylor Greene | November 28, 2024 Are you considering a career as a pharmacy technician? Discover the vital role of pharmacy technician certification, the process to obtain it, potential benefits, and career prospects. This...	https://sarb.path-2-career.com/article/sarb-pharmacy-technician-certification-ea-navy-bg/?channel=mm_ch360&rac=Learn%20About%20Pharmacy%20Technician%20Certification%3A%20All%20You%20Need%20To%20Know			4.2843899035434E+14	All Things You	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468733243_1576576499664814_3686551284134858293_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bX8kRX2G6PkQ7kNvgHMj15Q&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYDBa9LUOnVTf4s_g1UhRaXGgWG9hJ9Lpqe06z9MO6gFng&oe=675174BD	PERSON_PROFILE	0					0		Explore Info About Pharmacy Technician Certification: Learn What To Expect From the Process		All Things You		251	https://www.facebook.com/61565984499089/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560715	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/13/25, 8:23 AM	1733013094	1749821006		1942																											Contact us			IMAGE	1998 Jeep Wrangler · SE Sport Utility 2D		https://facebook.com/marketplace/item/567677099135835/			1.0454069858364E+14	Kelly Mckinney		REGULAR_PAGE	1					1		1998 Jeep Wrangler · SE Sport Utility 2D - $5,200.00 1998 jeep wrangler ,new tires a d wheels 112,000 miles 4cyl 5 spd good on gas always garaged new shocks runs amazing evreything works ,1 owner regular maintenance done Facebook Marketplace		Kelly Mckinney		0	https://www.facebook.com/Kelly-Mckinney-104540698583641/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560722	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013100	1744666056		1942																											Send Message			CAROUSEL	Chat with me💕					1.4866825166178E+14	Kelly Johnson	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467879369_1101183141492910_9124980372484368246_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ibJ3Ywvh3aAQ7kNvgHfZr4B&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYAXix4ZkRwGaa1yPnQwHjmhi-pti2-KRFQUrJg4QiKtNA&oe=67518019	PERSON_PROFILE	0					0				Kelly Johnson		214	https://www.facebook.com/61552280437246/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
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2560987	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/6/25, 4:36 AM	1733013280	1749202619		1942																										www.litter-robot.com	Shop now			VIDEO	Litter-Robot 4	Top rated and trusted litter box	https://www.litter-robot.com/			1.0311012573248E+14	Kelly Marcelo	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468834534_3343105662487476_3814587720412226547_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bMWA4O0WGD4Q7kNvgHtGyN4&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax7uj5cmm-zestqcBjsp3zF&oh=00_AYDwVacvNfgi3gMBCuOuAfF1rqKoqbTLlB-lMisPcFEaBQ&oe=6751776E	PERSON_PROFILE	0					0		I am a motherrr, ok?! My cats have got to be the most boujie kitties in the world, and they desperately needed a litter box upgrade. Trying out @Litter-Robot has been on my wishlist for soooo long, and now that I've experienced a life without scooping, I wish I would have tried this sooner omg.😭 Not only does Litter-Robot 4 look sleek in my apartment, but it also handles all the not-so-aesthetic parts of being a cat parent. Rex and Cinco took to it immediately, and it's the perfect size for my big kitty Rex and smaller baby Cinco! Litter-Robot 4 is self-cleaning, which means it automatically separates waste from clean litter after every use to trap odors and give my kitties a fresh litter bed every time. This has been sooo useful for us as a multicat households!🐈🐈 But my favorite part has got to be the Whisker app. I get real-time updates on litter levels, waste drawer capacity, and even insights into my cats’ weight and litter box habits. I swearrr it feels like my own personal pet assistant, like I live my life by this app now lol. It tells me everything I need to know to keep my cats happy and exactly when I need to get all my different cat chores done. I'm just so excited that my scooping days are OVER, and I can get back to making my apartment as aesthetic as possible without having to hide this corner from you guys. Check out my link to learn more about Litter-Robot 4! Do you think your cats would love it as much as my twins do? 🤗		Kelly Marcelo		35	https://www.facebook.com/100082081671899/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561042	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/5/25, 4:18 AM	1733013331	1746436740		1942																										kellyshauretteart.com	Learn more			IMAGE	Kelly Shaurette Art		http://kellyshauretteart.com/			1.2253352427097E+14	Kelly Shaurette Art	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468537701_1791553381596887_3532490942717735934_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uj8igH9mzfEQ7kNvgFEORNi&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYCCXO--iIiV9jfansKiLzPrGSgJJoJHD2uxFuZaGmfR1g&oe=675186D8	PERSON_PROFILE	0					0		Local art always makes a great gift for the holidays. Check out our holiday open house at Guild Hall Gallery on Saturday, November 30th from 3-6pm and meet local artists and find that perfect gift. If you can’t make it, check out my website at https://www.kellyshauretteart.com		Kelly Shaurette Art		48	https://www.facebook.com/61550799719806/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560655	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/29/25, 8:58 PM	1733013050	1745978311		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507560550204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465672282_573760355129759_2003306799002816875_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=PGoztx7aZ38Q7kNvgFYsr6k&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYDxdOxYtM2Yh2fJ3IRgtam2Qd1y35s9oNXolmPlrHkhkg&oe=6751665B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561487	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/14/25, 10:42 PM	1733013548	1752550954		1942																										c.whastory.com	Learn more			VIDEO	🔥🔥 Click to Read 👉🏻👉🏻		https://c.whastory.com/ad/bnV0cmVhZHMvMzY1NTU5LzIwMjQxMTI3MTM1NjEzL3BhZ2U=?adid={{ad.id}}			1.509108181149E+14	Wha004	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468535864_572509415429026_4086268529972800738_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=e6ZUMTirzDIQ7kNvgEtoTy7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYCf_WHnY7eYrTKBnnK5sg1ULYFPAwZhbGvkRZDG4MU9_A&oe=67519039	PERSON_PROFILE	0					0		"I'm sorry you lost your baby, Dove." "My baby? Not ours?" I can't believe what I'm hearing. He doesn't even seem a little bit upset! "Maybe this is for the best; you know I wasn't ready to be a father anyway." I'm so uncomfortable that he's having this conversation in front of Jenny—it feels like he's purposefully trying to embarrass me. I glance slightly towards Jenny to ask her to leave but notice her trying to hide the grin on her face. Just as I'm about to ask Jenny about the grin, Kelly beats me to it. I didn't even realize she saw it, but I'm grateful she did. Kelly walks slowly towards Jenny, clearly ready to call her out. "What's so funny? You think this is a joke?" — I'm so lost in my thoughts that I barely register the soft squeak of my hospital door opening. I don't need to look up to know it's Kelly; the familiar scent of her light vanilla perfume gives her away. Before I can turn around, she's already climbing into my hospital bed, wrapping her arms around me from behind in a tight hug. I didn't realize how much I needed her until this moment. I don't have to be strong on my own anymore, and I finally allow myself to grieve, letting the tears I've been holding back flow freely. As my sobs shake my body, she just holds me tighter, not saying a word or trying to hush me. It's exactly what I need—just the space to feel everything. Even the ache in my chest feels a little lighter with her here. It feels like I've been crying for hours, but it's really only been about twenty minutes. When I finally manage to take a deep breath and regain some control, I hear Kelly's soft sniffles and realize she's been crying too. I reach for her hand, gently lace my fingers with hers, and give it a squeeze, offering her some comfort in return. After lying here for a while, sniffling and holding each other, Kelly finally gets up and sits in the chair next to my bed. She takes my hand again, her eyes full of concern and sadness, waiting patiently for me to open up. So, I do. I tell her everything—the unbearable pain that hit me at home, the terror I felt when I saw the blood running down my legs, how I tried calling Daniel and Jenny, but neither of them answered, and how I eventually had to call an ambulance on my own. The words spill out in a broken stream, and I feel her hand tighten around mine as I speak. I tell her about Dr. Smith and Nurse Jackie doing everything they could, but in the end, they couldn't save the pregnancy. As I speak, I see a range of emotions play across Kelly's face—sadness, empathy, love, and then, unmistakably, anger. She's never liked Jenny, always saying she gives off weird vibes, and honestly, I agree. I have talked to Daniel about it so many times, but he's made it clear that Jenny is one of his closest friends and he won't let her go. Part of me understands, because that's exactly how I feel about Kelly. Kelly climbs back into the bed with me, wrapping her arms around me again. She doesn't let go, and I'm grateful for the warmth of her embrace. After a while, she speaks softly. "I'm so sorry, Ari. I'm sorry you had to go through this alone since yesterday. Why didn't you call me? You know I would've dropped everything to be here with you." I let out a sigh, knowing I owe her an explanation. "I know, Kells, but... I guess I just wanted to pretend a little longer that this was all just a bad dream. When I finally worked up the courage to call you, it felt like I was admitting that it was real, you know?" She hums but doesn't press further. "Okay, hun, I get it. Now I'm starving, and I'm ordering us some food." We spend a couple of hours cuddling and watching TV. Nurse Jackie pops in every now and then, probably just checking in on how I'm holding up. Eventually, we convince her to join us for lunch, which turns out to be really nice. Nurse Jackie tells me I have to stay another night for more blood tests because Dr. Smith found something in my bloodstream that's worrying her. Kelly quickly offers to run out and grab me an overnight bag. "You definitely need a nice hot shower," she says, and I can't help but agree. Just as Kelly is about to hand me a glass of ice water, Daniel casually walks into the room with his "bestie," Jenny. I'm surprised to see her here. I'm not sure if I should say anything or just let it go. I don't understand why she needs to be here. After our argument, she didn't even attempt to apologize for the things she said and just pretended nothing happened. This woman clearly doesn't like me—anyone can see it in her eyes—so her being in my hospital room right now makes my skin crawl. Daniel silently plops himself into the chair next to me, not bothering with a hello. Leaning in, he takes hold of my hand and gives it a small squeeze. "I'm sorry you lost your baby, Dove." "My baby? Not ours?" I can't believe what I'm hearing. He doesn't even seem a little bit upset! "Maybe this is for the best; you know I wasn't ready to be a father anyway." I'm so uncomfortable that he's having this conversation in front of Jenny—it feels like he's purposefully trying to embarrass me. I glance slightly towards Jenny to ask her to leave but notice her trying to hide the grin on her face. Just as I'm about to ask Jenny about the grin, Kelly beats me to it. I didn't even realize she saw it, but I'm grateful she did. Kelly walks slowly towards Jenny, clearly ready to call her out. "What's so funny? You think this is a joke?" Jenny turns to Daniel with this exaggerated look of shock, like she's the victim here. And, of course, the idiot falls for it. He drops my hand and steps between them, like he's trying to protect her from some kind of threat. "I'm sure you saw wrong, Kelly," Daniel says, trying to smooth things over. I jump in, my voice unsteady with anger. "No, I saw that smirk too. Why is she even here, Dani? This isn't a conversation she should be part of." I know he's going to ignore me—he's been doing that a lot lately. It's always the same old nonsense, and honestly, I'm reaching my breaking point. "Oh, come on, Aria, be realistic," he says, exasperated. "She's my friend, and I was going to tell her about this anyway. You talk to Kelly about stuff at home too, so it's only fair I get to do the same." Then he turns around and takes Jenny's hand. "Let's go, Jen. We don't need this." And just like that, he walks out with her. I try to hold it in, but a harsh sob escapes my lips, raw and painful. I don't want to cry in front of them, but I can't help it. I can't help but wonder why he keeps choosing her over me. This should be a time for us to lean on each other, to be strong together, but it's like the miscarriage doesn't even faze him. When did I lose the supportive boyfriend, the boy I grew up with? When did he turn into this stranger? I look at Kelly, and I can see the anger simmering in her eyes. I know she wants to go after Daniel and Jenny, to give them a piece of her mind. But instead, she stays by my side, offering the support I so desperately need right now. I couldn't wait to get home and climb into my own bed. The nurses and doctors are amazing, but there's nothing like being in your own space. I unlock the door and walk inside, hoping Daniel is home, but it's completely silent, so obviously he isn't here. I take off my jacket, hang it on the coat rack by the door, and stretch my stiff muscles. I glance towards the kitchen and let out a puff of air because I know what's waiting for me there. I was in the kitchen when the cramps hit me out of nowhere, and the amount of bleeding and how quickly it happened was overwhelming. As expected, the mess is still there, including my footprints from when I walked over to the counter to get my cell to call for help. I put my medication on the counter and get the bucket and rag out to clean up a bit. Just as I'm about to fill the bucket with water, Kelly walks into the kitchen from the laundry room. "Okay, Ri, I put the clothes in the washing machine. Do you want me to hang them outside or put them in the dryer when they are done?" she asks absentmindedly. "I'll hang them outside, don't worry. Thanks, Kells." Opening the tap at the sink to fill the bucket with hot water, Kelly walks over and hip-bumps me out of the way. "Move, I'll handle this. You go get in the shower." "No, it's really okay. I just need to clean the blood off the floor first and then I will go take a shower," I say, pointing to the floor. She shakes her head. "Nah uh. All you need to do is take that shower and get to bed. Nurse Jacky gave me strict instructions to make sure you get enough sleep and finish your meds. I plan on following her orders to the T." "Thank you, Kells, but it's blood. I can't ask you to clean that." "Good thing you didn't ask, right? I know where the gloves are, and I know where you keep your bleach and everything I will need. Now, please go before I call Jacky on you." Chuckling at her threat because I know she will really do it, I give her a tight hug and turn to walk to my bedroom. Lowering myself to the shower floor, I let the tears come, feeling every bit of the hurt. My chest is so tight, it feels like it's being squeezed. It's hard to breathe, like I'm trying to get air in my lungs but it's just not happening. I sob and allow myself the time to grieve for my baby. My throat is raw by the time I start to calm down. Pulling myself back together, I give my body a final rinse and switch off the water. It's like Kelly was waiting for me just outside the door because as I step out of the shower she walks in, wraps me in a warm towel, and hugs me from behind. She got me everything I needed, including a pad, and I'm so happy she is here with me right now. Once I'm dressed, she quickly blow-dries my hair and puts me in bed. She makes sure I'm comfy, turning on the electric blanket and tucking me in tightly. I must have slept for a few hours because when I open my eyes, I notice the room is dark. About ten minutes later, Kelly walks in. She has a bag full of food from my favourite Chinese place. She puts on the light and gets into bed next to me. As we relax in bed, my head laying on her lap, we hear the front door open and then close. I lift my head and move over to sit beside Kelly. When Daniel walks in, he looks genuinely surprised to see us here. His eyes flick between us, and he awkwardly waves. Kelly stands up, and for a moment, I feel panicked. But she gives me a soft smile, whispering she's just giving us a chance to talk. As she walks past Daniel, she gives him the meanest side-eye imaginable. I thought Daniel would come sit and talk to me about our baby and what happened, but instead, he walks right past me and goes to the bathroom. I can hear him digging through the vanity, moving things around, and opening and closing drawers. What is he doing? Is he avoiding me? "Did you clean up the mess you made in the kitchen? I'm not touching that blood. It's disgusting," he yells from the bathroom. What is wrong with this man? "Are you joking right now, Daniel?" I snap back. "I can't believe you just said that. I lost our baby, and all you care about is the mess—the mess you obviously saw and left anyway." "Look, I didn't ask for this, alright?" Daniel answers. "It's not like I wanted the child to die. I can't deal with this right now. Just clean it up, okay?" "Doesn't any of this bother you?" I demand. "Don't you care about me, even a little, Dani? I went through the miscarriage alone. You didn't even bother answering a simple phone call." He lets out a frustrated sigh and walks back into the room. "Okay, I get it, I messed up, and I'm sorry," he says, waving his hands around in frustration. "I don't know how to handle any of this!" We both stay quiet because I know I can't be too harsh on him; we all deal with pain differently, and I need to let him grieve in his own way. He walks further into the room and grabs a duffel bag. I follow his movements with my eyes. Turning to me, he says, "Aria, let's face it: the baby wasn't healthy enough to make it. You weren't that far along anyway. Jenny said it wasn't even considered a baby yet, so you really shouldn't feel this sad about it." I feel like I can't breathe. "So, I'm not allowed to feel anything because of what Jenny said? She doesn't even have a say in this," I say, my voice shaky and barely audible. Tears sting my eyes because all I want from Dani right now is understanding, a hug, or maybe just a glimpse of my childhood best friend, but I don't know this person anymore. Daniel's jaw tightens, and he runs his fingers through his hair—a habit of his when he's frustrated. When he finally looks at me, his eyes seem hazy, like he's lost in his own world. "Look, I didn't ask for this mess," he snaps. "It's not like I wanted the baby to die, but you need to face reality. You lost a fetus, not a child! You are making this harder than it needs to be." He doesn't wait for a reply and starts packing a few things into the bag. I watch him closely, tears slowly running down my face as he does. When he's finally done, he looks at me, "Dove, I'm going to leave for the night to clear my head. Maybe ask Kelly to stay over or something." With that, he walks out of the room.		Wha004		47	https://www.facebook.com/61554431895436/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561506	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/16/25, 3:50 AM	1733013557	1752655852		1942																										forlest.com	Shop Now			DCO	Fuller-Bust Comfort	Grab 2 for better deals!	https://forlest.com/collections/best-seller			1.0961588128236E+14	Forlest	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468842465_560499513498132_4442982646140185278_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jX0hEVo0bcQQ7kNvgHNYMr-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYDGAvPAPDguGEaslM6xrEsuGBfMXxCmkVLOrXh7Rn3PTw&oe=6751912E	PERSON_PROFILE	0					0		Fuller-bust ladies, say goodbye to discomfort with FORLEST® wireless bra. Our innovative Jelly Ge® technology provides the support we need without the pinch of underwires.		Forlest		10013	https://www.facebook.com/forlestofficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560850	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/29/25, 12:29 AM	1733013199	1745904544		1942																										Opens Instagram	Learn more			IMAGE			https://www.instagram.com/			1.5140850823522E+14	Superior Tradelines	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468713777_4045021412451068_2592075573353566048_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=PmX63t_xo4MQ7kNvgF394FV&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYArcaMmFbmlRJpXjVFk-DvgAxm2ZAVOz-IGEq4g9V_aFQ&oe=67517019	PERSON_PROFILE	0					0		𝐃𝐢𝐝𝐧'𝐭 𝐆𝐞𝐭 𝐀𝐩𝐩𝐫𝐨𝐯𝐞𝐝 𝐟𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐌𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐠𝐞? 𝐃𝐨𝐧’𝐭 𝐠𝐢𝐯𝐞 𝐮𝐩 𝐨𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦 𝐡𝐨𝐦𝐞 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐲𝐞𝐭. What if I told you that in the next 60 days or less, you could: ✅ Get approved for that mortgage, ✅ Boost your credit without needing perfect scores, ✅ And take control of your financial future once and for all. That’s exactly what we do at 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫 𝐓𝐫𝐚𝐝𝐞𝐥𝐢𝐧𝐞𝐬. We specialize in helping people just like you turn that 𝐦𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐠𝐞 𝐝𝐞𝐧𝐢𝐚𝐥 into 𝐚𝐩𝐩𝐫𝐨𝐯𝐚𝐥 by fixing your credit and opening doors to better financial opportunities. Not too long ago, I was in the same boat—turned down by lenders because of my financial situation. But once I discovered a proven 𝐌𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐠𝐞 𝐀𝐩𝐩𝐫𝐨𝐯𝐚𝐥 𝐏𝐫𝐨𝐜𝐞𝐬𝐬, I went from being stuck with rejection letters to building a strong credit score and finally getting approved. That’s why I started 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫 𝐓𝐫𝐚𝐝𝐞𝐥𝐢𝐧𝐞𝐬, to help others do the same. We’ve helped over 𝟏,𝟎𝟎𝟎 𝐩𝐞𝐨𝐩𝐥𝐞 hit their credit score goals, whether it’s buying a home, refinancing, or securing better loan terms. Here’s how: - 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 had $8,000 in credit card debt wiped out, boosting his score and getting approved for his first home. - 𝐊𝐞𝐥𝐥𝐲 saw over $20,000 in student loans removed, finally qualifying for a mortgage after years of trying. If you’ve been turned down for a mortgage, don’t lose hope. The solution is simple—𝐟𝐢𝐱 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐜𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭 with the help of experts and get back on the path to owning your dream home. 𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐟𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐬𝐭𝐞𝐩 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐲 and let’s get you the keys to your new home. Get Started By Clicking Below & Chatting With Us!		Superior Tradelines		707	https://www.facebook.com/superiortradelines/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561577	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013594	1744666061		1942																										website.kalostv.com	Watch more			VIDEO	❤️‍🔥Nice to Marry You		https://website.kalostv.com/share/middle/wstg0fuaenhawazxpxxqyi1b?ad_id={{ad.id}}&sid=120213112985410371&campaign={{campaign.name}}&adgroup={{adset.name}}			1.3195290333042E+14	Short drama	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468708381_3490890074546501_3294852121562464440_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=TDl1D96J6Y4Q7kNvgE5HLeI&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYAVBIVR_NFdOeMX7MRkF5K0ivLev7am03QTPMd0xcrW7w&oe=675178C3	PERSON_PROFILE	0					0		❤️‍🔥💔Forced into marriage, Noelle reluctantly endures a series of blind dates until she meets Sebastian, a charming yet seemingly ordinary man. Enchanted by his allure, she marries him, anticipating a simple life. However, she soon discovers that Sebastian is not as he seems. Unveiling Sebastian's true identity as a billionaire, secrets begin to unravel, thrusting Noelle into an unexpected situation as she gradually uncovers the truth about his past...		Short drama		63443	https://www.facebook.com/61551551210077/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561578	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013594	1744666061		1942																										newsbreakapp.com	Learn more			IMAGE	Breaking news from Iberville Parish!	LSU supporters on Saturday let Brian Kelly know exactly where he stands with the team’s fan base. The Tigers hosted the Vanderbilt Commodores in their penultimate regular season game at Tiger Stadium in Baton Rouge, La. Three minutes into the game, LSU fell behind 7-0 after giving up a 63-yard tou...	https://www.newsbreakapp.com/n/0wzTiNIU?s=fb_ads&c={{campaign.name}}&af_c_id={{campaign.id}}&af_adset={{adset.name}}&af_adset_id={{adset.id}}&af_ad={{ad.name}}&af_ad_id={{ad.id}}			2.1680870563242E+14	Louisiana Local News - News Break	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468714106_8711820578853240_595605662874708463_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=o2cBn0DiH2QQ7kNvgGdK42l&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYAgcS_MuMXRTkDw4o16zQJd8KAzNesa2eMXqhPmOfvvGg&oe=675184B6	PERSON_PROFILE	0					0		Iberville Parish News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly.		Louisiana Local News - News Break		51723	https://www.facebook.com/LouisianaNewsBreak/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561579	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013594	1744666061		1942																										newsbreakapp.com	Learn more			IMAGE	Breaking news from Marion County!	The Indianapolis Colts offensive line was constantly beaten up by the Detroit Lions front in Week 12, and it was a major factor in their loss. One of the best performers on their line was rookie center Tanor Bortolini. He has played great in relief for Ryan Kelly, who has had to miss multiple ...	https://www.newsbreakapp.com/n/0x2ZuTkz?s=fb_ads&c={{campaign.name}}&af_c_id={{campaign.id}}&af_adset={{adset.name}}&af_adset_id={{adset.id}}&af_ad={{ad.name}}&af_ad_id={{ad.id}}			1.0464989179299E+14	Marion County, IN	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468728659_1971683140018416_9079248895788848266_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=rGqnL8_rJqUQ7kNvgHk2L1k&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYBW5jyuIf5MnvNw23Y3Ja6tsqID4nuqsHcbGzISpReQEg&oe=67519A26	PERSON_PROFILE	0					0		Marion County News: Anthony Richardson's job for Week 13 just got harder as the Colts got news they didn't want to hear.		Marion County, IN		315	https://www.facebook.com/100067960471381/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560853	1	active	11/30/24, 6:33 PM	5/1/25, 9:30 AM	1733013205	1746109814		1942																											Send message			VIDEO	Artistry Unplugged with Comedian Kamil Holmes					2.3867697265202E+14	Artistry Unplugged	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468869226_890840053031153_1701724202556695170_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=G2OdDyVD2TkQ7kNvgEv2CA2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYBdbSaGQOV6y6jaXqtmUURFUPfhr4H1ckoLqL4GYVGp5w&oe=67519111	PERSON_PROFILE	0					0		Comedian Kamil Holmes Shares Insights in Exclusive Interview Ep. 4		Artistry Unplugged		23	https://www.facebook.com/61555518462260/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2560511	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/1/25, 3:34 AM	1733012962	1746088466		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	To find out, listen to the audioseries 'ReKindled Heartache' (FREE for a limited period of time) Click on the link below to download the PocketFM app, now!		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.radio.pocketfm			1.2894360697518E+14	Rekindled Heartache By Pocket FM	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/441926064_1102699190803104_1914981331776110333_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=qX8IDs78hwgQ7kNvgHXoMjC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYBKC5r9yyrzGvsJwYsyCZmDuq78KHOcB1ybmyXoevt4gw&oe=6751948F	PERSON_PROFILE	0					0		Listen to one of the most interesting audio series “ReKindled Heartache” Only on the PocketFM app. Download Now!		Rekindled Heartache By Pocket FM		7478	https://www.facebook.com/pocketfm.rekindledheartache/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560513	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/25/25, 4:18 AM	1733012964	1745572738		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	To find out, listen to the audioseries 'ReKindled Heartache' (FREE for a limited period of time) Click on the link below to download the PocketFM app, now!		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.radio.pocketfm			1.2894360697518E+14	Rekindled Heartache By Pocket FM	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/442416519_1459318538033943_3640461970628158700_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=HD_RDFo6G-8Q7kNvgGM_xWt&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYD7IuJPHaWxuB1rfkm7f4AimbLPYOWu7NOw_m3PMn8mjA&oe=675176A3	PERSON_PROFILE	0					0		Listen to one of the most interesting audio series “ReKindled Heartache” Only on the PocketFM app. Download Now!		Rekindled Heartache By Pocket FM		7478	https://www.facebook.com/pocketfm.rekindledheartache/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560515	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/30/25, 8:03 AM	1733012964	1746018200		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	To find out, listen to the audioseries “Rekindled Heartache” (FREE for a limited period of time) Click on the link below to download the PocketFM app, now!		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.radio.pocketfm			1.2894360697518E+14	Rekindled Heartache By Pocket FM	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/444237198_425936503575599_4138896780993284374_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Peld52sVcecQ7kNvgGhJihx&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYCwABQlKDWIeUx5AqXH31U-qK-KEYsaMCsEyjwHvJU7eA&oe=67518267	PERSON_PROFILE	0					0		Listen to one of the most interesting audio series “Rekindled Heartache” Only on the PocketFM app. Download Now!		Rekindled Heartache By Pocket FM		7478	https://www.facebook.com/pocketfm.rekindledheartache/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560518	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012965	1744666061		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	To find out, listen to the audioseries 'ReKindled Heartache' (FREE for a limited period of time) Click on the link below to download the PocketFM app, now!		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.radio.pocketfm			1.0383275907226E+14	Pocket FM - Audioseries	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/448310108_431087446513802_3146733580701872676_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=U-DWeP3XFSoQ7kNvgFb_vJa&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYDliz5lh363b2_imNMHVqn5o2PunUDQsWotRwXt5gWEdw&oe=67518873	PERSON_PROFILE	0					0		Listen to one of the most interesting audio series “Rekindled Heartache” Only on the PocketFM app. Download Now!		Pocket FM - Audioseries		1840	https://www.facebook.com/100083303122294/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2561399	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/10/25, 9:12 PM	1733013509	1749607925		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468549175_1599772360860947_7132598793544081043_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=XUutbtHzOhkQ7kNvgHV1HNx&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AoS_7Sc0lLopovG0hfLWroV&oh=00_AYCHK5WhxhiGhVMei0UjOEqdv2HWpK6D4NrJE42RPeAM1g&oe=675166FC	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560519	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012966	1744666061		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/mindthetulle			2.5224516482826E+14	KellyMarie	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468671967_1320329265792532_229564134809104793_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mqMrTz5meekQ7kNvgHAG_qB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYCuNRAf2IdIxlht-NsMXBUiMM1CLMN082uHLF8wspzd6A&oe=67517D13	PERSON_PROFILE	0					0		‘HEY! A CHILD IS BORN!’ is available NOW 🎄# This song is so special to me and I even had kids join to sing and shout on the track. Hey! Our Savior has come - let’s celebrate!! ~KellyMarie #christmasmusic #singersongwriter #newchristianmusic #christmas2024 #indiepop #jesusisthereasonfortheseason #heyachildisborn		KellyMarie		2102	https://www.facebook.com/mindthetulle/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560520	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/1/25, 8:50 AM	1733012967	1746107457		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550646240238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465283255_1073663431119462_1338425273202647650_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WGYZd4QrFUoQ7kNvgEYzLXc&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYDxD5vnCqrP6BNIIAYEUoL52psYPXiXrOflzMhBmpdIqg&oe=67517928	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560810	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013166	1744666061		1942																										carcan.com	Shop Now			DCO	DEAL OF THE DAY ➡️	{{product.description}}	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468720689_9314253725252357_2556223730883329690_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=4E4_EPKUWjoQ7kNvgHq9HDw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYAPqhdeIoNIaruvZl5izJCTtrgegVSd-_fUvTefz0hD_Q&oe=675180AB	PERSON_PROFILE	0					0		SHARE IF YOU LOVE ❤️ YOUR CARCAN! SHARE IF YOU WANT SOMEONE TO GIFT 🎁 YOU A CARCAN! COMMENT IF YOU ARE THAT SOMEONE KARMA IS KINDNESS CARCAN IS SAVING BILLIONS OF PLASTIC BAGS! MILLIONS OF HAPPY CUSTOMERS! Don’t Forget to share this post it helps so much		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560846	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013195	1744666061		1942																											Call now			IMAGE	LEAD ADVISORY					1.8279115173734E+14	Water Works Pump&Well Inc	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468546362_554329440848401_1854599643335580757_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5DM_co4cbx8Q7kNvgEmTh0v&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYDqE6myIZoXvVsL5qL1ypTaICOxbXCrjJGroKauFk8TEg&oe=67516727	PERSON_PROFILE	0					0		❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗ Important Update on Lead Water Line Advisory in Jefferson and Orleans Parish ❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗❗ City officials have issued letters to residents warning them of lead pipes still servicing their homes and businesses across Jefferson and Orleans Parish, where officials state over 100,000 lead pipes still exist. Notably, Orleans Parish ranks in the EPA's top 10 areas with the most lead pipes in the country. Prolonged lead exposure can cause serious health issues, including cognitive impairments, developmental delays in children, and cardiovascular and kidney problems in adults. To ensure your safety: 🧪We offer lead testing for peace of mind. 💦Also we provide filters that effectively remove contaminants, including lead. In the meantime, we suggest to use a point-of-use filter certified for lead removal, available at most stores. These filters are proven to reduce lead levels in water. Officials are mandated to replace all lead and galvanized pipes with leaded solder within the next 10 years. During this process, residents will also be transitioned to smart water meters for better water usage monitoring and transparency. Your safety and peace of mind is our priority—contact us for testing or filter assistance today!		Water Works Pump&Well Inc		406	https://www.facebook.com/waterworkspumpandwell/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2561400	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013509	1744666061		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468549175_1599772360860947_7132598793544081043_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=XUutbtHzOhkQ7kNvgHV1HNx&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AoS_7Sc0lLopovG0hfLWroV&oh=00_AYCHK5WhxhiGhVMei0UjOEqdv2HWpK6D4NrJE42RPeAM1g&oe=675166FC	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561401	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/12/25, 11:53 PM	1733013509	1752382383		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468612065_940550347425260_8092899172195878215_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=V-mPQISIt8EQ7kNvgHMAHU3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Av1gbCYW9YD4f4za3V7C__q&oh=00_AYD1WGYonfqWZ4lWJrAsqIzZLcs_Vh2cMDqvMuWJ1d7wqw&oe=67517BD8	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561228	1	active	11/30/24, 6:37 PM	5/1/25, 9:38 AM	1733013428	1746110314		1942																										bridesblush.com	Learn More			DCO	Kelly Ripa Reveals Mark Consuelos’ Betrayal		https://bridesblush.com/trends/kelly-ripa-mark-consuelos-syn/?utm_source=Facebook&utm_campaign=Kelly%20Mark%20Open%20Up%20Anna2711%20V1%20En%20Dynamic%20BBH-Online%20PHS3051%20CMD%208a71%20-%20Unknown%20USA%20FB%20CM&network_code=CM&utm_term=content&v=8			4.4488236871006E+14	Brides Blush Online	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468658213_428594043637045_2307071763698671898_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=DNr-qkLrrBMQ7kNvgFLvKi5&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-ZS4oWUDN1o7AL5M-Zya3n&oh=00_AYAl91nE6mwahAvNeulJctPIN0384LeQtHOgvm5wkGbr_A&oe=67517BEC	PERSON_PROFILE	0					0		After years of silence, Kelly Ripa reveals the one betrayal that broke her		Brides Blush Online		11	https://www.facebook.com/61566831433542/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561230	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 12:32 AM	1733013429	1752557521		1942																														VIDEO						1.2749294406587E+14	MEPS	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468746812_966452711990637_4111521809903118279_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Lbii7Et8GYMQ7kNvgEvJ2n6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-ZS4oWUDN1o7AL5M-Zya3n&oh=00_AYDh135paClQxYQAbhONaIn_zepuFqSWKPIEbN6HvVO56A&oe=675185F3	PERSON_PROFILE	0					0				MEPS		38397	https://www.facebook.com/mepsfpv/	0										View Edit Delete
2561236	1	active	11/30/24, 6:37 PM	5/3/25, 11:03 PM	1733013431	1746331404		1942																										aran.com	Shop Now			CAROUSEL	Your Clan Aran Sweater	Find Your Name	https://www.aran.com/clan-aran-sweaters?utm_source=Facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=Clans-USInts&utm_term=clan-carousel			388195737058	Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468444532_1097515388497070_4086163298786885272_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lt3WXxB3CiYQ7kNvgG5UY0P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYDuQy6SLDo5Mpu0ZlpBCYtkTA9JRo7oM9pOMUrIebckrg&oe=67517DF7	PERSON_PROFILE	0					0		Find Your Name		Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland		161625	https://www.facebook.com/aransweatermarket/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560232	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/12/25, 6:39 AM	1733012770	1749728378		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO			https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581612760597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466040390_575812368331663_7947229467778784832_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hd1djumUxvgQ7kNvgERjDnQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYAr6ljf0oYbavAGMqLMLZPfCw6rdJ6OWusfjvTgkEVHRQ&oe=67518743	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560857	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/28/25, 11:16 PM	1733013210	1745900195		1942																											Send message			MULTI_IMAGES						1.6277946039503E+15	Kelly Wreath Company, 509 2nd Ave. N. Clear Lake, Iowa	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468779947_1634834131246734_789677775082453677_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=QTtY3eWtOv0Q7kNvgFidMbW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYA2I60HPYFkYOCE11AfWEotig4KNDO36sJGvBtk4cjjTA&oe=675171DD	PERSON_PROFILE	0					0		Stop in this weekend and warm up with some hot cider and enjoy the fragrance of fresh evergreens. As you can see from these pictures ,we are still busy creating beautiful wreaths, roping, swags, and porch pots.		Kelly Wreath Company, 509 2nd Ave. N. Clear Lake, Iowa		767	https://www.facebook.com/Liz.DennisKelly/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2560859	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/14/25, 4:12 AM	1733013214	1749892369		1942																										bifflebookbox.com	Learn More			CAROUSEL			http://www.bifflebookbox.com/			4.3897035928953E+14	Biffle Book Box	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468795750_1821750131694022_7791343193889351505_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1oZpbMgupg4Q7kNvgEFNKhm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYBglg32M8_ZoFUyLU6NGJhjS5hhVVPwBfw1wKSljLH7fw&oe=675160FC	PERSON_PROFILE	0					0				Biffle Book Box		25	https://www.facebook.com/bifflebookbox/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560357	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 11:26 PM	1733012852	1745900815		1942																											Contact us			IMAGE	2020 GMC 2500HD Crew Cab AT4 4X4		https://facebook.com/marketplace/item/1257465802112167/			1.0288689826946E+14	Kelly Gettinger		REGULAR_PAGE	1					0		2020 GMC 2500HD Crew Cab AT4 4X4 - $49,900.00 2020 GMC Sierra 2500HD 4WD Crew Cab AT4🔥 Eng: Duramax 6.6L Turbo-Diesel Trans: Allison 10-Speed Auto Exterior: Onyx Black Interior: Jet Black with Kalahari Accents Mileage: 159,818 AT4 Premium Pkg: ✅Universal Home Remote ✅Rear Sliding Power Window ✅GMC Premium Infotainment ✅Front and Rear Park Assist ✅Lane Change Alert With Side Blind Zone Alert ✅20” Machined Aluminum Black Wheels ✅Technology Package ⚡️HD Surround Vision ⚡️Rear Camera Mirror ⚡️Bed View Camera ⚡️Multicolor Head-Up Display ✅Power Sunroof ✅Driver Alert Package II ⚡️Forward Collision Alert ⚡️Lane Departure Warning ⚡️Safety Alert Seat ✅Gooseneck/5th Wheel Package ✅Heated Seats ✅Ventilated Seats ✅Heated Steering Wheel 🌟172-Point Inspection by factory-trained technicians 💪Comes with a 12month/12k mile Powertrain warranty‼️ ☎️573-392-3333 or online at LloydBelt.com 👇👇👇👇 https://www.lloydbelt.com/default.asp?page=xInventoryDetail&id=16200051&p=1&make=gmc&s=(Sort%20By)&d=D&fr=xAllInventory Facebook Marketplace		Kelly Gettinger		0	https://www.facebook.com/Kelly-Gettinger-102886898269455/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
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2560871	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013219	1744666057		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/shredkelly			2.5522029454648E+14	Shred Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465679480_550939377882130_163208667164649371_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_SlGXuXVZZQQ7kNvgHYxkb0&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYB8QSpw1gqF1chgnL077QXR7jk_swCGJm3v4B2PisDLUA&oe=6751675F	PERSON_PROFILE	0					0		Howdy Friends 👋 We're Folk-Rockers Shred Kelly ⚡️😎 Keep up with us and our music here on Instagram		Shred Kelly		14801	https://www.facebook.com/shredkellymusic/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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2560788	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/28/25, 11:16 PM	1733013149	1745900194		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/tyharvey.atx			1.0297686451811E+14	Ty Harvey	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468105568_1298583141579641_3329303568196121970_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_r0xRUK6K7kQ7kNvgEvqyy_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCZa-gzPBjjP9ZeKaD09WAp9alfl-UyCpYpgTeLT0tVDw&oe=67517B10	PERSON_PROFILE	0					0				Ty Harvey		196	https://www.facebook.com/tyhharvey/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560793	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/28/25, 11:32 PM	1733013151	1745901166		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/tyharvey.atx			1.0297686451811E+14	Ty Harvey	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468105568_1298583141579641_3329303568196121970_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_r0xRUK6K7kQ7kNvgEvqyy_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCZa-gzPBjjP9ZeKaD09WAp9alfl-UyCpYpgTeLT0tVDw&oe=67517B10	PERSON_PROFILE	0					0				Ty Harvey		196	https://www.facebook.com/tyhharvey/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560794	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/1/25, 11:55 PM	1733013152	1746161727		1942																										forlest.com	Shop now			VIDEO	Support Your Comfort®	Lowest Price Ever, Extra 15% Off	https://forlest.com/collections/best-seller			1.0961588128236E+14	Forlest	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467612116_597541542936485_631759921787285074_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-Qnr5nI9jnYQ7kNvgHb-CQs&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYDPfy9Qg271VCtoHG1j61zu0EfGfJt00309qwspwYT10w&oe=67517495	PERSON_PROFILE	0					0		To all fuller-bust and midsize ladies, it's time to build a collection we love. 😍		Forlest		10013	https://www.facebook.com/forlestofficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560375	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/24/25, 6:24 AM	1733012868	1745493846		1942																											Contact us			IMAGE	2019 Ford F150 SuperCrew Cab · Lariat Pickup 4D 5 1/2 ft		https://facebook.com/marketplace/item/381577424950569/			1.0288689826946E+14	Kelly Gettinger		REGULAR_PAGE	1					0		2019 Ford F150 SuperCrew Cab · Lariat Pickup 4D 5 1/2 ft - $31,900.00 2019 Ford F-150 4X4 SuperCrew Lariat 🔥 Engine: 2.7L V6 Ecoboost Transmission: 10-Speed Auto W/Tow Mo Mileage: 105,424 Exterior Color: White Platinum Metallic TC Interior Color: Black Leather trim Bucket Seat 🌟172-Point Inspection by trained technicians 💪Comes with a 12month/12K mile Powertrain Warranty! 💪 ✅Lariat Series ⚡️Remote Start ⚡️Blis w/Trailer Tow Monitoring ⚡️Heated Steering Wheel ⚡️Second-Row Heated Seats ⚡️LED Side-Mirror Spotlights ✅Twin Panel Moonroof ✅Power Running Boards ✅Voice Activated Navigation ✅Trailer Tow Package ✅Tailgate Step ✅Heated/Ventilated Front Seats ☎️573-392-3333 or online at LloydBelt.com. Click below for more info: https://www.lloydbelt.com/default.asp?page=xInventoryDetail&id=16160475&p=1&make=ford&s=(Sort%20By)&d=D&fr=xAllInventory Facebook Marketplace		Kelly Gettinger		0	https://www.facebook.com/Kelly-Gettinger-102886898269455/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560398	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012879	1744666062		1942																														IMAGE						3.3155430671309E+14	Kelly’s Health Journey	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/469000293_1358069918513508_1315935960379252518_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=PYDVb4Qkva0Q7kNvgG7ANcD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYDWhIjlOLKj7jD7yxsAh9yQxiWKnIn3QatTS3DvmhZ9-Q&oe=67516733	PERSON_PROFILE	0					0		Turkey Stuffed Peppers Ingredients - 4 bell peppers (choose your favorite color!) - 1 tsp black pepper - 1 (8oz) can tomato sauce - 1 (8oz) can diced tomatoes - 2 tbsp dried parsley - 2 eggs - 1 tbsp minced garlic - 1/2 lb ground beef - 1/2 lb ground Turkey or diced leftover turkey - 1 onion, diced - 1/4 cup grated parmesan cheese - 1/2 cup uncooked rice - 1 heaping tbsp sugar - 1 (8oz) can tomato soup - 1 tbsp Worcestershire sauce Preparation Cook rice then knead it together with remaining filling ingredients. Cut tops off peppers and fill each one. Place in your slow cooker or a large stove-top pot. Mix together sauce ingredients. Top each stuffed pepper with sauce and pour remaining sauce all around the stuffed peppers. Cook on medium/low for about an hour. Top with grated parmesan cheese and a little parsley for looks and serve warm. Source: foodista.com		Kelly’s Health Journey		1362	https://www.facebook.com/61561089243687/	0										View Edit Delete
2560437	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/13/25, 9:01 PM	1733012918	1749866474		1942																										dynamic.webnovel.com	Learn more			VIDEO	Click to read exciting plot!	Click to read online	https://dynamic.webnovel.com/noah-ssg/starshinning/202305122/30244563706755305+1+5+facebook?utm_source={{campaign.name}}&utm_campaign={{campaign.id}}&utm_adset={{adset.name}}			1.1100433142344E+14	Floyd Dylan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466382617_1096000828978338_5002201430011928691_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=YtDMrgav8OUQ7kNvgFfTcT9&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYCEkXq92p3D0CIDLs94XWbpQlWMdgQa6D8q201_cQZseg&oe=675194E5	PERSON_PROFILE	0					0		Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly’s first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart. Lexi Gilbert. The woman Pierce could never forget even if he had already been arranged to marry Kelly. *** Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. *** Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who..		Floyd Dylan		581	https://www.facebook.com/100090047030538/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560011	1	active	11/30/24, 6:24 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012651	1744666053		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460810830_386022504546583_4449310275471778756_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kGhsv6nClZ0Q7kNvgFSYc39&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYAvecvxrilFXEKa_k9DnojSRfS7ztJmOIZZaTfnR5O6qQ&oe=675169F2	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560015	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/14/25, 5:42 AM	1733012654	1749897762		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461181231_26965213796459071_4397342061172772226_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=--z4Pt4-VEMQ7kNvgGSvRU1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDOCPI2ED-uLZNcaNoOQgQgEg2_uypJcGKa3l0sDswGfA&oe=67516589	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560017	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/12/25, 10:43 PM	1733012654	1749786211		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461181231_26965213796459071_4397342061172772226_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=--z4Pt4-VEMQ7kNvgGSvRU1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDOCPI2ED-uLZNcaNoOQgQgEg2_uypJcGKa3l0sDswGfA&oe=67516589	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560027	1	active	11/30/24, 6:24 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012658	1744666053		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458375138_1564953581067845_5953868371458184387_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=khZqR91hXR8Q7kNvgGOTV7Q&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCklRltm2Dd1uoWIW5EPh69K51C6o7t4Qeb_iRyw0QDQA&oe=6751656A	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire and His Blood wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560022	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/8/25, 5:38 AM	1733012656	1746700717		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459579679_1989502094899626_4310242559722517191_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-WuBwnuB8aIQ7kNvgE4mp9J&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDnlfXtWUBNyvfCxRsQjFaZwErqwGlD-eWcAMwopitn5w&oe=67518836	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560039	1	active	11/30/24, 6:24 PM	4/28/25, 9:10 PM	1733012662	1745892634		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460660206_1026422615884580_7275128131490743741_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=psCwvI7KFZEQ7kNvgFNvZQt&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYD3XQcQ5Bw4rV9Nn8q8Yh41QEXzqA3jdMDUVCiciAuMXA&oe=67519487	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560042	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/11/25, 9:43 AM	1733012664	1749653027		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461161006_552547384104728_2693328307478602036_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6C09D2NvIZIQ7kNvgH21-W7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCi5bKd1nFZlU82pnsacv_F_hfgjxvCIIA0_J576N3aFA&oe=67518CA3	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560047	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/3/25, 10:58 PM	1733012666	1746331112		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461161006_552547384104728_2693328307478602036_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6C09D2NvIZIQ7kNvgH21-W7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCi5bKd1nFZlU82pnsacv_F_hfgjxvCIIA0_J576N3aFA&oe=67518CA3	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2560062	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/3/25, 12:17 PM	1733012672	1746292659		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458745860_508995035182772_1924372475343827338_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KLDdz-jXNK4Q7kNvgHZdLwj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDgEaVMzY-Dv3Y3eYO5zizwHHBhE1MBmUKbC51wexpy5w&oe=675170B5	PERSON_PROFILE	0					0		"🎥 Binge-watching this series is like a rollercoaster ride! 😱 I can't stop watching it, and the next episode just keeps getting better and better. 🙌 ✨"		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2560294	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012802	1744666054		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044465970700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/464911573_520894777484792_8162081588395966745_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wbeccNOGZXoQ7kNvgGuVwt3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYBCuGRZxye42un1xWux7Gsc1eufDUxSQZk6hZ1yEno5WQ&oe=67517667	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560203	1	active	11/30/24, 6:25 PM	5/2/25, 2:25 PM	1733012755	1746213953		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581561180597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466088531_1121873679500459_9183464307761062251_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_aCHPMKmiBMQ7kNvgHat6Ks&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYDsqDEfP7fk1ZikDSZgi8TPVNPuHDL38tRDLwjToAKbBg&oe=675175CD	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560207	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012756	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581559260597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466019119_1765128667359181_7410417031334063453_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=y7UXi7BD96UQ7kNvgFDIB20&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYD1PEwxir4xlmlqk3hGV-ZJC66LfI-EiBN0Vi_hr2rPCA&oe=67518E92	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560208	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012756	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581487410597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465988391_2356885257992504_3827140869524254642_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Y3bp9QIl9gAQ7kNvgHgoKVY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYDProemNGPixX2-eTiyDNGCjufIt_dGroBoevXDeVYq9A&oe=6751611F	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560212	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012758	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581788590597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466381988_534240802722652_3047872216072347929_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Icr2-F_fLbkQ7kNvgGLg1GB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYAu8pjJK6Npn4RCmx9RB2KD7nO-kONrZtsKEq-YJFicFA&oe=67518715	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560216	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012761	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581489640597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465935173_900627555372564_5510383866702119923_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2hw72F3iiB4Q7kNvgHtpUWr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYAp1PAZFMPW-y9UE2c4FWnm5ghF_0r9sx8pUenqi5tZ6Q&oe=67518EDB	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560221	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012765	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581733770597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465791241_499572719726217_2282947588643800335_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Kxeng1vqNbgQ7kNvgGbKQpY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYC45au83ilovRIl19wrebvzFIJSsXkmGzbze-6cDWVl4Q&oe=67518E70	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560227	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012767	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581705350597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466049350_575445598203957_7586567258420079573_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Ixz4mjjs1FUQ7kNvgFHybLt&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYDvl9djLG70e8_DZXo_3Eodeb_K5uslwk7UB57Er82CMA&oe=67518914	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560237	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/28/25, 4:04 AM	1733012773	1745831053		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581650790597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465733155_446821421781060_3666344556946972157_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=RRD4gPMNWXkQ7kNvgG_DxNb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYA5pB_ERtZlyhpGYnhDwmLhQxxeFS8_v-wdq291mHVVHw&oe=67516095	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560239	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012774	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581757180597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465970213_1564767484429104_4187262611731155238_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2K6bNk5ubq8Q7kNvgFE8yhy&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYDNxTnQ9hyKEUcnsSNOzKES-HoKIOCdcxxaRsTcpwcfyg&oe=67517EE1	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560240	1	active	11/30/24, 6:26 PM	5/2/25, 1:23 AM	1733012775	1746166984		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581524110597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466125366_1959853097824028_8926568596320238871_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FehT-vrdFCcQ7kNvgF91y3-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYCSSyeZ58yYsEh4Ar7x5JMEt72JztxaNie4MOP1dadHXA&oe=6751729D	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560251	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012780	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581749480597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465808912_1455055682550544_6119747448981175906_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=N6VYuTVt9rEQ7kNvgEHvPSr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYBPmsY3jGmFBJzT-8Hj6wupBVaRrOPx9kpUM-JLkwKMgg&oe=675190FB	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560252	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012780	1744666054		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581704930597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465996580_1651134805447007_9081674288057024202_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=xLoLw6RghnwQ7kNvgEE5iST&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYB163KkGDFDL8nXq2zEQRpbbhmJ4AZPU7gJyjoh_xObfw&oe=67516B01	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560310	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/29/25, 10:18 AM	1733012811	1745939934		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=158964247257618&rawadid=120216736288890492			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465240729_529804596571813_6464913294445374706_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=JzxYIHM23yEQ7kNvgEv83Q-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYCY0APwt2OnXNI9GZYj5UxXCgAUZaCVQHM84fsRbfllog&oe=67518AF4	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560317	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012818	1744666055		1942																											Call now			VIDEO						1.5596751113134E+14	Zumbrota Ford, Dealer For The People	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468829637_1257572401954965_8655346765425719686_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hqW49PTYcUoQ7kNvgG56Ww9&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYBjO1jSUtW9zOCR4h-Q8HiUgdJzygkudeBiCESHaRMGhA&oe=67516868	PERSON_PROFILE	0					0		🎅✨ Forget that old elf, and DO IT YOURSELF! 🎄🚗 🎁 If you want the gift of a Nicer, Newer car bring us your old ride, and get up to $3,000 MORE than Kelley Blue Book® —based on the price of the car you pick! 🎉 🎄 At Zumbrota Ford, we work hard to help you find a car you’ll ❤️ for a monthly payment you can afford. 💰 🎬 BONUS ALERT: Every customer this month gets FREE 55” BIG SCREEN TV! 📺🔥 But don’t wait—Christmas only comes once a year, and so does this deal. ⏳🎅 🚘✨ See all our merry and bright rides here: www.DriveZumbrota.com 🎄 #NicerNewerCar #DriveZumbrota #CarDeals #HolidaySavings #FordDealer #UsedCars #NewCars #DealerForThePeople		Zumbrota Ford, Dealer For The People		5561	https://www.facebook.com/ZumbrotaFordMN/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2560321	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/2/25, 5:20 PM	1733012823	1746224414		1942																										amazon.com	Learn More			CAROUSEL			https://bit.ly/ANYWHENbyBethDuke			2.0012838332687E+15	It All Comes Back to You by Beth Duke	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468830576_1536390521088482_1743270523316188094_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=VxnFkhybodYQ7kNvgELGjdW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYBLhZwXLEqCbcXhfa7Myk9DNbL6fTpTi3zpGaMFMipAWw&oe=6751938C	PERSON_PROFILE	0					0				It All Comes Back to You by Beth Duke		429	https://www.facebook.com/ItAllComesBacktoYou/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560323	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 3:33 AM	1733012824	1745829188		1942																										amazon.com	Learn More			CAROUSEL			https://bit.ly/ANYWHENbyBethDuke			2.0012838332687E+15	It All Comes Back to You by Beth Duke	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468830576_1536390521088482_1743270523316188094_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=VxnFkhybodYQ7kNvgELGjdW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYBLhZwXLEqCbcXhfa7Myk9DNbL6fTpTi3zpGaMFMipAWw&oe=6751938C	PERSON_PROFILE	0					0				It All Comes Back to You by Beth Duke		429	https://www.facebook.com/ItAllComesBacktoYou/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560325	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/8/25, 9:36 PM	1733012824	1746758189		1942																										wublifent.com	Learn More			CAROUSEL	SOUND RUSH 1.04 BASS STATION		http://www.wublifent.com/			1.7744762229645E+14	Wub Life Ent.	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468986237_8766855546684918_3629063157702333029_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=nCI1gnDIjH0Q7kNvgED42Hu&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYCKM4dyR1220PBzuA7WKsjJDu8kRCJjrDifDGWSC5TX2g&oe=675170A4	PERSON_PROFILE	0					0				Wub Life Ent.		7288	https://www.facebook.com/WubLifeEnt/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560328	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012825	1744666055		1942																										holygels.com	Shop now			VIDEO	Shop Holy Gels Today	Easy application & removal	https://holygels.com/collections/all-styles			1.0474562804994E+14	Holy Gels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468906451_1305068170923532_6670212869123714230_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OcM6vv2U3JcQ7kNvgG7NdfS&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYD8PWK3o8VNf80cz9BZvI5dA6ifX2g_FoTpIq-nO3aP_A&oe=67516472	PERSON_PROFILE	0					0		Every busy girl’s dream… 😍 A manicure that takes minutes, you can do from home and lasts for UP TO 3 WEEKS 😱 Get yours today!		Holy Gels		13718	https://www.facebook.com/holygels/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560330	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012826	1744666055		1942																											Contact us			IMAGE	2015 Honda Accord · EX-L Sedan 4D		https://facebook.com/marketplace/item/1064865212043186/			1.0903882065782E+14	Andy Smith Shman		REGULAR_PAGE	1					0		2015 Honda Accord · EX-L Sedan 4D - $8,499.00 2015 honda accord with 140k miles. Automatic transmission with great tires and brakes working heat and ac nice factory stereo. Overall in very good condition with clean interior. Runs and drives great with no mechanical issues or check engine lights no leaks whatsoever. Kelly blue book in good condition is 11k. Id take $8499 cash plus tax Price is firm no trades or payments Being sold by a small dealer in Caldwell If you are interested please call or text me at: Two zero eight nine eight nine seven zero three nine Thank you Facebook Marketplace		Andy Smith Shman		0	https://www.facebook.com/Andy-Smith-Shman-109038820657815/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560332	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/2/25, 3:20 AM	1733012830	1746174028		1942																										donnakathrynkelly.com	Learn more			IMAGE	Donna Kathryn Kelly	Donna Kathryn Kelly is a poet, playwright, and novelist, and she is the author of The Cheney Manning Series.	http://www.donnakathrynkelly.com/			1.1375947515151E+14	The Descent: A Halloween Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458162161_1235693717617555_6674464557444328768_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uCRSKKR9HSsQ7kNvgGOJcue&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYA5qtdrjw-rOd5MqgrI3tDg74WMNwsun8Cym7tF9UwPtA&oe=67519405	PERSON_PROFILE	0					0		Does a vengeful ghost of a dead lawyer haunt the truss bridge over the Rock River? Find out by ordering a copy of the spooky thriller, THE DESCENT: A Halloween Novel at www.amazon.com/dp/B0CGL3S534 . THE DESCENT: A Halloween Novel was a semi-finalist in the 2023 Soon to be Famous Illinois Author Project Manuscript Contest.		The Descent: A Halloween Novel		250	https://www.facebook.com/donnakathrynkelly/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560333	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/30/25, 1:07 AM	1733012831	1745993245		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/kellyschuberth			1.1433264291073E+15	Kelly Schuberth	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468727006_1539955233356746_3382164033790470771_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=NkmmaYzkFrIQ7kNvgGVTkNP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYDl0L9C_BALzmHieVHgFe4JggB3xKu0NlrqR6BSFfZK_g&oe=67516CDB	PERSON_PROFILE	0					0		i guess things could be worse 🤷🏻‍♀️🤔 #relatable #single #relatablereels #dating #datingover30 #funny #silly #travelblogger #lifestyleblogger #foryou #travel #solotravel #united #exploremore #explorepage @united ib: @natymoradiaz		Kelly Schuberth		5971	https://www.facebook.com/kellyschuberth/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560334	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012834	1744666055		1942																										www.KellysOBXAuto.com	Shop now			VIDEO			http://www.KellysOBXAuto.com/			1.4588035548973E+14	Kelly's Automotive	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468741366_1009454067605401_3801595019743227786_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=MKAzCpliVPoQ7kNvgGiqJfq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYDETuFzNHU4JYoN0THCuUZalbL8vLRl74CouZlJE5sBTw&oe=67518643	PERSON_PROFILE	0					0		It’s a beautiful partially cloudy Black Friday. If you’re looking to buy OR sell a car, come see us.		Kelly's Automotive		2620	https://www.facebook.com/KellysOBXAuto/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560335	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012835	1744666055		1942																										homes.com	Learn more			IMAGE	Want to know more about this home?	Learn more from Ana Chan	https://www.homes.com/real-estate-agents/ana-chan/h054c93/			1.0669856493117E+14	New York Hot Real Estate	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468970583_1108799817484246_5985430208987069865_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=swY8-OevEQYQ7kNvgEWyUvT&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYCglZFHRAYn0_ovJ2mnZQdDMCeMw1xj8NRRoRltDtPe4Q&oe=675169B1	PERSON_PROFILE	0					0		Ana Chan just listed this 2 Bed / 1 Bath home in Woodside, NY for $395,000		New York Hot Real Estate		498	https://www.facebook.com/100067862781900/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560338	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012836	1744666055		1942																										amazon.com	Shop now			IMAGE	The Case of the Christie Conspiracy	The Case of the Christie Conspiracy	https://www.amazon.com/Case-Christie-Conspiracy-Kelly-Oliver-ebook/dp/B0DFXWPCFP/			1.1373829665754E+14	Kelly Oliver Books	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468756302_1496445791031657_5533778565936677575_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=cv08qKga_okQ7kNvgEeXdA2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYBu189xWUIzIIGqp-Mxlv16ndH7p4IHWcrzgDBiDb4VYw&oe=67518CC0	PERSON_PROFILE	0					0		Agatha Christie is about to embark on a new, gripping murder case. But this time, she’s not the author – she’s a suspect… https://www.amazon.com/Case-Christie-Conspiracy-Kelly-Oliver-ebook/dp/B0DFXWPCFP/ 1926 – Christie is a darling of the literary circuit and the most desired guest in London’s glittering social scene. She can often be found at meetings of the Detection Club – where mystery writers come together to share ideas, swap secrets and drink copiously. But then a fellow author's initiation ceremony takes a gruesome turn, and one of the group ends up dead. Now, Agatha is no longer just the creator of great mystery plots – she’s a player in one. And when Agatha disappears the day after the murder, she’s widely assumed to be guilty. Only Eliza Baker, assistant to the Club’s enigmatic secretary, Dorothy Sayers, is interested in investigating the case. But in a world where murder is the ultimate plot device, can Eliza piece together the evidence and find the killer before it’s too late?		Kelly Oliver Books		17835	https://www.facebook.com/kellyoliverauthor/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560350	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/3/25, 1:46 AM	1733012847	1746254776		1942																											Call now			MULTI_IMAGES						3.8469350831594E+14	Whatcom Artist Studio Tour	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468596570_1642772609954267_5091043740399682616_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=LFMwD4uADUsQ7kNvgGQWZJD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYA9tydta3BUW2WlOlXPursTVpl0rr5ORYq66N_qaPbkow&oe=67519102	PERSON_PROFILE	0					0		Installed 2 "Ferndale Ferns" on the new Thornton Road Overpass, Ferndale, WA for the City of Ferndale - a Public Art project of the Ferndale Arts Commission, November 15, 2024. The Installation was a culmination of an idea of Ferndale Arts Commission Chair Rebecca Xczar, and was Created, Designed, Fabricated, Welded, and Installed by Don Anderson. Accomplished over eleven months, the project was completed with the help of CAD Designer Mike McKinley of McMetal Creations, the folks at Morse Steel and A-1 Welding for cutting, transporting and rolling of the 3/8" Steel Plate, Quentin Chambers and his people at Advanced Powder-Coating, Tony and his help from Bode Precast for Hauling and Crane Service, Northwest Safety Signs for Flaggers, Central Welding Supply, Raymond McNamara from Materials Testing Consultants for Welding and Bolting Inspections, verified and Inspected by CWI Russell Jones, Katy and the folks at Ferndale Public Works, and my good friends Marshall Judy from Central Welding Supply for Technical support, and Marshall, Brian McConnell, Suzanne Averre, Sofia Pearson, Oliver Tanaka, Russ Jones, and Kelly Fleming for their Professional help installing.		Whatcom Artist Studio Tour		4808	https://www.facebook.com/WhatcomArtistStudioTour/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2560355	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012851	1744666055		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/luxury_bagss_ws			2.4707298849445E+14	luxury_bagss_ws	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/464263419_521530274062521_4740858448294025540_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=36W3RHmMUSUQ7kNvgFBvenz&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYB69RNxYVq9tcJ-33hgjh2Li_NfCt0EFMDJdef38rBzzA&oe=675193CE	IG_ADS_IDENTITY	1					0				luxury_bagss_ws		0	https://www.instagram.com/_u/luxury_bagss_ws	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2560354	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/23/25, 2:03 AM	1733012851	1745391838		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/luxury_bagss_ws			2.4707298849445E+14	luxury_bagss_ws	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/464263419_521530274062521_4740858448294025540_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=36W3RHmMUSUQ7kNvgFBvenz&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYB69RNxYVq9tcJ-33hgjh2Li_NfCt0EFMDJdef38rBzzA&oe=675193CE	IG_ADS_IDENTITY	1					0				luxury_bagss_ws		0	https://www.instagram.com/_u/luxury_bagss_ws	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2560390	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 4:40 AM	1733012875	1745833247		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468548817_8194786037289868_8571686344529411426_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=P5QfbzegvboQ7kNvgHaOra0&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYCwd4Xi31ll0dSzplENzb-0nU5Y1vrT1v3ghpmFnhoduw&oe=67517F13	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? Dois anos depois, como mãe solteira, encontro um emprego como assessora. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560392	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012876	1744666055		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468756755_868512558825820_2722045032977930159_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=S6J6LWQ65awQ7kNvgEc4hfN&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYCIZAhx2zMt-V6DmpD9oXqMggxP7VWkUPRLloafyKHbOQ&oe=6751968E	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? Dois anos depois, como mãe solteira, encontro um emprego como assessora. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560395	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012878	1744666055		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468819003_3940788849511088_4374709716336332331_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=YeIY-Uiu_woQ7kNvgELoRjA&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYBShyQ51rGZ6DR9TofTNbjm5s7xSQZz1z1OSIu3LK2ztg&oe=67519611	PERSON_PROFILE	0					0		Eu testemunhei meu namorado e minha prima se contorcendo na minha cama, enquanto minha família ainda me deixou participar do casamento dela, sem me considerar. Furiosa, eu dormi com um homem sexy na festa à fantasia. Não esperava que naquela noite eu engravidasse. O pai da criança era meu chefe... -- — Ah, querido, você é incrível... — E quem é melhor, eu ou a Catarina? — Não mencione ela, como ela pode se comparar a você... ... Eu testemunhei meu namorado Cláudio traindo minha prima, e os sons lascivos deles ainda ecoavam na minha mente. E hoje, meus pais me deixaram ir ao casamento da minha prima! Eu olhei para eles com firmeza e disse: — Eu não vou ao casamento dela! Ela não é minha prima! - Errado foi ele, Catarina, que era seu namorado. – Minha mãe argumentou. – A Kelly, coitada, foi seduzida, ele a desonrou, agora vai se casar com ela pra ela não ficar mal falada na cidade. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. – Olha aqui, se você não quer conviver com a Kelly tudo bem, mas você vai a esse casamento. E chega desse comportamento grosseiro. Achei que eu tinha ouvido errado. - Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte, eu contei tudo para minha melhor amiga, Melissa. Ela ficou furiosa, mas também queria que eu não ficasse presa a essa raiva. Ela planejou me levar ao baile de máscaras para relaxar, e eu não recusei. No sábado nos arrumamos na casa dela. - Quê isso, hein, amiga! Tá gata demais! – Ela me entregou uma máscara dourada, linda, toda trabalhada como se fosse uma renda, que cobria até o nariz e eu a coloquei. Eu usava um vestido de cetim vermelho brilhante e a máscara combinou perfeitamente. – Então, estamos prontas? - Sim estamos prontas. – Respondi e peguei minha bolsa. – Ih, esqueci meu perfume. - Não, tem problema, você vai usar o perfume novo da minha mãe. Ela não se importa. Quando o Fernando, namorado da Mel, nos viu sorriu, deu um beijo na Mel e disse: - Garotas, vocês estão lindíssimas! Acho que você vai sair dessa festa com um namorado novo, Cat. - Sem namorado, Nando. Na verdade, eu acho que é melhor eu ficar, eu não estou no clima pra festa. Por favor, Mel, deixa eu ficar? Não teve jeito, minha amiga me arrastou para o baile. Logo que entramos a Mel nos arrastou para o bar e falou no meu ouvido: - A festa é open bar, então hoje você vai beber para afogar de vez a tristeza! –A Mel me entregou dois shots de tequila e com mais dois em suas mãos me falou: - Vamos virar! – viramos a tequila e o Fernando já entregava uma taça de cosmopolitan para cada uma. Melissa me arrastou para a pista de dança e até que eu estava me divertindo. Começou uma música lenta e o Nando e a Mel começaram a dançar agarradinhos, aproveitei a deixa e me encaminhei para o buffet, mas não consegui chegar, senti uma mão puxando a minha e quando olhei para trás havia um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim, e que sorriso! Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - E por que não? Vamos dançar. – Sorri pra ele. Era impossível resistir aquela voz rouca sedutora e aquele sorriso lindo meio de lado! Ele era alto, ombros largos, um sorriso encantador e olhos azuis, tão azuis que eram quase violeta. Ele tinha uma boca que convidava ao pecado, cabelos castanhos, e quando me puxou pela cintura eu apoiei as mãos em seu corpo e percebi que ele era uma parede de músculos bem definidos. Embora a máscara não permitisse ver seu rosto, ele era muito charmoso e encantador. - Eu estava observando você desde que chegou. – Aquele homem, com ar misterioso, falou no meu ouvido. – Você é tão linda! - Você é gentil. Mas você não é da cidade, é? – Ele tinha uma presença forte, emanava poder. - Não. Um amigo me convenceu a vir a essa festa. - Parece que temos algo em comum, meus amigos também me convenceram a vir. - Sorte minha! - E por que? – Sorri. - Porque eu fiquei fascinado quando te vi. Você é muito linda. – Enquanto ele falava no meu ouvido eu ia me arrepiando, sentindo meu rosto esquentar e o corpo formigar, ele realmente me encantou. - Mesmo com a máscara? - Mesmo com a máscara! Você é linda demais. - Você é um sedutor. - Você me acha sedutor? - Você sabe que é. E lindo também. - Que bom que você gosta do que vê. – Eu me senti um pouco zonza, não sei se pela bebida ou pelo perfume delicioso que aquele homem usava. Acabei tropeçando nos meus próprios pés. - Você está bem? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? Esse homem, mesmo com a máscara, exalava sensualidade em cada movimento. De repente, pensei: por que eu deveria continuar mergulhada na dor da traição? A vida ainda tem muitas coisas maravilhosas, não tem? Como agora. Como se estivesse hipnotizada, eu assenti levemente e então lentamente abri meus lábios...		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560560	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012995	1744666055		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550660340238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465144224_1252025272788255_7848864961605942889_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OSy5HEkDJOAQ7kNvgG56dTC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYD6xfxP9hC5A6EpiuHkhe7dlNPBbJ9oVnBc3pzd7TVGyQ&oe=6751933F	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560563	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012995	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215913794040204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467871833_1698176890756536_1139477199212175719_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1Mau_3Oqi3kQ7kNvgHUq0IG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYBlJ8zsmT1liQthocY29dt-3HgfEr2ShDlPa98pRwP15A&oe=675176A7	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560566	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012996	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=1129045438529903&rawadid=120214592733710120			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465677835_1098234638572453_6339577218438841032_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9QFh8P04XnsQ7kNvgH6N35M&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYDHNWJbXj7LINIqeFfSC2-riwhntyx-ODnLk93gIpxVSA&oe=67517C55	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560567	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/26/25, 11:44 PM	1733012996	1745729062		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710921740238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465861803_8617522288330199_6925983417325425864_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Bw_7x5nSRMYQ7kNvgG2qQeu&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYASgHVMa7rx7oFONzYFYN2L4bEOnVazdtxE28avvNvm8g&oe=6751763B	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560572	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012998	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507566190204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465572299_877819157858626_8868006911358241980_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=M9Xz3FwwoIgQ7kNvgFkF-K0&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYD9kbgzpPlof-3o2keIBgFzuepgQ6OFjfepzDuYHevJeQ&oe=675166E3	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560577	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013001	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215913798940204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467598355_1038352751312535_7207051051706908246_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1_mV4QVTf58Q7kNvgEqT5_b&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYAl4UbzCEqY7K8DLZPq7lZN328uOwYTk29qHlYt7wMtOA&oe=67516537	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560578	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013002	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215437102310204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465286186_3555302927947662_3939278432036898120_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=oaUyN_i8StIQ7kNvgH-AtKl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYCwYjMYqwNU5qOWF1eeK9fiNZr-y4WwK7vgIlX9lmAWjA&oe=67518EE1	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560579	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/30/25, 12:03 AM	1733013003	1745989428		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807659600204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466559653_584557814086836_8662577189722723836_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=IM-xx5QSsHMQ7kNvgFY1VH6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYAXnOl94O_HK3yICrsGHaPjiyMY-gzRjluaIWdEKJ63ig&oe=67518B1B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560580	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013004	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573249460204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465709885_1226832548565306_953290438926842209_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FBVMYWaaq-MQ7kNvgE7c791&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYBKWVw9BVB6pJQqDqwfysl6Cx75sRNh0aHOq0aT6tuxmQ&oe=675194D3	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560586	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013005	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573215910204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465795895_916211960391886_2506067895274033171_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uDJPpHCxdkkQ7kNvgH2jjU5&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYBmRMVhkgI50vzV264cd6M-eCVzhmHo1mnfgK34Uqx_2A&oe=67518488	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560587	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013005	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807686340204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467255123_4054422941472864_9108509070462132835_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ugN4aPbqi30Q7kNvgE95mN3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYC7Q4YbVZKp_1mkWgWy9Am0pmAxk0CDBcYZ0cY2E9mqXw&oe=675162BC	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560588	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/1/25, 10:33 PM	1733013005	1746156803		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215437115270204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465217427_556643793629508_3455429335179611287_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=02sag4ZAVwYQ7kNvgErOUAG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYDB8QRkKcX1BwAeDIvsqlvU9LKUcAMzDrKYCRMGHMOX9g&oe=67518D1B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560589	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013006	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573162280204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465719921_868663568396167_3553925183821868578_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lp2k4GO0d3MQ7kNvgEQPzz8&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYBwr8KJclYCNLkMsql1426JqS39ByOG4Iyz-Jcwacx_Yg&oe=67518A42	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Девять месяцев спустя, когда я родила ребенка в больнице небольшого города, мне позвонила подруга: «Знаешь что? Твой муж сошел с ума, разыскивая тебя». ------------------------- Из ванной доносился шум воды. Регина и Марат были тайно женаты в течение двух лет. Мужчина был её начальником на работе, генеральным директором Шестаков Групп. Их роман закрутился очень быстро. Регина устроилась на работу в компанию, а их с Маратом происходит первый интимный контакт в ночь после вечеринки. Пара подписала брачный договор, решив скрыть этот брак от общественности, поскольку их союз мог быть расторгнут в любой момент. Да, этот поступок кажется неразумным, однако на тот момент Регина считала себя настоящей счастливицей. Никогда она не могла и подумать о том, что когда-нибудь выйдет замуж за человека, в которого была влюблена восемь лет. На предложение Марата она согласилась даже не раздумывая. После свадьбы мужчина был очень занят – большую часть времени он проводил за работой. Регине хотела, чтобы он больше оставался с ней дома, однако она была уверена в своём муже, поскольку за последние несколько лет о нём не прошло ни единого слуха о романе с женщинами. Если не брать в учёт его некоторое безразличие, Марат был идеальным мужем. Увидев результат теста на беременность, Регина испытала смешанные чувства. В конце концов она решилась сказать мужу правду. Ещё ей хотелось рассказать ему, что два года назад они встретились не впервые, и что до этого она любила его много лет. Вода в ванной наконец-то затихла. Как только Марат вышел, зазвонил его телефон. Мужчина вышел на балкон с одним лишь банным полотенцем на бёдрах и ответил на звонок. Регина взглянула на часы – полночь. Она пребывала в смятении. Кто мог позвонить Марату в столь поздний час? Мужчина провёл на балконе несколько минут, а затем вернулся в комнату и снял полотенце. Фигура Марата была впечатляющей. На его животе красовались кубики, ноги были длинными, а плечи крепкими и мускулистыми. Оторвать от этого мужчины взгляд было невозможно! Регина видела его обнажённым не впервые, но краснела каждый раз, а её сердце начинало колотиться в бешеном темпе. Марат, не обращая внимания на блуждающий взгляд Регины, взял с кровати рубашку и брюки от костюма. Он оделся и тонкими пальцами завязал галстук. Его красивое лицо с чёткими очертаниями придавало его ауре властность. Однако сейчас мужчине пора было идти. «Не жди меня. Спокойной ночи», – сказал он. Что? Куда он собрался в такой час? Регина крепче сжала тест на беременность, разочарованно глядя на мужа. Её сердце заполнила печаль. Пораздумав, она осторожно пробормотала: «Но ведь уже так поздно...» Пальцы Марата замерли на галстуке. Со слабой улыбкой он и ущипнул девушку за мочку уха: «Веди себя хорошо, ладно? У меня появились дела. Не жди». С этими словами мужчина направился к двери. «Марат?» Девушка быстро побежала и догнала его. Марат обернулся и серьёзно посмотрел на неё. «В чём дело?» Его тон был холодным. Ледяное облако нависло над парой, пока они смотрели друг на друга. Расстроенная, Регина тихо спросила: «Я хотела навестить бабушку завтра. Ты можешь поехать со мной?» Хрупкая и больная бабушка всегда была рада приезду внучки. Регина хотела познакомить её с Маратом, чтобы заверить, что они счастливы в браке. «Давай решим завтра, ладно?» Так и не дав ответа, Марат поспешно ушёл. Разные мысли крутились в голове девушки, когда она приняла душ и вернулась в постель. Она долго не могла заснуть. На её телефон пришло несколько уведомлений из некоторых интернет-блогов. В новости говорилось: «Знаменитая дизайнер Елена Фадеева была замечена в аэропорту с загадочным парнем». На Елене была гламурная шляпа. Фигура мужчины была расплывчатой, но даже по очертаниям стало ясно, что тот был не промах. Регина увеличила изображение. В следующую секунду её сердце упало в пятки. Мужчиной на фотографии оказался Марат! Значит, он отменил дневную встречу только ради того, чтобы забрать из аэропорта свою бывшую девушку? Разволновавшись, Регина почувствовала боль в животе. Её руки задрожали. Словно на автомате она набрала номер Марата. Звук гудков привёл её в чувство. Когда девушка собиралась повесить трубку, линия соединилась, и на другом конце послышалось: «Алло!» Это был особенно нежный женский голос. Регина замерла, а затем быстро отбросила телефон. Внезапно она почувствовала позыв тошноты. К её горлу подступила желчь. Прикрыв рот, она побежала в ванную, и её вырвало в унитаз. На следующее утро Регина пришла на работу вовремя. Когда они поженились, Марат пытался уговорить её уволиться. Однако девушка упрямо настаивала на том, чтобы зарабатывать собственные деньги. Мужчина не стал возражать, но попросил её работать его помощницей, которая могла взять на себя часть обязанностей. Главному помощнику, Матвею Анисимову, было поручено заниматься основными делами Марата. Он был единственным сотрудником компании, знавшим о браке Марата и Регины. В это время один из коллег Регины вручил ей документ и приказал отнести его в офис Марата. Прошлым вечером Марат так и не вернулся домой. Всю ночь она думала о женщине, которая ответила на звонок. Неужели Марат провёл ночь с ней? Девушка старалась сохранять спокойствие. Она рассудила – что бы ни случилось, она заслужила брак с мужчиной, которого жаждала долгие годы. Её страдания не могли быть напрасными, ведь так? Она нажала кнопку лифта и поднялась в кабинет генерального директора. Прежде чем выйти из лифта, Регина пригладила волосы, чтобы убедиться, что хорошо выглядит. Она пришла в офис и заметила, что дверь была приоткрыта. Раздался мужской голос, и девушка мгновенно остановилась. «Хорош тебе, мужик! У тебя вообще есть чувства к Регине?» Голос принадлежал Давиду Титову, другу детства Марата. «Что ты имеешь в виду?» – холодным тоном спросил Марат. «Ты точно знаешь, что я имею в виду! – Давид нетерпеливо щёлкнул языком. – Мне кажется, что Регина хорошая девушка. Разве она не в твоём вкусе?» «Ты хочешь, чтобы я передал её тебе?» – небрежно спросил Марат. «Ладно, забудь об этом!» Презрительный смех Давида прозвучал в ушах Регины особенно резко. О ней говорили, как о предмете. Девушка глубоко вздохнула и крепче сжала документ. Вскоре голос Давида послышался снова. «Кстати, утром я видел новости о загадочном парне Лены. Это ведь был ты, да?» «Да». «Так-так-так! Значит, эта женщина до сих пор держит тебя рядом. А ты только рад доставить ей удовольствие!» Давид вздохнул и продолжил дразнить Марата. «Вы провели ночь вместе. Как говорится, разлука укрепляет чувства. Скажи, вы...» Их разговор был подобен грому, грянувшему над головой Регины. Её лицо побледнело, а конечности онемели. Елена и Марат провели ночь вместе! Разлука укрепляет чувства! Каждое из этих слов вонзало нож в её сердце. Эти фразы эхом отдавались в её голове. Регина вдруг почувствовала головокружение, а её зрение стало размытым. Она схватилась за стену и сделала шаг назад. Внезапно дверь открылась изнутри. «Регина?» Глава 2 Невзаимная любовь Дверь открыл Давид, который собирался уходить. Регина сложила руки, повернулась к нему и кивнула. «Доброе утро, господин Титов!» Не дожидаясь ответа на приветствие, девушка прошла мимо Давида и вошла в кабинет с документом. Марат сидел за большим роскошным столом. В дорогом костюме и чёрном галстуке он выглядел особенно красиво. Регина заметила, что это был не тот костюм, в котором он уходил из дома. Где и как он успел переодеться? Опустив глаза, она проглотила этот вопрос и вместо этого сказала: «Господин Шестаков, это из отдела маркетинга. Пожалуйста, подпишите». Марат молчал, подписав документ не глядя. Регина вышла за дверь, как только мужчина вернул ей бумагу. Давид всё ещё стоял на пороге. И только когда она скрылась из виду, он повернулся к Марату и воскликнул: «Дерьмо! Думаешь, она услышала?» Взгляд мужчины был равнодушным. Казалось, он не обращал внимания на слова друга. Для Марата Регина всегда была послушной и прилежной девушкой. Её строгое послушание – это всё, что требовал от неё Марат в обмен на хорошее обращение. В лифте. Регина закусила губу и пыталась сдержать слёзы, но тщетно. Она думала, что двух лет будет достаточно, чтобы Марат понял, как сильно Регина любит его, и ответил ей взаимностью. Однако теперь это казалось лишь несбыточной мечтой. Девушка поняла, что всегда будет играть второстепенную роль в жизни мужа, в отличие от Елены, его первой любви. Регина вытерла слезы, когда лифт остановился. Она быстро привела себя в порядок, хотя её лицо осталось заметно бледным. Она потащилась в комнату отдыха, чтобы заварить себе чашечку чая. Внутри болтали несколько сотрудников. «Ребята, вы слышали? Елена Фадеева вернулась». «А кто это?» «Боже! Ты её не знаешь? Она наследница Фадеев Групп и дизайнер мирового уровня. И самое главное – она единственная девушка, которую господин Шестаков демонстрировал публично. Она его первая любовь!» «Но почему её возвращение так важно? Разве господин Шестаков не встречается с Региной?» «Регина? Она наверняка его очередная игрушка. Он не подтверждал, что встречается с ней. Но это и неудивительно. Посмотрите на неё – она даже не красотка, но ведёт себя так, будто уже стала его женой. Как глупо и наивно!» Стоя у двери и подслушивая, Регина насмешливо улыбалась. Оказалось, что правду поняли все, кроме неё самой. Её любовь была невзаимной. «Ха-ха, госпожа Шестакова наконец узнала всю правду?» Внезапно послышался насмешливый голос позади. Регина обернулась и увидела Алину Герасимову, двоюродную сестру Марата, которая всегда презирала её. Должно быть, она слышала сплетни коллег. Меньше всего Регине хотелось ругаться с Алиной на людях. Она повернулась, чтобы уйти, как вдруг Алина преградила ей путь. С чашкой кофе в руке она саркастически заявила: «Елена вернулась. Думаешь, Марату будет не всё равно на тебя?» Регина промолчала. Однако Алина продолжила насмешки. «Я слышал, что ты неплохо справляешься по ночам. Как насчет того, чтобы познакомить тебя с парой мужчин? Ты им действительно можешь понадобиться.» Сжав кулаки, Регина холодно ответила: «Госпожа Герасимова, мы на рабочем месте, а не в борделе. Я уверена – вы знаете, как до него добраться». «Ты...» Регина тонко намекнула на аморальное мышление Алины, и та быстро изменилась в лице. В следующую секунду Алина подняла руку и вылила чашку горячего кофе на Регину. Регина и представить не могла, что Алина окажется настолько безумной. Она схватила лицо руками, защищаясь от кипятка. В мгновение ока кофе вылился на её руку, и кожа девушки тут же покраснела. «Ай! – Регина нахмурилась от боли. – Ты что творишь? С ума сошла?» На обеденном перерыве многие сотрудники наблюдали за драмой. Алина злорадствовала, когда толпа зрителей начала увеличиваться. Скрестив руки на груди, она спросила Регину: «И откуда такая самоуверенность? Ты серьёзно думаешь, что окружающие не знают, что ты мерзкая сирота? Ты ошибка...» Внезапно послышался хлопок. Горячая пощёчина тут же заставила Алину замолчать. Она в шоке распахнула глаза. Неужели тихая и покладистая Регина дала ей пощёчину? Алина прижала руку к щеке, молча от шока. Спустя пару секунд она пробормотала: «Ты... Ты ударила меня? как ты смеешь!» Регина поймала её взгляд и ответила: «Да, я ударила тебя! Кажется, тебя не учили элементарной вежливости!» Действительно, девушка потеряла родителей ещё в детстве. Однако это не означало, что кто-либо мог высмеивать её за это. Алина глубоко нахмурилась. Будучи сестрой Марата Шестакова, она привыкла к уважению и лести в свой адрес. Ситуация с пощёчиной произошла впервые в её жизни. Девушка бросилась на Регину, как разъярённый бык, высоко подняв руку, чтобы ответить пощёчиной. На этот раз Регина была полностью готова к тому, что произойдёт. Она так крепко схватила запястье соперницы, что та не могла и пошевелиться. Поскольку Алина была ниже Регины, у последней было преимущество. Алина в ярости выругалась: «Не смей трогать меня своими грязными ручонками! Ты кем себя возомнила?! Ты очередная игрушка Марата! » Резкие слова привлекли в комнату отдыха ещё больше людей. «Довольно!» Неожиданно послышался низкий мужской голос позади. Марат заметил суматоху, выходя из своего офиса. В комнате воцарилась гробовая тишина. «Марат?» Кровь в жилах Алины застыла. Девушка всегда боялась брата. Мама много раз предупреждала её не провоцировать его. Недолго думая Алина заняла позицию жертвы – она схватилась за щёку и громко зарыдала. «Марат, посмотри на меня! Она ударила меня!» Солнечный свет снаружи падал на точёное лицо мужчины. Успокоившись, Регина опустила голову и посмотрела на руку, ошпаренную кофе. Их взгляды встретились в воздухе. Глубоконахмурившись, Марат посмотрел на Регину и задал вопрос: «Ты забыла правила компании?» Из-за его ледяного взгляда девушка неосознанно задержала дыхание. Она не могла поверить своим ушам. В этот момент никто не осмеливался издать ни звука. Регина молчала, стоя неподвижно. Когда она устраивалась на работу, Марат ясно дал понять, что Шестаков Групп – не то место, где можно бездельничать или допускать ошибки. Регина понимала его позицию. Однако в этот момент она отчаянно хотела узнать, слышал ли Марат резкие слова Алины или просто притворялся. Действительно ли он видел в Регине очередную игрушку? До смерти напуганная яростью Марата, толпа вскоре разошлась. Несколько сотрудников осмелились подглядывать издалека, не желая упускать представление. Холодный взгляд Марата заставил Регину задрожать. Глядя на Алину, девушка сжала ладони, чтобы подавить эмоции. «Мне очень жаль, госпожа Герасимова. Я поступила неправильно, когда ударила вас». Глядя на Регину, Алина самодовольно задрала подбородок. «Пф! Не думай, что тебя спустят с крючка за одни лишь извинения. Я не...» «В таком случае, беру свои извинения обратно. А теперь, если вы меня извините, – Регина прошла мимо Марата, не удостоив его и взглядом. Лицо Алины лишилось всяких красок. Никогда в жизни она не подвергалась такому унижению. Она всегда была хулиганом, а не жертвой! Алина была готова раскромсать Регину на куски! Указав на неё пальцем, девушка крикнула: «Марат, ты слышал? Она дала мне пощёчину и продолжает разговаривать в таком тоне! Поставь её на место. Иначе я изобью её так, что она будет молить о пощаде!» Выражение лица Марата, который смотрел в спину Регины, было нечитаемым. «Достаточно!»‎ – холодно воскликнул он, подняв руку. Как человек, который жил и дышал драмой и жестокостью, Алина предвкушала, что Марат проучит наглую девушку. Она была уверена, что он ни во что не ставит Регину. Алина стиснула зубы и злобно заявила: «В следующий раз я попрошу кого-нибудь преподать этой женщине урок.» «Алина!»‎ Тон и прищур Марата до жути напугали девушку. Алина вздрогнула. С мрачным выражением лица Марат объяснил: «Я говорю это в первый и последний раз. Забудь о том, что здесь произошло. Оставь Регину в покое». Алина почувствовала ком в горле. Все порочные планы, которые она строила против Регины, разрушились в одно мгновение. Она пробормотала: «Хорошо... Хорошо, понятно...»‎ Марат бросил на неё холодный взгляд и заговорил с Матвеем. «С сегодняшнего дня сюда не впускают посторонних людей». Не уловив смысла, Алина польстила Марату: «Хорошая идея. Это топ-компания. Не каждый имеет доступ сюда». Матвей кивнул Марату, а затем подошёл к Алине и указал на выход. «Госпожа Герасимова, пожалуйста, сюда». Только в этот момент Алина осознала, что она и есть тот ненужный человек, которого имел в виду Марат. Она попыталась заговорить с ним, но Матвей преградил ей путь. После этого охранники вывели её. Они не проявили к ней ни капли пощады, и её попытки вырваться оказались бесполезными. Тем временем Регина вернулась в офис, чтобы переодеться. Её сердце наполнилось печалью, когда она подумала о последнем взгляде Марата. Рабочий день подошёл к концу. Регина взяла сумку и направилась к выходу, как вдруг её остановил Матвей. Недолго думая, Регина отказалась от поездки. Раньше она была слепа, но теперь видела ситуацию насквозь. В глазах Марата она была просто никем. Почему он согласился навестить её бабушку, если Регина была ему безразлична? Прибыв в больницу, Регина увидела медсестру, которая собиралась кормить её бабушку ужином, и взяла эту задачу на себя. Всю жизнь её бабушка жила в деревне тихо и мирно. Всё изменилось в прошлом месяце, когда плановое медицинское обследование показало, что у неё были проблемы с поджелудочной железой. Регина настояла на том, чтобы привезти бабушку в город для качественного лечения. Бабушка не знала о браке внучки. Регина планировала устроить ей сюрприз. Однако, как оказалось, в этом уже не было необходимости. Девушка подождала, пока бабушка уснёт, прежде чем уйти. Она вышла из больницы и вызвала такси. Вдалеке, ко входу в больницу подъехал роскошный чёрный автомобиль. Глаза Регины загорелись – она узнала машину Марата. Неужели он приехал за ней? В этот момент Регина позабыла всю боль, которую испытывала всего пару часов назад. Дверь открылась, и на улицу вышел Марат. Регина поспешила к нему с наполняющимся радостью сердцем. Однако в следующую секунду она замерла, не в силах пошевелиться. Марат подошёл к задней двери и взял на руки девушку. На его лице отражались тревога и сострадание. Улыбка исчезла с лица Регины, когда её сердце обливалось кровью. Неужели её догадки были ошибочными? Заботился ли о ней Марат, вопреки слухам? ... ==== В сердце Регины был только один мужчина, и это был Марат. На второй год брака с ним она забеременела. Радость Регины не знала границ. Но не успела она сообщить новость мужу, как он подал документы на развод, потому что хотел жениться на своей первой любви. После этого она решила наладить свою жизнь. Спустя годы её имя стало известно повсюду. Марату стало крайне не по себе. По какой-то причине он начал скучать по ней. Его сердце болело, когда он видел её улыбающейся с другим мужчиной. Что будет дальше? Количество глав здесь ограничено, нажмите на кнопку ниже, чтобы установить приложение и продолжить чтение более захватывающих глав! (Вы будете автоматически перенаправлены на книгу, когда откроете приложение) &9&		Mood novel		10044	https://www.facebook.com/100093207660976/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560593	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013008	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215572795590204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465795348_532874792861644_6870436506666839387_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kHTZrPLT2_oQ7kNvgGMpJTE&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYBiuP5pH8b5SipjOloDJBUZx4rPfO6FZqQFVC1yDq9KhQ&oe=675189F3	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560594	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/28/25, 7:43 AM	1733013008	1745844209		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573235770204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465790982_1267705001089181_7150176138217390221_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=fLnnxXRdO_IQ7kNvgEzimvP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYD8E4AkyWNfSk1TrtolTkgQnNufN3tMcOj6HP8re-ni0A&oe=67516450	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560596	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013010	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807817590204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467154637_8917001481655332_7530276727769859436_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=M6cdGJiMbFEQ7kNvgGzG9FF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYCP9L8w5DtSyFDwwbT2Bo0mlKOQLmP9rwlz3GSXUui2zQ&oe=6751756E	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560599	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013011	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215572996050204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465969266_1496500551008360_466375645970689967_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=n9EgMT82bBEQ7kNvgGoJlps&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYDRZQGiXBrGYJ93FxniTc73KdI4rDWWoisBfxZB2rjtTg&oe=67516B63	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560603	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013013	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=1129045438529903&rawadid=120214592786140120			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465854607_1233734227841688_6469700874745304708_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=f17PWbnIuSUQ7kNvgFyYLa0&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYBlM5tjEvAj0_W9soSWWCzcCYr_b19DhsNe4eDRVP4HJA&oe=675182A6	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560604	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013015	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215913714340204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467688090_579348431217945_4485445273326496350_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3owLXoW1kyEQ7kNvgGwAI9S&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYBzDzedkXFvbnrKm0v25T7hsOT_6FJIuEyIzaws27qGpg&oe=67516664	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560605	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/3/25, 9:58 PM	1733013015	1746327496		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215806660540204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466817014_1350117055966420_7263443724311652996_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kzvp2n6fGaIQ7kNvgFFt9Ym&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYDlyCWbIF6Of12K2mNtOwySNjQu41-wkSsCqj4n4uv7Cw&oe=67518BFA	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560606	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013016	1744666055		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507400270204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465272230_1255832762424655_5220630775057395379_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7l0xfQGTQkEQ7kNvgGXZHlC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYAJ8YGoamP8lKX9NUosxQnAQQceLAfXkaCix9Tj4qmnmg&oe=6751685F	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560609	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013017	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861503950204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466964700_1942316462946786_2333413572651320698_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Gp45DzBkjhIQ7kNvgEUoW2b&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYDwWCWJ4RuIDqv_60ZOxusL9S-Fv66VG_eBCSrq6AHHhg&oe=67517A8F	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560613	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/3/25, 10:43 PM	1733013019	1746330231		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710922260238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466000734_612204438136131_5473534114781651321_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kfhjGEAqz5QQ7kNvgHzwuGG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYAKOeJy8YuwKjvQ3eFq2E8fcQV1VUz7gJxS6ez2SnEQ0w&oe=67518B5C	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560524	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/12/25, 6:11 AM	1733012969	1747048290		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215437212480204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465413548_431735609687346_1265044520730502328_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=BWDX-37eLoYQ7kNvgG52MBY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYDcBFA0OSSmPnZswaSZM7TaCumiNuVJjprEoGQ0XhGYkw&oe=67518EA1	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560404	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012886	1744666056		1942																											Contact us			IMAGE	5 Beds 2 Baths - House		https://facebook.com/marketplace/item/2325751831138529/			7.3768191994307E+14	Kelly Alexander		REGULAR_PAGE	1					0		5 Beds 2 Baths - House - $20,000.00 📲4 0 9 - 2 0 4 - 6 2 2 9 📲 OWNER FINANCE/DUEÑO A DUEÑO ✅Easy owner finance/not credit based ✅Proceso fácil de dueño a dueño - no se trata de crédito 😍Beautiful Home on half acre lot! Casa grande y bonita en medio acre 🏡 3 0 2 0 63rd St Port Arthur, Texas 77640 / Port Acres 4/5 beds, 2 baths 2,394 sq ft/pies cuadrados Lot: .5 acre lot - Half Acre lot! Option 1: $20,000 Down/Enganche $210,000 Price/Precio $1,660 per month/mes Option 2: $35,000 Down / Enganche $207,500 Price Precio $1507 per month x mes Option 3: $50,000 Down Price/Precio $205,000 Price/Precio $1,354 per month/mes Closing costs estimated to be $4,000-$5,000 6 months Taxes, 1 yr Insurance & title company doc prep. Costos de cierre estimado $4,000-$5,000 - 6 meses de taxas, 1 año de aseguranza, y costos de la casa de título. Facebook Marketplace		Kelly Alexander		0	https://www.facebook.com/Kelly-Alexander-737681919943073/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560527	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012971	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215806624230204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467151787_479952348535793_4679681062364014961_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=YvXj1m3OY0MQ7kNvgGNuR-i&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYCVVoa9F0YooOdGLRuStYbqKGQ2OKpmNgqpi6gg14IHUA&oe=6751851E	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560405	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012888	1744666056		1942																											Call now			IMAGE	Kelly Normand, Realtor	REALTOR Helping you find your happy place since 2001 Licensed in Virginia				1.5451925793049E+14	Kelly Normand, Realtor	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468760742_1250414562861527_7152264496907947263_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=m0H1lwVEEBsQ7kNvgFGQtbT&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYB7h0g5n02QNMUSsGeg1bjEPlzO2iDaYDegN8rfAo2eNA&oe=675196EE	PERSON_PROFILE	0					0		Today is the day designated to shop small and help local businesses, but it's something I try to do regularly. Here are some of my favorites if you are looking to buy gifts, experiences, gift cards, or something for yourself. @rhythmandartscenterofvirginia @dizzypigbbq @thewholeox @commonwealthdrygoods @paramourcookies #smallbusiness #smallbusinessowner #smallbusinesssaturday #northernvirginia #buylocalvirginia		Kelly Normand, Realtor		279	https://www.facebook.com/kelly.normand/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560533	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012974	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=1129045438529903&rawadid=120214592822180120			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465870180_1014447263703913_1153557350556941809_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=S4vi9MVVsxMQ7kNvgHhcbsF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYC9E-No0DjbB0JWToifP8s8kFI4P1vMY8RbmY8qCqtW1A&oe=6751828F	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560534	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/30/25, 4:47 PM	1733012975	1746049669		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215914121180204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467396245_1069500664669870_2711012912113591567_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=YtABak1i8xQQ7kNvgE6yBZG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYD-w8BqVnmlUFynEO0eujHMQZvGG610PZCjjYviryT56g&oe=67517E85	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560615	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013022	1744666056		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710941370238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466417112_1481391285893848_7817698633967578637_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ztmgId_OK2QQ7kNvgF95O2F&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYAZ3A0NAs6lZh4sxfOcp8JIUrLYOiVawZz0avyvp4WdTA&oe=675189B5	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560617	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/27/25, 9:57 AM	1733013023	1745765821		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710995130238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465991259_544511488476491_4202638996547784949_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=cdlznW4qvgoQ7kNvgGdJfiQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYAM_TiWktTxB01GJmk2lC2zja4ZfXGsmdvvjkX9dHAEIQ&oe=67517E33	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560619	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013024	1744666056		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710964090238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466129598_586607740384203_7203515823389861013_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=fExLzk7mPUEQ7kNvgErO-uU&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYBX3x0VFUrtivcogMOTiwt5sqpHyz6MjsLb33p2Ksj1ng&oe=67517DF5	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560621	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/30/25, 8:00 AM	1733013025	1746018034		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710928170238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465979599_1757408621699465_5722591063496749517_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=vz8hJQIcIH8Q7kNvgHrPGMQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYDvnKiNmSRbbuMJCyyYl5Fv028eRYBleXj7jX_RPIj0Xg&oe=675197F8	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560623	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/11/25, 5:11 PM	1733013025	1747001490		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861505930204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467322527_8921442617899078_1405276021342588244_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=l1DXD7rD8tsQ7kNvgFfZ42Y&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYBeONTMXTTHWUu1pT8HGxWjw7aXBKNUTwy2zXUXvrTZeg&oe=67517CDC	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560627	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/1/25, 1:58 AM	1733013028	1746082706		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573177750204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465740785_1261139288252912_361987825061391183_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=tA6E-4WBydwQ7kNvgEvD-XL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYBhYVVCebRILGpT32GIHosFywCteHt3DPttNIZabGAvAg&oe=67518B70	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560628	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013029	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=1129045438529903&rawadid=120214592221640120			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465652145_1076324157509348_7443480837024263910_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5eIXtOzu-xQQ7kNvgEvWiHv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYDPbvmA_JixD1NU6LgBwk6vErlhj8jzm4IBNCOZqAC0oQ&oe=67518C39	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560553	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012986	1744666056		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550600530238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465779357_990005653155007_4570494274010289760_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Zy9OSqWdEzEQ7kNvgHKpRmY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYCrBVVA5B5gOygzvRl2ExnmnYV3ZsUK43msdO0XyPiR9g&oe=67517F8F	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560691	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013074	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861500160204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467304517_1097525405148227_882450909929488846_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=XAUmZrrUn6QQ7kNvgE2AK3y&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYDS_JOUBgYs1s6VYkaPzQCGWWjM_sv730mNzV_avluy0g&oe=67517677	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560693	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013077	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120216032155680204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468092788_1082385159816594_6780952915170597184_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1-0IJXk8XtAQ7kNvgEKZAMW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYAdHnQEADfxE2eRiD67l96mN-npReefqUNm_2-Anh9aOw&oe=67518BE6	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560697	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013081	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807700980204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466731788_1612822542992449_523884431980643157_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=iZ4GUVxD3roQ7kNvgHubpyX&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYCOSdCP6d9IGow8gRprWs51pLNiO1YNih_2jC1vL-E9Pw&oe=67518BC5	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560700	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/11/25, 7:01 AM	1733013084	1746964880		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861467140204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467299283_1473159320029128_3083928861784188092_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=XzGhoXJtRHAQ7kNvgFv1Vn8&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYCeaguyYPAkDZ6cpcU5O91yuyj08qkOXeUSbwKpqPIbPA&oe=6751916A	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560701	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/10/25, 9:41 PM	1733013084	1746931309		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861454240204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467183671_2919933284832242_5594071583858079252_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=TqGDOi3yg7oQ7kNvgEDmwsG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYAY8cYsEYHAVl0ivKcOCXlDWvRp9KtWeABQD5uR15OkaA&oe=675188DA	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560703	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/28/25, 12:05 AM	1733013085	1745816752		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550616730238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465653016_929880509007092_6905970282711434174_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Z6A2GTRa8agQ7kNvgEvJdwV&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYC9dTrmjZtxZL3WCgus3VUsRCFmU_Cus4FA9cKAN1RF-Q&oe=67516D53	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560711	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013092	1744666056		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550548520238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465595746_2760093467496345_4386419900587289219_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-XIV17LLJC8Q7kNvgFmMVN1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYDLkaLWtv4fJUa-FPEEz2o7ms-MHvSEwhSYvaol6dLLIw&oe=67518A1F	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560746	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/4/25, 7:25 AM	1733013123	1746361506		1942																														VIDEO						3.7230486297864E+14	SaleSumo LLC	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468554786_903595678570994_1793652021955513067_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=sTmdpQLHA68Q7kNvgGtB7-3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaGb4E7ym0GTHmo47nGRcfG&oh=00_AYB5vYwJafVDkfn3XJWiAZBBsASYfYnFOKx2OIYjfKEFvQ&oe=6751922C	PERSON_PROFILE	0					0		🚨 BIGGEST HOME IMPROVEMENT SALE OF THE YEAR IS ON NOW! 🚨 🛠️ SaleSumo’s GIANT TRUCKLOAD SALE 🛠️ The best deals on all your home improvement needs! MASSIVE savings on flooring, lighting, tile, and more! 🏷️ Flooring BELOW cost! 💡 Chandeliers & Pendant Lights SLASHED! 🧱 Huge tile MARKDOWNS! 📅 Open EveryDay 9-5! 📍 SaleSumo, Phoenix 🔥 UNBEATABLE deals you can’t afford to miss! 🔥 #SaleSumo #TruckloadSale #HomeImprovement #FlooringDeals #LightingSale #TileDiscounts #Liquidation		SaleSumo LLC		71490	https://www.facebook.com/salesumo/	0										View Edit Delete
2560713	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013093	1744666056		1942																										makezbrightgifts.com	Shop now			IMAGE	Sisters - Dear Sister, Thanks For Being My Sister - Personalized Mug (Ver 6)	Make every cup of morning caffeine extra special with a personalized coffee mug!This personalized mug will be the perfect celebratory present to mark your incredible friendship with your besties. Show your sisters/besties/brothers, even your pets how much they mean to you with our top-quality person...	https://makezbrightgifts.com/products/sisters-dear-sister-thanks-for-being-my-sister-personalized-mug-ver-6			4.5061165511808E+14	Makezbright Gifts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468746016_496874362685124_3533848662601098140_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0HGd6HH-JvwQ7kNvgGqD4V6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYDkRoAsD1KTrNW50dYz6sjyhXfGLooG6BySHlVJxmDjHA&oe=6751707C	PERSON_PROFILE	0					0		Sisters - Dear Sister, Thanks For Being My Sister - Personalized Mug (Ver 6) ❤️ 👉 Order here https://makezbrightgifts.com/products/sisters-dear-sister-thanks-for-being-my-sister-personalized-mug-ver-6		Makezbright Gifts		328199	https://www.facebook.com/superherogift/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560714	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/5/25, 11:18 AM	1733013094	1746461889		1942																											Contact us			IMAGE	Ricas gelatinas para Navidad 🎄		https://facebook.com/marketplace/item/574488528729508/			1.1688388971782E+14	Kelly Gelatinas		REGULAR_PAGE	1					1		Ricas gelatinas para Navidad 🎄 - $45.00 Ya listos para Navidad y año nuevo 🎄🎅🏻??? nosotros siii !!!, estamos a tus órdenes, cel 415-653-9141, comunícate y con gusto te atenderemos!! 🔴Nota: 🫶🏻los precios varían.. Facebook Marketplace		Kelly Gelatinas		0	https://www.facebook.com/Kelly-Gelatinas-116883889717823/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560718	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013095	1744666056		1942																											Call now			VIDEO	WVSSAC AAA Playoff Football #5 Oak Hill at #4 Herbert Hoover 11/29/24					1.3891146832406E+14	New River Network	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468758355_1139075200998626_7389828933277906114_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=I5TB3_19JNcQ7kNvgEyVMO2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYA9t4IkAX-JJp7bdK1eqrCVr10k7m5xNqy3YNALqY8UGA&oe=675190B6	PERSON_PROFILE	0					0		WVSSAC AAA Playoff Football #5 Oak Hill at #4 Herbert Hoover 11/29/24		New River Network		2781	https://www.facebook.com/NewRiverNetwork/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2560723	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013100	1744666056		1942																											Send Message			CAROUSEL	Chat with me💕					1.4866825166178E+14	Kelly Johnson	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467879369_1101183141492910_9124980372484368246_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ibJ3Ywvh3aAQ7kNvgHfZr4B&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYAXix4ZkRwGaa1yPnQwHjmhi-pti2-KRFQUrJg4QiKtNA&oe=67518019	PERSON_PROFILE	0					0				Kelly Johnson		214	https://www.facebook.com/61552280437246/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
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2560728	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013103	1744666056		1942																										etsy.com	Shop Now			CAROUSEL			https://www.etsy.com/listing/1474321117			1.0254058913803E+14	PersonalizationLab	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468710568_554750637336666_5883597403549683219_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WoJptOWe5SEQ7kNvgGL4lv3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYAJct2qeDFhF-izK_C6rWPExFH99uhCpwi6vnJW0tgi6g&oe=675164D9	PERSON_PROFILE	0					0				PersonalizationLab		26	https://www.facebook.com/PersonalizationLabs/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560729	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/11/25, 3:01 PM	1733013104	1746993711		1942																										etsy.com	Shop Now			CAROUSEL			https://www.etsy.com/listing/1474321117			1.0254058913803E+14	PersonalizationLab	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468710568_554750637336666_5883597403549683219_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WoJptOWe5SEQ7kNvgGL4lv3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYAJct2qeDFhF-izK_C6rWPExFH99uhCpwi6vnJW0tgi6g&oe=675164D9	PERSON_PROFILE	0					0				PersonalizationLab		26	https://www.facebook.com/PersonalizationLabs/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560737	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/6/25, 10:29 PM	1733013107	1746588582		1942																										FB.ME	Learn more			VIDEO	CONSULT NOW🟢		https://app.sistemachat.online/in-app-spy			4.0208576298841E+14	Danny Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468358006_1693640977876258_1383594043068492914_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=biAdJzPg_EEQ7kNvgGVF8kV&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaGb4E7ym0GTHmo47nGRcfG&oh=00_AYB3Q0kQjwlml1Q075A5zi9MjbEnlzkdMwU8pOkYtSkG_w&oe=6751949E	PERSON_PROFILE	0					0				Danny Kelly		141	https://www.facebook.com/61564487936204/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560738	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013107	1744666056		1942																											No button			VIDEO	Help - Collins Community Credit Union					1.0118383952807E+14	Alexander Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468811117_3946214422321558_4448289295514044441_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=eiD_yKRU6h4Q7kNvgHaBUpg&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaGb4E7ym0GTHmo47nGRcfG&oh=00_AYAR7tc9C8-e6ATEHb30hLBEbe27UEWM5t5A9pfs6beJ6g&oe=6751826B	PERSON_PROFILE	0					0		This is the experience we had today with Collins Community Credit Union. Watch til the end -- where she says we would have had lower payments. KCCI - National Credit Union Administration - @followers Either there's a severe lack of understanding, or it's time to reassess the operations within your organization. As a community credit union, this level of service is unacceptable. If you're unwilling to assist, it seems this is the standard we're expected to accept, which is disappointing. Read Katherine's Story: https://www.facebook.com/kfcolley/posts/pfbid0aJjoeWLLkX39TcofVyVSaqpnE1cSDvh6Z3UdtZqKApcFVJGrhzHJEu1JtPerYTxwl The issue I found with their books: https://www.facebook.com/rednaxelanoctis/posts/pfbid0H2jfrGHEoKpDNVT8Hriu2QJAQsKtuHso66XxQeJgmY6qhjQWByVwpScL13ARjRhyl Disclaimer: I have permission from Katherine to post. #autoloans #banking #legaladvice #legalhelp #legalsupport #ConsumerRights #consumerprotection		Alexander Kelly		15	https://www.facebook.com/rednaxelanoctis/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2560741	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/11/25, 11:46 PM	1733013117	1749703579		1942																														VIDEO	November 26, 2024					2.6315359038038E+14	Meldon Law	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468806114_1094891401887380_3696489502365762230_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wjfUUWir0-YQ7kNvgEKKnw4&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaGb4E7ym0GTHmo47nGRcfG&oh=00_AYDZi6X0IBZl7KIs3Flng9Z13RLdTNHdIjhvTaQXwYbtkg&oe=67517410	PERSON_PROFILE	0					0		We are very excited about our guest this week on the Meldon Law & Friends Podcast!🎙️ We are joined by Michael Sterczewski, Founder and CEO of Dream Chocolates of Paris. Tune in for a great show! #MeldonLaw #WontBackDown		Meldon Law		3798	https://www.facebook.com/MeldonLaw/	0										View Edit Delete
2560742	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013117	1744666056		1942																											Contact us			IMAGE	ARMCHAIRS - Bergere chairs - pair		https://facebook.com/marketplace/item/1111236533985942/			1.0648342910781E+14	Tanya Kelly Matthews		REGULAR_PAGE	1					0		ARMCHAIRS - Bergere chairs - pair - CA$400.00 2 Bergere chairs purchased from En Provence in Yorkville, Toronto. Beautiful design ( look at the intricate details) and amazing fabric that goes with any decor. $400 each. A similar chair on Wayfair sells for $1940 plus tax (see photo attached) Height - back 40" Height - seat - 18" Width - seat - 30" Width - back - 24" Depth - centre - 24" Depth - side - 23" There is a curve to the seat cushion Facebook Marketplace		Tanya Kelly Matthews		0	https://www.facebook.com/Tanya-Kelly-Matthews-106483429107809/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560630	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013030	1744666056		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807740500204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466113284_543535395122681_4671989506014425734_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=36LwEKcYGL4Q7kNvgF1G4w6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYBBP1ZrPg02IksbEah0no1ivJbE6dD6ESbve_FklXc04w&oe=67516762	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560659	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/12/25, 7:53 PM	1733013052	1749776024		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573036380204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465865322_915430290057337_2084271522497725695_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-p8sjKFcTa4Q7kNvgEWcymy&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYAXssTam8uWu8b1e-kRpMBc13HBZ1_1GtlVOQi5_JGxdQ&oe=6751625B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560676	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/8/25, 3:35 PM	1733013063	1746736560		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215913788010204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467842243_1163795991969255_4550109357511398163_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=vVKwZNRdTW8Q7kNvgE25ONe&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYDb_WXIFQXjIiLKSMMfZl1J--Zf2GX4wH-r5yGVlwpYdg&oe=67516107	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560682	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/5/25, 9:48 PM	1733013068	1749178099		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550591180238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465402515_538530845626740_2142806037842981872_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Lrn0oXBuqOwQ7kNvgG-TaLU&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYAtRKhZhj5tPjrdV05UUjCgcnvQI5d5bsJpMELqp3VLqQ&oe=67518C82	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560856	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/5/25, 10:06 PM	1733013209	1749179161		1942																											Send message			VIDEO	Speak to me personally now					4.4418748545358E+14	Melissa with McGrath Elmhurst Toyota	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468913931_8531401343654800_4855257688235976588_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=utONy4c88FEQ7kNvgFVQrzz&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYCoOkvvdPimDGBxfj6zk_eG-z1yH3uuSTlZDIADiqbY_w&oe=675180EE	PERSON_PROFILE	0					0		🚗 Upgrade Your Vehicle with McGrath Elmhurst Toyota’s Aggressive Buyback Program! 🚗 Hi, I’m Melissa with McGrath Elmhurst Toyota, and I’m thrilled to share this exclusive opportunity with you! 🎉 If you own a Toyota, Honda, Nissan, Ford, or other popular vehicle, we’re offering you OVER Black Book Value for your trade-in. That’s right—you could potentially get THOUSANDS more than Kelley Blue Book or other dealerships are offering! 💰 🔧 Tired of Rising Maintenance Costs? New tires, brake pads, oil changes, inspections—it all adds up. Let us help you trade up and say goodbye to these expenses! 🎁 Here’s What You’ll Get When You Upgrade to a New Toyota with Us: ✔️ Potentially Thousands Over Black Book Value for your trade-in. ✔️ A FREE 3-Year Maintenance Plan covering oil changes, tire rotations, and more! ✔️ A FREE Full Vehicle Detail, valid for any car in your household, when you schedule and make a deal with us. 📢 Important! This offer is by appointment ONLY, and you MUST message us below to qualify! 📅 💡 Don’t wait—this is a limited-time program, and spots are filling fast! Message below NOW to schedule your appointment and find out how much your trade is potentially worth. 👉 Message us today to claim your spot! 💬 👉 Don’t miss out—message below to qualify! 💬 Your next vehicle and a great trade-in deal are waiting—but ONLY if you book your appointment! Message us below now to get started. 🚙		Melissa with McGrath Elmhurst Toyota		1	https://www.facebook.com/61569788036549/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2560873	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/30/25, 2:32 PM	1733013221	1746041542		1942																										www.broadcastsignal.app	Listen now			VIDEO			https://www.broadcastsignal.app/link-trees-details?recordId=recMZHVZO3Q5NqqtO			2.5522029454648E+14	Shred Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467157997_2095402137583416_2813678821996300648_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=unmgiybqbeMQ7kNvgGsrqbt&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYAslttGi3087TQh5evfidVsaoC1Y2XtdtvFo-TqGMAtRQ&oe=675192F4	PERSON_PROFILE	0					0		Folk-rock isn't dead, it just lives in the woods of Canada 🪵		Shred Kelly		14801	https://www.facebook.com/shredkellymusic/	0		LISTEN_NOW								View Edit Delete
2560770	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/3/25, 9:56 PM	1733013142	1746327367		1942																											Learn more			IMAGE			https://populusdenver.com/pasque/			1.1147495538673E+14	Populus Denver	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468934138_583922157362809_4787281557151849161_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=93_wb3C7ziMQ7kNvgGQU1Np&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYBaVItdV_Fl7EOzXa_66pokk5--4gYxxG4qd1ZJ_J_jPA&oe=6751638B	PERSON_PROFILE	0					0		Rye tagliatelle with Colorado lamb ragu, feta, and mint—comfort food with a wild edge. It's Pasque’s way of embracing the season, served from our "forest floor," for a meal that’s as delicious as it is unforgettable. #PopulusDenver #PasqueDenver 📷: Stephanie Kelly		Populus Denver		2297	https://www.facebook.com/61550600350540/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560771	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/13/25, 3:16 AM	1733013143	1749802600		1942																											No button			IMAGE						1.1147495538673E+14	Populus Denver	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468428970_1312609976407850_6987238641885798736_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2OxdrUFiyGsQ7kNvgFGj4pb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYAVWJzQO19Ctr14PuYErL66bv4-rfH_ywVpwRK418pUzg&oe=6751894F	PERSON_PROFILE	0					0		This one’s for the wild at heart. Our Alpine Forest Cake at Pasque layers rich, earthy flavors into a dessert that’s equal parts indulgent and untamed, featuring chocolate, vanilla mousse, juniper, and topped with huckleberry gelato. #NationalCakeDay #PopulusDenver 📸: Stephanie Kelly		Populus Denver		2297	https://www.facebook.com/61550600350540/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2560780	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/5/25, 10:26 AM	1733013146	1749137194		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/haleykellyevents			5.5913482458855E+14	Haley Kelly Events	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468564392_904579761393881_2169284833410869089_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5Q-MmOXGWJgQ7kNvgEEgw4W&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYAPYT-HqdQIUdc7w_MQwgSvwVg_SmIUFSs6_YtDGc8G7A&oe=675186AD	PERSON_PROFILE	0					0				Haley Kelly Events		498	https://www.facebook.com/haleykellyevents/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560781	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/13/25, 1:08 PM	1733013147	1749838104		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/haleykellyevents			5.5913482458855E+14	Haley Kelly Events	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468564392_904579761393881_2169284833410869089_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5Q-MmOXGWJgQ7kNvgEEgw4W&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYAPYT-HqdQIUdc7w_MQwgSvwVg_SmIUFSs6_YtDGc8G7A&oe=675186AD	PERSON_PROFILE	0					0				Haley Kelly Events		498	https://www.facebook.com/haleykellyevents/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560785	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/12/25, 9:32 PM	1733013149	1749781946		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/tyharvey.atx			1.0297686451811E+14	Ty Harvey	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468105568_1298583141579641_3329303568196121970_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_r0xRUK6K7kQ7kNvgEvqyy_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCZa-gzPBjjP9ZeKaD09WAp9alfl-UyCpYpgTeLT0tVDw&oe=67517B10	PERSON_PROFILE	0					0				Ty Harvey		196	https://www.facebook.com/tyhharvey/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560789	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013149	1744666057		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/tyharvey.atx			1.0297686451811E+14	Ty Harvey	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468105568_1298583141579641_3329303568196121970_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_r0xRUK6K7kQ7kNvgEvqyy_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCZa-gzPBjjP9ZeKaD09WAp9alfl-UyCpYpgTeLT0tVDw&oe=67517B10	PERSON_PROFILE	0					0				Ty Harvey		196	https://www.facebook.com/tyhharvey/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560791	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/12/25, 10:01 PM	1733013150	1749783688		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/tyharvey.atx			1.0297686451811E+14	Ty Harvey	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468105568_1298583141579641_3329303568196121970_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_r0xRUK6K7kQ7kNvgEvqyy_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCZa-gzPBjjP9ZeKaD09WAp9alfl-UyCpYpgTeLT0tVDw&oe=67517B10	PERSON_PROFILE	0					0				Ty Harvey		196	https://www.facebook.com/tyhharvey/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560795	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013153	1744666057		1942																										forlest.com	Shop now			VIDEO			https://forlest.com/collections/best-seller			1.0626063456896E+14	topknot_and_littletot	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467478737_1363328611718865_8911047896884591039_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_WoVOUrVI5QQ7kNvgHfUMvg&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYB-63-VdhL_EjFDlc7dIjlP1jf6y6VfUve2rlDwOpAUWw&oe=67517813	PERSON_PROFILE	0					0		If you’re on the hunt for the most comfortable, supportive bra, let me introduce you to @forlestofficial ! #ad ✨ The Chloe 2.0 is made from buttery-soft nylon with a thick band and breathable back—no underwire needed! And if you need extra support, the Kelly 2.0 with its thick straps and wide band is a total game-changer. Seriously, your search for the perfect bra ends here!		topknot_and_littletot		98	https://www.facebook.com/topknotandlittletot/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560828	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013178	1744666057		1942																														VIDEO	Columbus Giving Tuesday Pop-Up					1.0103754570692E+14	Her Song Columbus	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468960861_948357746629665_4023010645874601711_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bt0jq8vtjbcQ7kNvgGAKVyp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCmFi1Zw3wgyKuUP-NAsMYKZX66LKYIEa2dK7wP5fcYxA&oe=67518413	PERSON_PROFILE	0					0		This Giving Tuesday, you can make a difference! 🕊️ Stop by our Pop-Up Shop on December 3rd at Coffee Connections to support survivors of human trafficking. 🌟 Join The Nest for $40/month and help provide essential care for survivors. Sign up in person to receive TWO devotionals—one for you, one to gift! 📅 December 3rd 🕗 8 AM–12 PM 📍 4004 Main St, Hilliard, OH 43026 #GivingTuesday		Her Song Columbus		592	https://www.facebook.com/HerSongColumbus/	0										View Edit Delete
2560880	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/14/25, 5:25 AM	1733013226	1749896750		1942																														IMAGE						1.1472138151945E+14	Culture Rated PV	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468862290_925035733022788_2148933395056810119_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=LfurGSuKADQQ7kNvgE5brYE&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AK2eoXiRo6iiV89YAjTfwsP&oh=00_AYBADtwg_07N9K0Vse9CdqxDQMuTU90Afcl_gUE_LvpFtA&oe=675197B2	PERSON_PROFILE	0					0		Kinda ironic that Kelly Rowland was not a survivor 😅		Culture Rated PV		20	https://www.facebook.com/cultureratedpv/	0										View Edit Delete
2560881	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/11/25, 7:00 PM	1733013227	1749686459		1942																										facebook.com	Like Page			IMAGE	Kelly’s Lifestyle Tips		https://facebook.com/61563620916750			3.3611476292974E+14	Kelly’s Lifestyle Tips	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468676179_1218166212576692_4874450731841817102_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=UrjDjGalkw0Q7kNvgH5el5O&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AK2eoXiRo6iiV89YAjTfwsP&oh=00_AYAzsfNhQzt2lZTSpz467hOA5djY6yy1Fnnt9KEtlxgK6w&oe=67517F29	PERSON_PROFILE	0					0		Welcome to our health focused page! We are dedicated to promoting a healthy lifestyle for all!		Kelly’s Lifestyle Tips		22	https://www.facebook.com/61563620916750/	0		LIKE_PAGE								View Edit Delete
2560889	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/11/25, 11:41 PM	1733013234	1749703298		1942																										linktr.ee	Learn More			CAROUSEL			https://linktr.ee/kellyclarkstudio.com			1.0911031765164E+14	kellysneedlepoint	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/60427586_666093207185262_515282237411819520_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=MJH8sM_DVXEQ7kNvgHb8nJk&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYBTZ_NFk6Zqw4_LmR38MGZgwSCwsp7-GeRy5uyw_C1N2Q&oe=67517C9A	IG_ADS_IDENTITY	1					0				kellysneedlepoint		0	https://www.instagram.com/_u/kellysneedlepoint	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560893	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013235	1744666058		1942																										www.mnnice.com	Get quote			VIDEO	Get a Cash Offer For Your House in 24 Hours or Less	You have nothing to lose!	https://www.mnnice.com/get-a-cash-offer-today/?utm_source=Facebook&utm_medium=Paid&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{ad.name}}			1.1078882453040E+14	MN Nice Home Buyers	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468780367_556155577046929_266595691037800086_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=UDtvjhMAij4Q7kNvgHPvCSb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYBC8okMvtPpOI5cx_WHrL3Hxy9igRDwPinhhEO828yWbA&oe=67518FCD	PERSON_PROFILE	0					0		Hey 👋 My name is Eric from MN Nice Home Buyers and I have a strange question....🤔 Can I buy your House/Property? 🏠 My team has been buying homes in your area and would love to send you a fair cash offer for your property this week. It only takes a few minutes to get an offer and you could have cash in your hand in just a few days! ✅Click "Get Quote" to request your free offer. ✅No obligation to accept the offer ✅Sell on your schedule ✅ALL-CASH OFFER ✅Doesn't matter what condition the property is in ✅Way less stress than selling the "traditional" way 🚫No Agents 🚫No Fees 🚫No Repairs 🚫No Delays 🚫No Stress If you need to sell quickly...just click the link below, fill out the form, and we'll be in touch! I know that sounds weird, but I'm serious.		MN Nice Home Buyers		195	https://www.facebook.com/mnnicehomebuyers/	0		GET_QUOTE								View Edit Delete
2560753	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/13/25, 6:37 PM	1733013130	1749857869		1942																										forlest.com	Shop Now			DCO	Embrace Our Curves	Grab 2 for better deals!	https://forlest.com/collections/best-seller			1.0961588128236E+14	Forlest	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467629620_917532716982860_8492435391825921505_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WqBKtzn7FcYQ7kNvgGMoHE8&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYCZ_Sh60xBFWV5sZ1qQHmczmvE6k-ID7qRLRoPpaEEmSg&oe=675185E7	PERSON_PROFILE	0					0		Midsize and large busts deserve comfortable support! Find our perfect bras with FORLEST®🥰 #forlest #forlestbra #wirelessbra		Forlest		10013	https://www.facebook.com/forlestofficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560757	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/12/25, 10:48 AM	1733013131	1749743328		1942																										instagram.com	Learn More			CAROUSEL			http://fb.me/			1.6408429462104E+15	Digital Yoga Academy	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468769588_1330229967964040_8295279146582901533_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=AZEXLoY_dFQQ7kNvgH9pEF1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYCrpQkwKgY084ZgAHZObodYir2vzu_rzSV7WoHyELQ7mA&oe=67517CF7	PERSON_PROFILE	0					0				Digital Yoga Academy		7879	https://www.facebook.com/digitalyogaacademy/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560760	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/13/25, 9:40 PM	1733013131	1749868858		1942																										instagram.com	Learn More			CAROUSEL			http://fb.me/			1.6408429462104E+15	Digital Yoga Academy	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468769588_1330229967964040_8295279146582901533_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=AZEXLoY_dFQQ7kNvgH9pEF1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYCrpQkwKgY084ZgAHZObodYir2vzu_rzSV7WoHyELQ7mA&oe=67517CF7	PERSON_PROFILE	0					0				Digital Yoga Academy		7879	https://www.facebook.com/digitalyogaacademy/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560762	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/12/25, 3:25 AM	1733013132	1747038317		1942																										earlychildhoodbiz.com	Learn More			DCO	Organize. Learn. Thrive!	Peake Creative	https://www.earlychildhoodbiz.com/challenge			1.0582384801163E+14	Kelley Peake - Early Childhood Business Strategist	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468670336_1285671812432298_6276948203719815449_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=F3HkhygrGyYQ7kNvgGJ-aJd&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYBitg876pmKCQ210mMH4v5RJus954uDQYPVvh4fdLau1A&oe=675183E9	PERSON_PROFILE	0					0		🎉 Ready to simplify and enhance learning? Join our Livingroom to Classroom Challenge for practical solutions, creative ideas, and expert Q&A. It’s fun, flexible, and free! December 2-6.		Kelley Peake - Early Childhood Business Strategist		1313	https://www.facebook.com/peakecreative/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560767	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/11/25, 3:02 PM	1733013137	1749672163		1942																														MULTI_IMAGES						1.1473531167592E+14	Freeman Kelly Dronography	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468879140_1103125931306177_9126613613130542582_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=u5stOQUZmTEQ7kNvgG9Lu26&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYChRAo-D9kFFili5x3A7_CB6FIjl6osrfJc4zpM7P8rmw&oe=67518E62	PERSON_PROFILE	0					0		The historic Glade Creek Grist Mill at Babcock State Park in West Virginia from last year!		Freeman Kelly Dronography		781	https://www.facebook.com/freemankellydronography/	0										View Edit Delete
2561034	1	active	11/30/24, 6:35 PM	7/12/25, 9:02 AM	1733013324	1752328967		1942																										pianobypicturesacademy.com	Learn more			IMAGE	Black Friday - Free Ticket to Christmas Workshop!	Get the Piano by Pictures Start Pack Here!	https://pianobypicturesacademy.com/members-only-2023			1.0352083822254E+14	Piano By Pictures	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468595284_1090145049321732_1435192153325946853_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0yByF52RQR0Q7kNvgEKgN1n&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AWM6J27Yi1Io8ExkT64aHzZ&oh=00_AYAW65rr69sXgAQMQOVNVe4LipZ3oanfDGzkkR_OF-D0iw&oe=67517CA5	PERSON_PROFILE	0					0		This Black Friday, I am Grateful for YOU. Watching people like you succeed at learning the piano and FINALLY playing the piano like you've always dreamed has been amazing. For a limited time, get a massive discount on your Piano by Pictures Membership, and a FREE ticket to our 3 Day Live Event December 6th - 9th. Space is limited so sign up soon! - Dr. Ryan Kelly		Piano By Pictures		5628	https://www.facebook.com/pianobypictures/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561081	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013355	1744666058		1942																										hunled.com	Learn More			DCO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468660465_920448223022218_1240767327146598366_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wFODjN0VJMEQ7kNvgEJbwgf&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYA3k8etbqn71WD6d6RygRXAm2vU5496mCt7zU8EJKCkKQ&oe=675187AE	PERSON_PROFILE	0					0		Cheguei em casa depois de um dia puxado e meus pais estavam me esperando na sala. - Catarina, senta aí que precisamos conversar. – Meu pai falou e parecia bem nervoso. - Pode falar, pai, o que aconteceu? – Perguntei ao meu pai cansado, eu tinha trabalhado o dia todo, ido pra faculdade à noite e, ao chegar em casa, a única coisa que eu queria era tomar um banho e cair na cama. Mas não foi possível. - Catarina, chegou o convite de casamento da sua prima. – Minha mãe falou. - Aquela mulherzinha não é minha prima! – Falei já ficando nervosa. - Catarina, ela é a sua prima. – Minha mãe falou. – É melhor você parar com esse ataque de infantilidade. A Melissa já bateu nela e fez um escândalo aqui em casa. Agora chega! Ela é filha da minha irmã, portanto é sua prima. - Me desculpa, mãe, mas ela não é nada pra mim. – Tentei manter a calma. – Ela ficou com o meu namorado na minha cama, isso não é coisa que se faça. Eu namorava o Cláudio há quatro anos, ele foi meu primeiro namorado, e o encontrei na minha cama, no meu quarto, transando com a Kelly, minha prima! Eu fiquei em choque. Claro que a Melissa, minha melhor amiga, partiu pra cima deles. Desde então as coisas ficaram tensas em minha casa, pois meus pais insistiam que era uma bobagem e que eu deveria agir como se nada tivesse acontecido e voltasse a conviver com a minha prima. - Errado foi ele, Catarina, que era seu namorado. – Minha mãe argumentou. – A Kelly, coitada, foi seduzida, ele a desonrou, agora vai se casar com ela pra ela não ficar mal falada na cidade. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. – Olha aqui, se você não quer conviver com a Kelly tudo bem, mas você vai a esse casamento. E chega desse comportamento grosseiro. - Eu o quê? – Achei que eu tinha ouvido errado. - Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras, evento de gala, falando para os meus pais que seria importantíssimo para a minha carreira, já que os empresários mais importantes da cidade estariam lá, eu faria contatos muito importantes e nossos professores haviam prometido nos apresentar a vários empresários que abririam portas para o nosso futuro profissional. Em princípio meus pais não estavam muito convencidos, mas os pais da Melissa conversaram com eles e os convenceram de que seria uma excelente oportunidade para o meu futuro. Então eles concordaram que eu deveria aproveitar a oportunidade. - Catarina, você não pode me dizer não! Já comprei os convites, as máscaras e já até convenci seus pais de que é um evento importantíssimo para o seu futuro profissional, o que me deu um trabalhão. Essa festa vai ser incrível e você não vai perder! – Melissa, falava e me olhava com os olhos de um cachorrinho abandonado, juntando as mãos como se suplicando. Eu estava sentada em minha mesa no trabalho, no meio da tarde de uma quinta feira, entre anotar recados e fazer ligações, e a Mel apareceu com café, bolinhos de chocolate e essa insistência para eu aceitar ir no baile de máscaras que acontecia anualmente e era o maior evento em nossa cidade. - Ai, Mel, como é que pode eu não conseguir dizer não pra você? Está bem, eu vou! Eu concordei em ir ao baile, mas eu ainda não tinha certeza. De qualquer forma eu iria dormir na casa da Mel para fugir do casamento, mas não iria à festa, contudo, Melissa tanto fez que me convenceu a ir pra festa. No sábado nos arrumamos na casa dela. - Quê isso, hein, amiga! Tá gata demais! – Ela me entregou uma máscara dourada, linda, toda trabalhada como se fosse uma renda, que cobria até o nariz e eu a coloquei. Eu usava um vestido de cetim vermelho brilhante e a máscara combinou perfeitamente. – Então, estamos prontas? - Sim estamos prontas. – Respondi e peguei minha bolsa. – Ih, esqueci meu perfume. - Não, tem problema, você vai usar o perfume novo da minha mãe. Ela não se importa. Quando o Fernando, namorado da Mel, nos viu sorriu, deu um beijo na Mel e disse: - Garotas, vocês estão lindíssimas! Acho que você vai sair dessa festa com um namorado novo, Cat. - Sem namorado, Nando. Na verdade, eu acho que é melhor eu ficar, eu não estou no clima pra festa. Por favor, Mel, deixa eu ficar? CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível Não teve jeito, minha amiga me arrastou para o baile. Logo que entramos a Mel nos arrastou para o bar e falou no meu ouvido: - A festa é open bar, então hoje você vai beber para afogar de vez a tristeza! –A Mel me entregou dois shots de tequila e com mais dois em suas mãos me falou: - Vamos virar! – viramos a tequila e o Fernando já entregava uma taça de cosmopolitan para cada uma. Melissa me arrastou para a pista de dança e até que eu estava me divertindo. Começou uma música lenta e o Nando e a Mel começaram a dançar agarradinhos, aproveitei a deixa e me encaminhei para o buffet, mas não consegui chegar, senti uma mão puxando a minha e quando olhei para trás havia um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim, e que sorriso! Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - E por que não? Vamos dançar. – Sorri pra ele. Era impossível resistir aquela voz rouca sedutora e aquele sorriso lindo meio de lado! Ele era alto, ombros largos, um sorriso encantador e olhos azuis, tão azuis que eram quase violeta. Ele tinha uma boca que convidava ao pecado, cabelos castanhos, e quando me puxou pela cintura eu apoiei as mãos em seu corpo e percebi que ele era uma parede de músculos bem definidos. Embora a máscara não permitisse ver seu rosto, ele era muito charmoso e encantador. - Eu estava observando você desde que chegou. – Aquele homem, com ar misterioso, falou no meu ouvido. – Você é tão linda! - Você é gentil. Mas você não é da cidade, é? – Ele tinha uma presença forte, emanava poder. - Não. Um amigo me convenceu a vir a essa festa. - Parece que temos algo em comum, meus amigos também me convenceram a vir. - Sorte minha! - E por que? – Sorri. - Porque eu fiquei fascinado quando te vi. Você é muito linda. – Enquanto ele falava no meu ouvido eu ia me arrepiando, sentindo meu rosto esquentar e o corpo formigar, ele realmente me encantou. - Mesmo com a máscara? - Mesmo com a máscara! Você é linda demais. - Você é um sedutor. - Você me acha sedutor? - Você sabe que é. E lindo também. - Que bom que você gosta do que vê. – Eu me senti um pouco zonza, não sei se pela bebida ou pelo perfume delicioso que aquele homem usava. Acabei tropeçando nos meus próprios pés. - Você está bem? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego, quando ele interrompeu o beijo para respirarmos, nos olhamos nos olhos, foi como jogar gasolina no fogo, ele passou a mão pela minha cintura, desceu até minha coxa e puxou minha perna para sua cintura. Eu já estava completamente entregue nesse momento, sentindo seu corpo contra o meu, eu fiquei louca de tesão e o puxei para mais perto envolvendo sua cintura com minha perna. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Eu estava em chamas quando ele enfiou a mão dentro da minha calcinha e gemeu. – Ah! Que delícia! Tão quente, tão molhadinha! – Disse e me beijou com mais força, enquanto abria o zíper da sua calça. Com um movimento rápido, de quem já tinha feito aquilo antes, ele rasgou minha calcinha e acariciou minha entrada, como se pedisse permissão. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! – Respondi sem nenhum pudor, eu já estava arfando de tanto tesão. Eu não resisti aqueles olhos e aquela voz rouca. Eu nunca fui assim, normalmente eu teria me desvencilhado dele no momento em que me puxou pela mão, mas aquela noite eu havia prometido a mim mesma que iria me divertir e se aparecesse alguém interessante eu viveria o momento. E era o que eu estava fazendo, vivendo aquele momento. Ao me ouvir, ele foi entrando em mim devagar, observando eu encostar minha cabeça na parede e aproveitar cada centímetro dele, e ele era enorme. Ele aproveitou para espalhar beijos pelo meu pescoço. Quando acabou de entrar ele parou e falou entre beijos no meu ouvido: - Agora eu vou me mexer. – E começou a sair, só pra entrar de novo com toda força dessa vez, e foi uma delícia, eu estava completamente entregue e enlouquecida com os movimentos dele que entrava e saia de mim freneticamente. Nos descontrolamos e nos entregamos totalmente, como se não tivesse nada ao nosso redor, eu senti uma névoa em meus olhos e o climax começando a se formar e gemi baixinho no ouvido dele, nesse momento parece que ele enlouqueceu, puxou minha outra perna para sua cintura e eu o entrelacei. Me beijando intensamente ele entrava e saia com mais força ainda em mim, era o paraíso na terra. Eu gozei gemendo na boca dele e foi um climax incrível, mas ele continuou o movimento e logo outro climax se formou, e gozei novamente, um climax ainda maior que o anterior que me deixou sem fôlego, enquanto eu gozava ele me disse baixinho que estava no limite me sentindo pulsar ao seu redor, logo eu senti o gozo dele quente dentro de mim. Ficamos ali encostados naquela parede, totalmente sem fôlego, a testa dele encostada a minha. Enquanto me beijava, ele começou a sair de mim e eu estava completamente bem comida, como diria a Melissa. Eu sorri e ele me olhou, me deu um selinho e disse: - Você é realmente incrível! Gentilmente ele baixou minhas pernas até meus pés tocarem o chão, colocou o meu vestido em ordem, arrumou sua calça e me abraçou. Isso foi tão íntimo, tão afetuoso, apesar da loucura daquele encontro e da ferocidade com que nos entregamos, ele ainda era cuidadoso comigo. Eu nunca tinha tido uma relação tão maravilhosa, mas eu só tinha transado com meu ex até então. E meu ex nunca tinha se preocupado em me abraçar depois, nem se preocupava com meu prazer, para ele a coisa se resumia a entrar e sair até ele estar satisfeito, então, o fato de um homem se preocupar comigo, com meu prazer, cuidar de mim, foi novidade, e uma novidade incrível. Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. – Levei segundos para processar e finalmente me dar conta de que acabei de transar com um completo estranho e nem sei o nome dele. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. Se afastou um pouco e só pude ouvir ele elevando a voz e dizendo: - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Mas e daí? Foda-se eu só estava me divertindo também e eu nem sabia quem era o cara e ele não sabia quem eu era. Tudo certo. Me recompus, procurei minha calcinha rasgada inutilmente, onde ele a teria jogado eu não faço ideia, e saí daquele corredor. Voltei pra mesa e encontrei a Mel e o Nando se agarrando. Logo eles pararam e focaram em mim: - Mel, acho que encontrei o Lobo Mau! – Eu ri e ela riu comigo. - Quando chegarmos em casa quero saber tudo! - Claro que quer! – respondi com os olhos brilhando. - Príncipe, acho que já podemos ir. O que acha, Cat? - Eu estou pronta quando vocês quiserem! – falei virando um copo de água. - Então vamos, garotas! – Fernando falou e nos conduziu para a saída. Mal chegamos e a Mel já foi me ordenando: - Conta tudo, quem é, como foi, como não foi, tudo. Eu ri e contei tudo pra ela, quando terminei de falar minha amiga me olhava de boca aberta e me perguntou: - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. E eu balancei a cabeça em negativa para ela, eu estava em choque por me dar conta do quão descuidada eu fui. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Vou na cozinha preparar um chá pra gente. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na segunda, na hora do almoço, encontrei a Mel e ela me entregou uma sacolinha de uma loja chique. Olhei pra ela sem entender. - Minha mãe mandou eu te entregar. Ela disse que ele é perfeito para você e não combina com ela. – A Mel falou com um grande sorriso. Abri a sacolinha e lá dentro estava o perfume que eu usei para ir ao baile. Eu abri um grande sorriso. Eu amei aquele perfume e ele era parte da melhor noite da minha vida. Liguei para o laboratório e fui informada que precisaria apresentar um pedido médico para fazer os exames pelo plano de saúde. Graças a Deus a empresa pagava plano de saúde para os funcionários, porque se não, não sei o que faria, meu salário não era alto e o pouco que sobrava depois de cobrir as despesas da faculdade eu ajudava em casa, já que minha mãe não trabalhava fora e meu pai também não ganhava muito como motorista. Então marquei o médico que só tinha horário para quinze dias depois e aguardei agoniada. Quanto mais os dias passavam mais nervosa eu estava, a Mel fazia de tudo para me acalmar. Na data marcada ela foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Já tinham se passado três semanas desde a festa quando eu finalmente consegui fazer os exames. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Vou encaminhá-la para um ginecologista obstetra para que você faça o pré natal.... Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. Eu não podia acreditar nisso! Grávida? Como eu iria explicar? Não é possível. Na primeira vez que deixo a racionalidade de lado acabo grávida e nem sei quem é o pai! A Mel segurava minha mão e repetia: - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Como ficaria tudo bem? Eu nem sabia quem era o pai. Eu teria que contar isso para os meus pais, sua única filha acabaria com eles. Eles ficariam decepcionados, iriam me odiar, me colocariam pra fora de casa. Como eu ia explicar que não sei nem como é a cara do pai do meu filho? Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Tenho certeza que as pessoas que te amam vão te apoiar e ajudar. Mas você precisa se acalmar, porque só você pode cuidar para que esse bebê se desenvolva saudável e nasça forte. Você me compreende? O médico pediu a secretária para trazer um chá de camomila para mim e enquanto eu bebia o chá e tentava me acalmar ele passava todas as informações para a Melissa que ouvia tudo atentamente. Saímos do consultório e a Melissa me levou para uma lanchonete dizendo que nós precisávamos comer alguma coisa. Logo que me sentei senti as lágrimas caírem. Minha amiga me abraçou e me disse mais uma vez que eu não estava sozinha. Olhei para ela e disse: - A única certeza que tenho agora é que quero você e o Nando como padrinhos do meu filho, porque sei que vocês vão apoiá-lo e dar a ele muito amor. Os olhos dela brilharam e ela explodiu em lágrimas e soluçando me respondeu: - Eu vou ser a melhor madrinha do mundo e vou estar sempre perto do nosso bebê! E tenho certeza que o Nando vai ficar muito feliz também! Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Meus pais... ai! Comecei a raciocinar e decidi que não iria esconder deles nem por um dia, ia contar naquela noite mesmo, não iria a faculdade, pois iria pra casa falar com eles. A Mel logo me apoiou e disse: - Então vamos, eu estou com você! Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. Meus pais perceberam logo que era algo muito sério. Nos sentamos todos na sala e eu contei a eles o que estava acontecendo e que eu fui irresponsável e fiquei com um estranho na festa, não entrei em detalhes obviamente, mas deixei claro que não poderia encontrar o pai do meu filho de novo. A decepção nos olhos deles era evidente. Minha mãe soluçava de tanto chorar e dizia que eu estava arruinada. Meu pai até então não havia dito nada. A Melissa vendo como minha mãe estava nervosa foi logo na cozinha e voltou com um copo de água com açúcar para ela. Melissa sempre dá água com açúcar pra quem está nervoso dizendo que acalma, eu nunca entendi isso. Por fim, meu pai falou: - Você cometeu um erro muito grande e não tem volta. Ouvir meu pai enfatizar que eu errei fez meu coração doer ainda mais. Eu comecei a chorar e fui falando: - Eu sei, pai, eu fui irresponsável. Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você está muito enganada se acha que vai sair dessa casa assim. Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. Você não está sozinha, minha filha! E essa criança também não! – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Mas pai, eu envergonhei vocês... - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós gostaríamos que as coisas fossem diferentes para você, que não fossem tão difíceis. Você sempre foi tão responsável! Mas, se é assim, nós vamos enfrentar isso. Você não vai deixar a faculdade, mais do que nunca você precisa crescer na vida para cuidar do seu filho, você vai ser mãe solteira, sua responsabilidade é muito grande. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. A Melissa já estava chorando e logo falou com os meus pais: - Sr. Antônio, Dona Celina, vocês contem comigo, vou ajudar em tudo! Até porque eu sou a madrinha desse bebê, a Cat é como uma irmã pra mim, e vou estar sempre por perto. Meus pais olharam para ela com gratidão. Eu olhei para aqueles três me sentindo completamente abençoada por tê-los em minha vida, cheia de amor por eles e um sentimento totalmente novo por aquele serzinho que ainda crescia dentro de mim e que eu acabava de descobrir a existência! Por mais difícil que fosse ser mãe solteira, aquela noite no baile foi a melhor noite da minha vida. Eu nunca vou poder esquecer aqueles olhos azuis violeta me olhando com adoração durante nosso encontro furtivo e tudo o que meu corpo experimentou naquela noite. Eu sempre teria essa doce lembrança comigo. Os meses seguintes foram difíceis. Guardei em uma caixa o vestido, os sapatos, a máscara e o perfume que a mãe da Mel me deu. Em dias difíceis eu abria aquela caixa e revivia em minha memória aquela noite. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Eu queria matá-los! A mãe da Kelly, que era irmã da minha mãe, também não perdia a oportunidade de ir lá em casa nos atormentar, dizendo que ainda bem que a filha dela não era como eu, que era uma boa moça, que tinha se casado com um homem decente. Parecia ter esquecido que aquela puta roubou meu namorado e transou com ele na minha cama. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Quanto mais os dias passavam, mais eu amava aquele bebê, eu não tinha ideia que poderia existir um amor assim. Tudo o que eu fazia, fazia por ele. Eu o protegeria de tudo, eu daria a minha vida por ele. E, por incrível que pareça, com a gravidez parecia que todas as coisas fluíam para o meu bem, tudo ia se encaminhando e dando certo. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! Eu nunca esqueceria aquele homem! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. A essa altura ele já andava para todos os lados, sempre agarrado na vovó, que foi a primeira palavrinha que ele disse. Era um menino lindo, cabelinhos amigos bem lisinhos, pele clara, um nariz arrebitadinho e aqueles enormes olhos violeta que me faziam suspirar. Ele era o meu sol! E agora eu teria mais tempo pra ele. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe, então eu deveria procurar emprego na minha área, que ele compreenderia. Garantiu que meu emprego na construtora seria meu enquanto eu quisesse e que se eu saísse e não desse certo eu teria para onde voltar. Mas que eu deveria buscar algo na minha área de formação, para dar um futuro muito melhor para o meu filho. Eu fiquei muito emocionada com isso e aceitei o seu bom conselho. Contei pra Melissa e ela logo me disse que ia falar com o pai dela para que ele acionasse alguns contatos. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Catarina, sei que você é uma ótima garota e uma boa profissional. Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. Se você conseguir esse emprego vai exercer sua profissão em uma empresa global, é um excelente cargo, mas não é aqui em Campanário. Você teria que se mudar para Porto Paraíso. Eu sei que é um passo enorme, mas acho que você deveria considerar, vai ser excelente para você. Enfim, envie um e-mail para o endereço eletrônico no cartão com a sua resposta desistindo da vaga ou aceitando a entrevista virtual. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! O Grupo Mellendez é um dos maiores conglomerados de empresas do país! Trabalhar lá é um sonho! Eu vou aceitar a entrevista sim, se tiver que me mudar eu vou, sei que será uma grande oportunidade. – falei com convicção, pois não seria ruim me afastar daquelas pessoas maldosas da minha família, principalmente agora que a “rainha” Kelly estava grávida e a mãe dela resolveu pedir tudo que é do Pedro pro rebento do casal canalha! Ainda bem que minha mãe disse a ela que isso era um absurdo, mas que de qualquer forma seria impossível, pois eu já havia dado tudo que não servia mais para o Pedro para uma conhecida que estava grávida. Minha mãe andava muito chateada com a irmã, pois ela estava sempre se desfazendo do meu filho, sempre se referia a ele como o menino sem pai e isso magoou muito minha mãe. Indo embora dessa cidade, só vou lamentar em deixar meus pais e meus amigos, mas sei que eles vão me apoiar mais uma vez. Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Cheguei a minha mesa e falei com o meu chefe, outro Sr. Lascuran, mas ele não gostava de ser chamado assim então o chamava pelo nome: - Aldo, seu irmão conseguiu uma entrevista pra mim no Grupo Mellendez. Ele sorriu: - Eu sei, ele acabou de me ligar, acho que você deve agarrar a oportunidade, se não der certo você volta. Sorri pra ele e fui logo enviar o e-mail para marcar a entrevista. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Naquela noite em casa falei com os meus pais que entenderam, mesmo se preocupando em como eu ia cuidar de uma criança sozinha em outra cidade e ficando chorosos porque ficariam longe do neto. Me apoiaram como sempre e ficaram felizes com a oportunidade que eu recebi. Pedi que eles não contassem para ninguém. Quando a Mel chegou, ela ia todos os dias ver o afilhado, contei tudo e ela me ajudou a me preparar para o dia seguinte. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. Foi muito agradável, conversamos por duas horas, ela me passou todas as informações do cargo, salário e benefícios, no final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. De modo que gostaria que você começasse o mais rápido possível, pois eu viajo daqui a dez dias e gostaria de lhe passar tudo antes de ir. E também não gostaria de reagendar a minha partida. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta, será que o Aldo concordaria em me liberar ainda hoje? - Perfeito. Você pode me enviar um e-mail confirmando depois de falar com ele. Você tem alguma dúvida? - Não, senhora. Está tudo claro. -Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez, tenho certeza que você vai se sair muito bem. Te espero na segunda. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. O emprego era ótimo, o salário melhor ainda e eu ainda teria chance de progredir. Era um sonho. Mas era hora de correr para resolver tudo. Fui imediatamente falar com meu chefe. Ele ficou feliz, ligou para a contabilidade e mandou fazer meu acerto imediatamente. Após o acerto ele me liberou, disse que eu teria sempre um lugar para voltar se precisasse, mas que sabia que eu iria me dar muito bem. O agradeci por tudo e saí. Mandei o e-mail de confirmação para a Sra. Mariana, dizendo que na segunda, às oito da manhã, estaria na empresa, e fui logo falar com a Mel e o pai dela, tinha que agradecer. E aí foi a Mel quem me surpreendeu: - O que você achou, que ia levar meu afilhado embora assim? Não vai mesmo! Meu pai conseguiu uma entrevista para mim na Lince Mundi em Porto Paraíso. Eu vou me mudar com você e vamos morar juntas. O que acha? Isso era perfeito! Fiquei muito feliz, mas logo perguntei: - Mel, mas e o Nando? - O Nando já pediu na empresa a transferência dele pra filial de Porto Paraíso, lá ele terá mais oportunidades também. Ele vai daqui a quinze dias. Amiga, vida nova para nós três. Eu estava muito feliz. A Mel já havia orquestrado tudo. O Nando ia nos levar e ela ficaria com o Pedro para eu trabalhar até conseguirmos a creche. Ela já tinha três creches para visitar e o pai dela já havia disponibilizado um apartamento mobiliado na cidade pra gente. Era bom demais, eu estava até com medo. Percebendo, a Mel me cutucou e me disse: - Aprenda a aceitar as coisas boas que a vida te oferece! Eu sorri pra ela e fomos para a casa dos meus pais. Era hora de dar a notícia e nos despedir. Porto Paraíso fica do outro lado do país, então ficaríamos sem nos ver um tempo. Meus pais ficaram felizes, até eu dizer que partiria na manhã seguinte, aí a despedida foi uma tristeza. Era difícil deixá-los para trás, mas era necessário. Com o salário que eu receberia, poderia ajudá-los agora. Isso era bom. Na manhã seguinte o Nando e a Mel chegaram pontualmente. O pai da Mel deu uma caminhonete de presente para ela, o que facilitou muito fazer nossa mudança. O Nando colocou tudo na caminhonete e lá fomos nós, seria o dia todo na estrada. Chegamos a Porto Paraíso já era tarde da noite de sábado, Pedrinho estava muito cansado, se divertiu muito durante a viagem, era tudo novidade. Nos acomodamos, pedimos comida e depois de comer fomos dormir. No domingo percorremos a cidade reconhecendo tudo, Porto Paraíso era uma cidade muito grande, cheia de indústrias, muito moderna, ficava no litoral e o porto atraia muitos negócios para a cidade, era um centro urbano de primeiro mundo. O apartamento em que iríamos morar ficava perto de uma das creches que a Mel havia contactado, isso era ótimo, e também não ficava longe da empresa, de metrô eu chegaria em vinte minutos. Era lindo, decorado em estilo moderno e bem arejado e iluminado, com janelas enormes. À noite deixamos o Nando no aeroporto e de volta em casa fomos descansar, o dia seguinte seria um grande dia, eu começaria no emprego e a Mel faria sua entrevista virtual e marcaria com a diretora da creche perto do apartamento para irmos conhecer e conversar. Coloquei meu filho na cama, ele estava cansado de tanto que se divertiu hoje. Eu observei por um tempo seu soninho tranquilo e estava confiante de que aqui nós teríamos uma vida muito boa. Pedro agora tinha seu próprio quarto, eu e a Mel combinamos de comprar umas coisinhas para deixar bem a nossa cara, dar um toque pessoal. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. Fui muito bem recebida pela Sra. Mariana, que me apresentou todo mundo e todos foram gentis. O chefe não estava lá, estava viajando e chegaria no final da semana. O escritório era lindo, muito moderno, todo decorado em branco, aço inox e detalhes verdes, muito profissional e acolhedor ao mesmo tempo. Era elegante e eu gostei muito. Fiquei particularmente feliz por ter escolhido vestir um terno amigo, com uma blusa de cetim verde escuro por baixo e saltos amigos. Eu deveria estar elegante todos os dias agora, afinal ia trabalhar direto com o presidente da empresa. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. É um garotinho muito esperto. Não foi planejado, mas é a razão da minha vida! - Qual o nome dele? - Pedro. - Pedro. Um nome forte. Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Contei para ela que o pai do Pedro era um homem que eu conheci em uma festa e nunca mais vi, ela me olhava séria, não havia julgamento nos olhos dela. Então me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Obrigada pela confiança e honestidade. Vai lá resolver a creche para o seu filho, continuamos à tarde, não precisa correr. Agradeci e me despedi dela indo encontrar a Mel e o Pedro. Minha admiração e respeito pela Sra. Mariana só cresciam. Ela é uma mulher de uns cinquenta e cinco anos, cabelos loiros bem claros e olhos azuis quase transparentes. É uma mulher bonita e elegante, mas principalmente é muito acolhedora. Nós nos demos muito bem. Durante o resto da manhã ela me encheu de informações sobre o trabalho e eu ia anotando tudo. Na hora do almoço eu saí do prédio e a Mel já estava me esperando na porta com o Pedro. Entrei no carro e fomos almoçar antes de ir à creche. Eu e a Mel adoramos a creche e o Pedro já estava enturmado correndo com os novos amiguinhos, ele é um menino muito extrovertido. Isso me deixou muito feliz! Meu filho estava feliz! Desistimos de ver as outras creches, pois essa era ótima e ficava muito perto de casa, a três quarteirões de distância. Fizemos a matrícula e acertamos todos os detalhes. A diretora sugeriu que deixássemos o Pedro até o final do dia, já que ele estava se divertindo e assim já ia se adaptando. A Mel ficou de buscá-lo no fim do dia. A Mel me deixou na empresa novamente e me disse que voltaria pra casa para se preparar para a entrevista de trabalho que seria no meio da tarde. Voltei à minha sala e cheguei antes da Sra. Mariana. Sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. Levei um susto, mas me controlei e respondi: - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. Posso ajudá-lo ou o senhor gostaria de deixar um recado? - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. - Perfeitamente, senhor. E qual o seu nome? - Parece que eu sou o seu chefe! – falou rispidamente e desligou o telefone. Nossa, que homem estressado! Isso não estava na descrição do cargo. Imediatamente minha garganta apertou, meu chefe e eu já tinha causado má impressão? Eu estava muito ferrada! Comecei a pensar que não ia durar nesse emprego. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio, e perguntou: - Ele estava calmo? Eu olhei pra ela e não aguentei: - Ele estava a ponto de ter um colapso nervoso. Certamente a jugular dele estava saltando no pescoço. Ela caiu na gargalhada e depois disse: - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza. Eu não tinha essa certeza. Talvez eu nem devesse desfazer as malas, esse homem iria me engolir viva!		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I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561069	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013345	1744666058		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDUeNFEN1RuwLO8Am0MAGNEPi5kZ6E4fIJXy0c-b9CpgQ&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561070	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013345	1744666058		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDUeNFEN1RuwLO8Am0MAGNEPi5kZ6E4fIJXy0c-b9CpgQ&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561072	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/29/25, 8:53 AM	1733013347	1745934829		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDUeNFEN1RuwLO8Am0MAGNEPi5kZ6E4fIJXy0c-b9CpgQ&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? 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I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? 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2561159	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/5/25, 12:54 PM	1733013395	1746467651		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468099354_1271993377272879_4136211665711635467_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=gdIWXtKfwU4Q7kNvgFGDDd1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYDHGAPwrv_gg7LRCZoMlAbuKeNYfednafDct_nPu2Rktg&oe=67517F43	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561182	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/8/25, 3:41 PM	1733013409	1746736905		1942																										Opens Instagram	Learn more			IMAGE			http://instagram.com/mrkellycole			1.1108090186718E+14	mrkellycole	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/467434029_1304947984010738_3498023346404435311_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=nN9nwBdizLwQ7kNvgFAVcst&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYAmYL_XcWaIQQA2U0SbbPFBQl1Z6KyvCt0VhpVPWlS76g&oe=67517903	IG_ADS_IDENTITY	1					0		#BlackFridayDeals! TICKETS ARE 50%! The Locked-In Conference Virtual Experience is going down January 11, 2025! Are you ready to make 2025 one of the best years of their life? Get Locked-In On Your Finances, Faith, Mental Health, Family & Fitness Goals for 2025! “The Publisher” Mr. Kelly Cole @MRKELLYCOLE “Your Child’s Mental Health” Kandice Jones @iamkandicejones “Get Locked-In On Your Physical Health” Neal Bendesky (199GUY) @the199guy “Multi-Family Real Estate Investing” Johnny Lynum @themilitaryceo “Get Locked-In On Your Mental Health” Reese Barnett MS, LCMHCS, NCC, CCTP II, NPT-C “The King Of Increase” Aundrae Gaskin @aundraevgaskin “How To Use Roku To Become A Star” C.F. Jackson @meetcfjackson “How To Start A 7-Figure Clothing Brand” CJ King @cjkingofficiall “The Dream Is Free” Keddrain KD Bowen @keddrain “The Gift Of Adversity” Micah Taylor @taylormade_franchise “Blessing For 2025” Terrance 4Given Carlton @b4given316 “Get Locked-In On Your Relationships” Dawn Bynum “Becoming Your Own Bank with Life Insurance” Lance Evans Join the waiting list now to be first in line when tickets go on sale Thanksgiving Day! #conference #2025conferences #financialfreedom		mrkellycole		0	https://www.instagram.com/_u/mrkellycole	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561183	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/8/25, 5:55 PM	1733013409	1746744901		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qdlay-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468859549_609137131466826_8401695564321124225_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=s58EW2HcCI0Q7kNvgHYQhYX&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQ1ao3NS2SBpytvJRiJoU4j&oh=00_AYCq_DmQyjby1Gr2UniSO9H_YL_iNKgOwDCAdPrWudcU-A&oe=67516D0E	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		223	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560749	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/5/25, 3:59 AM	1733013126	1749113949		1942																										saisankoh.com	Shop now			VIDEO	30% OFF + a Free Pair of Pants!		https://saisankoh.com/collections/kaftans-main			1.1359191215291E+14	Sai Sankoh	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468853360_617400914278001_4680806291265062276_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=S10Hfmiuyj0Q7kNvgFKsBHV&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaGb4E7ym0GTHmo47nGRcfG&oh=00_AYBl9FjVS98EPXZv6hUJnZX6lI-Qom--QIdFdj7opYedmw&oe=67518E6B	PERSON_PROFILE	0					0		Your favorite celebrity favorite brand! Black Friday Exclusives: New Arrivals ✨ Enjoy 30% OFF Sitewide for the Next 48 Hours!		Sai Sankoh		5146	https://www.facebook.com/shopsaisankoh/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560750	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/5/25, 7:50 AM	1733013126	1749127843		1942																											Contact us			IMAGE	2015 Kia Sorento · LX Sport Utility 4D		https://facebook.com/marketplace/item/925425186205591/			1.1090700500875E+14	Kelly Sabrina Gonzalez González		REGULAR_PAGE	1					0		2015 Kia Sorento · LX Sport Utility 4D - $4.700,00 VIN: 5XYKT3A69FG568349 TITULO LIMPIO Facebook Marketplace		Kelly Sabrina Gonzalez González		0	https://www.facebook.com/Kelly-Sabrina-Gonzalez-González-110907005008754/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561320	1	active	11/30/24, 6:37 PM	5/7/25, 10:52 PM	1733013473	1746676331		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qdlay/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468663268_1589870355745691_3339399218800031999_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=tjqcZB2uQ6QQ7kNvgG1WPSc&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AY2OeOg_Wqj8GDXIbDBwc-e&oh=00_AYBGN61g8Sv0e2KSmv9Modjm2PecGUI3NtZGOMmNTdVNhw&oe=6751985C	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561324	1	active	11/30/24, 6:37 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013474	1744666059		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-high/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468710595_543723795308906_5601072047243838920_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2JL-91QiqpcQ7kNvgGRapdr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaYi6LTLHA5lRoI1AMxLlkW&oh=00_AYCsUSq6VkMfgYF5sa-P63OwPQngtDq00oQYZqurMP058A&oe=67518DB1	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561326	1	active	11/30/24, 6:37 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013474	1744666059		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-high/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468708863_1649297688958455_1593554103337978780_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=rLdRIDikWF4Q7kNvgEp_2ck&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaYi6LTLHA5lRoI1AMxLlkW&oh=00_AYAFKBMPYs5oQo8KExGky_sdaLSbcavBB_Toujy5-lYI6w&oe=675199EF	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561334	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/11/25, 12:01 PM	1733013477	1749661266		1942																										msblue.com	Shop Now			CAROUSEL			https://msblue.com/pages/msblue-black-friday-sale-2024?utm_source=facebook&utm_medium=cpa&utm_campaign=%E3%80%90Purchase%E3%80%91PARTNERSHIP+AD+-+JM+20240613&utm_content=1129-kellychan360-18045248855127376			1.0231160130532E+14	Kelly Chan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468638216_483557018176853_4708342288519595345_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7g0qvMqvpvYQ7kNvgHwZlvB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AlOr6rt9blPwYIS77QsfPSb&oh=00_AYCU9AVOgJR2by-L8Y8m2RET9bdO1uKB-UBkF_5aGs2ThA&oe=67518C22	PERSON_PROFILE	0					0				Kelly Chan		4366	https://www.facebook.com/kellychan360/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2561354	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013488	1744666059		1942																										carcan.com	Order Now			DCO	50% OFF TODAY ONLY on Facebook! ➡️ ➡️	{{product.description}}	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468509133_571633575806757_6765650908808287944_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=8nMuDpwtGM4Q7kNvgFUBCPR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYyBK5IsjF6rrj5z8Vbp1HF&oh=00_AYBSGI7IFxwlRZ25XXAAmwfNuWbBECGxGmwdO8VY3L9H6Q&oe=67516CDD	PERSON_PROFILE	0					0		50% OFF TODAY ONLY on Facebook! All we ask is you SHARE THIS POST TO BE FAIR - we lose money if you don't! 😊 AS A BONUS THEY ARE BIGGER AND BETTER AND LAST FOREVER • Millions of Happy Customers in USA 🇺🇸 • Billions of Plastic Bags Saved ♻️ AS SEEN ON TV WITH SHARK TANKS HOST Don't love it? Keep it free - Now that's a guarantee! 😊 Text "SALE" to 227226 for exclusive deals & updates! WE PROMISE TO ALWAYS OVER DELIVER AND WE APPRECIATE ALL THE SUPPORT OVER THE YEARS CARCANS FOREVER ❤️ Don’t Forget to share this post or we are toast! 🙌 ALMOST OUT OF STOCK ⏰		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
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2561463	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013534	1744666060		1942																										kellyswholesalecarpet.com	Contact us			IMAGE	We Install Everything We Sell	Free In-Home Consultations	https://www.kellyswholesalecarpet.com/?cam=soc-tp-m256655-c876421-g2955467-			7.0700363264889E+14	Kelly's Wholesale Carpet & Flooring	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468562783_552825327674657_6369250376545402868_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6uavHr9S40YQ7kNvgFjLDnP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYAMVbNVvK7pW8VqxEs8mNK4UO1nSJ_QcA_eKHz8_SnK8A&oe=67517E65	PERSON_PROFILE	0					0		Looking for luxury vinyl flooring or are you going for the classic, real hardwood floors for your home? Not only do we have everything you’re looking for, we back all of our installs with a 1-year warranty! Get in touch today to schedule your free in-home consult!		Kelly's Wholesale Carpet & Flooring		843	https://www.facebook.com/kellyswholesalecarpet/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561464	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/14/25, 9:27 PM	1733013535	1752546474		1942																										www.kellyswholesalecarpet.com	Contact us			VIDEO	We Install Everything We Sell	Free In-Home Consultations	https://www.kellyswholesalecarpet.com/?cam=soc-tp-m256655-c876421-g2955467-			7.0700363264889E+14	Kelly's Wholesale Carpet & Flooring	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461434217_1286927322661802_8664690071546689695_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=IIxvMmQgIoIQ7kNvgF3fFfr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYBk4cCexsKI501YtUyQm-4NKmoU7l8PMICMyqjrur57YA&oe=675176A2	PERSON_PROFILE	0					0		Looking for luxury vinyl flooring or are you going for the classic, real hardwood floors for your home? Not only do we have everything you’re looking for, we back all of our installs with a 1-year warranty! Get in touch today to schedule your free in-home consult!		Kelly's Wholesale Carpet & Flooring		843	https://www.facebook.com/kellyswholesalecarpet/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561376	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/6/25, 8:18 AM	1733013499	1749215914		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/kelipatnogah			1.0062177973205E+14	Kelipat Nogah	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468697232_1154031286115781_8167318687163008281_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=qFLfkRhh2N4Q7kNvgFzzeWW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7B7gDJyrgV0VwOVTDYwh1p&oh=00_AYB09PBw31WU0dnzgQSbGeBicHnTTQVtyGPRoYjQnxCT6g&oe=67516D06	PERSON_PROFILE	0					0		Kelipat Nogah,LLC Kelipat Nogah With @j6ix.cdb @ja2ruffinway #kelipatnogah #fyp #trending #foryou #viral #model #fashion #love #smile #happy #joy #fun #funtimes #family #familytime #growth #success #motivational #inspirational #viralvideos #trendingreels #trendingnow #viralreels		Kelipat Nogah		20	https://www.facebook.com/kelipatnogah/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561377	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/14/25, 9:50 PM	1733013499	1752547826		1942																											Contact us			IMAGE	2020 Adventurer 910 db (dry bath with bunk)		https://facebook.com/marketplace/item/8626033824150719/			8.8553157848076E+14	Derek Sakris		REGULAR_PAGE	1					0		2020 Adventurer 910db (dry bath with bunk bed option) - $34,999.00 We are selling our lightly used 4 Season 2020 ADVENTURER 910DB (Dry Bath) TRUCK CAMPER. Sleeps 4/5 people. It's loaded with features and has been great for our family adventures. Located in Southern IL (outside of St. Louis). Great hunting/fishing setup (can tow a boat or trailer with the Torklift Supertruss Hitch). 130+ pictures of camper and truck @: https://photos.app.goo.gl/Y2PAny6osfAHTEet8 2020 Adventurer 910DB (Dry Bath with Bunk Bed) *Option to purchase TURN-KEY PACKAGE of 3500 Chevy Dually TRUCK and CAMPER Combo* -------- 2020 Four Season ADVENTURER 910DB has the following features: Two new 100amp each Duralast Gold deep cycle batteries (as of OCT 2024) Contemporary Gray/Taupe color scheme (flame retardant added to upholstery) Wood-look vinyl floor (Commercial grade) Electric slide-out with exterior topper U dinette and remote controlled bunk bed (great for addl storage) 30 Gal black tank 30 Gal grey tank 44 Gal water tank Space for two 20lbs propane tanks, (both included) Propane-powered furnace Propane-powered 3-burner stainless steel stove top and oven (with new pizza stone) Stainless steel Microwave Lots of upper cabinet storage, deep undersink storage and 3 kitchen drawers Dometic 2 door 2-way refrigerator/freezer (AC or propane) 7 cubic feet Outdoor “cowboy” shower with hot and cold water Dry bath inside with under sink cabinet, medicine cabinet and deep linen closet Porcelain foot-flush commode Double sliding door bedroom closet has more space than we could use + added 3-shelf unit inside (included with purchase) Rear 84” wide electric canopy with integrated LED lights, extends about 9 ft Manual Canopy along the side (Approx 8' wide) Rear ladder to access the roof Lots of outside storage in the slide-out under the rear stairs and within the slide-out Large drawers under dining banquette that can be accesses from interior or via exterior storage doors Diamond Plate lined cubby – Prepped/wired for generator Happy jacks with remote controlled leveling, etc. Added Levelmate Pro wireless/bluetooth RV leveling system (Requires App download) Rooftop AC works Rooftop Vent Fan in Bathroom has an added RainGuard cover Skylight over bed with blackout shade and screen (can open it all the way to stand up and really see the stars!) Escape hatch window to side of bed 1 Bedside "night stand" with shelf, USB and electric outlet All exterior locks replaced with easy to access combo locks (Except Propane and Battery) "RV Lock" Keyless entry Screen door at entry Double-pane Windows have screens and up/down pinch-pleat blinds, and fabric valances Includes a California King mattress and waterproof mattress cover 30 AMP Plug Deep Metal Bumper with flip down stairs with pads to remove dirt from your shoes Added Froli sleep system (keeps mattress up in air to allow ventilation/reduce condensation From Adventurer Manufacturer: Exterior: LED Porch Light Basement Slide-Out Storage Tray, Steel w/Roller Guides Next Generation Happijac - Manual Jacks Stainless Steel Angled Tie-Down Brackets – Bolted Through TCC® Laminated Offsets Reverse Seal TPO Front Seam and Channeled Side Roof Seal System Phat Ladder Slide-Out Awning Topper Super Step Bumper - Aluminum Single Step Front Camper Guides - Alignment and Truck Bed Protection Interior: Flush Mounted Interior LED Lights w/Integrated Switches Flame Treated Fabric Upholstery Full Extension Soft Closing Ball-Bearing Metal Drawer Slides Interior Magnetic Drawer Catches Industrial Grade Vinyl Flooring Black Frame Dark Tint 4 Season True Thermal Pane Windows Bathroom & Bedroom Skylights Automotive Style Designer Accent Stiched Cushions Overhead cabinets, drawers, Cabinet and double door wardrobe Super U-Dinette Kitchen: Stainless Steel Double Bowl Sink Sink Cover Cutting Boards High Neck Galley Faucet Thermoformed Laminate Seamless Edge Countertops Sealed 3 Burner w/Residential Grate Large Stainless Steel Oven Residential Stainless Steel Range Hood w/ Fan & LED Light Dometic 2-Door Seven Cubic Feet Stainless Steel Fridge/Freezer Privacy Night Shades (Blind in Kitchen to meet code) Bedroom: Cali King Mattress 72 x 84 Double Density Foam w/Designer Cover Flush Mounted Interior LED Lights w/Integrated Switches Mirrored Double Wardrobe Closet Carpet - Full Cabover Floor Fully Opening Acrylic Moon Roof w/Screen & Shade Bathroom: Dry Bath w/ Separate one-piece Fiberglass Shower Dometic Toilet - Fresh Water w/Foot Flush Medicine cabinet and Pantry 12V Power Exhaust Fan in Bathroom Dual Layer Skylight in Bathroom Shower – One Piece Full Fiberglass Sliding Bathroom Door Systems: Furnace - 20000 BTU Water Heater - 6 Gallon DSI Fantastic Fan Exhaust Roof Vent Tanks – Heated, Enclosed, Insulated Black Holding Tank Flush Low Point Drain & Winterization Valves Sewer Hose Carrier Construction & Insulation: 2" Aluminum Framed Laminated Wall w/R-13 Closed Cell Block Foam Insulation Laminated R-13 Ceiling w/Simulated Padded Interior One Piece Thermo Polyolefin (TPO) Roof. Walk on w/12 Year Warranty Basement Design w/One Piece Floor and Enclosed Tanks R-22 TCC - Aluminum Framed Construction - 3 Year Structural Warranty Insulation - Closed Cell Block EPS Foam Lamilux 4000 High Gloss Gel-coat Fiberglass Exterior Thick Framed Radius 4-Season Insulated Compartment Doors Smoke Detector Carbon Monoxide Detector Fire Extinguisher 26" Friction Hinge Entrance Door w/Dead Bolt & Screen Windows - Egress in Bedroom LPG Detector RVIA Code Compliant Large Folding Entry Assist Handle Seamless Corrosion Resistant LPG Compartment 110V GFCI Protected Outlets Water Heater By Pass Valves Comfort Step Bumper® Dual Tread Comfort Step Bumper w/double step – Black Also have the removable easy step that hooks below the door --- Available for Separate Purchase or as TURN-KEY Combo 2003 Chevy 3500 Crewcab LS 4x4 Dual Rear Wheels (8ft bed) 2003 Chevy 3500 Dually 4x4 / TRUCK ASKING PRICE: $18,000 / Kelly Blue Book (KBB) https://www.kbb.com/ value: Low=$13,758 / High=$18,699 *Truck had over $7,000 worth of recent professional service/maintenance completed NOV 2022 (7 new Goodyear Wrangler “E” rated All Terrain Adventure with Kevlar tires, spark plugs, belts, hoses, master brake booster/cylinder, rear disk brake service, battery, front & rear differential service, transmission & torque converter flush, all fluids flushed, battery, etc.)* *Truck also has $3,000 worth of truck camper accessories, including 4 Torklift frame mounted tie downs, 4 Torklift Anchor guards/turnbuckles, Torklift Superhitch 20K weight rating, and front 2in hitch/receiver. 8.1 V8 Gas Engine (Big Block) 340HP/455Torque Mileage=110,600 Cloth Interior 34-gallon fuel tank Power steering Power windows Recent professional work done @ Meckfessel Tire and Auto in November 2022: Replaced Power Brake Booster-$1329 Replaced Upper and Lower Radiator Hoses + all new coolant-$754 Replaced spark plugs and ignition wires/coil connectors-$714 Rear Disk Brake Service w/ Parking Brake Shoes and Hardware-$1274 Transmission Flush + torque converter, cooler lines and filter-$200 Differential Service-Front-$110 Differential Service-Rear-$110 Transfer Case Service-$80 7 New Tires (6 + new full-size spare)– E Rated Goodyear Wrangler All Terrain Adventure w/ Kevlar-$2,003 Wheel alignment-$150 TOTAL Work NOV 2022=$7,296 Vehicle Upgrades Upgraded LED Headlight assemblies. Firestone airbags K&N Air Intake System 7 Wire RV Connection in bed as well as on bumper Aftermarket radio with rear license plate back up camera. Torklift Front & Rear Tie downs for slide-in truck camper Torklift Supertruss hitch Issues: Paint peeling on corner of hood Paint peeling on front passenger fender Paint peeling on front passenger door Small gap/separation on front passenger armrest Small chip on windshield tint Few small stains on cloth seats Facebook Marketplace		Derek Sakris		0	https://www.facebook.com/Derek-Sakris-885531578480756/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561371	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/28/25, 7:01 AM	1733013497	1745841663		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/kelly_hamilton25			2.6162255703898E+14	kelly_hamilton25	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/468576187_578493234764716_7297940015778158500_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=9rJlm_AGyZ4Q7kNvgGFwcDR&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCnxPYVdG0Qt5SFp4cI6hpuQk2oCmnoACmLVFBxioCm5Q&oe=6751989F	IG_ADS_IDENTITY	1					0				kelly_hamilton25		0	https://www.instagram.com/_u/kelly_hamilton25	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561374	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/28/25, 3:07 PM	1733013498	1745870872		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/kelly_hamilton25			2.6162255703898E+14	kelly_hamilton25	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/468576187_578493234764716_7297940015778158500_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=9rJlm_AGyZ4Q7kNvgGFwcDR&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCnxPYVdG0Qt5SFp4cI6hpuQk2oCmnoACmLVFBxioCm5Q&oe=6751989F	IG_ADS_IDENTITY	1					0				kelly_hamilton25		0	https://www.instagram.com/_u/kelly_hamilton25	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561478	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013542	1744666060		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/jonah_wafula805			4.2866480033408E+14	jonah_wafula805	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/465000172_2266386907058473_5188356543676772059_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=2GeRJsyP0WEQ7kNvgFublTQ&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYBRFBsPG77_Bl3V4aPp6ncNsTX3YwxeEVKRQJeUTbc9kg&oe=675182BA	IG_ADS_IDENTITY	1					0		Great working with Kelly on this project!! Go see some of @kellywilliamsart new work she’s been making. Her Art pieces are in different sizes, small, big and curvy. In fact she made some of her pieces in Ireland. Also she will be at: Portland Open Studio Tour #12 October 13-14,19-20, 10pm-4pm @regionalarts #mixedmedia #encausticpainting #portlandartist #pdxartists #portlandopenstudios #artfest #localsrtists #figurativeart #environmentalartist #largepaintings #smallbusiness #femaleartist #ireland #pdx #loveart #unique #supportartists #teaching #newartwork #paintingwithfire #fire #artforsale		jonah_wafula805		0	https://www.instagram.com/_u/jonah_wafula805	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561481	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/15/25, 7:28 AM	1733013546	1752582480		1942																											Contact us			IMAGE	2019 Woodland Park Grand Design Reflection 38 Solar		https://facebook.com/marketplace/item/548386501450047/			1.1146146466512E+14	Kelly Kupiec		REGULAR_PAGE	1					0		2019 Woodland Park Grand Design Reflection 38 Solar - $24,500.00 Check out this 2019 Grand Design REFLECTION 367BHS shared from the RVTrader iOS App. https://hr4kf.app.goo.gl/e7Xat Facebook Marketplace		Kelly Kupiec		0	https://www.facebook.com/Kelly-Kupiec-111461464665118/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561477	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/6/25, 9:14 PM	1733013542	1749262446		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/plunkanddragansmiles			2.3512870320211E+14	Plunk Smiles - Pediatric Dentistry & Orthodontics	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468750302_8828969540525719_7065364537346766903_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-jb-XY_EvOMQ7kNvgFlWH8G&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYDY0aUw4itRBRooxZ_wut7HFPKAlp9aMAHMez9ROdtLvA&oe=675194F8	PERSON_PROFILE	0					0		Even when we’re away from the office for Thanksgiving break, just know we love all our patients 🫶🏻. You’re the Nelly to our Kelly! ♥️ We’ll be returning to the office on Monday, December 2nd!		Plunk Smiles - Pediatric Dentistry & Orthodontics		555	https://www.facebook.com/plunkdragansmiles/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561533	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/30/25, 9:16 PM	1733013568	1746065790		1942																											Send message			MULTI_IMAGES						1.0807919554585E+14	Kelly's Adorable Labrador retrievers	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468737882_1728685427981559_1899721965474701451_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-tZOZCu3-0gQ7kNvgFCMxRO&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYBiMdkr0VWELL83EEEQ6Ong8I3heTTuzpZ9i1e9kVGB7Q&oe=6751756C	PERSON_PROFILE	0					0		🎄🐾 Give the gift of unconditional love this Christmas! 🎁 Adorable 7-week-old Labrador Retriever puppies—black, yellow, and chocolate—will be ready to bring joy to their forever homes on December 20th! 🐶✨ Reserve your furry bundle of holiday cheer today! ❤️🎅		Kelly's Adorable Labrador retrievers		100	https://www.facebook.com/100090974290653/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2561509	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013558	1744666060		1942																										realtor.com				CAROUSEL	44079 W Stonecreek Rd	Maricopa, AZ | $489,900	https://www.realtor.com/realestateandhomes-detail/44079-W-Stonecreek-Rd_Maricopa_AZ_85139_M14991-20261?cid=local_expert_city_rdc&lex_assetId=02i5f00000GqkmfAAB&lex_advertiserId=1493197&lex_id=eab3afec-2665-4780-99a5-75c9c46883ca			5.4330459902868E+14	Ted & Kelly Anderson HomeSmart Success	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468647941_937660417861297_8917001630722388455_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Xk_pSt0B2NUQ7kNvgGFrQcL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYCS1dJ7xQ1fDcEBmw1vZQ2Mxq1L7uzw8k6ox936CMD1pQ&oe=67517849	PERSON_PROFILE	0					0		Maricopa, AZ | $489,900		Ted & Kelly Anderson HomeSmart Success		407	https://www.facebook.com/homesmart.success/	0										View Edit Delete
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2561513	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013561	1744666060		1942																										realtor.com				CAROUSEL	44079 W Stonecreek Rd	Maricopa, AZ | $489,900	https://www.realtor.com/realestateandhomes-detail/44079-W-Stonecreek-Rd_Maricopa_AZ_85139_M14991-20261?cid=local_expert_city_rdc&lex_assetId=02i5f00000GqkmfAAB&lex_advertiserId=1493197&lex_id=eab3afec-2665-4780-99a5-75c9c46883ca			5.4330459902868E+14	Ted & Kelly Anderson HomeSmart Success	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468647941_937660417861297_8917001630722388455_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Xk_pSt0B2NUQ7kNvgGFrQcL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYCS1dJ7xQ1fDcEBmw1vZQ2Mxq1L7uzw8k6ox936CMD1pQ&oe=67517849	PERSON_PROFILE	0					0		Maricopa, AZ | $489,900		Ted & Kelly Anderson HomeSmart Success		407	https://www.facebook.com/homesmart.success/	0										View Edit Delete
2561546	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/5/25, 7:20 PM	1733013578	1749169254		1942																										www.newsbreakapp.com	Subscribe			IMAGE	Subscribe to NewsBreak newsletter for local headlines and breaking news.		http://fb.me/0wzTiNIU?utm_campaign=newsbreak_web_leadads_email_mb01_county_LA&s=facebook&adset=Avoyelles+Parish%2C+LA&ad=2024-11-28_upImg_0wzTiNIU_cjv&utm_source={{site_source_name}}&utm_medium={{placement}}			1.0063264913801E+14	Louisiana Newsletter - NewsBreak US	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468537565_607075415197746_176304188678154295_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3whzsrVY1IoQ7kNvgFqw0tM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCPMy8wlPx12ykqgYYXeEHg4kwR42JFsL8uzpA6bhsjPw&oe=67517EFE	PERSON_PROFILE	0					0		Avoyelles Parish, LA News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly.		Louisiana Newsletter - NewsBreak US		3145	https://www.facebook.com/100075805094995/	0		SUBSCRIBE								View Edit Delete
2561547	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013579	1744666060		1942																										www.newsbreakapp.com	Subscribe			IMAGE	Subscribe to NewsBreak newsletter for local headlines and breaking news.		http://fb.me/0wzTiNIU?utm_campaign=newsbreak_web_leadads_email_mb01_county_LA&s=facebook&adset=Morehouse+Parish%2C+LA&ad=2024-11-28__0wzTiNIU_cjv&utm_source={{site_source_name}}&utm_medium={{placement}}			1.0063264913801E+14	Louisiana Newsletter - NewsBreak US	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468734639_1102238744881993_2772314139054604412_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=JEokzJGdRpgQ7kNvgGhIEet&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCA4hM_59J1siI89L7uqSRj8kc07uSYONjM1wr1ExRVkQ&oe=67519A29	PERSON_PROFILE	0					0		Morehouse Parish, LA News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly.		Louisiana Newsletter - NewsBreak US		3145	https://www.facebook.com/100075805094995/	0		SUBSCRIBE								View Edit Delete
2561550	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013579	1744666060		1942																										breathandbreak.com	Shop Now			DCO	Last Longer In Bed	Loved by Over 7,000 Men	https://breathandbreak.com/products/climax%C2%AE-clockstopper-climax-delay-wipes			4.8409800812317E+14	Breathandbreak	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468411407_1111552210355227_2730153722021353948_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Py8l1KxH8ogQ7kNvgEgvPfn&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYAuEMV7JlEj5ujNIflQohHW_1dMSmC73roc7cP4mTXaSw&oe=67518D78	PERSON_PROFILE	0					0		Guys, it's time to enjoy longer-lasting intimacy, with instant effects and no negative impact. 😉 Instant Results 👀 Discreet and Portable ✅ Easy to Use Experience longer-lasting intimacy as a man today!		Breathandbreak		0	https://www.facebook.com/61569130363022/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561554	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/6/25, 4:25 AM	1733013581	1749201942		1942																										www.effortua.live	Order now			VIDEO	Check out more of our handmade styles！	✈️ Free Global Shipping!	http://www.effortua.live/?fb_clients=crownritTD&campaign_id={{campaign.id}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}			4.3668426285525E+14	Affordable Artisan Handcrafted BAG	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468835105_465827846112878_2163236385039495268_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jbEX9hEjxUYQ7kNvgHSECH9&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCt72or9MXkCUwxBapuxuhMnLM-QTHKJwMTCRu9DhrbeQ&oe=67518510	PERSON_PROFILE	0					0		Don't want to pay a high price?		Affordable Artisan Handcrafted BAG		230	https://www.facebook.com/61564992820142/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2561555	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013581	1744666060		1942																										www.effortua.live	Order now			VIDEO	Check out more of our handmade styles！	✈️ Free Global Shipping!	http://www.effortua.live/?fb_clients=crownritTD&campaign_id={{campaign.id}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}			4.3668426285525E+14	Affordable Artisan Handcrafted BAG	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468400577_890192513199911_1864647543625506710_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=JEP0cSLfEWkQ7kNvgGCDuPr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCOdL7CVGDM9LfJYiM1qtDGrDDTWW1cAfls0nrsadr9nw&oe=675199A2	PERSON_PROFILE	0					0		Don't want to pay a high price?		Affordable Artisan Handcrafted BAG		230	https://www.facebook.com/61564992820142/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2561557	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013583	1744666060		1942																										www.newsbreakapp.com	Install now			IMAGE	Breaking news from West Baton Rouge Parish!		https://play.google.com/store/apps/details?id=com.particlenews.newsbreak			2.1680870563242E+14	Louisiana Local News - News Break	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468616606_1476775292993458_2057020622008868619_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=t5_C4ny9tXMQ7kNvgE-iuwW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYDJKsCwJWptQn1Gwhh4Og-GWAPAqaNZoKj4lFMhP8EiiA&oe=67517FCD	PERSON_PROFILE	0					0		West Baton Rouge Parish News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly. Install news app trusted by millions to stay informed of latest West Baton Rouge Parish local news!		Louisiana Local News - News Break		51723	https://www.facebook.com/LouisianaNewsBreak/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560453	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/6/25, 1:49 AM	1733012929	1749192550		1942																										app.arts-people.com	Buy tickets			EVENT	The CCR Tribute Concert ~ Bad Moon Riders. Calhoun GA	https://app.arts-people.com/index.php?show=254423	https://app.arts-people.com/index.php?show=254423			1.1927914459748E+14	BMR Entertainment	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468611701_8714571898629253_8235023051052175686_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wuq9cpnPyb0Q7kNvgHg_SKI&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYCLkJzMtnx6VDQ5LGEcbdgPHg9yCKuuc3ujdgntb6ocbw&oe=67517053	PERSON_PROFILE	0					0		Calhoun !! We have an epic night of Creedence Clearwater Revival in store for you as the Bad Moon Riders take the stage at the GEM Theatre! 10% off code= "earlybird" The Bad Moon Riders will have you singing along to all your favorite CCR songs -- from "Proud Mary" to "Bad Moon Rising," vocalist Mike Kelly brings you the vocals of CCR effortlessly because that is his natural voice! 1 in a Billion!! The band is comprised of veteran players from major recording acts (including BTO and Headpins), driving the show from start to finish with the timeless music that defined a generatio		BMR Entertainment		150	https://www.facebook.com/61550257244539/	0		BUY_TICKETS								View Edit Delete
2560487	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012948	1744666062		1942																										makezbrightgifts.com	Shop now			IMAGE	Besties- To My Besties I love You Because I Know No Matter What Happens You'll Always Love Me Back... - Personalized Blanket	Looking for a personalized blanket? Our custom blankets add a little extra something to your home. A personalized blanket from Makezbright is designed to help enhance your home, and they also make excellent gifts as well. Our personalized blankets are great for every occasion, whether it be for a bi...	https://makezbrightgifts.com/products/besties-to-my-besties-i-love-you-because-i-know-no-matter-what-happens-youll-always-love-me-back-personalized-blanket-1			4.5061165511808E+14	Makezbright Gifts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468908197_1110472024069193_3526431458452340513_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=VqTkiJkuJhMQ7kNvgG-5tXe&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXaUndZnK8f1NSKU7SnFnq5&oh=00_AYB7tQKKHomyLcje37jAqEUy4tkiOM-g_eIB-_BG6vKAMA&oe=6751851F	PERSON_PROFILE	0					0		Besties- To My Besties I love You Because I Know No Matter What Happens You'll Always Love Me Back... - Personalized Blanket ❤️ 👉 Order here https://makezbrightgifts.com/products/besties-to-my-besties-i-love-you-because-i-know-no-matter-what-happens-youll-always-love-me-back-personalized-blanket-1		Makezbright Gifts		328199	https://www.facebook.com/superherogift/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560506	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/6/25, 4:34 AM	1733012959	1749202484		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	To find out, listen to the audioseries 'ReKindled Heartache' (FREE for a limited period of time) Click on the link below to download the PocketFM app, now!		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.radio.pocketfm			1.2894360697518E+14	Rekindled Heartache By Pocket FM	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/447886742_823244652603900_2134262023729126291_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=yOnDAZ8zsTIQ7kNvgHz2loL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYALwQkZwB6Hyk0DAvZR-E2u8nf-PttIj8EPehUfdULj3g&oe=67516D69	PERSON_PROFILE	0					0		From being inseparable lovers to disappearing from each other's lives. Zoey and Blaine can never erase the memories of their beautiful past. But what was the reason of their separation? what is the dark secret that remains buried in the dark alleyway from 4 years ago? and most importantly will Blaine find out that he has a son that Zoey has kept a secret from him?		Rekindled Heartache By Pocket FM		7478	https://www.facebook.com/pocketfm.rekindledheartache/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560797	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013155	1744666063		1942																										forlest.com	Shop now			VIDEO			https://forlest.com/collections/best-seller			1.0927675415459E+14	Growing Baby Green Beans	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467687902_1110487427308884_3965315073187773358_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WdP2ewrfAYkQ7kNvgGHVZ_U&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYDXq4WGwqROQSHEkYdQW7EZXXldwrTit1Fb7Yvk_FqL3A&oe=675160DF	PERSON_PROFILE	0					0		Looking for your new favorite bra? Then look no further than @forlestofficial 😍 #ad Right now, Forlest has their Black Friday early bird specials going on with awesome deals their best selling bras like the Kelly 2.0 and the Harper 2.0 (both featured in this video)! Get your perfect fit from @forlestofficial today 🖤 • • #forlest #fullerbust #wirelessbra #forlestbra #blackfriday #blackfriday2024 #blackfridaydeals #plussize #PlusSizeBlogger #realmombod #curvesarebeautiful #CurvyConfidence #beyoubravely #mombodmovement #loveyourmombod #plussizepower #bodypositive #everybodyisbeautiful #AllBodiesAreBeautiful #selflovemoments		Growing Baby Green Beans		92	https://www.facebook.com/erikajgreen14/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561021	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013305	1744666063		1942																										pianobypictures.gospelonthegopiano.com	Learn more			VIDEO	How to Learn Piano by Christmas... Even for Beginners!		https://pianobypictures.gospelonthegopiano.com/cyber-holiday-free-offer			1.0352083822254E+14	Piano By Pictures	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468554110_1486553092035865_5824961712324884770_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lrG7xFyd-ssQ7kNvgF63lDa&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYDVSB2Np5ywTm-jLX6HaMpw_Db9MwlMTApg-aU3vRn4Og&oe=67517240	PERSON_PROFILE	0					0		How does the simple trick shown in this FREE Holiday book bundle help adults everywhere to learn how to play piano in record time? What makes Piano by Pictures work for thousands of people who have struggled to learn piano the traditional way? Actually... it's pretty simple... Pictures! Instead of using traditional music notation that takes YEARS to learn, this simple program spells everything out with simple pictures that are easy to comprehend on sight, even if you know nothing about music or the piano. For a limited time you can get our most popular book, our gospel book, and a bonus book for free. Just cover shipping and handling and I'll send you yours today! But be warned... we may run out of these books soon!		Piano By Pictures		5628	https://www.facebook.com/pianobypictures/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561023	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013307	1744666063		1942																										www.balweek.com	Book now			VIDEO			https://www.balweek.com/registration1			1.0214241604534E+14	Mickey Fortanasce	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468447446_919501430150030_3364411618182671343_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=IsJh891WYroQ7kNvgHrfAS6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AqwEp7-Cv85c89QoJ3EWR-g&oh=00_AYAFtBKB26XL1_XLXjHMCvIEJ2q_M62-4bdvhemGSwDT2A&oe=67516EF4	PERSON_PROFILE	0					0		🎉 BAL WEEK- EARLY BIRD ALERT: SAVE $50! 🎉 Join us at BAL WEEK 🗓️ April 11-13, 2025 ✨SAVE $50 by signing up before December 1st! 👉 Secure Your Spot Now: www.balweek.com ⏳ Hurry – Offer Ends Dec 1st! 🎟️ Limited dance passes for just $100! What you'll get!!: All Balboa, All Week! Performances, Competitions, Classes and More! Instructors: Kelly Arsenault Mickey Fortanasce Kate Hedin Nick Williams Amanda gerken Connor Cole Annabel Truesdell Quisao Bobby White Musical Artists: Keenan McKenzie & the Riffers ​DJ Michael Quisao		Mickey Fortanasce		379	https://www.facebook.com/mickeymdi/	0		BOOK_TRAVEL								View Edit Delete
2561029	1	active	11/30/24, 6:35 PM	7/16/25, 12:00 PM	1733013310	1752685201		1942																										wonderbly.com	Get Offer			DCO	🚨Get $15 off your order with code CYBER15 🚨	A lifetime of birthday headlines for the hard-to-buy-for and the historically-curious.	https://www.wonderbly.com/personalized-products/the-washington-post-newspaper-birthday-book?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=organic			4.5548444448826E+14	Wonderbly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468849139_1330733511428771_764483346350923459_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Az61tQwvCU4Q7kNvgFwSx8P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AWM6J27Yi1Io8ExkT64aHzZ&oh=00_AYCyp7DBFrO0Kt6MOh1oVO-7XAugj40GijxXNsE20XwH-Q&oe=6751906A	PERSON_PROFILE	0					0		Need a gift for a notoriously hard-to-buy-for partner? He’ll treasure this personalized book of newspaper headlines		Wonderbly		1681288	https://www.facebook.com/Wonderbly/	0		GET_OFFER								View Edit Delete
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2561036	1	active	11/30/24, 6:35 PM	7/12/25, 10:18 AM	1733013325	1752333495		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			IMAGE			http://instagram.com/davischeckmate			1.0138880966985E+14	davischeckmate	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/353820002_245355164801672_7976518915805294777_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=Smkn-rOiO1kQ7kNvgEgHwMQ&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYB--OhMy4uTQ_NozNAy9cflOVgENW3QB8QOr_lC0c8mUw&oe=67518D58	IG_ADS_IDENTITY	1					0		Black Friday Bonanza: 75 Amazing Books at 99¢ Each NEED SOME HOLIDAY GIFT IDEAS? How about 75 of them as it's the Black Friday Weekend Kindle Cross-Promotion campaign, where 75 business authors have lowered the price of their Kindle to ONLY 99 cents! This is an incredible as well as inexpensive way to boost our visibility and allow you to take advantage of these incredible books at a discounted price. Check out the books you can grab for ONLY $0.99 this Black Friday weekend, including my own 📘, "CHECKMATE: Tips & Lessons to Help You Make the Right Moves to Achieve Happiness" with this access link: https://robbiesamuels.com/Black24Greg This amazing book sale is ONLY through Cyber Monday (Dec 2), so don't delay! Get as many as you'd like. No email opt-in is required. And please DON'T forget to leave reviews for these amazing books...it's so helpful to all authors in their quest to expand their reach and impact in the world! Thank you & HAPPY Holidays!		davischeckmate		0	https://www.instagram.com/_u/davischeckmate	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561576	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/25/25, 6:43 PM	1733013592	1745624634		1942																										website.kalostv.com	Watch more			VIDEO	❤️‍🔥Nice to Marry You		https://website.kalostv.com/share/middle/wstg0fuaenhawazxpxxqyi1b?ad_id={{ad.id}}&sid=120213112985410371&campaign={{campaign.name}}&adgroup={{adset.name}}			1.3195290333042E+14	Short drama	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468522043_1107734127398003_7064735933679596341_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=yLXsbz4IE10Q7kNvgHbOAdP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCyWybaEI3296-HoNLTkc3xL9Pic8qlx-imtIXpWDrj_w&oe=67516DDB	PERSON_PROFILE	0					0		❤️‍🔥💔Forced into marriage, Noelle reluctantly endures a series of blind dates until she meets Sebastian, a charming yet seemingly ordinary man. Enchanted by his allure, she marries him, anticipating a simple life. However, she soon discovers that Sebastian is not as he seems. Unveiling Sebastian's true identity as a billionaire, secrets begin to unravel, thrusting Noelle into an unexpected situation as she gradually uncovers the truth about his past...		Short drama		63443	https://www.facebook.com/61551551210077/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. 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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560552	1	active	11/30/24, 6:29 PM	7/15/25, 1:27 AM	1733012985	1752560839		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861502370204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467424532_1038125858032788_6749086705545979886_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pjwz2C9bOgEQ7kNvgHVraZ1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYDP-OrTUj1edRHG-GR6-6TvGa4l62endDvQ0Qx7brkA-g&oe=67516148	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560088	1	active	11/30/24, 6:24 PM	7/16/25, 3:13 PM	1733012694	1752696822		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460844654_1586091338786756_7335652434014015276_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=p5v7EHToq4YQ7kNvgHdRIGy&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDOHiyxypx0K7G_EuRCJ037LWd3Hk5aqcR5tYQx48VhUw&oe=6751917A	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560329	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/6/25, 3:50 PM	1733012826	1749243002		1942																											Contact us			IMAGE	54” ATV Snow Plow + UNIVERSAL SUPREME SNOW PLOW MOUNT		https://facebook.com/marketplace/item/544249035055757/			5.0931493226123E+14	Gavin Kelly		REGULAR_PAGE	1					0		54” ATV Snow Plow + UNIVERSAL SUPREME SNOW PLOW MOUNT - $450.00 Never used . Got another one that is already on. Don’t need it. Facebook Marketplace		Gavin Kelly		0	https://www.facebook.com/Gavin-Kelly-509314932261232/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561269	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/16/25, 3:57 PM	1733013447	1752699421		1942																										comedyplex.com	Learn more			IMAGE	Home | Comedy Plex Comedy Club		http://www.comedyplex.com/			5.1995521150183E+14	ComedyPlex	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468676175_543430912000012_1897078416615365407_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_aid=0&_nc_ohc=FWFZdZH6Sp0Q7kNvgH37zAC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOZV_xf1S15Kz2-ItEsgyRV&oh=00_AYBEleqanrb4RaxpmzeFMzrWBx1yCwiJpeo3GlOYJIJVhA&oe=675165CE	PERSON_PROFILE	0					0		Don't miss the @badmomzofcomedy at Comedy Plex Comedy Club this weekend in Downtown Oak Park!! Get your tickets now at www.comedyplex.com #visitoakpark #downtownoakpark #OakParkEvents #comedyclub #chicago #oakpark #datenight #nightout		ComedyPlex		1231	https://www.facebook.com/ComedyPlex/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560422	1	active	11/30/24, 6:28 PM	7/16/25, 4:08 PM	1733012908	1752700121		1942																										makezbrightgifts.com	Shop now			IMAGE	404 Not Found	MakeZBright is the right place to buy the best custom memorial gifts at affordable prices. We have unique personalized and custom Gifts including coffee mugs, photo mugs, personalized best friend mugs, tote bag and many more.	https://makezbrightgifts.com/products/the-love-between-brothers-and-sisters-is-forever-v2-personalized-unisex-t-shirt-lake			2.134050988173E+14	Makezbright Family Gifts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468737142_579721621271376_5129732621283060882_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=xTkwIXZXbJUQ7kNvgFzkm2E&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AU_mVk3ucPQR_i9fdKpY5ki&oh=00_AYAhJqCLzrKumrgv6evOSh9G0xYrn7mCGlvu6kuOXc8dZg&oe=67517C64	PERSON_PROFILE	0					0		Brothers And Sisters - The Love Between Brothers And Sisters Is Forever V2 - Personalized Unisex T-Shirt (Lake) ❤️ 👉 Order here https://makezbrightgifts.com/products/the-love-between-brothers-and-sisters-is-forever-v2-personalized-unisex-t-shirt-lake		Makezbright Family Gifts		11091	https://www.facebook.com/100091951863681/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560100	1	active	11/30/24, 6:25 PM	7/16/25, 3:59 PM	1733012702	1752699597		1942																											Watch More			DCO	The Vampire and His Blood wife👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458769627_832827298955953_3464472771163015071_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KXGmDvRW4DgQ7kNvgF8J4Hw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYCNrmLKmguUwOhepwnr3qMcDYPLXzAp2yWtaysKZhnf9w&oe=6751981E	PERSON_PROFILE	0					0		This series is so incredible! I can't stop watching! #Next episode is amazing!😍		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561090	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/5/25, 9:04 AM	1733013362	1749132266		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/dunebyseankelly			1.7389131580522E+14	DUNE by Sean Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468802993_1811592813000637_951177701183750530_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_aid=0&_nc_ohc=QldAXv2u4bwQ7kNvgEgGCdQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQiUt0-rcuxUB-BaHLkZDEH&oh=00_AYBed1kAZGrlOaloHjJIaOagDU-4D6uihDzamcL6uZc-Mw&oe=67517329	PERSON_PROFILE	0					0		Happy Black Friday from your favorite local boutique✨🖤 Today-Sunday enjoy 15% off EVERYTHING in our store, and 20% off floor samples/all custom furniture! We are open 10am-4pm everyday this weekend, see you at Dune✨✨ #dunebyseankelly #stoneharbornj #northwildwoodnj #shoplocal #homedecor #customfurniture #apparel #interiordesign #christmasdecor #blackfridaysale		DUNE by Sean Kelly		210	https://www.facebook.com/61553381894567/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560318	1	active	11/30/24, 6:26 PM	7/16/25, 4:03 PM	1733012818	1752699811		1942																											Call now			MULTI_IMAGES						3.237769979972E+14	AShock Designs	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468800428_1110980840599744_6105769133415495640_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=czOXFAzHleoQ7kNvgEKUgVl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYD7Qe9GyCx652QZHTBEFNYDp71FVhphB-_aW568boXZeg&oe=67518B87	PERSON_PROFILE	0					0		Don’t sleep on these Kelly Wearstler Salmon Graffito 20x20 Pillow Covers $20 each is giving them away		AShock Designs		246	https://www.facebook.com/100080683941153/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2560167	1	active	11/30/24, 6:25 PM	7/15/25, 4:58 AM	1733012736	1752573524		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.0830070571037E+14	Miiowtv short13	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460888670_426699159994963_6927780453717343510_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6JbebfIDagAQ7kNvgHCSURJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYDXDpCibJ06AkYSa7F9q0KSzCfLTYEPJzakQL9tkD8wuA&oe=67516AED	REGULAR_PAGE	0					0		"👀 Binge-watching got you hooked? Don't miss the next episode of your favorite series! #NextEpisodeIsComing #GetReadyForMore"				0		0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560133	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/26/25, 12:52 AM	1733012720	1745646733		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458568810_1026702872539704_5128960842889323992_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=cJSnQu1VzmgQ7kNvgGw_WTj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYDQDXXuCZKJSPkUx6oFB22VuM0e9nj6DyPAEdg4qLsI6A&oe=675168AB	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire and His Blood wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561365	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/8/25, 1:28 AM	1733013493	1749364104		1942																														MULTI_IMAGES						3.0805210301741E+14	LuckyLand Slots	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/370273266_644778434288656_1292525325650802612_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uBuL9jZWMKsQ7kNvgHkdUIe&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AFI6FyFgO-3BWf_sDfAhJC-&oh=00_AYBXm97SnIYnPln2GQuyiMG1Jz7rkIbTz2NlreC1UdzJaQ&oe=6751777F	PERSON_PROFILE	0					0		Some of 2023's luckiest stars are here to shine! 🌟🎊 Hats off to these winners who know how to have a blast! 🎉 Want in on the fun? Come play now: http://bit.ly/LuckyLand-Slots 🎰💜		LuckyLand Slots		347079	https://www.facebook.com/LuckyLandSlots/	0										View Edit Delete
2561349	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/8/25, 1:28 AM	1733013485	1749364106		1942																														IMAGE						1.6281488408278E+15	Peace, Love and Potions	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468322942_910095774555946_6860005575539998908_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=C-Wwg5d2ZWgQ7kNvgFfS18J&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AfYRrnKR6DeL6_JDmNWQSX9&oh=00_AYDtmX2WkB48jlZfU2X5JpyzcB-mskEhqo_kcoV4B8P77w&oe=67517A33	PERSON_PROFILE	0					0		Peace, Love and Potions is hosting our BLACK FRIDAY WEEKEND Artisan and Vendor Event the Grand Traverse Mall. THIS WEEKEND November 29th, 30th and December 1st during mall hours. Friday 9am to 9pm, Saturday 11am to 8pm and Sunday 12pm to 6pm. Head to the Grand Traverse Mall and visit all of the local Artisans and Vendors. SO many small businesses under one roof with amazing products. SANTA will also be at the Mall this weekend. Here are our remaining events for 2024 December 6/7/8 December 13/14/15 December 20/21/22 If you would like to be a vendor please reach out to Kelly of Peace, Love and Potions with any questions We are always looking for new and unique vendors. peaceloveandpotions@yahoo.com 989-745-4415 (Kelly is the only person that signs up vendors/sends invoices for our Grand Traverse Mall Artisan and Vendor Events)		Peace, Love and Potions		1182	https://www.facebook.com/peaceloveandpotions/	0										View Edit Delete
2561385	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/16/25, 4:53 PM	1733013502	1752702812		1942																											Learn more			VIDEO						1.1464979151849E+14	BLOVEllc	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468536709_450423561126382_8480559154895878166_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pnB5kPRRDtAQ7kNvgGMkB1q&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7CHGt5JFT_ork3oIMe_BkT&oh=00_AYDH2YtqJW6vGdXl0Tlw9eZwjOwcICyO-aDKxGYJSqc52A&oe=675182D5	PERSON_PROFILE	0					0		Thanksgiving Blessings!!! My Grind Never Stops 💯 Final Days Of Beautide Blessings Special Holiday Deals 🎄 $25 & Under With Additional Reductions On Already Reduced Prices😍 Enjoy $7.99 Flat Rate Priority Shipping & Free Gifts With Selected Items As You Shop From The Comfort Of Your Home Avoiding The Annual Holiday Crowd Frenzy 🧑🏾‍🎄		BLOVEllc		159	https://www.facebook.com/100089455782319/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561046	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/8/25, 1:52 AM	1733013334	1749365526		1942																										a.crazynovelapp.com	Learn more			VIDEO	🔥🔥 Click to Read 👉🏻👉🏻		https://a.crazynovelapp.com/ad/cG9wU3Rvcmllcy8zNjcyOTQvMjAyNDExMjkwOTM4MzEvcGFnZQ==?adid={{ad.id}}			1.015677463446E+14	Cra0003	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468412521_850802603797549_5614505251031083511_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=03mmUj2MqroQ7kNvgFiHjsC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYBFnvnRTFwoN5uVZP5zaweI1aatR-OrTUXPOwJv4KR78A&oe=67516AD3	PERSON_PROFILE	0					0		My husband, Ryan Carbon, was entwining with another woman. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. She was the wife of Ryan's friend. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo's hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him. --- "You screwed Lisa at the wedding, got drunk at night, didn't even know I was gone. It took you three months to come to me and apologize. You're a hypocrite. I'll never forgive you again. Just go." ———————— The last thing I expected to find when I rounded the corner of the beautiful white wooden summer house, which glowed ethereal in the setting sun, was my husband of seven hours and twenty-four minutes, Ryan Carbon, entwined in the arms of another woman. I’d wanted a break from the loud music, to cool down from the sticky evening and get some fresh air. I’d barely seen my husband since our first dance, there’d been too many people queuing up to offer their congratulations, telling me how stunning I looked in my bridal gown and how happy they were for us both. The afternoon had morphed into the evening at such speed my head spun but not as much as it was spinning now at the sight before me. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. Ryan’s hand glided over Bobby’s wife’s olive skin, straying up her thigh and under her black dress, the other clasped around her birdlike neck. Short moans of pleasure escaped Liza’s full lips and her head lolled back, eyelids fluttering. I froze on the manicured lawn, not wanting to be seen. The two of them blissfully unaware they had a spectator. Sounds of our wedding reception blared out from the house, guests dancing to ‘Come on Eileen’, stamping their feet on the dance floor with no idea the groom was already breaking his vows. A painful eruption began in my chest, a volcano getting ready to blow, hitting me with a grief so profound, it swallowed me whole. My lips parted to speak, but nothing came out. I had no words nor voice for the sight before me. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. Vomit forced its way up my throat and I gagged, backing away on the grass before taking off my heels and turning to flee. Blinking rapidly, I stumbled back towards the house, trying to exorcise the scene I’d witnessed from my eyes. A few hours ago, we’d promised to love and cherish one another, but after the photos were over, he’d hit the whisky hard. As the whirlwind of greeting guests for the evening reception got underway, being congratulated and making small talk, I’d seen my husband fleetingly as he worked the room, a tumbler in hand. He’d been bought drink after drink and I knew he might not even find his way to the honeymoon suite later. It didn’t matter, it was our wedding day, a celebration. Everyone was entitled to let their hair down. Liza was my friend; she and Bobby were our friends and the betrayal sliced into my heart like a knife through butter. ‘Seen Liza, Kel?’ Bobby swayed in front of me when I reached the grand staircase, his eyes glazed. I swallowed the lump in my throat, unable to look at him. Bobby was Liza’s husband as well as being Ryan’s best friend and business partner. They’d only been married a year, yet his world had been blown apart in the past few minutes too and he didn’t even know it. ‘No, not for a while,’ I managed. ‘Ah well, she must be around somewhere,’ he turned in a full circle, arms outstretched, his sweat patches on display and worryingly unsteady on his feet. ‘You make a beautiful bride, Kel,’ he added, grabbing my hand and pecking it, a cheeky grin spreading across his face, showcasing his dimples. His curly mop of brown hair fell into his eyes. ‘Thanks, Bob,’ I replied, the onset of tears pricking the corners of my eyes. I slid my hand out of his damp palm and took the stairs as quickly as I could manage in my heavy ivory gown. By the time I reached the honeymoon suite, my throat was thick with misery and I fumbled for the key in the satin bag hanging from my wrist. The tears came even before I had a chance to close the door to the room. Our enormous four-poster bed with crisp white sheets covered in red rose petals made me sob harder. Was it a one-off? Had Ryan got so drunk he’d made a pass at Liza or had they both been lying to me and Bobby for months? I sat on the edge of the bed and put my head in my hands. Life as I knew it crumbled around me. Ryan and I owned a house together in Crawley a few miles away, he ran a business with Bobby, what was he thinking? The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo’s hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him, but it wasn’t me. I hated confrontation, I needed to think and space to do so, but how was I going to escape my own wedding reception? I looked around the grand bedroom for inspiration, glancing over at my pink suitcase, packed and ready for our flight to Crete. The honeymoon I’d been dreaming of, but now Ryan had ruined everything. Ryan’s backpack had been left beside his suitcase and I riffled through it, digging out our passports, printed tickets and euros. In a moment of inspiration, I shoved Ryan’s passport beneath the mattress of the bed, as close to the middle as I could reach, and put the rest of the items in my bag. Finally I rolled up the layers of white satin, torn lace and netting and hid my wedding dress in the empty wardrobe. Checking I had everything I needed, I dialled the taxi company. ‘Hi, I already have a pick-up booked for three forty-five tomorrow morning for Kelly Carbon, but my plans are changing. Do you have a car available now to take me from Gravetye Manor to Gatwick, North Terminal please?’		Cra0003		145	https://www.facebook.com/100094651747378/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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And now what was more exciting, we were going to welcome our first child. “It’s a good thing you’re cautious. You could’ve lost your baby, Miss Monroe.” The GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. I subconsciously touched my belly, and still couldn't believe a baby was lying there. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce! My best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn’t wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? Would he kiss me and all? God! I couldn’t contain my happiness. I cupped my red face as I fantasized. But the moment I felt the cold from the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially when our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we had sex, he was considerate but cautious, saying there was no need to add extra shackles when we were not ready. This baby, in a way, was out of plan. My mind was becoming restless as I sat in my car. Would this be good news for him? What if Pierce was still not ready for the baby? "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the Boss?" My private driver Luke asked worriedly as he noticed my frown face. Luke was reliable like a family but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He's my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on the flight. I'll talk to him later myself." So that I could sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling, he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only an unrequited love, I knew it well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce is my first love but I'm not his. In high school, I was only a boring nerd in other's eyes while Pierce Anderson was the shining Quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though enmity rose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't want just to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head trying to get rid of those sad old memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was past. Pierce said they were over and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby now. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed down as I breathed in the scent of home. Our home. It wasn't as luxurious as his family's villa but cozy. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time and my marriage with Pierce was as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He was over a month of traveling for the sake of our family’s business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company all over Asia, and I was actually the Vice President of the company. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I really wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him and he would prize me with a sweet kiss. And then we might have passionate sex like what he gave me the night before his business trip. Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first and then we could do something else instead. I was happily envisioning our lovely reunion and my heart dropped when a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our life! I must have misheard. I rushed to the fridge in an attempt to calm myself with the aid of some alcohol. But the moment I touched the wine bottle, I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to get a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. Better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently but Pierce refused to quit from my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorway asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't say no when he claimed it was his duty as my best friend to take me to enjoy the real world. To not ruin our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend by his side and watching his happy face for another girl. I finally got up the courage to study abroad as I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me back. I returned in a hurry only to see a lifeless Pierce. His heart was harmed badly, by Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart was bleeding. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man to her, and how dared she harm him so badly! That witch! Pierce didn't tell anyone what happened except he was over with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It was so fcking hurt but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken and I wanted to fix him, not caring if I would ruin myself in the process. I fell asleep at home feeling so insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and I realized I had fallen asleep in the living area. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. “Peirce…” “Hmm,” he hummed as he walked towards the stairs. “Why did you sleep on the couch?” I stared at his face when he gently put me down on the bed. He caressed my hair and kissed my forehead. He was always so gentle and that was why I loved him so much. Even when making love, he was very considerate of my feelings. We'd been apart for over a month, my body missed him and my heart wanted him. “Where have you been? I’ve been waiting for you,” I said as I caressed his cheek. “Just met a friend. You said you were waiting for me, is it something urgent?" Looking at his gentle face, suddenly I didn't want to ruin the moment. so I closed my parted lips and swallowed the truth back in my stomach once again. Tomorrow, maybe tomorrow, I will have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, telling him that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. The moment he was about to leave me after giving me a goodnight kiss, I panicked for some reason. I then quickly grabbed him and kissed him with all my passion, trying to undress him, trying to make him touch me more and deeper. I missed him. I wanted him. I felt that the only way I could feel at ease was to let him put himself inside me again. To make sure he was still mine. "Wait Kels," Yet he stopped me by pinning my crazy hands on the bed. "I thought you said you're sleepy and you need to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and I could catch desire flashing in his eyes but I didn't know why it faded soon. He used to be happy when I became the initiative one. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose, “I’ll just take a shower. I smell alcohol.” I just nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. “Hey!” I greeted and smiled when I realized what he’d done. He prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the bed. “Good morning.” I grinned as I sat on the bed. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up and tilted my head as I stared at his handsome face. His eyes are deep brown. His eyebrows were thick and black, complimenting his beautiful eyes. His nose was proud and pointed and his lips were red and thin. He literally looks like a sexy bad boy. Even Damon Salvatore would be embarrassed to stand beside him. No one stands a chance against this man. “What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy.” He didn’t laugh. He heaved a sigh and gently tucked my hair on my ears before he held my hand and stared into my eyes. “I have something to tell you.” I felt my heart race. I thought about our baby in my womb. He’s got something to tell. I have something to tell him too. “W-What is it?” I asked as I felt my voice tremble. He took a deep sigh. “You know you’re important to me, right?” I slowly nodded with parted lips. I couldn’t answer. I’m scared of what he’s about to say. I have a bad feeling about this. “You were my best friend before we got married. You are one of the few people I treasure…” I hid my balled fists under the sheet. I don’t know why he’s telling me all this but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. “Kelly…” he paused and squeezed his eyes closed before he looked at me again in the eyes. “I-I think it’s time for us to divorce.” “P-Pierce…” I felt my heart clench. He smiled. “I know you don’t have feelings for me either. You just married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it’s time for our real happiness, Kelly.” I shook my head, “W-What are you talking about, Pierce?” “Lexi is back, Kelly. My first love is back.” Chapter 2 It Never Rains but It Pours Kelly’s POV I got off the bed and tried to leave but Pierce grabbed my hand. I immediately wiped the tears that rolled down my cheeks before he could see them. He stood in front of me and looked at my face as I tried so hard to look down and avoid his eyes. I felt my heart breaking into pieces. I thought… I thought I could make him fall in love with me within those three years together. I thought his feelings would level up and would see me as a woman rather than just a best friend. I was stupid for hoping and dreaming so high. I failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love Lexi. “Kelly…” I sucked my breath and swallowed the pain as I looked at him. I faked a smile, “I need to wash up before eating.” He stared into my eyes as if trying to figure out what I was thinking. I know he knew me too well so I tried so hard to hide my pain and smiled at him. He sighed and let go of my hand. “Okay. I’ll wait for you here. Let’s eat and go to work together.” Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along like he didn’t ask for a divorce? He wanted us to stay the way we were right after he told me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh Pierce, what was going on in your head? If I used to be able to force myself to stay in the seat of his best friend wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There's no way I could endure that kind of torture again, especially when I'm carrying his baby. The baby...I had thought it was good news for us but now...it would be more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from getting his true love and freedom. I knew how an unwanted child to grow up. My parents were divorced even before my mother died and the new family of my father hated me and it hurts like hell. I don’t want my baby to experience the same thing I felt. I need to keep my baby away from it. I faked a smile again. “We can’t. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models…” “I’ll go with you—” “No.” I pushed his hand. His eyes followed my hand before he lifted his face to look at me again. “You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?” “But…” “I have a personal driver, Pierce. I’ll be fine to go alone.” He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders were trembling really badly and when I thought about my baby, I swallowed hard and tried to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I need to be strong. I need to stay calm. I shouldn’t put my baby’s life on the line just because I got my heart broken. I have to deal with this smartly. I sucked my breath and finished my bath. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce was still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. “Hey! I picked your dress for today.” Since our marriage wasn't public, Pierce said he would try to do little things for me as a husband. He did it well and I used to enjoy these sweet moments but now, it was going to kill me. I grabbed the dress and went inside the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I faced him, his forehead was creased. I smiled. “I prefer red today. I’d feel beautiful in this dress.” His eyes went to the dress I was holding and his face immediately calmed down. He nodded and walked towards me. “I see. Help me fix this first.” I put my dress on his arm and started fixing his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision is becoming blurry again. Damn! “Kelly…” I jumped in shock. “Hmm?” “Are you okay?” I looked at him and smiled, “Yeah.” “I have another thing to say.” I finished fixing his tie so I immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before I walked past him and spoke… “Let’s just talk some other time. I'm going to be late.” I heard him sigh as he followed me again. I grabbed my underwear and got dressed while he was standing behind me. He’s silent the whole time as if he’s thinking about something. “You should eat before you leave.” I faced him and nodded. “I will. You should go now.” “Kelly, we’re on the same page, right?” I stared at him. No, Pierce. We’re never on the same page. All of these are just my stupid fantasies. I thought you had feelings for me and I was so wrong. “If it’s about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I’m really busy with the company. I will not run away.” “Kelly, I’m not just doing this for myself. I’m also doing this for you. You’ve been caged with me ever since we got married. I know you’re not happy because deep inside, you also want to find the man you deserve. Someone who will really love you. Not me. Not someone who’s half-hearted.” “I understand what you’re trying to say, Pierce,” I said and tried to turn my back but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything to capture my eyes and he succeeded. He looked at me worriedly. “You are my best friend. I don’t wanna lose you, Kels. You’re one of my few people…” “I know,” I said out of frustration. He looked shocked, so I calmed myself down. “I-I know. You don’t have to worry. I’m just stressed about work. It’s not about our divorce.” His lips parted and he slowly nodded as if he was able to breathe properly. He walked towards me and I froze when he gently kissed my forehead… “Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years but I was still such a coward. Why couldn't you just tell him that you love him, Kelly? He's your husband and you're carrying his baby! Tell him and he might change his mind! I swallowed hard and was about to tell him but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. " I gotta go." He scratched his head in apology and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke and he’s waiting outside. Eat before you go, okay?” With that, he left our room. The tears I had managed to suppress burst out again. Why would I think I could have a chance? He made his choice already the moment he asked for the divorce, didn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Stiff Upper Lip Kelly’s POV I entered the studio wearing just two-inch red heels and a red dress. Everyone was looking my way as I walked along the hallway. They’re all greeting me with a smile but my face remains stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning was still lingering in my head, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I failed my marriage. I took a deep breath to adjust my condition. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. “We can’t! She’s not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She’d get mad.” “We can just tell her the truth. She’s nice.” “Not in this situation, Lily! She’d scold us—” “What’s happening here?” I asked as I graced the room. The staff were now looking at me with worried expressions and I knew then that there was a problem. “G-Good morning, Miss Monroe.” Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurts. I stared at her blankly, “What?” “W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model has been refusing our calls. She said she heard that we’re changing our model so…she doesn’t want to come here. She’s even…threatening to file a case against us.” She bowed his head. I gritted my teeth and roamed my eyes around. “Where’s the marketing manager?” “S-She’s still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe.” I massaged my forehead and squeezed my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger. I felt everyone around me jump in shock. I groaned and sucked my breath before looking around. “Miss Monroe…” “What is this, Miss Hayley? You are the marketing manager, what is happening?” “Miss Monroe, I don’t know how it happened but Miss Chen heard that you are changing our model. She’s about to file a case against us—” Changing the model? How come I didn't know about this? Miss Chen had always been our trustful partner and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only cause a lot of trouble for the company. I would never allow such a cheap mistake. “I never asked for that. You must be mistaken." I cut her words to save time, " Fix this mess or I have to fire you!” "Miss Monroe...It's Mr. President who asked us to change it." Hayley spoke hesitantly. "He ordered that as soon as he came back from his business trip yesterday." I was hit by the truth. Pierce's order? Why didn't he tell me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." I was confused. Pierce was not a clueless businessman. He kept a clear distinction between work and relationships, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. “M-Mr. President…” Hayley bowed with respect as she saw the man who suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I gritted as I turned around to question him. He knew clearly how much effort I put into winning this project. I hardly had a good sleep those days and Miss Chen was the ideal one for us to work with. I remembered he agreed on it too. But now...he just changed the model as he liked without telling me in advance. I felt like a hard slap on my face. "Go ahead for the work. I'll make it clear to her." He pacified the staff first, ignoring the anger that was about to spew out of my eyes. "Answer me, Pierce! Why do you change the model so suddenly?" I couldn't hold my anger and he just touched my shoulder whispering to me, "This is not the place to talk. Let me explain it to you in the car." I looked around to notice others sneaking glances at us. Then I shook away his hands and walked toward the parking lot. But along the way, my heart was heavier and heavier. I had a feeling that I was not going to enjoy his explanation. "Now, say it." I blurted it out as we sat in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again. I couldn’t stand his stares. I couldn’t withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to look at me. He has no feelings for me and it hurts so much. “I-I…” he paused and sighed. “I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She’s also fit to be our model so I agreed—” “What?” I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away. He messed his hair up before he shook his head and held my hand. “I’m sorry I didn’t tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor and I can’t say no.” I took my hand back and looked at him in both pain and anger. “You can't say no to her so you'd rather harm the company, our company. You betrayed me, Pierce.” “Kels, come on. You know how much I love her. She’s my first love.” Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she's your first love. She's always the one you want no matter what it takes. As long as she frowned a bit, you could turn a blind eye to the pain and effort of others. You are so heartless, Pierce. “Well, you’ve decided. I don’t have a say in this since you’re the President. Just go. I’ll be in the office.” I said coldly as I opened the car door to walk out. “Kelly…” I looked him in the eyes. “Go home early. Let’s talk about our divorce at home tonight.” Chapter 4 Left High and Dry Kelly’s POV I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early but he didn’t come home completely. He wasn’t even answering my calls. Well, now Lexi was back, this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby was out of his plan. Sure, Pierce was not the kind who would force me to have an abortion. But he couldn't cut out his obsession with Lexi either. He might stay in this loveless marriage if his parents asked. But all I had would only be an empty shell. That's not a Father what I wanted for my baby. I wiped off the tears collecting at the corner of my eyes and collected the report. It was 5 am already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but still busy. What was he busy with? Was he busy making love with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I still remember the day when he came back after his first private vacation with Lexi. His joy was unmistakable. Nearly at once, I could tell they made love. The same day I returned to my room, I cried out loud as I took off my makeup. Nothing I did worked. I could never replace Lexi in his heart. I felt like hundreds of pounds pressing my chest. I decided to get a shower to wash away all the miserable emotions but the moment I opened the wardrobe, our intimate clothes were snuggled together bringing me back to the memory of how Pierce and I had sex here last time. It was that time he didn't use contraception. He was so passionate that I thought he finally accepted our marriage. I once believed his return from this business trip would be a fresh start for us but actually, it was a start for us to fall apart now. Unable to suppress my feelings any longer, I crouched down crying loudly. Why? Why am I always the one they choose to abandon? Why don't I deserve to be loved? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, I subconsciously touched the pillow beside me. Cold as last night. He didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear and my hair was a total mess, looking like a ghost. See, Kelly? That's what happened when you stepped into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continue on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy. Suddenly a wave of nausea flooded my stomach and I realized I hadn't even eaten anything last night. Feeling sick again, I run to the sink and puke. I spit yellowish liquid and it tastes so bad. I washed my mouth immediately and stared at my own reflection in the mirror. I shook my head and cupped my forehead as soon as I felt like throwing up again. I spit yellowish liquid again and while I’m washing my mouth, I feel a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried face was my husband Pierce. I’ve always been thankful that I have him as my best friend and husband but now…I’m losing him. Hopelessly losing him. “Are you okay? Are you not feeling well? You should’ve told me.” I stared at him through the mirror. “You didn’t answer my calls. Guilt flickered in his eyes. “I’m sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night.” I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. “Kels…” “I woke up late. I failed to prepare breakfast.” I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels...... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition......" “Kels, are we still okay?” I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He’s asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own. Just because his first love is back. I can’t believe him. I faked a smile. “I just don’t feel well today, Pierce.” He immediately squatted beside me which is not surprising because I know he truly cares. What surprised me is why is he still doing this after he buried a dagger in my heart. “Are you okay?” He gently touched my forehead and neck. “Are you sick? Tell me how you feel, Kels.” “My feelings don’t matter,” I couldn’t help but blurt out. He looked shocked because of what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face is mirroring his anger now. He’s completely lost his patience. “What’s wrong with you, Kels? You’ve been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn’t come home last night?” I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier but you just let me wait for the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?” He clenched his jaws and shook his head. “Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." “Kels!” He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. “Are you…in love with me?” I was taken aback? In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn’t fall for someone who has been protecting you ever since? But of course, I can’t tell him. It would only complicate things more. I don’t even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. “Are you on drugs? I’m not in love with you.” I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can’t let my emotions affect me but…but why are my tears falling again? “You are so pathetic, Kelly! You can’t even tell him how you truly feel,” I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour bathing. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He’s been constantly abandoning me. I can’t believe we’d reach this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** “Good morning, Miss Monroe…” “Good morning, Vice President…” I did not greet anyone back just like how I used to greet them back. I still feel pissed and my mood seems off. Irritation can easily take over me and I can’t control it. Probably because of Pierce’s divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. “Did you see her? I bet she’s Mr. Anderson’s girlfriend. They seemed close.” My forehead creased. Pierce’s girlfriend? “Ah! It’s a waste that I didn't see her face but I feel like it’s Miss Lexi.” “Lexi? Lexi Gilbert? The model?” “Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together.” “Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together.” “Are you serious? They’re best friends. You know, some people are better off just friends. It’s Mr. Anderson and Miss Monroe.” I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat on my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce’s social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together. Eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. Of course, there’s no way I can compete with her in his heart. She’s always the first one and I will always be the last in his priorities.		Novabeats-0530		4532	https://www.facebook.com/61559933356514/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560915	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/6/25, 12:02 AM	1733013249	1749186170		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/questmag			322265308007	Quest Magazine	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468806878_1326927355143281_9205286651876324446_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=aNS8PoA27zAQ7kNvgGw5mY5&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYDFcOmkiN6McsEq397yXdVz_lgP1ZXSedfvcmThw3R1SA&oe=6751711B	PERSON_PROFILE	0					0				Quest Magazine		5979	https://www.facebook.com/questmag/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561141	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/8/25, 3:10 AM	1733013389	1749370248		1942																											Call now			MULTI_IMAGES						1.3956986106426E+15	Judalet's Fire and Ice	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468783565_2454444228098315_3159782977572729410_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=NoldBolCcKMQ7kNvgFFf1gg&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaZBtiLhwVT6i2AfS0eSM48&oh=00_AYBdGbhuVf8Br4sDvDX2Vxw7gnzepu0q0gamESvxNkX9yg&oe=67517FDB	PERSON_PROFILE	0					0		🎬 Holiday Movie Nights and Snow Ball Fight at Judalet's Fire and Ice!🎄 Get ready for a double feature this December with a Snowy Twist! - Friday, December 20th: Watch "The Star" - Saturday, December 21st: Enjoy "It's a Wonderful Life" 📅 When: Both nights join in on the Snow Ball Fight from 5:00-5:30 PM before the Movie starts at 6:00 PM 📍 Where: Behind Judalet's Fire and Ice, 200 North Magnolia Street, Woodville, TX 🍿 FREE Admission & Popcorn courtesy of Wild Bill's! 🥤 Special Offer: Half off all drinks at the stand! Come enjoy these classics on our 30’ giant screen under the stars. Bring your blankets and chairs for a cozy movie experience. See you there! #HolidayMovies #CommunityEvent #WoodvilleTX #FreeMovies #ItsaWonderfulLife #TheStar		Judalet's Fire and Ice		1879	https://www.facebook.com/JudaletsFireandIce/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2560217	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/8/25, 3:12 AM	1733012761	1749370323		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581778070597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465909886_1501757673875678_4666763109498990689_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Fgyd2f6a4ucQ7kNvgGQ3iL_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYDgZ7l9_wpp0K22A68uvKgKIxJDc9GxP7Uwqoj7iP1cPA&oe=6751630E	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561469	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/8/25, 3:06 AM	1733013537	1749369978		1942																														MULTI_IMAGES						1.1007274193519E+14	Kelly Egbusinwa	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468800940_3826837777582943_2310724650825353358_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=llVVPcmUDusQ7kNvgErSUwq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYDJ4MZBzSVFvWIxwG26vuIu6AClC7nrDacq0E4pLZA5cw&oe=675191F6	PERSON_PROFILE	0					0		Taking a break from reality to enjoy a little bit of fantasy. Making magic at Universal Studios🔥❤️❤️		Kelly Egbusinwa		234	https://www.facebook.com/jessiepayne.514/	0										View Edit Delete
2560740	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/11/25, 9:36 PM	1733013111	1747017418		1942																											No button			MULTI_IMAGES						2.018992685014E+15	Tin Can Alley	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468619862_1647801399500203_7989101085468854242_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=DdSzXdJ88AUQ7kNvgETxwTb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaGb4E7ym0GTHmo47nGRcfG&oh=00_AYCZzjmgLtp96l6h7mp5611H4xeOZ-xu5LseDb_B8n3vJw&oe=675187FC	PERSON_PROFILE	0					0		Black Friday & Saturday at the Tin Can Alley in Longview! 25% OFF ALL Vinyl Records! Over 400 to choose from! All Cleaned with Ultrasonic! Mostly 60’s to 80’s Classic Rock. Your favorite Legendary Bands are here! Only Nov. 29th & 30th! Cool Gifts for Your Vinyl Loving Friends & More! 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2561000	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/10/25, 9:28 PM	1733013291	1749608886		1942																											Contact us			IMAGE	1995 Grúas Grua		https://facebook.com/marketplace/item/1329200371409705/			1.0166418558095E+14	Kelly Cortez Ramirez		REGULAR_PAGE	1					0		1995 Grúas Grua - MX$500.00 Grúas económicas de Tijuana #gruaszonacentro #gruasbulevar2000 #GruasTijuana #Gruas2000 #plataforma #arrastre #Guas #gruasdeplataforma #grua #gruas #serviciopesado Facebook Marketplace		Kelly Cortez Ramirez		1	https://www.facebook.com/Kelly-Cortez-Ramirez-101664185580952/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561196	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/13/25, 6:28 PM	1733013415	1752449315		1942																										joy-teaches.store	Learn more			VIDEO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qdlay/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468434685_1231751781423451_913716915045276100_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3g24aiO_gCsQ7kNvgFd1dvJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQ1ao3NS2SBpytvJRiJoU4j&oh=00_AYANRyB8Fzp3bJNd2nGxqWQzI12jezq9tCC2oODYOMJrAQ&oe=675193B5	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		223	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560509	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/4/25, 6:34 AM	1733012961	1749036871		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	To find out, listen to the audioseries “Rekindled Heartache” (FREE for a limited period of time) Click on the link below to download the PocketFM app, now!		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.radio.pocketfm			1.2894360697518E+14	Rekindled Heartache By Pocket FM	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/436300240_790881139812051_1400696507915501110_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wGGXNCBehh4Q7kNvgFBK5Tq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYD3OfQvTNCa56U2Wf7IUcuWsnOhaWZn2Ij94zI74-fu8w&oe=67516358	PERSON_PROFILE	0					0		Listen to one of the most interesting audio series “Rekindled Heartache” Only on the PocketFM app. Download Now!		Rekindled Heartache By Pocket FM		7478	https://www.facebook.com/pocketfm.rekindledheartache/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560005	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/11/25, 9:10 PM	1733012649	1747015813		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460976856_556950840001441_1479650322339418213_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=poe3v6WNrrMQ7kNvgH4lNZM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYAk1ADVSxLCKvX5HwbTzLKiZ3i8t7NaudU7-nEpi_KyjA&oe=67518C31	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire and His Blood wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561247	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/14/25, 5:51 AM	1733013435	1752490319		1942																										api.whatsapp.com	Send WhatsApp message			VIDEO			https://api.whatsapp.com/send			2.6836410637116E+14	Your Minett Shopper	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468724640_570029415630379_6617318412661221277_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=EuH6vJ93H08Q7kNvgFLhROC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYD11OfkHaFjgqgsoQJCvxM6Y8xk-fGKX4KhMlyYr1wSHQ&oe=67519560	PERSON_PROFILE	0					0		Ostrich Mini Kelly in Beton color🤍 📩DM us for unique pieces #hermesbags #minikelly #kelly #hermes #hermeslover #hermesaddict #luxurywatches #hermesclub #luxurylifestyle #yourminettshopper #personalshopper		Your Minett Shopper		2	https://www.facebook.com/61559803690355/	0		WHATSAPP_MESSAGE								View Edit Delete
2561492	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/14/25, 2:47 PM	1733013552	1752522462		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	Go to the Full Episodes Now ❗👉👉		http://play.google.com/store/apps/details?id=live.shorttv.apps			1.2699750715777E+14	SHORT TV	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468614352_921909159507170_3890527652175181830_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_R1ZxTXhWoMQ7kNvgHHhtDe&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYA-CWv1oJ55J8QvHI-xbrdAQC9epc3xBHzh11smVe-rdQ&oe=675197F1	PERSON_PROFILE	0					0		🙋‍♀️A middle-aged woman who fears marriage accidentally turns into a princess who is a licker in a world dominated by women. There are countless handsome men in the harem, and her husband is even more handsome. 😍🤩 💪💅She kicks the scumbag away and enjoys thousands of handsome men alone. It's so cool!💃💅		SHORT TV		1143564	https://www.facebook.com/61551042265812/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2561410	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/12/25, 10:33 AM	1733013511	1752334389		1942																										belemleaders.org	Sign up			IMAGE	Belem Leaders Confident Leader Symposium 2025 | Belem Leaders | Leadership Development for Executives & Teams	Confident Leader Symposium 2025 Leading with Impact Join us for 3 days to strengthen leaders, teams, and organizations. Confidently lead with impact in 2025. Day(s) : Hour(s) : Minute(s) : Second(s) About the Event Since 2021... Since 2021, Belem Leaders has hosted the Confident Leader virtual Sympo...	https://belemleaders.org/cls25			1.6806570054941E+14	Dr Kelly MG Whelan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468555243_1814938149244989_2338324917241864712_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=dp-vTMDCZRIQ7kNvgFXF7nP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AM4Ke31f4d0zCA4tZWmNFpV&oh=00_AYDkWREfF9sDUpchy5Cxxw462NBXhuiALn2LVpBWRlk3Pw&oe=675164E0	PERSON_PROFILE	0					0		You were created to lead with confidence! Black Friday Deals start now on the Confident Leader Symposium! Jan 29-31, 2025. 20+ leaders 16+ online sessions. Belemleaders.org/cls25		Dr Kelly MG Whelan		269	https://www.facebook.com/BelemLeaders/	0		SIGN_UP								View Edit Delete
2561274	1	active	11/30/24, 6:37 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013448	1744666059		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/emjayssportsthrift			3.8349075208658E+14	Emjay's Sports	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468890165_4179415265622656_8381144781383444559_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5xOzQ2fEv1QQ7kNvgHj1ogj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOZV_xf1S15Kz2-ItEsgyRV&oh=00_AYBrrZpTzLfnEfculFBue1UW2OL9ET5LC-XbvHbjdT1_vg&oe=675166B1	PERSON_PROFILE	0					0		#rva #nike #jordan #nfl		Emjay's Sports		461	https://www.facebook.com/emjayssports/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561165	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/11/25, 1:03 PM	1733013398	1752256999		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468939356_537755862430455_4903730481206122260_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=S8kD54dpu9YQ7kNvgGqYOER&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYBjsYaop81Nx_Vb5yr4reWsQ6dYQWgEQ5TYW1XrIyPIbA&oe=67517E49	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560716	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/26/25, 10:05 AM	1733013095	1745679928		1942																											Send Message			CAROUSEL	Trish Kelly Real Estate					1.083736587145E+14	Trish Kelly Real Estate	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468833630_1114915650290782_4383748111762187612_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9D1YNiJ6qO0Q7kNvgGw16Pe&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYDHYuhdBn9VlAe1M5qTOpAdrVDDLrOho7ipI_MgzRAwZQ&oe=67516B33	PERSON_PROFILE	0					0				Trish Kelly Real Estate		0	https://www.facebook.com/100086690970483/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
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2561204	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/14/25, 1:34 AM	1733013417	1752474842		1942																										keithkelly.co	Learn More			DCO	Stand Out with Keith Kelly’s Latest Styles	{{product.description}}	https://keithkelly.co/collections/autumn-leaf			1.0112760230105E+14	KEITH KELLY	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468842975_919067083134990_7747018159215292752_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lQtBQWmMH5YQ7kNvgE1g27S&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYARvLm-0QoRPawdteC9lRZ4MwvGnI4yuaxdyrKq_AoJBg&oe=675195F9	PERSON_PROFILE	0					0		Struggling to find clothing that matches your style this season? Keith Kelly has you covered! Our latest collection is packed with fresh prints and timeless solids that seamlessly blend comfort and fashion. Whether you're after bold, hand-painted designs or sleek, everyday staples, these pieces are made to stand out and make you feel amazing		KEITH KELLY		131	https://www.facebook.com/100071796649344/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560649	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/26/25, 11:42 AM	1733013045	1745685728		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215572776270204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465680998_609412424857122_8364291208148716994_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_LFXJudulf8Q7kNvgFWXnP-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYADwNkzroLtQo1htjipmiBfodO7dTZljsiSD-Z5T-csBw&oe=67518B4D	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560584	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/26/25, 11:50 AM	1733013005	1745686216		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710992690238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465770116_1475025357221314_3474408791302542755_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1Q1NRPoYfXkQ7kNvgEjTcrk&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYAOonUNIfgxaMN8ncqPxJG4Fbg6kjKNcnD_PTSixeimIg&oe=6751655D	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560119	1	active	11/30/24, 6:25 PM	5/30/25, 11:48 AM	1733012713	1748623701		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459644376_1213550616459165_5435572715139033757_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jRvdakDvd3IQ7kNvgGayrTk&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYDQGwVmaqJRtWGosKdRwjP1d8oWsNnUr7HWT4osE_BT9g&oe=67518874	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560409	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/26/25, 12:26 PM	1733012895	1745688365		1942																										instagram.com	Order now			VIDEO			http://instagram.com/theclayyway			1.0556153791408E+14	theclayyway	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/120446454_1066641337091929_214084885930417631_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=1kmSHKnctLIQ7kNvgGAs2PN&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYA6LDgXxY3ZMpTbpiVws3wxDElN2l3QF2JdEKP0FqsTaw&oe=67516A13	IG_ADS_IDENTITY	1					0		The Tailgate is the ultimate hat for any Philadelphia Eagles fan! With a built-in bottle opener, it’s not just stylish but also super practical for game days. The double-brim design in both midnight green and Kelly green means it pairs perfectly with any Eagles jersey, whether you're rocking the classic Kelly green or the current midnight green. It's the perfect mix of team spirit and convenience for the ultimate tailgating experience. Go Birds! Pre order Now…. Website in bio		theclayyway		0	https://www.instagram.com/_u/theclayyway	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
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2560583	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/26/25, 12:59 PM	1733013004	1745690374		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710990260238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466126291_1279368993089505_4500750774620899821_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=A5RlLT0TNg0Q7kNvgHqLUcf&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYDteyL4ezIiMnpOX2mflss3gAIT-4oDvjmSY3KF7nSJdA&oe=67517BCD	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561161	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/16/25, 7:50 AM	1733013395	1752670259		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468407153_584611200778001_2400659830441698561_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2iL09reY1FMQ7kNvgERRFAc&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYDVfn_LmdhvXWhBWfYeX3t-pDsre5htpiQewLrUQ6dX3A&oe=67517BAB	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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Yet she has a secret she's determined to hide - she is actually the top young warrior in her pack... SLAM. Well, that hurt more than it normally does. A sigh slips out of my mouth. I don’t remember the lockers biting back so hard. “Happy Monday to you too,” I mutter to no one in particular. “You fat cow, stop getting in my way.” Kaley hisses at me before she slaps me. I can feel a little bit of blood trickle from the side of my mouth, she doesn’t hit that hard, but her fake nails are as sharp as cat claws. I can hear a couple of chuckles and one is a little deeper than the others, that would explain the hard blow into the locker. She had one of the boys throw me this time. Kaley may skip all of our fight training, but she has proven she can provide torture in many other ways. She doesn’t get her hands dirty anymore, because she has found out when you are popular or just plain evil, people will do just about anything to stay on your good side. Having her father on the school board helps too. None of her actions have ever been caught on camera, so there isn’t proof of anything she does, except the marks all over me, and she along with everyone firmly believe I am just a weak nobody, who can’t take a hit or heal very quickly. “What did I do this time, Your Highness?” I ask sarcastically, risking a look up at her. I’m hoping to keep her attention long enough for the kid she was screaming at to run away. “You do not stop me disciplining that pup. That little toe rag purposely ruined my brand new designer shoes in front of the whole school.” Kaley tosses her hair over her shoulder and rolls her crystal eyes at me like I am the dumbest person in the world for not understanding that. It wasn’t the ‘whole school’. It was my brother, the future Beta, along with the future Alphas, Gamma, and Delta. She was trying to gain the attention of our future Alphas, like most of the girls in our school. “Are you even listening to me?” I shake my head of my random thoughts and look back at Kaley. “Not really, just leave the little kids alone, and pick on people your own size.” Was my retort which earned me another slap. More blood runs through my teeth. Just great, something I’ll have to hide at home for the next couple of hours until it heals. At least I have my wolf to help now, last year trying to hide the bruises and cuts I got from Kaley and her girls was really hard. My father doesn’t pay much attention to me, he doesn't even know I got my wolf at the end of 8th grade, 6 years earlier than my peers, but he did notice the first time Kaley left marks on my arms and a small bruise on my cheek, the time when we had to make an appearance with the Alpha. He wasn’t as concerned for my health as he was about his Beta reputation with his daughter getting into fights and causing trouble with pack members or worse, being too weak to defend myself. He wouldn’t even listen to what happened. He sent me to my room without dinner and kept me home from school the following day until the bruise faded completely. My brother was better with me, we used to be really close, but ever since he started his training to become the next Beta a couple of years ago, he barely makes time for me, not even at school. That, along with Kaley and her girls making sure everyone knows if they even talk to me, in what could be considered a friendly manner, she will find a way to punish them and me, my school life is shaping up to be pretty lonely. My wolf and I have both decided this is for the best though. As long as she thinks I’m isolated from everyone and let her paws target me, she is happy, which means she will leave other vulnerable pups alone. After all, my Beta lineage can handle the harsh beatdown and we heal faster than Kaley thinks. I just have to hang in here, keep my head down, my grades up, and train hard to be an elite warrior, so I can finally get out of this sad pack. ... Training was the only time I didn’t have to worry about Kaley, or any of her other minions. They weren’t dumb enough to make a scene with our future leaders watching. I get to be safe and be myself, in the back where no one could see me. However, today is where things really started to take a turn for me. As usual, Delta Kyle, our lead trainer, should have brought us all in and explained what we were going to do later. But today he starts by clearing his throat as if he had an announcement to make. "Attention, pups, we have a new member joining us today. She is here with her uncle while her parents are working for the Alpha King." That got everyone’s attention, including Kaley, who somehow managed to sit on the sidelines in her short dress and heels, clearly not participating today, like every other day. This tall girl walked in like she owned the place. Her youthful, carefree face told me she couldn’t be much older than me, but the way she held herself and how the eyes of every guy followed her very developed and toned body made me smile at the thought of how the Barbies were going to take having competition. I must have made a noise out loud, since the girl turned around and looked right at me. Delta Kyle told her she could join our group and we would get her up to speed on what we were working on. Oh no! She walked right up to me and held her hand out. “Sierra, nice to meet you.” I just stared at her blinking. It took me a second to register what I was supposed to do. She raised her eyebrow at me for my hesitation or complete lack of manners before I caught on. “Oh, sorry, Skylar.” I shook her hand. “I’m not used to people talking to me.” I muttered out awkwardly and quickly let go of her hand, mentally smacking myself for sounding like an idiot. She looked at me questioningly, but before she could ask, Delta Kyle divided us into pairs and had us start our warm-up and sparring. He must have decided I was as good a person as any to work with her since she chose me to talk to first and he knows I attend all the trainings we have. Sierra was a really good fighter, and really tall compared to me. Her black sports top and leggings accentuate all her tan and defined muscles. I have muscles too, and am actually pretty defined, but I prefer to not show much skin. I learned the hard way my scars and bruising can be found in the heat of a match if I don't wear many layers. I don't want anyone to see them and pity me. Much as I'd like to stay as invisible as possible, I still love sparring. I don’t know if it’s me or my Beta blood, but the thrill and adrenaline rush of a good fight always make my day better, All I need is to avoid unwanted attention and keep a low profile in the training field. And just as I am thinking, Delta Kyle suddenly loudly gets everyone's attention, including our future leaders. “I think a demonstration is needed. Sierra, you are on the attack, Skylar use the new defensive move, and let's see if you can pin her in less than thirty seconds.” I am taken aback, Sierra is way stronger than me. An uproar surfaces around that instant. That sets me and my wolf off. We're trying hard to be invisible, yet the current attention almost drowns us. “No one could do that under thirty seconds,” suddenly a snarky high-pitched male voice says loud enough for everyone to hear and cause a low chorus of agreement. I frowned, and my wolf grumbles, "Arrogant losers think they are so great when they can't even submit each other with basic moves." Now my blood starts to boil, too. Shall we? I finally ask my wolf. Oh, kiddo, I thought you’d never ask.		Reading room		4679	https://www.facebook.com/61559920403625/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561308	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/5/25, 11:24 PM	1733013463	1749183865		1942																										dynamic.chereads.com	Learn more			VIDEO	❤️🔥Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://dynamic.chereads.com/noah-ssg/wn/766754101/30244563706755305+1+4+facebook?utm_source={{campaign.name}}&utm_campaign={{campaign.id}}&utm_adset={{adset.name}}			3.2702765716164E+14	Novabeats-0530	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468670096_1262189651685989_3356660187138793121_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mA4G-QlDSRQQ7kNvgG7d1KQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AY2OeOg_Wqj8GDXIbDBwc-e&oh=00_AYD27bq3d4Td3-gnjR-6ocofgl6aL3qG87AnHG-2c0sgiA&oe=675176B0	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly's POV Was it a blessing to marry your best friend? I was not very sure what Pierce thought but marrying him was a dream come true for me. And now what was more exciting, we were going to welcome our first child. “It’s a good thing you’re cautious. You could’ve lost your baby, Miss Monroe.” The GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. I subconsciously touched my belly, and still couldn't believe a baby was lying there. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce! My best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn’t wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? Would he kiss me and all? God! I couldn’t contain my happiness. I cupped my red face as I fantasized. But the moment I felt the cold from the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially when our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we had sex, he was considerate but cautious, saying there was no need to add extra shackles when we were not ready. This baby, in a way, was out of plan. My mind was becoming restless as I sat in my car. Would this be good news for him? What if Pierce was still not ready for the baby? "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the Boss?" My private driver Luke asked worriedly as he noticed my frown face. Luke was reliable like a family but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He's my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on the flight. I'll talk to him later myself." So that I could sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling, he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only an unrequited love, I knew it well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce is my first love but I'm not his. In high school, I was only a boring nerd in other's eyes while Pierce Anderson was the shining Quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though enmity rose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't want just to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head trying to get rid of those sad old memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was past. Pierce said they were over and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby now. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed down as I breathed in the scent of home. Our home. It wasn't as luxurious as his family's villa but cozy. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time and my marriage with Pierce was as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He was over a month of traveling for the sake of our family’s business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company all over Asia, and I was actually the Vice President of the company. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I really wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him and he would prize me with a sweet kiss. And then we might have passionate sex like what he gave me the night before his business trip. Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first and then we could do something else instead. I was happily envisioning our lovely reunion and my heart dropped when a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our life! I must have misheard. I rushed to the fridge in an attempt to calm myself with the aid of some alcohol. But the moment I touched the wine bottle, I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to get a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. Better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently but Pierce refused to quit from my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorway asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't say no when he claimed it was his duty as my best friend to take me to enjoy the real world. To not ruin our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend by his side and watching his happy face for another girl. I finally got up the courage to study abroad as I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me back. I returned in a hurry only to see a lifeless Pierce. His heart was harmed badly, by Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart was bleeding. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man to her, and how dared she harm him so badly! That witch! Pierce didn't tell anyone what happened except he was over with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It was so fcking hurt but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken and I wanted to fix him, not caring if I would ruin myself in the process. I fell asleep at home feeling so insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and I realized I had fallen asleep in the living area. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. “Peirce…” “Hmm,” he hummed as he walked towards the stairs. “Why did you sleep on the couch?” I stared at his face when he gently put me down on the bed. He caressed my hair and kissed my forehead. He was always so gentle and that was why I loved him so much. Even when making love, he was very considerate of my feelings. We'd been apart for over a month, my body missed him and my heart wanted him. “Where have you been? I’ve been waiting for you,” I said as I caressed his cheek. “Just met a friend. You said you were waiting for me, is it something urgent?" Looking at his gentle face, suddenly I didn't want to ruin the moment. so I closed my parted lips and swallowed the truth back in my stomach once again. Tomorrow, maybe tomorrow, I will have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, telling him that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. The moment he was about to leave me after giving me a goodnight kiss, I panicked for some reason. I then quickly grabbed him and kissed him with all my passion, trying to undress him, trying to make him touch me more and deeper. I missed him. I wanted him. I felt that the only way I could feel at ease was to let him put himself inside me again. To make sure he was still mine. "Wait Kels," Yet he stopped me by pinning my crazy hands on the bed. "I thought you said you're sleepy and you need to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and I could catch desire flashing in his eyes but I didn't know why it faded soon. He used to be happy when I became the initiative one. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose, “I’ll just take a shower. I smell alcohol.” I just nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. “Hey!” I greeted and smiled when I realized what he’d done. He prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the bed. “Good morning.” I grinned as I sat on the bed. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up and tilted my head as I stared at his handsome face. His eyes are deep brown. His eyebrows were thick and black, complimenting his beautiful eyes. His nose was proud and pointed and his lips were red and thin. He literally looks like a sexy bad boy. Even Damon Salvatore would be embarrassed to stand beside him. No one stands a chance against this man. “What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy.” He didn’t laugh. He heaved a sigh and gently tucked my hair on my ears before he held my hand and stared into my eyes. “I have something to tell you.” I felt my heart race. I thought about our baby in my womb. He’s got something to tell. I have something to tell him too. “W-What is it?” I asked as I felt my voice tremble. He took a deep sigh. “You know you’re important to me, right?” I slowly nodded with parted lips. I couldn’t answer. I’m scared of what he’s about to say. I have a bad feeling about this. “You were my best friend before we got married. You are one of the few people I treasure…” I hid my balled fists under the sheet. I don’t know why he’s telling me all this but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. “Kelly…” he paused and squeezed his eyes closed before he looked at me again in the eyes. “I-I think it’s time for us to divorce.” “P-Pierce…” I felt my heart clench. He smiled. “I know you don’t have feelings for me either. You just married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it’s time for our real happiness, Kelly.” I shook my head, “W-What are you talking about, Pierce?” “Lexi is back, Kelly. My first love is back.” Chapter 2 It Never Rains but It Pours Kelly’s POV I got off the bed and tried to leave but Pierce grabbed my hand. I immediately wiped the tears that rolled down my cheeks before he could see them. He stood in front of me and looked at my face as I tried so hard to look down and avoid his eyes. I felt my heart breaking into pieces. I thought… I thought I could make him fall in love with me within those three years together. I thought his feelings would level up and would see me as a woman rather than just a best friend. I was stupid for hoping and dreaming so high. I failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love Lexi. “Kelly…” I sucked my breath and swallowed the pain as I looked at him. I faked a smile, “I need to wash up before eating.” He stared into my eyes as if trying to figure out what I was thinking. I know he knew me too well so I tried so hard to hide my pain and smiled at him. He sighed and let go of my hand. “Okay. I’ll wait for you here. Let’s eat and go to work together.” Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along like he didn’t ask for a divorce? He wanted us to stay the way we were right after he told me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh Pierce, what was going on in your head? If I used to be able to force myself to stay in the seat of his best friend wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There's no way I could endure that kind of torture again, especially when I'm carrying his baby. The baby...I had thought it was good news for us but now...it would be more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from getting his true love and freedom. I knew how an unwanted child to grow up. My parents were divorced even before my mother died and the new family of my father hated me and it hurts like hell. I don’t want my baby to experience the same thing I felt. I need to keep my baby away from it. I faked a smile again. “We can’t. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models…” “I’ll go with you—” “No.” I pushed his hand. His eyes followed my hand before he lifted his face to look at me again. “You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?” “But…” “I have a personal driver, Pierce. I’ll be fine to go alone.” He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders were trembling really badly and when I thought about my baby, I swallowed hard and tried to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I need to be strong. I need to stay calm. I shouldn’t put my baby’s life on the line just because I got my heart broken. I have to deal with this smartly. I sucked my breath and finished my bath. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce was still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. “Hey! I picked your dress for today.” Since our marriage wasn't public, Pierce said he would try to do little things for me as a husband. He did it well and I used to enjoy these sweet moments but now, it was going to kill me. I grabbed the dress and went inside the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I faced him, his forehead was creased. I smiled. “I prefer red today. I’d feel beautiful in this dress.” His eyes went to the dress I was holding and his face immediately calmed down. He nodded and walked towards me. “I see. Help me fix this first.” I put my dress on his arm and started fixing his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision is becoming blurry again. Damn! “Kelly…” I jumped in shock. “Hmm?” “Are you okay?” I looked at him and smiled, “Yeah.” “I have another thing to say.” I finished fixing his tie so I immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before I walked past him and spoke… “Let’s just talk some other time. I'm going to be late.” I heard him sigh as he followed me again. I grabbed my underwear and got dressed while he was standing behind me. He’s silent the whole time as if he’s thinking about something. “You should eat before you leave.” I faced him and nodded. “I will. You should go now.” “Kelly, we’re on the same page, right?” I stared at him. No, Pierce. We’re never on the same page. All of these are just my stupid fantasies. I thought you had feelings for me and I was so wrong. “If it’s about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I’m really busy with the company. I will not run away.” “Kelly, I’m not just doing this for myself. I’m also doing this for you. You’ve been caged with me ever since we got married. I know you’re not happy because deep inside, you also want to find the man you deserve. Someone who will really love you. Not me. Not someone who’s half-hearted.” “I understand what you’re trying to say, Pierce,” I said and tried to turn my back but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything to capture my eyes and he succeeded. He looked at me worriedly. “You are my best friend. I don’t wanna lose you, Kels. You’re one of my few people…” “I know,” I said out of frustration. He looked shocked, so I calmed myself down. “I-I know. You don’t have to worry. I’m just stressed about work. It’s not about our divorce.” His lips parted and he slowly nodded as if he was able to breathe properly. He walked towards me and I froze when he gently kissed my forehead… “Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years but I was still such a coward. Why couldn't you just tell him that you love him, Kelly? He's your husband and you're carrying his baby! Tell him and he might change his mind! I swallowed hard and was about to tell him but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. " I gotta go." He scratched his head in apology and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke and he’s waiting outside. Eat before you go, okay?” With that, he left our room. The tears I had managed to suppress burst out again. Why would I think I could have a chance? He made his choice already the moment he asked for the divorce, didn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Stiff Upper Lip Kelly’s POV I entered the studio wearing just two-inch red heels and a red dress. Everyone was looking my way as I walked along the hallway. They’re all greeting me with a smile but my face remains stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning was still lingering in my head, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I failed my marriage. I took a deep breath to adjust my condition. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. “We can’t! She’s not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She’d get mad.” “We can just tell her the truth. She’s nice.” “Not in this situation, Lily! She’d scold us—” “What’s happening here?” I asked as I graced the room. The staff were now looking at me with worried expressions and I knew then that there was a problem. “G-Good morning, Miss Monroe.” Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurts. I stared at her blankly, “What?” “W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model has been refusing our calls. She said she heard that we’re changing our model so…she doesn’t want to come here. She’s even…threatening to file a case against us.” She bowed his head. I gritted my teeth and roamed my eyes around. “Where’s the marketing manager?” “S-She’s still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe.” I massaged my forehead and squeezed my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger. I felt everyone around me jump in shock. I groaned and sucked my breath before looking around. “Miss Monroe…” “What is this, Miss Hayley? You are the marketing manager, what is happening?” “Miss Monroe, I don’t know how it happened but Miss Chen heard that you are changing our model. She’s about to file a case against us—” Changing the model? How come I didn't know about this? Miss Chen had always been our trustful partner and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only cause a lot of trouble for the company. I would never allow such a cheap mistake. “I never asked for that. You must be mistaken." I cut her words to save time, " Fix this mess or I have to fire you!” "Miss Monroe...It's Mr. President who asked us to change it." Hayley spoke hesitantly. "He ordered that as soon as he came back from his business trip yesterday." I was hit by the truth. Pierce's order? Why didn't he tell me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." I was confused. Pierce was not a clueless businessman. He kept a clear distinction between work and relationships, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. “M-Mr. President…” Hayley bowed with respect as she saw the man who suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I gritted as I turned around to question him. He knew clearly how much effort I put into winning this project. I hardly had a good sleep those days and Miss Chen was the ideal one for us to work with. I remembered he agreed on it too. But now...he just changed the model as he liked without telling me in advance. I felt like a hard slap on my face. "Go ahead for the work. I'll make it clear to her." He pacified the staff first, ignoring the anger that was about to spew out of my eyes. "Answer me, Pierce! Why do you change the model so suddenly?" I couldn't hold my anger and he just touched my shoulder whispering to me, "This is not the place to talk. Let me explain it to you in the car." I looked around to notice others sneaking glances at us. Then I shook away his hands and walked toward the parking lot. But along the way, my heart was heavier and heavier. I had a feeling that I was not going to enjoy his explanation. "Now, say it." I blurted it out as we sat in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again. I couldn’t stand his stares. I couldn’t withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to look at me. He has no feelings for me and it hurts so much. “I-I…” he paused and sighed. “I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She’s also fit to be our model so I agreed—” “What?” I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away. He messed his hair up before he shook his head and held my hand. “I’m sorry I didn’t tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor and I can’t say no.” I took my hand back and looked at him in both pain and anger. “You can't say no to her so you'd rather harm the company, our company. You betrayed me, Pierce.” “Kels, come on. You know how much I love her. She’s my first love.” Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she's your first love. She's always the one you want no matter what it takes. As long as she frowned a bit, you could turn a blind eye to the pain and effort of others. You are so heartless, Pierce. “Well, you’ve decided. I don’t have a say in this since you’re the President. Just go. I’ll be in the office.” I said coldly as I opened the car door to walk out. “Kelly…” I looked him in the eyes. “Go home early. Let’s talk about our divorce at home tonight.” Chapter 4 Left High and Dry Kelly’s POV I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early but he didn’t come home completely. He wasn’t even answering my calls. Well, now Lexi was back, this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby was out of his plan. Sure, Pierce was not the kind who would force me to have an abortion. But he couldn't cut out his obsession with Lexi either. He might stay in this loveless marriage if his parents asked. But all I had would only be an empty shell. That's not a Father what I wanted for my baby. I wiped off the tears collecting at the corner of my eyes and collected the report. It was 5 am already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but still busy. What was he busy with? Was he busy making love with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I still remember the day when he came back after his first private vacation with Lexi. His joy was unmistakable. Nearly at once, I could tell they made love. The same day I returned to my room, I cried out loud as I took off my makeup. Nothing I did worked. I could never replace Lexi in his heart. I felt like hundreds of pounds pressing my chest. I decided to get a shower to wash away all the miserable emotions but the moment I opened the wardrobe, our intimate clothes were snuggled together bringing me back to the memory of how Pierce and I had sex here last time. It was that time he didn't use contraception. He was so passionate that I thought he finally accepted our marriage. I once believed his return from this business trip would be a fresh start for us but actually, it was a start for us to fall apart now. Unable to suppress my feelings any longer, I crouched down crying loudly. Why? Why am I always the one they choose to abandon? Why don't I deserve to be loved? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, I subconsciously touched the pillow beside me. Cold as last night. He didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear and my hair was a total mess, looking like a ghost. See, Kelly? That's what happened when you stepped into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continue on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy. Suddenly a wave of nausea flooded my stomach and I realized I hadn't even eaten anything last night. Feeling sick again, I run to the sink and puke. I spit yellowish liquid and it tastes so bad. I washed my mouth immediately and stared at my own reflection in the mirror. I shook my head and cupped my forehead as soon as I felt like throwing up again. I spit yellowish liquid again and while I’m washing my mouth, I feel a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried face was my husband Pierce. I’ve always been thankful that I have him as my best friend and husband but now…I’m losing him. Hopelessly losing him. “Are you okay? Are you not feeling well? You should’ve told me.” I stared at him through the mirror. “You didn’t answer my calls. Guilt flickered in his eyes. “I’m sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night.” I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. “Kels…” “I woke up late. I failed to prepare breakfast.” I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels...... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition......" “Kels, are we still okay?” I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He’s asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own. Just because his first love is back. I can’t believe him. I faked a smile. “I just don’t feel well today, Pierce.” He immediately squatted beside me which is not surprising because I know he truly cares. What surprised me is why is he still doing this after he buried a dagger in my heart. “Are you okay?” He gently touched my forehead and neck. “Are you sick? Tell me how you feel, Kels.” “My feelings don’t matter,” I couldn’t help but blurt out. He looked shocked because of what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face is mirroring his anger now. He’s completely lost his patience. “What’s wrong with you, Kels? You’ve been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn’t come home last night?” I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier but you just let me wait for the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?” He clenched his jaws and shook his head. “Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." “Kels!” He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. “Are you…in love with me?” I was taken aback? In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn’t fall for someone who has been protecting you ever since? But of course, I can’t tell him. It would only complicate things more. I don’t even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. “Are you on drugs? I’m not in love with you.” I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can’t let my emotions affect me but…but why are my tears falling again? “You are so pathetic, Kelly! You can’t even tell him how you truly feel,” I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour bathing. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He’s been constantly abandoning me. I can’t believe we’d reach this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** “Good morning, Miss Monroe…” “Good morning, Vice President…” I did not greet anyone back just like how I used to greet them back. I still feel pissed and my mood seems off. Irritation can easily take over me and I can’t control it. Probably because of Pierce’s divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. “Did you see her? I bet she’s Mr. Anderson’s girlfriend. They seemed close.” My forehead creased. Pierce’s girlfriend? “Ah! It’s a waste that I didn't see her face but I feel like it’s Miss Lexi.” “Lexi? Lexi Gilbert? The model?” “Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together.” “Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together.” “Are you serious? They’re best friends. You know, some people are better off just friends. It’s Mr. Anderson and Miss Monroe.” I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat on my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce’s social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together. Eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. Of course, there’s no way I can compete with her in his heart. She’s always the first one and I will always be the last in his priorities.		Novabeats-0530		4532	https://www.facebook.com/61559933356514/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561337	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 4:09 PM	1733013479	1752613779		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/bookedforevershop			1.0943484208281E+14	bookedforevershop	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/461775404_513204018146022_5814576252479269100_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=QtdcWtwW4HQQ7kNvgFhuluK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCZPFFEBm-C3Fs3NcC0DjemunF-pcO6adhPCCP37xAkDA&oe=67517F3A	IG_ADS_IDENTITY	1					0				bookedforevershop		0	https://www.instagram.com/_u/bookedforevershop	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561341	1	active	11/30/24, 6:37 PM	4/26/25, 11:49 PM	1733013479	1745729378		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/bookedforevershop			1.0943484208281E+14	bookedforevershop	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/461775404_513204018146022_5814576252479269100_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=QtdcWtwW4HQQ7kNvgFhuluK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCZPFFEBm-C3Fs3NcC0DjemunF-pcO6adhPCCP37xAkDA&oe=67517F3A	IG_ADS_IDENTITY	1					0				bookedforevershop		0	https://www.instagram.com/_u/bookedforevershop	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561344	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/14/25, 10:25 AM	1733013481	1752506752		1942																														MULTI_IMAGES						1.6822325637523E+14	WNY Collectibles - Niagara Falls	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468553864_565553729752950_5106050855069625513_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=tzxbUO7ctQcQ7kNvgGDInY1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AlOr6rt9blPwYIS77QsfPSb&oh=00_AYBPQAKyFuNOZ51MDnAvYxRpPRtbTFw9_4Rs2FpOwbj_Sg&oe=67516FD1	PERSON_PROFILE	0					0		Check out our latest restock in time for the weekend at the Niagara Emporium Antique Mall, located inside the Niagara Falls Outlet Mall. We added hundreds more Pokemon Cards and Funkos, Comic Books, Hot Wheels Cars and so much more. Open Monday thru Saturday 11 am to 7pm, Sunday 11 am to 6 pm. Closed Thanksgiving Day.		WNY Collectibles - Niagara Falls		131	https://www.facebook.com/61553346494023/	0										View Edit Delete
2560105	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/26/25, 3:54 PM	1733012705	1745700845		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459712650_1573936379870385_1009548735214622604_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=yhm7zDQ8UPIQ7kNvgE2sw5E&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYByGNiIXQPZhoBaj3phL7KJEpsV8Uaoc4h7TPu3_0eqfA&oe=67517CC7	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560327	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/7/25, 2:33 AM	1733012825	1749281588		1942																										wublifent.com	Learn More			CAROUSEL	SOUND RUSH 1.04 BASS STATION		http://www.wublifent.com/			1.7744762229645E+14	Wub Life Ent.	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468986237_8766855546684918_3629063157702333029_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=nCI1gnDIjH0Q7kNvgED42Hu&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYCKM4dyR1220PBzuA7WKsjJDu8kRCJjrDifDGWSC5TX2g&oe=675170A4	PERSON_PROFILE	0					0				Wub Life Ent.		7288	https://www.facebook.com/WubLifeEnt/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561277	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/12/25, 2:30 PM	1733013452	1752348648		1942																										jollyronnierecords.bigcartel.com	Shop Now			CAROUSEL			https://jollyronnierecords.bigcartel.com/product/wyatt-funderburk-fleeting-and-finite-ep			1.0380292170119E+14	funderburk	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/466702649_1289289455321680_2515009133987790371_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=rUnjhqLmIwkQ7kNvgGJ7vxv&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCMSfFaKNqDtNmpeSKjBT7G_WwyGdz6t-ZIACIVUbO0wg&oe=6751824B	IG_ADS_IDENTITY	1					0				funderburk		0	https://www.instagram.com/_u/funderburk	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560442	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/26/25, 4:23 PM	1733012921	1745702587		1942																										amazon.com	Shop Now			DCO	A Body in the Ballroom		https://www.amazon.com/dp/B0BNP6V87Q?maas=maas_adg_C8F741E09DD6C44664275B322F63D211_afap_abs&ref_=aa_maas&tag=maas			1.132732104395E+14	Kelly Mason	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468884576_1258418042095430_4443581035407285522_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pySoDTvfNpgQ7kNvgHU2U2E&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYCvsXLiGHIBQ-3W6Wi3NTF9oGjsCGA1PriBt5pdY8xK7Q&oe=675174A8	PERSON_PROFILE	0					0		Discover the glitz and mystery of the 1920s with "Murder at Millar’s Hotel"! Lady Ellen’s peaceful seaside escape turns deadly when her nemesis is found face down in his soup. Accused of murder, she teams up with a clever chambermaid and a brave war veteran to uncover the real killer. Dive into this captivating whodunnit and unravel the secrets of Branden Bay. Perfect for fans of twisty plots and historical intrigue!		Kelly Mason		1141	https://www.facebook.com/KellyCozyMason/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560990	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/3/25, 6:42 AM	1733013283	1748950928		1942																											Contact us			IMAGE	2 Comfy Taupe La-Z-Boy (Couch & Loveseat Set) with Power Recliners		https://facebook.com/marketplace/item/1573680126854527/			1.0087818551551E+14	Kelly Scott Schwantz		REGULAR_PAGE	1					0		2 Comfy Taupe La-Z-Boy (Couch & Loveseat Set) with Power Recliners - $285.00 Comfy Taupe La-Z-Boy Couch & Loveseat Set – Power Recliners Included. Price is for the set. From a house with no smoking, we have dogs. Relax in style with this matching taupe La-Z-Boy couch and loveseat set, both featuring electric power recliners for ultimate comfort. The loveseat also includes a handy armrest with built-in storage and two cup holders—perfect for movie nights! Ideal for a cozy living room setup or as a great addition to a kids’ or teens’ bonus room. Good used condition and ready for a new home! Photos included are from the showroom and at our home. Facebook Marketplace		Kelly Scott Schwantz		0	https://www.facebook.com/Kelly-Scott-Schwantz-100878185515506/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561095	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 6:42 AM	1733013366	1748950964		1942																										www.instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			https://www.instagram.com/_u/thetileclub			1.0125207123246E+14	Tile Club	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468813047_840729221361883_2892185195088818175_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zmDcAB5caE4Q7kNvgHhxaDD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQiUt0-rcuxUB-BaHLkZDEH&oh=00_AYA-EFpbYnV-h_ImKXM6_1U4PY1rGXP70ytjbnq7iUa_dQ&oe=67517729	PERSON_PROFILE	0					0		From classic to cutting-edge @kellystone just nailed the tile game sharing her top 5 subway tile patterns - yes, that includes the chic herringbone and cozy basketweave! Be sure to watch till the end to catch all of Kelly’s favorites. Which one has your heart? Drop a comment! 💬💕 Credit: @kellystone #Repost		Tile Club		8114	https://www.facebook.com/TheTileClub/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561099	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 6:35 AM	1733013368	1748950530		1942																										clars.com	Learn More			CAROUSEL	Ellsworth Kelly | Sold: $11,340		https://clars.com/selling/valuations/?utm_source=HearstBayArea&utm_medium=SFGATEFBInstaSponsoredDarkPost_Nov-Dec2024&utm_campaign=Clars_MakeGoods_Nov2024&utm_id=Clars_MakeGoods_Nov2024			105702905593	SFGATE	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468219312_1268049851015026_8369287618514401619_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ndeJkPUQL1oQ7kNvgFdY5Rs&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOi0n5h3wp2WrWsiWrLIIbA&oh=00_AYBUc4OxBkQxktTD-ziNnTcZlmUfnPVWKgUkOsJcWj7QZQ&oe=67519633	PERSON_PROFILE	0					0				SFGATE		598589	https://www.facebook.com/SFGate/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561028	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/3/25, 6:35 AM	1733013309	1748950536		1942																										wonderbly.com	Get Offer			DCO	🚨Get $15 off your order with code CYBER15 🚨	A lifetime of birthday headlines for the hard-to-buy-for and the historically-curious.	https://www.wonderbly.com/personalized-products/the-washington-post-newspaper-birthday-book?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=organic			4.5548444448826E+14	Wonderbly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468849139_1330733511428771_764483346350923459_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Az61tQwvCU4Q7kNvgFwSx8P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AWM6J27Yi1Io8ExkT64aHzZ&oh=00_AYCyp7DBFrO0Kt6MOh1oVO-7XAugj40GijxXNsE20XwH-Q&oe=6751906A	PERSON_PROFILE	0					0		Need a gift for a notoriously hard-to-buy-for partner? He’ll treasure this personalized book of newspaper headlines		Wonderbly		1681288	https://www.facebook.com/Wonderbly/	0		GET_OFFER								View Edit Delete
2561146	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/16/25, 1:16 PM	1733013393	1752689819		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468189541_1113805662952991_5332255529121232591_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uS6mV4cyuZ0Q7kNvgG1eixD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaZBtiLhwVT6i2AfS0eSM48&oh=00_AYBOV5n6RnfLBMyHV6uMfRY0ZXVJ3d7SsR4dpfS07qYv8w&oe=67517659	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560650	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/6/25, 7:38 AM	1733013045	1749213507		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807857170204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466458739_1716820495837809_1663184490726991676_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=AR7VqrBrPosQ7kNvgFq-ndq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYBLLnQhcbfVRXexDv1nEHP5hAyVrwmostwsWWoO5RnUIw&oe=675192CB	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560373	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/26/25, 4:38 PM	1733012865	1745703526		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/imbk666			1.1486676154694E+14	SNBK5	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468478707_8897248437057023_8357017138972362834_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=GiutquJfel4Q7kNvgFFu8rw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYCZrUUHSce70uuSm0wUm_aZ7GhQUQvV85xUGWm-Mucx5g&oe=675194F7	PERSON_PROFILE	0					0				SNBK5		1	https://www.facebook.com/100090918641761/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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The Tin Can Alley in Longview has the largest selection of Vintage Hand Tools in the Northwest! 100's of Wrenches, Hammers, Woodworking Tools, Hand Planes, Hewing Tools, Chisels, Saws, Axes, Logging Stuff & more! We carry Quality Tool brands like Stanley, Proto, Starrett, Craftsman, Plumb, Snap-On, Estwing, Sager, Kelly Works and other high quality makers. A few of the newest items are an 1840's Isaiah Blood Broad Axe, Clean Cut 3" Slick Chisel, Stanley No. 8 Corrugated Bottom Plane & Stanley 5-1/2 Plane, Shipwright Mallets, True Temper Clam Shovel Plus Tons of other new items! The Best Axes are on the new Axe Wall in the backroom! Do you have some Woodworking Hand Tools that are no longer being used? Bring them to the Tin Can Alley in Longview for CASH! If you know someone that has some of these items, please share this post and let them know. Just in: Over 30 Diecast Tractor Trailers! Most all are NEW in the Box! 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Here is just a few of the new ones: Beatles, Led Zeppelin, Rolling Stones, Iron Maiden, Van Halen, Boston, Journey, KISS, Aerosmith, Jimi Hendrix, Blue Oyster Cult, J. Geils, Creedence, Clapton, Ted Nugent, 38 Special, Dio, Bad Company, Johnny & Edgar Winter & Many More… I play and grade all the albums! If you are ever concerned about issues, just ask and I will play it for you! I love to spin up some Vinyl :) New Vintage Stereo Gear including Akai Speakers, Vintage 50’s-60’s Audio Test Equipment, '70's Silverface Receivers, Small TV’s and More! Nintendo Games! Portable and In Dash 8 Track Players! Transistor and Tube Radios, Electronic Tubes. Even a working Victor Phonograph! New Griswold & Wagner Cast Iron! Mint Condition '70's - 80's Hot Wheels, Matchbox and Tomica Cars and Trucks! 200+ cars priced at 50¢ each! Newly expanded selection of Vintage U.S. Military items including field gear and clothing. PYREX! New stuff has arrived! 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You will find HUNDREDS of Longview collectibles from years past! Steampunk project pieces of Brass & Copper, Gauges and more… 25+ Oiler Cans! 40+ Gas & Oil Related Tin Cans! All Car Avon bottles 50% OFF! 100’s of Vintage Tins and Bottles! New Milk Bottle Collection! Many Bottles are grouped by City. 1970’s Collectible Pepsi Glasses! Dozens of Vintage Atari Games Now 50% OFF! 100's of Car Ads From the 30's to 70's including lots of 1960’s Volkswagen ads! Most are 50% OFF! Just in: Art Deco Car Ads from the ‘30’s, plus lots of Lincolns and Packards all for only $5 each in sleeves with back board! Look for sections with discounts up to 75%! Mancave Goodies everywhere you look! The BEST New Food Cart in Longview is located just around the corner from Tin Can Alley. Retro B's is within walking distance. Yummy Menu that changes often! If you’re coming from out of town, this makes a quick pit stop for Burgers and more! 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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561091	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/15/25, 1:47 AM	1733013362	1752562075		1942																											Send message			VIDEO						3.0335639287082E+14	Jason Opens Cards	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468652520_1376442020001915_9064830111185739239_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=YIh2cZSGwusQ7kNvgEdewN8&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQiUt0-rcuxUB-BaHLkZDEH&oh=00_AYA973LftrrweDJkLK8YuEQkM56FkLBftrk0Bq50wXVTFA&oe=67519263	PERSON_PROFILE	0					0		🔥HOF HOT PACK ALERT🔥🔥1990 Topps Baseball Pack Break | Jason Opens Cards⚾⚾⚾💪💪💪 #topps #toppscards #toppsbaseball #whodoyoucollect #thehobby #betterthanmowinggrass #junkwax #youtuber #CardCollecting #sportscards #cardcollector #waxpacks #baseballcards #cardcollectors #jasonopenscards #cardcollection #junkwaxera #baseball #youtubereels #vintagebaseballcards		Jason Opens Cards		18	https://www.facebook.com/JasonOpensCards/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561340	1	active	11/30/24, 6:37 PM	4/26/25, 6:55 PM	1733013479	1745711755		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/bookedforevershop			1.0943484208281E+14	bookedforevershop	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/461775404_513204018146022_5814576252479269100_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=QtdcWtwW4HQQ7kNvgFhuluK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCZPFFEBm-C3Fs3NcC0DjemunF-pcO6adhPCCP37xAkDA&oe=67517F3A	IG_ADS_IDENTITY	1					0				bookedforevershop		0	https://www.instagram.com/_u/bookedforevershop	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561139	1	active	11/30/24, 6:36 PM	4/26/25, 7:16 PM	1733013388	1745712987		1942																										fb.me	Sign up			VIDEO	Click here to secure your $47 new patient special	⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ (5.0/5.0)	http://fb.me/			1.8745116444924E+14	Chiropractic Solutions	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465737660_2018852581867804_3108077406930678102_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=vvDK3VdR-eoQ7kNvgEvmm2B&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaZBtiLhwVT6i2AfS0eSM48&oh=00_AYC01D6XcH9R6s7eh9N0gHa-YK0EbvkDl8uN54MZ2NnV7Q&oe=675171C3	PERSON_PROFILE	0					0		Sick and tired of putting up with constant & chronic back pain? 😬 You too can join thousands of 𝐉𝐮𝐩𝐢𝐭𝐞𝐫 residents who restored their mobility and enjoy pain-free lives. ⚕ We utilize advanced techniques to treat back pain at all phases, from mild discomfort to severe nerve damage. And the best part? NO INJECTIONS OR DANGEROUS DRUGS! These breakthrough treatments are now available in Jupiter, FL 🛑 Stop living with your pain, find relief with our back treatment protocol: ✅ Reverse years of Sciatica and back pain ✅ NO steroid shots ✅ NO addictive and harmful drugs ✅ Cleared by the FDA ✅ 100% safe and NO negative side effects ✅ NO injections Don’t ignore the dangers of injections and medications: ❌ Ghastly hospital bills ❌ Months or years of painful recovery ❌ Potentially serious side effects Is this breakthrough back pain treatment protocol for you? Find out with a 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗕𝗮𝗰𝗸 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗖𝗼𝗻𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻 𝘄𝗵𝗶𝗰𝗵 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗲𝘀 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐮𝐥𝐭𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧, 𝐄𝐱𝐚𝐦, 𝐑𝐞𝐯𝐢𝐞𝐰 𝐨𝐟 𝐌𝐑𝐈 𝐟𝐢𝐧𝐝𝐢𝐧𝐠𝐬, 𝐗-𝐫𝐚𝐲𝐬 (𝐢𝐟 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐬𝐚𝐫𝐲) & 𝐃𝐞𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐞𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐑𝐞𝐜𝐨𝐦𝐦𝐞𝐧𝐝𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬 ALL for just $47, normally $435. 👉 𝗠𝗼𝘀𝘁 𝗺𝗮𝗷𝗼𝗿 𝗶𝗻𝘀𝘂𝗿𝗮𝗻𝗰𝗲 𝗰𝗮𝗿𝗿𝗶𝗲𝗿𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗿𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗶𝗱 𝗱𝗼 𝗡𝗢𝗧 𝗰𝗼𝘃𝗲𝗿 𝗼𝘂𝗿 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗕𝗮𝗰𝗸 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺. To see if you qualify, click “Sign Up” to fill out our Quick Questionnaire. Any information submitted is secured and will not be shared or used in spam. 👇Click “Sign Up” Today 👇 Serving Jupiter, FL and all surrounding areas. Spine Design Chiropractic 1102 W. Indiantown Rd #11 Jupiter, FL 33458 561-658-4307		Chiropractic Solutions		187	https://www.facebook.com/61554287102937/	0		SIGN_UP								View Edit Delete
2561154	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/4/25, 7:07 PM	1733013394	1749082074		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467871594_587515456969730_5774147090142572032_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0PptVmj9IGcQ7kNvgFtQdoT&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYAysBX0sl4jMt3SNvck4wo8LNRsEA2irxJsjnb_zSd05g&oe=67516AB0	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560489	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/5/25, 11:33 PM	1733012950	1746506007		1942																										www.accusoothe.com	Learn more			VIDEO	Clint Eastwood: "Boost Your Brain Health with Easy Methods! 🌟"		https://www.accusoothe.com/en/review-alzclip-bx-ja.html?cy=US&campaignId={{campaign.id}}&adgroupId={{adset.id}}&adId={{ad.id}}			1.6289033690352E+14	Ally Kelly Lopez	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468836392_580053081377187_2419936134918948802_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=QUqVtUu_bW8Q7kNvgFzlojx&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_ZUNtbDZxaKtKex-C1KT_0&oh=00_AYCRI2Feq2EUv7NqAtBfDvSoM_KKlsgbVwFxbpiCiH_mEg&oe=675163B2	PERSON_PROFILE	0					0		Discover how you can effectively prevent dementia and Alzheimer’s through Clint Eastwood's proven strategies. Join us in a transformative 21-Day Cognitive Enhancement Journey designed to unlock your mind's full potential and embrace a life of clear thinking and mental vitality. Don't miss this opportunity to rejuvenate your brain health and enhance your cognitive abilities with techniques that are as enjoyable as they are effective.		Ally Kelly Lopez		1104	https://www.facebook.com/61553100264675/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560066	1	active	11/30/24, 6:24 PM	4/26/25, 11:38 PM	1733012673	1745728719		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460995122_536409665411185_2841353432547896925_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2PeATo9S6EUQ7kNvgGmtV8A&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCGEbAfZlZmFr5iAuxOvrOylWoTsJUrPUrGx8yAQeIclQ&oe=6751730C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560056	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/8/25, 2:40 PM	1733012668	1749411626		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458406053_1052754443037721_5846550757853566253_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0NkwBIM4dIMQ7kNvgHART7-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYAl2PFLfeq87M3gbxXnPOZIoU4CEuK9AMhiEEzUJmEgqg&oe=67516AC1	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560152	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/26/25, 11:42 PM	1733012728	1745728938		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459838968_8514544031929920_6260341156900227967_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-FZNf48wpvUQ7kNvgEeCAxp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYBq_3QkCVfyqRSFWUogTfhxbrd7sLRSjIQYtoMNPS-R3w&oe=67517867	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560165	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/26/25, 11:42 PM	1733012735	1745728953		1942																											Watch more			VIDEO	Descargar ahora👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461317102_1689411398516820_3019738163622482065_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=DMoPoKeeYiwQ7kNvgF6VXcp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYCJgB9r3zuaFviJ9poov4u9T32kBz9hK3GJOCfsmGyerw&oe=6751731C	PERSON_PROFILE	0					0		No hace falta que busques más. Esta es la serie que estabas deseando ver. ¡No te la pierdas o te arrepentirás! 😍		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561393	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/4/25, 3:38 PM	1733013505	1751661515		1942																											Contact us			IMAGE	2016 Entegra Coach anthem 44b motorhome		https://facebook.com/marketplace/item/1220236036095782/			1.0306585456198E+14	Kelly Ingram Rodgers		REGULAR_PAGE	1					1		2016 Entegra Coach anthem 44b motorhome - $202,000.00 2016 Entegra Coach Anthem 44B It’s that time!! We get SO many compliments on our 2016 Entegra Anthem 44B King bed, 1.5 baths, stackable W/D, dishwasher drawer…highly desirable paint and interior colors! All running, working great. We just upgraded to Koni shocks and all new house batteries this year, as well as other upgrades. All maintenance has been done, up to date. 68K miles. She was garage kept up until 7 months ago as we have been out on the road! ***Now being stored indoors at NIRVC near Atlanta. We are only changing as we want to go off-road. Hate to sell but we need something different! We are located in Ellijay, GA (North GA mountains). Ask any questions! She’s ready to show, test drive and make someone very happy!! **If it’s listed it’s available. No trades. Also listed on RV trader. ** Facebook Marketplace		Kelly Ingram Rodgers		0	https://www.facebook.com/Kelly-Ingram-Rodgers-103065854561975/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560866	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/4/25, 7:10 AM	1733013217	1749039015		1942																										blackcardrevoked.com	Shop Now			DCO	Play or get your black card revoked.	It's time to shake 💩 up with the latest Black Card Revoked game. Celebrate the fact that we're all getting a little bit older, wiser, and sexier with the game full of shade, laughs, and inevitable debates.	https://www.amazon.com/dp/B0DH8B3JHY			174451778655	Cards For All People	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468812132_933191294808588_2017925044655026536_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0fcfPhTDyjEQ7kNvgFOdt1A&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYAVSnW_WgYMaX83ZMxlyV66xAoaT6cwaovxF4QXolcGGA&oe=675161F1	PERSON_PROFILE	0					0		Get the latest game just in time for the holiday party or get yelled out for reneging in spades 😌 your choice.		Cards For All People		13339	https://www.facebook.com/blackcardrevoked/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561502	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/27/25, 12:21 AM	1733013556	1745731289		1942																										forlest.com	Shop Now			DCO	Embrace Our Curves	Grab 2 for better deals!	https://forlest.com/collections/best-seller			1.0961588128236E+14	Forlest	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467867889_1695801357869228_6275850561549486862_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7OtJoTJqLRMQ7kNvgHx1_Ro&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYDRDedGTchr2WZC0ZL31i5h-Rmfrksk-T3ckI5W7ir08Q&oe=6751633C	PERSON_PROFILE	0					0		Midsize and large busts deserve comfortable support! Find our perfect bra with FORLEST®🥰 #forlest #forlestbra #wirelessbra		Forlest		10013	https://www.facebook.com/forlestofficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561216	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/11/25, 4:57 PM	1733013424	1749679023		1942																										aevoria.store	Shop now			VIDEO	🇺🇲Proudly Made in USA ✅United States Pharmacopeia (USP)Approved 🚚Fast Delivery within 3-5 Days!		https://aevoria.store/products/usa-osteopathic-medical			1.0481964194158E+14	Dr. Bryan T. Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468726783_1086190369674171_5875942764814098046_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jqKNhIpn_8sQ7kNvgEMHtXl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYA-LgKN0IP1wBHqIViVTnX-GyMKsfBz84lIMMIJaXl84A&oe=67519592	PERSON_PROFILE	0					0		Millions Struggle Daily with Arthritis Pain. Are You One of Them? With over 350 million people affected globally, arthritis can strike when you least expect it. But now, relief is within reach. 💡 Introducing the Bone Healing Cream A groundbreaking product designed to target joint pain and inflammation right at the source. Formulated to promote bone health and reduce stiffness, warmth, and swelling, this cream is ideal for anyone looking to relieve arthritis symptoms and other musculoskeletal conditions. 🔬 Recommended by the American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS) This cream combines the natural power of Bee Venom Extract with clinically proven ingredients like Glucosamine and Chondroitin, helping to ease pain, repair joint tissues, and improve mobility. Most users start seeing noticeable results in as little as 3–6 weeks! ⏱️ Instant Relief That Works This breakthrough cream provides up to 80% pain and inflammation relief within 1 minute of application. Over 8,000 users report significant improvements in mobility and reduced discomfort in just weeks! 🌟 Why Bone Healing Cream? - Fast-Acting Formula: Relieves pain and reduces swelling immediately. - Clinically Proven Ingredients:Combines natural Bee Venom Extract with Glucosamine and Chondroitin to repair joint tissues and improve flexibility. - Safe and FDA-Approved: Tested on tens of thousands, including people with bee sting allergies, to ensure effectiveness and safety. - Trusted by Experts: Endorsed by orthopedic specialists for joint health support. 💸 180-Day Money-Back Guarantee If it doesn’t work for you, we’ll refund your purchase and cover return shipping. 🎄 Christmas Special Offer 50% off for two Jars. The first 100 customers can receive the product for free! Order now and we'll ship within 48 hours, with worldwide delivery right to your door!Take advantage of this deal and start healing now! Give the Gift of Health to Your Loved Ones.🎁 https://aevoria.store/products/usa-osteopathic-medical		Dr. Bryan T. Kelly		1348	https://www.facebook.com/100094660975691/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560248	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/27/25, 1:16 AM	1733012779	1745734606		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581584420597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465913343_918852543504538_6476946590149501911_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0OPde2Udc1kQ7kNvgHuZoMC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYC6lLHGkAu87gK5_z3wCR3oT5JPYS28gldTO1z35jXLeA&oe=6751908B	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560233	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/27/25, 1:00 AM	1733012770	1745733622		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581496900597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465972350_538887995738600_8761652297840471431_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=HsrqSVK2BB8Q7kNvgGAc8zH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYD402tXdDYMacmbw9piA_fGreqzJXZ_8D0qDkDvgqFIbA&oe=67518B14	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560201	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/27/25, 2:28 AM	1733012754	1745738926		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581483260597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465987393_3456993657939512_8651854952306216840_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Ib2R-poDPwkQ7kNvgFDWDaq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYD4SFyAthBj9tvtY9GB2yRhcSA3PKT0FAGsxnNWEdDWpw&oe=6751956B	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. 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I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560265	1	active	11/30/24, 6:26 PM	7/14/25, 11:15 PM	1733012787	1752552950		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=158964247257618&rawadid=120216736349040492			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465288124_545278988092633_5556996029378888269_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=z47DQCG7VvEQ7kNvgFB2_2n&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYAwnNiehUOPx4yOOsSFwGGT_tbQ9TdBCjtGPfzsEpqDJw&oe=67517BB7	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561273	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/14/25, 11:15 PM	1733013448	1752552957		1942																										eventbrite.com	Buy Tickets			DCO	🎟 Santa's Sweets Showdown	Get your tickets on Eventbrite!	https://www.eventbrite.com/e/1095352341339?aff=ebpredboostfbandigads&td_campaign_id=718960			1.0350095105946E+14	Kelly Rentals	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468553141_1196243281439448_4317829233635037957_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=aTGGuxORDjQQ7kNvgHsE3SK&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOZV_xf1S15Kz2-ItEsgyRV&oh=00_AYCy3VO-uwhhKvcAZMRTgkj3DFw5zVs62N8AhPseO-CxOQ&oe=67516844	PERSON_PROFILE	0					0		🍪 DFW’s Best Cookie Showdown! 🏆 🎄 Taste the top cookies in the DFW area, enjoy FREE hot chocolate, and vote for your favorite baker! 📍 Old Town Lewisville 📅 Dec. 20th & 21st 🎟️ Tickets start at just $5! Celebrate the season with cookies, milk, and holiday cheer! Don’t miss it! 🎅✨		Kelly Rentals		479	https://www.facebook.com/Kellyrentals1/	0		BUY_TICKETS								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561443	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/15/25, 4:29 AM	1733013523	1752571782		1942																										api.whatsapp.com	Send WhatsApp message			VIDEO	Converse conosco		https://api.whatsapp.com/send			1.0410757487588E+14	Kelly Waideman	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468622914_1093893922372581_3687742194342108209_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=t7psvgHgwd4Q7kNvgF4715r&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYAv3HLWa-QOmIh3NBH4QXQGcxoD6Et1Dfv9l78fqWXNMw&oe=67519A6A	PERSON_PROFILE	0					0				Kelly Waideman		825	https://www.facebook.com/KellyWaidemanMentora/	0		WHATSAPP_MESSAGE								View Edit Delete
2561444	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/13/25, 9:15 PM	1733013524	1752459334		1942																										thefashionball.com	Learn More			DCO	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	https://thefashionball.com/trends/kelly-mark-open-up-syn/?utm_source=Facebook&utm_campaign=Kelly%20Mark%20Open%20Up%20INSPO%20Paula2811%20Dynamic%20PHS647%20CRT%20b1a3%20-%20Unknown%20WW%20FB%20CRT&network_code=CRT&utm_term=content&v=3			1.0501726506241E+14	The Fashion Ball Moda	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468731465_442697768634409_7625413177416635766_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FvJ_OxVML-UQ7kNvgFXWZwP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYCB_Vk-mjFf78Vmko6ddwJq7cNPnHfM8GB4Y0bm8jgy2A&oe=67519633	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly Ripa discusses the legal challenges her son Joaquin is currently facing		The Fashion Ball Moda		3446	https://www.facebook.com/100066571497203/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561472	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/13/25, 9:33 PM	1733013538	1752460385		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	👇Download DreameShort TV to watch more series.Watch full episode：Got Pregnant by Billionaire Brothers		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.stary.dreamshort			1.5444878442432E+14	Wehearyou	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468538902_2056917931425403_9021973048389482534_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=nw2lBPokEfAQ7kNvgHdEhaq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYB9jqyGHhsFmE3UyyZJYa60DyotLlKeX9HksQz7DFKnbg&oe=67519935	PERSON_PROFILE	0					0		🚨The Vanderbilt Holdings brothers are both enamored with me; they possess remarkable charm and wealth. Which one should I select? Is it feasible for me to date both simultaneously?😊✨		Wehearyou		191	https://www.facebook.com/wehearyou66/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
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2560444	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/27/25, 6:02 AM	1733012922	1745751756		1942																											Call now			MULTI_IMAGES						1.0876645519548E+14	Blue Moon Apothecary & Wellness Center	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468759083_419360211111872_2364803383344854388_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=136LPP0GUacQ7kNvgEyh5SQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYDcZeMx9vu2HO-DeC8JaASNz0WSNZciYh_LZ4H66fk8Dg&oe=67519188	PERSON_PROFILE	0					0		🎉 Black Friday & Small Business Saturday Giveaway! 🎉 Shop local and WIN BIG at Blue Moon Apothecary Black Friday and Small Business Saturday! 🛍️✨ Here’s your chance to win one of THREE amazing prizes: 🥇 1st Prize: 1- month unlimited yoga 🥈 2nd Prize: $100 Gift Card 🥉 3rd Prize: 1-hr Reiki Session with Kelly How to enter: ✅ Stop by our store on Black Friday (Nov. 29) or Small Business Saturday (Nov. 30) ✅ Fill out a quick entry form at the register Details: - Winners will be announced on Dec. 2 - Winners have 14 days to claim winnings or they will be forfeited 👍 Support small, shop smart, and maybe score a shopping spree on us! See you soon! (& make sure to follow us for updates!) #ShopSmall #Giveaway #BlackFriday #smallbusinesssaturday #bluemoonkelly		Blue Moon Apothecary & Wellness Center		1684	https://www.facebook.com/BlueMoonApothecaryandWellnessCtr/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2560210	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/27/25, 6:21 AM	1733012757	1745752896		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581626490597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466046158_3874640882850514_4722747481480600475_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-gMeC0Xee9EQ7kNvgGUuugI&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYD4UvY1-sCt9Z0jvEMSs1xk0xrxgir7Q4SmKi3th3OLEg&oe=67518FCC	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560430	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/8/25, 9:25 PM	1733012913	1749435945		1942																											Contact us			IMAGE	25% OFF ALL Vinyl Records! See Complete List of Artists on Vinyl at the Tin Can Alley in Longview!		https://facebook.com/marketplace/item/559700676927381/			5.2501760123669E+14	Ron Daley	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468847448_1336699414407776_3500205622517144343_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=HvhG3CcPNuQQ7kNvgEj2Mv3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AU_mVk3ucPQR_i9fdKpY5ki&oh=00_AYAJhOX-IZurRoqwLE2iVFHR0ZPIZlFywzttQZGGEwVLlA&oe=675187F3	REGULAR_PAGE	1					0		25% OFF ALL Vinyl Records! See Complete List of Artists on Vinyl at the Tin Can Alley in Longview! - $12,345.00 Black Friday & Saturday at the Tin Can Alley in Longview! 25% OFF ALL Vinyl Records! Over 400 to choose from! All Cleaned with Ultrasonic! Mostly 60’s to 80’s Classic Rock. Your favorite Legendary Bands are here! 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2560537	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/8/25, 9:34 PM	1733012976	1749436494		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507363540204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465838568_557565887221221_2081515206730197235_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_U7DB93AEwgQ7kNvgFZ8h4y&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYDdFpria-citpPwQxc3GsqSH5cFxRxYVEt7qq9jPHZGew&oe=6751919E	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560849	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/3/25, 1:46 PM	1733013198	1748976408		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/_old_town_tuxedos			1.0033252511196E+14	_old_town_tuxedos	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468646437_941810571188109_1074228738543528238_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=4fgUbBzzQTMQ7kNvgEOwd5E&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYBSNj4ZmIXgSwAcIUXxWvoo7w4_53Mi009_0N5voEhDmw&oe=6751621A	PERSON_PROFILE	0					0		#Repost @dsalebe —— “Capturing moments like these reminds me why I love what I do. This beautiful couple and their amazing families shared a day filled with love, laughter, and memories that will last a lifetime. Honored to have been part of this special celebration—may their journey together be as magical as their wedding day! 💍✨ . . @kelleywiese 🍾💯🎉 . . #WeddingMemories #LoveStory #wedding #washingtondc ##maryland #nationaharbor #familytime #bride #bridalshower #groom #party		_old_town_tuxedos		18	https://www.facebook.com/100071208304119/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560886	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/3/25, 1:46 PM	1733013230	1748976411		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			IMAGE			http://instagram.com/authorkellyrey			1.069467491636E+14	authorkellyrey	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/345552789_790360802446693_5975748069738807610_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=Gi9kRS2eQ4AQ7kNvgEk1WMe&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCYVjKrxX80-s_7aOqkDNrU8EakfmQGuXK00-odKs8vPg&oe=67516DE3	IG_ADS_IDENTITY	1					0		Shoutout to @kerrireads for the festive photo with her 𝑺𝒂𝒏𝒕𝒂 𝑴𝒐𝒏𝒊𝒄𝒂 𝑩𝒂𝒃𝒚 review! 🎅💖 Which I promptly co-opted and turned into a #BookRelease day graphic. Last week, my editor told me that Austin & Nellie might be her favorite of my couples yet... and I will say, they're definitely up there for me, too! 🎀 I hope everyone loves them as much as we do! 🥰		authorkellyrey		0	https://www.instagram.com/_u/authorkellyrey	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560075	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/3/25, 1:46 PM	1733012679	1748976416		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459420534_1028491418966118_6401726771713912672_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=q2q8qzdNN8wQ7kNvgGaskZv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCz74Calrn54P011RNQ4Xt6FZo9Jb2XEeatWaQdtnFdlA&oe=67517897	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560283	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/3/25, 1:47 PM	1733012798	1748976429		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044466970700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465070141_1278619596391682_8082074352346708986_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0ncAIqBK1EMQ7kNvgHSDZuB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYDKrrvWpWxYLFfVWekGSTbvG2EGLrT4C0QgIpSBhTJbSw&oe=67518A43	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561053	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/8/25, 10:49 PM	1733013339	1749440979		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYAcUPJzoh54a0s4jxX5bPGC4PAbUYFuJRS-FMfB2n54uw&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561124	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 1:52 PM	1733013380	1748976747		1942																											Call now			VIDEO						1.6094321226544E+15	Melanee Woodman Ocean Dunes Realty	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468761242_785370687062743_8807690876380465561_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=JxBCIe9YbpYQ7kNvgGfaIdf&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ATQePKVUXeML4PGEj6ayTvq&oh=00_AYB2Y3YYtyGNI9R0lj7J-svv17JbEX91zr_Nf0hyauRUzA&oe=675188FA	PERSON_PROFILE	0					0		🏡OPEN HOUSE🏡 Saturday November 30 11:00am - 1:00 pm 1272 Park Ave Coos Bay, OR 97420 MLS# 24601105 5 bedroom | 2 bath | 2,308 sq ft $549,999 This spacious five-bedroom, two-bath, 2,308-square-foot home is situated in the desirable Mingus Park neighborhood. It features a newly updated kitchen with solid surface countertops, along with fresh paint inside and out. Large windows bring in abundant natural light, enhancing the home’s open feel. The bathrooms have been updated with a walk-in shower, new vanity, and fixtures. Located on a nice sized lot, the property boasts a private fenced yard, a large deck, and beautiful flowers surrounding this peaceful home at the end of the street. Mingus park trails & public pool just a few blocks away, also close to shopping & medical facilities. For more information on this property check out our website 👇 👇 https://www.oceandunesrealty.com/property/24601105/... Melanee Woodman & Kelly King Licensed Brokers in Oregon 📱541-290-6431 📱541-404-8084 Ocean Dunes Realty 200 S. 4th St. Coos Bay, OR 97420 #openhouse #realestateforsale #oregoncoasthomes #oregonrealtor #oregonrealestate #oceandunesrealty #oregoncoastrealestate #realtorsinoregon #realestatecoosbay #coosbayoregon #coosbay #realestate Ocean Dunes Realty		Melanee Woodman Ocean Dunes Realty		320	https://www.facebook.com/MelaneeWoodmanOceanDunesRealty/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2561093	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 1:54 PM	1733013365	1748976854		1942																										www.newsbreakapp.com	Subscribe			IMAGE	Subscribe to NewsBreak newsletter for local headlines and breaking news.		http://fb.me/0wzTiNIU?utm_campaign=newsbreak_web_leadads_email_mb01_county_LA&s=facebook&adset=Lincoln+Parish%2C+LA&ad=2024-11-29__0wzTiNIU_cjv&utm_source={{site_source_name}}&utm_medium={{placement}}			1.0063264913801E+14	Louisiana Newsletter - NewsBreak US	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468708354_471715032165976_4855103645926164187_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=UAqot-5TCDwQ7kNvgHk6OCa&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQiUt0-rcuxUB-BaHLkZDEH&oh=00_AYDOYgTrqfLB9RRDbIID1WY_SvUiDvDT5uLu_7PJ8Tok6g&oe=67517D1B	PERSON_PROFILE	0					0		Lincoln Parish, LA News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly.		Louisiana Newsletter - NewsBreak US		3145	https://www.facebook.com/100075805094995/	0		SUBSCRIBE								View Edit Delete
2560084	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/10/25, 6:17 AM	1733012691	1749554272		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460844654_1586091338786756_7335652434014015276_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=p5v7EHToq4YQ7kNvgHdRIGy&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDOHiyxypx0K7G_EuRCJ037LWd3Hk5aqcR5tYQx48VhUw&oe=6751917A	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560112	1	active	11/30/24, 6:25 PM	7/16/25, 3:18 AM	1733012707	1752653906		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458764566_846248010965531_5001198039813926096_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zYVXkWPAqAAQ7kNvgHY5Y-H&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYAOAZOkpbBMnX6XSQYHYpoEen4S_zzg-8RvdMWMF8Tp4A&oe=6751817E	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire and His Blood wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561573	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/3/25, 2:01 PM	1733013589	1748977271		1942																										paulandshark.com	Learn More			DCO	Holiday Season		https://www.paulandshark.com/holiday_season_2024/holiday_season_2024.html			1.7852134217643E+14	Paul & Shark	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468615734_1083508163256164_5618448119619945808_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0VeZZm0ymTQQ7kNvgFoyXRJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCcoerpMkXAjGjRb1ffVR7tkhpd_TQVsBDAqQ9hT8E5dw&oe=675184C5	PERSON_PROFILE	0					0		The Christmas Road to the Hamptons. Warm tones and exquisite details. Gift your loved ones timeless quality and style with Paul & Shark's Holiday Season collection. Visit our website and discover the magic of the holidays for you and your loved ones!		Paul & Shark		202621	https://www.facebook.com/paulandshark/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560174	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/3/25, 1:59 PM	1733012740	1748977146		1942																											Watch More			DCO	Descargar ahora👉👉👉	{{product.description}}				2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460728443_1958398361338872_3785427976724120331_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=fSTFHJn4ifIQ7kNvgHj7sO2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYAHrtaCDkzoL6NKleZflIL1HhDQMQNP7YEfYBR0_eu7Ew&oe=67516C57	PERSON_PROFILE	0					0		No hace falta que busques más. Esta es la serie que estabas deseando ver. ¡No te la pierdas o te arrepentirás! 😍		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560809	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/4/25, 7:30 AM	1733013166	1749040237		1942																										carcan.com	Shop Now			DCO	DEAL OF THE DAY ➡️	{{product.description}}	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468720689_9314253725252357_2556223730883329690_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=4E4_EPKUWjoQ7kNvgHq9HDw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYAPqhdeIoNIaruvZl5izJCTtrgegVSd-_fUvTefz0hD_Q&oe=675180AB	PERSON_PROFILE	0					0		SHARE IF YOU LOVE ❤️ YOUR CARCAN! SHARE IF YOU WANT SOMEONE TO GIFT 🎁 YOU A CARCAN! COMMENT IF YOU ARE THAT SOMEONE KARMA IS KINDNESS CARCAN IS SAVING BILLIONS OF PLASTIC BAGS! MILLIONS OF HAPPY CUSTOMERS! Don’t Forget to share this post it helps so much		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561345	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/9/25, 2:10 AM	1733013484	1749453045		1942																											Contact us			IMAGE	1.07 acres. East kern, ca. Condado de kern. (R)Johannesburg		https://facebook.com/marketplace/item/956896012925441/			2.1887641464679E+14	Andrelaxa Mendoza		REGULAR_PAGE	1					0		1.07 acres. East kern, ca. Condado de kern. (R)Johannesburg - $28.000,00 Ubicado.- Calle Johannesburg ave.. Servicios.- cercanos Hay casas alrededor. Zona comercial, la compra/venta se hace con el propietario directo, si estás interesado manda mensaje al teléfono que aparece en el anuncio, (si no te interesa por favor no mandes comentarios o agresión, o amenazas de publicación no contestaré) SOLO PERSONAS SERIAS E INTERESADAS. Financiamiento o mejor oferta en efectivo. Papeles legales, taxes pagados y titulo propietario. Located.- Johannesburg Ave. Services - nearby There are houses around. Commercial area, the purchase/sale is made with the direct owner, if you are interested send a message to the phone number that appears in the advertisement, (if you are not interested please do not send comments or aggression I will not answer) ONLY SERIOUS AND INTERESTED PEOPLE. Financing or best cash offer. Legal papers, taxes paid and owner's title. Facebook Marketplace		Andrelaxa Mendoza		0	https://www.facebook.com/Andrelaxa-Mendoza-218876414646793/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560163	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/3/25, 2:02 PM	1733012734	1748977369		1942																											Watch More			DCO	Descargar ahora👉👉👉	{{product.description}}				2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460958149_1351683066203452_4057432403671853644_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=NyndumdjBCMQ7kNvgGAHDvu&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYComxc2JkbIH403kcusdIdlKquVdEyJxQ9DlDM0LpnoYg&oe=675184C0	PERSON_PROFILE	0					0		No hace falta que busques más. Esta es la serie que estabas deseando ver. ¡No te la pierdas o te arrepentirás! 😍		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560645	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/9/25, 1:26 AM	1733013042	1749450397		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215806673750204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467029701_1250364292847986_365312976709946863_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jKB_WosO404Q7kNvgHOYE-x&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYBw4xrfezeyA8R0zDbcXCQN8easuh8d_87vQLXik1iKIQ&oe=67517BA1	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561054	1	active	11/30/24, 6:35 PM	7/16/25, 2:20 PM	1733013339	1752693657		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYAcUPJzoh54a0s4jxX5bPGC4PAbUYFuJRS-FMfB2n54uw&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560063	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/20/25, 9:43 AM	1733012672	1747752199		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460995122_536409665411185_2841353432547896925_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2PeATo9S6EUQ7kNvgGmtV8A&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCGEbAfZlZmFr5iAuxOvrOylWoTsJUrPUrGx8yAQeIclQ&oe=6751730C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561497	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/9/25, 9:26 AM	1733013553	1752071192		1942																										forlest.com	Shop Now			DCO	Embrace Our Curves	Grab 2 for better deals!	https://forlest.com/collections/best-seller			1.0961588128236E+14	Forlest	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467917428_387147127725620_2065953303861933029_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=k6qPk9dubP4Q7kNvgEKFp2_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYAQTsy-ZYIo3uNoJ8YwJG3ZOpftjqVV4M5M1cWAYQnCcg&oe=67517763	PERSON_PROFILE	0					0		Midsize and large busts deserve comfortable support! Find our perfect bra with FORLEST®🥰 #forlest #forlestbra #wirelessbra		Forlest		10013	https://www.facebook.com/forlestofficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561514	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/14/25, 10:18 AM	1733013561	1752506281		1942																										forlest.com	Shop now			VIDEO	Support Your Comfort®	Lowest Price Ever, Extra 15% Off	https://forlest.com/collections/best-seller			1.0961588128236E+14	Forlest	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466727567_933983935310315_3611173376976553491_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3vRoKZCAVaAQ7kNvgF36ltZ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYAhy9pUJsZiGJH6M3x4jqnB4A4Fq49yxSp3ycpXRtPb0Q&oe=675199CA	PERSON_PROFILE	0					0		To all fuller-bust and midsize ladies, it's time to build a collection we love. 😍		Forlest		10013	https://www.facebook.com/forlestofficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561516	1	active	11/30/24, 6:39 PM	5/2/25, 11:44 AM	1733013561	1746204254		1942																										forlest.com	Shop now			VIDEO	Support Your Comfort®	Lowest Price Ever, Extra 15% Off	https://forlest.com/collections/best-seller			1.0961588128236E+14	Forlest	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466091837_536468552502001_914015586457651173_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hIm7Tn272tUQ7kNvgEnyd2O&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYClXg82RcInz21cyPN-AxdS-hoRS8k_BBy5oOgM092P3Q&oe=67518EEB	PERSON_PROFILE	0					0		To all fuller-bust and midsize ladies, it's time to build a collection we love. 😍		Forlest		10013	https://www.facebook.com/forlestofficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561541	1	active	11/30/24, 6:39 PM	5/1/25, 3:15 AM	1733013578	1746087356		1942																										www.newsbreakapp.com	Install now			IMAGE	Breaking news from Avoyelles Parish!		https://play.google.com/store/apps/details?id=com.particlenews.newsbreak			2.1680870563242E+14	Louisiana Local News - News Break	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468588312_2298033743894696_6566863774352654024_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Q5qAYbhQDtMQ7kNvgESoNqU&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYArYFFTX-9bW5o9WlyPJY3digz3K44rer-uDmMHm1he8A&oe=675171D7	PERSON_PROFILE	0					0		Avoyelles Parish News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly. Install news app trusted by millions to stay informed of latest Avoyelles Parish local news!		Louisiana Local News - News Break		51723	https://www.facebook.com/LouisianaNewsBreak/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2561545	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/10/25, 11:03 PM	1733013578	1749614602		1942																										www.newsbreakapp.com	Subscribe			IMAGE	Subscribe to NewsBreak newsletter for local headlines and breaking news.		http://fb.me/0wzTiNIU?utm_campaign=newsbreak_web_leadads_email_mb01_county_LA&s=facebook&adset=Concordia+Parish%2C+LA&ad=2024-11-28_upImg_0wzTiNIU_cjv&utm_source={{site_source_name}}&utm_medium={{placement}}			1.0063264913801E+14	Louisiana Newsletter - NewsBreak US	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468663647_577145861349564_6674031599208756341_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3TwDjn0kZT4Q7kNvgGB04tW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYC3gBEi65mU1pX9XExP0FKF9dZ3fuJyTq572pDTTP5Ipg&oe=67517ED2	PERSON_PROFILE	0					0		Concordia Parish, LA News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly.		Louisiana Newsletter - NewsBreak US		3145	https://www.facebook.com/100075805094995/	0		SUBSCRIBE								View Edit Delete
2561553	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013581	1744666060		1942																										www.effortua.live	Order now			VIDEO	Check out more of our handmade styles！	✈️ Free Global Shipping!	http://www.effortua.live/?fb_clients=crownritTD&campaign_id={{campaign.id}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}			4.3668426285525E+14	Affordable Artisan Handcrafted BAG	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468597960_917632433659477_969225430086343762_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=38dS6fltvPEQ7kNvgHmt6ui&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYBUe7_oJROof3_g0RfL3aCkJKFxXWEjQeOejWde3nZLIQ&oe=67517DCB	PERSON_PROFILE	0					0		Don't want to pay a high price?		Affordable Artisan Handcrafted BAG		230	https://www.facebook.com/61564992820142/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2561560	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013584	1744666060		1942																										pressloft.com	Learn More			CAROUSEL	Free Forever	Discover, download and connect with brands.	https://www.pressloft.com/app/features/forjournalists?utm_source=ppc&utm_medium=ppc&utm_campaign=ppc+retargetting+potential+and+signed+up&utm_id=Journalist+landing+page&utm_content=ppc			176834636769	Press Loft	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468640976_1355511022521609_1876717077480206334_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bDNqcb_K_qEQ7kNvgG68xB3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYATdVtV7AGHlYUaTwZ6xbdP7i3go52Eh3qKiWJJ230WRw&oe=67516C30	PERSON_PROFILE	0					0		Discover, download and connect with brands.		Press Loft		3112	https://www.facebook.com/PressLoft/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560721	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/5/25, 7:07 AM	1733013096	1749125259		1942																											Call now			MULTI_IMAGES						2.3863760934182E+14	Main Street Antiques	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468847451_1232471021354045_7607712370341878971_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ARrMHZbCudUQ7kNvgEEoxtZ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYBoNez1Dps6Io9GQY0-mCBlhfJHwjC34IUOzLQi34Y4og&oe=675186A2	PERSON_PROFILE	0					0		A few Christmas delights to ponder before Saturday "Shop Small" #mainstantiquesgeneseo #geneseoillinois #antiques #needlepoint #supportsmallbusinessowners #supportlocal #WhiteChristmas #vintagechristmasdecor #ShopSmall #plaid #aluminumchristmastree #1950schristmas		Main Street Antiques		239	https://www.facebook.com/61558093087955/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2560077	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/11/25, 6:47 PM	1733012680	1749685626		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459420534_1028491418966118_6401726771713912672_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=q2q8qzdNN8wQ7kNvgGaskZv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCz74Calrn54P011RNQ4Xt6FZo9Jb2XEeatWaQdtnFdlA&oe=67517897	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561507	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/12/25, 9:43 PM	1733013557	1752374598		1942																										www.drhorton.com	Learn more			VIDEO	Happy Thanksgiving		http://www.drhorton.com/			1.2523687087973E+14	D.R. Horton Myrtle Beach / Carolina Shores	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468595156_1549074632381433_2011202200830554925_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=C1qXMMGVB9UQ7kNvgF4wHuY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYBxexDTxsn0JYYUzoogUAC5TkyJLFxTUIz249L-kprqRA&oe=67517A6C	PERSON_PROFILE	0					0		From our family to yours, Happy Thanksgiving! #WeBuildPeopleToo		D.R. Horton Myrtle Beach / Carolina Shores		3300	https://www.facebook.com/DRHorton.CarolinaCoast/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561215	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/14/25, 7:42 AM	1733013423	1752496976		1942																										biophonics-school.com	Learn More			CAROUSEL	Get up to 50% off	Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!	https://biophonics-school.com/routine?utm_source={{campaign.name}}&utm_medium={{adset.name}}&utm_campaign={{ad.name}}			4.6252891694658E+14	Biophonics	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468784521_1744874899660276_1796334780568643830_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_d0VPGte7IIQ7kNvgHiY-AC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYDRfocli_W5m-xrkIoNSfHdY_4NCowH4OyZGSPOA_vjeg&oe=6751920A	PERSON_PROFILE	0					0		Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!		Biophonics		9	https://www.facebook.com/61568804451054/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560638	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/11/25, 7:22 PM	1733013040	1747009324		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861455130204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467345231_891101893159332_4047318297548231106_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kk7Djp8w5TAQ7kNvgFxFdT7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYBvh3RdgYt1H3gJwTgK_rBLr-YWHx93uCchOFjaul5GYw&oe=67518A57	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560302	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/27/25, 11:59 PM	1733012807	1745816355		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044428630700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465366823_991172382816774_3802345248727068808_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9j7tDrxJkNwQ7kNvgH7KWNl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYDaLOtA4JJgeLeERsGPsilEqplwJEy2KPi5iG6fLdmGsA&oe=67516813	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560231	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/4/25, 2:17 AM	1733012769	1749021474		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581498810597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465794506_1552418175636827_7985139354419472729_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5RGeaYYd1T8Q7kNvgGwFnal&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYCJZn0KonRvChOY4ZPfzvPOVJDLqEV_6XKOmcMkAhw3-Q&oe=6751762C	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560187	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/3/25, 9:29 PM	1733012745	1749004158		1942																											Watch More			DCO	Descargar ahora👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/462139670_1759760148099406_6169793968710844131_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ENKTfrmDd0IQ7kNvgESkS3o&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYCMeb4MqQcQkZn4PD44P4kQ3kRQ2vtryyDNioCyCmBWcw&oe=67519732	PERSON_PROFILE	0					0		No hace falta que busques más. Esta es la serie que estabas deseando ver. ¡No te la pierdas o te arrepentirás! 😍		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560389	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/4/25, 2:19 AM	1733012875	1749021545		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468833363_2792026690974439_8991231906873424688_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uoOWRbvjMS8Q7kNvgH7f55J&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYCwon2jX1Zgh5fdgC4OLi-gCd51MDTfpnM9g7ePicYtbg&oe=675171A4	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Voltei pra mesa. - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na data marcada Mel foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. - Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. No final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta. - Perfeito. - Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. - Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Não precisa correr. Voltei à minha sala e sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. Desligou o telefone. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio. - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560832	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/4/25, 6:31 AM	1733013180	1749036683		1942																											No button			IMAGE						83681432739	Carlos O'Kelly's	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468611693_579558014483271_7345999460991973947_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=a5mQ0IR10i0Q7kNvgFDu7-0&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGrh9xaqsrmLcvdaaClwGN-&oh=00_AYBt8LNavtxA-N3OudySFyqJJ5P14FDrx5Enh_dXe78SyA&oe=67516A11	PERSON_PROFILE	0					0		Put a little sizzle in your step! Carlos O'Kelly's new BIGGER, bolder Fajitas. Fresh grilled sizzling steak, shrimp, or chicken, served with juicy caramelized fajita veggies, your choice of a side, and warm flour tortillas. Feeling bold? Add our mouthwatering roasted mushroom, bacon, and jack topper. ONLY at Carlos O'Kelly's >> https://bit.ly/FindCarlos		Carlos O'Kelly's		66396	https://www.facebook.com/carlosokellys/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2561082	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/5/25, 1:44 AM	1733013356	1749105862		1942																										hunled.com	Learn More			DCO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468660465_920448223022218_1240767327146598366_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wFODjN0VJMEQ7kNvgEJbwgf&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYA3k8etbqn71WD6d6RygRXAm2vU5496mCt7zU8EJKCkKQ&oe=675187AE	PERSON_PROFILE	0					0		Cheguei em casa depois de um dia puxado e meus pais estavam me esperando na sala. - Catarina, senta aí que precisamos conversar. – Meu pai falou e parecia bem nervoso. - Pode falar, pai, o que aconteceu? – Perguntei ao meu pai cansado, eu tinha trabalhado o dia todo, ido pra faculdade à noite e, ao chegar em casa, a única coisa que eu queria era tomar um banho e cair na cama. Mas não foi possível. - Catarina, chegou o convite de casamento da sua prima. – Minha mãe falou. - Aquela mulherzinha não é minha prima! – Falei já ficando nervosa. - Catarina, ela é a sua prima. – Minha mãe falou. – É melhor você parar com esse ataque de infantilidade. A Melissa já bateu nela e fez um escândalo aqui em casa. Agora chega! Ela é filha da minha irmã, portanto é sua prima. - Me desculpa, mãe, mas ela não é nada pra mim. – Tentei manter a calma. – Ela ficou com o meu namorado na minha cama, isso não é coisa que se faça. Eu namorava o Cláudio há quatro anos, ele foi meu primeiro namorado, e o encontrei na minha cama, no meu quarto, transando com a Kelly, minha prima! Eu fiquei em choque. Claro que a Melissa, minha melhor amiga, partiu pra cima deles. Desde então as coisas ficaram tensas em minha casa, pois meus pais insistiam que era uma bobagem e que eu deveria agir como se nada tivesse acontecido e voltasse a conviver com a minha prima. - Errado foi ele, Catarina, que era seu namorado. – Minha mãe argumentou. – A Kelly, coitada, foi seduzida, ele a desonrou, agora vai se casar com ela pra ela não ficar mal falada na cidade. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. – Olha aqui, se você não quer conviver com a Kelly tudo bem, mas você vai a esse casamento. E chega desse comportamento grosseiro. - Eu o quê? – Achei que eu tinha ouvido errado. - Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras, evento de gala, falando para os meus pais que seria importantíssimo para a minha carreira, já que os empresários mais importantes da cidade estariam lá, eu faria contatos muito importantes e nossos professores haviam prometido nos apresentar a vários empresários que abririam portas para o nosso futuro profissional. Em princípio meus pais não estavam muito convencidos, mas os pais da Melissa conversaram com eles e os convenceram de que seria uma excelente oportunidade para o meu futuro. Então eles concordaram que eu deveria aproveitar a oportunidade. - Catarina, você não pode me dizer não! Já comprei os convites, as máscaras e já até convenci seus pais de que é um evento importantíssimo para o seu futuro profissional, o que me deu um trabalhão. Essa festa vai ser incrível e você não vai perder! – Melissa, falava e me olhava com os olhos de um cachorrinho abandonado, juntando as mãos como se suplicando. Eu estava sentada em minha mesa no trabalho, no meio da tarde de uma quinta feira, entre anotar recados e fazer ligações, e a Mel apareceu com café, bolinhos de chocolate e essa insistência para eu aceitar ir no baile de máscaras que acontecia anualmente e era o maior evento em nossa cidade. - Ai, Mel, como é que pode eu não conseguir dizer não pra você? Está bem, eu vou! Eu concordei em ir ao baile, mas eu ainda não tinha certeza. De qualquer forma eu iria dormir na casa da Mel para fugir do casamento, mas não iria à festa, contudo, Melissa tanto fez que me convenceu a ir pra festa. No sábado nos arrumamos na casa dela. - Quê isso, hein, amiga! Tá gata demais! – Ela me entregou uma máscara dourada, linda, toda trabalhada como se fosse uma renda, que cobria até o nariz e eu a coloquei. Eu usava um vestido de cetim vermelho brilhante e a máscara combinou perfeitamente. – Então, estamos prontas? - Sim estamos prontas. – Respondi e peguei minha bolsa. – Ih, esqueci meu perfume. - Não, tem problema, você vai usar o perfume novo da minha mãe. Ela não se importa. Quando o Fernando, namorado da Mel, nos viu sorriu, deu um beijo na Mel e disse: - Garotas, vocês estão lindíssimas! Acho que você vai sair dessa festa com um namorado novo, Cat. - Sem namorado, Nando. Na verdade, eu acho que é melhor eu ficar, eu não estou no clima pra festa. Por favor, Mel, deixa eu ficar? CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível Não teve jeito, minha amiga me arrastou para o baile. Logo que entramos a Mel nos arrastou para o bar e falou no meu ouvido: - A festa é open bar, então hoje você vai beber para afogar de vez a tristeza! –A Mel me entregou dois shots de tequila e com mais dois em suas mãos me falou: - Vamos virar! – viramos a tequila e o Fernando já entregava uma taça de cosmopolitan para cada uma. Melissa me arrastou para a pista de dança e até que eu estava me divertindo. Começou uma música lenta e o Nando e a Mel começaram a dançar agarradinhos, aproveitei a deixa e me encaminhei para o buffet, mas não consegui chegar, senti uma mão puxando a minha e quando olhei para trás havia um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim, e que sorriso! Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - E por que não? Vamos dançar. – Sorri pra ele. Era impossível resistir aquela voz rouca sedutora e aquele sorriso lindo meio de lado! Ele era alto, ombros largos, um sorriso encantador e olhos azuis, tão azuis que eram quase violeta. Ele tinha uma boca que convidava ao pecado, cabelos castanhos, e quando me puxou pela cintura eu apoiei as mãos em seu corpo e percebi que ele era uma parede de músculos bem definidos. Embora a máscara não permitisse ver seu rosto, ele era muito charmoso e encantador. - Eu estava observando você desde que chegou. – Aquele homem, com ar misterioso, falou no meu ouvido. – Você é tão linda! - Você é gentil. Mas você não é da cidade, é? – Ele tinha uma presença forte, emanava poder. - Não. Um amigo me convenceu a vir a essa festa. - Parece que temos algo em comum, meus amigos também me convenceram a vir. - Sorte minha! - E por que? – Sorri. - Porque eu fiquei fascinado quando te vi. Você é muito linda. – Enquanto ele falava no meu ouvido eu ia me arrepiando, sentindo meu rosto esquentar e o corpo formigar, ele realmente me encantou. - Mesmo com a máscara? - Mesmo com a máscara! Você é linda demais. - Você é um sedutor. - Você me acha sedutor? - Você sabe que é. E lindo também. - Que bom que você gosta do que vê. – Eu me senti um pouco zonza, não sei se pela bebida ou pelo perfume delicioso que aquele homem usava. Acabei tropeçando nos meus próprios pés. - Você está bem? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego, quando ele interrompeu o beijo para respirarmos, nos olhamos nos olhos, foi como jogar gasolina no fogo, ele passou a mão pela minha cintura, desceu até minha coxa e puxou minha perna para sua cintura. Eu já estava completamente entregue nesse momento, sentindo seu corpo contra o meu, eu fiquei louca de tesão e o puxei para mais perto envolvendo sua cintura com minha perna. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Eu estava em chamas quando ele enfiou a mão dentro da minha calcinha e gemeu. – Ah! Que delícia! Tão quente, tão molhadinha! – Disse e me beijou com mais força, enquanto abria o zíper da sua calça. Com um movimento rápido, de quem já tinha feito aquilo antes, ele rasgou minha calcinha e acariciou minha entrada, como se pedisse permissão. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! – Respondi sem nenhum pudor, eu já estava arfando de tanto tesão. Eu não resisti aqueles olhos e aquela voz rouca. Eu nunca fui assim, normalmente eu teria me desvencilhado dele no momento em que me puxou pela mão, mas aquela noite eu havia prometido a mim mesma que iria me divertir e se aparecesse alguém interessante eu viveria o momento. E era o que eu estava fazendo, vivendo aquele momento. Ao me ouvir, ele foi entrando em mim devagar, observando eu encostar minha cabeça na parede e aproveitar cada centímetro dele, e ele era enorme. Ele aproveitou para espalhar beijos pelo meu pescoço. Quando acabou de entrar ele parou e falou entre beijos no meu ouvido: - Agora eu vou me mexer. – E começou a sair, só pra entrar de novo com toda força dessa vez, e foi uma delícia, eu estava completamente entregue e enlouquecida com os movimentos dele que entrava e saia de mim freneticamente. Nos descontrolamos e nos entregamos totalmente, como se não tivesse nada ao nosso redor, eu senti uma névoa em meus olhos e o climax começando a se formar e gemi baixinho no ouvido dele, nesse momento parece que ele enlouqueceu, puxou minha outra perna para sua cintura e eu o entrelacei. Me beijando intensamente ele entrava e saia com mais força ainda em mim, era o paraíso na terra. Eu gozei gemendo na boca dele e foi um climax incrível, mas ele continuou o movimento e logo outro climax se formou, e gozei novamente, um climax ainda maior que o anterior que me deixou sem fôlego, enquanto eu gozava ele me disse baixinho que estava no limite me sentindo pulsar ao seu redor, logo eu senti o gozo dele quente dentro de mim. Ficamos ali encostados naquela parede, totalmente sem fôlego, a testa dele encostada a minha. Enquanto me beijava, ele começou a sair de mim e eu estava completamente bem comida, como diria a Melissa. Eu sorri e ele me olhou, me deu um selinho e disse: - Você é realmente incrível! Gentilmente ele baixou minhas pernas até meus pés tocarem o chão, colocou o meu vestido em ordem, arrumou sua calça e me abraçou. Isso foi tão íntimo, tão afetuoso, apesar da loucura daquele encontro e da ferocidade com que nos entregamos, ele ainda era cuidadoso comigo. Eu nunca tinha tido uma relação tão maravilhosa, mas eu só tinha transado com meu ex até então. E meu ex nunca tinha se preocupado em me abraçar depois, nem se preocupava com meu prazer, para ele a coisa se resumia a entrar e sair até ele estar satisfeito, então, o fato de um homem se preocupar comigo, com meu prazer, cuidar de mim, foi novidade, e uma novidade incrível. Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. – Levei segundos para processar e finalmente me dar conta de que acabei de transar com um completo estranho e nem sei o nome dele. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. Se afastou um pouco e só pude ouvir ele elevando a voz e dizendo: - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Mas e daí? Foda-se eu só estava me divertindo também e eu nem sabia quem era o cara e ele não sabia quem eu era. Tudo certo. Me recompus, procurei minha calcinha rasgada inutilmente, onde ele a teria jogado eu não faço ideia, e saí daquele corredor. Voltei pra mesa e encontrei a Mel e o Nando se agarrando. Logo eles pararam e focaram em mim: - Mel, acho que encontrei o Lobo Mau! – Eu ri e ela riu comigo. - Quando chegarmos em casa quero saber tudo! - Claro que quer! – respondi com os olhos brilhando. - Príncipe, acho que já podemos ir. O que acha, Cat? - Eu estou pronta quando vocês quiserem! – falei virando um copo de água. - Então vamos, garotas! – Fernando falou e nos conduziu para a saída. Mal chegamos e a Mel já foi me ordenando: - Conta tudo, quem é, como foi, como não foi, tudo. Eu ri e contei tudo pra ela, quando terminei de falar minha amiga me olhava de boca aberta e me perguntou: - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. E eu balancei a cabeça em negativa para ela, eu estava em choque por me dar conta do quão descuidada eu fui. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Vou na cozinha preparar um chá pra gente. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na segunda, na hora do almoço, encontrei a Mel e ela me entregou uma sacolinha de uma loja chique. Olhei pra ela sem entender. - Minha mãe mandou eu te entregar. Ela disse que ele é perfeito para você e não combina com ela. – A Mel falou com um grande sorriso. Abri a sacolinha e lá dentro estava o perfume que eu usei para ir ao baile. Eu abri um grande sorriso. Eu amei aquele perfume e ele era parte da melhor noite da minha vida. Liguei para o laboratório e fui informada que precisaria apresentar um pedido médico para fazer os exames pelo plano de saúde. Graças a Deus a empresa pagava plano de saúde para os funcionários, porque se não, não sei o que faria, meu salário não era alto e o pouco que sobrava depois de cobrir as despesas da faculdade eu ajudava em casa, já que minha mãe não trabalhava fora e meu pai também não ganhava muito como motorista. Então marquei o médico que só tinha horário para quinze dias depois e aguardei agoniada. Quanto mais os dias passavam mais nervosa eu estava, a Mel fazia de tudo para me acalmar. Na data marcada ela foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Já tinham se passado três semanas desde a festa quando eu finalmente consegui fazer os exames. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Vou encaminhá-la para um ginecologista obstetra para que você faça o pré natal.... Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. Eu não podia acreditar nisso! Grávida? Como eu iria explicar? Não é possível. Na primeira vez que deixo a racionalidade de lado acabo grávida e nem sei quem é o pai! A Mel segurava minha mão e repetia: - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Como ficaria tudo bem? Eu nem sabia quem era o pai. Eu teria que contar isso para os meus pais, sua única filha acabaria com eles. Eles ficariam decepcionados, iriam me odiar, me colocariam pra fora de casa. Como eu ia explicar que não sei nem como é a cara do pai do meu filho? Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Tenho certeza que as pessoas que te amam vão te apoiar e ajudar. Mas você precisa se acalmar, porque só você pode cuidar para que esse bebê se desenvolva saudável e nasça forte. Você me compreende? O médico pediu a secretária para trazer um chá de camomila para mim e enquanto eu bebia o chá e tentava me acalmar ele passava todas as informações para a Melissa que ouvia tudo atentamente. Saímos do consultório e a Melissa me levou para uma lanchonete dizendo que nós precisávamos comer alguma coisa. Logo que me sentei senti as lágrimas caírem. Minha amiga me abraçou e me disse mais uma vez que eu não estava sozinha. Olhei para ela e disse: - A única certeza que tenho agora é que quero você e o Nando como padrinhos do meu filho, porque sei que vocês vão apoiá-lo e dar a ele muito amor. Os olhos dela brilharam e ela explodiu em lágrimas e soluçando me respondeu: - Eu vou ser a melhor madrinha do mundo e vou estar sempre perto do nosso bebê! E tenho certeza que o Nando vai ficar muito feliz também! Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Meus pais... ai! Comecei a raciocinar e decidi que não iria esconder deles nem por um dia, ia contar naquela noite mesmo, não iria a faculdade, pois iria pra casa falar com eles. A Mel logo me apoiou e disse: - Então vamos, eu estou com você! Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. Meus pais perceberam logo que era algo muito sério. Nos sentamos todos na sala e eu contei a eles o que estava acontecendo e que eu fui irresponsável e fiquei com um estranho na festa, não entrei em detalhes obviamente, mas deixei claro que não poderia encontrar o pai do meu filho de novo. A decepção nos olhos deles era evidente. Minha mãe soluçava de tanto chorar e dizia que eu estava arruinada. Meu pai até então não havia dito nada. A Melissa vendo como minha mãe estava nervosa foi logo na cozinha e voltou com um copo de água com açúcar para ela. Melissa sempre dá água com açúcar pra quem está nervoso dizendo que acalma, eu nunca entendi isso. Por fim, meu pai falou: - Você cometeu um erro muito grande e não tem volta. Ouvir meu pai enfatizar que eu errei fez meu coração doer ainda mais. Eu comecei a chorar e fui falando: - Eu sei, pai, eu fui irresponsável. Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você está muito enganada se acha que vai sair dessa casa assim. Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. Você não está sozinha, minha filha! E essa criança também não! – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Mas pai, eu envergonhei vocês... - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós gostaríamos que as coisas fossem diferentes para você, que não fossem tão difíceis. Você sempre foi tão responsável! Mas, se é assim, nós vamos enfrentar isso. Você não vai deixar a faculdade, mais do que nunca você precisa crescer na vida para cuidar do seu filho, você vai ser mãe solteira, sua responsabilidade é muito grande. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. A Melissa já estava chorando e logo falou com os meus pais: - Sr. Antônio, Dona Celina, vocês contem comigo, vou ajudar em tudo! Até porque eu sou a madrinha desse bebê, a Cat é como uma irmã pra mim, e vou estar sempre por perto. Meus pais olharam para ela com gratidão. Eu olhei para aqueles três me sentindo completamente abençoada por tê-los em minha vida, cheia de amor por eles e um sentimento totalmente novo por aquele serzinho que ainda crescia dentro de mim e que eu acabava de descobrir a existência! Por mais difícil que fosse ser mãe solteira, aquela noite no baile foi a melhor noite da minha vida. Eu nunca vou poder esquecer aqueles olhos azuis violeta me olhando com adoração durante nosso encontro furtivo e tudo o que meu corpo experimentou naquela noite. Eu sempre teria essa doce lembrança comigo. Os meses seguintes foram difíceis. Guardei em uma caixa o vestido, os sapatos, a máscara e o perfume que a mãe da Mel me deu. Em dias difíceis eu abria aquela caixa e revivia em minha memória aquela noite. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Eu queria matá-los! A mãe da Kelly, que era irmã da minha mãe, também não perdia a oportunidade de ir lá em casa nos atormentar, dizendo que ainda bem que a filha dela não era como eu, que era uma boa moça, que tinha se casado com um homem decente. Parecia ter esquecido que aquela puta roubou meu namorado e transou com ele na minha cama. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Quanto mais os dias passavam, mais eu amava aquele bebê, eu não tinha ideia que poderia existir um amor assim. Tudo o que eu fazia, fazia por ele. Eu o protegeria de tudo, eu daria a minha vida por ele. E, por incrível que pareça, com a gravidez parecia que todas as coisas fluíam para o meu bem, tudo ia se encaminhando e dando certo. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! Eu nunca esqueceria aquele homem! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. A essa altura ele já andava para todos os lados, sempre agarrado na vovó, que foi a primeira palavrinha que ele disse. Era um menino lindo, cabelinhos amigos bem lisinhos, pele clara, um nariz arrebitadinho e aqueles enormes olhos violeta que me faziam suspirar. Ele era o meu sol! E agora eu teria mais tempo pra ele. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe, então eu deveria procurar emprego na minha área, que ele compreenderia. Garantiu que meu emprego na construtora seria meu enquanto eu quisesse e que se eu saísse e não desse certo eu teria para onde voltar. Mas que eu deveria buscar algo na minha área de formação, para dar um futuro muito melhor para o meu filho. Eu fiquei muito emocionada com isso e aceitei o seu bom conselho. Contei pra Melissa e ela logo me disse que ia falar com o pai dela para que ele acionasse alguns contatos. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Catarina, sei que você é uma ótima garota e uma boa profissional. Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. Se você conseguir esse emprego vai exercer sua profissão em uma empresa global, é um excelente cargo, mas não é aqui em Campanário. Você teria que se mudar para Porto Paraíso. Eu sei que é um passo enorme, mas acho que você deveria considerar, vai ser excelente para você. Enfim, envie um e-mail para o endereço eletrônico no cartão com a sua resposta desistindo da vaga ou aceitando a entrevista virtual. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! O Grupo Mellendez é um dos maiores conglomerados de empresas do país! Trabalhar lá é um sonho! Eu vou aceitar a entrevista sim, se tiver que me mudar eu vou, sei que será uma grande oportunidade. – falei com convicção, pois não seria ruim me afastar daquelas pessoas maldosas da minha família, principalmente agora que a “rainha” Kelly estava grávida e a mãe dela resolveu pedir tudo que é do Pedro pro rebento do casal canalha! Ainda bem que minha mãe disse a ela que isso era um absurdo, mas que de qualquer forma seria impossível, pois eu já havia dado tudo que não servia mais para o Pedro para uma conhecida que estava grávida. Minha mãe andava muito chateada com a irmã, pois ela estava sempre se desfazendo do meu filho, sempre se referia a ele como o menino sem pai e isso magoou muito minha mãe. Indo embora dessa cidade, só vou lamentar em deixar meus pais e meus amigos, mas sei que eles vão me apoiar mais uma vez. Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Cheguei a minha mesa e falei com o meu chefe, outro Sr. Lascuran, mas ele não gostava de ser chamado assim então o chamava pelo nome: - Aldo, seu irmão conseguiu uma entrevista pra mim no Grupo Mellendez. Ele sorriu: - Eu sei, ele acabou de me ligar, acho que você deve agarrar a oportunidade, se não der certo você volta. Sorri pra ele e fui logo enviar o e-mail para marcar a entrevista. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Naquela noite em casa falei com os meus pais que entenderam, mesmo se preocupando em como eu ia cuidar de uma criança sozinha em outra cidade e ficando chorosos porque ficariam longe do neto. Me apoiaram como sempre e ficaram felizes com a oportunidade que eu recebi. Pedi que eles não contassem para ninguém. Quando a Mel chegou, ela ia todos os dias ver o afilhado, contei tudo e ela me ajudou a me preparar para o dia seguinte. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. Foi muito agradável, conversamos por duas horas, ela me passou todas as informações do cargo, salário e benefícios, no final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. De modo que gostaria que você começasse o mais rápido possível, pois eu viajo daqui a dez dias e gostaria de lhe passar tudo antes de ir. E também não gostaria de reagendar a minha partida. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta, será que o Aldo concordaria em me liberar ainda hoje? - Perfeito. Você pode me enviar um e-mail confirmando depois de falar com ele. Você tem alguma dúvida? - Não, senhora. Está tudo claro. -Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez, tenho certeza que você vai se sair muito bem. Te espero na segunda. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. O emprego era ótimo, o salário melhor ainda e eu ainda teria chance de progredir. Era um sonho. Mas era hora de correr para resolver tudo. Fui imediatamente falar com meu chefe. Ele ficou feliz, ligou para a contabilidade e mandou fazer meu acerto imediatamente. Após o acerto ele me liberou, disse que eu teria sempre um lugar para voltar se precisasse, mas que sabia que eu iria me dar muito bem. O agradeci por tudo e saí. Mandei o e-mail de confirmação para a Sra. Mariana, dizendo que na segunda, às oito da manhã, estaria na empresa, e fui logo falar com a Mel e o pai dela, tinha que agradecer. E aí foi a Mel quem me surpreendeu: - O que você achou, que ia levar meu afilhado embora assim? Não vai mesmo! Meu pai conseguiu uma entrevista para mim na Lince Mundi em Porto Paraíso. Eu vou me mudar com você e vamos morar juntas. O que acha? Isso era perfeito! Fiquei muito feliz, mas logo perguntei: - Mel, mas e o Nando? - O Nando já pediu na empresa a transferência dele pra filial de Porto Paraíso, lá ele terá mais oportunidades também. Ele vai daqui a quinze dias. Amiga, vida nova para nós três. Eu estava muito feliz. A Mel já havia orquestrado tudo. O Nando ia nos levar e ela ficaria com o Pedro para eu trabalhar até conseguirmos a creche. Ela já tinha três creches para visitar e o pai dela já havia disponibilizado um apartamento mobiliado na cidade pra gente. Era bom demais, eu estava até com medo. Percebendo, a Mel me cutucou e me disse: - Aprenda a aceitar as coisas boas que a vida te oferece! Eu sorri pra ela e fomos para a casa dos meus pais. Era hora de dar a notícia e nos despedir. Porto Paraíso fica do outro lado do país, então ficaríamos sem nos ver um tempo. Meus pais ficaram felizes, até eu dizer que partiria na manhã seguinte, aí a despedida foi uma tristeza. Era difícil deixá-los para trás, mas era necessário. Com o salário que eu receberia, poderia ajudá-los agora. Isso era bom. Na manhã seguinte o Nando e a Mel chegaram pontualmente. O pai da Mel deu uma caminhonete de presente para ela, o que facilitou muito fazer nossa mudança. O Nando colocou tudo na caminhonete e lá fomos nós, seria o dia todo na estrada. Chegamos a Porto Paraíso já era tarde da noite de sábado, Pedrinho estava muito cansado, se divertiu muito durante a viagem, era tudo novidade. Nos acomodamos, pedimos comida e depois de comer fomos dormir. No domingo percorremos a cidade reconhecendo tudo, Porto Paraíso era uma cidade muito grande, cheia de indústrias, muito moderna, ficava no litoral e o porto atraia muitos negócios para a cidade, era um centro urbano de primeiro mundo. O apartamento em que iríamos morar ficava perto de uma das creches que a Mel havia contactado, isso era ótimo, e também não ficava longe da empresa, de metrô eu chegaria em vinte minutos. Era lindo, decorado em estilo moderno e bem arejado e iluminado, com janelas enormes. À noite deixamos o Nando no aeroporto e de volta em casa fomos descansar, o dia seguinte seria um grande dia, eu começaria no emprego e a Mel faria sua entrevista virtual e marcaria com a diretora da creche perto do apartamento para irmos conhecer e conversar. Coloquei meu filho na cama, ele estava cansado de tanto que se divertiu hoje. Eu observei por um tempo seu soninho tranquilo e estava confiante de que aqui nós teríamos uma vida muito boa. Pedro agora tinha seu próprio quarto, eu e a Mel combinamos de comprar umas coisinhas para deixar bem a nossa cara, dar um toque pessoal. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. Fui muito bem recebida pela Sra. Mariana, que me apresentou todo mundo e todos foram gentis. O chefe não estava lá, estava viajando e chegaria no final da semana. O escritório era lindo, muito moderno, todo decorado em branco, aço inox e detalhes verdes, muito profissional e acolhedor ao mesmo tempo. Era elegante e eu gostei muito. Fiquei particularmente feliz por ter escolhido vestir um terno amigo, com uma blusa de cetim verde escuro por baixo e saltos amigos. Eu deveria estar elegante todos os dias agora, afinal ia trabalhar direto com o presidente da empresa. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. É um garotinho muito esperto. Não foi planejado, mas é a razão da minha vida! - Qual o nome dele? - Pedro. - Pedro. Um nome forte. Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Contei para ela que o pai do Pedro era um homem que eu conheci em uma festa e nunca mais vi, ela me olhava séria, não havia julgamento nos olhos dela. Então me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Obrigada pela confiança e honestidade. Vai lá resolver a creche para o seu filho, continuamos à tarde, não precisa correr. Agradeci e me despedi dela indo encontrar a Mel e o Pedro. Minha admiração e respeito pela Sra. Mariana só cresciam. Ela é uma mulher de uns cinquenta e cinco anos, cabelos loiros bem claros e olhos azuis quase transparentes. É uma mulher bonita e elegante, mas principalmente é muito acolhedora. Nós nos demos muito bem. Durante o resto da manhã ela me encheu de informações sobre o trabalho e eu ia anotando tudo. Na hora do almoço eu saí do prédio e a Mel já estava me esperando na porta com o Pedro. Entrei no carro e fomos almoçar antes de ir à creche. Eu e a Mel adoramos a creche e o Pedro já estava enturmado correndo com os novos amiguinhos, ele é um menino muito extrovertido. Isso me deixou muito feliz! Meu filho estava feliz! Desistimos de ver as outras creches, pois essa era ótima e ficava muito perto de casa, a três quarteirões de distância. Fizemos a matrícula e acertamos todos os detalhes. A diretora sugeriu que deixássemos o Pedro até o final do dia, já que ele estava se divertindo e assim já ia se adaptando. A Mel ficou de buscá-lo no fim do dia. A Mel me deixou na empresa novamente e me disse que voltaria pra casa para se preparar para a entrevista de trabalho que seria no meio da tarde. Voltei à minha sala e cheguei antes da Sra. Mariana. Sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. Levei um susto, mas me controlei e respondi: - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. Posso ajudá-lo ou o senhor gostaria de deixar um recado? - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. - Perfeitamente, senhor. E qual o seu nome? - Parece que eu sou o seu chefe! – falou rispidamente e desligou o telefone. Nossa, que homem estressado! Isso não estava na descrição do cargo. Imediatamente minha garganta apertou, meu chefe e eu já tinha causado má impressão? Eu estava muito ferrada! Comecei a pensar que não ia durar nesse emprego. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio, e perguntou: - Ele estava calmo? Eu olhei pra ela e não aguentei: - Ele estava a ponto de ter um colapso nervoso. Certamente a jugular dele estava saltando no pescoço. Ela caiu na gargalhada e depois disse: - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza. Eu não tinha essa certeza. Talvez eu nem devesse desfazer as malas, esse homem iria me engolir viva!		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2561378	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/9/25, 12:50 PM	1733013501	1749491457		1942																											Contact us			IMAGE	2010 Toyota rav-4 limited		https://facebook.com/marketplace/item/917497067000125/			2.2042783448832E+14	Ken Van Voorhees		REGULAR_PAGE	1					0		2010 Toyota rav-4 limited - $11,400.00 2010 RAV-4 Limited. Kelly Bluebook Good to Very Good condition. Available for test drive and inspection now. Take possession December 13. Has almost every option! Leather, Moonroof, Hill Descent Control, Traction Control, ABS, Power steering, Power seat, tilt and telescoping steering wheel, AM/FM/Satellite Radio, Navigation, Keyless entry, Keyless start, AC, Power windows, Power locks, CD MP3 (Single Disc), 4WD, Cruise Control, Heated Seats, Anti theft. Facebook Marketplace		Ken Van Voorhees		0	https://www.facebook.com/Ken-Van-Voorhees-220427834488323/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
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2560396	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 2:36 AM	1733012878	1745825801		1942																										simonandschuster.com	Learn more			IMAGE	The Stolen Life of Colette Marceau	Kristin Harmel, the New York Times bestselling author who “is the best there is at sweeping historical drama” (Kelly Harms, author of The Seven Day...	https://www.simonandschuster.com/books/The-Stolen-Life-of-Colette-Marceau/Kristin-Harmel/9781982191733			102089494616	Kristin Harmel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468614212_1098317951933145_6839470231236594337_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ixWwysTp9FAQ7kNvgEuaJ17&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYB1bU1QFWhmjYR8ioLwoHiiPGelmMgRsninp1Nu4Evc4Q&oe=6751654A	PERSON_PROFILE	0					0		Did you know that I have a brand new book coming out this June? THE STOLEN LIFE OF COLETTE MARCEAU is available for preorder now! It's the story of two jewel thieves, a priceless bracelet that disappears in 1940s Paris, and a quest for answers in a decades-old murder. Bestselling author Colleen Oakley (whose JANE AND DAN AT THE END OF THE WORLD--which is so, so good!--is coming out this March) says, "This stunning and fastidiously researched story examines the complexity of morality, and the power that ordinary people have to enact change in the world around them. It's one of those rare books where I couldn't turn the pages fast enough, but was also so wholly absorbed, I never wanted to reach the end." (Thanks, Colleen!) Pre-order now! https://tinyurl.com/ColetteMarceau		Kristin Harmel		76050	https://www.facebook.com/KristinHarmelAuthor/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560129	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/3/25, 9:56 PM	1733012717	1749005813		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461200830_409103592223043_120534980819975406_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1SaLIklcRYkQ7kNvgGOKxXD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYC-EJF5N8tqy5oDydmL6kK8fVRo_oQOR1actrbSl9ssUA&oe=6751836C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560831	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/4/25, 7:45 AM	1733013179	1749041108		1942																											No button			IMAGE						83681432739	Carlos O'Kelly's	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468596828_1142645027401495_3545651141504563237_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=SxWlBuDfBqgQ7kNvgGfU9rl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGrh9xaqsrmLcvdaaClwGN-&oh=00_AYA6f_T3e0B9ii827LZBXwEP3buOnvTUGACPvcC40TuljA&oe=67516E5B	PERSON_PROFILE	0					0		Put a little sizzle in your step! Carlos O'Kelly's new BIGGER, bolder Fajitas. Fresh grilled sizzling steak, shrimp, or chicken, served with juicy caramelized fajita veggies, your choice of a side, and warm flour tortillas. Feeling bold? Add our mouthwatering roasted mushroom, bacon, and jack topper. ONLY at Carlos O'Kelly's >> https://bit.ly/FindCarlos		Carlos O'Kelly's		66396	https://www.facebook.com/carlosokellys/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2560219	1	active	11/30/24, 6:26 PM	7/9/25, 10:04 PM	1733012763	1752116686		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581541090597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465734370_939167768068730_2760696851048765968_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=nc_OkrpOPTAQ7kNvgENUFm-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYAioCIYyir8GR-M5UUu3mXalvg7Rq_gqcU0GdgPF4Py5g&oe=67517591	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561047	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/28/25, 3:33 AM	1733013335	1745829182		1942																										a.crazynovelapp.com	Learn more			VIDEO	🔥🔥 Click to Read 👉🏻👉🏻		https://a.crazynovelapp.com/ad/cG9wU3Rvcmllcy8zNjcyOTQvMjAyNDExMjkwOTM4MzEvcGFnZQ==?adid={{ad.id}}			1.015677463446E+14	Cra0003	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468750435_882580850527238_8111405174750204117_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=p1uP1CMWJXIQ7kNvgELUdIs&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYClbMKUDnN9bBjXtWntpV9183bqBMUX5V-Iy9a8dRlheg&oe=67517972	PERSON_PROFILE	0					0		My husband, Ryan Carbon, was entwining with another woman. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. She was the wife of Ryan's friend. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo's hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him. --- "You screwed Lisa at the wedding, got drunk at night, didn't even know I was gone. It took you three months to come to me and apologize. You're a hypocrite. I'll never forgive you again. Just go." ———————— The last thing I expected to find when I rounded the corner of the beautiful white wooden summer house, which glowed ethereal in the setting sun, was my husband of seven hours and twenty-four minutes, Ryan Carbon, entwined in the arms of another woman. I’d wanted a break from the loud music, to cool down from the sticky evening and get some fresh air. I’d barely seen my husband since our first dance, there’d been too many people queuing up to offer their congratulations, telling me how stunning I looked in my bridal gown and how happy they were for us both. The afternoon had morphed into the evening at such speed my head spun but not as much as it was spinning now at the sight before me. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. Ryan’s hand glided over Bobby’s wife’s olive skin, straying up her thigh and under her black dress, the other clasped around her birdlike neck. Short moans of pleasure escaped Liza’s full lips and her head lolled back, eyelids fluttering. I froze on the manicured lawn, not wanting to be seen. The two of them blissfully unaware they had a spectator. Sounds of our wedding reception blared out from the house, guests dancing to ‘Come on Eileen’, stamping their feet on the dance floor with no idea the groom was already breaking his vows. A painful eruption began in my chest, a volcano getting ready to blow, hitting me with a grief so profound, it swallowed me whole. My lips parted to speak, but nothing came out. I had no words nor voice for the sight before me. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. Vomit forced its way up my throat and I gagged, backing away on the grass before taking off my heels and turning to flee. Blinking rapidly, I stumbled back towards the house, trying to exorcise the scene I’d witnessed from my eyes. A few hours ago, we’d promised to love and cherish one another, but after the photos were over, he’d hit the whisky hard. As the whirlwind of greeting guests for the evening reception got underway, being congratulated and making small talk, I’d seen my husband fleetingly as he worked the room, a tumbler in hand. He’d been bought drink after drink and I knew he might not even find his way to the honeymoon suite later. It didn’t matter, it was our wedding day, a celebration. Everyone was entitled to let their hair down. Liza was my friend; she and Bobby were our friends and the betrayal sliced into my heart like a knife through butter. ‘Seen Liza, Kel?’ Bobby swayed in front of me when I reached the grand staircase, his eyes glazed. I swallowed the lump in my throat, unable to look at him. Bobby was Liza’s husband as well as being Ryan’s best friend and business partner. They’d only been married a year, yet his world had been blown apart in the past few minutes too and he didn’t even know it. ‘No, not for a while,’ I managed. ‘Ah well, she must be around somewhere,’ he turned in a full circle, arms outstretched, his sweat patches on display and worryingly unsteady on his feet. ‘You make a beautiful bride, Kel,’ he added, grabbing my hand and pecking it, a cheeky grin spreading across his face, showcasing his dimples. His curly mop of brown hair fell into his eyes. ‘Thanks, Bob,’ I replied, the onset of tears pricking the corners of my eyes. I slid my hand out of his damp palm and took the stairs as quickly as I could manage in my heavy ivory gown. By the time I reached the honeymoon suite, my throat was thick with misery and I fumbled for the key in the satin bag hanging from my wrist. The tears came even before I had a chance to close the door to the room. Our enormous four-poster bed with crisp white sheets covered in red rose petals made me sob harder. Was it a one-off? Had Ryan got so drunk he’d made a pass at Liza or had they both been lying to me and Bobby for months? I sat on the edge of the bed and put my head in my hands. Life as I knew it crumbled around me. Ryan and I owned a house together in Crawley a few miles away, he ran a business with Bobby, what was he thinking? The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo’s hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him, but it wasn’t me. I hated confrontation, I needed to think and space to do so, but how was I going to escape my own wedding reception? I looked around the grand bedroom for inspiration, glancing over at my pink suitcase, packed and ready for our flight to Crete. The honeymoon I’d been dreaming of, but now Ryan had ruined everything. Ryan’s backpack had been left beside his suitcase and I riffled through it, digging out our passports, printed tickets and euros. In a moment of inspiration, I shoved Ryan’s passport beneath the mattress of the bed, as close to the middle as I could reach, and put the rest of the items in my bag. Finally I rolled up the layers of white satin, torn lace and netting and hid my wedding dress in the empty wardrobe. Checking I had everything I needed, I dialled the taxi company. ‘Hi, I already have a pick-up booked for three forty-five tomorrow morning for Kelly Carbon, but my plans are changing. Do you have a car available now to take me from Gravetye Manor to Gatwick, North Terminal please?’		Cra0003		145	https://www.facebook.com/100094651747378/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561480	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/28/25, 3:33 AM	1733013545	1745829184		1942																										acopstory.com	Shop now			IMAGE	Mark Kelly Author		https://acopstory.com/buy.html			1.0197139512047E+14	Mark Andrew Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468592472_1532703600708718_8380346456320382487_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zCr9n9iPw0MQ7kNvgH4JrdV&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYCdOeddLzMKtWt_kQWvGSlvlmfI_L62MqoOCh0mEl28IQ&oe=67516BCE	PERSON_PROFILE	0					0		Five star reviews: "Reminds me of early Tom Clancy" "Great way for non-law enforcement to understand what these men and women go through to keep our streets safe" "Grit of the street is all over this book". Dive into real undercover police work as the author puts you with the vice and narcotics detectives trying to solve a triple homicide. Based on actual events from the authors law enforcement career.		Mark Andrew Kelly		328	https://www.facebook.com/kellycopstory/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561075	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/9/25, 5:36 PM	1733013348	1749508583		1942																										dramletosstatic.boltray.com	Watch more			VIDEO	Click here for more 𝐅𝐑𝐄𝐄 episodes👉		https://dramletosstatic.boltray.com/h5/advertisementH5/advertisementH5_HEIRESS/advertisementH5.html?utm_source=Social_facebook&utm_deep_link_sub1=671b0458ade9cacbe2d0f0a3&product_page=drama&utm_recommend_drama_id=671b0458ade9cacbe2d0f0a3&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_adset={{adset.name}}&utm_ad={{ad.name}}&campaign_id={{campaign.id}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&site_source_name={{site_source_name}}&placement={{placement}}&org_link=ios_heiress2			4.6752031644351E+14	Dramalet-Official	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467916945_539933768915325_3630285739430523862_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=IQ8bBryDt70Q7kNvgHwyzih&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDuGJzrzdAFjQdksl8ENm6BPauYF9iJXVsstPTQq62n3A&oe=675174F4	PERSON_PROFILE	0					0		To investigate the dark secrets that exist in the company, I hid my identity and joined the company as an intern, not realizing that there was an arrogant colleague posing as the rich heir I truly am...		Dramalet-Official		123	https://www.facebook.com/61567111877843/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560199	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/28/25, 3:44 AM	1733012750	1745829850		1942																											Watch More			DCO	Descargar ahora👉👉👉	{{product.description}}				2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460927835_521784770706201_6256578325209079264_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0Pu6WJXBiBgQ7kNvgGLYBWu&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYBn50Nr3xgP09viQm-vbblK9f6kXGYbvQgt2C215SmySQ&oe=67517B87	PERSON_PROFILE	0					0		No hace falta que busques más. Esta es la serie que estabas deseando ver. ¡No te la pierdas o te arrepentirás! 😍		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo's hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him. --- "You screwed Lisa at the wedding, got drunk at night, didn't even know I was gone. It took you three months to come to me and apologize. You're a hypocrite. I'll never forgive you again. Just go." ———————— The last thing I expected to find when I rounded the corner of the beautiful white wooden summer house, which glowed ethereal in the setting sun, was my husband of seven hours and twenty-four minutes, Ryan Carbon, entwined in the arms of another woman. I’d wanted a break from the loud music, to cool down from the sticky evening and get some fresh air. 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As the whirlwind of greeting guests for the evening reception got underway, being congratulated and making small talk, I’d seen my husband fleetingly as he worked the room, a tumbler in hand. He’d been bought drink after drink and I knew he might not even find his way to the honeymoon suite later. It didn’t matter, it was our wedding day, a celebration. Everyone was entitled to let their hair down. Liza was my friend; she and Bobby were our friends and the betrayal sliced into my heart like a knife through butter. ‘Seen Liza, Kel?’ Bobby swayed in front of me when I reached the grand staircase, his eyes glazed. I swallowed the lump in my throat, unable to look at him. Bobby was Liza’s husband as well as being Ryan’s best friend and business partner. They’d only been married a year, yet his world had been blown apart in the past few minutes too and he didn’t even know it. ‘No, not for a while,’ I managed. ‘Ah well, she must be around somewhere,’ he turned in a full circle, arms outstretched, his sweat patches on display and worryingly unsteady on his feet. ‘You make a beautiful bride, Kel,’ he added, grabbing my hand and pecking it, a cheeky grin spreading across his face, showcasing his dimples. His curly mop of brown hair fell into his eyes. ‘Thanks, Bob,’ I replied, the onset of tears pricking the corners of my eyes. I slid my hand out of his damp palm and took the stairs as quickly as I could manage in my heavy ivory gown. By the time I reached the honeymoon suite, my throat was thick with misery and I fumbled for the key in the satin bag hanging from my wrist. The tears came even before I had a chance to close the door to the room. Our enormous four-poster bed with crisp white sheets covered in red rose petals made me sob harder. Was it a one-off? Had Ryan got so drunk he’d made a pass at Liza or had they both been lying to me and Bobby for months? I sat on the edge of the bed and put my head in my hands. Life as I knew it crumbled around me. Ryan and I owned a house together in Crawley a few miles away, he ran a business with Bobby, what was he thinking? The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo’s hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him, but it wasn’t me. I hated confrontation, I needed to think and space to do so, but how was I going to escape my own wedding reception? I looked around the grand bedroom for inspiration, glancing over at my pink suitcase, packed and ready for our flight to Crete. The honeymoon I’d been dreaming of, but now Ryan had ruined everything. Ryan’s backpack had been left beside his suitcase and I riffled through it, digging out our passports, printed tickets and euros. In a moment of inspiration, I shoved Ryan’s passport beneath the mattress of the bed, as close to the middle as I could reach, and put the rest of the items in my bag. Finally I rolled up the layers of white satin, torn lace and netting and hid my wedding dress in the empty wardrobe. Checking I had everything I needed, I dialled the taxi company. ‘Hi, I already have a pick-up booked for three forty-five tomorrow morning for Kelly Carbon, but my plans are changing. Do you have a car available now to take me from Gravetye Manor to Gatwick, North Terminal please?’		Pop001		491	https://www.facebook.com/100092038763039/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560339	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 4:32 AM	1733012838	1745832755		1942																										donnakathrynkelly.com	Learn more			IMAGE	Donna Kathryn Kelly	Donna Kathryn Kelly is a poet, playwright, and novelist, and she is the author of The Cheney Manning Series.	http://www.donnakathrynkelly.com/			1.1375947515151E+14	The Descent: A Halloween Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450796790_369592082817137_5478411154710256053_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ZfqeurAijvEQ7kNvgEG8_ep&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYArS_qLcU8141Exi6iE1_mK_29SFZge75f8UHkgk6G5Og&oe=6751802D	PERSON_PROFILE	0					0		In THE DESCENT: A Halloween Novel, six women attorneys are terrorized by a vengeful spirit over Halloween weekend in Oregon, Illinois. Order your paperback or hardcover copy of the novel at www.amazon.com/dp/B0CGL3S534 . THE DESCENT: A Halloween Novel was a semi-finalist in the 2023 Soon to be Famous Illinois Author Project Manuscript Contest.		The Descent: A Halloween Novel		250	https://www.facebook.com/donnakathrynkelly/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560347	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/8/25, 1:28 AM	1733012844	1749364124		1942																										huazxc.com	Learn more			VIDEO	💗 Download Goodnovel to read the full novel 💗👉👉👉👉 "My Secret, My Bully, My Mates."		https://huazxc.com/market/goodnovel/1?lpid=8322&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0975475222353E+14	Reading room	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468837882_869770812029592_9132987500826761082_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=fq4OeIsP0GIQ7kNvgGzyhsJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYALet_hVGmbwW_X4DoqLwNzeYciNIFR9PHLU0gWViNNRA&oe=67516117	PERSON_PROFILE	0					0		Skylar is the unwanted daughter of the Beta, and a frequent target of bully. Yet she has a secret she's determined to hide - she is actually the top young warrior in her pack... SLAM. Well, that hurt more than it normally does. A sigh slips out of my mouth. I don’t remember the lockers biting back so hard. “Happy Monday to you too,” I mutter to no one in particular. “You fat cow, stop getting in my way.” Kaley hisses at me before she slaps me. I can feel a little bit of blood trickle from the side of my mouth, she doesn’t hit that hard, but her fake nails are as sharp as cat claws. I can hear a couple of chuckles and one is a little deeper than the others, that would explain the hard blow into the locker. She had one of the boys throw me this time. Kaley may skip all of our fight training, but she has proven she can provide torture in many other ways. She doesn’t get her hands dirty anymore, because she has found out when you are popular or just plain evil, people will do just about anything to stay on your good side. Having her father on the school board helps too. None of her actions have ever been caught on camera, so there isn’t proof of anything she does, except the marks all over me, and she along with everyone firmly believe I am just a weak nobody, who can’t take a hit or heal very quickly. “What did I do this time, Your Highness?” I ask sarcastically, risking a look up at her. I’m hoping to keep her attention long enough for the kid she was screaming at to run away. “You do not stop me disciplining that pup. That little toe rag purposely ruined my brand new designer shoes in front of the whole school.” Kaley tosses her hair over her shoulder and rolls her crystal eyes at me like I am the dumbest person in the world for not understanding that. It wasn’t the ‘whole school’. It was my brother, the future Beta, along with the future Alphas, Gamma, and Delta. She was trying to gain the attention of our future Alphas, like most of the girls in our school. “Are you even listening to me?” I shake my head of my random thoughts and look back at Kaley. “Not really, just leave the little kids alone, and pick on people your own size.” Was my retort which earned me another slap. More blood runs through my teeth. Just great, something I’ll have to hide at home for the next couple of hours until it heals. At least I have my wolf to help now, last year trying to hide the bruises and cuts I got from Kaley and her girls was really hard. My father doesn’t pay much attention to me, he doesn't even know I got my wolf at the end of 8th grade, 6 years earlier than my peers, but he did notice the first time Kaley left marks on my arms and a small bruise on my cheek, the time when we had to make an appearance with the Alpha. He wasn’t as concerned for my health as he was about his Beta reputation with his daughter getting into fights and causing trouble with pack members or worse, being too weak to defend myself. He wouldn’t even listen to what happened. He sent me to my room without dinner and kept me home from school the following day until the bruise faded completely. My brother was better with me, we used to be really close, but ever since he started his training to become the next Beta a couple of years ago, he barely makes time for me, not even at school. That, along with Kaley and her girls making sure everyone knows if they even talk to me, in what could be considered a friendly manner, she will find a way to punish them and me, my school life is shaping up to be pretty lonely. My wolf and I have both decided this is for the best though. As long as she thinks I’m isolated from everyone and let her paws target me, she is happy, which means she will leave other vulnerable pups alone. After all, my Beta lineage can handle the harsh beatdown and we heal faster than Kaley thinks. I just have to hang in here, keep my head down, my grades up, and train hard to be an elite warrior, so I can finally get out of this sad pack. ... Training was the only time I didn’t have to worry about Kaley, or any of her other minions. They weren’t dumb enough to make a scene with our future leaders watching. I get to be safe and be myself, in the back where no one could see me. However, today is where things really started to take a turn for me. As usual, Delta Kyle, our lead trainer, should have brought us all in and explained what we were going to do later. But today he starts by clearing his throat as if he had an announcement to make. "Attention, pups, we have a new member joining us today. She is here with her uncle while her parents are working for the Alpha King." That got everyone’s attention, including Kaley, who somehow managed to sit on the sidelines in her short dress and heels, clearly not participating today, like every other day. This tall girl walked in like she owned the place. Her youthful, carefree face told me she couldn’t be much older than me, but the way she held herself and how the eyes of every guy followed her very developed and toned body made me smile at the thought of how the Barbies were going to take having competition. I must have made a noise out loud, since the girl turned around and looked right at me. Delta Kyle told her she could join our group and we would get her up to speed on what we were working on. Oh no! She walked right up to me and held her hand out. “Sierra, nice to meet you.” I just stared at her blinking. It took me a second to register what I was supposed to do. She raised her eyebrow at me for my hesitation or complete lack of manners before I caught on. “Oh, sorry, Skylar.” I shook her hand. “I’m not used to people talking to me.” I muttered out awkwardly and quickly let go of her hand, mentally smacking myself for sounding like an idiot. She looked at me questioningly, but before she could ask, Delta Kyle divided us into pairs and had us start our warm-up and sparring. He must have decided I was as good a person as any to work with her since she chose me to talk to first and he knows I attend all the trainings we have. Sierra was a really good fighter, and really tall compared to me. Her black sports top and leggings accentuate all her tan and defined muscles. I have muscles too, and am actually pretty defined, but I prefer to not show much skin. I learned the hard way my scars and bruising can be found in the heat of a match if I don't wear many layers. I don't want anyone to see them and pity me. Much as I'd like to stay as invisible as possible, I still love sparring. I don’t know if it’s me or my Beta blood, but the thrill and adrenaline rush of a good fight always make my day better, All I need is to avoid unwanted attention and keep a low profile in the training field. And just as I am thinking, Delta Kyle suddenly loudly gets everyone's attention, including our future leaders. “I think a demonstration is needed. Sierra, you are on the attack, Skylar use the new defensive move, and let's see if you can pin her in less than thirty seconds.” I am taken aback, Sierra is way stronger than me. An uproar surfaces around that instant. That sets me and my wolf off. We're trying hard to be invisible, yet the current attention almost drowns us. “No one could do that under thirty seconds,” suddenly a snarky high-pitched male voice says loud enough for everyone to hear and cause a low chorus of agreement. I frowned, and my wolf grumbles, "Arrogant losers think they are so great when they can't even submit each other with basic moves." Now my blood starts to boil, too. Shall we? I finally ask my wolf. Oh, kiddo, I thought you’d never ask.		Reading room		4679	https://www.facebook.com/61559920403625/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561538	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/3/25, 2:52 PM	1733013577	1748980347		1942																											Call now			IMAGE	DRYUNOW Emergency Restoration Services	We offer immediate residential and commercial mitigation & reconstruction services in NE Ohio includi				3.1473458854069E+14	DRYUNOW Emergency Restoration Services	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468849432_586760803807941_3592778286811781595_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wFkHb6AAa6gQ7kNvgHKwMBR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYCEZKqw1ANxAdiYNItrxJTDlPuOQhMjsr3IFUMLn_LVrw&oe=675181E3	PERSON_PROFILE	0					0		Leaky plumbing? Call North Royalton's best plumber! Larry and his team are ready to go at any time. Don't just take it from us, read on to learn more! Beetles Plumbing Solutions combines family values with decades of expertise. Owner Larry Betlejewski, a licensed plumber with over 25 years of experience, leads the team with deep industry knowledge, while his wife Kelly brings HR and marketing insight from her past executive role. Their son, a trade school graduate, is training to carry on the family trade. Many people don’t realize that in addition to their focus in residential and light commercial plumbing, they also handle historic homes, slab foundations, gas lines, tankless water heaters, and water softeners. They offer the same tools and expertise as larger companies but with a more personalized, neighborhood feel. “Every customer is a treasure. We treat each individual as if they are our very first, welcoming them into the Beetle’s Family,” explains Kelly. Their customer-first approach means controlling the number of jobs each day so technicians can provide personalized service, with most issues resolved on the same day. Recently voted a favorite on the Nextdoor app, Beetle’s Plumbing Solutions is proud to serve the community with trusted expertise and a friendly, neighborly touch. Learn more at https://www.beetlesplumbing.com/ #DryUNow #RestorationServices #WaterMitigation #MoldRemediation #FireRestoration #AsbestosAbatement #BusinessSpotlight		DRYUNOW Emergency Restoration Services		977	https://www.facebook.com/dryunow/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2561484	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/14/25, 3:01 PM	1733013547	1752523289		1942																										dreame.onelink.me	Learn more			IMAGE	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://m.dreame.com/novel/1138303488?auto_jump=true&utm_source=facebook_ads&utm_campaign=fillercn524_Dreame_IOS_en_old_facebook_market__2228659_112901ZL_2228659&is_retargeting=true			1.0590988870763E+14	Allnovel story	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468775504_990782999526501_2979704411462965047_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=b6xT7KJkIpMQ7kNvgF6psCX&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYBkriTR8K371eMLrEZWCjSmnjqHiSA0U2r8qXRzLy48kg&oe=6751806E	PERSON_PROFILE	0					0		"Mandy's POV ...""I, Alpha Andrew Miller, reject you, Amanda Anderson, as my mate and Luna."" He stated, gazing at me with his cold eyes. Am I imagining things? Is this really Andrew - my Andrew? I quickly searched my mind to check if last night was real. Yes, yes, yes it was! Here I am in his hotel room bed, sore, a little bruised, and sated. I just found my mate, my other half, and I was finally, wholeheartedly happy. Just to have my heart crushed? No! This had to be a bad dream. I blinked my eyes a few times, holding the bedsheet to my chest for dear life, and stared at him, dumbfounded. ""What did you say?"" I finally asked. “Are you deaf? I said I reject you as-” “I heard you the first time.” I cut him off, standing up from bed searching for my dress “...but why?” I found the dress and quickly put it on. He stood there with a cold demeanor. I couldn't decipher his emotions. Where is that sweet, caring, and loving guy from last night? Is he bipolar, perhaps? Putting his hands in jeans pockets, he took three large steps forward. Stopping a few inches before me, I had to tilt my head up to meet his gaze. He was so tall. ""You thought I would accept you?"" he scoffed and continued, ""You are just a weak and pathetic human. You are not fit to be Luna. I need someone strong, someone who is capable of leading by my side, a worthy one."" I stood there frozen in place, not daring to move my shaky legs. I knew once I moved, I would collapse. I refused to give him this satisfaction. I would not break. He lifted his hand and tucked my loose hair behind my ear, sending shivers down my body. His lps formed a disgusting smirk, and he added, ""Although... I must say. You were a bad guy."" He chuckled. ""Probably the best I’ve had, sweetheart."" And that was it. I stepped away from him, with all the courage I could muster, sizing him up. I looked him dead in the eyes and opened my mouth, “I, Amanda Anderson, accept your rejection."" And with that, I left... ... Beep, beep, beep I woke up in a cold sweat, panting. Dear God, what was that? It had been five years since that horrible night, and four years since the last time I dreamt about it. What does it mean? I haven't thought about him in years. And I was surely not thinking about him now! Was I going crazy? Was this the effect of overworking myself? Yep, that must be the answer. I got up from my comfy bed and looked at the digital clock on my nightstand. It showed the time in big green numbers: 6:45am. Dragging my numb body to the bathroom, I stopped in front of the mirror and checked the damage. My brown hair was chaos, a huge mess. It definitely needed to be taken care of. Not just my hair - my face looked pale, and I had dark circles under my gray eyes, probably the effect of lack of sleep. And my eyes, God my eyes were lifeless. I could play a zombie role in some naive sitcom. Is this me? I wondered. Unfortunately, yes. Sighing, I started my morning routine. After a refreshing, warm shower, I wrapped a white towel around my small frame and went straight to the walk-in reacht to find a proper outfit for work. After looking for a few minutes, I finally decided to wear a knee-length red sleeveless dress. I chose a matching set and black stilettos to go with it. After blow drying my hair, I put on enough makeup to at least look presentable. Then I left my bedroom and went to the kitchen in search of the love of my life: coffee. The kitchen opened up to the dining room, only separated by an island with a dark wooden countertop. My kitchen was painted dark gray, which perfectly fit the white cabinets and stainless-steel equipment. I loved the industrial style, that's why my whole house was arranged this way. Thank you, 'Magnolia Design' and Debbie Mitchell, for your work. I loved my home. It gave me a sense of security and peace. After switching on the coffee machine, I started to make breakfast. Today's special was a veggie omelet. Picking up the ingredients from the fridge and beginning to cook, my thoughts went back to my dream. Why now? Was it a warning or something? How to interpret it? Was it a good or bad sign? I was rejected, humiliated, and left heartbroken - all because I was human. My wish to be loved was the most naive thing I could have ever longed for. It wasn’t that I still cared about him or missed him or even loved him. It was just one night - a one-night stand. It was just a little irrelevant episode in my life. Not worth mentioning to anyone. After finishing my breakfast and coffee, I went to my car and drove to work. After driving for 30 minutes in my lovely golden BMW, I reached the underground parking lot and parked my car in my designated place. I went inside the elevator to William's Holding building. I pressed my floor number and waited. At the main lobby, the elevator doors opened, and more people came in, greeting me with a smile, which I returned. Feeling a little tired, I took a few steps back and reachd my eyes, placing my head on the elevator's wall to rest. ""Hello Ms. Anderson, how was your weekend?"" a familiar voice made me snap out of my rest. Damian Kelly, our new IT project manager, who started two weeks ago. Good asset to our department. ""Hello, Mr. Kelly, it was full of relaxation, good food, lots of fun, and a great amount of sleep!"" I answered with a trained fake smile. My weekend was the opposite of my made-up claim, but he didn’t need to know that. ""Looks like you had fun, Ms. Anderson. Perhaps you will share some good stories at our monthly meeting this afternoon?"" Is he trying to piss me off? Cause he might succeed. ""Well, Mr. Kelly, my private life stays private. I hope you will present some magnificent project ideas at that meeting."" I answered coldly to shut him up. Remember who's the boss here. He responded with a nod and turned back, waiting for his floor. Reaching the top floor, I went straight to the CEO's office, and after walking in without a knock, I was met with the most horrible sight. My boss, the famous Ryan Williams , was face with his new flavor of the week. I think her name is Darcy or Daisy, whatever. Gross. I cleared my throat to announce my presence. They immediately stopped and looked my way. Embarrassed, she jumped off him and rearranged her black, way-too-short-for-the-morning dress and stood next to Ryan's desk. I had gotten used to that kind of situation over the past seven years of working with Ryan. He excused her and whispered something in her ear, making her blush. Giggling, she gave him a peck on the lps and headed to the door. I walked her out with my eyes. After seeing the door reach, I turned back and looked at him. ""Well, well, well, I see you had a great weekend."" I teased. ""You should try it sometime. It's refreshing and relieves stress. I'm all at your service."" He said, wiggling his eyebrows. I laughed; full belly laughed so hard I had to put my hands on my stomach. A few tears left my eyes. Moments later, I could finally open my eyes and look at Ryan. ""Every time it’s the same reaction. Will you ever consider my proposal?"" he asked, annoyed with my response. ""You know I love you Ryan, but this,"" I pointed my finger between us, ""will never happen."" ""I'm persistent."" ""And I'm stubborn."" Sighing, he sat in his chair and put his hands on the black wooden desk. ""What brings you here at 8:00am? It's not something I forgot, is it?"" He asked, a little nervous. ""No, you are off the hook this time."" I smiled. ""Uff, then what is it?"" he visibly relaxed. ""Peter."" was my simple response. Peter Collins, my best friend, joined our company six years ago, and we immediately felt a connection, like we were twins. Although we looked very different. While I was short at 5'4, he stood tall at 6'2. Peter had auburn hair, while mine was dark brown. He had beautiful amber eyes, mine were gray. I was human while he was a werewolf, but we kept that a secret. Besides looking physically opposite, we had similar characters: stubborn, crazy, hardworking, and loyal to family and friends. Lately, he had started to act strangely. Skipping our Friday movie marathons at my house. Finding any reasonable excuse to not go to Barry's for Monday's drink evenings. He even stopped crashing at my place after his Saturday family dinner to complain about them. It must be something serious. This can't be something as simple as a hidden partner he was dating in secret to not scare him away with his lifestyle or family problems . He would have come to me first to find a solution to something like that. I was concerned about him, and I needed to find out what was going on. ""What about Peter? He's dead?"" Ryan widened his eyes. I sighed, shook my head, and put my hands on his desk. ""No. He's not dead."" I answered. ""His behavior seems odd these last two weeks, and I don't know what's going on."" I cleared my throat to ask a frightening question...""Did he..."" I gulped, ""Did he resign?"" I looked him straight in the eyes, hoping his answer wouldn’t break me more than I already was, but his soft and sorrowful eyes said it all. ""He did,"" I stated, defeated. I hung my head even lower, trying to fight the tears that appeared in my eyes. I bit my bottom lp hard to not let them flow. Moments later, I stood up straight and released the breath I didn't know I was holding. I turned to leave his office. ""Listen, Mandy, he asked me not to tell you until he's ready. "" Ryan's voice stopped me when I was reaching for the doorknob. ""Thank you for telling me. Your secret is safe with me. "" I answered, not looking back. ""I'm sorry, Mandy!"" was the last thing I heard as the door reachd behind me. ... Finally, the day was over, and after my morning conversation with Ryan, my mind couldn't focus on anything other than Peter. He was leaving me. HE WAS LEAVING ME. Why? What happened? I needed answers, but I couldn’t pry. I had promised Ryan secrecy. All the meetings today flew by in a blur. I just asked my assistant to email me the notes. I would deal with them in the evening when my mind was clear. I hoped. Even Daniel didn't make any comments about my behavior. Good boy. Descending in the elevator to my car, my phone rang. Reaching into my purse, I grabbed it, and when I saw the name on the screen, my heart started to beat at 100 mph. Should I answer or not?! Taking a few deep breaths and preparing for 'the end', I clicked the answer bottomon. ""Hello handsome, glad you remember your bestie,"" I said with a smile, hearing him chuckle on the other end. ""Well, hello to you too, gorgeous,"" he replied, with a happy voice. ""I'm in the elevator now. Can I call you back when I get home?"" I tried to postpone my heartbreak for a little while. ""That's alright. I'm actually at your place right now. I ordered pizza and brought drinks. What do you say?"" It wouldn't have surprised me before, but now, after not knowing what is going on, I was confused. What was the occasion? ""Fine with me, baby. Be there in 40 minutes, I need to pick up my order from Pam's Bakery, ok?"" I replied. ""Oh, please tell me you ordered strawberry muffins?"" he asked dreamily. ""You know I love them. Bad girl, I'm already drooling!"" he yelled. ""Yep, I did,"" I said with a smirk. ""Ok, gotta go if you want those muffins."" I ended the call and exhaled. ""Oh God, please don't do this to me."" I prayed while buckling my seat belt and starting the engine to head back home. ""You can do this. You are strong."" I told myself, leaving the parking lot. ... ""We need to talk."" I gulped. This is it. Prepare for the impact. When I came home, Peter was already sitting on my black leather couch, munching on pizza, and drinking his fourth drink. 'Great, thanks for waiting.' I thought to myself. He greeted me as usual, giving me his million-dollar smile. I took notice of his demeanor. He looked confident, happy, even a little bit proud but what was most noticeable was his glow. What happened? ""I know baby girl, that I've been avoiding you for some time lately,"" he said, putting his arms on my shoulders. ""But I have my reasons,"" he continued, ""You know you are my baby girl, my best friend, and my person to rely on."" He looked me in the eyes, and I couldn't help but gulp again. He was breaking up with me. He was leaving me. ""God!"" He cursed, taking his hands from my shoulders to run them nervously through his hair and turning his back to me. I stood still; frozen and afraid. A sudden sense of déjà vu hit me. The whole scene felt familiar. Where had I felt this before? Suddenly, the memory of my dream appeared in front of my eyes. Rejection. That’s what the familiar sensation was. All the blood drained from my face, my heart dropped to my stomach, and my legs started to shake. This was it, the end. Another one was leaving me. I lost my mate. Now I was losing my best friend. I cleared my dry throat, put my hand on the back of his shoulder, and whispered, ""Tell me what is wrong?"" He let out a huge gush of air and turned around. Putting his hands in his pants pockets, he opened his mouth. ""I found my mate."" Mandy's POV I couldn't believe it was really happening. Peter was leaving me. Oh My God! What was I supposed to do now, all alone, heartbroken again? Was this some sick joke or something? My brain kept shouting all the negative thoughts at me. My heartbeat increased. Was I going to have a heart attack? This was it. I was going to die now. He said it. He said it… Wait!!!! Did he say mate? I didn't imagine it, right? Or was I starting to go mental? ""Did you say MATE?!"" I finally found my voice, still frozen in place. ""Yes."" I blinked a few times and started to pace around the living room, biting my thumb nail. My mind started to shut down, and the only word that I repeated constantly was 'mate.' ""Mandyyyy?..."" Peter's concerned voice pulled me out of my thoughts. ""Oh my God! Oh my God! Oh, my Gooooood!"" I shouted in realization. Clapping my hands, smiling like a naive guy, and jumping in place, I turned to face Peter. His face showed a lot of emotions, my outburst must have shocked him, but the most prominent emotion was worry. He probably thought I was mental, but I couldn't control my emotions. I was happy for my friend. Giggling like a teenage girl, I jumped on the coffee table and let my feelings out. ""My Peter found his maaaaaaate!!!! Ladies and Gentlemen, my Peteeeer,"" I pointed at him dramatically, ""fooooound his MAAAAAATE!"" ""Get your bottom down here, baby girl."" he ordered, shaking his head, ""NOW!"" he added. he furrowed his eyebrows and pouted his lps, waiting for me to cool down. Coming back to my senses, I jumped off the table and took predatory steps his way. ""You!"" I pointed my finger at his chest, and let my words flow. ""You made me feel like I was losing my mind! You were avoiding me, making lame excuses, making me feel abandoned. And to top it all, you resigned from work without even telling me!"" I punched his arm. ""And you feel authorized to scold me?!"" Pointing at myself, I shouted, releasing tears. ""I... I..."" I couldn't find my voice. I threw myself at him and broke down. He held me reach and let me cry my heart out, murmuring sweet nothings into my ear. When I finally calmed down, I took a few deep breaths, composed myself, and moved away from his embrace. ""So."" I cleared my throat. ""Let's start again. You were saying...?"" He chuckled and shook his head in amusement. ""I said...I found my mate."" This time, I reacted properly. ""Oh my God, Peter, I am so happy for you! Tell me everything. Do I know him? Is he a werewolf? When did you meet?..."" I shot my questions at him one after another. He laughed and led me to the couch. Sitting beside me, he reached the table and offered me a drink. I took it vigorously and gulped almost half of it to calm my nerves. ""Easy girl,"" he said, taking the bottle from my hand. ""His name is Benjamin, Ben for short. And no, I don't think you know him. He's not from here."" he answered dreamily. ""He's a werewolf, he came here for business purposes, and we met in the club."" he paused. ""We bumped into each other when I passed the VIP room in 'Stairs'. It was..."" he sighed. ""I can't even describe it, magical, I guess. I was speechless, just stood there starstruck admiring his gorgeousness..."" ""Wow."" I blurted out uncontrollably, staring in awe at my best friend. ""He invited me for a drink, and since then, it just went naturally."" How on earth didn't I recognize the symptoms? For two weeks, he wasn't himself. He wasn't my Peter, the carefree and spontaneous freak. He was reserved, like guarding some precious treasure against the ugly world. Now I know. He found his treasure. I can't blame him, can I? ""Can I meet him?"""		Allnovel story		345	https://www.facebook.com/100080667909936/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560070	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/3/25, 3:02 PM	1733012675	1748980973		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460995122_536409665411185_2841353432547896925_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2PeATo9S6EUQ7kNvgGmtV8A&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCGEbAfZlZmFr5iAuxOvrOylWoTsJUrPUrGx8yAQeIclQ&oe=6751730C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2560882	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/28/25, 5:30 AM	1733013228	1745836229		1942																										www.micdropcomedyplano.com	Shop now			VIDEO			https://www.micdropcomedyplano.com/shows/291497			2.9179570069209E+14	Upstage Entertainment	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468995573_575841914853170_5105148861554329650_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0nfB9BgtzzQQ7kNvgHEb5QH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AK2eoXiRo6iiV89YAjTfwsP&oh=00_AYDAbA8kKwtfTEd_WYXjcp8owP4913ioYNDrFD5bTEDdKg&oe=67516995	PERSON_PROFILE	0					0		🚨 Plano, TX! Need Date Night plans? 🎤😂 Don’t miss Date Night Laughs starring Comedian B Smitty & CJ Starr at the Mic Drop Comedy Club! 🎭✨ Get ready for an unforgettable night of laughs on Dec 4th at 7:30 PM. 💕 Use promo code DATENIGT for $5 off tickets. 🎟️ Secure your spot now! #ComedyNight #datenightlaughs		Upstage Entertainment		0	https://www.facebook.com/61559894010009/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560202	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/28/25, 5:36 AM	1733012755	1745836609		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581744840597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465800629_573599691915551_1367486041892760228_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=SzCRQtBlDeUQ7kNvgFKNC35&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYDsXthrJSqQbIqQrc7PLvZ6xI46GJa0j9zPmiSY0OiGig&oe=67516052	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561373	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/16/25, 4:24 AM	1733013497	1752657852		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/kelly_hamilton25			2.6162255703898E+14	kelly_hamilton25	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/468576187_578493234764716_7297940015778158500_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=9rJlm_AGyZ4Q7kNvgGFwcDR&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCnxPYVdG0Qt5SFp4cI6hpuQk2oCmnoACmLVFBxioCm5Q&oe=6751989F	IG_ADS_IDENTITY	1					0				kelly_hamilton25		0	https://www.instagram.com/_u/kelly_hamilton25	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2560397	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 5:56 AM	1733012879	1745837807		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468716206_8988549637868488_6324461859011180697_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pQCbeAPl7AUQ7kNvgH4zF5j&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYAzyJ5TypJuwYsVsXgpDKLM0NBv5GfLR5y8OrUZIev1oA&oe=67516109	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? Dois anos depois, como mãe solteira, encontro um emprego como assessora. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560692	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/28/25, 5:58 AM	1733013076	1745837905		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507567670204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465153262_1260282715122789_4090421710475311880_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=rS0nNwpGQasQ7kNvgG7Hnnw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYBqSRInaTu48D-I5rNd1YlvsYVTPHKICMHcFVRlSHoC6w&oe=675185FC	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560393	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 6:07 AM	1733012876	1745838430		1942																										hunled.com	Learn more			IMAGE	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468785126_891987833112503_3775234597360339892_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=MqphiICxuY8Q7kNvgEH_WAp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYDqIOm86ALiaRPdki8xoOoQeW55NLzS0iT3WE9XACCTHg&oe=67518D3A	PERSON_PROFILE	0					0		Eu testemunhei meu namorado e minha prima se contorcendo na minha cama, enquanto minha família ainda me deixou participar do casamento dela, sem me considerar. Furiosa, eu dormi com um homem sexy na festa à fantasia. Não esperava que naquela noite eu engravidasse. O pai da criança era meu chefe... -- — Ah, querido, você é incrível... — E quem é melhor, eu ou a Catarina? — Não mencione ela, como ela pode se comparar a você... ... Eu testemunhei meu namorado Cláudio traindo minha prima, e os sons lascivos deles ainda ecoavam na minha mente. E hoje, meus pais me deixaram ir ao casamento da minha prima! Eu olhei para eles com firmeza e disse: — Eu não vou ao casamento dela! Ela não é minha prima! - Errado foi ele, Catarina, que era seu namorado. – Minha mãe argumentou. – A Kelly, coitada, foi seduzida, ele a desonrou, agora vai se casar com ela pra ela não ficar mal falada na cidade. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. – Olha aqui, se você não quer conviver com a Kelly tudo bem, mas você vai a esse casamento. E chega desse comportamento grosseiro. Achei que eu tinha ouvido errado. - Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte, eu contei tudo para minha melhor amiga, Melissa. Ela ficou furiosa, mas também queria que eu não ficasse presa a essa raiva. Ela planejou me levar ao baile de máscaras para relaxar, e eu não recusei. No sábado nos arrumamos na casa dela. - Quê isso, hein, amiga! Tá gata demais! – Ela me entregou uma máscara dourada, linda, toda trabalhada como se fosse uma renda, que cobria até o nariz e eu a coloquei. Eu usava um vestido de cetim vermelho brilhante e a máscara combinou perfeitamente. – Então, estamos prontas? - Sim estamos prontas. – Respondi e peguei minha bolsa. – Ih, esqueci meu perfume. - Não, tem problema, você vai usar o perfume novo da minha mãe. Ela não se importa. Quando o Fernando, namorado da Mel, nos viu sorriu, deu um beijo na Mel e disse: - Garotas, vocês estão lindíssimas! Acho que você vai sair dessa festa com um namorado novo, Cat. - Sem namorado, Nando. Na verdade, eu acho que é melhor eu ficar, eu não estou no clima pra festa. Por favor, Mel, deixa eu ficar? Não teve jeito, minha amiga me arrastou para o baile. Logo que entramos a Mel nos arrastou para o bar e falou no meu ouvido: - A festa é open bar, então hoje você vai beber para afogar de vez a tristeza! –A Mel me entregou dois shots de tequila e com mais dois em suas mãos me falou: - Vamos virar! – viramos a tequila e o Fernando já entregava uma taça de cosmopolitan para cada uma. Melissa me arrastou para a pista de dança e até que eu estava me divertindo. Começou uma música lenta e o Nando e a Mel começaram a dançar agarradinhos, aproveitei a deixa e me encaminhei para o buffet, mas não consegui chegar, senti uma mão puxando a minha e quando olhei para trás havia um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim, e que sorriso! Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - E por que não? Vamos dançar. – Sorri pra ele. Era impossível resistir aquela voz rouca sedutora e aquele sorriso lindo meio de lado! Ele era alto, ombros largos, um sorriso encantador e olhos azuis, tão azuis que eram quase violeta. Ele tinha uma boca que convidava ao pecado, cabelos castanhos, e quando me puxou pela cintura eu apoiei as mãos em seu corpo e percebi que ele era uma parede de músculos bem definidos. Embora a máscara não permitisse ver seu rosto, ele era muito charmoso e encantador. - Eu estava observando você desde que chegou. – Aquele homem, com ar misterioso, falou no meu ouvido. – Você é tão linda! - Você é gentil. Mas você não é da cidade, é? – Ele tinha uma presença forte, emanava poder. - Não. Um amigo me convenceu a vir a essa festa. - Parece que temos algo em comum, meus amigos também me convenceram a vir. - Sorte minha! - E por que? – Sorri. - Porque eu fiquei fascinado quando te vi. Você é muito linda. – Enquanto ele falava no meu ouvido eu ia me arrepiando, sentindo meu rosto esquentar e o corpo formigar, ele realmente me encantou. - Mesmo com a máscara? - Mesmo com a máscara! Você é linda demais. - Você é um sedutor. - Você me acha sedutor? - Você sabe que é. E lindo também. - Que bom que você gosta do que vê. – Eu me senti um pouco zonza, não sei se pela bebida ou pelo perfume delicioso que aquele homem usava. Acabei tropeçando nos meus próprios pés. - Você está bem? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? Esse homem, mesmo com a máscara, exalava sensualidade em cada movimento. De repente, pensei: por que eu deveria continuar mergulhada na dor da traição? A vida ainda tem muitas coisas maravilhosas, não tem? Como agora. Como se estivesse hipnotizada, eu assenti levemente e então lentamente abri meus lábios...		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561448	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/15/25, 6:58 AM	1733013525	1752580681		1942																										thefashionball.com	Learn More			DCO	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	https://thefashionball.com/trends/kelly-mark-open-up-syn/?utm_source=Facebook&utm_campaign=Kelly%20Mark%20Open%20Up%20INSPO%20Paula2811%20Dynamic%20PHS647%20CRT%20b1a3%20-%20Unknown%20WW%20FB%20CRT&network_code=CRT&utm_term=content&v=3			1.0501726506241E+14	The Fashion Ball Moda	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468731465_442697768634409_7625413177416635766_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FvJ_OxVML-UQ7kNvgFXWZwP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYCB_Vk-mjFf78Vmko6ddwJq7cNPnHfM8GB4Y0bm8jgy2A&oe=67519633	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly Ripa discusses the legal challenges her son Joaquin is currently facing		The Fashion Ball Moda		3446	https://www.facebook.com/100066571497203/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560346	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 6:02 AM	1733012843	1745838174		1942																										huazxc.com	Learn more			VIDEO	💗 Download Goodnovel to read the full novel 💗👉👉👉👉 "My Secret, My Bully, My Mates."		https://huazxc.com/market/goodnovel/1?lpid=8322&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0975475222353E+14	Reading room	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468776963_1333923624436248_3323798326546415363_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=gPLcp6WX8AsQ7kNvgG94t4q&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYBQPE29LR00xICpLKaonNOAvALn9O2B8TxjrLWI1UfdfQ&oe=67516CB1	PERSON_PROFILE	0					0		Skylar is the unwanted daughter of the Beta, and a frequent target of bully. Yet she has a secret she's determined to hide - she is actually the top young warrior in her pack... SLAM. Well, that hurt more than it normally does. A sigh slips out of my mouth. I don’t remember the lockers biting back so hard. “Happy Monday to you too,” I mutter to no one in particular. “You fat cow, stop getting in my way.” Kaley hisses at me before she slaps me. I can feel a little bit of blood trickle from the side of my mouth, she doesn’t hit that hard, but her fake nails are as sharp as cat claws. I can hear a couple of chuckles and one is a little deeper than the others, that would explain the hard blow into the locker. She had one of the boys throw me this time. Kaley may skip all of our fight training, but she has proven she can provide torture in many other ways. She doesn’t get her hands dirty anymore, because she has found out when you are popular or just plain evil, people will do just about anything to stay on your good side. Having her father on the school board helps too. None of her actions have ever been caught on camera, so there isn’t proof of anything she does, except the marks all over me, and she along with everyone firmly believe I am just a weak nobody, who can’t take a hit or heal very quickly. “What did I do this time, Your Highness?” I ask sarcastically, risking a look up at her. I’m hoping to keep her attention long enough for the kid she was screaming at to run away. “You do not stop me disciplining that pup. That little toe rag purposely ruined my brand new designer shoes in front of the whole school.” Kaley tosses her hair over her shoulder and rolls her crystal eyes at me like I am the dumbest person in the world for not understanding that. It wasn’t the ‘whole school’. It was my brother, the future Beta, along with the future Alphas, Gamma, and Delta. She was trying to gain the attention of our future Alphas, like most of the girls in our school. “Are you even listening to me?” I shake my head of my random thoughts and look back at Kaley. “Not really, just leave the little kids alone, and pick on people your own size.” Was my retort which earned me another slap. More blood runs through my teeth. Just great, something I’ll have to hide at home for the next couple of hours until it heals. At least I have my wolf to help now, last year trying to hide the bruises and cuts I got from Kaley and her girls was really hard. My father doesn’t pay much attention to me, he doesn't even know I got my wolf at the end of 8th grade, 6 years earlier than my peers, but he did notice the first time Kaley left marks on my arms and a small bruise on my cheek, the time when we had to make an appearance with the Alpha. He wasn’t as concerned for my health as he was about his Beta reputation with his daughter getting into fights and causing trouble with pack members or worse, being too weak to defend myself. He wouldn’t even listen to what happened. He sent me to my room without dinner and kept me home from school the following day until the bruise faded completely. My brother was better with me, we used to be really close, but ever since he started his training to become the next Beta a couple of years ago, he barely makes time for me, not even at school. That, along with Kaley and her girls making sure everyone knows if they even talk to me, in what could be considered a friendly manner, she will find a way to punish them and me, my school life is shaping up to be pretty lonely. My wolf and I have both decided this is for the best though. As long as she thinks I’m isolated from everyone and let her paws target me, she is happy, which means she will leave other vulnerable pups alone. After all, my Beta lineage can handle the harsh beatdown and we heal faster than Kaley thinks. I just have to hang in here, keep my head down, my grades up, and train hard to be an elite warrior, so I can finally get out of this sad pack. ... Training was the only time I didn’t have to worry about Kaley, or any of her other minions. They weren’t dumb enough to make a scene with our future leaders watching. I get to be safe and be myself, in the back where no one could see me. However, today is where things really started to take a turn for me. As usual, Delta Kyle, our lead trainer, should have brought us all in and explained what we were going to do later. But today he starts by clearing his throat as if he had an announcement to make. "Attention, pups, we have a new member joining us today. She is here with her uncle while her parents are working for the Alpha King." That got everyone’s attention, including Kaley, who somehow managed to sit on the sidelines in her short dress and heels, clearly not participating today, like every other day. This tall girl walked in like she owned the place. Her youthful, carefree face told me she couldn’t be much older than me, but the way she held herself and how the eyes of every guy followed her very developed and toned body made me smile at the thought of how the Barbies were going to take having competition. I must have made a noise out loud, since the girl turned around and looked right at me. Delta Kyle told her she could join our group and we would get her up to speed on what we were working on. Oh no! She walked right up to me and held her hand out. “Sierra, nice to meet you.” I just stared at her blinking. It took me a second to register what I was supposed to do. She raised her eyebrow at me for my hesitation or complete lack of manners before I caught on. “Oh, sorry, Skylar.” I shook her hand. “I’m not used to people talking to me.” I muttered out awkwardly and quickly let go of her hand, mentally smacking myself for sounding like an idiot. She looked at me questioningly, but before she could ask, Delta Kyle divided us into pairs and had us start our warm-up and sparring. He must have decided I was as good a person as any to work with her since she chose me to talk to first and he knows I attend all the trainings we have. Sierra was a really good fighter, and really tall compared to me. Her black sports top and leggings accentuate all her tan and defined muscles. I have muscles too, and am actually pretty defined, but I prefer to not show much skin. I learned the hard way my scars and bruising can be found in the heat of a match if I don't wear many layers. I don't want anyone to see them and pity me. Much as I'd like to stay as invisible as possible, I still love sparring. I don’t know if it’s me or my Beta blood, but the thrill and adrenaline rush of a good fight always make my day better, All I need is to avoid unwanted attention and keep a low profile in the training field. And just as I am thinking, Delta Kyle suddenly loudly gets everyone's attention, including our future leaders. “I think a demonstration is needed. Sierra, you are on the attack, Skylar use the new defensive move, and let's see if you can pin her in less than thirty seconds.” I am taken aback, Sierra is way stronger than me. An uproar surfaces around that instant. That sets me and my wolf off. We're trying hard to be invisible, yet the current attention almost drowns us. “No one could do that under thirty seconds,” suddenly a snarky high-pitched male voice says loud enough for everyone to hear and cause a low chorus of agreement. I frowned, and my wolf grumbles, "Arrogant losers think they are so great when they can't even submit each other with basic moves." Now my blood starts to boil, too. Shall we? I finally ask my wolf. Oh, kiddo, I thought you’d never ask.		Reading room		4679	https://www.facebook.com/61559920403625/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560255	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/14/25, 2:56 AM	1733012781	1749887795		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214497016160700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467443207_519689337729865_3048443511811259331_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=TT9nV7qUsX8Q7kNvgFpUtdm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYBIk2Q5NhEhODMN1uuMCFXzbfpk2ryTpxcIFA7OK0gH-Q&oe=6751719C	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560554	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/28/25, 6:32 AM	1733012986	1745839977		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215806649770204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467243142_1259391025304347_549347835802211836_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=H8LuuQjWcgsQ7kNvgESwEjC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYAdGMVed_FYw8NZvQEloK7f9gkYoBDAOYPf5HyGR85bjw&oe=67518C0E	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560410	1	active	11/30/24, 6:28 PM	7/15/25, 6:46 AM	1733012896	1752579972		1942																											Contact us			IMAGE	Free Delivery Today! Brand New Mattress Sale ✨️ All Sizes Available ✨️ Simply The Best Deals		https://facebook.com/marketplace/item/3832201930349609/			1.1352419182783E+14	Brittany Kelly		REGULAR_PAGE	1					0		Free Delivery Today! Brand New Mattress Sale ✨️ All Sizes Available ✨️ Simply The Best Deals - $65.00 Starting at $65 Facebook Marketplace		Brittany Kelly		0	https://www.facebook.com/Brittany-Kelly-113524191827832/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560151	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/28/25, 7:04 AM	1733012728	1745841856		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459838968_8514544031929920_6260341156900227967_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-FZNf48wpvUQ7kNvgEeCAxp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYBq_3QkCVfyqRSFWUogTfhxbrd7sLRSjIQYtoMNPS-R3w&oe=67517867	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561017	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/28/25, 7:49 AM	1733013304	1745844546		1942																										bridesblush.com	Learn More			DCO	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	https://bridesblush.com/trends/kelly-ripa-mark-consuelos-syn/?utm_source=Facebook&utm_campaign=Kelly%20Mark%20Open%20Up%203011%20SBA%20Dynamic%20BBH-SW%20Nitido%20-%206983%20-%20AdCeptive%20Media%20FZCO%20-%20Pubplus%206%20bdae%20-%20Mobile%20USA%20FB%20ACM&network_code=ACM&utm_term=content&v=8			1.0631133924295E+14	Style Wait	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468550301_1100568101511996_8599240572739099738_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OKRX4AHTWEsQ7kNvgGouUJq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYD2AF67v_4jVDLNhaaYE1767_9Buaf2ClKsovwFe8pPJQ&oe=67516195	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly Ripa and Mark Consuelos open up about the difficulties they've faced after years of marriage		Style Wait		507	https://www.facebook.com/61552284218834/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560295	1	active	11/30/24, 6:26 PM	7/16/25, 2:45 AM	1733012802	1752651960		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044410510700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465243867_565895292472265_4580058755819251457_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bNggPB5Uc-AQ7kNvgH-AI8m&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYDMBdj459vAtAqSsTThutAg6bIy74rHBxy4YqIYWpTTzQ&oe=675160E1	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560595	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/28/25, 7:24 AM	1733013009	1745843095		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507439670204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465591459_576244008283768_6914953164467477750_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=MJdDXk2GHrUQ7kNvgHQZqwR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYBI5d-buS2s82-PzMzgYTshrPU8pqTCT90Rtp7zdQ1hLg&oe=675185A8	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561251	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/13/25, 7:22 PM	1733013438	1752452522		1942																										yorkiemag.com	No button			IMAGE	10+ Foods That Have Spiked In Price Since Last Year	Over the past few years, grocery shopping in America has become a more costly affair than it once was, as many staple foods have gone up in price by sometimes alarming amounts. Key items such as eggs, meat, and dairy have sharply increased in cost, driven by inflation, supply chain issues and rising...	https://yorkiemag.com/10-foods-that-have-spiked-in-price-since-last-year/			2.1123339873687E+14	Hello Hedgehog	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468832919_915223250259845_8763129016160749023_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=duSr5xF-iwsQ7kNvgHmL9wE&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALjPyIDvfJ71vaYOetjeeiR&oh=00_AYB5cbQN0Echy09EUe7APP5MbAUHAPXl5Nm5W79cUdcStA&oe=67516672	PERSON_PROFILE	0					0		These foods are getting way more expensive—and it’s definitely noticeable...		Hello Hedgehog		611	https://www.facebook.com/hellohedgehogmag/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2560662	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/7/25, 5:28 PM	1733013053	1746656913		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215913689580204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467633443_1073798387553176_8981472147327503927_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Omsggrz4vjsQ7kNvgEq_TwS&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYD1GKB_lmZXaubkwejZ6NbC7XSkjQrmgKd8hhB6_ml16g&oe=675180E1	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560694	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/28/25, 7:33 AM	1733013080	1745843621		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573167500204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465788129_1676953599765614_3708023467898019761_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5AheLuPARAIQ7kNvgFyw5EX&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYAj4HHyhfU9yrcqwM5qp40BW76Aogw5byasxw4-c8_z8w&oe=675196BE	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560883	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/3/25, 9:47 AM	1733013228	1748962060		1942																											No button			IMAGE						3.3611476292974E+14	Kelly’s Lifestyle Tips	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468911411_366775649858414_5802124022544251219_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7E-dd1D92GIQ7kNvgE7UXOR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AK2eoXiRo6iiV89YAjTfwsP&oh=00_AYCnjOqPPC4reMfPC9Q6zjthcvTFMkDIQOtcPOsOueIWQg&oe=67517972	PERSON_PROFILE	0					0		Chipotle Turkey Chili 🦃 Ingredients - 1 large poblano pepper - 1 jalapeno pepper - Extra virgin olive oil - 1 large yellow onion, chopped - 3 cloves garlic, minced - 1 1/2 pounds ground lean turkey or leftover turkey meat - 3 tablespoons chili powder - 2 chipotle peppers in adobo sauce, chopped - 1 tablespoon adobo sauce from can of chipotle peppers - 1/2 cup chicken stock - 14 1/2 oz can kidney beans, drained and rinsed - 28 oz. can crushed tomatoes - salt and pepper - sour cream, for serving - chopped parsley, for serving Preparation Preheat oven to 400 degrees F. Place poblano and jalapeno peppers on a baking sheet lined with foil, drizzle with olive oil, and rub to coat. Roast peppers in oven about 30 minutes, turning once during roasting. Remove from oven, immediately wrap loosely in foil, and let sit 15-30 minutes. Peel off and discard the skin. Remove the seeds and ribs, and discard. Dice peppers and set aside. Heat 2 Tbsp olive in in a large pot over medium heat. Add onion and garlic and saute until softened, 5 to 8 minutes. Add ground turkey and heat until cooked through, breaking up into pieces and stirring occasionally as it cooks. Season with salt and pepper. Once cooked, add chili powder, chipotle peppers, jalapeno and poblano peppers, and adobo sauce. Stir to combine then add chicken stock, beans, and tomatoes. Cover, reduce heat to low, and let cook at least 1 to 2 hours, stirring ocassionally. Season with salt, pepper, and chili powder to taste before serving. Serve in bowls topped with sour cream and chopped fresh parsley. Source: foodista.com		Kelly’s Lifestyle Tips		22	https://www.facebook.com/61563620916750/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2561194	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/15/25, 10:58 PM	1733013414	1752638331		1942																											No button			IMAGE						78547652907	Kelly Schwab - Renning, Lewis & Lacy s.c.	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468807200_2497507897121554_7098806266194246731_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FZPAbPUBLLwQ7kNvgEXBGiv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQ1ao3NS2SBpytvJRiJoU4j&oh=00_AYC8qBqlgnYjzpZ-VVH2hObIrt6NboiDG70QYpT-yj7nhg&oe=67517B48	PERSON_PROFILE	0					0		Ready to secure your next property? Allow business attorney Kelly Schwab to navigate the purchase with peace of mind.		Kelly Schwab - Renning, Lewis & Lacy s.c.		544	https://www.facebook.com/KellySchwabRenningLewisLacy/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2561231	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/14/25, 8:00 AM	1733013430	1752498008		1942																										ads.playlet.com	Watch more			VIDEO	📜Forbidden Love: Uncle's Temptation 📜		https://ads.playlet.com/ads?link_id=FLqku6&ad_id={{ad.id}}&campaign_id={{campaign.id}}&adgroup_id={{adset.id}}&placement={{site_source_name}}&ad_name={{ad.name}}&campaign_name={{campaign.name}}&adgroup_name={{adset.name}}			1.8062668846337E+14	Playlet: Reels of Tiny shows	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468638720_1078197213635352_4995804223345058701_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=UjNCAgcBGgAQ7kNvgEWkzwY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-ZS4oWUDN1o7AL5M-Zya3n&oh=00_AYC9s40bmC61aDHU4B94FM3EIFbfAXFYdz6zDlAZ491ZPA&oe=67519017	PERSON_PROFILE	0					0		𝐅𝐑𝐄𝐄 to watch🔞🔞I just can't stop myself from watching it. Can't believe it I've finished it ONE TIME!💥		Playlet: Reels of Tiny shows		10489	https://www.facebook.com/61553988203247/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561328	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/10/25, 4:49 AM	1733013476	1749548983		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qdlay/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468708180_581648651115915_2576865785884734037_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=j43WmI11XwIQ7kNvgHd-rOz&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaYi6LTLHA5lRoI1AMxLlkW&oh=00_AYCQ4ViZO2LYBzjzeZdGn7WOZJDxKkMllVgczGnCzAXU5g&oe=67519503	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560449	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/28/25, 8:26 AM	1733012925	1745846800		1942																										carcan.com	Learn More			DCO	BEST CHRISTMAS GIFT UNDER $10	RATED BEST GIFT	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468854446_584474654135138_7589621107527357020_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ZayTbzGgO2kQ7kNvgHSQDeF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYCrTIzlRtqh3GY-gzQkVkNyU7MzHVsbCFJlcayXz75lBw&oe=6751878F	PERSON_PROFILE	0					0		EXCLUSIVE: 1-DAY SALE! 🚨 50% OFF TODAY ONLY on Facebook! All we ask is you SHARE THIS POST TO BE FAIR - we lose money if you don't! 😊 • Millions of happy customers i❤️ • Billions of plastic bags saved ♻️ AS SEEN ON TV WITH SHARK TANKS HOST Don't love it? Keep it free - that's our guarantee! 😊 Text "SALE" to 227226 for exclusive deals & updates! ALMOST OUT OF STOCK ⏰ WE PROMISE TO ALWAYS OVER DELIVER AND WE APPRECIATE ALL THE SUPPORT OVER THE YEARS CARCANS FOREVER ❤️ Don’t Forget to share this post it helps so much		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560214	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/28/25, 8:49 AM	1733012759	1745848199		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581538130597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466064800_1635364723748260_4817972019204048984_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mZDN3oPRkIwQ7kNvgHzzWJ3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYA29hRo-b6HuBU8Bwd-snf299C1l4sfGWVgzmXpyvqTqA&oe=67518DFD	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560841	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/4/25, 8:34 AM	1733013191	1749044079		1942																														IMAGE						83681432739	Carlos O'Kelly's	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468968163_1951161875367247_6374711736582249767_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hs7rFVJw2gQQ7kNvgGJflFQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGrh9xaqsrmLcvdaaClwGN-&oh=00_AYBPO_atNTcZ_mjNu1ZnPI00CY9pIkPSAuWBaMSp9LAbIg&oe=67517946	PERSON_PROFILE	0					0		Put a little sizzle in your step! Carlos O'Kelly's new BIGGER, bolder Fajitas. Fresh grilled sizzling steak, shrimp, or chicken, served with juicy caramelized fajita veggies, your choice of a side, and warm flour tortillas. Feeling bold? Add our mouthwatering roasted mushroom, bacon, and jack topper.		Carlos O'Kelly's		66396	https://www.facebook.com/carlosokellys/	0										View Edit Delete
2560768	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/10/25, 8:53 AM	1733013138	1749563636		1942																										utahrealtorkelly.com	Learn more			VIDEO			https://utahrealtorkelly.com/homebuyercourse			1.4275964074674E+15	Kelly Lynn- Utah's Finest Realtor	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468907080_600045192490345_3834008886012141119_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lCTyWICO5YAQ7kNvgF5mHdq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYCB998XVrlFSk7Qs5vjv7zcDH18hsSTxFUGO7cVtpeq-g&oe=675174B5	PERSON_PROFILE	0					0		Your goals shape your home-selling strategy! 🏠 Whether you need a quick sale or want to maximize your profit, the right approach makes all the difference. Get clear, stay focused, and sell smarter. #YourRealtorKelly #UtahRealEstate #EquityRealEstate #RealEstateGoals #HomeSelling #SellingStrategy #SmartSeller #SellYourHome #ClearPriorities #HomeSaleTips #SavvySeller #RealEstateSuccess #SavvySeller #HomeSellingTips #RealEstateGoals #SellingYourHome #HomeSaleSuccess #RealEstateStrategy #MotivationMatters #ClearGoals #SuccessfulSale		Kelly Lynn- Utah's Finest Realtor		411	https://www.facebook.com/yourrealtorkelly/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560402	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/28/25, 12:30 PM	1733012884	1745861409		1942																										kev-rowe-merch-store.myshopify.com	Shop now			VIDEO	Your Healing Music...	Claim your healing music now	https://kev-rowe-merch-store.myshopify.com/products/3-autographed-cds			1.1128664223001E+14	Kev Rowe Music	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/354456038_1402222034000005_4214759421693729293_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_aid=0&_nc_ohc=hODxAjbdxeQQ7kNvgG0wuSo&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYADaLzpLPYIaUs-46qWSTA5xqySb8s2lRCJZqCQB9fWYg&oe=67517A2D	PERSON_PROFILE	0					0		We were both suffering... And I remember it so clearly... It was a beautiful day in early summer... My buddy Todd and I were sitting in his trailer right outside of Charlotte, NC... I was strumming my guitar and I said "Hey man, I've got a new song started. Want to help me finish it?" He replied "sure". I kind of nervously started playing these breezy, pretty chords on my guitar with the capo on fret 5... I was thinking "Geez, I hope this goes ok. This is kind of a vulnerable song"... And then I started singing... "Let me burn away, let me burn away... Let me burn away into the night... Let me find peace in a better day... Let me find peace so right"... He lit up. He crouched down next to the sound hole of the guitar... So he could hear every wavelength and take it in... He slowly opened his mouth and started talk-singing... "Come away on the wind with me..." And he moved his hand as if gesturing he was riding the wind himself... "Like ashes on the fire".... Then his hand opened as if holding the ashes themselves... And then the song's verses unfolded right there in front of our eyes... At the end of verse 1, we both kind of sang the chorus together... Then, for verse 2, we got real low and quiet... This song was a journey... And we were both along for the ride... "Take my hand in your heart... And keep it safe and warm..." I thought... "Wow, this is super intimate. I can't believe he's going there." He continued... "And leave with me on the fields of grass... Til the dew drops in the morning." How poetic. How romantic. How perfect. It was if the song had transported us both to a better place... And we were both sitting there in perfect peace... Surrounded by nature... At one with ourselves... Healed. Forever. ***Get your FREE SHIPPING on this CD "Hi Love" now 👉 https://kev-rowe-merch-store.myshopify.com/products/3-autographed-cds ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Beautiful music! I just recently discovered your healing music, and I love it! I am in end-stage renal disease and doing dialysis 3 days/week. Feeling like a huge burden to everyone and just lost a 7th fellow patient in dialysis for this year. Listening to your music has lifted my heart and soul! THANK YOU, Kev Rowe!" -Peg Phelps ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ -"Wow, do you realize how much you are helping people, not only by the music you feel, but by your words? I am keeping this music forever, and when I get down, I am going to play it again and again! It makes so much sense. I have been divorced for six months now, and have not moved on, but you give me confidence! Thank you so much! I think you could go far with the wisdom you have and giving to others! I'm glad you are doing so well! ~Keep looking up~" -Joyce Slaughter ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "OMGOSH, I received my CD's 2 day ago and I can't stop listening to them. I L♡VE your music. Thank you for sharing your talent." -Lisa ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "What a beautiful song. I love your music. I want to thank you so much for the healing songs you send me. I love all your music." -Brenda Pottratz ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you for your music. It's beautiful, and yes, healing to ones soul." -Tammy Morris ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I played this song while drinking my coffee this morning and before i got out of bed. It was soothing and put me in a positive mood. Every time my mind would wander to a negative thought, the chords on your guitar would pull me back to the positive mood. Thank you!" -JoAnn Smerdon ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "THANK YOU SO MUCH, I FIND ALL OF THIS A BLESSING AFTER MY BROTHER PASSIN AWAY, DIVORCE, AND NERVOUS BREAKDOWN,,,, COMIN BACK IS LONG, AND HARD." -Diane Horton ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thanks for sending me your healing and inspiring music it makes my Fruit Of The Spirit stronger and when I am down it helps pick me up." -Lacrecia Felts ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I really love your music. So relaxing which is what I need. Takes away the stressful business of life." -Kelly ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I totally love your music! Thank you so much." -Jennifer Dobson ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ -"Thank you! 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Thank you for your help in finding some music I can use." -Ramona Park ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Kevin, your music came to me at the right time in my life!! I am in a toxic relationship. So, instead of getting angry, i play your BURN AWAY a lot!! Your music calms my soul!! THANK YOU!" -Anonymous ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Awesome songs Kev!!! The lyrics, vocals and the guitar playing was unbelievably awesome! Great job!" -JoAnne Bates ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you ....I really needed that today..." -Luanne Zerbe ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you Kev. Your Healing Song "Comfort Me" gave me such a warm feeling in my heart. It was as though my spirit was speaking through your words and beautiful voice. Love you gift of playing the guitar 🙏 Many Blessings on your journey." -Kelly Hughes ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I love your style, your musicality & healing tender love in your music & guitar playing. You are quite a blessing & I am touched deeply by your choice to come out of the dark abyss & emotional loss & dedicate your life to your music. You touch many hearts. That is why we are here isn't it. Doing my part in many ways." -Makiana Mendez ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Wow that was a beautiful song thank you for sharing I pray for that daily and you have a very comforting voice so thank you for that as well." -Sharon ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "This music is great for luncheons and dinner music." -Jodie Barron ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you for your beautiful music. Love the video. Take good care of yourself." -Debbie ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "So lovely. Gentle and soft indeed... thank you. Bless you" -Sunlight Sparkling on the Waters (aka Shannon) ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Kev thank you so much for sharing your songs and beautiful words with me you really don't know how much you have helped me thank you so much my friend." -Sharon Bagwell ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you, This song is amazing and just what I needed to hear today!" -Lori Slebzak ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "My husband passed away a month ago, & Hearing your free healing album helped a lot, thank you! Keep up the good work." -Monica Rappold ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Hello, Kev! I just wanted to tell you how much I enjoy your music & the new video for, "Burn Away". It's great!👍You are an inspiration! Keep doing what you're doing!😁" - Lisa Leerskov ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ -"Thank you so much Kev. It is absolutely beautiful! I've been through some very very hard times and music and nature have always been my healing tools. 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Thank you." -John Wozniak Shop now: https://kev-rowe-merch-store.myshopify.com/products/3-autographed-cds		Kev Rowe Music		53746	https://www.facebook.com/kevrowemusic/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561355	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/28/25, 1:21 PM	1733013489	1745864498		1942																										carcan.com	Order Now			DCO	50% OFF TODAY ONLY on Facebook! ➡️ ➡️	{{product.description}}	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468509133_571633575806757_6765650908808287944_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=8nMuDpwtGM4Q7kNvgFUBCPR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYyBK5IsjF6rrj5z8Vbp1HF&oh=00_AYBSGI7IFxwlRZ25XXAAmwfNuWbBECGxGmwdO8VY3L9H6Q&oe=67516CDD	PERSON_PROFILE	0					0		50% OFF TODAY ONLY on Facebook! All we ask is you SHARE THIS POST TO BE FAIR - we lose money if you don't! 😊 AS A BONUS THEY ARE BIGGER AND BETTER AND LAST FOREVER • Millions of Happy Customers in USA 🇺🇸 • Billions of Plastic Bags Saved ♻️ AS SEEN ON TV WITH SHARK TANKS HOST Don't love it? Keep it free - Now that's a guarantee! 😊 Text "SALE" to 227226 for exclusive deals & updates! WE PROMISE TO ALWAYS OVER DELIVER AND WE APPRECIATE ALL THE SUPPORT OVER THE YEARS CARCANS FOREVER ❤️ Don’t Forget to share this post or we are toast! 🙌 ALMOST OUT OF STOCK ⏰		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2561556	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/28/25, 12:33 PM	1733013582	1745861622		1942																										www.newsbreakapp.com	Install now			IMAGE	Breaking news from Pointe Coupee Parish!		https://play.google.com/store/apps/details?id=com.particlenews.newsbreak			2.1680870563242E+14	Louisiana Local News - News Break	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468738641_2064426137311087_4267516303745703709_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=w8EcM24nnJsQ7kNvgE6mMoO&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYAsiVlBzZmiO45KGvwC0PN6IpWA8-PuZeiKskIofkpczA&oe=675199D7	PERSON_PROFILE	0					0		Pointe Coupee Parish News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly. Install news app trusted by millions to stay informed of latest Pointe Coupee Parish local news!		Louisiana Local News - News Break		51723	https://www.facebook.com/LouisianaNewsBreak/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560653	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/7/25, 10:17 PM	1733013050	1746674230		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=1129045438529903&rawadid=120214592772180120			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465901931_2037709946701517_204309170399434618_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=b6gaHPd4YcgQ7kNvgERVKaq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYCBSCJ2uC3dls-gtaTC1STgcoUKG8XKslR41qarls5D3g&oe=67518768	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560241	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/28/25, 1:14 PM	1733012775	1745864058		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581482850597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466048705_1239161307130562_45275449885384733_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=MELWbRPj1rAQ7kNvgE4KwHE&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYAxmHPnLaJ6D9oKBnmsVAC9rTq-PTe3-fA7AjWFkmEw9A&oe=67519736	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561022	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/10/25, 12:49 PM	1733013305	1749577769		1942																										pharmacy.amazon.com	Order now			IMAGE	1 tablet at 9 p.m. ❣On the seventh day 🌊your pants 🍤will no longer fit you! (ET, Monday,	Prime members, subscribe to RxPass and get all of your eligible meds for just $5 a month.	https://healthy-keto-officialsales.us.com/KellyClarkson707?utm_source=%7B%7Badset.id%7D%7D			7.0159839354518E+14	Dr. Barbara O'Neill	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468726011_543298072022916_4758981106013037694_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9fPcS0PwEJcQ7kNvgF1CHdZ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AqwEp7-Cv85c89QoJ3EWR-g&oh=00_AYDq5lSgDgQkjHziMjr1-cVl9Jk4nhFHmFKrvbYpt1dd5g&oe=67518E8D	PERSON_PROFILE	0					0		~Winter is coming and it's time to get ready! As seen on the Shark Tank show, 195 lbs down to 135 lbs 🧜 No rigorous training required. It worked so well that I had to stop at week 4 because it was so effective! Best gift for myself and my family! 🐋		Dr. Barbara O'Neill		59	https://www.facebook.com/betasolucion/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2560394	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 2:15 PM	1733012878	1745867723		1942																										hunled.com	Learn more			IMAGE	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468962410_599191149358815_1931650296601740597_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ZTXA4dNphqAQ7kNvgFbKwLF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYDcalZNiuhvhpsdQbGSu1MhOU2B7XLHx1UBgDI3BxC9Dw&oe=67519111	PERSON_PROFILE	0					0		Eu testemunhei meu namorado e minha prima se contorcendo na minha cama, enquanto minha família ainda me deixou participar do casamento dela, sem me considerar. Furiosa, eu dormi com um homem sexy na festa à fantasia. Não esperava que naquela noite eu engravidasse. O pai da criança era meu chefe... -- — Ah, querido, você é incrível... — E quem é melhor, eu ou a Catarina? — Não mencione ela, como ela pode se comparar a você... ... Eu testemunhei meu namorado Cláudio traindo minha prima, e os sons lascivos deles ainda ecoavam na minha mente. E hoje, meus pais me deixaram ir ao casamento da minha prima! Eu olhei para eles com firmeza e disse: — Eu não vou ao casamento dela! Ela não é minha prima! - Errado foi ele, Catarina, que era seu namorado. – Minha mãe argumentou. – A Kelly, coitada, foi seduzida, ele a desonrou, agora vai se casar com ela pra ela não ficar mal falada na cidade. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. – Olha aqui, se você não quer conviver com a Kelly tudo bem, mas você vai a esse casamento. E chega desse comportamento grosseiro. Achei que eu tinha ouvido errado. - Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte, eu contei tudo para minha melhor amiga, Melissa. Ela ficou furiosa, mas também queria que eu não ficasse presa a essa raiva. Ela planejou me levar ao baile de máscaras para relaxar, e eu não recusei. No sábado nos arrumamos na casa dela. - Quê isso, hein, amiga! Tá gata demais! – Ela me entregou uma máscara dourada, linda, toda trabalhada como se fosse uma renda, que cobria até o nariz e eu a coloquei. Eu usava um vestido de cetim vermelho brilhante e a máscara combinou perfeitamente. – Então, estamos prontas? - Sim estamos prontas. – Respondi e peguei minha bolsa. – Ih, esqueci meu perfume. - Não, tem problema, você vai usar o perfume novo da minha mãe. Ela não se importa. Quando o Fernando, namorado da Mel, nos viu sorriu, deu um beijo na Mel e disse: - Garotas, vocês estão lindíssimas! Acho que você vai sair dessa festa com um namorado novo, Cat. - Sem namorado, Nando. Na verdade, eu acho que é melhor eu ficar, eu não estou no clima pra festa. Por favor, Mel, deixa eu ficar? Não teve jeito, minha amiga me arrastou para o baile. Logo que entramos a Mel nos arrastou para o bar e falou no meu ouvido: - A festa é open bar, então hoje você vai beber para afogar de vez a tristeza! –A Mel me entregou dois shots de tequila e com mais dois em suas mãos me falou: - Vamos virar! – viramos a tequila e o Fernando já entregava uma taça de cosmopolitan para cada uma. Melissa me arrastou para a pista de dança e até que eu estava me divertindo. Começou uma música lenta e o Nando e a Mel começaram a dançar agarradinhos, aproveitei a deixa e me encaminhei para o buffet, mas não consegui chegar, senti uma mão puxando a minha e quando olhei para trás havia um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim, e que sorriso! Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - E por que não? Vamos dançar. – Sorri pra ele. Era impossível resistir aquela voz rouca sedutora e aquele sorriso lindo meio de lado! Ele era alto, ombros largos, um sorriso encantador e olhos azuis, tão azuis que eram quase violeta. Ele tinha uma boca que convidava ao pecado, cabelos castanhos, e quando me puxou pela cintura eu apoiei as mãos em seu corpo e percebi que ele era uma parede de músculos bem definidos. Embora a máscara não permitisse ver seu rosto, ele era muito charmoso e encantador. - Eu estava observando você desde que chegou. – Aquele homem, com ar misterioso, falou no meu ouvido. – Você é tão linda! - Você é gentil. Mas você não é da cidade, é? – Ele tinha uma presença forte, emanava poder. - Não. Um amigo me convenceu a vir a essa festa. - Parece que temos algo em comum, meus amigos também me convenceram a vir. - Sorte minha! - E por que? – Sorri. - Porque eu fiquei fascinado quando te vi. Você é muito linda. – Enquanto ele falava no meu ouvido eu ia me arrepiando, sentindo meu rosto esquentar e o corpo formigar, ele realmente me encantou. - Mesmo com a máscara? - Mesmo com a máscara! Você é linda demais. - Você é um sedutor. - Você me acha sedutor? - Você sabe que é. E lindo também. - Que bom que você gosta do que vê. – Eu me senti um pouco zonza, não sei se pela bebida ou pelo perfume delicioso que aquele homem usava. Acabei tropeçando nos meus próprios pés. - Você está bem? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? Esse homem, mesmo com a máscara, exalava sensualidade em cada movimento. De repente, pensei: por que eu deveria continuar mergulhada na dor da traição? A vida ainda tem muitas coisas maravilhosas, não tem? Como agora. Como se estivesse hipnotizada, eu assenti levemente e então lentamente abri meus lábios...		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560443	1	active	11/30/24, 6:28 PM	5/7/25, 11:42 PM	1733012922	1746679354		1942																										amazon.com	Shop Now			DCO	A Body in the Ballroom		https://www.amazon.com/dp/B0BNP6V87Q?maas=maas_adg_C8F741E09DD6C44664275B322F63D211_afap_abs&ref_=aa_maas&tag=maas			1.132732104395E+14	Kelly Mason	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468884576_1258418042095430_4443581035407285522_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pySoDTvfNpgQ7kNvgHU2U2E&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYCvsXLiGHIBQ-3W6Wi3NTF9oGjsCGA1PriBt5pdY8xK7Q&oe=675174A8	PERSON_PROFILE	0					0		Discover the glitz and mystery of the 1920s with "Murder at Millar’s Hotel"! Lady Ellen’s peaceful seaside escape turns deadly when her nemesis is found face down in his soup. Accused of murder, she teams up with a clever chambermaid and a brave war veteran to uncover the real killer. Dive into this captivating whodunnit and unravel the secrets of Branden Bay. Perfect for fans of twisty plots and historical intrigue!		Kelly Mason		1141	https://www.facebook.com/KellyCozyMason/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561356	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/6/25, 2:32 AM	1733013489	1749195127		1942																										carcan.com	Order Now			DCO	50% OFF TODAY ONLY on Facebook! ➡️ ➡️	{{product.description}}	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468509133_571633575806757_6765650908808287944_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=8nMuDpwtGM4Q7kNvgFUBCPR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYyBK5IsjF6rrj5z8Vbp1HF&oh=00_AYBSGI7IFxwlRZ25XXAAmwfNuWbBECGxGmwdO8VY3L9H6Q&oe=67516CDD	PERSON_PROFILE	0					0		50% OFF TODAY ONLY on Facebook! All we ask is you SHARE THIS POST TO BE FAIR - we lose money if you don't! 😊 AS A BONUS THEY ARE BIGGER AND BETTER AND LAST FOREVER • Millions of Happy Customers in USA 🇺🇸 • Billions of Plastic Bags Saved ♻️ AS SEEN ON TV WITH SHARK TANKS HOST Don't love it? Keep it free - Now that's a guarantee! 😊 Text "SALE" to 227226 for exclusive deals & updates! WE PROMISE TO ALWAYS OVER DELIVER AND WE APPRECIATE ALL THE SUPPORT OVER THE YEARS CARCANS FOREVER ❤️ Don’t Forget to share this post or we are toast! 🙌 ALMOST OUT OF STOCK ⏰		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2560680	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/7/25, 11:33 PM	1733013067	1746678826		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=1129045438529903&rawadid=120214592782180120			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465963808_1750417385711442_1861707785469510247_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=wBn61UEfUfQQ7kNvgH3JjGC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYDBdNspT0RU2l54forxIwEIrDH_cMZbOr2YbyK7S8VR2A&oe=675167B1	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560280	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/10/25, 3:54 PM	1733012795	1749588890		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214497049460700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466674225_1084492073256759_360213215874785446_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1DyzAG4Pp38Q7kNvgE8oPF5&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYA3O1QQk2WCV5nvceXWelhwrP7nqlT2_cI-kxnBhhnSew&oe=67516DD6	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560670	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/8/25, 2:00 AM	1733013058	1746687650		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215914167530204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467372434_940583174245382_2450284325795383113_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=I5raJja34UoQ7kNvgGsdhDz&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYCmlbbAjeEUlMxuAxLNjiqUUEN32jpODxKFHTTetJaliA&oe=6751957F	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561572	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/14/25, 5:40 AM	1733013589	1752489622		1942																										paulandshark.com	Learn More			DCO	Holiday Season		https://www.paulandshark.com/holiday_season_2024/holiday_season_2024.html			1.7852134217643E+14	Paul & Shark	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468615734_1083508163256164_5618448119619945808_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0VeZZm0ymTQQ7kNvgFoyXRJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCcoerpMkXAjGjRb1ffVR7tkhpd_TQVsBDAqQ9hT8E5dw&oe=675184C5	PERSON_PROFILE	0					0		The Christmas Road to the Hamptons. Warm tones and exquisite details. Gift your loved ones timeless quality and style with Paul & Shark's Holiday Season collection. Visit our website and discover the magic of the holidays for you and your loved ones!		Paul & Shark		202621	https://www.facebook.com/paulandshark/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561001	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/10/25, 9:20 PM	1733013292	1749608429		1942																										eventbrite.com	Buy tickets			EVENT	Pop up Barre Class with Kelly	13451 McGregor Blvd Suite 30, Fort Myers, FL	https://www.eventbrite.com/e/pilatesbarre-class-with-kelly-tickets-1091287934589?utm-campaign=social&utm-content=attendeeshare&utm-medium=discovery&utm-term=listing&utm-source=wsa&aff=ebdsshwebmobile			1.0815280411023E+14	Ritual Yoga Space	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468626431_9159499764080823_3257382733537421009_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-daYCB28p60Q7kNvgE5r_2R&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax7uj5cmm-zestqcBjsp3zF&oh=00_AYD8EaTB6Mwlw98ZdOvW50kT8k3UajwhT3g0-N9qnhA-gg&oe=67519315	PERSON_PROFILE	0					0		Come try a barre class with Kelly from Barre Roots as part of our Holiday Small Business Shopping Market! Class is $15 to attend. Space is limited and you must sign up in order to attend:		Ritual Yoga Space		704	https://www.facebook.com/heartspaceyogacollective/	0		BUY_TICKETS								View Edit Delete
2561246	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/3/25, 3:12 PM	1733013434	1748981561		1942																										api.whatsapp.com	Send WhatsApp message			VIDEO			https://api.whatsapp.com/send			2.6836410637116E+14	Your Minett Shopper	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468649138_877239547950668_5409623641008530617_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ASI1bvqLFVgQ7kNvgFrPIQ3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYA_DPdhus7xE0-9ke3coGoOOwxDIJAuwhOPzVMST6RzaQ&oe=6751988B	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly Pochette vs Kelly Cut: which one captures your heart?🖤 #hermes #yourminettshopper #kellypochette #kellycut #kelly #hermesbag #hermeslover #hermesaddict #luxurywatches #hermesclub #personalshopper		Your Minett Shopper		2	https://www.facebook.com/61559803690355/	0		WHATSAPP_MESSAGE								View Edit Delete
2561209	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/10/25, 9:30 PM	1733013422	1749609042		1942																										aevoria.store	Learn more			VIDEO	🇺🇸 Made in USA ✅ Backed by the American College of Rheumatology (ACR) 🚚 Delivered in 3-5 Days!		https://aevoria.store/products/bone-healing-cream-us			1.0481964194158E+14	Dr. Bryan T. Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468710296_1046106530534354_522032803368616724_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Bqgqi9rvHxYQ7kNvgGc4DnL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYDFCHdXLklK9RHTV784fPVU3CC1fovOh95G1_8xWv_L9Q&oe=67518066	PERSON_PROFILE	0					0		Let’s talk about one of the most excruciating pains millions face every day: arthritis. With over 350 million people worldwide affected, it often feels like a condition that can strike at any time. But is there a way to alleviate its grip? Introducing the Bone Healing Cream—a breakthrough product designed to target joint pain and inflammation at its source. Specially formulated to promote bone health and reduce stiffness, warmth, and swelling, it’s perfect for those seeking relief from arthritis symptoms and other musculoskeletal conditions. Recommended by the American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS), this cream combines the natural power of Bee Venom Extract with clinically proven ingredients like Glucosamine and Chondroitin to reduce pain, repair joint tissue, and enhance mobility. Results can be seen in as little as 3–6 weeks! 🌟Ideal for: ✅Seniors or individuals suffering from arthritis or joint pain ✅Those looking to improve joint flexibility and reduce stiffness ✅People seeking natural pain relief with clinically backed ingredients Learn more about how to heal arthritis here👇 https://aevoria.store/products/bone-healing-cream-us		Dr. Bryan T. Kelly		1348	https://www.facebook.com/100094660975691/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560349	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/3/25, 3:08 PM	1733012846	1748981330		1942																										itgrealty.com	Learn more			IMAGE	Your Brevard County Real Estate Experts	Click or Call (321) 622 2701	https://www.itgrealty.com/			1.5531490117447E+14	ITG Realty	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465982820_583857927658483_2206913050480320989_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=iOuImWkMnu8Q7kNvgF3ZpWY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYDIXJ3Oh6C6fovpa_fz91qUxOusNQYrf79oKxflYJGm5w&oe=67518E99	PERSON_PROFILE	0					0		Rusty & Kelly Melle CRB, MRP Realtor/Broker | CLICK to view Property Videos or Create a Complementary Custom Market Report for Your Area!		ITG Realty		399	https://www.facebook.com/ITGRealtyLLC/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560830	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/8/25, 8:41 AM	1733013178	1746711683		1942																											Send message			IMAGE						2.369368928376E+14	Purina Lifestyle Product Specialist Kelly Harper	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468749739_907801104698739_9106270809392763358_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=sck3JRTFS14Q7kNvgGv0eN4&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGrh9xaqsrmLcvdaaClwGN-&oh=00_AYBRheaPdcxPNQMonWtlfi5YSbgEpCA0ljEijxPukQxldQ&oe=6751706F	PERSON_PROFILE	0					0		At Purina, our passion for your animals drives everything we do. From top-notch nutrition to dedicated support, we’re here to help your animals thrive. Contact me today to find the perfect feed solution! 🐴 #FeedGreatness #YourLocalPurinaExpert		Purina Lifestyle Product Specialist Kelly Harper		27	https://www.facebook.com/PurinaLifestyleProductSpecialistKellyHarper/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2560674	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/8/25, 7:39 AM	1733013062	1746707947		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215913771310204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467823004_1124190425792558_5906569914134188050_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=qqeiu9H1LbgQ7kNvgGwhNaK&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYB1bYYLts5GJeF5XerNWDkoVWHytcM4GK2Qn5Cc4ap3SA&oe=675194E1	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560647	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/8/25, 1:18 PM	1733013044	1746728323		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573245220204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465808921_1250901216244186_2353308818178162867_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=AxCkpf9YuvUQ7kNvgFRxvfi&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYASIK-rmBBTOEZAfaL8M_fCFUjQ3XE8wSjVVecObGAb9g&oe=6751725D	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561032	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/10/25, 11:58 PM	1733013323	1749617896		1942																										makezbrightgifts.com	Shop now			IMAGE	We'll Be Friends Until We're Old And Senile Then We'll Be New Best Fri	Make every cup of morning caffeine extra special with a personalized coffee mug!This personalized mug will be the perfect celebratory present to mark your incredible friendship with your besties. Show your sisters/besties/brothers, even your pets how much they mean to you with our top-quality person...	https://makezbrightgifts.com/products/well-be-friends-until-were-old-and-senile-then-well-be-new-best-friends-v3-personalized-mug			4.5061165511808E+14	Makezbright Gifts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468595732_940253048036440_2765887404591182320_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=xkpKwSrTTbwQ7kNvgGDW1Og&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AWM6J27Yi1Io8ExkT64aHzZ&oh=00_AYBsGlvm9Xu9WFuiQWbWFmXVuKO2L3tS4wHsvBX6F_Fm9Q&oe=675170A8	PERSON_PROFILE	0					0		We'll Be Friends Until We're Old And Senile Then We'll Be New Best Friends V3 - Personalized Mug ❤️ 👉 Order here https://makezbrightgifts.com/products/well-be-friends-until-were-old-and-senile-then-well-be-new-best-friends-v3-personalized-mug		Makezbright Gifts		328199	https://www.facebook.com/superherogift/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560436	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/11/25, 3:46 AM	1733012918	1749631614		1942																										dynamic.webnovel.com	Learn more			VIDEO	Click to read exciting plot!	Click to read online	https://dynamic.webnovel.com/noah-ssg/starshinning/202305122/30244563706755305+1+5+facebook?utm_source={{campaign.name}}&utm_campaign={{campaign.id}}&utm_adset={{adset.name}}			1.1100433142344E+14	Floyd Dylan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468239746_8796091050467267_8312116544168101571_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=UU41ge4VIsoQ7kNvgE8IZFf&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYCpu3wcxqgkXx9r85XHafvDxkAQJsPhJSQkYKNa3qBb8w&oe=67516207	PERSON_PROFILE	0					0		Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly’s first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart. Lexi Gilbert. The woman Pierce could never forget even if he had already been arranged to marry Kelly. *** Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. *** Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who..		Floyd Dylan		581	https://www.facebook.com/100090047030538/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561166	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/25/25, 7:50 PM	1733013399	1748220641		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468939356_537755862430455_4903730481206122260_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=S8kD54dpu9YQ7kNvgGqYOER&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYBjsYaop81Nx_Vb5yr4reWsQ6dYQWgEQ5TYW1XrIyPIbA&oe=67517E49	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561333	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/11/25, 4:45 AM	1733013477	1749635141		1942																										msblue.com	Shop Now			CAROUSEL			https://msblue.com/pages/msblue-black-friday-sale-2024?utm_source=facebook&utm_medium=cpa&utm_campaign=%E3%80%90Purchase%E3%80%91PARTNERSHIP+AD+-+JM+20240613&utm_content=1129-kellychan360-18045248855127376			1.0231160130532E+14	Kelly Chan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468638216_483557018176853_4708342288519595345_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7g0qvMqvpvYQ7kNvgHwZlvB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AlOr6rt9blPwYIS77QsfPSb&oh=00_AYCU9AVOgJR2by-L8Y8m2RET9bdO1uKB-UBkF_5aGs2ThA&oe=67518C22	PERSON_PROFILE	0					0				Kelly Chan		4366	https://www.facebook.com/kellychan360/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560894	1	active	11/30/24, 6:33 PM	7/15/25, 7:47 AM	1733013236	1752583626		1942																										www.mnnice.com	Learn more			VIDEO	Get a Cash Offer For Your House in 24 Hours or Less	You have nothing to lose!	https://www.mnnice.com/get-a-cash-offer-today/?utm_source=Facebook&utm_medium=Paid&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{ad.name}}			1.1078882453040E+14	MN Nice Home Buyers	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468659778_1102941711212765_4024047620635102754_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_F2ZOJoZmwQQ7kNvgFIn37J&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYD43z_p6ROXBEuAHZffUtF99Av_3tM7-U3JPPRiBfcdMQ&oe=6751941F	PERSON_PROFILE	0					0		☝️We need to buy a few properties this month and we're willing to pay more for properties than a typical real estate investor would! 👉🏚We help property owners in all kinds of situations. From foreclosures to burdensome rental properties - We offer cash for your home. Can we give you an offer to buy your property? It's OK if it needs work or fixing up... Just click below, fill out the form and we'll do a little research to give you a no-obligation offer within 24 hours. What have you got to lose? We'll take it as is, no need for repairs. There will be no commissions or fees, and no need for a realtor. Just a fast close and cash in hand. Find out how we can help you sell your property by clicking on “Learn More” button below.		MN Nice Home Buyers		195	https://www.facebook.com/mnnicehomebuyers/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560952	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/11/25, 2:03 AM	1733013267	1749625422		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			IMAGE	instagram.com		http://instagram.com/meganfoxkelly			1.0372561817453E+14	Megan Fox Kelly Art Advisory	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468625023_1285193465995017_7851844231665117575_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3IuOrTrBnYsQ7kNvgGRMBKH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ApjZ6PxA-FHWd1cbZT4AqD6&oh=00_AYDT9fE7AFMMS-xKzifkeBNCV0BYZ0xqOcsaxhXJiIfrcg&oe=67516FAC	PERSON_PROFILE	0					0		On My Bookshelf Now: “Sheila Hicks: Radical Vertical Inquiries” by Frauke V. Josenhans 📚 A great new book on Sheila Hicks’ cascading multicolored fiber structures, with beautiful reproductions of the columns she created over the last 10 years. This book also highlights Hicks’ most recent installation, “Vers des horizons inconnus” at the Institut de France during Paris+ in 2023. _ @ateliersheilahicks @delmonico_books @hastingshicks #fraukevjosenhans #radicalverticalinquiries #artbook #artread #sheilahicks #contemporaryart #artinstallation #weavemaking #fiberart #traditionalart #delmonico #artadvisor #artadvisory #meganfoxkelly		Megan Fox Kelly Art Advisory		238	https://www.facebook.com/MFKAdvisory/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560704	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/8/25, 2:53 PM	1733013085	1746734021		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507384270204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465368874_3317891805012410_9020406357299958784_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WE1n4FjiPQMQ7kNvgGpRCuT&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYArLMzKJJEwdCA4WEI7pUId7emne58X0IrlzEGNjSzMxQ&oe=67516386	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561303	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/11/25, 10:58 PM	1733013459	1752292707		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/lavaartisans			1.1971311772743E+14	Lava Artisans	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468594463_1567325093984588_7410833756154618667_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hJZZ1yO0VcoQ7kNvgG-3oUQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AgLWYJ-ALp2dWRN2qz5RBej&oh=00_AYBbPmCoiYsMksOGHktyNM9p2bPiewGNla5PJCvtqiW9sg&oe=675195D6	PERSON_PROFILE	0					0		Are you ready? Black Friday to Cyber Monday... Live streaming on IG & TIK TOK DON’T MISS: Steals & Deals Guest Hosts Luxury Watches Natural Gemstones Natural Diamonds European Estate Jewelry Diamond Tennis Necklaces Color Tennis Bracelets Chokers Chunky Gold Black Diamonds Fashion Jewelry Giveaways Platinum, 18K, 14K, 10K ALSO WILL BE ANNOUNCING THE WINNER OF THE H*ERMES KELLY GIVEAWAY!!!! 11/29 Black Friday Steals & Deals 12:30 pm EST Fine Jewelry w/ @currentlycartercloset and SURPRISE GUEST HOST!!!! Win $100 Shopping Credits Featuring: Giftable earrings, necklaces, rings, bracelets... European Estate Jewels Stragglers (#iykyk) Big gemstone rings & pendants 11/30- Small Business Saturday Noon EST Fine Jewelry Part 2 Win $100 Shopping Credits Featuring: One of one 18K Rainbow jewelry at best value pricing Diamond Tennis Necklaces Diamond Tennis Bracelets Estate rings Black diamonds Chokers Solitaire Pendants Gold Jewels, & more... 12/1 National Secondhand Sunday 10 am EST Preowned Luxury Watches w/@watchbyjules Noon EST Our favorite NYC Diamond District supplier is back with the deals! Rob joins Lava for an unending supply of closeout & estate jewels. 12/2 Cyber Monday Noon EST—Join @watchbyJules and @lavafinejewelry for a full day of Luxury Watches and Fine Jewelry, Trivia, Giveaways, Stragglers, Shopping Credits, and story time. 12/3 Giving Tuesday Time TBD SHOP FOR A CAUSE Lava will donate $500 to a charity selected by one of our shoppers on Giving Tuesday. #Blackfriday #wholesale #wholesalejewelry #diamonddistrict #nyc #sales		Lava Artisans		12	https://www.facebook.com/100090744623742/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560064	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/17/25, 2:31 AM	1733012673	1747467068		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460995122_536409665411185_2841353432547896925_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2PeATo9S6EUQ7kNvgGmtV8A&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCGEbAfZlZmFr5iAuxOvrOylWoTsJUrPUrGx8yAQeIclQ&oe=6751730C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560526	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/28/25, 9:33 PM	1733012971	1745894004		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861492820204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467176888_1095558668831308_7763337513117876412_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_wnQsFRdbqcQ7kNvgGT_2fp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYDPeu6TSTe1bMSGjPyn7azhej81YCi_Y5LGsMRPH7qjtg&oe=67517304	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560176	1	active	11/30/24, 6:25 PM	4/28/25, 9:33 PM	1733012741	1745894007		1942																											Watch More			DCO	Descargar ahora👉👉👉	{{product.description}}				2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461686156_1560443228180885_3396688902021659605_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mW_fR-e8FC8Q7kNvgEAwtK6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYCBmt54WYzInlRq5VnHYZy66n__PB66d6prsvD_Re0DVA&oe=67518E5A	PERSON_PROFILE	0					0		No hace falta que busques más. Esta es la serie que estabas deseando ver. ¡No te la pierdas o te arrepentirás! 😍		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2560532	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/11/25, 1:14 PM	1733012973	1749665658		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215806701600204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467277108_509024815430707_1684798224204237756_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7xzWebNW-mAQ7kNvgHPyVJm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYDgoSn15GwjRBM3z9SmDApDqwZ_NdkWwt9G2CPuXHf_ZA&oe=675190B4	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561453	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/13/25, 11:10 PM	1733013527	1752466203		1942																										pacagen.com	Shop Now			DCO	Save 25% on Holiday Allergen-Proofing Bundles!	Pacagen’s Cat Allergen Neutralizing products are the #1 remedy for cat allergens. Developed with veterinarians and engineered for world-class efficacy, our breakthrough technology removes 98% of cat allergens on contact, so you can breathe easy around your cats. 96% of Pacagen customers reported that Pacagen helped their or a loved one's cat allergies. Real science for real results. Click now to try Risk Free for 30 Days.	http://pacagen.com/products/holiday-bundle			1.016483762011E+14	Pacagen	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468215355_1139359861131341_3292703875814970841_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mlNuke_9tq8Q7kNvgFOG51Y&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYCLB8dQIkwUrHFWAfCZ-Wh_0-lgb1233qzzL7WcCWPa1A&oe=67516D06	PERSON_PROFILE	0					0		Don’t let cat allergies keep your family apart this holiday season. Pacagen is here to help you allergen-proof your home. Our Limited Time Only Holiday Bundles give you two ways to neutralize 98% of cat allergens in your home. You can save 25% on our Holiday Allergen-Proofing Bundle while supplies last. That’s guaranteed cat allergen relief for the whole holiday season and $46 saved in your pocket. 😻		Pacagen		3837	https://www.facebook.com/pacagen/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561327	1	active	11/30/24, 6:37 PM	5/8/25, 5:16 PM	1733013475	1746742609		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-high/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468708863_1649297688958455_1593554103337978780_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=rLdRIDikWF4Q7kNvgEp_2ck&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaYi6LTLHA5lRoI1AMxLlkW&oh=00_AYAFKBMPYs5oQo8KExGky_sdaLSbcavBB_Toujy5-lYI6w&oe=675199EF	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560769	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/8/25, 4:36 PM	1733013140	1746740210		1942																											No button			MULTI_IMAGES						1.1147495538673E+14	Populus Denver	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468610761_1574144086561266_3256239734317120578_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=sbS9WzaP5tMQ7kNvgF-03cx&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYCFcX87kh814D9mbX52gZmZqP3ZxqN_Tu6q34kLFNV2sA&oe=67516350	PERSON_PROFILE	0					0		No excuses here. 🧘‍♂️ Whether you're channeling zen or deadlifting away the day’s grit, our top-of-the-line gym’s got everything you need, and it's open 24/7! So hit the mat, grab a kettlebell, or just stretch out and take in the view. #PopulusDenver 📷: Stephanie Kelly		Populus Denver		2297	https://www.facebook.com/61550600350540/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2560055	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/11/25, 2:48 PM	1733012668	1749671340		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458406053_1052754443037721_5846550757853566253_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0NkwBIM4dIMQ7kNvgHART7-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYAl2PFLfeq87M3gbxXnPOZIoU4CEuK9AMhiEEzUJmEgqg&oe=67516AC1	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560048	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/24/25, 11:50 PM	1733012666	1748148655		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461161006_552547384104728_2693328307478602036_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6C09D2NvIZIQ7kNvgH21-W7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCi5bKd1nFZlU82pnsacv_F_hfgjxvCIIA0_J576N3aFA&oe=67518CA3	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560046	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/19/25, 2:20 PM	1733012666	1747682404		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461161006_552547384104728_2693328307478602036_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6C09D2NvIZIQ7kNvgH21-W7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCi5bKd1nFZlU82pnsacv_F_hfgjxvCIIA0_J576N3aFA&oe=67518CA3	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561043	1	active	11/30/24, 6:35 PM	7/15/25, 3:07 AM	1733013331	1752566842		1942																											Send message			VIDEO						1.4246131243999E+14	Ms. Kelly Tình - Đại Lý Gluzabet Chính Hãng Tại Hoa Kỳ	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468809748_965009282329628_861510247165742937_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ZuUF-_jxNZoQ7kNvgGFrVbw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYAOx1_bQzLFnaPk9K6pr27tYgEXr28EGP4NFB6XUQsCCA&oe=67517C29	PERSON_PROFILE	0					0		Ai BỊ TIỂU ĐƯỜNG MÀ CHỈ SỐ KHÔNG XUỐNG MÀ CỨ TĂNG??!!!! NHANH TAY NHANH TAY GỌI CHO KELLY TÌNH 720-935-0209, HOẶC NHẮN TIN CHO EM!! GLUZABET-SỮA TIỂU ĐƯỜNG Bên Em ĐANG ĐƯỢC RẤT NHIỀU BỆNH NHÂN TIỂU ĐƯỜNG YÊU CHUỘNG! 💜 Mất Đi Tiền Là Mất Ít, Mất Đi Tình Yêu Là Mất Nhiều, Mất Đi Sức Khoẻ Là Mất Tất Cả💜 🥛🥛SỮA GLUZABET KHÔNG CHỈ GIÚP HẠ ĐƯỜNG HUYẾT, MÀ CÒN GIÚP BỔ SUNG DƯỠNG, TĂNG CƯỜNG ĐỀ KHÁNG, TỐT CHO TIM MẠCH, HUYẾT ÁP, MỞ MÁU -Mua 4 hợp được tặng quà 🎁 🎁🎁🎁 -mua 1 Thùng 12 hộp Nhận Giá Sỉ và được Quà khủng!! 🎁🎁🎁🎁🎁🎁 - Giảm Giá 30%🎁🎁🎁🎁🎁 ✈️FREE SHIPPING TRONG NƯỚC MỸ ✈️ --------------------------------- 🌟 Vì sao Gluzabet là lựa chọn số 1 cho người tiểu đường? 🔸 Công nghệ Enzyme Siêu Hoạt Hóa: Đây là công nghệ tiên tiến giúp thẩm thấu các dưỡng chất vào cơ thể nhanh gấp 20 lần so với sản phẩm thông thường, mang lại hiệu quả nhanh chóng và rõ rệt. 🔸 Hoạt Chất Phlorizin từ Vỏ Táo Đỏ Mỹ: Hỗ trợ phục hồi tuyến tụy, điều tiết insulin tự nhiên, ổn định đường huyết chỉ sau 10 ngày sử dụng. 🔸 Chiết Xuất Quý Từ Hạt Sen: Giúp giảm căng thẳng, cải thiện giấc ngủ, hết tiểu đêm, mất ngủ chỉ sau 20 ngày. 🔸 Công Nghệ Canxi Nano: Giúp giảm tê bì chân tay, đau nhức xương khớp, tăng cường sức khỏe xương khớp chỉ sau 30 ngày. 🔸 Thành Phần 100% Tự Nhiên: Được làm từ các loại hạt quý như đậu xanh, đậu nành, bí đỏ, và bổ sung 32 vitamin và khoáng chất thiết yếu. Đảm bảo an toàn và không gây tác dụng phụ. --------------------------------- 🏆 Cam Kết Vàng từ Gluzabet: - Hoàn tiền trả hàng nếu sau 7 ngày không hợp sữa! --------------------------------- Đừng bỏ lỡ cơ hội vàng này! Hãy để lại SĐT "NHẬN QUÀ" và chúng tôi sẽ tư vấn miễn phí cho bạn. ƯU ĐÃI DUY NHẤT TRONG DỊP LỄ THANKSGIVING! Đừng để bệnh tật phiền hà con cháu, hãy hành động ngay bây giờ! ☎ Hotline: 720-935-0209 🏠 Littleton, Colorado #Gluzabet #suatieuduong #tieuduong		Ms. Kelly Tình - Đại Lý Gluzabet Chính Hãng Tại Hoa Kỳ		1327	https://www.facebook.com/100063167471775/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2560340	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 11:18 PM	1733012838	1745900337		1942																											Contact us			IMAGE	2019 Ford F250 Super Duty Crew Cab · Platinum Pickup 4D 6 3/4 ft		https://facebook.com/marketplace/item/601021275697569/			1.0288689826946E+14	Kelly Gettinger		REGULAR_PAGE	1					0		2019 Ford F250 Super Duty Crew Cab · Platinum Pickup 4D 6 3/4 ft - $42,900.00 2019 F250SD SRW 4X4 Crew Cab Platinum🔥 ⚡️Exterior Color: White Platinum Metallic Tri-Coat ⚡️Interior Color: Black Leather Engine: 6.2L EFI Transmission: 6-Speed Automatic Trans G Mileage: 117,610 2-Owner🌟172-Point Inspection by trained technicians ‼️Comes with a 12month/12K mile Powertrain Warranty‼️ ✅Platinum Ultimate Package: ⚡️Power Moonroof Twin Panel ⚡️Adaptive Cruise Control ⚡️Lane-Keeping Alert ⚡️Ultimate Trailer Tow Camera ✅Power Sliding Rear Window W/Defrost & Privacy Tint ✅Spare Tire & Wheel Lock ✅Tow Hooks ✅10-Way Power Driv/Pass Heated/Cooled Leather Front Seats ✅Ambient Lighting ✅Heated Leather Steering Wheel ✅Ford Pass Connect ✅Reverse Sensing and Rear View Camera ☎️573-392-3333 or online at LloydBelt.com👇👇👇👇 https://www.lloydbelt.com/default.asp?page=xInventoryDetail&id=15528328&p=1&make=ford&s=(Sort%20By)&d=D&fr=xAllInventory Facebook Marketplace		Kelly Gettinger		0	https://www.facebook.com/Kelly-Gettinger-102886898269455/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560313	1	active	11/30/24, 6:26 PM	5/8/25, 4:54 PM	1733012813	1746741285		1942																											Contact us			IMAGE	2017 Ford Expedition Limited Sport Utility 4D		https://facebook.com/marketplace/item/1548171089135475/			6.2645219787298E+14	Daniel J Kelly III	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468804765_1127715878904374_1002716314220867377_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9kSQSHBcHIUQ7kNvgHTlQVc&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYA-JNY8OOcIc2_pV8n7vBYXb7DV4TGgHEqVPxmtck7juw&oe=67516D7A	REGULAR_PAGE	1					0		2017 Ford Expedition Limited Sport Utility 4D - $18,995.00 Year: 2017 Make: Ford Model: Expedition EL Trim: Limited Condition: Used Clear Title Miles: 114K Exterior Color: White Pearl Interior Color: Black Leather Engine : 3.5 V6 Ecoboost Transmission: 6 Speed Automatic Drivetrain: Four Wheel Drive Well equipped EL Limited. 3.5 Ecoboost. Heated and cooled leather seating + rear heated seats, Ford SYNC touchscreen with Navigation, usb+ bluetooth, Apple Carplay and Android Auto capable, xm capable. Remote start, backup camera, moon roof. All power options including seats, third row, and liftgate. Also has all weather floor mats and cargo liner. One owner vehicle, clean Carfax. Like new Goodyear tires. Clean inside and out. Runs and drives well. Asking $18,995.00 Call or Text Dan @ 978-375-7477. Facebook Marketplace		Daniel J Kelly III		0	https://www.facebook.com/Daniel-J-Kelly-III-626452197872977/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561208	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/12/25, 1:27 AM	1733013422	1752301680		1942																											Contact us			IMAGE	2008 Nissan TITAN SE Crew Cab		https://facebook.com/marketplace/item/1536786500285295/			1.0336209440343E+14	Charles Davis		REGULAR_PAGE	1					1		2008 Nissan TITAN SE Crew Cab - $11,500.00 Wow! Selling today a Beast of a Truck! We bring to the showroom a 2008 Nissan Titan SE Pick Up Truck! If you’re looking for a big, powerful truck that’s out of the mainstream in both style and features, this is the truck for you! TITAN is powered by a stump-pulling 5.6 V8 Engine coupled w/ a smooth Transmission with No Slipping or Shifting Issues....Excellent Suspension with good tires and brakes! No Rust and No Squeaking.! The interior is in great shape overall with No Cracking or Splits on the Dash! Full Tow Package with Electric Tow Option In-ash....Power Everything...Bed Liner.... Extremely DEPENDABLE truck for daily use or work. Kelly Blue Book Private Seller Value up to over$12,000! Nissan Titans known for longevity to run forever. Titan has state inspection and Clear Title! A/C and Heat works great Dual Zone Climate Control Roomy Interior! Runs great, no leaks or mechanical issues Would make for a great daily driver, family hauler or work truck! We are located in Rocky Mount NC. Reasonable Offers are Welcomed! Thank You for Viewing Ad! Facebook Marketplace		Charles Davis		0	https://www.facebook.com/Charles-Davis-103362094403426/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560702	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/27/25, 4:03 AM	1733013084	1748336640		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573257230204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465792136_8687319948018463_7158106465240626263_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zdTMarwhdiwQ7kNvgFBKFcr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYCAhztNunIp6wtAMb4G5mVqxDCPo4kBl6eHx_bpDG-_HQ&oe=67519714	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560286	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/5/25, 8:56 AM	1733012798	1749131763		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214496990440700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467301469_560294099975950_8132506098062271743_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=edR59k6TGDUQ7kNvgHUztie&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYCkAUE9OLjL302eiGcyPARU2DUv7B7ABozyulJ78vHB5A&oe=67518890	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561347	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 4:54 AM	1733013484	1748944497		1942																											No button			VIDEO						1.5333146067313E+15	Realtor Aimee Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468593124_1897772717414646_8625963005085144255_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5_KhXc86cmMQ7kNvgFLPVGU&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AfYRrnKR6DeL6_JDmNWQSX9&oh=00_AYCVJCEKao0_kI1lSIvkJW2jf4NWTXxAO83WLmwQDUm-Pw&oe=6751689F	PERSON_PROFILE	0					0		🧝 The Aimee Kelly Crew is BACK, with our 7th Annual Holiday Giveaway Event! 🎁 We've had plenty of gracious donations in the past, and this year is no different! Thanks to the support and generosity of some of our favorite local businesses, we have OVER $5,000 WORTH OF GIFTS, sure to bring you fun and joy this holiday season! 👍 To enter, simply "like and share” the giveaway post and comment with a friend who you'd like to share these gifts with! You must enter on my main post to be eligible to win. 🎄 Stay tuned to our Facebook and Instagram pages starting Sunday, December 1st through Thursday, December 5th for your chance to win! 📯 We’ll be announcing ALL the winners from each giveaway day on December 8th. Each winner will be randomly selected, and I will personally spread the Christmas cheer by contacting you directly! ‼️ Just a quick reminder, friends: Don’t be a cotton-headed nini muggins! Scammers sit on a throne of lies. If someone asks for money or personal info, don’t believe it! We’d never do that! Remember, smiling’s our favorite, but staying safe is even better! ❤️ Good luck and happy holidays! #RealtorAimeeKelly #TheAimeeKellyCrew #eXpRealty #Giveaways #FreeGifts #SupportLocalBusiness Abigail Bechthold Realtor Beth Hernandez Duane Desilets Real Estate Jennifer Ann Weller Tom Kelly		Realtor Aimee Kelly		2310	https://www.facebook.com/RealtorAimeeK/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2560640	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/11/25, 4:38 PM	1733013041	1749677923		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213711012440238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465893416_1312332820126466_3749937197597455851_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9nvAbyCXfsIQ7kNvgECDUKN&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYCTUjicnFcFiXcbQPFrfm8wqrdujHPAvAS_Jutdb_4CJQ&oe=67516361	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560665	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/8/25, 6:18 PM	1733013056	1746746333		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507502660204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465582522_1078883517270677_3521442806125979079_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zN336VHHerwQ7kNvgEDEkUV&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYAo7vc6k5O9WtLE2Z3sikUeWWYJhP_CVnq-90rf-dto7A&oe=675168AF	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560083	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/8/25, 8:10 PM	1733012686	1746753002		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459492555_877862810485497_5713673609866983434_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-OpeJkIJhGEQ7kNvgFnxWKB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYAcNkIek5weWLmaZDmzRc38LFJ-VOcFMVaGPLdcOIFGOQ&oe=67518354	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire and His Blood wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2560439	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/11/25, 11:20 PM	1733012918	1749702046		1942																										kellymcguireyoga.com	Learn more			IMAGE	Kelly McGuire Yoga - Welcome to Kelly McGuire Yoga	Kelly McGuire Yoga offers Kripalu style yoga and meditation classes where all levels of yogis and practitioners are welcome.	http://www.kellymcguireyoga.com/			1.0809487750507E+14	Kelly McGuire Yoga	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468780091_900238725548712_8680737279435292293_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=LuFkPZHeEn0Q7kNvgHZPGmx&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYD6QKMLLpxqO1EF8Do25Mz-F-6lAs-cr302-hUTiow9MQ&oe=67516671	PERSON_PROFILE	0					0		🍂✨ Gratitude in Every Breath ✨🍂 As we gather in the spirit of Thanksgiving, I want to take a moment to express my deepest gratitude to YOU—our incredible KMY community. Whether you’ve joined us for yoga, meditation, Reiki, or simply shared your light and presence, you are the heart of everything we do. In a world where everyone’s journey looks different, I honor and respect the paths you’ve walked, the challenges you’ve faced, and the growth you continue to embrace. I am endlessly grateful for the trust you place in me to support your well-being. This Thanksgiving, may your moments be filled with peace, no matter how big or small your celebration. Let’s continue to cultivate mindfulness, compassion, and connection—not just for ourselves, but for the world around us. Thank you for letting me be part of your journey. 🧡 With love and light, Kelly 🕊️ Comment below: What are you most grateful for this year? I’d love to celebrate it with you! #Gratitude #MindfulLiving #Thanksgiving		Kelly McGuire Yoga		197	https://www.facebook.com/KellyMcGuireYoga/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561370	1	active	11/30/24, 6:38 PM	5/8/25, 7:35 PM	1733013497	1746750956		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/kelly_hamilton25			2.6162255703898E+14	kelly_hamilton25	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/468576187_578493234764716_7297940015778158500_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=9rJlm_AGyZ4Q7kNvgGFwcDR&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCnxPYVdG0Qt5SFp4cI6hpuQk2oCmnoACmLVFBxioCm5Q&oe=6751989F	IG_ADS_IDENTITY	1					0				kelly_hamilton25		0	https://www.instagram.com/_u/kelly_hamilton25	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560884	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/29/25, 5:46 AM	1733013229	1745923598		1942																										www.instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			https://www.instagram.com/_u/kellyjodesignsbywine			1.0573146294684E+14	Kelly Jo Designs by Wine	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468737428_516255394713476_8060880922590436440_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mpjVxPATG9EQ7kNvgE4m9qG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AK2eoXiRo6iiV89YAjTfwsP&oh=00_AYBa1voZMDZmZ6yL1K_dWGjocTXC0oB1dPVI7D3cJkCwiw&oe=67518F8E	PERSON_PROFILE	0					0		Join Sunday’s Annual Acrylic Pour Ornament and Canvas Party! ***Save $5 per person w/promo code: FamilyfunAcrylic24! (Must book by midnight Saturday) Perfect for all ages! #diycrafts #acrylicpour #abqevents #abqmoms #sipandpaint #abqtodo		Kelly Jo Designs by Wine		21513	https://www.facebook.com/KellyJoDesignsByWine/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560272	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/29/25, 6:34 AM	1733012791	1745926487		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044502620700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465415965_480758128330061_1446889209029763260_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=8IlsC2MOlmQQ7kNvgFrtV_v&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYB0jsMMzqWrqxLJ10PN1p08OsxCZPgVA5HLOsUJmqQqTA&oe=6751658E	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560669	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/8/25, 11:31 PM	1733013057	1746765065		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215572783370204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465648073_533457956116535_4637860569164453234_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=f65cSpzHBCYQ7kNvgFJokyU&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYBlS9FFzxdmZBoEFdGxukPiVWkeye2R66bL62VBlfo0nA&oe=675180FE	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560536	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/29/25, 6:37 AM	1733012975	1745926650		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807830560204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466874102_530207373193885_3825594285598017715_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Yi2Zjh1ydx8Q7kNvgHNToZG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYAuaTnSTsySKQleSDUtx6Xwd9yGiaem-_Qd-GdzHoKWIw&oe=6751733D	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560266	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/29/25, 6:26 AM	1733012788	1745926002		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=158964247257618&rawadid=120216736364030492			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465178910_1206160380608831_2910323470679292439_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=S6nwbifPuHIQ7kNvgHSWbr4&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYDQwHdQGLP3yUwLhD806N2Biho5A2oZoutJhdtZx5RR-Q&oe=675189B1	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560633	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/9/25, 1:34 AM	1733013034	1746772469		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807801170204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467123119_1102751218095078_8374835852036135915_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Zjfzkg0HrTcQ7kNvgEutjgg&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYDAHSIXhA8qNsfs_AY92N7WhdooEzQAMgrc1d4FKEgJRQ&oe=675177EC	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560708	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/29/25, 6:43 AM	1733013087	1745926981		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807600830204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466928629_2201657966895715_9222453783821403363_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WnbHGHEC7dgQ7kNvgH9lvXC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYAlv4cK4fy8H7vd37loUEQbaadrJrWpY3aCBsz-NQQwgw&oe=67517111	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561259	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 9:17 AM	1733013442	1752589060		1942																										https://www.etsy.com/shop/DreamsOfPearl?ref=shop-h...	Order Now			CAROUSEL	Bulk Order	Personalized Custom Beaded Name Bracelets|Custom Word Beaded Bracelets|Handmade Jewelry|friendship bracelets|Mama Day's	https://www.etsy.com/listing/1444487376/friendship-bracelet-bachelorette-party?click_key=04c70f0cf32ed9e5bd38fbcb2ffcf36d183afb33%3A1444487376&click_sum=577c2c83&ref=shop_home_active_36&pro=1&sts=1			2.5936685726774E+14	Dreamsofpearlbracelet	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468751766_3049881608484730_8532808163126069026_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KCVY4z5h27sQ7kNvgHbllfm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALjPyIDvfJ71vaYOetjeeiR&oh=00_AYCH_Mp0CSXC2YbkUokkYc5A5ejXJ5v9LmYpD2QkA54aaA&oe=675173F2	PERSON_PROFILE	0					0		Personalized Custom Beaded Name Bracelets|Custom Word Beaded Bracelets|Handmade Jewelry|friendship bracelets|Mama Day's		Dreamsofpearlbracelet		11	https://www.facebook.com/61558282242122/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2560016	1	active	11/30/24, 6:24 PM	5/28/25, 7:48 AM	1733012654	1748436527		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461181231_26965213796459071_4397342061172772226_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=--z4Pt4-VEMQ7kNvgGSvRU1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDOCPI2ED-uLZNcaNoOQgQgEg2_uypJcGKa3l0sDswGfA&oe=67516589	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560699	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/4/25, 4:42 PM	1733013084	1749073345		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861451830204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467422955_531125786427226_5522372280033157856_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Ug_MaSHaYOgQ7kNvgFn2hSR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYATDo85jtbgty7ybnXcRxMsFhcMQHCFrHhvBLYNExf2_w&oe=67519831	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560559	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/29/25, 10:26 AM	1733012994	1745940389		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=1129045438529903&rawadid=120214592811530120			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465709893_1066263008136574_7614671134474604491_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=LAInMI-BVIoQ7kNvgG3uQUa&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYB0Da9n0J-SeUoP7DvCaUaSP0GXVLa5Tdm-FRfQagMiNA&oe=675178D6	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561066	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/29/25, 6:55 AM	1733013344	1745927745		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDUeNFEN1RuwLO8Am0MAGNEPi5kZ6E4fIJXy0c-b9CpgQ&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560569	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/5/25, 9:53 PM	1733012997	1749178431		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/55905322-fb_contact-enp12_8-c1-0718-core1.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=233925549638247&rawadid=120212909957250604			1.1646967472085E+14	Fun Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/464619790_2962942103872233_1800272472590735957_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=QHBoUFTirBwQ7kNvgGW80jk&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYAIOxzu7VSlpbnwXvpxLX81mtHiT2bDPGooT0hc4id9zQ&oe=67517051	PERSON_PROFILE	0					0		Her groom ran away from wedding to pursue his first love. Heartbroken, she randomly found a disabled man who was also abandoned to get married. Unexpectedly, he turned out to be a billionaire! ===== Chapter 1 How About We Get Married? "Today is our wedding day! What am I supposed to do if you leave?" At the wedding, Elyse Lloyd was in a panic as she grabbed Theo Ward's wrist to stop him from leaving, her eyes filling with pleading. "Kaelyn knows about our wedding, and now she's threatening to jump off a building. You are aware of her depression, aren't you? I have to go save her." Theo explained impatiently and pushed Elyse aside. The venue was filled with the family and friends of both parties, all seated and waiting. The officiant had posed the question to Theo about his willingness to marry Elyse. Instead of replying, he ignored the officiant, answered his phone, and then abruptly attempted to leave. "Kaelyn Bennett totally stabbed you in the back before. She's caused you so much pain--why the heck must you go see her right now?" "You're not in a position to judge what happened between me and Kaelyn. No matter her wrongs or the pain she caused, you don't measure up to her." A pain struck Elyse's heart. "You're more concerned with your wedding than a living person's life. You're so heartless. Let's reschedule the wedding." Without a glance at her pale face, he strode away from the ornate altar, oblivious to the puzzled looks of gathered guests. Elyse cried out, sitting pitifully on the floor. She trembled, tears ruining her carefully applied makeup. The man she had loved for three years, disregarding her dignity, had chosen another woman without a second thought on their big day. He was consumed with thoughts of Kaelyn's distress but seemed indifferent to how lost and humiliated she felt, left alone at the altar. All around her, countless eyes watched, some mocking, some pitying, and others even gloating. Elyse had never felt such torment! Her father, Lanny Lloyd, approached. She hoped for comfort, but instead, he scolded her sharply, "You can't even keep a man. How useless!" After berating her, he left with his wife, Glenda Lloyd, without a backward glance. Her sister, Mabel Lloyd, emerged from the crowd with a smirk. "Well, that's embarrassing, Elyse. Your groom ran off, and now you're a laughingstock. I'm embarrassed for you. Imagine how Mom and Dad feel." After saying that, she turned and left. One by one, all of Elyse's family members departed, leaving her completely alone. Initially, Theo's parents felt guilty, but upon witnessing her family's reaction, all traces of guilt dissipated. "Even her own parents didn't support her. It seems this isn't entirely Theo's fault." "Yes, if she were a good partner, why would her fiancé leave her?" "Did she cheat on him? What else would make a groom leave like that?" The murmurs of criticism from the surrounding guests grew louder and harsher. Suddenly, there were noises nearby. Turning around, Elyse spotted a man in a suit sitting alone in a wheelchair. The officiant, looking flustered, asked, "Where is your bride?" Wiping away her tears, she halted a passing staff member and inquired, "That man is a groom, right? Where is his bride?" The staff member glanced at her and responded, "She didn't show up. I heard it was because she couldn't deal with her husband's disability." "And he's been waiting here all this time?" The staff member nodded. The wheelchair-bound groom was facing away from Elyse, and they were a fair distance apart. She couldn't see his expression, but she understood the pain of being left alone. They were both unfortunate souls, abandoned. After a moment of reflection, a determined look settled in Elyse's eyes. She had loved Theo for three years, but he had betrayed her. Why should she remain loyal to him? She realized she didn't need to be with him at all. As she suddenly stood up, the guests who had been whispering and mocking her fell silent. All eyes instinctively focused on her as she lifted the hem of her dress and confidently walked toward the man in the wheelchair. The sight of a bride in a white wedding dress approaching left the man's guests equally stunned. Hearing the rustle of her dress, the man in the wheelchair turned around slowly. Elyse halted and gazed at the handsome man before her, a spark of surprise in her eyes. She then extended her hand and said, "Hello, I heard you're in need of a bride. My groom just left me. How about we get married?" Chapter 2 What Was She Up To? "My name is Elyse Lloyd. If it's all right with you, we can get married today," she proposed confidently. Her bold proposal left the crowd in shock, prompting several to capture the moment with their phones. "Miss Lloyd, are you certain about this decision? Given my disability, I may not be able to provide the future you envision," the man replied openly, without hiding his condition, and gently urged her to think it over. "I've made up my mind," Elyse responded with determination. "I'm Jayden," he introduced himself. Seeing her resolve, Jayden Owen grasped her hand and shared his concern, "I fear you might regret this choice later on." Elyse chose not to respond. She was sure of her decision. She had once been solely focused on marrying Theo, who never truly reciprocated her love. Now, who she married seemed inconsequential. After efficiently wrapping up the wedding formalities at City Hall, Elyse and Jayden were now bound by matrimony, officially united as husband and wife. With the marriage certificate in hand, Elyse experienced a profound sense of relief. Theo had broken her heart, and she was resolute in never returning to him. Regarding her father, since she would not be marrying into the Ward family, he had another daughter to think about. She understood her little sister Mabel too well. As someone driven by greed, how could Mabel resist the temptation to become Theo's wife and a member of the Ward family? Thus, marrying Jayden was Elyse's perfect escape from her family's clutches. She had no intention of going back home again. While she gazed thoughtfully at the marriage certificate, Jayden asked, "What's on your mind? Regretting your decision to marry a disabled man?" Elyse shook her head, took hold of the wheelchair, and replied, "I think it was a good decision." Jayden smiled slightly, though his eyes betrayed a hint of skepticism and mistrust. How could any woman genuinely want to marry a disabled man? He figured she was just putting on an act--an act that couldn't last forever. He needed a bride momentarily to distract his family while he pursued his own goals. Well, he decided, he might as well see what she was up to. Elyse helped Jayden into the car, and they drove to his house. Jayden's home was opulent, complete with a garden and a swimming pool, and staffed with a butler in a tuxedo and uniformed maids. As Elyse stepped onto the plush wool carpet, she truly realized that her new husband was far from ordinary. The butler, Driscoll Lee, approached them respectfully and inquired, "Mr. Owen, is this your bride?" Surveying the opulent house and recollecting her newlywed husband's full name, a sudden realization dawned on Elyse. The Owens were the most influential family in town, and Jayden Owen was particularly notable among his peers for his business acumen and exceptional talent. He was one of the wealthiest men around. However, after a car accident a year ago that cost him his legs, Jayden had faded from the public eye and his prior achievements were largely forgotten. So, she had married the legendary Jayden Owen? Elyse recalled hearing rumors about his engagement to a girl from the Foster family. The bride who had disappeared on her wedding day was supposed to be that Foster girl. Upon hearing Jayden's full name at City Hall, Elyse hadn't dwelled on it much. If she had known his background sooner, she wouldn't have had the courage to broach the topic of marriage with him. Jayden noticed the shock and panic on her face but remained silent. He still doubted that she truly hadn't recognized him. After all, his disability was well known. "This is Elyse Lloyd, my wife. From now on, she will be the hostess here," Jayden introduced her firmly. "Joanna Foster escaped on our wedding day because she didn't want to marry a disabled man," he added bluntly. "Joanna Foster disappeared on the wedding day?" Driscoll expressed his surprise. The Foster family had been eager to forge a union with the Owen family through marriage, pushing for Jayden to marry Joanna. On the wedding day, however, the bride had disappeared. Wasn't this a deliberate humiliation of Jayden? Driscoll felt sympathy for him and offered some consolation, "Sir, perhaps it's for the best that she left. It seems you might have found the right person after all." Elyse had shown no concern for Jayden's disability and was willing to marry him. That indeed counted for something. Chapter 3 He Could Walk Fluidly Looking at Jayden's legs, Elyse felt a wave of sympathy for him. Jayden had once been at the pinnacle of success, and now he seemed so vulnerable. Just because he was disabled, his bride had callously abandoned him at the altar, showing him no respect whatsoever. He must have felt even more devastated than she did during the wedding. Approaching Jayden, Elyse took his hand and said earnestly, "Don't worry. We are husband and wife now. I will take care of you for the rest of our lives." Jayden's expression turned rigid. Could she really mean it, promising to take care of him for a lifetime? He doubted her sincerity, thinking she was just putting on an act of compassion. Without a word, Jayden maneuvered his wheelchair into the study on the first floor. "I'm sorry," Driscoll said apologetically. "Since his accident, he's been a bit more temperamental." "It's fine. I understand," Elyse replied, dismissing it with a wave of her hand. Anyone in his situation might change. She then followed Driscoll upstairs to a room on the second floor. -- "Sir." In the study stood a bald man named Vinny Bailey, clad in a tight black shirt that accentuated his prominent tendons. Respectfully, Vinny ignited a lighter and lit a cigar for Jayden. "Joanna has gone abroad. The Foster family is desperately trying to come up with a solution." "They've taken thirty million and five major projects from me. Is this their way of repaying me?" Jayden let out a puff of smoke and remarked casually, "If I don't teach them a lesson, others will see me as a pushover. The Fosters need to learn a few things." "Do you want us to bring Joanna back?" Vinny inquired, nodding. "And as for your new wife, should we make some introductions with our men?" "No need." Jayden, cigar clenched between his teeth, lifted a document from the desk and strolled over to the window. The wheelchair was tucked away in a corner of the room, ignored, as he moved fluidly across the floor. This document detailed Elyse's entire life, from her childhood through to her college life, even including her romance with Theo. He casually flipped through the pages and drawled, "An ordinary woman. She married me just for my money." Back then, the Owens had declared their search for a wife for Jayden, aiming simply to secure an heir. Upon the announcement, no wealthy family was eager to marry their daughter to him, except for the Fosters, who had enriched themselves through their daughters' marriage. The Fosters' motive was straightforward--to exchange their daughter for resources and money. Vinny saw no other reason for Elyse to marry Jayden but for financial gain. Yet, there was another twist. "She was originally going to marry Theo Ward." "Ward? The Ward family that's well-known?" Jayden lifted an eyebrow. "Yes. But apparently, the groom ran off to reunite with his ex-girlfriend after receiving a phone call." Vinny paused, then speculated, "Maybe she married you just to spite Theo Ward." Jayden ceased perusing the documents and glanced up at Vinny with a hint of annoyance. "You're looking at it too simplistically. By marrying me, she stands to gain more. That's the real reason she married me, despite my disability." In Jayden's eyes, Elyse hadn't yet revealed her true intentions. But he didn't mind her interest in his money. He needed a wife to appease his family. If she married him for gain, it would make a future divorce simpler for him. -- Perched on the edge of the bed, Elysee scrolled through her phone and noticed the trending topics. #Bridegroom Ran Away For His Ex #Bride Marries Stranger To Anger Her Ranaway Groom She casually scrolled through the comments. The public deemed the entire situation unbelievable and both parties' actions as unreasonable. Nevertheless, discussions had thrust Elyse's name into circulation because of it. Some even discovered she was a violinist in an orchestra and stumbled upon a video of her past performance. Unable to resist, Elyse was watching these videos when Theo called. "Where are you, Elyse? Let's meet and talk." Chapter 4 Who Were You Married To? As Elyse descended the stairs to the villa's entrance, Driscoll approached her with concern. "It's quite late. Where are you off to? Shall I arrange a car for you?" "No, thanks. I'll be back soon." Driscoll watched her depart before heading to the study. Elyse, having agreed to meet Theo, called a taxi and was soon en route. Fifteen minutes later, she entered a coffee shop and instantly noticed Theo, who was in high spirits, busy texting on his phone. A flicker of sarcasm crossed her eyes as she approached and sat across from him. Theo looked up, his expression souring. "Why are you so late? Do you have any idea how long I've been waiting?" Staring back at him, Elyse felt a chill. They had been together for a long time, yet he was always domineering toward her, a stark contrast to his demeanor with Kaelyn. She had once loved him, believing she could endure anything. Only today had she realized how foolish that was. If she didn't love herself, how could she expect anyone else to love her? "If you don't want to wait, you can leave," Elyse retorted icily. Theo, taken aback by her response, grew visibly more upset. "You're holding a grudge about what happened at the wedding, aren't you? I get why you're upset, but you can't be more understanding and reasonable? I left because Kaelyn was in dire straits--she was depressed and contemplating suicide." "You can go to anyone you want. You don't need to explain anything to me--I don't care anymore." Elyse found humor in his words. Theo couldn't believe she was indifferent. They had been together for three years, and everyone knew how deeply she loved him. He thought her claim of indifference was merely a result of anger. But he was confident he could easily resolve this. Just a few sweet words and she'd come back to him. "It's not a big deal. I came back to you after handling everything, didn't I? I'll visit your parents soon, and we can start planning the wedding again," Theo said. "No need for that." "What?" "There won't be a wedding." Elyse's face was devoid of emotion. "We're done." "Why are you still upset? I left at the wedding, but I came back for you. Can't you forgive me?" Theo frowned. "Forgive you? Forgive you for abandoning me for another woman?" Elyse slammed her hand on the table. "Do you have any idea what I've been through since you left? Your family has been calling me names, even though you were the one who left me at the altar--just for another woman!" "Elyse Lloyd!" Theo shouted her name furiously. "What others say is their issue. Isn't our three-year relationship strong enough for you to trust me?" "Three years, and yet you never forgot your ex," Elyse countered, her face marked by disappointment. "I believed we'd be together forever, but it seems three years was our limit. We're done, Theo. It's clear we're not suited for each other." While speaking, she retrieved a ring from her bag and set it down on the table--the same ring he had used to propose. She recalled the joy she felt that day, now overshadowed by her current despair. Elyse gave Theo one last look, mentally closing the chapter on their three years together. She grabbed her bag and departed without a backward glance. Theo was stunned. Was Elyse dumping him? He always saw her as a simp, her family reliant on his. How could she just walk away? Humiliated, he chased after her, grabbed her shoulder, and said forcefully, "You have no right to break things off! Remember, your father's business relies on me. Without me, your family has nothing. Come back, and we'll marry in a few days to make up for today!" "Let me go!" Elyse fought back fiercely and yelled with defiance and frustration, "I'm married. Stop bothering me!" "So what if you are married! You will always belong to me." After blurting that out, he froze and asked incredulously, "What did you say? You're married? Who to?" While he was momentarily dazed, Elyse wriggled free from his grip. She hadn't anticipated turning around to find Jayden sitting in a wheelchair quietly a few meters behind her. "Jayden!" she exclaimed. Chapter 5 You Can Stand? "Didn't I make it clear? I'm married. We're over. This is my husband," Elyse said as she quickly moved to Jayden's side, gripping his arm. Theo stared at Jayden, failing to recognize him. With a sneer, he said, "To get back at me, you married a disabled man?" He then extended his hand, commanding in a domineering tone, "Elyse, come here! I'll make it up to you when we get back." But Elyse looked at him as if he were a stranger. "Did you hear me? Come here!" Theo grew frustrated. Elyse reflected on how she would have responded in the past--she would definitely walk over to his side. She had loved him deeply for three years. Her feelings had been genuine. Yet, the depth of her affection made the betrayal harder to bear. On her first birthday after they got together, she wanted to celebrate it by the sea. To make her happy, Theo bought a camera, promising to capture beautiful photos of her. As they were about to board the plane for their trip to the seaside, Kaelyn was injured on a film set and called Theo. Without any hesitation, Theo left her stranded at the airport. It was the most disappointing birthday Elyse had ever experienced. Theo had once vowed to attend her debut performance with her orchestra, yet she ended up not seeing him there. She lingered in the hall all night, only to learn the next day that he had missed the performance because Kaelyn had become drunk at a dinner party while trying to land a role. He stayed because he was worried she might be taken advantage of. For three years, he had been Kaelyn's protector, but he had never offered Elyse the same safeguard. This accumulation of disappointments came to a head at the wedding. She knew she deserved love and respect, not neglect. "I am Jayden's wife now. I owe my loyalty to him," declared Elyse with a chill in her voice. "Elyse Lloyd!" Theo roared, enraged. He thought Elyse was merely being spiteful and fabricating things due to the day's incidents. As he tried to seize her hand, Jayden intervened, blocking him swiftly. Theo struggled to free his hand, but was unable to. He couldn't overpower a disabled man? The realization pissedhim off. "Release me!" Theo exploded with anger. "She has no desire to leave with you. Can't you understand?" Jayden pressed slowly, his force causing Theo's features to twist in distress. Jayden held on until Theo cried out in pain before releasing him. "Remember this day, Elyse. You'll regret it in the future!" With a hint of embarrassment, Theo glared at Elyse and stormed off after his declaration. Watching him leave, Elyse felt a bitter smile form within her. She knew Theo would not easily let go of being humiliated, but there was no turning back for them now. "Let's go home, Elyse." "Okay." After helping Jayden into the car, they both sat silently, gazing out the window and avoiding any mention of Theo. "How did you know I was out here?" Elyse asked, her curiosity piqued. Without turning to face her, Jayden replied, "Driscoll mentioned it wasn't safe for you to be alone at this hour, so I came to pick you up." In truth, he had suspected she was up to something secretive, but it turned out she was merely meeting her ex. This revelation left him slightly disappointed. "Since you've married me, you should sever ties with your ex. My family members are strict, and I can't cover for you if they find out you're still seeing another man." "I won't see him again. I met him just to return a ring," Elyse responded, nodding. Jayden said nothing more. As long as Elyse respected his boundaries, she was free to make her own choices. When they arrived home, Elyse noticed Jayden heading straight for the study again. Curious, she asked Driscoll, "Why is he always in the study?" "The study is not only his workplace, but it has also become a sanctuary for his soul," Driscoll explained. "And why doesn't he return to his room?" "He does sometimes, but we rarely know when. He prefers that we don't fuss over him too much." With that, Driscoll departed. After freshening up in her room, Elyse was preparing for bed, but her thoughts lingered on the day's events with Jayden. She realized that despite his reserved nature, he was genuinely concerned for her safety. Feeling grateful and wanting to express her thanks, she left her room and walked towards the study. As she approached, she noticed the door was slightly ajar, casting a sliver of light into the hallway. Elyse pushed the door open and to her surprise, saw Jayden standing. She gasped and asked, "Jayden, you can stand?" ==== "You need a bride, I need a groom. Why don't we get married?" Both abandoned at the altar, Elyse decided to tie the knot with the disabled stranger from the venue next door. Pitying his state, she vowed to spoil him once they were married. Little did she know that he was actually a powerful and healthy tycoon. Was Jayden's fake disability revealed just like that? What happens next? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &4&		Fun Novel		1257	https://www.facebook.com/100090881055588/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560827	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/29/25, 7:02 AM	1733013176	1745928151		1942																											Send message			IMAGE						1.6694985132866E+15	The Adam Olsen Team	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468855863_1739003866835475_4849484543905448475_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=dJ39QyUxC10Q7kNvgFrm3z_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYBBTC6xNylhE-YTyVL8uAE8hdJwR7h9_dqljbZK34DW5g&oe=67517329	PERSON_PROFILE	0					0		SOLD! 🎉 Congratulations to our clients on the purchase of their new home, and to our other clients on their successful sale! A big shoutout to Ruby Kelly and Lisa Harrel with The Adam Olsen Team for doing an outstanding job representing! 🏡👏 If you have any #realestate questions, please do not hesitate to reach out to us at 936-277-7117 or by visiting our website www.adamolsenteam.com		The Adam Olsen Team		87922	https://www.facebook.com/adamolsenteam/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560309	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/5/25, 2:47 AM	1733012810	1749109676		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214497011270700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467424490_1286729002684723_2244203430959976613_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uaOdq57VIdQQ7kNvgEiRVT7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AZqhAqnAGeaka07QUHszDYA&oh=00_AYB-9f2icurfCSD54mNQCt4RVIHR7dc8hUyFSxDM8IR4ug&oe=67519397	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560384	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/29/25, 8:56 AM	1733012873	1745934970		1942																										kellymoore.bigcartel.com	Shop now			IMAGE	PrEtTy LiTtLe ThInGs under $300	Browse all products in the PrEtTy LiTtLe ThInGs under $300 category from Dark Bird Trading Post.	https://kellymoore.bigcartel.com/category/pretty-little-things-under-300			4.3991209939281E+14	Kelly Moore Artist	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468732436_1374948553757606_4964334942459991870_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=LrNn3hcsPasQ7kNvgEhCDw-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYAfiTKWnsnqATH2HG93Ils6aZpEtzXYKowga9K2TPOVEQ&oe=675184A3	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly’s got a whole category on his shop filled great signed original art at unbelievably good prices, including all of these! I’ll drop a link in comments if you want to check it out! /Kat		Kelly Moore Artist		44318	https://www.facebook.com/Kelly.Moore.Artist/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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Mas não foi possível. - Catarina, chegou o convite de casamento da sua prima. – Minha mãe falou. - Aquela mulherzinha não é minha prima! – Falei já ficando nervosa. - Catarina, ela é a sua prima. – Minha mãe falou. – É melhor você parar com esse ataque de infantilidade. A Melissa já bateu nela e fez um escândalo aqui em casa. Agora chega! Ela é filha da minha irmã, portanto é sua prima. - Me desculpa, mãe, mas ela não é nada pra mim. – Tentei manter a calma. – Ela ficou com o meu namorado na minha cama, isso não é coisa que se faça. Eu namorava o Cláudio há quatro anos, ele foi meu primeiro namorado, e o encontrei na minha cama, no meu quarto, transando com a Kelly, minha prima! Eu fiquei em choque. Claro que a Melissa, minha melhor amiga, partiu pra cima deles. Desde então as coisas ficaram tensas em minha casa, pois meus pais insistiam que era uma bobagem e que eu deveria agir como se nada tivesse acontecido e voltasse a conviver com a minha prima. - Errado foi ele, Catarina, que era seu namorado. – Minha mãe argumentou. – A Kelly, coitada, foi seduzida, ele a desonrou, agora vai se casar com ela pra ela não ficar mal falada na cidade. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. – Olha aqui, se você não quer conviver com a Kelly tudo bem, mas você vai a esse casamento. E chega desse comportamento grosseiro. - Eu o quê? – Achei que eu tinha ouvido errado. - Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras, evento de gala, falando para os meus pais que seria importantíssimo para a minha carreira, já que os empresários mais importantes da cidade estariam lá, eu faria contatos muito importantes e nossos professores haviam prometido nos apresentar a vários empresários que abririam portas para o nosso futuro profissional. Em princípio meus pais não estavam muito convencidos, mas os pais da Melissa conversaram com eles e os convenceram de que seria uma excelente oportunidade para o meu futuro. Então eles concordaram que eu deveria aproveitar a oportunidade. - Catarina, você não pode me dizer não! Já comprei os convites, as máscaras e já até convenci seus pais de que é um evento importantíssimo para o seu futuro profissional, o que me deu um trabalhão. Essa festa vai ser incrível e você não vai perder! – Melissa, falava e me olhava com os olhos de um cachorrinho abandonado, juntando as mãos como se suplicando. Eu estava sentada em minha mesa no trabalho, no meio da tarde de uma quinta feira, entre anotar recados e fazer ligações, e a Mel apareceu com café, bolinhos de chocolate e essa insistência para eu aceitar ir no baile de máscaras que acontecia anualmente e era o maior evento em nossa cidade. - Ai, Mel, como é que pode eu não conseguir dizer não pra você? Está bem, eu vou! Eu concordei em ir ao baile, mas eu ainda não tinha certeza. De qualquer forma eu iria dormir na casa da Mel para fugir do casamento, mas não iria à festa, contudo, Melissa tanto fez que me convenceu a ir pra festa. No sábado nos arrumamos na casa dela. - Quê isso, hein, amiga! Tá gata demais! – Ela me entregou uma máscara dourada, linda, toda trabalhada como se fosse uma renda, que cobria até o nariz e eu a coloquei. Eu usava um vestido de cetim vermelho brilhante e a máscara combinou perfeitamente. – Então, estamos prontas? - Sim estamos prontas. – Respondi e peguei minha bolsa. – Ih, esqueci meu perfume. - Não, tem problema, você vai usar o perfume novo da minha mãe. Ela não se importa. Quando o Fernando, namorado da Mel, nos viu sorriu, deu um beijo na Mel e disse: - Garotas, vocês estão lindíssimas! Acho que você vai sair dessa festa com um namorado novo, Cat. - Sem namorado, Nando. Na verdade, eu acho que é melhor eu ficar, eu não estou no clima pra festa. Por favor, Mel, deixa eu ficar? CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível Não teve jeito, minha amiga me arrastou para o baile. Logo que entramos a Mel nos arrastou para o bar e falou no meu ouvido: - A festa é open bar, então hoje você vai beber para afogar de vez a tristeza! –A Mel me entregou dois shots de tequila e com mais dois em suas mãos me falou: - Vamos virar! – viramos a tequila e o Fernando já entregava uma taça de cosmopolitan para cada uma. Melissa me arrastou para a pista de dança e até que eu estava me divertindo. Começou uma música lenta e o Nando e a Mel começaram a dançar agarradinhos, aproveitei a deixa e me encaminhei para o buffet, mas não consegui chegar, senti uma mão puxando a minha e quando olhei para trás havia um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim, e que sorriso! Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - E por que não? Vamos dançar. – Sorri pra ele. Era impossível resistir aquela voz rouca sedutora e aquele sorriso lindo meio de lado! Ele era alto, ombros largos, um sorriso encantador e olhos azuis, tão azuis que eram quase violeta. Ele tinha uma boca que convidava ao pecado, cabelos castanhos, e quando me puxou pela cintura eu apoiei as mãos em seu corpo e percebi que ele era uma parede de músculos bem definidos. Embora a máscara não permitisse ver seu rosto, ele era muito charmoso e encantador. - Eu estava observando você desde que chegou. – Aquele homem, com ar misterioso, falou no meu ouvido. – Você é tão linda! - Você é gentil. Mas você não é da cidade, é? – Ele tinha uma presença forte, emanava poder. - Não. Um amigo me convenceu a vir a essa festa. - Parece que temos algo em comum, meus amigos também me convenceram a vir. - Sorte minha! - E por que? – Sorri. - Porque eu fiquei fascinado quando te vi. Você é muito linda. – Enquanto ele falava no meu ouvido eu ia me arrepiando, sentindo meu rosto esquentar e o corpo formigar, ele realmente me encantou. - Mesmo com a máscara? - Mesmo com a máscara! Você é linda demais. - Você é um sedutor. - Você me acha sedutor? - Você sabe que é. E lindo também. - Que bom que você gosta do que vê. – Eu me senti um pouco zonza, não sei se pela bebida ou pelo perfume delicioso que aquele homem usava. Acabei tropeçando nos meus próprios pés. - Você está bem? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego, quando ele interrompeu o beijo para respirarmos, nos olhamos nos olhos, foi como jogar gasolina no fogo, ele passou a mão pela minha cintura, desceu até minha coxa e puxou minha perna para sua cintura. Eu já estava completamente entregue nesse momento, sentindo seu corpo contra o meu, eu fiquei louca de tesão e o puxei para mais perto envolvendo sua cintura com minha perna. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Eu estava em chamas quando ele enfiou a mão dentro da minha calcinha e gemeu. – Ah! Que delícia! Tão quente, tão molhadinha! – Disse e me beijou com mais força, enquanto abria o zíper da sua calça. Com um movimento rápido, de quem já tinha feito aquilo antes, ele rasgou minha calcinha e acariciou minha entrada, como se pedisse permissão. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! – Respondi sem nenhum pudor, eu já estava arfando de tanto tesão. Eu não resisti aqueles olhos e aquela voz rouca. Eu nunca fui assim, normalmente eu teria me desvencilhado dele no momento em que me puxou pela mão, mas aquela noite eu havia prometido a mim mesma que iria me divertir e se aparecesse alguém interessante eu viveria o momento. E era o que eu estava fazendo, vivendo aquele momento. Ao me ouvir, ele foi entrando em mim devagar, observando eu encostar minha cabeça na parede e aproveitar cada centímetro dele, e ele era enorme. Ele aproveitou para espalhar beijos pelo meu pescoço. Quando acabou de entrar ele parou e falou entre beijos no meu ouvido: - Agora eu vou me mexer. – E começou a sair, só pra entrar de novo com toda força dessa vez, e foi uma delícia, eu estava completamente entregue e enlouquecida com os movimentos dele que entrava e saia de mim freneticamente. Nos descontrolamos e nos entregamos totalmente, como se não tivesse nada ao nosso redor, eu senti uma névoa em meus olhos e o climax começando a se formar e gemi baixinho no ouvido dele, nesse momento parece que ele enlouqueceu, puxou minha outra perna para sua cintura e eu o entrelacei. Me beijando intensamente ele entrava e saia com mais força ainda em mim, era o paraíso na terra. Eu gozei gemendo na boca dele e foi um climax incrível, mas ele continuou o movimento e logo outro climax se formou, e gozei novamente, um climax ainda maior que o anterior que me deixou sem fôlego, enquanto eu gozava ele me disse baixinho que estava no limite me sentindo pulsar ao seu redor, logo eu senti o gozo dele quente dentro de mim. Ficamos ali encostados naquela parede, totalmente sem fôlego, a testa dele encostada a minha. Enquanto me beijava, ele começou a sair de mim e eu estava completamente bem comida, como diria a Melissa. Eu sorri e ele me olhou, me deu um selinho e disse: - Você é realmente incrível! Gentilmente ele baixou minhas pernas até meus pés tocarem o chão, colocou o meu vestido em ordem, arrumou sua calça e me abraçou. Isso foi tão íntimo, tão afetuoso, apesar da loucura daquele encontro e da ferocidade com que nos entregamos, ele ainda era cuidadoso comigo. Eu nunca tinha tido uma relação tão maravilhosa, mas eu só tinha transado com meu ex até então. E meu ex nunca tinha se preocupado em me abraçar depois, nem se preocupava com meu prazer, para ele a coisa se resumia a entrar e sair até ele estar satisfeito, então, o fato de um homem se preocupar comigo, com meu prazer, cuidar de mim, foi novidade, e uma novidade incrível. Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. – Levei segundos para processar e finalmente me dar conta de que acabei de transar com um completo estranho e nem sei o nome dele. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. Se afastou um pouco e só pude ouvir ele elevando a voz e dizendo: - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Mas e daí? Foda-se eu só estava me divertindo também e eu nem sabia quem era o cara e ele não sabia quem eu era. Tudo certo. Me recompus, procurei minha calcinha rasgada inutilmente, onde ele a teria jogado eu não faço ideia, e saí daquele corredor. Voltei pra mesa e encontrei a Mel e o Nando se agarrando. Logo eles pararam e focaram em mim: - Mel, acho que encontrei o Lobo Mau! – Eu ri e ela riu comigo. - Quando chegarmos em casa quero saber tudo! - Claro que quer! – respondi com os olhos brilhando. - Príncipe, acho que já podemos ir. O que acha, Cat? - Eu estou pronta quando vocês quiserem! – falei virando um copo de água. - Então vamos, garotas! – Fernando falou e nos conduziu para a saída. Mal chegamos e a Mel já foi me ordenando: - Conta tudo, quem é, como foi, como não foi, tudo. Eu ri e contei tudo pra ela, quando terminei de falar minha amiga me olhava de boca aberta e me perguntou: - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. E eu balancei a cabeça em negativa para ela, eu estava em choque por me dar conta do quão descuidada eu fui. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Vou na cozinha preparar um chá pra gente. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na segunda, na hora do almoço, encontrei a Mel e ela me entregou uma sacolinha de uma loja chique. Olhei pra ela sem entender. - Minha mãe mandou eu te entregar. Ela disse que ele é perfeito para você e não combina com ela. – A Mel falou com um grande sorriso. Abri a sacolinha e lá dentro estava o perfume que eu usei para ir ao baile. Eu abri um grande sorriso. Eu amei aquele perfume e ele era parte da melhor noite da minha vida. Liguei para o laboratório e fui informada que precisaria apresentar um pedido médico para fazer os exames pelo plano de saúde. Graças a Deus a empresa pagava plano de saúde para os funcionários, porque se não, não sei o que faria, meu salário não era alto e o pouco que sobrava depois de cobrir as despesas da faculdade eu ajudava em casa, já que minha mãe não trabalhava fora e meu pai também não ganhava muito como motorista. Então marquei o médico que só tinha horário para quinze dias depois e aguardei agoniada. Quanto mais os dias passavam mais nervosa eu estava, a Mel fazia de tudo para me acalmar. Na data marcada ela foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Já tinham se passado três semanas desde a festa quando eu finalmente consegui fazer os exames. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Vou encaminhá-la para um ginecologista obstetra para que você faça o pré natal.... Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. Eu não podia acreditar nisso! Grávida? Como eu iria explicar? Não é possível. Na primeira vez que deixo a racionalidade de lado acabo grávida e nem sei quem é o pai! A Mel segurava minha mão e repetia: - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Como ficaria tudo bem? Eu nem sabia quem era o pai. Eu teria que contar isso para os meus pais, sua única filha acabaria com eles. Eles ficariam decepcionados, iriam me odiar, me colocariam pra fora de casa. Como eu ia explicar que não sei nem como é a cara do pai do meu filho? Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Tenho certeza que as pessoas que te amam vão te apoiar e ajudar. Mas você precisa se acalmar, porque só você pode cuidar para que esse bebê se desenvolva saudável e nasça forte. Você me compreende? O médico pediu a secretária para trazer um chá de camomila para mim e enquanto eu bebia o chá e tentava me acalmar ele passava todas as informações para a Melissa que ouvia tudo atentamente. Saímos do consultório e a Melissa me levou para uma lanchonete dizendo que nós precisávamos comer alguma coisa. Logo que me sentei senti as lágrimas caírem. Minha amiga me abraçou e me disse mais uma vez que eu não estava sozinha. Olhei para ela e disse: - A única certeza que tenho agora é que quero você e o Nando como padrinhos do meu filho, porque sei que vocês vão apoiá-lo e dar a ele muito amor. Os olhos dela brilharam e ela explodiu em lágrimas e soluçando me respondeu: - Eu vou ser a melhor madrinha do mundo e vou estar sempre perto do nosso bebê! E tenho certeza que o Nando vai ficar muito feliz também! Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Meus pais... ai! Comecei a raciocinar e decidi que não iria esconder deles nem por um dia, ia contar naquela noite mesmo, não iria a faculdade, pois iria pra casa falar com eles. A Mel logo me apoiou e disse: - Então vamos, eu estou com você! Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. Meus pais perceberam logo que era algo muito sério. Nos sentamos todos na sala e eu contei a eles o que estava acontecendo e que eu fui irresponsável e fiquei com um estranho na festa, não entrei em detalhes obviamente, mas deixei claro que não poderia encontrar o pai do meu filho de novo. A decepção nos olhos deles era evidente. Minha mãe soluçava de tanto chorar e dizia que eu estava arruinada. Meu pai até então não havia dito nada. A Melissa vendo como minha mãe estava nervosa foi logo na cozinha e voltou com um copo de água com açúcar para ela. Melissa sempre dá água com açúcar pra quem está nervoso dizendo que acalma, eu nunca entendi isso. Por fim, meu pai falou: - Você cometeu um erro muito grande e não tem volta. Ouvir meu pai enfatizar que eu errei fez meu coração doer ainda mais. Eu comecei a chorar e fui falando: - Eu sei, pai, eu fui irresponsável. Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você está muito enganada se acha que vai sair dessa casa assim. Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. Você não está sozinha, minha filha! E essa criança também não! – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Mas pai, eu envergonhei vocês... - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós gostaríamos que as coisas fossem diferentes para você, que não fossem tão difíceis. Você sempre foi tão responsável! Mas, se é assim, nós vamos enfrentar isso. Você não vai deixar a faculdade, mais do que nunca você precisa crescer na vida para cuidar do seu filho, você vai ser mãe solteira, sua responsabilidade é muito grande. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. A Melissa já estava chorando e logo falou com os meus pais: - Sr. Antônio, Dona Celina, vocês contem comigo, vou ajudar em tudo! Até porque eu sou a madrinha desse bebê, a Cat é como uma irmã pra mim, e vou estar sempre por perto. Meus pais olharam para ela com gratidão. Eu olhei para aqueles três me sentindo completamente abençoada por tê-los em minha vida, cheia de amor por eles e um sentimento totalmente novo por aquele serzinho que ainda crescia dentro de mim e que eu acabava de descobrir a existência! Por mais difícil que fosse ser mãe solteira, aquela noite no baile foi a melhor noite da minha vida. Eu nunca vou poder esquecer aqueles olhos azuis violeta me olhando com adoração durante nosso encontro furtivo e tudo o que meu corpo experimentou naquela noite. Eu sempre teria essa doce lembrança comigo. Os meses seguintes foram difíceis. Guardei em uma caixa o vestido, os sapatos, a máscara e o perfume que a mãe da Mel me deu. Em dias difíceis eu abria aquela caixa e revivia em minha memória aquela noite. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Eu queria matá-los! A mãe da Kelly, que era irmã da minha mãe, também não perdia a oportunidade de ir lá em casa nos atormentar, dizendo que ainda bem que a filha dela não era como eu, que era uma boa moça, que tinha se casado com um homem decente. Parecia ter esquecido que aquela puta roubou meu namorado e transou com ele na minha cama. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Quanto mais os dias passavam, mais eu amava aquele bebê, eu não tinha ideia que poderia existir um amor assim. Tudo o que eu fazia, fazia por ele. Eu o protegeria de tudo, eu daria a minha vida por ele. E, por incrível que pareça, com a gravidez parecia que todas as coisas fluíam para o meu bem, tudo ia se encaminhando e dando certo. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! Eu nunca esqueceria aquele homem! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. A essa altura ele já andava para todos os lados, sempre agarrado na vovó, que foi a primeira palavrinha que ele disse. Era um menino lindo, cabelinhos amigos bem lisinhos, pele clara, um nariz arrebitadinho e aqueles enormes olhos violeta que me faziam suspirar. Ele era o meu sol! E agora eu teria mais tempo pra ele. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe, então eu deveria procurar emprego na minha área, que ele compreenderia. Garantiu que meu emprego na construtora seria meu enquanto eu quisesse e que se eu saísse e não desse certo eu teria para onde voltar. Mas que eu deveria buscar algo na minha área de formação, para dar um futuro muito melhor para o meu filho. Eu fiquei muito emocionada com isso e aceitei o seu bom conselho. Contei pra Melissa e ela logo me disse que ia falar com o pai dela para que ele acionasse alguns contatos. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Catarina, sei que você é uma ótima garota e uma boa profissional. Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. Se você conseguir esse emprego vai exercer sua profissão em uma empresa global, é um excelente cargo, mas não é aqui em Campanário. Você teria que se mudar para Porto Paraíso. Eu sei que é um passo enorme, mas acho que você deveria considerar, vai ser excelente para você. Enfim, envie um e-mail para o endereço eletrônico no cartão com a sua resposta desistindo da vaga ou aceitando a entrevista virtual. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! O Grupo Mellendez é um dos maiores conglomerados de empresas do país! Trabalhar lá é um sonho! Eu vou aceitar a entrevista sim, se tiver que me mudar eu vou, sei que será uma grande oportunidade. – falei com convicção, pois não seria ruim me afastar daquelas pessoas maldosas da minha família, principalmente agora que a “rainha” Kelly estava grávida e a mãe dela resolveu pedir tudo que é do Pedro pro rebento do casal canalha! Ainda bem que minha mãe disse a ela que isso era um absurdo, mas que de qualquer forma seria impossível, pois eu já havia dado tudo que não servia mais para o Pedro para uma conhecida que estava grávida. Minha mãe andava muito chateada com a irmã, pois ela estava sempre se desfazendo do meu filho, sempre se referia a ele como o menino sem pai e isso magoou muito minha mãe. Indo embora dessa cidade, só vou lamentar em deixar meus pais e meus amigos, mas sei que eles vão me apoiar mais uma vez. Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Cheguei a minha mesa e falei com o meu chefe, outro Sr. Lascuran, mas ele não gostava de ser chamado assim então o chamava pelo nome: - Aldo, seu irmão conseguiu uma entrevista pra mim no Grupo Mellendez. Ele sorriu: - Eu sei, ele acabou de me ligar, acho que você deve agarrar a oportunidade, se não der certo você volta. Sorri pra ele e fui logo enviar o e-mail para marcar a entrevista. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Naquela noite em casa falei com os meus pais que entenderam, mesmo se preocupando em como eu ia cuidar de uma criança sozinha em outra cidade e ficando chorosos porque ficariam longe do neto. Me apoiaram como sempre e ficaram felizes com a oportunidade que eu recebi. Pedi que eles não contassem para ninguém. Quando a Mel chegou, ela ia todos os dias ver o afilhado, contei tudo e ela me ajudou a me preparar para o dia seguinte. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. Foi muito agradável, conversamos por duas horas, ela me passou todas as informações do cargo, salário e benefícios, no final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. De modo que gostaria que você começasse o mais rápido possível, pois eu viajo daqui a dez dias e gostaria de lhe passar tudo antes de ir. E também não gostaria de reagendar a minha partida. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta, será que o Aldo concordaria em me liberar ainda hoje? - Perfeito. Você pode me enviar um e-mail confirmando depois de falar com ele. Você tem alguma dúvida? - Não, senhora. Está tudo claro. -Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez, tenho certeza que você vai se sair muito bem. Te espero na segunda. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. O emprego era ótimo, o salário melhor ainda e eu ainda teria chance de progredir. Era um sonho. Mas era hora de correr para resolver tudo. Fui imediatamente falar com meu chefe. Ele ficou feliz, ligou para a contabilidade e mandou fazer meu acerto imediatamente. Após o acerto ele me liberou, disse que eu teria sempre um lugar para voltar se precisasse, mas que sabia que eu iria me dar muito bem. O agradeci por tudo e saí. Mandei o e-mail de confirmação para a Sra. Mariana, dizendo que na segunda, às oito da manhã, estaria na empresa, e fui logo falar com a Mel e o pai dela, tinha que agradecer. E aí foi a Mel quem me surpreendeu: - O que você achou, que ia levar meu afilhado embora assim? Não vai mesmo! Meu pai conseguiu uma entrevista para mim na Lince Mundi em Porto Paraíso. Eu vou me mudar com você e vamos morar juntas. O que acha? Isso era perfeito! Fiquei muito feliz, mas logo perguntei: - Mel, mas e o Nando? - O Nando já pediu na empresa a transferência dele pra filial de Porto Paraíso, lá ele terá mais oportunidades também. Ele vai daqui a quinze dias. Amiga, vida nova para nós três. Eu estava muito feliz. A Mel já havia orquestrado tudo. O Nando ia nos levar e ela ficaria com o Pedro para eu trabalhar até conseguirmos a creche. Ela já tinha três creches para visitar e o pai dela já havia disponibilizado um apartamento mobiliado na cidade pra gente. Era bom demais, eu estava até com medo. Percebendo, a Mel me cutucou e me disse: - Aprenda a aceitar as coisas boas que a vida te oferece! Eu sorri pra ela e fomos para a casa dos meus pais. Era hora de dar a notícia e nos despedir. Porto Paraíso fica do outro lado do país, então ficaríamos sem nos ver um tempo. Meus pais ficaram felizes, até eu dizer que partiria na manhã seguinte, aí a despedida foi uma tristeza. Era difícil deixá-los para trás, mas era necessário. Com o salário que eu receberia, poderia ajudá-los agora. Isso era bom. Na manhã seguinte o Nando e a Mel chegaram pontualmente. O pai da Mel deu uma caminhonete de presente para ela, o que facilitou muito fazer nossa mudança. O Nando colocou tudo na caminhonete e lá fomos nós, seria o dia todo na estrada. Chegamos a Porto Paraíso já era tarde da noite de sábado, Pedrinho estava muito cansado, se divertiu muito durante a viagem, era tudo novidade. Nos acomodamos, pedimos comida e depois de comer fomos dormir. No domingo percorremos a cidade reconhecendo tudo, Porto Paraíso era uma cidade muito grande, cheia de indústrias, muito moderna, ficava no litoral e o porto atraia muitos negócios para a cidade, era um centro urbano de primeiro mundo. O apartamento em que iríamos morar ficava perto de uma das creches que a Mel havia contactado, isso era ótimo, e também não ficava longe da empresa, de metrô eu chegaria em vinte minutos. Era lindo, decorado em estilo moderno e bem arejado e iluminado, com janelas enormes. À noite deixamos o Nando no aeroporto e de volta em casa fomos descansar, o dia seguinte seria um grande dia, eu começaria no emprego e a Mel faria sua entrevista virtual e marcaria com a diretora da creche perto do apartamento para irmos conhecer e conversar. Coloquei meu filho na cama, ele estava cansado de tanto que se divertiu hoje. Eu observei por um tempo seu soninho tranquilo e estava confiante de que aqui nós teríamos uma vida muito boa. Pedro agora tinha seu próprio quarto, eu e a Mel combinamos de comprar umas coisinhas para deixar bem a nossa cara, dar um toque pessoal. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. Fui muito bem recebida pela Sra. Mariana, que me apresentou todo mundo e todos foram gentis. O chefe não estava lá, estava viajando e chegaria no final da semana. O escritório era lindo, muito moderno, todo decorado em branco, aço inox e detalhes verdes, muito profissional e acolhedor ao mesmo tempo. Era elegante e eu gostei muito. Fiquei particularmente feliz por ter escolhido vestir um terno amigo, com uma blusa de cetim verde escuro por baixo e saltos amigos. Eu deveria estar elegante todos os dias agora, afinal ia trabalhar direto com o presidente da empresa. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. É um garotinho muito esperto. Não foi planejado, mas é a razão da minha vida! - Qual o nome dele? - Pedro. - Pedro. Um nome forte. Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Contei para ela que o pai do Pedro era um homem que eu conheci em uma festa e nunca mais vi, ela me olhava séria, não havia julgamento nos olhos dela. Então me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Obrigada pela confiança e honestidade. Vai lá resolver a creche para o seu filho, continuamos à tarde, não precisa correr. Agradeci e me despedi dela indo encontrar a Mel e o Pedro. Minha admiração e respeito pela Sra. Mariana só cresciam. Ela é uma mulher de uns cinquenta e cinco anos, cabelos loiros bem claros e olhos azuis quase transparentes. É uma mulher bonita e elegante, mas principalmente é muito acolhedora. Nós nos demos muito bem. Durante o resto da manhã ela me encheu de informações sobre o trabalho e eu ia anotando tudo. Na hora do almoço eu saí do prédio e a Mel já estava me esperando na porta com o Pedro. Entrei no carro e fomos almoçar antes de ir à creche. Eu e a Mel adoramos a creche e o Pedro já estava enturmado correndo com os novos amiguinhos, ele é um menino muito extrovertido. Isso me deixou muito feliz! Meu filho estava feliz! Desistimos de ver as outras creches, pois essa era ótima e ficava muito perto de casa, a três quarteirões de distância. Fizemos a matrícula e acertamos todos os detalhes. A diretora sugeriu que deixássemos o Pedro até o final do dia, já que ele estava se divertindo e assim já ia se adaptando. A Mel ficou de buscá-lo no fim do dia. A Mel me deixou na empresa novamente e me disse que voltaria pra casa para se preparar para a entrevista de trabalho que seria no meio da tarde. Voltei à minha sala e cheguei antes da Sra. Mariana. Sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. Levei um susto, mas me controlei e respondi: - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. Posso ajudá-lo ou o senhor gostaria de deixar um recado? - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. - Perfeitamente, senhor. E qual o seu nome? - Parece que eu sou o seu chefe! – falou rispidamente e desligou o telefone. Nossa, que homem estressado! Isso não estava na descrição do cargo. Imediatamente minha garganta apertou, meu chefe e eu já tinha causado má impressão? Eu estava muito ferrada! Comecei a pensar que não ia durar nesse emprego. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio, e perguntou: - Ele estava calmo? Eu olhei pra ela e não aguentei: - Ele estava a ponto de ter um colapso nervoso. Certamente a jugular dele estava saltando no pescoço. Ela caiu na gargalhada e depois disse: - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza. Eu não tinha essa certeza. Talvez eu nem devesse desfazer as malas, esse homem iria me engolir viva!		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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561052	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/4/25, 10:32 PM	1733013338	1749094333		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYAcUPJzoh54a0s4jxX5bPGC4PAbUYFuJRS-FMfB2n54uw&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560951	1	active	11/30/24, 6:34 PM	5/9/25, 4:36 AM	1733013266	1746783400		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			IMAGE	instagram.com		http://instagram.com/meganfoxkelly			1.0372561817453E+14	Megan Fox Kelly Art Advisory	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468843040_885414177122799_5247521977298207591_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=4IxyYwl6L8EQ7kNvgHUhr2I&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ApjZ6PxA-FHWd1cbZT4AqD6&oh=00_AYDc78wWUuoGadSlAibHAfdDfJpFkxZ38u4IWFlHQk5mVw&oe=675178A2	PERSON_PROFILE	0					0		See It Now: Thomas Schütte at MoMA through January 18th—the most comprehensive exhibition of Schütte’s career in the US. _ Installation view of “Thomas Schütte” at MoMA. Photograph by Jonathan Dorado. #thomasschutte #moma #museumofmodernart #mfkaa #meganfoxkelly #artadvisory #artadvisor #germanart #contemporaryart #artexhibition #nyart #newyorkart #nycart		Megan Fox Kelly Art Advisory		238	https://www.facebook.com/MFKAdvisory/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560600	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/29/25, 11:43 AM	1733013011	1745945001		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807670230204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466675621_3816779998610239_387752918500523366_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=u2Ekh0UfKaYQ7kNvgHYuB03&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYDorn2HVaAZDhhmVtZ3GINEWYXAo-Qxk1NSIOVJ0NIxzA&oe=6751861D	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561074	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/29/25, 12:08 PM	1733013348	1745946507		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDUeNFEN1RuwLO8Am0MAGNEPi5kZ6E4fIJXy0c-b9CpgQ&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561056	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/29/25, 3:02 PM	1733013339	1745956926		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYAcUPJzoh54a0s4jxX5bPGC4PAbUYFuJRS-FMfB2n54uw&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560582	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/29/25, 3:04 PM	1733013004	1745957099		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215572974530204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465764937_1081439909724224_4880051850456465791_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=aKApCouiCI8Q7kNvgH7CRTv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYB4XbALw2JePlNj5R3p0ji_t74r_piifusmF19r4aNyQQ&oe=67518D8B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560477	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/9/25, 7:21 AM	1733012940	1746793262		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/frank_kelly001			2.942960204437E+14	frank_kelly001	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/451590556_324740450604829_7626777581139552571_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=igvuh3MCYUwQ7kNvgEt3J9b&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDrUeP3V68UrM0SiWjtAMtc7C2lKVcUcrXeMzB9KEB1yQ&oe=67517D95	IG_ADS_IDENTITY	1					0		I want your body sleeping in my bed😩		frank_kelly001		0	https://www.instagram.com/_u/frank_kelly001	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560540	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/12/25, 9:06 AM	1733012977	1749737192		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710932110238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466014154_7820301938072981_537853645180251293_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kUeKPhZqiB8Q7kNvgFmLvcE&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYCT39TWs4X3IERVyYff_qiSzDmkh_5nwv0dXhgDdyBvUg&oe=67519092	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561532	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/29/25, 1:07 PM	1733013568	1745950033		1942																										hunled.com	Learn more			IMAGE	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468671927_1870899263317317_2699313604712258390_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=x2s8xqLw_nYQ7kNvgEXm-1d&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYCUp--QggpzV1jC9t57sFl-6VGo9abowoAKkLsLVeztGA&oe=6751644F	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Voltei pra mesa. - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na data marcada Mel foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. - Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. No final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta. - Perfeito. - Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. - Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Não precisa correr. Voltei à minha sala e sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. Desligou o telefone. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio. - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560585	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/29/25, 1:32 PM	1733013005	1745951523		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215437132890204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465276598_839500144922207_3314655786020157963_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zT6uE_agl2QQ7kNvgHbqNq-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYBw2lKw4lfTAN7wmZtsr5rC0afH8lmTkhrKBJ3A0dviIQ&oe=6751665B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560764	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/12/25, 9:51 AM	1733013135	1749739862		1942																										earlychildhoodbiz.com	Learn More			DCO	Organize. Learn. Thrive!	Peake Creative	https://www.earlychildhoodbiz.com/challenge			1.0582384801163E+14	Kelley Peake - Early Childhood Business Strategist	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468670336_1285671812432298_6276948203719815449_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=F3HkhygrGyYQ7kNvgGJ-aJd&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYBitg876pmKCQ210mMH4v5RJus954uDQYPVvh4fdLau1A&oe=675183E9	PERSON_PROFILE	0					0		🎉 Ready to simplify and enhance learning? Join our Livingroom to Classroom Challenge for practical solutions, creative ideas, and expert Q&A. It’s fun, flexible, and free! December 2-6.		Kelley Peake - Early Childhood Business Strategist		1313	https://www.facebook.com/peakecreative/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561071	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/12/25, 10:38 AM	1733013346	1749742690		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDUeNFEN1RuwLO8Am0MAGNEPi5kZ6E4fIJXy0c-b9CpgQ&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560602	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/29/25, 4:26 PM	1733013012	1745961981		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807726630204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466970247_1103601757290759_5008629941834786988_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5sstvcSqUQwQ7kNvgFFZZWB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYDq8_tMrrVOLLaSbbDGum-X9Dq59PkKltJ5LbnERzbnGw&oe=67516C78	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561468	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/14/25, 5:26 AM	1733013536	1752488800		1942																										fb.me	Learn More			DCO	Want some reading help for your child?		http://fb.me/			1.0164183892519E+14	Kelly Somer	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468806032_885277450407726_332525673674907229_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lL_oE_1nq7MQ7kNvgEY4RbH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYCe1pQFYmSNyj80uHILgMTCIf92eo3qLs183LGZiXWbPQ&oe=675179D7	PERSON_PROFILE	0					0		Are you worried your child can't read as well as their classmates? Are you saddened watching your child cry or become upset everytime it's time to read? Right now you're noticing your child is: ❌ Overwhelmed by confusing reading rules and concepts ❌ Losing confidence as classmates excel in reading ❌ Struggling to keep up with grade-level reading expectations ❌ Stressed about falling behind and missing out on future success Why is all this happening? 😫 As you know - Recent disruptions in education have caused students to miss crucial reading skills, leading to frustration, dwindling confidence, and widening academic gaps... 📉 But there’s hope... ✅ Let me introduce you to the Confident Reader Program — a unique system designed to transform reading struggles into standout success while igniting a lifelong love for reading. At Somerset Reading we offer: ✅Personalized assessment so we know exactly what your child needs. ✅A specially researched and scienticially proven method to ensure every child succeeds. ✅Classes kids love! ✅Award-winning programs and teachers. ✅Many powerful testimonials from parents just like you! ✅Resources for parents. ✅A fun book club to encourage a love of stories and reading! But opportunities like this are rare! To maintain our high-quality instruction, we’re only offering limited spots for new students. We’ve just opened 10 exclusive spots this month in our Confident Reader Program tailored for 1st - 2nd grade students. 🌟 Eager to see your child master reading, double their learning speed, and confidently perform at grade level in as little as 12 weeks? Discover how our Confident Reader Program can be the game-changer your child needs. 🙌 ✅ Click this ad for more info on how to get started! …You’ll be directed to a form to answer a few quick questions to see if I can help, then we’ll schedule a call to secure your child’s spot in the program. Looking forward to helping your child fall in love with reading and succeed in school! Kelly, Your Reading Coach at Somerset Reading P.S. Time's ticking! We are often fully booked due to our reputation. Don't let your child miss this chance to revolutionize their reading journey and secure an impressive future. Act now!IS rin		Kelly Somer		384	https://www.facebook.com/iamkellysomer/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561490	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/12/25, 2:27 PM	1733013551	1752348454		1942																										c.whastory.com	Learn more			VIDEO	🔥🔥 Click to Read 👉🏻👉🏻		https://c.whastory.com/ad/bnV0cmVhZHMvMzY1NTU5LzIwMjQxMTI3MTM1NjEzL3BhZ2U=?adid={{ad.id}}			1.509108181149E+14	Wha004	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468219658_8835225896571340_6670001553625884350_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ksBBuuUkWGUQ7kNvgFF6Htp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYCTktxeV7MGio0wmvSiMbwiNg0z_aDIcDnvJ4OSVth6bA&oe=6751739D	PERSON_PROFILE	0					0		"I'm sorry you lost your baby, Dove." "My baby? Not ours?" I can't believe what I'm hearing. He doesn't even seem a little bit upset! "Maybe this is for the best; you know I wasn't ready to be a father anyway." I'm so uncomfortable that he's having this conversation in front of Jenny—it feels like he's purposefully trying to embarrass me. I glance slightly towards Jenny to ask her to leave but notice her trying to hide the grin on her face. Just as I'm about to ask Jenny about the grin, Kelly beats me to it. I didn't even realize she saw it, but I'm grateful she did. Kelly walks slowly towards Jenny, clearly ready to call her out. "What's so funny? You think this is a joke?" — I'm so lost in my thoughts that I barely register the soft squeak of my hospital door opening. I don't need to look up to know it's Kelly; the familiar scent of her light vanilla perfume gives her away. Before I can turn around, she's already climbing into my hospital bed, wrapping her arms around me from behind in a tight hug. I didn't realize how much I needed her until this moment. I don't have to be strong on my own anymore, and I finally allow myself to grieve, letting the tears I've been holding back flow freely. As my sobs shake my body, she just holds me tighter, not saying a word or trying to hush me. It's exactly what I need—just the space to feel everything. Even the ache in my chest feels a little lighter with her here. It feels like I've been crying for hours, but it's really only been about twenty minutes. When I finally manage to take a deep breath and regain some control, I hear Kelly's soft sniffles and realize she's been crying too. I reach for her hand, gently lace my fingers with hers, and give it a squeeze, offering her some comfort in return. After lying here for a while, sniffling and holding each other, Kelly finally gets up and sits in the chair next to my bed. She takes my hand again, her eyes full of concern and sadness, waiting patiently for me to open up. So, I do. I tell her everything—the unbearable pain that hit me at home, the terror I felt when I saw the blood running down my legs, how I tried calling Daniel and Jenny, but neither of them answered, and how I eventually had to call an ambulance on my own. The words spill out in a broken stream, and I feel her hand tighten around mine as I speak. I tell her about Dr. Smith and Nurse Jackie doing everything they could, but in the end, they couldn't save the pregnancy. As I speak, I see a range of emotions play across Kelly's face—sadness, empathy, love, and then, unmistakably, anger. She's never liked Jenny, always saying she gives off weird vibes, and honestly, I agree. I have talked to Daniel about it so many times, but he's made it clear that Jenny is one of his closest friends and he won't let her go. Part of me understands, because that's exactly how I feel about Kelly. Kelly climbs back into the bed with me, wrapping her arms around me again. She doesn't let go, and I'm grateful for the warmth of her embrace. After a while, she speaks softly. "I'm so sorry, Ari. I'm sorry you had to go through this alone since yesterday. Why didn't you call me? You know I would've dropped everything to be here with you." I let out a sigh, knowing I owe her an explanation. "I know, Kells, but... I guess I just wanted to pretend a little longer that this was all just a bad dream. When I finally worked up the courage to call you, it felt like I was admitting that it was real, you know?" She hums but doesn't press further. "Okay, hun, I get it. Now I'm starving, and I'm ordering us some food." We spend a couple of hours cuddling and watching TV. Nurse Jackie pops in every now and then, probably just checking in on how I'm holding up. Eventually, we convince her to join us for lunch, which turns out to be really nice. Nurse Jackie tells me I have to stay another night for more blood tests because Dr. Smith found something in my bloodstream that's worrying her. Kelly quickly offers to run out and grab me an overnight bag. "You definitely need a nice hot shower," she says, and I can't help but agree. Just as Kelly is about to hand me a glass of ice water, Daniel casually walks into the room with his "bestie," Jenny. I'm surprised to see her here. I'm not sure if I should say anything or just let it go. I don't understand why she needs to be here. After our argument, she didn't even attempt to apologize for the things she said and just pretended nothing happened. This woman clearly doesn't like me—anyone can see it in her eyes—so her being in my hospital room right now makes my skin crawl. Daniel silently plops himself into the chair next to me, not bothering with a hello. Leaning in, he takes hold of my hand and gives it a small squeeze. "I'm sorry you lost your baby, Dove." "My baby? Not ours?" I can't believe what I'm hearing. He doesn't even seem a little bit upset! "Maybe this is for the best; you know I wasn't ready to be a father anyway." I'm so uncomfortable that he's having this conversation in front of Jenny—it feels like he's purposefully trying to embarrass me. I glance slightly towards Jenny to ask her to leave but notice her trying to hide the grin on her face. Just as I'm about to ask Jenny about the grin, Kelly beats me to it. I didn't even realize she saw it, but I'm grateful she did. Kelly walks slowly towards Jenny, clearly ready to call her out. "What's so funny? You think this is a joke?" Jenny turns to Daniel with this exaggerated look of shock, like she's the victim here. And, of course, the idiot falls for it. He drops my hand and steps between them, like he's trying to protect her from some kind of threat. "I'm sure you saw wrong, Kelly," Daniel says, trying to smooth things over. I jump in, my voice unsteady with anger. "No, I saw that smirk too. Why is she even here, Dani? This isn't a conversation she should be part of." I know he's going to ignore me—he's been doing that a lot lately. It's always the same old nonsense, and honestly, I'm reaching my breaking point. "Oh, come on, Aria, be realistic," he says, exasperated. "She's my friend, and I was going to tell her about this anyway. You talk to Kelly about stuff at home too, so it's only fair I get to do the same." Then he turns around and takes Jenny's hand. "Let's go, Jen. We don't need this." And just like that, he walks out with her. I try to hold it in, but a harsh sob escapes my lips, raw and painful. I don't want to cry in front of them, but I can't help it. I can't help but wonder why he keeps choosing her over me. This should be a time for us to lean on each other, to be strong together, but it's like the miscarriage doesn't even faze him. When did I lose the supportive boyfriend, the boy I grew up with? When did he turn into this stranger? I look at Kelly, and I can see the anger simmering in her eyes. I know she wants to go after Daniel and Jenny, to give them a piece of her mind. But instead, she stays by my side, offering the support I so desperately need right now. I couldn't wait to get home and climb into my own bed. The nurses and doctors are amazing, but there's nothing like being in your own space. I unlock the door and walk inside, hoping Daniel is home, but it's completely silent, so obviously he isn't here. I take off my jacket, hang it on the coat rack by the door, and stretch my stiff muscles. I glance towards the kitchen and let out a puff of air because I know what's waiting for me there. I was in the kitchen when the cramps hit me out of nowhere, and the amount of bleeding and how quickly it happened was overwhelming. As expected, the mess is still there, including my footprints from when I walked over to the counter to get my cell to call for help. I put my medication on the counter and get the bucket and rag out to clean up a bit. Just as I'm about to fill the bucket with water, Kelly walks into the kitchen from the laundry room. "Okay, Ri, I put the clothes in the washing machine. Do you want me to hang them outside or put them in the dryer when they are done?" she asks absentmindedly. "I'll hang them outside, don't worry. Thanks, Kells." Opening the tap at the sink to fill the bucket with hot water, Kelly walks over and hip-bumps me out of the way. "Move, I'll handle this. You go get in the shower." "No, it's really okay. I just need to clean the blood off the floor first and then I will go take a shower," I say, pointing to the floor. She shakes her head. "Nah uh. All you need to do is take that shower and get to bed. Nurse Jacky gave me strict instructions to make sure you get enough sleep and finish your meds. I plan on following her orders to the T." "Thank you, Kells, but it's blood. I can't ask you to clean that." "Good thing you didn't ask, right? I know where the gloves are, and I know where you keep your bleach and everything I will need. Now, please go before I call Jacky on you." Chuckling at her threat because I know she will really do it, I give her a tight hug and turn to walk to my bedroom. Lowering myself to the shower floor, I let the tears come, feeling every bit of the hurt. My chest is so tight, it feels like it's being squeezed. It's hard to breathe, like I'm trying to get air in my lungs but it's just not happening. I sob and allow myself the time to grieve for my baby. My throat is raw by the time I start to calm down. Pulling myself back together, I give my body a final rinse and switch off the water. It's like Kelly was waiting for me just outside the door because as I step out of the shower she walks in, wraps me in a warm towel, and hugs me from behind. She got me everything I needed, including a pad, and I'm so happy she is here with me right now. Once I'm dressed, she quickly blow-dries my hair and puts me in bed. She makes sure I'm comfy, turning on the electric blanket and tucking me in tightly. I must have slept for a few hours because when I open my eyes, I notice the room is dark. About ten minutes later, Kelly walks in. She has a bag full of food from my favourite Chinese place. She puts on the light and gets into bed next to me. As we relax in bed, my head laying on her lap, we hear the front door open and then close. I lift my head and move over to sit beside Kelly. When Daniel walks in, he looks genuinely surprised to see us here. His eyes flick between us, and he awkwardly waves. Kelly stands up, and for a moment, I feel panicked. But she gives me a soft smile, whispering she's just giving us a chance to talk. As she walks past Daniel, she gives him the meanest side-eye imaginable. I thought Daniel would come sit and talk to me about our baby and what happened, but instead, he walks right past me and goes to the bathroom. I can hear him digging through the vanity, moving things around, and opening and closing drawers. What is he doing? Is he avoiding me? "Did you clean up the mess you made in the kitchen? I'm not touching that blood. It's disgusting," he yells from the bathroom. What is wrong with this man? "Are you joking right now, Daniel?" I snap back. "I can't believe you just said that. I lost our baby, and all you care about is the mess—the mess you obviously saw and left anyway." "Look, I didn't ask for this, alright?" Daniel answers. "It's not like I wanted the child to die. I can't deal with this right now. Just clean it up, okay?" "Doesn't any of this bother you?" I demand. "Don't you care about me, even a little, Dani? I went through the miscarriage alone. You didn't even bother answering a simple phone call." He lets out a frustrated sigh and walks back into the room. "Okay, I get it, I messed up, and I'm sorry," he says, waving his hands around in frustration. "I don't know how to handle any of this!" We both stay quiet because I know I can't be too harsh on him; we all deal with pain differently, and I need to let him grieve in his own way. He walks further into the room and grabs a duffel bag. I follow his movements with my eyes. Turning to me, he says, "Aria, let's face it: the baby wasn't healthy enough to make it. You weren't that far along anyway. Jenny said it wasn't even considered a baby yet, so you really shouldn't feel this sad about it." I feel like I can't breathe. "So, I'm not allowed to feel anything because of what Jenny said? She doesn't even have a say in this," I say, my voice shaky and barely audible. Tears sting my eyes because all I want from Dani right now is understanding, a hug, or maybe just a glimpse of my childhood best friend, but I don't know this person anymore. Daniel's jaw tightens, and he runs his fingers through his hair—a habit of his when he's frustrated. When he finally looks at me, his eyes seem hazy, like he's lost in his own world. "Look, I didn't ask for this mess," he snaps. "It's not like I wanted the baby to die, but you need to face reality. You lost a fetus, not a child! You are making this harder than it needs to be." He doesn't wait for a reply and starts packing a few things into the bag. I watch him closely, tears slowly running down my face as he does. When he's finally done, he looks at me, "Dove, I'm going to leave for the night to clear my head. Maybe ask Kelly to stay over or something." With that, he walks out of the room.		Wha004		47	https://www.facebook.com/61554431895436/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561079	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/9/25, 2:55 PM	1733013352	1746820548		1942																										www.seres.org.pt	Learn more			VIDEO			http://www.seres.org.pt/			1.6752495393615E+15	Seres Associação	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468548539_1088222529345026_5571368050258649891_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=U1e6Or2BhkUQ7kNvgG0amoG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYAbu566Vp1k-cyIMr04WROsTlobgX7QtWE47FboEpeCcw&oe=67517CC6	PERSON_PROFILE	0					0		A SERES apresenta Conversas na Positiva, para uma maior literacia em VIH, inserido no seu projecto SERESilient, com o apoio da CIG. Neste último vídeo (de uma série de 5): MPox explicado. (Esta é a nossa 33ª Conversas na Positiva). Este vídeo era necessário por a MPox (conhecida anteriormente como varíola dos macacos) ser recente e ainda desconhecida. Esperamos que muitas dúvidas sejam esclarecidas pela fantástica Dra. Cátia Caldas. Não hesite em fazer o diagnóstico. É muito importante para um bom tratamento e cura. Faça o diagnóstico! trate-se! Mas acima de tudo previna-se! Informação é poder! Mais Informação para menos preconceito. Com Isabel Nunes | Judite Corte-Real | Raquel Freire, e a nossa convidada especial Dra. Cátia Caldas A todas o nosso Obrigada! #mpoxvirus #Mpox #seresvih #serespositiva #conversasnapositiva #Seres Associação #PoderiaSerEu #HIV #VIH #EstigmaInternalizado #estigma #MpoxAwareness #maisinformaçãomenospreconceito ‪#www.seres.org.pt #VIHSIDA #HIV #monkeypox#darvozmulheresvih #seresvih #serespositiva #conversasnapositiva #seresassociação #varioladosmacacos		Seres Associação		1234	https://www.facebook.com/seres.positiva/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561521	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/4/25, 4:44 PM	1733013562	1749073462		1942																										The Hidden Gem @ Holiday Vendor Market	INTERESTED			EVENT	The Hidden Gem @ Holiday Vendor Market	Join us for a Holiday Vendor Market at our office! Free to enter! We'll have local craft vendors, refreshments, and door prizes every half hour. Last year's event was a great success and we're looking forward to another one this year!	https://www.facebook.com/events/2026311254477565/			2.7800504066607E+14	The Hidden Gem	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468637001_500848772969664_563237948089954869_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=n97i7A5T4E0Q7kNvgHlvtpQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYC4lZlmQo4A32HRLGdk6vs3oGT14oEmbzNZ62lLqKmUrA&oe=6751909F	PERSON_PROFILE	0					0		Join us for a Holiday Vendor Market at our office! Free to enter! We'll have local craft vendors, refreshments, and door prizes every half hour. Last year's event was a great success and we're looking forward to another one this year!		The Hidden Gem		310	https://www.facebook.com/hiddengemlv/	0		EVENT_RSVP								View Edit Delete
2561527	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/12/25, 2:33 PM	1733013566	1749756785		1942																										sarb.path-2-career.com	Learn more			IMAGE	Learn About Pharmacy Technician Certification: All You Need To Know	Understanding pharmacy technician certification: Your comprehensive guide By Taylor Greene | November 28, 2024 Are you considering a career as a pharmacy technician? Discover the vital role of pharmacy technician certification, the process to obtain it, potential benefits, and career prospects. This...	https://sarb.path-2-career.com/article/sarb-pharmacy-technician-certification-ea-navy-bg/?channel=mm_ch361&rac=Learn%20About%20Pharmacy%20Technician%20Certification%3A%20All%20You%20Need%20To%20Know			2.8233595162603E+14	Path 2 Career	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468623598_1091385482643367_1601847704459036131_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=y31NUYiOxAwQ7kNvgGWwOE1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYBK8KhvoWKgeBBlOLsQh8lQHnHbvLsaK7auYf5bd-eGBA&oe=67518031	PERSON_PROFILE	0					0		Explore Info About Pharmacy Technician Certification: Your Complete Guide.		Path 2 Career		367	https://www.facebook.com/path2careerr/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561307	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/14/25, 8:20 AM	1733013463	1752499240		1942																										ad.readinkapp.com	Learn more			VIDEO	Click to read more👉🏻		https://ad.readinkapp.com/ad/index.html?pixelId=714691314167846&pageId=67444054ee0200bc4b0ab086&ad_id={{ad.id}}&adset_id={{adset.id}}&campaign_id={{campaign.id}}&campaign_name={{campaign.name}}&adset_name={{adset.name}}&ad_name={{ad.name}}			4.1179525869294E+14	Enchanted Pages	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468734017_574317058869632_2479795883408696871_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hjjCPe4mTBgQ7kNvgHTFGCh&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AY2OeOg_Wqj8GDXIbDBwc-e&oh=00_AYD2NzufHzx3K_pSCyDJD0HiRFAXTzgolI8sDTD9ByggLw&oe=67518B5F	PERSON_PROFILE	0					0		😱😱😱After divorcing her abusive ex-husband, she was left severely traumatized, to the point where she would wake up terrified from nightmares.😱😱 🛌💖 #NightmareEscape #ProtectiveLove #JasperAndKellyAnne #divocenovel #abusivehusband #abusivenovel ----- "I don't want you to worry about that," Jasper told me, tucking his arm under my head. He pulled me onto my side so I would be forced to lay up next to him under the covers. "I will take care of that first thing in the morning. You look like you are about to the point of being unable to hold your eyes open much longer, let alone experience another round of pleasure like we had in the shower." With his statement, I instantly felt my face flush as heat and blood rushed to the surface of my cheeks. I tried to look down, but he placed his hand on the underside of my chin and lifted it slightly, pulling me even closer to where my head was now resting on his shoulder. "I want you comfortable," Jasper added to his former statement, reaching over to my broken arm and picking it up, laying it in the center of his chest. I blinked several times, watching his movements and he was ever so gentle as he moved my arm, despite the fact that it was sore and not wrapped up. Was it me or did he have some kind of healing touch that helped soothe the ache in my very bones? He pulled me closer as he made sure the covers were on me enough to where I was starting to warm up. Not only that, but he was like my own personal heater inside the covers, too. I closed my eyes for a moment as I took in a slow breath, taking in his scent, and talk about a musky and peaceful scent at that. "Get some rest, Meine Liebe. I will be right here when you wake," Jasper reminded me, reaching up to my chin one last time as I attempted to open my eyes, which seemed like they were glued shut right then. I didn't realize I was all that tired, only to now have difficulty trying to open them back up after I closed them just a moment before. With my eyes still closed, I spoke softly saying, "But I'm not tired." I could hear Jasper chuckle softly as he reached up to stroke the side of my cheek until my thoughts were no more. It didn't take me long to realize that I was passed out. I guess I was more tired than I realized. As I tried to look around what dream I would have this time, I found myself in the same dark and shrouded cloud. It was so thick to where I couldn't see up from down. Is this what my dreams are reduced to? To where I am forced to look at this same dark cloud every time I close my eyes and attempt to sleep. These dreams were not what I would consider peaceful, as I never knew what was going to come out of the dark. It was at that moment that I thought I heard a maniacal laugh in the far-off distance. "Who's there?" I asked inside my head. "Oh, poor pitiful you," I heard in response from the dark. "A horrible, worthless Bitch like you should know who I am!" "Shane," I thought to myself. "Would it be anyone else?" I heard in response. "What do you want?" I said as I found the courage to say out loud to him. "You're supposed to be locked up in jail, so what do you want?" I had no idea what I was doing. Why was I talking to my ex in that manner? If I was awake and said that to him in person, he would punch me in the face and then beat me half to death if I spoke to him in that manner. Why was I trying to do this now inside my head? "How dare you! You think that you can speak to me just like that?!" The voice shouted to me from the darkness. "You are never going to be rid of me, no place can keep me bound up for long! Just remember that I will find you and get back at you when you least expect it! Don't think that life without me will be as easy as pie. I'll find you Bitch, your cunt only belongs to me!" With that, I heard his maniacal laugh disappear off into the distance. I could tell that my eyes were starting to fill with tears again, knowing the words that rang true inside my head. I could not help it as I had fear starting to swell in the middle of my chest. I was unsure about what was going to happen next. Could he be right? Could he find me and get me when I least expected it? What was I going to do? "Kelly Anne?!" I heard a voice in the distance. "Kelly Anne, are you alright?" Whose voice was that? That was not a voice I'd previously heard before inside my head. All I could hear was Shane's voice or the voice of his demon. Not that there was much of a difference. I considered Shane to be evil and the night he did this to me proves it! I tried to turn around to see where that unfamiliar voice came from, but I was still surrounded by this dark cloud. In the distance, I thought I saw a white light of some kind. Where's that light coming from? What is happening to me right now!? Why am I suddenly hearing all these different voices? Telling me different things. Attempting to cause me harm?! "I am right here, Kelly Anne. Can you hear me?" I heard the sound of the more peaceful voice say to me from the distance. I liked the softness of this much nicer and more peaceful sounding voice as it called out to me again. But I still couldn't tell which direction it was coming from. The more I tried to look around, the more I started to be surrounded by this white light. It was like the white light was penetrating through the dark, shrouded cloud that enveloped me. To where it was turning gray before it would turn white. What did that mean? Could this be real? Could this happen in my dream?! Well, that is, if this would be possible and you could call this a dream? "You stay away from her!" I heard a shrill voice screech from the darkness as it started to approach once again, trying to darken the light. "You can't have her no matter what! She belongs to me. She is mine and mine alone!" "Kelly Anne, I am right here. I'm not going anywhere." What is going on with me? What is going on inside my head, this can't be happening. Who are these voices? And what does this mean? I suddenly opened my eyes in a cold sweat, as Jasper was sitting up, holding me in his lap and his arms wrapped around me. I was still draped in the towel and was soaking wet. "What happened?" I frightfully asked Jasper, looking up with tears filling my eyes. "I was about to ask you the same thing?" Jasper replied. "You were shaking and crying in your sleep. So I pulled you into my lap, wrapping my arms around you, talking softly, hoping to wake you from your nightmare." I buried my face in his chest, crying hard, and trying to speak, "It was Shane! He said he was going to find me! He's going to hurt me, he promised!" No matter what, I couldn't stop crying. Jasper didn't say anything as he wrapped his arms further me, comforting me. "Look at me," Jasper said, protectively. "I will protect you. Don't you worry!"		Enchanted Pages		38	https://www.facebook.com/61567125077730/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561433	1	active	11/30/24, 6:38 PM	5/29/25, 11:49 AM	1733013518	1748537369		1942																										instagram.com	Book Now			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		BOOK_TRAVEL								View Edit Delete
2561197	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/14/25, 5:49 AM	1733013415	1752490144		1942																										joy-teaches.store	Learn more			VIDEO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-high/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468736352_580648947786353_1857680833853491497_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9YNZ_YYu0IIQ7kNvgEcS76V&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQ1ao3NS2SBpytvJRiJoU4j&oh=00_AYD4BO64-yt9emJUWUED17cD14cRB9-vEX352AP0lFN94A&oe=67517495	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		223	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560717	1	active	11/30/24, 6:31 PM	5/2/25, 9:14 PM	1733013095	1746238492		1942																											Send Message			CAROUSEL	Trish Kelly Real Estate					1.083736587145E+14	Trish Kelly Real Estate	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468833630_1114915650290782_4383748111762187612_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9D1YNiJ6qO0Q7kNvgGw16Pe&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYDHYuhdBn9VlAe1M5qTOpAdrVDDLrOho7ipI_MgzRAwZQ&oe=67516B33	PERSON_PROFILE	0					0				Trish Kelly Real Estate		0	https://www.facebook.com/100086690970483/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2560478	1	active	11/30/24, 6:29 PM	7/16/25, 6:39 AM	1733012942	1752665967		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/ig.maxuria			3.9096704077210E+14	Maxuria	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468812638_563099029795167_5007409742132431328_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OcBnpnRr9M8Q7kNvgFaWchR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2U2lpTxDvrNyDXehA9T_6_&oh=00_AYACd6_WD6PHPBhiUsMidvD6D95ZgOXc3IWaAvqUFQKqpQ&oe=67518C0D	PERSON_PROFILE	0					0		📦Here is the delivery of your Hermes bag ✨Unbox Birkin 30 Togo 81 Gris Tourterelle 🔥 Follow us for more luxury finds 🛍 Shop authentic preloved luxury handbags at 🔗 Maxuria.com #hermes #maxuria #luxurybag #handbag #luxury #preloved #preownedluxury #authenticbag #hermeskelly #hermesbirkin #kelly #birkin #hermesconstance #constance #fashion		Maxuria		14	https://www.facebook.com/61564877761652/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560124	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/12/25, 6:02 PM	1733012715	1749769322		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461200830_409103592223043_120534980819975406_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1SaLIklcRYkQ7kNvgGOKxXD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYC-EJF5N8tqy5oDydmL6kK8fVRo_oQOR1actrbSl9ssUA&oe=6751836C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560979	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/4/25, 10:03 PM	1733013277	1749092587		1942																										vaultcomics.com	Shop Now			DCO	Queen of Bad Dreams		https://vaultcomics.com/products/queen-of-bad-dreams-cs?_pos=1&_sid=64ab638e3&_ss=r#variant=Paperback%20+%20eBook			2.6641712377281E+14	Vault Comics	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468509345_1117114520416252_185366636686739039_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OICKRSRVWq4Q7kNvgFLNSWs&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ApjZ6PxA-FHWd1cbZT4AqD6&oh=00_AYAVV7FQsF3SAG5c_e3VYsGrh47dTA_a11iNI1XRrzyHtw&oe=6751632B	PERSON_PROFILE	0					0		Black Friday deals for the Sci-Fi Sage! Get 40% off sci-fi graphic novels filled with advanced tech, alien worlds, and epic journeys.		Vault Comics		9735	https://www.facebook.com/VaultComicsOfficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561087	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/5/25, 9:52 AM	1733013358	1749135138		1942																														MULTI_IMAGES						1.0519201593151E+14	Kelly’s Flower Brook Farm	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468537154_8656235057826497_956996585553680237_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=xNY-p9RI3oIQ7kNvgEd8EBi&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQiUt0-rcuxUB-BaHLkZDEH&oh=00_AYCAONiXuxLmDNBoZZ1pSWgZ-KJOy5ug7-oQg4bIJobG7g&oe=67519501	PERSON_PROFILE	0					0		Good Morning! The self-serve stand at 65 Bacon Street, Westminster is open today and brimming with festive holiday decor! We have a wide selection of centerpieces, kissing balls, swags, wreaths, and more—all handmade right here at our flower farm using the freshest greens! The stand is open daily 9 am to 5 pm. We also have a limited number of beautiful poinsettias available for $25.00 each, in 6.5-inch pots. Descriptions can be found under the pictures. If you're interested, please message us to arrange a pickup, and be sure to specify your color preference. Additionally, we’ve opened up a few more spots for our summer and fall bouquet subscriptions! Orders can be placed through our website at www.kellysflowerbrookfarm.com Both subscriptions are for 6 weeks, and you’ll receive a beautifully wrapped bouquet filled with the best of the flowers from the farm each week. Bouquet subscriptions also make wonderful gifts! We also invite you to join us tomorrow from 9 AM to 1 PM for our Holiday Open House at the stand. Unique Sea Creations will be showcasing their beautiful holiday sea glass art, and my niece will be displaying her lovely handmade crochet pieces. You can view her creations on Instagram at crochet_with_nae. Thank you all for supporting our small business, as well as other amazing local businesses. We hope to see you soon, and we wish you a wonderful day! 💐		Kelly’s Flower Brook Farm		539	https://www.facebook.com/100093300274314/	0										View Edit Delete
2560116	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/12/25, 4:09 PM	1733012713	1749762574		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459644376_1213550616459165_5435572715139033757_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jRvdakDvd3IQ7kNvgGayrTk&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYDQGwVmaqJRtWGosKdRwjP1d8oWsNnUr7HWT4osE_BT9g&oe=67518874	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560082	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/12/25, 6:17 PM	1733012685	1749770273		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459492555_877862810485497_5713673609866983434_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=-OpeJkIJhGEQ7kNvgFnxWKB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYAcNkIek5weWLmaZDmzRc38LFJ-VOcFMVaGPLdcOIFGOQ&oe=67518354	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire and His Blood wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560192	1	active	11/30/24, 6:25 PM	7/15/25, 9:10 AM	1733012748	1752588654		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.0830070571037E+14	Miiowtv short13	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459981452_1765710160838117_6128648309256408352_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=tY-rJudfdJQQ7kNvgHdB_2e&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYAIyBbFzpv3OhlaPCUhKXI5T_ejFqiWuDjneRfk32WIJA&oe=67519307	REGULAR_PAGE	0					0		"👀 Binge-watching got you hooked? Don't miss the next episode of your favorite series! #NextEpisodeIsComing #GetReadyForMore"				0		0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560004	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/5/25, 2:03 AM	1733012649	1749106985		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460976856_556950840001441_1479650322339418213_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=poe3v6WNrrMQ7kNvgH4lNZM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYAk1ADVSxLCKvX5HwbTzLKiZ3i8t7NaudU7-nEpi_KyjA&oe=67518C31	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire and His Blood wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560431	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/12/25, 5:31 PM	1733012914	1749767495		1942																											Buy now			IMAGE	List Included - $10 Vinyl Record Album LP - Classic Rock Jazz Country Blues		https://facebook.com/marketplace/item/1207065817486568/			8.1959191173338E+14	Jeff Didricksen	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468950946_449317877939006_4687722963012334824_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=eaTa6caYtHgQ7kNvgF6RHBh&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AU_mVk3ucPQR_i9fdKpY5ki&oh=00_AYAwTAgKAfm9kRz5FjI0jmHTt99xI5IHfWWxlLaQFqRBLg&oe=67517AE1	REGULAR_PAGE	1					1		List Included - $10 Vinyl Record Album LP - Classic Rock Jazz Country Blues - $10.00 * All records are graded and priced below. ** Please check with me to make sure I have your record I purchased the contents of a closed music shop. I am not a professional grader but tried to give an honest evaluation. My visual grading is to give you a good idea of condition. There are a bunch of gems in here! Records are sold as is. Shipping - 1-4 records $6 / 5-6 records $7 / 7-9 records $8 / 10-11 records $9 / 12+ records $10+ 10cc - The Original Soundtrack (with insert) - VG+ - $10 19 Hot Country Requests - Varouous Artists (1984) - NM - $10 24 Original Happening Hits - 1967 - VG+ - $10 30's - The Greatest Hits of the Century - Tele House - NM- - $10 33 Country & Western Favorites - 1968 - NM - $10 120 Music Masterpieces - Columbia House / A Columbia Musical Treasury (Classical) - NM- - $10 5th Dimension The - Greatest Hits On Earth - NM - $10 6 Days On The Road - Trucker Stars - VG+ - $10 A Chorus Line - Original Cast Recording - NM - $10 ABC - Beauty Stab - VG+ - $10 About Last Night - Music From The Motion Picture - NM - $10 Ace - Five-a-Side - VG++ - $10 After The Fire - ATF - NM - $10 Air Supply - Greatest Hits - VG+ - $10 Air Supply - Now And Forever - VG+ - $10 Air Supply - The One That You Love - VG++ - $10 Al Martino - Mary In the Morning - NM - $10 Alabama - The Touch - NM - $10 Alan O'Day - Appetizers - NM - $10 Alan Parsons Project The - Ammonia Avenue - NM- - $10 Alan Parsons Project The - Standing On Higher Ground (PROMO) - NM - $10 Aldo Nova - Self Titled - VG++ - $10 Aldo Nova - Twitch - NM - $10 America - "A Horse With No Name" - VG++ - $10 America - Homecoming - VG+ - $10 America , The Beautiful - Various - (Factory Sealed) - $10 American Hot Wax - Original Soundtrack Album - VG++ - $10 Amy Holland - Self Titled (Factory Sealed) - $10 Anne Murray - Country - NM - $10 Anne Murray - Greatest Hits - NM - $10 Annie - A New Musical Soundtrack - VG+ - $10 Aretha Franklin - Aretha - VG++ - $10 Aretha Franklin - Jump To It - NM- - $10 Aretha Franklin - Let Me In Your Life - VG++ - $10 Aretha Franklin - Love All The Hurt Away - VG++ - $10 Aretha Franklin - Sweet Passion - VG+ - $10 Aretha Franklin - Who's Zoomin' Who? - VG++ - $10 Aretha Franklin - With Everything I Feel In Me - VG+ - $10 Art Tatum - The Tatum Solo Masterpieces Vol. 1 - slight cover damage (Jazz) - VG++ - $10 Arthur Fiedler & The Boston Pops - Hi-Fi Fiedler - Rossini / Rimsky-Korsakoff / Tchaikovsky - NM - $10 Arthur Fiedler & The Boston Pops - Opera Without Singing - NM - $10 Arthur Fiedler & The Boston Pops - The Magic of (5 record box set) - VG+ - $10 + $6 to ship Asia - Alpha - NM - $10 Asleep At The Wheel - Served Lived (Country Rock) - NM- - $10 Atlanta Rhythm Section (ARS) - A Rock And Roll Alternative - NM - $10 Atlanta Rhythm Section (ARS) - Champagne Jam - NM - $10 Average White Band - Person to Person - NM - $10 Babys The - Head First - NM- - $10 Babys The - Union Jacks - VG++ - $10 Bach - Greatest Hits Vol. 1 - CBS Masterworks (Classical) - NM- - $10 Bach - The Brandenburg Concertos No. 2 & No. 6 / The Clavier Concerto In D Minor - with booklet (Classical) - NM - $10 Bachman Turner Overdrive (BTO) - Freeways - x2 - NM - $10 Bachman Turner Overdrive (BTO) - II - VG++ - $10 Bad Company - Desolation Angels - VG+ - $10 Baja Marimba Band - Heads Up! - (Latin Jazz) - NM - $10 Barbara Mandrell - Greatest Hits - NM - $10 Barbara Mandrell - The Best of - NM - $10 Barbra Streisand - A Christmas Album - NM - $10 Barbra Streisand - Butterfly - NM - $10 Barbra Streisand - Greatest Hits (1977) - NM - $10 Barbra Streisand - Greatest Hits Volume 2 - NM - $10 Barbra Streisand - Yentl - Original Motion Picture Soundtrack - NM - $10 Barry Manilow - Greatest Hits - NM- - $10 Barry Manilow - The Manilow Collection / Twenty Classic Hits - $10 Barry White - The Man - VG+ -$10 Bay City Rollers - Greatest Hits - NM - $10 Bay City Rollers – Self Titled - NM - $10 Beach Boys – Concert - VG+ - $10 Beach Boys - Surfin' Safari - (cover damage) - VG- - $10 Beach Boys – Wow! 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I - NM - $10 Bobby Goldsboro - 10th Anniversary Album VOL. II - NM - $10 Bobby Goldsboro - Greatest Hits - VG+ - $10 Bobby Sherman - Greatest Hits Volume 1 - VG+ - $10 Bonnie Koloc – You’re Gonna Love Yourself in the Morning - NM- - $10 Boz Scaggs - Hits! - NM- - $10 Brahms - The Piano Concerto No. 2 in B Flat (Classical) - NM - $10 Brahms - Violin Concerto in D Major Hungarian Dances - with booklet (Classical) - NM - $10 Brass Connection The - A Five Star Edition (Jazz) - NM - $10 Bread - Manna - NM- - $10 Brecker Brothers Band The - Back To Back (Jazz-Funk) - NM - $10 Brothers Four The - Greatest Hits - VG++ - $10 Brothers Four The - Rally 'Round! - NM - $10 Bruni Pagan - Just Bruni (Promo) - NM - $10 Buck Owens Show The - Big In Vegas - NM - $10 Buckinghams The – Greatest Hits - VG+ - $10 Buddy Morrow - Night Train (Jazz) - VG+ - $10 Buddy Morrow and His Orchestra - A Salute To the Fabulous Dorseys (Jazz) - VG+ - $10 Buffalo Springfield - Retrospective / The Best of - VG+ - $10 Captain & Tennille - Come In From The Rain (with poster) - NM - $10 Captain & Tennille - Greatest Hits - VG++ - $10 Carl Perkins - Carl Perkins' Greatest Hits - VG+ - $10 Carly Simon - Boys In The Trees - NM - $10 Carly Simon - Come Upstairs - NM - $10 Carly Simon - Hello Big Man - NM - $10 Carly Simon - Hotcakes - VG++ - $10 Carly Simon - Spoiled Girl - NM- - $10 Carmel - The Drum Is Everything - NM- - $10 Cats - Selections From The Original Broadway Cast Recording - NM - $10 Charlie Daniels Band The - Nightrider - NM- - $10 Charlie Peacock - Self Titled (Promo) - NM - $10 Charlie Pride - Country - Time Life Records (Country) - NM- - $10 Charlie Pride - Songs of Love (Country) - NM - $10 Charlie Pride - The Incomparable (Country) - VG++ - $10 Charlie Prose - The Funny Side of Prose (Comedy) - NM - $10 Charlie Rich - Greatest Hits - NM- - $10 Charlie Rich - The Best of - NM - $10 Chet Atkins - From Nashville with Love (Country) - NM- - $10 Chilling, Thrilling Sounds Of The Haunted House - Disneyland Records - VG+ - $10 Chipmunk Rock - Featuring Alvin, Simon and Theodore - NM- - $10 Chopin - Polonaises, Nocturne, Etudes, Mazukas (Classical) - NM - $10 Chuck Mangione - Tarantella - 2LP - (Jazz) - NM - $10 Clarence Wheeler And The Enforcers - The Love I've Been Looking For - VG+ - $10 Claudio Abbado - Georges Bizet L'Arlesienne-Suiten 1&2 - Carmine -Suite (German) - NM - $10 Climax Blues Band – A Lot of Bottle - NM - $10 Climax Blues Band - Rich Man - NM - $10 Climax Blues Band – Shine On - NM - $10 Climax Blues Band –Tightly Knit - NM- - $10 Commander Cody And His Lost Planet Airmen - Lost In The Ozone - VG+ - $10 Con Funk Shun - Candy - VG+ - $10 Con Funk Shun - Spirit Of Love (with insert) - VG+ - $10 Copland: Billy The Kid Complete Ballet - The Philadelphia Orchestra, Eugene Ormandy - VG++ - $10 Country Crossovers - The Best of 1979 - Excelsior - NM - $10 Country Roads - Sessions Presents - Various Artists 1980 - NM - $10 Crosby – Nash – Live - NM - $10 Crosby Stills & Nash - Allies - NM - $10 D.C. LaRue - Forces Of The Night (Promo) (Disco) - NM - $10 Dan Fogelberg - Captured Angel - NM - $10 Dan Fogelberg - Home Free - NM - $10 Dan Fogelberg – Nether Lands - NM - $10 Dan Fogelberg - Phoenix - NM - $10 Dan Fogelberg – Souvenirs - NM - $10 Dan Fogelberg - The Innocent Age + Lyric Booklet - NM - $10 Dan Fogelberg - Windows And Walls - NM - $10 Dan Fogelberg & Tim Weisberg – Twin Sons of Different Mothers - NM - $10 Dave Loggins – Apprentice (In A Musical Workshop) - NM - $10 Dave Rudolf - Danger Zone - VG++ - $10 David Benoit - Freedom At Midnight (Jazz) - NM - $10 David Werner - Self Titled - VG++ - $10 De Falla: The Three-Cornered Hat (Complete Ballet) Enrique Jorda - VG++ - $10 Debbie Reynolds - Do It Debbie's Way (Factory Sealed) - (exercise) - $10 Delbert McClinton - Love Rustler - NM - $10 Diana Ross & The Supremes - Superstar Series - NM - $10 Dina Washington - Self Titled - Roulette Records (Jazz) - VG+ - $10 Dino Kartsonakis - Playing The Inspirational Alleluia - VG+ - $10 Dionne Warwick - Dionne - NM - $10 Dire Straits - Twisting By The Pool - Extended Dance Play - NM - $10 Dolly Parton - Heart Breaker - VG+ - $10 Don Felder - Airborne - VG++ - $10 Don Hustad/Tedd Smith - To God Be The Glory! - NM - $10 Donny & Marie - Featuring Songs From Their Television Show - NM - $10 Donovan - Cosmic Wheels with poster - VG+ - $10 Donovan - Like It Is Was, And Evermore Shall Be - VG+ -$10 Dora Hall - Sings Top Teen Tunes - (Factory Sealed) - $10 Doris Day - Doris Day's Greatest Hits - NM - $10 Doug Kershaw - The Louisiana Man - NM - $10 Dreamgirls - Original Broadway Cast Album - VG+ - $10 Dvorak - The New World - Ninth Symphony (Classical) - NM - $10 E. Yazawa - Flash In Japan - NM - $10 Ed Ames - Sings The SOngs of Bacharach and David - NM - $10 Ed Ames - Time, Time - NM - $10 Eddie Rabbitt - Greattest Hits Volume II - NM - $10 Eddie Rabbitt - Radio Romance - NM- - $10 Eddie Rabbitt - Step By Step - NM- - $10 Eddie Rabbit - The Best of - NM - $10 Eddie Rabbitt - The Best Year Of My Life - NM - $10 Eddy Arnold - All-Time Favorites (Country) - NM - $10 Eddy Arnold - Anytime (Country) - NM - $10 Eddy Arnold - Cattle Call (Country) - NM - $10 Eddy Arnold - Greatest of (Country) - NM- - $10 Eddy Arnold - Praise Him Praise Him - Fanny Crosby Hymns - Mono (Country, Gospel) - VG++ - $10 Eddy Arnold - Pure Gold (Country) - NM - $10 Elton John - 11-17-70 - VG - $10 Elton John - Jump Up! - VG - $10 Elton John – Rock of the Westies - VG- - $10 Elvis Presley – Country - VG++ - $10 Emerson, Lake & Palmer - Works - NM - $10 Emmylou Harris - Blue Kentucky Girl - NM - $10 Emmylou Harris - Cimarron - NM- - $10 Emotions The - Rejoice (Disco/Soul) - VG++ - $10 Engelbert Humperdinck – Golden Love Songs - NM - $10 Engelbert Humperdinck – We Made It Happen - NM- - $10 Ernestine Anderson - Never Make Your Move Too Soon (Jazz/Blues) - NM - $10 Everly Brothers The - Reunion Concert - NM - $10 Evita Premiere American Recording Soundtrack - Andrew Lloyd Webber / Tim Rice (1979) - VG+ - $10 Exposed – 1981 A Cheap Peek At Today’s Provocative New Rock - NM- - $10 Eydie Gorme - Greatest Hits - NM- - $10 Faith Band - Face To Face - NM - $10 Faith Band - Vital Signs - NM - $10 Fame - Rock 'N Roll World - NM- - $10 Fats Waller - A Legendary Performer with booklet - NM- - $10 Fattburger - Good News (Jazz) - NM- - $10 Fiddler On The Roof - Childrens Version Complete Story and Songs - VG++ - $10 Firesign Theatre The - I Think We're All Bozos On This Bus - VG++ - $10 Firesign Theatre The - Presents How Can You Be In Two Places At Once When You're Not Anywhere At All - VG++ - $10 Flex The - From The Vacuum - NM - $10 FM - The Original Movie Soundtrack - VG+ - $10 ‪Foghat – Boogie Motel - NM - $10 Folk Hit Song Book The - Various - NM- - $10 Footstompers - Live - You Guys Still Here? 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(Jazz) - NM - $10 Guys & Dolls - Original Cast Album - NM - $10 Gypsy - Ethel Merman And The Original Broadway Cast - NM - $10 Gypsy - Self Titled - VG+ - $10 Hair - An American Tribal Love-Rock Musical - VG++ - $10 Hair - The Music And Songs From - NM- - $10 Hair - The Original Broadway Cast Recording - VG+ - $10 Half a Sixpence - Original Sound Track Recording - NM - $10 Hall & Oats - X-Static - NM- - $10 Hamilton Joe Frank & Reynolds - Fallin In Love - NM - $10 Handel - Highlights from Messiah, Music for the Royal Fireworks - with booklet (Classical) - NM - $10 Happiest Millionaire The - Walt Disney's Original Cast Sound Track Album - NM - $10 Harry Belafonte - My Lord What a Mornin' - NM - $10 Harry Chapin - Dance Band On The Titanic - NM - $10 Harry Nilsson - Harry - VG+ - $10 Haydn - The Surprise Symphony The Clock Symphony - with booklet (Classical) - NM - $10 Haydn/Mozart - Amadeus Quartett - Kaiserquartett (Emperor) / Jagdquartett (Hunting) - German (Classical) - NM - $10 Helen Reddy - I Am Woman - NM - $10 Henry Mancini - The Best of - NM- - $10 Henry Mancini Film Music by - Days of Wine and Roses & Others - VG+ - $10 Henry Paul Band - Anytime - VG+ - $10 Herb Ellis / Charlie Byrd - Guitar/Guitar - VG+ - $10 Hervie Mann - At The Village Gate - VG - $10 Herbie Mann - Bongo Conga & Flute - VG++ - $10 Herbie Mann - Hi Flutin' - NM- - $10 Herbie Mann - Memhis Underground - VG - $10 Herbie Mann - Push - VG+ - $10 Herbie Mann - The Evolution of Mann - NM- - $10 Howard Jones - Dream Into Action - VG++ - $10 Howard Roberts Quartet The - Jaunty-Jolly! 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2560495	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/5/25, 1:17 AM	1733012952	1749104245		1942																										amazon.com	Learn more			IMAGE	Thriller Fiction from Richard W. Kelly		https://www.amazon.com/American-Martyr-Richard-W-Kelly-ebook/dp/B0DHZ7RSQ5/ref=sr_1_1?crid=1V336KOL04NQS&dib=eyJ2IjoiMSJ9.3zCF1K9kMxzjysf-JDjtmD0QQQ9EPzFCCyzl3nzhstI.PHWJHbPLV1ha4q1kueZcSFEopGH9cPZapt2Dv5pk424&dib_tag=se&keywords=the+american+martyr+richard+kelly&qid=1732650474&sprefix=the+american+martyr%2Caps%2C165&sr=8-1			9.908560710011E+14	Richard W. Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468773968_981084994053635_6140799538416474518_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=K_1erYaKRZoQ7kNvgGtzxxF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2vcABlRxVTq1C7Pb-Z0uLp&oh=00_AYCH9OiGEjOF70A5ZUZbshBbMm96KjQBbUMxZ-sx1Q5PQw&oe=67518C6F	PERSON_PROFILE	0					0		Thriller Fiction from Richard W. Kelly		Richard W. Kelly		47	https://www.facebook.com/RichardWKellyBooks/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561153	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/4/25, 6:01 PM	1733013394	1749078064		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467871594_587515456969730_5774147090142572032_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0PptVmj9IGcQ7kNvgFtQdoT&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYAysBX0sl4jMt3SNvck4wo8LNRsEA2irxJsjnb_zSd05g&oe=67516AB0	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560812	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/2/25, 5:04 AM	1733013168	1746180257		1942																										carcan.com	Shop Now			DCO	BEST CHRISTMAS GIFT UNDER $10	RATED BEST GIFT	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468594872_947779970591220_2655545964818146122_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2rL0mg2c9nUQ7kNvgFfiI7B&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYDh5bkysiIieX8KP2ZC8VwfM0zMWFLxMJY8EvQDheDztg&oe=67518F4C	PERSON_PROFILE	0					0		🚨 FLASH SALE! 🚨 Get 50% OFF TODAY ONLY on Facebook! • Millions of happy customers ❤️ • Billions of plastic bags saved ♻️ AS SEEN ON TV WITH SHARK TANK HOST Love it or keep it free, our guarantee! 😊 Want exclusive deals? Text "SALE" to 227226 ⏰ Share this post & help us save more bags! 🙏		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560823	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/4/25, 11:36 PM	1733013174	1749098203		1942																										kelleyskiosk.com	Shop Now			CAROUSEL	Smart Wireless Doorbell	Smart Home Gadgets for Every Need	https://kelleyskiosk.com/products/smart-wireless-doorbell			1.0644852918786E+14	Kelley's Kiosk	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468953470_3809520329310742_7168269245458048816_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=LoS9vUpP6-cQ7kNvgG_ooHg&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCopq28bP0UOlV-lxh8FXGDfKh6x9tUsQTwqKjJyIRwyQ&oe=675187B8	PERSON_PROFILE	0					0		Smart Home Gadgets for Every Need		Kelley's Kiosk		14	https://www.facebook.com/100094926393959/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560826	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/1/25, 4:12 AM	1733013176	1746090754		1942																										Opens Instagram	Learn more			IMAGE			https://www.instagram.com/			1.0131071503281E+14	Trifecta Credit Solutions	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468778613_1285206799317559_1067174564795740078_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=r7NVcttaJXYQ7kNvgFHWhRD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYA7YXICAWvrVvbcmgQ1KFWPT6OW_zWBGqa0YykWCW7hAA&oe=6751676E	PERSON_PROFILE	0					0		𝐃𝐢𝐝𝐧'𝐭 𝐆𝐞𝐭 𝐀𝐩𝐩𝐫𝐨𝐯𝐞𝐝 𝐟𝐨𝐫 𝐘𝐨𝐮𝐫 𝐌𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐠𝐞? 𝐃𝐨𝐧’𝐭 𝐠𝐢𝐯𝐞 𝐮𝐩 𝐨𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦 𝐡𝐨𝐦𝐞 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐲𝐞𝐭. What if I told you that in the next 60 days or less, you could: ✅ Get approved for that mortgage, ✅ Boost your credit without needing perfect scores, ✅ And take control of your financial future once and for all. That’s exactly what we do at 𝐓𝐫𝐢𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 𝐂𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭 𝐒𝐨𝐥𝐮𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬. We specialize in helping people just like you turn that 𝐦𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐠𝐞 𝐝𝐞𝐧𝐢𝐚𝐥 into 𝐚𝐩𝐩𝐫𝐨𝐯𝐚𝐥 by fixing your credit and opening doors to better financial opportunities. Not too long ago, I was in the same boat—turned down by lenders because of my financial situation. But once I discovered a proven 𝐌𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐠𝐞 𝐀𝐩𝐩𝐫𝐨𝐯𝐚𝐥 𝐏𝐫𝐨𝐜𝐞𝐬𝐬, I went from being stuck with rejection letters to building a strong credit score and finally getting approved. That’s why I started 𝐓𝐫𝐢𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 𝐂𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭 𝐒𝐨𝐥𝐮𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬, to help others do the same. We’ve helped over 𝟏,𝟎𝟎𝟎 𝐩𝐞𝐨𝐩𝐥𝐞 hit their credit score goals, whether it’s buying a home, refinancing, or securing better loan terms. Here’s how: - 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 had $8,000 in credit card debt wiped out, boosting his score and getting approved for his first home. - 𝐊𝐞𝐥𝐥𝐲 saw over $20,000 in student loans removed, finally qualifying for a mortgage after years of trying. If you’ve been turned down for a mortgage, don’t lose hope. The solution is simple—𝐟𝐢𝐱 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐜𝐫𝐞𝐝𝐢𝐭 with the help of experts and get back on the path to owning your dream home. 𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐭𝐡𝐞 𝐟𝐢𝐫𝐬𝐭 𝐬𝐭𝐞𝐩 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐲 and let’s get you the keys to your new home. Get Started By Clicking Below & Chatting With Us!		Trifecta Credit Solutions		1843	https://www.facebook.com/trifectacredit/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560068	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/12/25, 7:08 PM	1733012675	1749773332		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460995122_536409665411185_2841353432547896925_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2PeATo9S6EUQ7kNvgGmtV8A&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCGEbAfZlZmFr5iAuxOvrOylWoTsJUrPUrGx8yAQeIclQ&oe=6751730C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561226	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/8/25, 3:17 AM	1733013428	1749370670		1942																										bridesblush.com	Learn More			DCO	Kelly Ripa Reveals Mark Consuelos’ Betrayal		https://bridesblush.com/trends/kelly-ripa-mark-consuelos-syn/?utm_source=Facebook&utm_campaign=Kelly%20Mark%20Open%20Up%20Anna2711%20V1%20En%20Dynamic%20BBH-Online%20PHS3051%20CMD%208a71%20-%20Unknown%20USA%20FB%20CM&network_code=CM&utm_term=content&v=8			4.4488236871006E+14	Brides Blush Online	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468658213_428594043637045_2307071763698671898_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=DNr-qkLrrBMQ7kNvgFLvKi5&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-ZS4oWUDN1o7AL5M-Zya3n&oh=00_AYAl91nE6mwahAvNeulJctPIN0384LeQtHOgvm5wkGbr_A&oe=67517BEC	PERSON_PROFILE	0					0		After years of silence, Kelly Ripa reveals the one betrayal that broke her		Brides Blush Online		11	https://www.facebook.com/61566831433542/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561225	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/8/25, 3:20 AM	1733013428	1749370834		1942																										bridesblush.com	Learn More			DCO	Kelly Ripa Reveals Mark Consuelos’ Betrayal		https://bridesblush.com/trends/kelly-ripa-mark-consuelos-syn/?utm_source=Facebook&utm_campaign=Kelly%20Mark%20Open%20Up%20Anna2711%20V1%20En%20Dynamic%20BBH-Online%20PHS3051%20CMD%208a71%20-%20Unknown%20USA%20FB%20CM&network_code=CM&utm_term=content&v=8			4.4488236871006E+14	Brides Blush Online	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468658213_428594043637045_2307071763698671898_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=DNr-qkLrrBMQ7kNvgFLvKi5&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-ZS4oWUDN1o7AL5M-Zya3n&oh=00_AYAl91nE6mwahAvNeulJctPIN0384LeQtHOgvm5wkGbr_A&oe=67517BEC	PERSON_PROFILE	0					0		After years of silence, Kelly Ripa reveals the one betrayal that broke her		Brides Blush Online		11	https://www.facebook.com/61566831433542/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561232	1	active	11/30/24, 6:37 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013430	1744666061		1942																										instagram.com	Send message			VIDEO			http://instagram.com/yourminettshopper			2.6836410637116E+14	Your Minett Shopper	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468778259_391978447237657_8104290490923871853_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=sJiBVuIUZV0Q7kNvgGVMYql&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-ZS4oWUDN1o7AL5M-Zya3n&oh=00_AYBMqFL2RLYfrQBWwlu96tlWlOkHb8UxjqX04dgBAKYQ3A&oe=6751836C	PERSON_PROFILE	0					0		A rare gem of sophistication: Mauve Pale & Nata Mini Kelly #hermes #kelly #hermesbag #hermesaddict #personalshopper #minikelly #hermeslover #luxurywatches #hermesclub #yourminettshopper		Your Minett Shopper		2	https://www.facebook.com/61559803690355/	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561234	1	active	11/30/24, 6:37 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013430	1744666061		1942																										makezbrightgifts.com	Shop now			IMAGE	Family - Brothers & Sitters - Personalized Poster	How does the process work :- Choose your best quality photo that you want to be shown on your product.- Upload your photo.- You can customize your photos by yourself into design.- Place your order.- We make the items.- Ship the items to you. Specifications: Super clear picture and beautiful rich col...	https://makezbrightgifts.com/products/family-brothers-sitters-personalized-poster			4.5061165511808E+14	Makezbright Gifts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468577536_1631288697821401_5494261923228788607_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9QrjsYsL5gIQ7kNvgFCfQV6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYAm5PsSVXIBI5xJnxmf3Ts2iLlyZnf4NRt9y-sbx1SU7w&oe=67517863	PERSON_PROFILE	0					0		Family - Brothers & Sitters - Personalized Poster ❤️ 👉 Order here https://makezbrightgifts.com/products/family-brothers-sitters-personalized-poster		Makezbright Gifts		328199	https://www.facebook.com/superherogift/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561240	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/5/25, 12:57 AM	1733013433	1749103024		1942																										aran.com	Shop Now			CAROUSEL	Your Clan Aran Sweater	Find Your Name	https://www.aran.com/clan-aran-sweaters?utm_source=Facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=Clans-USInts&utm_term=clan-carousel			388195737058	Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468444532_1097515388497070_4086163298786885272_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lt3WXxB3CiYQ7kNvgG5UY0P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYDuQy6SLDo5Mpu0ZlpBCYtkTA9JRo7oM9pOMUrIebckrg&oe=67517DF7	PERSON_PROFILE	0					0		Find Your Name		Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland		161625	https://www.facebook.com/aransweatermarket/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561238	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/16/25, 7:48 AM	1733013432	1752670101		1942																										aran.com	Shop Now			CAROUSEL	Your Clan Aran Sweater	Find Your Name	https://www.aran.com/clan-aran-sweaters?utm_source=Facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=Clans-USInts&utm_term=clan-carousel			388195737058	Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468444532_1097515388497070_4086163298786885272_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lt3WXxB3CiYQ7kNvgG5UY0P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYDuQy6SLDo5Mpu0ZlpBCYtkTA9JRo7oM9pOMUrIebckrg&oe=67517DF7	PERSON_PROFILE	0					0		Find Your Name		Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland		161625	https://www.facebook.com/aransweatermarket/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561239	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/16/25, 10:08 AM	1733013433	1752678493		1942																										aran.com	Shop Now			CAROUSEL	Your Clan Aran Sweater	Find Your Name	https://www.aran.com/clan-aran-sweaters?utm_source=Facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=Clans-USInts&utm_term=clan-carousel			388195737058	Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468444532_1097515388497070_4086163298786885272_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lt3WXxB3CiYQ7kNvgG5UY0P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYDuQy6SLDo5Mpu0ZlpBCYtkTA9JRo7oM9pOMUrIebckrg&oe=67517DF7	PERSON_PROFILE	0					0		Find Your Name		Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland		161625	https://www.facebook.com/aransweatermarket/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561243	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 4:00 AM	1733013434	1752570026		1942																										aran.com	Shop Now			CAROUSEL	Your Clan Aran Sweater	Find Your Name	https://www.aran.com/clan-aran-sweaters?utm_source=Facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=Clans-USInts&utm_term=clan-carousel			388195737058	Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468444532_1097515388497070_4086163298786885272_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lt3WXxB3CiYQ7kNvgG5UY0P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYDuQy6SLDo5Mpu0ZlpBCYtkTA9JRo7oM9pOMUrIebckrg&oe=67517DF7	PERSON_PROFILE	0					0		Find Your Name		Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland		161625	https://www.facebook.com/aransweatermarket/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561244	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 9:18 AM	1733013434	1752589138		1942																										aran.com	Shop Now			CAROUSEL	Your Clan Aran Sweater	Find Your Name	https://www.aran.com/clan-aran-sweaters?utm_source=Facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=Clans-USInts&utm_term=clan-carousel			388195737058	Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468444532_1097515388497070_4086163298786885272_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lt3WXxB3CiYQ7kNvgG5UY0P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYDuQy6SLDo5Mpu0ZlpBCYtkTA9JRo7oM9pOMUrIebckrg&oe=67517DF7	PERSON_PROFILE	0					0		Find Your Name		Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland		161625	https://www.facebook.com/aransweatermarket/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561242	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 6:35 PM	1733013434	1752622555		1942																										aran.com	Shop Now			CAROUSEL	Your Clan Aran Sweater	Find Your Name	https://www.aran.com/clan-aran-sweaters?utm_source=Facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=Clans-USInts&utm_term=clan-carousel			388195737058	Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468444532_1097515388497070_4086163298786885272_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lt3WXxB3CiYQ7kNvgG5UY0P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYDuQy6SLDo5Mpu0ZlpBCYtkTA9JRo7oM9pOMUrIebckrg&oe=67517DF7	PERSON_PROFILE	0					0		Find Your Name		Aran Sweater Market, Aran Islands, Ireland		161625	https://www.facebook.com/aransweatermarket/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560999	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/5/25, 2:33 AM	1733013289	1749108807		1942																											Contact us			IMAGE	2007 Grúas Grúas		https://facebook.com/marketplace/item/1696571037858726/			1.0166418558095E+14	Kelly Cortez Ramirez		REGULAR_PAGE	1					0		2007 Grúas Grúas - MX$500.00 Grúas económicas de Tijuana #gruaszonacentro #gruasbulevar2000 #GruasTijuana #Gruas2000 #plataforma #arrastre #Guas #gruasdeplataforma #grua #gruas Facebook Marketplace		Kelly Cortez Ramirez		1	https://www.facebook.com/Kelly-Cortez-Ramirez-101664185580952/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561002	1	active	11/30/24, 6:34 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013292	1744666061		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/gordonhilldesigns			1.0844161843366E+14	gordonhilldesigns	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/369504896_309695868266139_4095529540369590304_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=cP4pjkMcrdMQ7kNvgEO_yAV&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYBr02cwo4yF05t3nX7vRJm5KExnVvft8KhgeZO-KuBZKQ&oe=67516A6B	IG_ADS_IDENTITY	1					0		Undiluted with a huge finish, this beauty is S P I R I T E D, embodies indulgence, and owns a sage measure of control. Raise a glass to our commission with @leannelaineart whose dynamic piece effectually sparks a kinetic atmosphere born to gather and entertain! AND CHEERS to homing art RIGHT where our hearts beat a little stronger, occasionally skip, and keep pace with either the music, film, or game!!! Occasionally it WILL be the blues…Soooo, how BLUE can you get??? How MUCH dare you feel? How REAL can it be?…on the way to Beautiful! Art / @leannelaineart Cabinetry / @chuppcustomcabinetry Builder / @speichandcompany Yellow glassware / @potterybarn Lighting / @visualcomfort Counters / @konkusmarblegranite Faucet / @kohler Faucet and sink / @fergusonshowrooms Gold vase / @williamssonomahome Bar stools / @ballarddesigns Owner / @kimberly_r_kelly @livmaekelly Interior Design / @gordonhilldesigns Photography / @richwood.studio		gordonhilldesigns		0	https://www.instagram.com/_u/gordonhilldesigns	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561006	1	active	11/30/24, 6:34 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013293	1744666061		1942																											Contact us			IMAGE	400 bbl 16,000 gal insulated fiberglass upright tank		https://facebook.com/marketplace/item/874861247968311/			1.0453714199017E+14	Kelly Tolbert		REGULAR_PAGE	1					0		400 bbl 16,000 gal insulated fiberglass upright tank - $12,500.00 400 bbl 16,000 gallon insulated fiberglass tank. Very rare type of thank. Used for water. Could be used for Water, fertilizer, fuel etc, we also have non insulated fiberglass and steel tanks Facebook Marketplace		Kelly Tolbert		0	https://www.facebook.com/Kelly-Tolbert-104537141990168/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561044	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/26/25, 6:26 PM	1733013333	1745710003		1942																										a.crazynovelapp.com	Learn more			VIDEO	🔥🔥 Click to Read 👉🏻👉🏻		https://a.crazynovelapp.com/ad/cG9wU3Rvcmllcy8zNjcyOTQvMjAyNDExMjkwOTM4MzEvcGFnZQ==?adid={{ad.id}}			1.015677463446E+14	Cra0003	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468366612_589452716796572_3398288821922153056_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FzY6GRUEPWoQ7kNvgHeXHxE&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYCkkN12kdia8m3teXlD96XAPkpX64t6lQteDoMF_L_Keg&oe=67518ED7	PERSON_PROFILE	0					0		My husband, Ryan Carbon, was entwining with another woman. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. She was the wife of Ryan's friend. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo's hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him. --- "You screwed Lisa at the wedding, got drunk at night, didn't even know I was gone. It took you three months to come to me and apologize. You're a hypocrite. I'll never forgive you again. Just go." ———————— The last thing I expected to find when I rounded the corner of the beautiful white wooden summer house, which glowed ethereal in the setting sun, was my husband of seven hours and twenty-four minutes, Ryan Carbon, entwined in the arms of another woman. I’d wanted a break from the loud music, to cool down from the sticky evening and get some fresh air. I’d barely seen my husband since our first dance, there’d been too many people queuing up to offer their congratulations, telling me how stunning I looked in my bridal gown and how happy they were for us both. The afternoon had morphed into the evening at such speed my head spun but not as much as it was spinning now at the sight before me. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. Ryan’s hand glided over Bobby’s wife’s olive skin, straying up her thigh and under her black dress, the other clasped around her birdlike neck. Short moans of pleasure escaped Liza’s full lips and her head lolled back, eyelids fluttering. I froze on the manicured lawn, not wanting to be seen. The two of them blissfully unaware they had a spectator. Sounds of our wedding reception blared out from the house, guests dancing to ‘Come on Eileen’, stamping their feet on the dance floor with no idea the groom was already breaking his vows. A painful eruption began in my chest, a volcano getting ready to blow, hitting me with a grief so profound, it swallowed me whole. My lips parted to speak, but nothing came out. I had no words nor voice for the sight before me. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. Vomit forced its way up my throat and I gagged, backing away on the grass before taking off my heels and turning to flee. Blinking rapidly, I stumbled back towards the house, trying to exorcise the scene I’d witnessed from my eyes. A few hours ago, we’d promised to love and cherish one another, but after the photos were over, he’d hit the whisky hard. As the whirlwind of greeting guests for the evening reception got underway, being congratulated and making small talk, I’d seen my husband fleetingly as he worked the room, a tumbler in hand. He’d been bought drink after drink and I knew he might not even find his way to the honeymoon suite later. It didn’t matter, it was our wedding day, a celebration. Everyone was entitled to let their hair down. Liza was my friend; she and Bobby were our friends and the betrayal sliced into my heart like a knife through butter. ‘Seen Liza, Kel?’ Bobby swayed in front of me when I reached the grand staircase, his eyes glazed. I swallowed the lump in my throat, unable to look at him. Bobby was Liza’s husband as well as being Ryan’s best friend and business partner. They’d only been married a year, yet his world had been blown apart in the past few minutes too and he didn’t even know it. ‘No, not for a while,’ I managed. ‘Ah well, she must be around somewhere,’ he turned in a full circle, arms outstretched, his sweat patches on display and worryingly unsteady on his feet. ‘You make a beautiful bride, Kel,’ he added, grabbing my hand and pecking it, a cheeky grin spreading across his face, showcasing his dimples. His curly mop of brown hair fell into his eyes. ‘Thanks, Bob,’ I replied, the onset of tears pricking the corners of my eyes. I slid my hand out of his damp palm and took the stairs as quickly as I could manage in my heavy ivory gown. By the time I reached the honeymoon suite, my throat was thick with misery and I fumbled for the key in the satin bag hanging from my wrist. The tears came even before I had a chance to close the door to the room. Our enormous four-poster bed with crisp white sheets covered in red rose petals made me sob harder. Was it a one-off? Had Ryan got so drunk he’d made a pass at Liza or had they both been lying to me and Bobby for months? I sat on the edge of the bed and put my head in my hands. Life as I knew it crumbled around me. Ryan and I owned a house together in Crawley a few miles away, he ran a business with Bobby, what was he thinking? The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo’s hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him, but it wasn’t me. I hated confrontation, I needed to think and space to do so, but how was I going to escape my own wedding reception? I looked around the grand bedroom for inspiration, glancing over at my pink suitcase, packed and ready for our flight to Crete. The honeymoon I’d been dreaming of, but now Ryan had ruined everything. Ryan’s backpack had been left beside his suitcase and I riffled through it, digging out our passports, printed tickets and euros. In a moment of inspiration, I shoved Ryan’s passport beneath the mattress of the bed, as close to the middle as I could reach, and put the rest of the items in my bag. Finally I rolled up the layers of white satin, torn lace and netting and hid my wedding dress in the empty wardrobe. Checking I had everything I needed, I dialled the taxi company. ‘Hi, I already have a pick-up booked for three forty-five tomorrow morning for Kelly Carbon, but my plans are changing. Do you have a car available now to take me from Gravetye Manor to Gatwick, North Terminal please?’		Cra0003		145	https://www.facebook.com/100094651747378/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561103	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/13/25, 11:55 AM	1733013369	1752425721		1942																											No button			IMAGE						9.6030949399535E+14	Steel Hearts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468509873_439788538954252_6138269505903783458_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Z2_9u7zud0YQ7kNvgEfyahY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOi0n5h3wp2WrWsiWrLIIbA&oh=00_AYBaJ5o7qvm1AgpX0ndbHWIoxcZt4MrBhiRyKRU7gkoIhg&oe=675193F3	PERSON_PROFILE	0					0		On this day in 2010, we lost our brother, PFC Austin G. Staggs who was killed by an Afghan police trainee in Afghanistan. Be thou at peace, Austin. Proceeds from the PFC Austin G. Staggs bracelet will be donated to Legacies Alive https://www.steel-hearts.org/store/p/pfc-austin-g-staggs-bracelet _____________________________ ‘He was the most big-hearted kid you’ve ever met’ Austin Staggs’ nieces and nephews would push each other out of the way to talk to their uncle on Skype, hoping to be the first in front of the screen, said Staggs’ stepmother, Kelly Dunavin. Staggs was looking forward to seeing his family again on his birthday, Jan. 11 — which would have been 1-11-11, his grandmother, Marion Buckner, told the Fort Worth Star-Telegram. “He was the most big-hearted kid you’ve ever met,” Staggs’ father, Byram Staggs, told The Dallas Morning News. Staggs, 19, of Senoia, Ga., was among six soldiers killed by an Afghan police trainee in Nangarhar province, Afghanistan. He was assigned to Fort Campbell, Ky. He graduated from North Hills Private School in Millsap, Texas, in 2008. The soldier and his wife, Sheena, have a 2-year-old son, Kallen. Buckner said Staggs had tried to call his mother on Thanksgiving but had to leave a message. His mother and stepfather were out doing one of Staggs’ own favorite things to do when he was home: hunting. He also enjoyed fishing. His mother was devastated that she missed the call, but Buckner said she comforted her: “You’ve got his voice on your phone now. You can listen to him anytime you want.”		Steel Hearts		10198	https://www.facebook.com/steelheartsorg/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2561104	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/13/25, 3:03 PM	1733013369	1752437039		1942																										playshifu.com	Learn More			CAROUSEL	Loved in 2 Million+ Homes		https://playshifu.com/us/shop?utm_source=facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=GH_US_Carousel_2_OND_141024&utm_content=Traffic			1.1056884661387E+15	PlayShifu	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468623082_3851939041697597_4846867104890355621_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=53OT3V-hcaUQ7kNvgGsapzb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOi0n5h3wp2WrWsiWrLIIbA&oh=00_AYDFnKTv-lK3tKkEr7J2rXSLwjfVzoaBsh4Dwov7_FVoXg&oe=67516FF5	PERSON_PROFILE	0					0				PlayShifu		44588	https://www.facebook.com/playshifu/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561102	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/14/25, 7:16 AM	1733013369	1752495397		1942																											Contact us			IMAGE	03		https://facebook.com/marketplace/item/418572514633499/			2.5477485105619E+14	Kelly Guckert		REGULAR_PAGE	1					0		03 - $8,000.00 Garage kept new tires ready to show off runs good 800 original miles Any questions please call 7033572180 thanks Facebook Marketplace		Kelly Guckert		0	https://www.facebook.com/Kelly-Guckert-254774851056187/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561108	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/13/25, 12:02 PM	1733013373	1752426148		1942																										playshifu.com	Learn More			CAROUSEL	Loved in 2 Million+ Homes		https://playshifu.com/us/shop?utm_source=facebook&utm_medium=cpc&utm_campaign=GH_US_Carousel_2_OND_141024&utm_content=Traffic			1.1056884661387E+15	PlayShifu	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468623082_3851939041697597_4846867104890355621_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=53OT3V-hcaUQ7kNvgGsapzb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOi0n5h3wp2WrWsiWrLIIbA&oh=00_AYDFnKTv-lK3tKkEr7J2rXSLwjfVzoaBsh4Dwov7_FVoXg&oe=67516FF5	PERSON_PROFILE	0					0				PlayShifu		44588	https://www.facebook.com/playshifu/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561132	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/1/25, 9:51 PM	1733013382	1746154301		1942																											Call Now			CAROUSEL						4.0793511905966E+14	SIGNLite, Inc.	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468803220_940126254705328_3898877366288181476_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=E1SRxIgCLKcQ7kNvgHZgSXP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ATQePKVUXeML4PGEj6ayTvq&oh=00_AYBR3JO5wCAFzLgBIMjNbhueOhtWXKWuS5_ZNl_W-4rTng&oe=67516ADC	PERSON_PROFILE	0					0				SIGNLite, Inc.		2	https://www.facebook.com/61563211864728/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2561134	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/30/25, 10:15 AM	1733013383	1748618120		1942																											Contact us			IMAGE	10' x 12' x 9' Traditional Shed (New Construction)		https://facebook.com/marketplace/item/1128252312204073/			1.0183307879138E+14	Terry Kelly		REGULAR_PAGE	1					1		10' x 12' x 9' Traditional Shed (New Construction) - $3,749.00 10'x12'x9' - Traditional Professionally Installed (not a kit) **Doors can be placed on 10' end or 12' sidewall Building Specs: Treated sub floor 6' sidewall height Primed LP Smart siding & trim 54" double doors & keyed lock 25 yr shingles & vapor barrier Gable vents **Ramp optional accessory www.kellyscustombuildings.com 816-434-0507 Facebook Marketplace		Terry Kelly		0	https://www.facebook.com/Terry-Kelly-101833078791377/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561135	1	active	11/30/24, 6:36 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013384	1744666061		1942																											Contact us			IMAGE	Dining Room Chairs		https://facebook.com/marketplace/item/1507364713296446/			2.0971446662918E+14	Tony Kelly		REGULAR_PAGE	1					0		Dining Room Chairs - $60.00 4 good sturdy solid wood dining room chairs. As-is. $60 for all. FCFS. Msg me for more information. Facebook Marketplace		Tony Kelly		0	https://www.facebook.com/Tony-Kelly-209714466629180/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
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2561137	1	active	11/30/24, 6:36 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013387	1744666061		1942																										thereadystate.com	Shop now			IMAGE	🎉 Black Friday = 30% Off Mobility Gear!	Relieve pain, prevent injury, and increase performance. Get customized mobility coaching developed by Dr. Kelly Starrett.	https://thereadystate.com/shop/sale/			1.5542531447173E+14	The Ready State	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468434908_1805840820157988_6783720665136784047_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=BnoLMSAt7XMQ7kNvgEgvnpm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ATQePKVUXeML4PGEj6ayTvq&oh=00_AYBj9Cc2odqeRJak9s4NCmKOrXbqaCQ146hE_CQutSYWRQ&oe=67517E6A	PERSON_PROFILE	0					0		💥 Struggling with pain, stiffness, or feeling like your body isn’t performing the way it used to? Dr. Kelly Starrett, world-renowned physical therapist, New York Times bestselling author, and coach to top athletes like Olympic gold medalists and Navy SEALs, has the solution. This Black Friday, The Ready State’s Biggest Sale of the Year is here to help you move better, feel better, and live better. Here’s what you’ll save on: 👉️ 30% Off Mobility Gear: Foam rollers, massage balls, resistance bands, and everything you need for a resilient body. 👉️ 30% Off Custom Pain Protocols: Expert-designed plans to relieve discomfort and improve performance. 👉️ 30% Off Signed NYT Bestsellers: Get Built To Move and Waterman 2.0—personalized and ready to inspire your journey. 🎉 No discount code needed—just the tools you need to reclaim your mobility. P.S. Watch for our exclusive Mobility Coach App deal on Cyber Monday 👀 Shop now through December 2nd!		The Ready State		191622	https://www.facebook.com/thereadystate/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561402	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013509	1744666061		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468612065_940550347425260_8092899172195878215_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=V-mPQISIt8EQ7kNvgHMAHU3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Av1gbCYW9YD4f4za3V7C__q&oh=00_AYD1WGYonfqWZ4lWJrAsqIzZLcs_Vh2cMDqvMuWJ1d7wqw&oe=67517BD8	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561149	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/3/25, 10:14 AM	1733013393	1746285297		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468099354_1271993377272879_4136211665711635467_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=gdIWXtKfwU4Q7kNvgFGDDd1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYDHGAPwrv_gg7LRCZoMlAbuKeNYfednafDct_nPu2Rktg&oe=67517F43	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561404	1	active	11/30/24, 6:38 PM	5/2/25, 8:21 PM	1733013510	1746235318		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/chambxrs			1.0166056563041E+14	Chambxrs	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468849425_1127887806006688_5300704630284541206_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bJbmfR9CMV0Q7kNvgFtBvge&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Av1gbCYW9YD4f4za3V7C__q&oh=00_AYDf5oNcnBmLa6WF4EKrhbRY84WME7kdxqjhP9y1wbShRw&oe=67518BB4	PERSON_PROFILE	0					0				Chambxrs		0	https://www.facebook.com/100080781814503/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561405	1	active	11/30/24, 6:38 PM	5/1/25, 6:32 PM	1733013510	1746142363		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/frank_kelly001			2.942960204437E+14	frank_kelly001	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/451590556_324740450604829_7626777581139552571_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=igvuh3MCYUwQ7kNvgEt3J9b&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDrUeP3V68UrM0SiWjtAMtc7C2lKVcUcrXeMzB9KEB1yQ&oe=67517D95	IG_ADS_IDENTITY	1					0				frank_kelly001		0	https://www.instagram.com/_u/frank_kelly001	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560686	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/12/25, 7:17 PM	1733013072	1749773873		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215914088180204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467350758_1638236413798127_1464592285505606506_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=qCqtDXuYplgQ7kNvgFkpKuP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYD0BU3WPvk7v-Bz9DJ7RzHcmd50oKGtxphl0myDnUT-7w&oe=67517F2B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561436	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013519	1744666062		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560847	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/28/25, 8:46 AM	1733013196	1745847983		1942																										burnbootcamp.com	Learn more			VIDEO	Build Strength & Confidence—Get 7 Days FREE!		https://burnbootcamp.com/locations/voorhees-nj/			4.1046515615856E+14	Burn Boot Camp - Voorhees, NJ	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468883536_560069363420246_2159853681427461132_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=onlxlMSwPFgQ7kNvgH4QpLM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AAlzBZIlDu6emuofLe0lp8B&oh=00_AYBQ9zzai1f2nwx6UurN4SyCj8Hwv6c2XsKV3lHeplRqgA&oe=6751880D	PERSON_PROFILE	0					0		VOORHEES! Has it been a while since you got active, or maybe you’re starting fresh on your fitness journey? We know that first step can feel intimidating. But here’s the truth—everyone in our Burn Boot Camp community started right where you are now! For a limited time, try us out with 7 Days FREE and jump-start your journey with us! No matter your fitness level, we’ll meet you where you are. From day one, our trainers ensure every camp is tailored to your pace, with modifications that keep you comfortable and confident in every workout. Here’s what’s waiting for you at Burn Boot Camp: 💥 45-minute camps that fit into your busy schedule 💪 Personal Training in a Group Setting for individual attention with the motivation of a team 🎯 1:1 Goal Setting to keep you on track 🥗 Nutritional Guidance designed for lasting results 👶 Complimentary Childwatch so you can focus on your goals, worry-free 💙 A community that supports and celebrates you every step of the way Ready to build strength and transform your fitness journey? Don’t wait—this offer won’t last! Click ‘Learn More’ to get started together!		Burn Boot Camp - Voorhees, NJ		2214	https://www.facebook.com/burnbootcampvoorheesnj/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561438	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/14/25, 5:04 AM	1733013519	1752487480		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561440	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/14/25, 7:55 AM	1733013521	1752497701		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561439	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/15/25, 4:58 AM	1733013520	1752573532		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561150	1	active	11/30/24, 6:36 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013393	1744666062		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468099354_1271993377272879_4136211665711635467_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=gdIWXtKfwU4Q7kNvgFGDDd1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYDHGAPwrv_gg7LRCZoMlAbuKeNYfednafDct_nPu2Rktg&oe=67517F43	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561015	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/31/25, 6:49 PM	1733013301	1748735394		1942																										fb.me	Book Now			DCO	Foot Pain? Feel long-lasting relief after just 1st treatment!	⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ 4.7 (205+)	http://fb.me/			1.8396363814115E+14	Oregon Medical Centers	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468528579_591598143428584_7715892622795758624_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0eyVokqzXtMQ7kNvgGWz5CZ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYB4xuddxScsUV25guJvPJB7riucsnsRiho2wg02UG4WlQ&oe=67516F9A	PERSON_PROFILE	0					0		Numbness, burning, tingling, loss of balance… 🤕 put an end to hands and feet pain! We are Oregon Medical Centers and until now people suffering from feet and nerve pain only had 2 basic options: (1) Live with the pain; (2) Mask the pain with prescription medications; With the latest medical technology available, we are able to offer a clinically proven 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 that can reduce or eliminate nerve symptoms in hands and feet for our patients. Imagine no more medications… But a fast-acting and long-term solution for: ✅ Numbness ✅ Diabetic nerve pain ✅ Sharp electric-like pain ✅ Burning or tingling ✅ Muscle weakness ✅ Difficulty sleeping from leg or foot discomfort ✅ Sensitivity to touch ✅ Pain while walking ✅ Nerve damage from chemotherapy 𝗜𝘁’𝘀 𝘁𝗶𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗘𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝘁𝗲 𝗣𝗮𝗶𝗻, 𝗥𝗲𝗽𝗮𝗶𝗿 & 𝗥𝗲𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝘁𝗲! Oregon Medical Centers is now accepting new patients that are looking for an alternative to addictive medications. 👉 Sign Up or Call “(971) 247-3810” to schedule a 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗖𝗼𝗻𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻 𝘄𝗵𝗶𝗰𝗵 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗲𝘀 𝗘𝘅𝗮𝗺, 𝗫-𝗥𝗮𝘆 (𝗶𝗳 𝗻𝗲𝗲𝗱𝗲𝗱), 𝗜𝗺𝗮𝗴𝗶𝗻𝗴 𝗥𝗲𝘃𝗶𝗲𝘄, 𝗥𝗲𝗽𝗼𝗿𝘁 𝗼𝗳 𝗙𝗶𝗻𝗱𝗶𝗻𝗴𝘀, 𝗮𝗻𝗱 𝟭𝘀𝘁 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗧𝗿𝗶𝗮𝗹 𝗧𝗿𝗲𝗮𝘁𝗺𝗲𝗻𝘁 (𝗶𝗳 𝗰𝗮𝗻𝗱𝗶𝗱𝗮𝘁𝗲) ALL for just $49. 👉 𝗠𝗮𝗷𝗼𝗿 𝗶𝗻𝘀𝘂𝗿𝗮𝗻𝗰𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻𝗶𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗿𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗶𝗱 𝗱𝗼 𝗡𝗢𝗧 𝗰𝗼𝘃𝗲𝗿 𝗼𝘂𝗿 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺. Serving Salem and all surrounding areas. Oregon Medical Centers 2515 Liberty ST NE Salem, OR 97301 (971) 247-3810		Oregon Medical Centers		31	https://www.facebook.com/61555175677050/	0		BOOK_TRAVEL								View Edit Delete
2560901	1	active	11/30/24, 6:33 PM	7/14/25, 10:00 PM	1733013239	1752548429		1942																											Contact us			MULTI_IMAGES	2015 Chevrolet Tahoe · LTZ Sport Utility 4D		https://facebook.com/marketplace/item/1095944505360458/			1.0047901243512E+14	Kelly Vanderford		REGULAR_PAGE	1					0				Kelly Vanderford		0	https://www.facebook.com/Kelly-Vanderford-100479012435125/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560902	1	active	11/30/24, 6:34 PM	5/2/25, 12:43 PM	1733013242	1746207788		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/meganfoxkelly			1.0372561817453E+14	Megan Fox Kelly Art Advisory	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468866483_589562390124106_2329307079892820635_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9O0xXGfMi00Q7kNvgE8_Hx6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYDtcjcYPdqpLNmHfdZmhPYTRzTk-tj76u-7JcMLGvJg2g&oe=675181D7	PERSON_PROFILE	0					0				Megan Fox Kelly Art Advisory		238	https://www.facebook.com/MFKAdvisory/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560912	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/15/25, 4:00 AM	1733013248	1752570048		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/questmag			322265308007	Quest Magazine	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468806878_1326927355143281_9205286651876324446_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=aNS8PoA27zAQ7kNvgGw5mY5&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYDFcOmkiN6McsEq397yXdVz_lgP1ZXSedfvcmThw3R1SA&oe=6751711B	PERSON_PROFILE	0					0				Quest Magazine		5979	https://www.facebook.com/questmag/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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2560548	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/12/25, 8:54 PM	1733012982	1749779665		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861447010204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466154052_1090876039710441_5340309651776316171_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7M5AKzbinzwQ7kNvgHHFmpG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYAS_9mLBS7Au0-4NuoO2vKV71FeKvb06E-wWrkfU8eGJw&oe=675178EF	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561078	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/29/25, 5:08 PM	1733013350	1745964503		1942																											Send message			VIDEO						6.1888012479597E+14	Lisa Wallock Associate Broker, Kellie Kieley Realty, LLC	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468825389_1273181057339376_7283123898325548556_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pSGV3y-cB_AQ7kNvgEBl_UN&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDFt1kOfGGw5usJpxItxVunlRUjIHpkXl2OpXgMWcqbig&oe=675175B2	PERSON_PROFILE	0					0		🍂 Sweata Weatha Meets a Hot Market! 🏡🔥 Hey, Guilderland! The fall vibes are here, but our housing market is staying warm! 🌟 Check out the latest market stats for Guilderland, Voorheesville, and the Capital Region: 📍 Guilderland: 🏠 37 active listings, 32 pending homes 💰 Median sales price: $360,000 ⏱️ Average days on market: 30-32 📍 Voorheesville: 🏠 11 active listings, 16 pending sales 💰 Median sales price: $372,000 ⏱️ Average days on market: 30+ 🌟 Across the Capital Region: ✨ Buyers are seeing more leverage with rising inventory. ✨ Median and average prices are climbing due to strong demand. ✨ If mortgage rates dip, expect a flurry of activity before year-end! 🍁 The market is shifting faster than the leaves are falling, and I’m here to guide you every step of the way! Let’s chat about what these trends mean for you and your next move. 💌 Message me today to get started on making your dreams a reality! #TurningDreamsIntoAddresses #GuilderlandRealEstate #CapitalRegionHomes #MarketUpdate #VoorheesvilleRealEstate #NYHomes #FallVibes 🍂 #PumpkinSpiceAndProperties 🎃 #DreamHomeGoals 🏡		Lisa Wallock Associate Broker, Kellie Kieley Realty, LLC		199	https://www.facebook.com/100064911314749/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2560374	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/4/25, 10:46 AM	1733012866	1746373606		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/imbk666			1.1486676154694E+14	SNBK5	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468478707_8897248437057023_8357017138972362834_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=GiutquJfel4Q7kNvgFFu8rw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYCZrUUHSce70uuSm0wUm_aZ7GhQUQvV85xUGWm-Mucx5g&oe=675194F7	PERSON_PROFILE	0					0				SNBK5		1	https://www.facebook.com/100090918641761/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560342	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/28/25, 1:19 AM	1733012840	1745821197		1942																														VIDEO						2.2388140173855E+14	Kathy Crabb Hannah Page	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468807454_1733780114113720_791706742527136499_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WJNHw0dx23wQ7kNvgGBPJc9&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYAWDlrt5ehBwp8AkKh7Gm9cr-q1CFvUBXPhxB2ApuUfNQ&oe=67517638	PERSON_PROFILE	0					0		Happy SATURDAY‼️😊 I’m fixing to tell you about the HOTTEST 🔥 DEAL IN THE HISTORY OF STRONGER‼️ Did you know⁉️ For the FIRST TIME EVER STRONGER IS ON THE WEEKEND‼️ Did you know⁉️ All STRONGER tickets that are purchased TODAY and TOMORROW receive EARLY ACCESS to all events⁉️😳 WHAT⁉️ We can avoid the long lines⁉️ Yes YOU CAN!!! 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻 THE FREE EARLY ACCESS to EVERY SESSION (no line to wait in) ends on DECEMBER 1st‼️ After that, it will be an option that you will have to PURCHASE. But until December 1, we’re giving it to you for free.  THERE’S STILL TIME‼️ You better go here and grab yours. 👇🏼 https://kathycrabbhannah.com/stronger-25-im-still-standing/ If you have already purchased yours? You’re in. You have early access!!! 💃 You don’t need to do a THING. 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻 Apple Valley Inn is sold out, we are 70% sold out at The Lodge At Five Oakes. If you want to be a part of the biggest STRONGER to date?? 🙌🏻❤️🙌🏻 Grab your tickets while you can get early access for free! And the FABULOUS DEAL OF hotel + breakfast + ALL EVENT passes, is still on, for one low price + EARLY ACCESS if you purchase today! 💃 Actually the price is as LOW AS $129.75 per person, if there’s 4 in a room.🔥 That $129.75 covers two nights lodging at the Lodge At Five Oakes, ALL EVENT PASSES, and your complimentary breakfast! 🍳 That’s LESS than an event pass. 🔥🔥🔥🔥 (DEAL OF ALL DEALS) An event pass ONLY, is $140. So here’s your Saturday morning tip! Get with your friends this morning, and grab one of these rooms for 4 while you can get EARLY ACCESS as well, for FREE‼️ TAG A SISTER‼️ It’s ONLY $129.75 per person. 💃💃💃💃💃 Here’s the link. 👇🏼 https://kathycrabbhannah.com/stronger-25-im-still-standing/ IF YOU HAVE QUESTIONS, text me at 615-975-8087. 📱 I’m answering STRONGER text messages today. 😊 Join me and Natalie Grant, Karen Peck & New River, Missy Jones, Kelly Crabb & The Bowling Sisters, Natalie Runion, Karen Harding, Geron Davis & Kindred Souls, Angie Hoskins, Todd Tilghman, Sharon Farruggia-Paige!!! And after all. You never know who else might show up. Our world is one big surprise. This will be a weekend of musical 🎶 Heaven, AND the spiritual aspects of this weekend will last for the rest of our lives. Change is coming. 🙌🏻😭🙌🏻 Don’t you want to be there? Listen to me Friend Missy of Mountain Cookin’ with Missy!! I’m excited she’s coming‼️ Kathy Crabb Hannah		Kathy Crabb Hannah Page		45814	https://www.facebook.com/KathyCrabbHannah/	0										View Edit Delete
2560345	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/29/25, 5:11 AM	1733012843	1745921502		1942																										homes.com	Learn more			IMAGE	Want to know more about this home?	Learn more from Heather Schulz	https://www.homes.com/real-estate-agents/heather-schulz/lfyscfg/			1.075869448434E+14	Washington New Real Estate	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468987105_955698316376729_8420498609204517375_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ooUjxW0kZNwQ7kNvgESYP6g&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYAQDjvnG_Qb0vaa6gzp4060kS4FpodEDEpdnnbHAZL5PQ&oe=67518DA5	PERSON_PROFILE	0					0		Heather Schulz just listed this 4 Bed / 3 Bath home in Cheney, WA for $756,000		Washington New Real Estate		380	https://www.facebook.com/100068252733593/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560344	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/30/25, 2:44 PM	1733012843	1746042273		1942																										homes.com	Learn more			IMAGE	Want to know more about this listing?	Learn more from Heather Schulz	https://www.homes.com/real-estate-agents/heather-schulz/lfyscfg/			1.0644849158768E+14	Washington Premier Real Estate	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468508307_2252974881741220_8741210230191337175_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=5wyINPkHzNcQ7kNvgGZtVhZ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYDYMc5yu37pKwmJiIDHScwQMSjoQa_Or0WVtiXyUzhE3A&oe=675187CF	PERSON_PROFILE	0					0		Heather Schulz just listed this listing in Cheney, WA for $210,000		Washington Premier Real Estate		316	https://www.facebook.com/100066767576002/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560343	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012842	1744666062		1942																										kellydouglasauthor.com	Learn more			IMAGE			http://carolynmaplewood.com/			4.3805088606258E+14	carolynmaplewoodauthor	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/464249233_2072422673210113_3504652931547670801_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=YWPvTBcPMMwQ7kNvgECnAOe&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYBJDyabqSKZXMq-FaSHfjMaxLZX14UpR_XDQWBlaUeu9A&oe=675160A1	IG_ADS_IDENTITY	1					0		🎄✨ The wait is over! The Secret Santa Caper is finally here! Dive into the charming town of Hickory Hills for a cozy mystery filled with festive cheer, tantalizing twists, and all your favorite characters. Perfect for curling up by the fire with a cup of cocoa! Will Josie and the gang solve the holiday mystery in time? It's a quick holiday novella. Grab your copy today and find out! 📚☕🎅 #SecretSantaCaper #CozyChristmasMystery #HickoryHillsAdventures #HolidayReads2024 #ChristmasBookLover #MysteryNovella #CurlUpWithACozy #BookstagramHoliday #FestiveReads #CarolynMaplewoodBooks		carolynmaplewoodauthor		0	https://www.instagram.com/_u/carolynmaplewoodauthor	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560361	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/10/25, 7:50 AM	1733012855	1749559859		1942																										h5.domireel.com	Watch more			VIDEO	《 double life of the True Heiress》👉		https://h5.domireel.com/index.html#/advertise?tv_id=132&series_id=1			4.035235761766E+14	DR Drama	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468865701_429056653602722_1852043507879735482_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=pA6jdvoKsUYQ7kNvgHIH35T&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYArYT8hajtXRlwRpqdDiDII42qnHzm225DYSRPAcDwAxg&oe=67517416	PERSON_PROFILE	0					0		She hides her identity to join the company, only to be humiliated by a fake heir. Who’s the real one? 🤔👑💔 #twist #miniseries #short #fpy		DR Drama		700	https://www.facebook.com/61563939043777/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560368	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/24/25, 3:47 AM	1733012864	1745484469		1942																											Contact us			IMAGE	Handmade Green Moroccan Shag Wool Rug 9'11" x 13'2 from Revival Rugs		https://facebook.com/marketplace/item/578763144652285/			1.1966896648415E+14	Alyssa Lawrence		REGULAR_PAGE	1					0		Handmade Green Moroccan Shag Wool Rug 9'11" x 13'2 from Revival Rugs - $2,000.00 One-of-a-kind area rug, hand-knotted by Beni M'rirt tribes in the Middle Atlas mountains of Morocco Dimensions: 9'11" x 13'2" (302 cm x 402 cm) 100% wool One-sided fringe: measures 3.1" (8 cm) Plush pile: approximately 1.2" (3 cm) Color palette: kelly green, cream, chartreuse These rugs are prized for their expressive design and construction. Their freeform edges meander and wiggle, unbound by constrictions of mass production. Purchased from Revival Rugs three years ago. Pet-free home. Rug was rolled up and stored when we got a dog. https://www.revivalrugs.com/products/moroccan-rug-ramanan?variant=39832567709795 Facebook Marketplace		Alyssa Lawrence		0	https://www.facebook.com/Alyssa-Lawrence-119668966484154/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560365	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/25/25, 10:48 PM	1733012863	1745639302		1942																										etsy.com	Shop Now			CAROUSEL	Roux-Dolph & Co.		https://rouxdolphandco.etsy.com/			1.0193780585054E+14	Roux-Dolph & Co.	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468784776_854872773499977_1066374626410784103_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=BqXAcQISl3UQ7kNvgGWUH2D&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYBCPB4XqZczqbThz-xGnLLoKMQhNvkm6P_UIINBjy6f0Q&oe=675179D1	PERSON_PROFILE	0					0				Roux-Dolph & Co.		784	https://www.facebook.com/rouxdolph/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560369	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/3/25, 3:37 AM	1733012864	1746261445		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/imbk666			1.1486676154694E+14	SNBK5	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468478707_8897248437057023_8357017138972362834_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=GiutquJfel4Q7kNvgFFu8rw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYCZrUUHSce70uuSm0wUm_aZ7GhQUQvV85xUGWm-Mucx5g&oe=675194F7	PERSON_PROFILE	0					0				SNBK5		1	https://www.facebook.com/100090918641761/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
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2560377	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/3/25, 5:18 AM	1733012869	1748945938		1942																														IMAGE						4.7077446611106E+14	Kelly Maid Sevice	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468708824_1055769649661657_2949599569735551253_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=QpDvsE9vK2AQ7kNvgHMa3mD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYB4-R8nICKHVRx7dbiOO0mFb-b3_jGRt8iPY7Nq01QtxA&oe=675185AB	PERSON_PROFILE	0					0		At Kelly Maid Service, we specialize in eco-friendly cleaning for a healthier environment. Our professionals ensure every corner is spotless, making your home or office shine. From kitchens to bathrooms, trust us for detailed cleaning since 2010! #KellyMaidService #EcoFriendlyCleaning		Kelly Maid Sevice		0	https://www.facebook.com/61566402280088/	0										View Edit Delete
2560387	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/29/25, 6:59 AM	1733012874	1745927997		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468788853_1137570824601403_5351606944426007771_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=YJEIvZeZZtwQ7kNvgFL4qq_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYBg2QYUIJ5XT-oD6VCS0H9A0Q3EOlygTWqvIz0MHi-f0g&oe=675178A9	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Voltei pra mesa. - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na data marcada Mel foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. - Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. No final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta. - Perfeito. - Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. - Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Não precisa correr. Voltei à minha sala e sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. Desligou o telefone. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio. - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560388	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/30/25, 8:28 PM	1733012875	1746062923		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468672214_562475136646535_6159826346377170839_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=x_ySBQsWs_sQ7kNvgGHpNWj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYBFqmUDIyb8ECT5G5cDGGw6A0qA2QC1_FlH7jF2DAE9-A&oe=67517A0B	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. 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Voltei pra mesa. - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na data marcada Mel foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. - Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. 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No final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta. - Perfeito. - Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. - Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Não precisa correr. Voltei à minha sala e sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. Desligou o telefone. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio. - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560386	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/1/25, 11:59 PM	1733012874	1746161958		1942																											Contact us			IMAGE	1995 Grúas Grúas		https://facebook.com/marketplace/item/579181304514837/			1.0166418558095E+14	Kelly Cortez Ramirez		REGULAR_PAGE	1					0		1995 Grúas Grúas - MX$600.00 Grúas económicas de Tijuana #gruaszonacentro #gruasbulevar2000 #GruasTijuana #Gruas2000 #plataforma #arrastre #Guas #gruasdeplataforma #grua #gruas #serviciopesado Facebook Marketplace		Kelly Cortez Ramirez		1	https://www.facebook.com/Kelly-Cortez-Ramirez-101664185580952/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560385	1	active	11/30/24, 6:27 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012874	1744666062		1942																											Contact us			IMAGE	2007 Grúas Arrastre		https://facebook.com/marketplace/item/548560638040116/			1.0166418558095E+14	Kelly Cortez Ramirez		REGULAR_PAGE	1					0		2007 Grúas Arrastre - MX$500.00 Grúas económicas de Tijuana #gruaszonacentro #gruasbulevar2000 #GruasTijuana #Gruas2000 #plataforma #arrastre #Guas #gruasdeplataforma #grua #gruas Facebook Marketplace		Kelly Cortez Ramirez		1	https://www.facebook.com/Kelly-Cortez-Ramirez-101664185580952/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560399	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/28/25, 1:22 AM	1733012880	1745821345		1942																										Opens Instagram	Send message			IMAGE			http://instagram.com/institutoamerican.mm			1.7127817165539E+14	Instituto American Monique Michele	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468813150_1132074258578431_6825369934144218697_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=e7p6DgdEBUkQ7kNvgFqU5Xp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYCzotaHmsY3G2l-tM_3z4EZG2Vc1hYseO4wJW4n5Nap0w&oe=67518B7F	PERSON_PROFILE	0					0		Uma experiência incrível!! TIME DE SUCESSO 🇺🇸🇧🇷🚀 Dias 23 e 24 de setembro de 2025. Residency in Hof Boston, em uma das universidades mais conhecidas mundialmente. Harvard !!! . . Comente BOSTON que enviaremos as informações. Informações (21) 97035-6909 Organização: @institutoamerican.mm CEO: @dra.moniquemichele #boston #anatomy #anatomia		Instituto American Monique Michele		79	https://www.facebook.com/institutoamerican.mm/	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2560493	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/28/25, 3:39 AM	1733012950	1745829560		1942																										amazon.com	Learn more			IMAGE	Brian was not supposed to survive.		https://www.amazon.com/American-Martyr-Richard-W-Kelly-ebook/dp/B0DHZ7RSQ5/ref=sr_1_1?crid=1V336KOL04NQS&dib=eyJ2IjoiMSJ9.3zCF1K9kMxzjysf-JDjtmD0QQQ9EPzFCCyzl3nzhstI.PHWJHbPLV1ha4q1kueZcSFEopGH9cPZapt2Dv5pk424&dib_tag=se&keywords=the+american+martyr+richard+kelly&qid=1732650474&sprefix=the+american+martyr%2Caps%2C165&sr=8-1			9.908560710011E+14	Richard W. Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468728920_1566077827224960_7781240485365522063_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KxmoaLE1zO4Q7kNvgFO60nF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2vcABlRxVTq1C7Pb-Z0uLp&oh=00_AYDe96V1y4SI0Rv1Uxr2KJlYaMjE-fkExC2U0sqT9_dQig&oe=67519668	PERSON_PROFILE	0					0		Thriller fiction by Richard W. Kelly		Richard W. Kelly		47	https://www.facebook.com/RichardWKellyBooks/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560400	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012881	1744666062		1942																										kev-rowe-merch-store.myshopify.com	Shop now			VIDEO			https://kev-rowe-merch-store.myshopify.com/products/the-ultimate-fan-package			1.1128664223001E+14	Kev Rowe Music	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461973307_1041967710738033_3444949385951892767_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zCAh7WFF_98Q7kNvgFkayv6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYBALOc0T4Al55K0SZ-LJhktBr05qCC4YyGCOaTLrRz7-g&oe=675196D2	PERSON_PROFILE	0					0		A few years ago, I felt like my world was crumbling around me... My band broke up... My girlfriend and I broke up... I had to move back into my parents' house... I almost filed for bankruptcy... And I turned 40 years old... All in the same year! It sucked, and the big problem was that I had done everything everyone had told me to do to be happy... I was a good student and got good grades... I studied music in college and graduated with a degree... I dedicated myself to the thing I love, music... I was playing lead guitar for one of the hottest touring bands around... But because of how things had gone, I felt empty inside. I doubted that I could make it in the "real world" and I didn't even feel like trying... It wasn't until one incredible day when I was playing my acoustic guitar on my mom's back porch taking a minute for myself, that something shifted. I was drawn to the music, and felt inspired to just sit there singing with my eyes closed and enjoying the warm sunshine. The sound of the music drifting through the backyard felt like a release in and of itself... Then all of a sudden I felt a warm sense of peace... Like everything was going to work out exactly as it was supposed to... As long as I focused on getting my music out into the world. I still needed to make money for rent, food, and "real life" but all I wanted to do was to stay connected in the blissful place of connection with my music. The music encouraged me to start writing songs again... And recording them and making videos... And posting them on social media to connect with other people who felt as passionate about music as I do. And it turned out, that continuing to connect with my music, through daily mediation... And raising my vibration... The path continued to appear... I moved into my own place with my dog Maggie... I attracted new fans and started building an enthusiastic online community of music lovers... I learned to market my music by myself... I started posting new music videos and thousands of people started finding them... Life became fun and easy... Even the challenging parts! Now, I'm blessed to have connected with thousands of music loving people... And help them connect through the healing power of music... People are feeling peaceful while they listen... People are less focused on their personal problems and physical or mental disabilities... People are attracting positive things that are more in alignment with their higher purpose. People are finding that something as simple as music can help transform their life. And maybe the most important... People are enjoying more loving time in positive states of joy and well being with their friends and families. All from the music I was guided to start recording a few years ago. And today... I'm wanting to offer you my most popular healing music package with FREE SHIPPING. Thousands of people have bought this package and I've been mailing it all over the world... with the purpose of healing the world through music... The best part... All you have to do is press play and listen... Get my most popular healing music package, now 👉 https://kev-rowe-merch-store.myshopify.com/products/the-ultimate-fan-package ❤️ ~Kev ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Beautiful music! I just recently discovered your healing music, and I love it! I am in end-stage renal disease and doing dialysis 3 days/week. Feeling like a huge burden to everyone and just lost a 7th fellow patient in dialysis for this year. Listening to your music has lifted my heart and soul! THANK YOU, Kev Rowe!" -Peg Phelps ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ -"Wow, do you realize how much you are helping people, not only by the music you feel, but by your words? I am keeping this music forever, and when I get down, I am going to play it again and again! It makes so much sense. I have been divorced for six months now, and have not moved on, but you give me confidence! Thank you so much! I think you could go far with the wisdom you have and giving to others! I'm glad you are doing so well! ~Keep looking up~" -Joyce Slaughter ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "OMGOSH, I received my 3 CD's 2 day ago and I can't stop listening to them. I L♡VE your music. Thank you for sharing your talent." -Lisa ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "What a beautiful song. I love your music. I want to thank you so much for the healing songs you send me. I love all your music." -Brenda Pottratz ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you for your music. It's beautiful, and yes, healing to ones soul." -Tammy Morris ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I played this song while drinking my coffee this morning and before i got out of bed. It was soothing and put me in a positive mood. Every time my mind would wander to a negative thought, the chords on your guitar would pull me back to the positive mood. Thank you!" -JoAnn Smerdon ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "THANK YOU SO MUCH, I FIND ALL OF THIS A BLESSING AFTER MY BROTHER PASSIN AWAY, DIVORCE, AND NERVOUS BREAKDOWN,,,, COMIN BACK IS LONG, AND HARD." -Diane Horton ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thanks for sending me your healing and inspiring music it makes my Fruit Of The Spirit stronger and when I am down it helps pick me up." -Lacrecia Felts ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I really love your music. So relaxing which is what I need. Takes away the stressful business of life." -Kelly ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I totally love your music! Thank you so much." -Jennifer Dobson ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ -"Thank you! Made a big impact hearing your song😌" -Erin Hawke ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I love following you Kev. You have passion caring and kindness to all of us. Thanks for caring about music your creativity and sharing your gifts." -Dan ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Your music is so enlightening to the soul. Thank you for allowing me to listen. You have a wonderful gift, & I do wish you all the happiness in the world. Take care of yourself, and thank you again for allowing me to receive your gift to this world at this time. Thank you." -Alice Sullivan ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you, your music is peaceful and lovingly. Keep going with it Kev." -Joanne Simons ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I am thrilled. I immediately put them on my sound system and moved one to my truck so I can rotate them until I have listened to all three discs." -Beverly Jo. S Combs ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Your music is calming and that is what I need for my sleeping. Thank you for your help in finding some music I can use." -Ramona Park ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Kevin, your music came to me at the right time in my life!! I am in a toxic relationship. So, instead of getting angry, i play your BURN AWAY a lot!! Your music calms my soul!! THANK YOU!" -Anonymous ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Awesome songs Kev!!! The lyrics, vocals and the guitar playing was unbelievably awesome! Great job!" -JoAnne Bates ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you ....I really needed that today..." -Luanne Zerbe ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you Kev. Your Healing Song "Comfort Me" gave me such a warm feeling in my heart. It was as though my spirit was speaking through your words and beautiful voice. Love you gift of playing the guitar 🙏 Many Blessings on your journey." -Kelly Hughes ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I love your style, your musicality & healing tender love in your music & guitar playing. You are quite a blessing & I am touched deeply by your choice to come out of the dark abyss & emotional loss & dedicate your life to your music. You touch many hearts. That is why we are here isn't it. Doing my part in many ways." -Makiana Mendez ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Wow that was a beautiful song thank you for sharing I pray for that daily and you have a very comforting voice so thank you for that as well." -Sharon ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "This music is great for luncheons and dinner music." -Jodie Barron ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you for your beautiful music. Love the video. Take good care of yourself." -Debbie ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "So lovely. Gentle and soft indeed... thank you. Bless you" -Sunlight Sparkling on the Waters (aka Shannon) ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Kev thank you so much for sharing your songs and beautiful words with me you really don't know how much you have helped me thank you so much my friend." -Sharon Bagwell ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Thank you, This song is amazing and just what I needed to hear today!" -Lori Slebzak ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "My husband passed away a month ago, & Hearing your free healing album helped a lot, thank you! Keep up the good work." -Monica Rappold ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Hello, Kev! I just wanted to tell you how much I enjoy your music & the new video for, "Burn Away". It's great!👍You are an inspiration! Keep doing what you're doing!😁" - Lisa Leerskov ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ -"Thank you so much Kev. It is absolutely beautiful! I've been through some very very hard times and music and nature have always been my healing tools. Thanks again!" -Megan Ashwell ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I just love your songs, they help me heal over my losses." -Kev ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "Your poem about the blue sky and clouds reminds me of the moving clouds I was able to see through my skylight yesterday. Really enjoy all that you share." -Judith Flynn ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I love it I lost my husband 3 yrs ago and listening to you has helped thank you." -Sharon ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I have done a lot of healing since the passing of my Mother and husband within a year and a half of one another. I am happy and learning to care for and loving myself. I am blessed beyond words by my family friends dear clients. Life is good for sure. I luv music enjoy ur weekend." -Janice Racinowski ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ - "I very much enjoyed listening to the music and lyrics of your song. Such a very warm and stirring set of images. Thank you." -John Wozniak 💥💥💥 COMPLETE YOUR ORDER => https://kev-rowe-merch-store.myshopify.com/products/the-ultimate-fan-package		Kev Rowe Music		53746	https://www.facebook.com/kevrowemusic/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560438	1	active	11/30/24, 6:28 PM	5/4/25, 6:10 AM	1733012918	1746357050		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/hxxdedhyll			1.0693898444473E+14	hxxdedhyll	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/459783392_1251724219579512_8077371315975184664_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=5zBpetB51a0Q7kNvgE2XShM&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYAHrisbePS9eM86R-9SxUcTf8q-zYJIRl3Y1Iu1xF2wjA&oe=6751901B	IG_ADS_IDENTITY	1					0		Big Boss Status - (unreleased) Get this snippet up to 100 likes and I’ll drop it as early as tomorrow #hoodedhyll #explorepage #newmusic #explore #tiktok #snippet		hxxdedhyll		0	https://www.instagram.com/_u/hxxdedhyll	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560440	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/13/25, 12:59 AM	1733012920	1749794362		1942																										w2a.reelshort.com	Learn more			VIDEO	WATCH MORE 👉🏻👉🏻👉🏻		https://w2a.reelshort.com/w2a/booksAdvPage/?book_id=67195eed48968355f0008bb8&chapterId=ny7yhhqgvn&chapterIndex=1&mediaType=fb&px=223%3A891565%3A18623&push_type=2&book_type=1&campaign_id={{campaign.id}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}			1.1141309500447E+14	ReelShort	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468891089_27876606091985463_3442582038718452908_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=l7kFGgAsVqEQ7kNvgHdFOkK&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYC74Rr04XKLW7goeK438L1DGLK5nJD1z9C4huiDpKaLkA&oe=67518CE7	PERSON_PROFILE	0					0		Knowing her daughter was bullied, the Wolf Queen seeks her revenge...		ReelShort		335594	https://www.facebook.com/reelshortapp/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560446	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/30/25, 2:30 PM	1733012925	1746041446		1942																										carcan.com	Learn More			DCO	BEST CHRISTMAS GIFT UNDER $10	RATED BEST GIFT	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468478556_422019284315275_8594931470152707512_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=cCG38R2yzgQQ7kNvgEC1Q33&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYByCTEwIRk8jtu2cImxG6jIkRHozAsefd925csjK0xLrw&oe=67518C84	PERSON_PROFILE	0					0		EXCLUSIVE: 1-DAY SALE! 🚨 50% OFF TODAY ONLY on Facebook! All we ask is you SHARE THIS POST TO BE FAIR - we lose money if you don't! 😊 • Millions of happy customers i❤️ • Billions of plastic bags saved ♻️ AS SEEN ON TV WITH SHARK TANKS HOST Don't love it? Keep it free - that's our guarantee! 😊 Text "SALE" to 227226 for exclusive deals & updates! ALMOST OUT OF STOCK ⏰ WE PROMISE TO ALWAYS OVER DELIVER AND WE APPRECIATE ALL THE SUPPORT OVER THE YEARS CARCANS FOREVER ❤️ Don’t Forget to share this post it helps so much		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560494	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/27/25, 11:02 AM	1733012951	1745769745		1942																										amazon.com	Learn more			IMAGE	Thriller Fiction from Richard W. Kelly		https://www.amazon.com/American-Martyr-Richard-W-Kelly-ebook/dp/B0DHZ7RSQ5/ref=sr_1_1?crid=1V336KOL04NQS&dib=eyJ2IjoiMSJ9.3zCF1K9kMxzjysf-JDjtmD0QQQ9EPzFCCyzl3nzhstI.PHWJHbPLV1ha4q1kueZcSFEopGH9cPZapt2Dv5pk424&dib_tag=se&keywords=the+american+martyr+richard+kelly&qid=1732650474&sprefix=the+american+martyr%2Caps%2C165&sr=8-1			9.908560710011E+14	Richard W. Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468963024_1475289516471667_3598477422795804142_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FTHuGcCUkFEQ7kNvgGQCovo&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2vcABlRxVTq1C7Pb-Z0uLp&oh=00_AYDK33qK-DGLi0XqU3IIdqKRYYzupBSVWTO4FYCCiUZPvg&oe=67517CF0	PERSON_PROFILE	0					0		Thriller Fiction from Richard W. Kelly		Richard W. Kelly		47	https://www.facebook.com/RichardWKellyBooks/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560455	1	active	11/30/24, 6:28 PM	5/1/25, 2:15 PM	1733012931	1746126926		1942																										www.newsbreakapp.com	Install now			IMAGE	Breaking news from Ann Arbor!		https://play.google.com/store/apps/details?id=com.particlenews.newsbreak			1.7669018535558E+15	Ann Arbor, MI Local - News Break	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468743643_2011232589343725_6130292273533397768_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ufT_uN2ISz4Q7kNvgGJjzEi&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYDq-Vxi0iHLpfOQK3qQNie69zzXQzSTR-Xao2OlpoXCjA&oe=67517AA4	PERSON_PROFILE	0					0		Ann Arbor News: Brian Kelly's tweet backfires after losing Bryce Underwood to Michigan. Install news app trusted by millions to stay informed of latest Ann Arbor local news!		Ann Arbor, MI Local - News Break		869	https://www.facebook.com/100069101688227/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560454	1	active	11/30/24, 6:28 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733012930	1744666062		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			IMAGE			http://instagram.com/bassengephotographs			4.7870501533202E+14	Bassenge Photography Auctions	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468546924_364519446718475_7803735219197971385_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=H-E03WUSyAsQ7kNvgH_uJJu&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_xXAfrK5iMqgqMUv5sWfTP&oh=00_AYCSjY55lVuospaI2FqI5huBdwNxCipFyCTk0s2QQayy7Q&oe=675168F0	PERSON_PROFILE	0					0		📚Our latest auction catalogue is available exclusively online. Click the link in our bio to browse the featured lots, or view the PDF version directly through the viewer on our website.⁠ 📸 Lot 4065⁠ Ogawa Kazumasa (1860-1929). Some Japanese Flowers. 1892-1896. 4 albums, containing a total of 36 collotypes on album pages. Each between 22 x 22 cm and 28 x 24 cm or reverse (40,5 x 27,5 cm). With printed title on interleaf or below image on mount. Bound in original album with silk cord binding. Kelly and Walsh Edition, Yokohama.⁠ Bassenge Photography Auction 124 ⁠ 🗓️ Preview Dates: November 25th to December 2nd, 10:00 AM to 6:00 PM CET (except Sunday), December 3rd 10:00 AM to 3:00 PM⁠ Location: Rankestrasse 24, 10789 Berlin⁠ ⁠ 🗓️ Auction Date: December 4th, 3:00 PM CET (9:00 AM EST)⁠ Venue: Erdener Strasse 5A, 14193 Berlin⁠ ⁠ #bassenge #bassengephotographyauctions #fineartphotography #photographyauction #auctionhouse #auctioncatalogue		Bassenge Photography Auctions		4	https://www.facebook.com/61569274450649/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560490	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/26/25, 9:47 AM	1733012950	1745678835		1942																										amazon.com	Learn more			IMAGE	Thriller Fiction from Richard W. Kelly		https://www.amazon.com/American-Martyr-Richard-W-Kelly-ebook/dp/B0DHZ7RSQ5/ref=sr_1_1?crid=1V336KOL04NQS&dib=eyJ2IjoiMSJ9.3zCF1K9kMxzjysf-JDjtmD0QQQ9EPzFCCyzl3nzhstI.PHWJHbPLV1ha4q1kueZcSFEopGH9cPZapt2Dv5pk424&dib_tag=se&keywords=the+american+martyr+richard+kelly&qid=1732650474&sprefix=the+american+martyr%2Caps%2C165&sr=8-1			9.908560710011E+14	Richard W. Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468717106_484708887955751_8788405228580072110_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=MVg6F-B5nKkQ7kNvgG-OIw4&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2vcABlRxVTq1C7Pb-Z0uLp&oh=00_AYAiVURjHE0poVdUAO2K8RYLJ5nohGo3GDw6Xpo6WLZAuw&oe=67517F15	PERSON_PROFILE	0					0		Thriller Fiction from Richard W. Kelly		Richard W. Kelly		47	https://www.facebook.com/RichardWKellyBooks/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560491	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/28/25, 3:33 AM	1733012950	1745829182		1942																										amazon.com	Learn more			IMAGE	Thriller Fiction from Richard W. Kelly		https://www.amazon.com/American-Martyr-Richard-W-Kelly-ebook/dp/B0DHZ7RSQ5/ref=sr_1_1?crid=1V336KOL04NQS&dib=eyJ2IjoiMSJ9.3zCF1K9kMxzjysf-JDjtmD0QQQ9EPzFCCyzl3nzhstI.PHWJHbPLV1ha4q1kueZcSFEopGH9cPZapt2Dv5pk424&dib_tag=se&keywords=the+american+martyr+richard+kelly&qid=1732650474&sprefix=the+american+martyr%2Caps%2C165&sr=8-1			9.908560710011E+14	Richard W. Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468953988_930908825657858_4070318217744371795_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=MdU88eFBvJQQ7kNvgFlOlsj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2vcABlRxVTq1C7Pb-Z0uLp&oh=00_AYAiuNUnCyMZOD6Akqs0xZCj3no9LFiJ4vze-6kQAYU5Bg&oe=67518822	PERSON_PROFILE	0					0		Thriller Fiction from Richard W. Kelly		Richard W. Kelly		47	https://www.facebook.com/RichardWKellyBooks/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560492	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/28/25, 3:33 AM	1733012950	1745829193		1942																										amazon.com	Learn more			IMAGE	Thriller Fiction from Richard W. Kelly		https://www.amazon.com/American-Martyr-Richard-W-Kelly-ebook/dp/B0DHZ7RSQ5/ref=sr_1_1?crid=1V336KOL04NQS&dib=eyJ2IjoiMSJ9.3zCF1K9kMxzjysf-JDjtmD0QQQ9EPzFCCyzl3nzhstI.PHWJHbPLV1ha4q1kueZcSFEopGH9cPZapt2Dv5pk424&dib_tag=se&keywords=the+american+martyr+richard+kelly&qid=1732650474&sprefix=the+american+martyr%2Caps%2C165&sr=8-1			9.908560710011E+14	Richard W. Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468621984_2053834111739153_5320205918822366499_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bovTisuxpdkQ7kNvgFbKtu5&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A2vcABlRxVTq1C7Pb-Z0uLp&oh=00_AYDoyVGWAtA0qrTt2_z6ky1Q_yPhJhW0_oG6HMynIiVWJQ&oe=675191C4	PERSON_PROFILE	0					0		Thriller Fiction from Richard W. Kelly		Richard W. Kelly		47	https://www.facebook.com/RichardWKellyBooks/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560488	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/2/25, 12:07 PM	1733012949	1746205657		1942																										fbweb.lera.mobi	Learn more			VIDEO	Clique para ler mais 👉		https://fbweb.lera.mobi/12928409-fb_contact-pta220_2-241011-core1.html?adid={{ad.id}}&char=060236&accid=1662090231015749&rawadid=120214904475200416			4.1067738879888E+14	Cidade dos Livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468736309_8840688502656569_6588946702463656269_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kCzqaN8L2GQQ7kNvgHi7H9D&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXaUndZnK8f1NSKU7SnFnq5&oh=00_AYDaqBCg5HISlo9AvIbBOuAbI9pjq9FQ6J00byefw_-gfw&oe=675183BC	PERSON_PROFILE	0					0		Por causa da crise financeira da família, ela abriu mão de seu querido violino e virou uma dona de casa dócil e dedicada, mas foi desprezada pelo marido. Depois de muito pensar, ela se divorciou e reacendeu sua carreira musical, alcançando grande sucesso e despertando o remorso do ex-marido. ===== Joelle Miller examinou com atenção o feed do Twitter de Rebecca Lloyd, estudando cada vídeo com um olhar atento, mal podia esperar para ver o rosto do namorado de Rebecca. Rebecca, a garota nos vídeos, exibia uma aura meiga e delicada em seu simples traje branco. Embora não fosse uma beleza extraordinária, tinha uma simplicidade autêntica e um sorriso genuinamente encantador que a tornava especial. Logo, ela descobriu que em ocasiões marcantes, como a véspera de Natal, o Dia dos Namorados e até mesmo seu aniversário, Rebecca estava com Adrian Miller, seu suposto marido, que não comparecia a nenhum dos eventos importantes nos últimos três anos. As narrativas felizes de Rebecca e os detalhes do cotidiano com seu namorado foram mais do que suficientes para causar uma sensação de melancolia em Joelle. "Está vendo isso? Ele sempre guarda o pedaço mais suculento da melancia para mim." "Mesmo quando ele chega tarde em casa, ele sempre se lembra de me trazer algo." "E dê uma olhada nisso -- surpresa! Ele trouxe um amuleto de proteção para mim da igreja." ...... A conta tinha como nome de usuário "Contagem Regressiva para a Morte", sendo a única conta que Joelle seguia. Quando ela estava prestes a ponderar sobre o nome ameaçador, a porta do banheiro foi aberta. Então, Adrian surgiu no ambiente mal iluminado. De forma instintiva, Joelle bloqueou o celular e olhou para ele, completamente imersa em pensamentos. Já tinha se passado bastante tempo desde a última vez que ela viu Adrian. Nessa noite, ele não estava aqui por escolha própria. Sua avó, Irene Miller, estava doente e ansiosa por um bisneto, o que fez Adrian voltar. Caso contrário, era bastante provável que ele nunca tivesse voltado. Nos três anos de casamento, Adrian quase nunca apareceu em casa, preferindo passar a maior parte do tempo nas Vilas Oak. Todos sabiam que ele não nutria nenhum sentimento por Joelle, que se via presa em um casamento que só existia no papel. "Te darei apenas uma chance. Se você acabar g**vida ou não, isso irá depender do destino", afirmou Adrian, sua voz profunda e marcante. O que aquilo significava? Antes que Joelle pudesse processar tudo, Adrian segurou o tornozelo dela e a puxou para perto. Joelle dominada pelo medo, pálido. "Adrian! Pare, eu não quero..." Ela não conseguiu terminar a frase, sendo interrompida por sua própria luta desesperada. Estar em uma situação como aquela com o homem que amava a preenchia de humilhação e pavor. Com um sorriso irônico, Adrian comentou: "Você teve a audácia de me d*oga uma vez, então deveria saber que este dia chegaria. Apenas aguente agora." Com aquelas palavras pesadas, os olhos de Joelle se encheram de lágrimas, seus cílios vibrando como borboletas machucadas. Observando o semblante severo dele, ela falou com a voz estremecida: "As coisas não eram o que você pensa..." No entanto, seu protesto foi cortado. A dor a consumiu, fazendo com que sua resistência desaparecesse enquanto o desespero a invadia. Por fim, ela desistiu de lutar. "Você aprendeu. Agir de forma difícil é bem mais divertido do que ficar apenas deitada como um peixe morto." Ele sua voz rouca e cheia de desprezo. Após o banho, ele saiu sem olhar para trás, como se quisesse se afastar o mais rápido possível. Antes e depois, aqueles banhos ritualísticos pareciam lavá-lo dela, como se ela fosse uma mancha em sua alma. Joelle, por sua vez, se esforçou para compreender qual era a sua posição na vida dele. Será que ela era apenas um brinquedo para satisfazê-lo? Ou seria ela apenas uma peça para atender às expectativas da família dele por um herdeiro? A janela estava aberta naquele momento, deixando entrar um vento frio e cortante. Joelle tremeu, puxando o cobertor com mais força em volta de seu corpo. No entanto, não era somente o frio que a fez estremecer. Seu coração estava despedaçado, com um vento gelado e implacável passando pela ferida aberta. O homem por quem ela era apaixonada há quase oito anos não passava de um estranho agora. Três anos atrás, durante um elegante banquete da família Miller, Joelle beba demais. Quando despertou, com Adrian ao seu lado. Antes mesmo que ela tivesse tempo para colocar seus pensamentos em ordem, seu irmão e diversos membros da família Miller invadiram. Não havia como desfazer o que já havia acontecido. Com isso, a avó de Adrian tomou as rédeas da situação e organizou o casamento. Por todo esse tempo, Adrian acreditava que Joelle o havia d*ogado para prendê-lo a ela. Antes, Joelle não entendia por que Adrian nutria uma hostilidade tão profunda. Afinal, eles cresceram juntos. Mas agora ela finalmente entendeu. Para Adrian, ela não passava de uma mulher maligna que arruinou seu relacionamento com Rebecca. Nesse momento, ela pensou no quão perfeito Adrian parecia nos vídeos de Rebecca -- sempre tão gentil e atencioso. Foi então que ela se deu conta de que ele talvez nunca mostrasse a mesma ternura para ela. Finalmente, Joelle não conseguiu mais reprimir as lágrimas e desabou em um ataque de choro. Naquela noite, seu sono foi conturbado e agitado. Nas últimas horas, ela se pegou sonhando com os primeiros dias, época em que não havia brigas entre ela e Adrian. Despertada por seu sono inquieto, Joelle se levantou bem mais cedo do que o normal. Após se refrescar, ela colocou uma roupa casual e desceu as escadas. Leah Jenkins, a empregada mais antiga, avistou Joelle descendo e rapidamente arrumou a mesa para o café da manhã, conhecendo bem todas as suas preferências. Com isso, Joelle desfrutou de seu café da manhã tranquilamente, comendo lentamente. "Senhora Miller, por que não persuadiu o senhor Miller a ficar mais um pouco aqui ontem à noite? Afinal, ele não volta para casa com frequência", observou Leah, com um tom que expressava empatia por Joelle. Leah já trabalhava para a família Miller há muitos anos, vendo Joelle e Adrian se transformarem de amigos de infância em inimigos. Uma expressão de desconforto passou rapidamente pelo rosto de Joelle antes que ela a ocultasse com um sorriso tranquilo. "Eu tentei, mas ele não quis ficar", admitiu ela. Seus sentimentos estavam nas Vilas Oak, onde morava a mulher que ele realmente amava. Após hesitar brevemente, Leah disse de forma cautelosa: "Talvez isso se deva ao fato de que o senhor Miller esteja fortemente engajado nos assuntos da empresa. Gerir um negócio dessa magnitude consome muito do seu tempo." Depois de ser encarregada de cuidar de Joelle há três anos, Leah começou a entender as complexidades desse casamento como ninguém. Essa percepção despertou uma verdadeira simpatia por Joelle. Enquanto Joelle mordia a torrada, seus cílios tremularam, seus olhos umedecendo levemente por causa da tensão emocional. Embora Adrian vivesse ocupado, ele sempre encontrava um tempo para Rebecca. Além disso, ele fez questão de visitar a Igreja da Redenção para buscar um amuleto de proteção para ela. Mesmo tendo a agenda lotada, ele nunca abriu mão de passar férias com ela. Nesse momento, o celular de Joelle começou a tocar, rompendo o silêncio. Quando Leah deixou a sala de jantar, Joelle pegou o celular e notou que era uma ligação de sua amiga, Katherine Nash. "Quero o divórcio, Katherine", disse Joelle roucamente depois que atendeu. Capítulo 2 Você pretende dormir na rua após o divórcio? Achando que não havia sentido em estender o relacionamento mais, Joelle decidiu que era melhor se divorciar. Após um instante de silêncio confuso, Katherine caiu na risada. "Você ficará com a metade dos bens de Adrian? Ah meu Deus! Joelle, você está a um passo de se tornar uma bilionária!" "Não, isso não será possível." No dia de seu casamento com Adrian, Joelle assinou um acordo. Caso eles se divorciassem, ela não teria direito a nada. "Então por que você quer se divorciar? Continue casada com ele!" Joelle se lembrou da rudeza de Adrian na noite passada e da humilhação que veio em seguida. Ela foi extremamente ingênua no passado, pensando que seu amor por Adrian a faria suportar qualquer dificuldade. Mas agora, ao rever tudo, ela se deu conta do quão tola tinha sido. O sofrimento levou Adrian a amá-la? Obviamente não. Um verdadeiro amor nunca permitiria que ela sofresse. Sem conseguir se conter, Joelle zombou de si mesma e decidiu mudar de assunto: "Aliás, você se recorda do favor que pedi da última vez?" "Sim. Era sobre isso que eu ia te falar. Você me pediu para ficar atenta a uma vaga. Surgiu uma oportunidade para você dar aulas de violino a um aluno, mas devo dizer que isso será um desperdício de seu talento." "Está tudo bem", disse Joelle, sorrindo levemente. "Não será desperdício algum. Afinal, já faz três anos que sou dona de casa. Só ter alguém disposto a me contratar já é o bastante." "Como não é um desperdício? Você estava muito perto de integrar uma orquestra internacional. Se não fosse pelo casamento...", Katherine hesitou, tomada pela indignação em relação à amiga. Após se casar, Joelle não pôde mais trabalhar. Essas famílias abastadas se prendiam a tradições antiquadas. Toda a situação era um completo absurdo. Há três anos, Joelle estava no auge de sua carreira como violinista. Contudo, as rígidas tradições da família Miller a impediam de fazer qualquer apresentação pública. No seu primeiro dia de casada, a mãe de Adrian disse para ela: "Você não precisa se preocupar em trabalhar. Adrian irá cuidar de você. Seu única função é ter filhos e cuidar de seu marido." Após encerrar a chamada com Katherine, Joelle subiu as escadas, foi até o escritório e pegou seu violino, que estava esquecido há muito tempo. Ela ganhou aquele violino de seu pai como presente de aniversário de dezoito anos. Infelizmente, pouco tempo depois de ganhar o violino, seu pai teve um derrame e entrou em coma. Com isso, seu irmão mais velho se tornou o responsável por sustentar a família, permitindo que ela seguisse seu sonho de tocar violino sem preocupações. Enquanto refletia sobre o passado, Joelle passou o arco pelas cordas. Há alguns anos, um acidente lesionou seu pulso, o que fez com que ela não tocasse mais desde então. Agora, enquanto tocava, ela sentiu uma forte dor atravessar seu pulso, mas ela continuou, acreditando na sua memória muscular para tocar uma curta melodia. No final, ela sorriu amargamente, sentindo que a melodia soava horrível. Naquele instante, a voz de Leah soou na porta, repleta de surpresa e entusiasmo: "Senhor, você voltou!" Em seu íntimo, Leah se sentiu aliviada com o retorno de Adrian, achando que isso indicava que ele ainda se importava com Joelle. Talvez, se Joelle se expressasse de forma gentil, a relação deles poderia melhorar. Joelle, por sua vez, ficou surpresa. Adrian raramente aparecia em casa durante o dia. Ela tinha acabado de soltar o violino no momento em que a porta foi aberta. Parado na porta, Adrian exibia sua estatura alta e imponente. Franzindo levemente o cenho, ele a examinou com o olhar. Ele então se recordou de que Joelle aprendera a tocar violino ainda na infância e que seu talento fora elogiado por um professor famoso. Mas por alguma razão, ela desistiu de tocar. Tendo ouvido de fora, ele percebeu que a performance dela era um tanto medíocre. Como alguém poderia ter elogiado o talento dela? Joelle o observou por alguns instantes antes de inclinar a cabeça e guardar o violino de volta no estojo. No segundo seguinte, ela indagou em voz baixa: "O que te traz aqui? Está precisando de algo?" "Só vim buscar uma coisa e te avisar que devemos visitar a vovó amanhã", comentou Adrian friamente. Fazer visitas à avó pelo menos uma vez por mês era uma das tradições familiares. E amanhã seria o dia. Se não fosse por conta desse compromisso, Adrian não teria voltado. Afinal, Irene acabaria ficando chateada caso ele e Joelle não aparecessem juntos. Um sorriso amargo surgiu nos lábios de Joelle, que conhecia as regras da família Miller melhor do que Adrian e sempre as seguia. Mesmo Irene, conhecida por sua severidade, não conseguiu apontar nenhuma falha nela. "Não esqueci. Me sinto aliviada ao ver que você não esqueceu também", comentou Joelle. Seu tom trazia uma sutil acusação, fazendo com que Adrian sorrisse de maneira desdenhosa. Por um instante, uma ira contida começou a se intensificar dentro dele. Sem proferir mais nenhuma palavra, ele seguiu direto para o closet em busca de algo. Embora ele raramente voltasse para casa, Joelle ainda mantinha seu guarda-roupa em perfeita ordem, com roupas limpas, passadas e bem organizadas. Ela tinha a sensação de que sua função se resumia a fazer tarefas de casa, algo que Leah também poderia fazer. Talvez sua única vantagem fosse o fato de ser mais jovem e atraente que Leah. Joelle observava atentamente os movimentos de Adrian, cujo dedo anelar estava vazio -- a aliança de casamento não estava presente. Vendo aquilo, ela sentiu uma dor intensa atingir seu coração. "Quero o divórcio, Adrian", Joelle anunciou de repente, sua voz suave como uma leve brisa. Pronunciar essas palavras drenou todas as suas forças, mas ela sentiu um estranho alívio envolvê-la. Sorrindo desdenhosamente, Adrian se voltou para ela e disse: "Pense bem antes de pedir algo assim. A família Watson já está no seu limite. Sem minha ajuda, você pretende dormir na rua com seu irmão após o divórcio?" Com a queda da família Watson, Joelle deixou de ser respeitada e passou a ser alvo de zombarias. A família Miller a considerava insignificante, vendo ela e a seu irmão como parasitas persistentes que não conseguiam afastar. Mesmo os momentos íntimos com Adrian a faziam se sentir humilhada. Mordendo o lábio inferior, Joelle se endireitou e falou: "Aluguei um lugar. Ainda que eu tivesse que dormir nas ruas, a responsabilidade seria inteiramente minha." A única coisa que ela desejava era o respeito de Adrian, mas três anos de aprisionamento desgastaram seu orgulho e dignidade. "E de onde você arranjou dinheiro para conseguir alugar alguma coisa? Se a sua intenção era ser independente, você não deveria ter usado um único centavo da família Miller." Com as costas voltadas para Joelle, Adrian achou a aliança perdida em um buraco e a segurou. No entanto, seu gesto passou despercebido por Joelle. A declaração dele a deixou sem ar. Sim, ela alugou o lugar com suas poucas economias. Porém, como era casada com Adrian, o que pertencia a ela também não deveria ser dele? Além disso, o apoio financeiro que Adrian havia oferecido à família Watson ao longo dos anos somou uma quantia considerável. Joelle nunca gostava da ideia de estar endividada com Adrian, mas sua dívida para com ele era a mais intensa. Se eles realmente se divorciassem, era bastante provável que ele cortasse todo o suporte financeiro à família Watson. Será que ele estava querendo insinuar que ela deveria deixar o casamento de mãos vazias? No momento em que Adrian se virou para sair, Joelle o chamou, com sua pouca dignidade restante. "Possuo direitos legais nesse casamento e exijo o que é meu por direito. Mas não precisa se preocupar, pois não quero muito, apenas o necessário para ajudar o Grupo Watson a passar por essa crise." Adrian parou, seu semblante se tornando sombrio. Seus lábios se fecharam em uma linha estreita, sua mandíbula se tensionando. Isso era uma indicação clara de sua raiva em ascensão. Mesmo que Joelle estivesse preparada mentalmente, a força da raiva dele a deixou sem reação. A cada segundo sob o olhar rígido dele, sua ansiedade se intensificava. Foi então que o celular de Adrian começou a tocar. Após retirá-lo do bolso, ele se afastou para atender. "Adrian!" Capítulo 3 Manterei minha dignidade A irritação de Adrian era tão intensa que parecia flutuar no ar como estática. "Se seu irmão está precisando de dinheiro, mande ele ir procurar o Grupo Miller." "Mas não se trata disso!", rebateu Joelle. Ele a interpretou mal. Joelle correu atrás dele, com o coração batendo forte de urgência. "Quero o divórcio, Adrian!" Diante de tal afirmação, Adrian parou nas escadas e virou o rosto, o celular em sua mão também ficando em silêncio. Medindo um metro e noventa, ele era significativamente mais alto que Joelle. Ele a encarou com frieza e, ao se pronunciar, sua voz estava repleta de desdém. "Joelle, você não consegue imaginar um jogo mais envolvente do que esse empurra e puxa sem fim? Já que está propondo o divórcio, por que não conta para a vovó? Caso contrário, nunca mais me faça ouvir essa palavra vinda de você!" Em seguida, ele bateu a porta atrás de si, colocando um ponto final na discussão. Sentindo suas pernas enfraquecerem, Joelle se apoiou na parede e deslizou até o chão, um sorriso amargo surgindo em seus lábios. Ela sabia que todo o casamento foi organizado por Irene e que Adrian não teve outra opção a não ser aceitar. Nesse caso, se ela quisesse mesmo o divórcio, falar com Irene seria a melhor abordagem. Contudo, uma parte pequena e iludida dela continuava esperando que ela e Adrian fossem um casal de verdade. Foi por essa razão que ela decidiu falar com ele primeiro. Porém, ela negligenciou um ponto fundamental: Adrian nunca quis realmente se casar com ela. Desde o começo, a hesitação dele era evidente, mesmo que ela tentasse ignorá-la. As últimas palavras dele não só expressaram desprezo, mas também soaram como uma ordem. Se realmente estivesse falando sério, ela deveria enfrentar Irene cara a cara. Com isso, Joelle tomou um banho, trocou de roupa e se preparou para ver Irene. Irene era uma mulher extremamente severa, autoritária e temida por todos na família. Ela comandava com mão firme, e qualquer desobediência era inaceitável. No entanto, tinha um vínculo especial com Joelle. Uma das razões pela qual Joelle aceitou se casar com Adrian foi para cumprir as expectativas de Irene. A princípio, ela desejava cuidar de Adrian, criar um lar e garantir que Irene partisse sem arrependimentos. Mas agora, já não podia mais suportar aquilo. Ver Adrian interessado em outra mulher fez Joelle sentir uma onda de amargura que quase a dominou. Ela sabia que Adrian não sentia nada por ela, e que ele nunca desenvolveria algum sentimento. Quando ela se preparava para sair, seu celular tocou. Era uma ligação do seu irmão, Shawn Watson. "Shawn? Aconteceu alguma coisa?" "Senhora Miller!" Era o assistente de Shawn, falando com uma voz alarmada -- algo inédito para Joelle. Um frio percorreu seu corpo e ela apertou o celular com mais força enquanto parava no último degrau. "Onde Shawn está? O que aconteceu com ele?" "Na noite passada, o senhor Watson esteve em uma reunião de negócios, onde foi forçado beba demais. A princípio, ele deveria ter voltado para casa logo em seguida, mas Erick Lloyd o convenceu a ir a uma fonte termal." Joelle ficou imóvel, a raiva percorrendo seu corpo. "Erick não se deu conta de que algo assim poderia matá-lo?" "Erick é um c**alha. Ele vem usando sua influência já que seu pai e seu irmão trabalhavam como motoristas para a família Miller. Senhora Miller, você precisa vir o mais rápido possível! O senhor Watson continua em cirurgia, e os médicos já deram dois avisos sobre sua condição ser grave. Não pude ficar esperando, então liguei para você!" De repente, a voz dele se tornou falha, quase caindo no choro. Joelle sabia que, se a situação não fosse extremamente grave, ele não teria entrado em contato. Shawn sempre fazia questão de resguardá-la de notícias ruins, independentemente de quão sombrias fossem as situações. Para o assistente ter se abalado tanto, era provável que a vida de Shawn estivesse em risco. Naquele momento, Joelle teve a sensação de que o mundo ao seu redor estava se fechando, enquanto sua voz permanecia presa em sua garganta. Ela então pisou em falso no último degrau e caiu pesadamente no chão, torcendo o tornozelo de forma abrupta. A dor intensa a trouxe de volta ao presente, fazendo com que seus olhos se enchessem de lágrimas. "Ah não! Senhora Miller, como você pode ser tão descuidada assim?", exclamou Leah, ajudando Joelle a se colocar de pé rapidamente. Joelle, por sua vez, apenas segurou o braço de Leah, sua visão embaçada por conta das lágrimas. Ela tentou se expressar, porém, as palavras saíram de forma entrecortada, sufocadas pelos soluços. "Meu irmão... Preciso ir ao hospital para vê-lo!" Notando a urgência em seu tom, Leah disse sem qualquer hesitação: "Está bem, não precisa se preocupar. Pedirei ao motorista para te levar agora mesmo!" Leah era uma empregada leal e habilidosa, que havia dedicado muitos anos de sua vida a servir a família Miller. Cerca de cinco minutos mais tarde, o carro já estava parado em frente à vila. Quando Joelle se preparava para entrar no carro, ela se voltou para Leah e disse: "Por favor, não conte nada do que aconteceu para Irene. Não quero deixá-la preocupada." Leah sentiu seu coração se aquecer com tal pedido. Mesmo em seu estado debilitado e com o rosto encharcado de lágrimas, Joelle ainda se preocupava com o bem-estar de Irene. Ela realmente era uma jovem única e extraordinária! "Não precisa se preocupar, senhora Miller. Sei o que precisa ser feito. Agora vá ver seu irmão." Quando Joelle chegou ao hospital, Shawn tinha acabado de sair da cirurgia. Se deparando com Shawn ligado a diversos fios e tubos, o assistente quase desabou no chão. Ao se aproximar, Joelle o viu ajoelhado contra a parede, com os olhos avermelhados e desprovidos de qualquer emoção. Naquele instante, ela reprimiu o desejo de criticá-lo por não ter protegido Shawn da maneira correta. Afinal, ela poderia fazer aquilo mais tarde. Assim que a condição de Shawn se tornou estável, Joelle levou o assistente para um lugar mais reservado e indagou: "Me fale, como tudo aconteceu?" Com um semblante preocupado, o assistente hesitou brevemente antes de responder: "Senhora Miller, o senhor Watson pediu expressamente que não te envolvêssemos em questões empresariais." "Mas esta é uma questão de vida ou morte. Então você acha mesmo que me deixar no escuro é uma opção ainda?" Perdendo a paciência, Joelle deu as costas para ir embora. "Não adianta, senhora Miller." Com um tom desesperado, o assistente continuou: "Após o incidente com seu pai, o senhor Watson assumiu toda a responsabilidade pelo Grupo Watson. Ele tem se empenhado em preservar a reputação da família para que sua vida na família Miller seja mais tranquila." Ao longo de três anos, Shawn se esforçou intensamente para manter a família unida. Entretanto, se não fosse pela ajuda financeira de Adrian, suas tentativas já teriam fracassado há bastante tempo. Shawn queria que Joelle vivesse com conforto, mas mesmo com seu trabalho árduo, ele nunca conseguiu que ela obtivesse o respeito que merecia do marido. Independentemente do quanto Shawn se esforçasse, Joelle continuava sendo desprezada pela família Miller. Embora enfurecida, Joelle sabia que não tinha como mudar sua situação. Após inspirar profundamente, ela indagou: "Vocês não falaram sobre meu relacionamento com Adrian?" Ela acreditava que se unir à família Miller poderia dar a Shawn a força necessária para se manter firme. "O senhor Watson se nega a falar sobre esse assunto. Ele tem receio de que isso torne sua vida ainda mais complicada." Joelle sorriu amargamente. Desde o início, ela nunca conseguiu se igualar a Adrian. Não era de se surpreender que ele a desprezasse, afinal, ela mesma mal conseguia se aceitar. Apenas uma hora atrás, ela resolveu pedir o divórcio. Mas agora, ela se agarrava ao nome de Adrian, determinada a tornar a vida de Shawn mais fácil. "Fale a Shawn que sou a esposa de Adrian Miller, a escolhida pessoalmente por Irene. Enquanto eu continuar sendo a senhora Miller, manterei minha dignidade perante a família Miller!" De repente, passos ressoaram atrás dela. Ao se virar, Joelle se deparou com os olhos gélidos de Adrian. Junto a ele estava uma jovem de aparência delicada, com grandes olhos ingênuos, segurando-o. Adrian observava Joelle com um olhar gélido e desdenhoso, como se vê-la ali fosse um grande fardo. Naquele momento, ele se deu conta de que Joelle não tinha realmente a intenção de se divorciar. A mulher que havia falado com tanta certeza sobre deixar tudo agora estava ali, ostentando orgulhosamente seu título de senhora Miller. Seu pedido de divórcio não foi mais do que um truque, semelhante a uma briga entre amantes que acabava em ameaças sem sentido. Aquela mulher manipuladora o havia d*ogado para que ele se casasse com ela. Com esses métodos desonestos, como ela poderia simplesmente abandonar essa união? Afinal, esse casamento funcionava como uma tábua de salvação para sua família em apuros. Ele fazia uma doação anual de cem milhões ao Grupo Watson. Portanto, seria um grande erro se Joelle decidisse se divorciar dele e arriscar perder tudo isso. Capítulo 4 Ela finalmente se decidiu Joelle já havia se acostumado à frieza e indiferença de Adrian há bastante tempo. Ela observou em silêncio os braços entrelaçados deles, enquanto seus pensamentos se desviavam para os momentos felizes registrados nos vídeos de Rebecca, que provocaram inveja em muitos. Que casal perfeito! O pensamento golpeou Joelle como. "Por favor, Joelle, não me interprete mal!", Rebecca disse rapidamente enquanto retirava a mão do braço de Adrian. "Não me sinto muito bem, o que me impediu de andar normalmente. Adie só estava me ajudando por educação." Sorrindo forçadamente, Joelle ignorou propositalmente a explicação de Rebecca e se voltou para Adrian, indagando: "O que está fazendo no hospital?" "Erick está aqui também", interrompeu Rebecca, mantendo os braços cruzados à frente do corpo, parecendo uma criança arrependida. "Além disso, eu gostaria de pedir desculpas a você, Joelle. Lamento que Erick tivesse agido de maneira tão descuidada a ponto de fazer com que seu irmão viesse parar no hospital." Sem qualquer hesitação, Joelle rebateu: "Descuidada? Seu irmão quase causou a morte do meu, e você acredita mesmo que um simples pedido de desculpas é o suficiente para reparar isso?" Encolhendo-se, Rebecca procurou a manga de Adrian em busca de apoio. Quando Adrian falou, sua voz soava gelada como o inverno: "Chega, Joelle. Não foi de propósito." Em seguida, ele se voltou para Rebecca e adotou um tom suave ao dizer: "É melhor nós irmos. Você não veio para ver como Erick está?" Naquele instante, uma compreensão gélida se apoderou de Joelle, que esperava, de maneira ingênua, que Adrian estivesse lá apenas para verificar como estava Shawn. Porém, a presença dele se devia apenas a Rebecca, para ver Erick. Ela sabia que não podia contar com Adrian para defendê-la. Ainda que ele fizesse uma visita a Shawn, seria apenas por um senso de obrigação, nada além disso. "Rebecca, tenha certeza de que não irei ignorar as ações de Erick!", afirmou Joelle. De repente, Rebecca perdeu a firmeza nas pernas e desabou contra o peito de Adrian, que a segurou rapidamente, mantendo-a próxima de si. "Joelle, Erick não pretendia causar nenhum dano. Ademais, ele também está internado!" "Por acaso ele está morto? Caso contrário, terá que arcar com as consequências do que fez!" Joelle raramente se mostrava agressiva, mas hoje foi uma exceção. Shwan era praticamente a única família que ela ainda tinha. Seu pai, afetado por um derrame, estava em estado vegetativo sem perspectivas de recuperação, enquanto sua mãe morreu em um acidente de carro. Então, desde os dezoito anos, eram apenas ela e Shawn, enfrentando os desafios do mundo lado a lado. Nos momentos mais difíceis, Shawn tinha suportado o peso sozinho, deixando Joelle livre para se dedicar ao violino. Agora, a ideia de ficar sem ele se tornava igualmente intolerável. A paciência de Adrian acabou, e seus olhos ficaram frios quando se fixaram em Joelle. "Joelle, como pode dizer algo assim?", Rebecca indagou com incredulidade, sua voz embargada. Perdendo a paciência, Adrian encarou Joelle friamente e indagou: "O que você quer?" "Shawn já recebeu dois avisos sobre sua condição ser grave. Mas e Erick?" Rebecca ofegou, seu corpo tremendo como uma folha ao vento. "Por favor, Joelle! Só tenho ele como irmão. Mostre um pouco de misericórdia, por favor!" Antes que Joelle tivesse chance de responder, Rebecca desmaiou, não permitindo mais discussões. Adrian então ergueu Rebecca nos braços, seus olhos refletindo uma reprovação gélida enquanto dirigia um último olhar para Joelle. Então ele se afastou, deixando Joelle imóvel, sem conseguir se mover ou pensar, como se o tempo tivesse parado. Antes de se casar, ela era a garota amada, mas depois se tornou apenas uma serva de Adrian. Agora, olhando para trás, ela percebeu o quão ingênua tinha sido. Ela costumava ser uma pessoa muito orgulhosa, mas agora ela suporta todo tipo de queixa só para agradar o marido. Que patético! Já se passaram três anos, é hora de se divorciar e começar uma nova vida... ...... O que acontecerá a seguir? O número de capítulos exibidos aqui é limitado. Por favor, clique no botão abaixo para baixar nosso aplicativo e ler mais capítulos. (Ao abrir o aplicativo, você irá automaticamente para este livro.) &12&		Cidade dos Livros		10	https://www.facebook.com/61565899510324/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560807	1	active	11/30/24, 6:32 PM	4/29/25, 6:38 AM	1733013160	1745926729		1942																										www.givelocaltogether.org	Learn more			VIDEO			https://www.givelocaltogether.org/o/chesapeake-natives			1.0593306950656E+14	Chesapeake Natives Inc.	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468526426_584451753984820_6209083016722143629_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WCiYrmFAVtYQ7kNvgGUyQey&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYB97FxkpV7eaGu1DzYgCeAkvpBo_a3OKt-Ez11myy6PfA&oe=67519513	PERSON_PROFILE	0					0		As 2024 winds down, we’re filled with gratitude and excitement. Chesapeake Natives is turning 20! Thanks to your unwavering support, we’ve spent two decades growing local ecotype native plants, restoring habitats, and connecting communities across the Chesapeake Bay watershed. As we reflect on 20 years of growth, we’re also looking ahead to a future filled with opportunity. Your support this giving season is crucial to helping us expand our programs, grow a more diverse selection of plants, and restore even more habitats. This year, thanks to a generous match from our Board of Directors and dedicated volunteers, every donation will be doubled up to $10,000. Whether you contribute $20 or $200 your support will directly impact our efforts to grow, educate, and restore. We’re filled with gratitude for everything this community has helped us accomplish. Your generosity, time, and enthusiasm have allowed us to grow stronger and make a real difference in restoring our shared landscapes. With your continued support, we look forward to the next 20 years of empowering communities, growing native plants, and creating a more resilient watershed. Thank you for being part of this journey. Together, we’re cultivating something truly remarkable. Double your impact today: https://www.givelocaltogether.org/o/chesapeake-natives		Chesapeake Natives Inc.		5035	https://www.facebook.com/ChesapeakeNativesInc/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560815	1	active	11/30/24, 6:32 PM	5/5/25, 6:01 PM	1733013169	1746486115		1942																										instagram.com	Learn more			IMAGE	Kelly L.Trindade (@kellytrind) • Instagram photos and videos		https://www.instagram.com/kellytrind/profilecard/?igsh=cnM2dWZmdzFiZ3Rq			1.0165504125064E+14	Vifi Marketing Agence	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468480461_1039724721289727_3344847292002574581_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0FVX1VferxEQ7kNvgFLzmME&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCG97-MhIOPbJGADey_RxWMkgPJmqeUTGwV8tDnYs2dCQ&oe=67517BD8	PERSON_PROFILE	0					0				Vifi Marketing Agence		6	https://www.facebook.com/100070285460465/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560845	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/25/25, 8:26 PM	1733013195	1745630812		1942																											Contact us			IMAGE	2018 Dodge Grand Caravan · GT Minivan 4D		https://facebook.com/marketplace/item/852614346792455/			1.0288689826946E+14	Kelly Gettinger		REGULAR_PAGE	1					0		2018 Dodge Grand Caravan · GT Minivan 4D - $18,900.00 2018 Dodge Grand Caravan GT FWD Mileage: 94,188 Exterior Color: Granite Pearl Interior Color: Black Leather with red Stitching Engine: 3.6 Liter V6 Transmission: 6-Speed Clean Carfax‼️172-Point Inspection by trained technicians‼️ ⚡️Power Liftgate ⚡️Power Sliding Doors ⚡️Remote-Start System ⚡️Heated Front Seats ⚡️Heated Steering Wheel ⚡️17-inch polished aluminum with black pockets all season tires ⚡️Power Heated Exterior Mirrors with Manual Fold-Away ⚡️Slow N Place Roof Rack System, Black Integrated Roof Rail Crossbars ☎️573-392-3333 or online at LloydBelt.com 👇👇👇👇 https://www.lloydbelt.com/default.asp?page=xInventoryDetail&id=16419115&p=1&make=dodge&s=(Sort%20By)&d=D&fr=xAllInventory Facebook Marketplace		Kelly Gettinger		0	https://www.facebook.com/Kelly-Gettinger-102886898269455/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560843	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/28/25, 12:09 PM	1733013192	1745860184		1942																										zenopax.com	Shop now			VIDEO	🕒 10 minutes to a happier neck!		https://zenopax.com/products/cervitrax-neck-therapy			3.2459239739916E+14	Zenopax	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468444541_594978016343954_5329886816660865686_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=GSDZpcFxL58Q7kNvgEDYI4P&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGrh9xaqsrmLcvdaaClwGN-&oh=00_AYBAmgasowCMHlDe-zOfafaZCSbpg13DNYG2WfYrYgruwA&oe=67516EE4	PERSON_PROFILE	0					0		In just 10 minutes a day, Cervitrax gently stretches and supports your neck, helping to alleviate pain and improve posture. Noticeable results in as little as a week! Get back to enjoying life, pain-free. Grab yours today!		Zenopax		37	https://www.facebook.com/61559542765750/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2560992	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/3/25, 6:36 AM	1733013287	1748950564		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/isakthomasandthestoopboys			1.0176508251211E+14	Isak Thomas and The Stoop Boys	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468674743_1811223949615171_1453636903366454696_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kscZJnvUbT8Q7kNvgEe_6Ay&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax7uj5cmm-zestqcBjsp3zF&oh=00_AYAxVJ8HaU4JZTf28XblaQCv9FeFUVeSmfwFKdb3qcAPeQ&oe=67517FCC	PERSON_PROFILE	0					0				Isak Thomas and The Stoop Boys		1	https://www.facebook.com/IsakThomasandTheStoopBoys/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560993	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/3/25, 6:46 AM	1733013287	1748951169		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/isakthomasandthestoopboys			1.0176508251211E+14	Isak Thomas and The Stoop Boys	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468674743_1811223949615171_1453636903366454696_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kscZJnvUbT8Q7kNvgEe_6Ay&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax7uj5cmm-zestqcBjsp3zF&oh=00_AYAxVJ8HaU4JZTf28XblaQCv9FeFUVeSmfwFKdb3qcAPeQ&oe=67517FCC	PERSON_PROFILE	0					0				Isak Thomas and The Stoop Boys		1	https://www.facebook.com/IsakThomasandTheStoopBoys/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560989	1	active	11/30/24, 6:34 PM	6/3/25, 6:47 AM	1733013283	1748951269		1942																										dozyoats.com	Shop now			IMAGE	25% Off This Cyber Weekend Only	On 12-Pack Boxes or Above	https://dozyoats.com/pages/bundle			1.0134443278463E+14	Dozy Oats	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468595137_3477587575879393_1514351419667310925_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=zZesX6-f7e8Q7kNvgFlEvmz&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax7uj5cmm-zestqcBjsp3zF&oh=00_AYC1CxR-fz3mfls-RrBT5toHgcFrZpRlGEwnMWpfU51oXw&oe=67518BBD	PERSON_PROFILE	0					0		This Cyber Weekend only - enjoy 25% OFF 12-pack boxes and above! Whether you're starting your morning right or fueling up for the day, Dozy Oats has the perfect overnight oats for you with 14 different flavors.⏳ Hurry – the Oatrageous sale ends Monday!		Dozy Oats		3314	https://www.facebook.com/ILoveDozyOats/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561012	1	active	11/30/24, 6:34 PM	4/26/25, 6:07 PM	1733013300	1745708831		1942																										fb.me	Book Now			DCO	Foot Pain? Feel long-lasting relief after just 1st treatment!	⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ 4.7 (205+)	http://fb.me/			1.8396363814115E+14	Oregon Medical Centers	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468726792_955179776501643_3533546575919723350_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=so81NsE3A30Q7kNvgGcZbu9&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYASwuQwPuZRXgPGmDpDABxVnapf6nAa59DVqhvr7jEBMA&oe=675181A0	PERSON_PROFILE	0					0		Numbness, burning, tingling, loss of balance… 🤕 put an end to hands and feet pain! We are Oregon Medical Centers and until now people suffering from feet and nerve pain only had 2 basic options: (1) Live with the pain; (2) Mask the pain with prescription medications; With the latest medical technology available, we are able to offer a clinically proven 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 that can reduce or eliminate nerve symptoms in hands and feet for our patients. Imagine no more medications… But a fast-acting and long-term solution for: ✅ Numbness ✅ Diabetic nerve pain ✅ Sharp electric-like pain ✅ Burning or tingling ✅ Muscle weakness ✅ Difficulty sleeping from leg or foot discomfort ✅ Sensitivity to touch ✅ Pain while walking ✅ Nerve damage from chemotherapy 𝗜𝘁’𝘀 𝘁𝗶𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗘𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝘁𝗲 𝗣𝗮𝗶𝗻, 𝗥𝗲𝗽𝗮𝗶𝗿 & 𝗥𝗲𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝘁𝗲! Oregon Medical Centers is now accepting new patients that are looking for an alternative to addictive medications. 👉 Sign Up or Call “(971) 247-3810” to schedule a 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗖𝗼𝗻𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻 𝘄𝗵𝗶𝗰𝗵 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗲𝘀 𝗘𝘅𝗮𝗺, 𝗫-𝗥𝗮𝘆 (𝗶𝗳 𝗻𝗲𝗲𝗱𝗲𝗱), 𝗜𝗺𝗮𝗴𝗶𝗻𝗴 𝗥𝗲𝘃𝗶𝗲𝘄, 𝗥𝗲𝗽𝗼𝗿𝘁 𝗼𝗳 𝗙𝗶𝗻𝗱𝗶𝗻𝗴𝘀, 𝗮𝗻𝗱 𝟭𝘀𝘁 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗧𝗿𝗶𝗮𝗹 𝗧𝗿𝗲𝗮𝘁𝗺𝗲𝗻𝘁 (𝗶𝗳 𝗰𝗮𝗻𝗱𝗶𝗱𝗮𝘁𝗲) ALL for just $49. 👉 𝗠𝗮𝗷𝗼𝗿 𝗶𝗻𝘀𝘂𝗿𝗮𝗻𝗰𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻𝗶𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗿𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗶𝗱 𝗱𝗼 𝗡𝗢𝗧 𝗰𝗼𝘃𝗲𝗿 𝗼𝘂𝗿 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺. Serving Salem and all surrounding areas. Oregon Medical Centers 2515 Liberty ST NE Salem, OR 97301 (971) 247-3810		Oregon Medical Centers		31	https://www.facebook.com/61555175677050/	0		BOOK_TRAVEL								View Edit Delete
2561011	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/13/25, 9:14 AM	1733013300	1752416095		1942																										fb.me	Book Now			DCO	Foot Pain? Feel long-lasting relief after just 1st treatment!	⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ 4.7 (205+)	http://fb.me/			1.8396363814115E+14	Oregon Medical Centers	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468726792_955179776501643_3533546575919723350_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=so81NsE3A30Q7kNvgGcZbu9&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYASwuQwPuZRXgPGmDpDABxVnapf6nAa59DVqhvr7jEBMA&oe=675181A0	PERSON_PROFILE	0					0		Numbness, burning, tingling, loss of balance… 🤕 put an end to hands and feet pain! We are Oregon Medical Centers and until now people suffering from feet and nerve pain only had 2 basic options: (1) Live with the pain; (2) Mask the pain with prescription medications; With the latest medical technology available, we are able to offer a clinically proven 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 that can reduce or eliminate nerve symptoms in hands and feet for our patients. Imagine no more medications… But a fast-acting and long-term solution for: ✅ Numbness ✅ Diabetic nerve pain ✅ Sharp electric-like pain ✅ Burning or tingling ✅ Muscle weakness ✅ Difficulty sleeping from leg or foot discomfort ✅ Sensitivity to touch ✅ Pain while walking ✅ Nerve damage from chemotherapy 𝗜𝘁’𝘀 𝘁𝗶𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗘𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝘁𝗲 𝗣𝗮𝗶𝗻, 𝗥𝗲𝗽𝗮𝗶𝗿 & 𝗥𝗲𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝘁𝗲! Oregon Medical Centers is now accepting new patients that are looking for an alternative to addictive medications. 👉 Sign Up or Call “(971) 247-3810” to schedule a 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗖𝗼𝗻𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻 𝘄𝗵𝗶𝗰𝗵 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗲𝘀 𝗘𝘅𝗮𝗺, 𝗫-𝗥𝗮𝘆 (𝗶𝗳 𝗻𝗲𝗲𝗱𝗲𝗱), 𝗜𝗺𝗮𝗴𝗶𝗻𝗴 𝗥𝗲𝘃𝗶𝗲𝘄, 𝗥𝗲𝗽𝗼𝗿𝘁 𝗼𝗳 𝗙𝗶𝗻𝗱𝗶𝗻𝗴𝘀, 𝗮𝗻𝗱 𝟭𝘀𝘁 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗧𝗿𝗶𝗮𝗹 𝗧𝗿𝗲𝗮𝘁𝗺𝗲𝗻𝘁 (𝗶𝗳 𝗰𝗮𝗻𝗱𝗶𝗱𝗮𝘁𝗲) ALL for just $49. 👉 𝗠𝗮𝗷𝗼𝗿 𝗶𝗻𝘀𝘂𝗿𝗮𝗻𝗰𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻𝗶𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗿𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗶𝗱 𝗱𝗼 𝗡𝗢𝗧 𝗰𝗼𝘃𝗲𝗿 𝗼𝘂𝗿 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺. Serving Salem and all surrounding areas. Oregon Medical Centers 2515 Liberty ST NE Salem, OR 97301 (971) 247-3810		Oregon Medical Centers		31	https://www.facebook.com/61555175677050/	0		BOOK_TRAVEL								View Edit Delete
2561025	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/28/25, 9:19 AM	1733013308	1745849986		1942																										coachkellyj.com/coachsuccesskit	Get offer			IMAGE	Introducing... 𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐨𝐚𝐜𝐡𝐞𝐬 𝐒𝐮𝐜𝐜𝐞𝐬𝐬 𝐊𝐢𝐭 🔥 👉🏾	Coach Kelly J's collection of Masterclasses, Planners, eBooks, Livestreams, + MORE!	https://www.coachkellyj.com/coachsuccesskit			4.1040796579959E+14	Coach Kelly J	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468806669_505686199293009_4973763774459538457_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=sK4JVITX5dEQ7kNvgHxfGrt&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AqwEp7-Cv85c89QoJ3EWR-g&oh=00_AYDZaaVsBB4EYVoLa0umwRuj4opRy28TBfwCMjhJNpS6Ag&oe=67517E2A	PERSON_PROFILE	0					0		🚨 Let's be real... 𝗿𝘂𝗻𝗻𝗶𝗻𝗴 𝗮 𝗰𝗼𝗮𝗰𝗵𝗶𝗻𝗴 𝗯𝘂𝘀𝗶𝗻𝗲𝘀𝘀 𝗰𝗮𝗻 𝗳𝗲𝗲𝗹 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝗮 𝗷𝘂𝗴𝗴𝗹𝗶𝗻𝗴 𝗮𝗰𝘁. Between creating content, managing clients, marketing your services, and trying to scale, it's easy to feel overwhelmed. 😥 That's why I created The Coach's Success Kit - your one-stop solution for running your coaching business like a pro. 💪 This Black Friday, you can grab 50 resources valued at over $6,700, 𝙛𝙤𝙧 𝙟𝙪𝙨𝙩 $47 Here's what's inside: ✅ Tools to help you create powerful content quickly. ✅ Templates to simplify your social media and email marketing. ✅ Guides to plan, strategize, and grow your coaching business. Imagine having everything you need to save time, grow your audience, and boost your revenue — all in one bundle. 🔥 The catch? This Black Friday offer won't last long. ⚠️ → www.coachkellyj.com/coachsuccesskit 𝘏𝘦𝘳𝘦'𝘴 𝘵𝘰 𝘮𝘢𝘬𝘪𝘯𝘨 𝘣𝘶𝘴𝘪𝘯𝘦𝘴𝘴 𝘦𝘢𝘴𝘪𝘦𝘳!		Coach Kelly J		34659	https://www.facebook.com/CoachKellyJefferson/	0		GET_OFFER_VIEW								View Edit Delete
2561024	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/1/25, 12:46 PM	1733013308	1746121562		1942																											Call now			IMAGE						1.4248617256334E+14	Souls Harbor NWA	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468451657_881306694170533_251342013094389272_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hYc81vq_uc8Q7kNvgHDF9Tv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AqwEp7-Cv85c89QoJ3EWR-g&oh=00_AYCCQw4TkkYTcWiCRcNatS1elNnbD8SzaBYHugUdHVhhaw&oe=67516B25	PERSON_PROFILE	0					0		Firewood sales are now open in Rogers, AR! Support Souls Harbor NWA’s faith-based recovery programs while stocking up on high-quality, seasoned firewood. $10 per bundle $85 per rick (pickup) $125 per rick (delivered in Rogers area) Every purchase helps transform lives by funding programs that empower men to rebuild their futures. Call Kelly at 501-593-0629 or message us today to place your order or come by!		Souls Harbor NWA		3593	https://www.facebook.com/soulsharbornwa/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2561031	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/3/25, 6:35 AM	1733013311	1748950539		1942																											Send WhatsApp message			MULTI_IMAGES			https://api.whatsapp.com/send			4.2238359763339E+14	Llantas Express Suc. Blvd. Hidalgo	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468758619_9055775091151724_4385169433213937199_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0MlDq0NBuIoQ7kNvgGRQ82g&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AWM6J27Yi1Io8ExkT64aHzZ&oh=00_AYBQnRBtfmfe-mUKZ3FLAv6Qre-glfwOmdHnMmKsqTZyYw&oe=675179ED	PERSON_PROFILE	0					0		¡𝐁𝐢𝐞𝐧𝐯𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐚 𝐥𝐥𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐲 𝐬𝐞𝐫𝐯𝐢𝐜𝐢𝐨𝐬 𝐄𝐱𝐩𝐫𝐞𝐬𝐬!🛞🔧 𝘚𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘵𝘶 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘪𝘢𝘣𝘭𝘦 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘵𝘰𝘥𝘢𝘴 𝘵𝘶𝘴 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘥𝘢𝘥𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘭𝘢𝘯𝘵𝘢𝘴. 𝘖𝘧𝘳𝘦𝘤𝘦𝘮𝘰𝘴: ✅𝑽𝒂𝒓𝒊𝒆𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒂𝒔 𝑷𝒓𝒆𝒎𝒊𝒖𝒎 𝑨𝒎𝒆𝒓𝒊𝒄𝒂𝒏𝒂𝒔 𝒆𝒏 𝒍𝒍𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔 𝒔𝒆𝒎𝒊𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂𝒔 ✅𝑳𝒍𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂𝒔 𝒆𝒄𝒐𝒏𝒐𝒎𝒊𝒄𝒂𝒔 𝒚 𝒑𝒓𝒆𝒎𝒊𝒖𝒎 ✅𝑹𝒊𝒏𝒆𝒔 ✅𝑪𝒂𝒓𝑾𝒂𝒔𝒉 ✅𝑺𝒆𝒓𝒗𝒊𝒄𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒓𝒆𝒑𝒂𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏 ✅𝑨𝒍𝒊𝒏𝒆𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏 𝒚 𝑩𝒂𝒍𝒂𝒏𝒄𝒆𝒐 ✅𝑺𝒆𝒓𝒗𝒊𝒄𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒔𝒑𝒆𝒏𝒄𝒊𝒐𝒏 ¡𝓝𝓸 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓮𝓼 𝓶𝓪𝓼 𝔂 𝓿𝓲𝓼𝓲𝓽𝓪𝓷𝓸𝓼 𝓱𝓸𝔂 𝓶𝓲𝓼𝓶𝓸!‼️ 𝗔𝗱𝗲𝗺𝗮𝘀: ✅𝗙𝗮𝗰𝘁𝘂𝗿𝗮𝗺𝗼𝘀 𝘀𝗶𝗻 𝗰𝗼𝘀𝘁𝗼 𝗲𝘅𝘁𝗿𝗮 ✅𝗔𝗰𝗲𝗽𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗮𝗿𝗷𝗲𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝗯𝗶𝘁𝗼, 𝗰𝗿𝗲𝗱𝗶𝘁𝗼 𝘆 𝗔𝗺𝗲𝗿𝗶𝗰𝗮𝗻 𝗘𝘅𝗽𝗿𝗲𝘀𝘀 𝗦𝗜𝗡 𝗖𝗢𝗠𝗜𝗦𝗜𝗢𝗡 ✅𝗠𝗮𝗻𝗲𝗷𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗺𝗲𝘀𝗲𝘀 𝘀𝗶𝗻 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗲𝘀𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘁𝗮𝗿𝗷𝗲𝘁𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝗶𝗽𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 ✅𝗣𝗹𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗽𝗮𝗿𝗼 📍𝘝𝘪𝘴𝘪𝘵𝘢𝘯𝘰𝘴 https://maps.app.goo.gl/2FpLjqUuqXXiArQY6 📱𝐶𝑜𝑛𝑡𝑎𝑐𝑡𝑎𝑛𝑜𝑠 899 421 1965		Llantas Express Suc. Blvd. Hidalgo		180	https://www.facebook.com/61566998772587/	0		WHATSAPP_MESSAGE								View Edit Delete
2561030	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/3/25, 6:41 AM	1733013310	1748950900		1942																											Contact us			IMAGE	Christmas Planters For Sale		https://facebook.com/marketplace/item/1809980279742933/			1.0233595457064E+14	Kelly Kelly		REGULAR_PAGE	1					0		Christmas Planters For Sale - CA$1.00 Small, Medium & Large porch planters for sale Prices range from $60 to $300 DM for details Pairs are sold as a set Facebook Marketplace		Kelly Kelly		0	https://www.facebook.com/Kelly-Kelly-102335954570641/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561152	1	active	11/30/24, 6:36 PM	4/28/25, 12:57 PM	1733013394	1745863061		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467871594_587515456969730_5774147090142572032_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0PptVmj9IGcQ7kNvgFtQdoT&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYAysBX0sl4jMt3SNvck4wo8LNRsEA2irxJsjnb_zSd05g&oe=67516AB0	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561041	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/28/25, 2:51 PM	1733013330	1745869908		1942																											Contact us			IMAGE	Studio 1 Bath - House		https://facebook.com/marketplace/item/1115518303621283/			1.1031796708218E+14	Kelly Foley		REGULAR_PAGE	1					0		Studio 1 Bath - House - $1,175.00 Garage B is up for rent available Jan 1,2025. It is climate controlled 1080 sq feet. This is commercial not housing. It has a bathroom. No collision use allowed . Parking available and rv hook up is available xtra 200 , free charge for water and trash another building is available as well no bathroom can rent both for 2,000 if you need the xtra space. Please pm for more details. Deposit is required for hold and is non refundable. This is on private property.Business is allowed. No dogs. On market asap thanks for looking. Facebook Marketplace		Kelly Foley		0	https://www.facebook.com/Kelly-Foley-110317967082176/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561039	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/3/25, 1:23 AM	1733013328	1746253437		1942																											Call now			MULTI_IMAGES						7.1212410891487E+14	Webster Parish Council on Aging	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468694690_1238132067466212_2550702992901853924_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=8XmkTgk4iYkQ7kNvgF_huHx&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AWM6J27Yi1Io8ExkT64aHzZ&oh=00_AYAADFJIDAfF_aAZMCGG1y0GPw3Ve9Og43837PNi0qAGNQ&oe=67518BAA	PERSON_PROFILE	0					0		Webster Parish Council on Aging On the state of our finances November 29, 2024 To the voters of Webster Parish: When I assumed the position of Executive Director of the Webster Parish Council on Aging, Covid was at its peak. August 2020 seems to have been a long time ago, but the effects are still felt here at our center. The time has come now to ask the voters of the parish how they would like us to continue operating. Our board decided to go out for a vote on a property millage instead of cutting services to allow the public to tell us which way to go from here. I have broken down our finances to the fund level so that everyone can see exactly how we get our funding, how we spend our funding, and how much we need NEW funding. If there are any questions about this information, or if you want to take a deeper dive into the finances, I’m here practically every day, and I welcome visits. I am proud of what we have here, and I love to show it off. Please take the time to look over this information to see just how much we need additional funding. Thanks for your consideration, Claude L. “Johnny” Johnson Executive Director		Webster Parish Council on Aging		648	https://www.facebook.com/WebsterParishCouncilOnAging/	0		CALL_NOW								View Edit Delete
2561040	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/5/25, 11:11 AM	1733013330	1746461511		1942																											Contact us			IMAGE	2011 Volkswagen Tiguan · SE 4Motion Sport Utility 4D		https://facebook.com/marketplace/item/8125817050798674/			1.0313403144042E+14	Mohamed Lamine		REGULAR_PAGE	1					0		2010 Nissan Murano · LE Sport Utility 4D - $5,999.00 2010Nissan Murano LE AWD sport Engine:3.5-liter V6, 260 hp, 240 lb-ft torque RUNS AND DRIVES GREAT CLEAN TITLE IN HAND MILEAGE - 126,00 (HIGHWAY MILES) Here are some specs for the 2010 Nissan Murano LE Sport Utility 4D: Engine: 3.5-liter V6 with 265 horsepower and 248 pound-feet of torque Transmission: Continuously variable-speed automatic Drive type: Front-wheel drive standard, all-wheel drive optional Fuel economy: EPA estimated 18 mpg city/23 mpg highway and 20 mpg�combined Facebook Marketplace		Mohamed Lamine		0	https://www.facebook.com/Mohamed-Lamine-103134031440422/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561038	1	active	11/30/24, 6:35 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013326	1744666063		1942																										google.com	Learn more			IMAGE	Lone Star Legal	5.0 ★ · Personal injury attorney	https://g.co/kgs/mWg7FVA			1.0789427161402E+14	Fieldnotes.ai Clients	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468770263_8806489292781050_965405702087629663_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=P0T2QpJQN2kQ7kNvgHsxIKe&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AWM6J27Yi1Io8ExkT64aHzZ&oh=00_AYD_FhPlGlBFXmpq8Q-ykQ1O9zQX9L6xEnVTDZvzitmPkA&oe=675161CE	PERSON_PROFILE	0					0		Welcome to Kelly Law Firm, P.C., doing business as Lone Star Legal, your trusted legal partner in Georgetown, Texas. Led by L. Todd Kelly, we specialize in personal injury, DWI crashes, workplace accidents, human trafficking, offshore accidents, and commercial trucking accidents. Our team is committed to providing compassionate, results-driven legal representation. We work diligently to protect your rights and pursue justice and compensation for our clients across Texas. Whether you're facing a personal injury case or a complex legal battle, we are here to advocate for you. Let us help you secure the justice you deserve. We offer: 🚑 Personal Injury - Lawyers help secure compensation for accident injuries. ️ 🍷 DWI Crashes - Legal help for accidents caused by drunk driving. ️ 💼 Workplace Injury - Protect your rights and get compensation for work-related injuries. 🔒 Human Trafficking - Advocates fight for justice for trafficking victims. ️ ⚓ Offshore Accidents - Lawyers protect maritime workers' rights after accidents. ️ 👩‍⚖️ Sexual Assault - Legal support for victims seeking justice. ️ 🚚 Truck Accidents - Get help recovering damages from truck accidents. 🐕 Vicious Animal Attacks - Seek justice and compensation for animal attacks. ➡️ Visit Our Business Profile ⬅️ Lone Star Legal 📍#GeorgetownTXLawyers #KellyLawFirmPC #LoneStarLegal #KellyLawFirmPCPersonalInjury #TexasPersonalInjury #GeorgetownLegalServices #WorkplaceInjuryGeorgetown #TexasTruckAccidentLawyers #GeorgetownJusticeTX		Fieldnotes.ai Clients		0	https://www.facebook.com/FieldnotesClients/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561098	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 6:43 AM	1733013367	1748951003		1942																										clars.com	Learn More			CAROUSEL	Ellsworth Kelly | Sold: $11,340		https://clars.com/selling/valuations/?utm_source=HearstBayArea&utm_medium=SFGATEFBInstaSponsoredDarkPost_Nov-Dec2024&utm_campaign=Clars_MakeGoods_Nov2024&utm_id=Clars_MakeGoods_Nov2024			105702905593	SFGATE	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468219312_1268049851015026_8369287618514401619_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ndeJkPUQL1oQ7kNvgFdY5Rs&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOi0n5h3wp2WrWsiWrLIIbA&oh=00_AYBUc4OxBkQxktTD-ziNnTcZlmUfnPVWKgUkOsJcWj7QZQ&oe=67519633	PERSON_PROFILE	0					0				SFGATE		598589	https://www.facebook.com/SFGate/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561100	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 6:44 AM	1733013368	1748951054		1942																										clars.com	Learn More			CAROUSEL	Ellsworth Kelly | Sold: $11,340		https://clars.com/selling/valuations/?utm_source=HearstBayArea&utm_medium=SFGATEFBInstaSponsoredDarkPost_Nov-Dec2024&utm_campaign=Clars_MakeGoods_Nov2024&utm_id=Clars_MakeGoods_Nov2024			105702905593	SFGATE	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468219312_1268049851015026_8369287618514401619_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ndeJkPUQL1oQ7kNvgFdY5Rs&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOi0n5h3wp2WrWsiWrLIIbA&oh=00_AYBUc4OxBkQxktTD-ziNnTcZlmUfnPVWKgUkOsJcWj7QZQ&oe=67519633	PERSON_PROFILE	0					0				SFGATE		598589	https://www.facebook.com/SFGate/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561142	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/8/25, 11:19 AM	1733013389	1746721182		1942																											Contact us			IMAGE	BLACK FRIDAY SALE! 25% off! antiques, uranium glass, vintage Christmas decor, & more!		https://facebook.com/marketplace/item/495645246154196/			1.0342842436384E+14	Kelly Smith		REGULAR_PAGE	1					1		BLACK FRIDAY SALE! 25% off! antiques, uranium glass, vintage Christmas decor, & more! - $1.00 25% off! Two booths full of treasures! Vintage Christmas decor, antiques, uranium glass, boho retro items, plant stands & garden decor, & tons more! Booths A3 & J13 at Treasure Marts in Mount Dora 2728 West Old Hwy 441 Open 8a-8p Black Friday! Sale runs Friday through Sunday Facebook Marketplace		Kelly Smith		0	https://www.facebook.com/Kelly-Smith-103428424363845/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561143	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 6:35 AM	1733013391	1748950544		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468816160_1306829476999707_6336697437133638437_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hOg2fjnOYAEQ7kNvgEoqN2R&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaZBtiLhwVT6i2AfS0eSM48&oh=00_AYAQA-7Pyt-ZkdUOUZ0PL4yW6nRVTM9_l85GU3dBDvVajQ&oe=675171B7	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561144	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 6:36 AM	1733013392	1748950584		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468816160_1306829476999707_6336697437133638437_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hOg2fjnOYAEQ7kNvgEoqN2R&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaZBtiLhwVT6i2AfS0eSM48&oh=00_AYAQA-7Pyt-ZkdUOUZ0PL4yW6nRVTM9_l85GU3dBDvVajQ&oe=675171B7	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561145	1	active	11/30/24, 6:36 PM	6/3/25, 6:43 AM	1733013393	1748950992		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468816160_1306829476999707_6336697437133638437_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=hOg2fjnOYAEQ7kNvgEoqN2R&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaZBtiLhwVT6i2AfS0eSM48&oh=00_AYAQA-7Pyt-ZkdUOUZ0PL4yW6nRVTM9_l85GU3dBDvVajQ&oe=675171B7	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561454	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/12/25, 4:28 PM	1733013528	1752355694		1942																														VIDEO	155 Whitaker Lane, New Hope, AL					1.0478734173543E+14	Redstone Auctions	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468494035_1115892026877950_2480850170696906360_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=X5nvOeupAz4Q7kNvgHLsUUO&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYDcOQ-e-YMisc57HV6yFyvd_wh3iSTTX1LyF74YvawK5Q&oe=675194BF	PERSON_PROFILE	0					0		ONLINE AUCTION ENDS TUESDAY, DEC. 17 at NOON 155 Whitaker Lane, New Hope, AL 35760 5200 Sq. Ft. Metal Building on 6.41± Acres Also selling fishing tackle, covered utility trailer, insulated cargo container, cooler/chiller, metal shelving, storage bins, and more! ** PREVIEW ALL ITEMS & REAL ESTATE ** SUNDAY, DEC. 8 from 2pm to 4pm or by appointment. Once home to Kelly’s Sales, a live-bait producer & tackle manufacturing business, this versatile building is ideal for any commercial use. It features a loading bay, multiple roll-up doors, office space, bathroom, and ample overhead storage – perfect for contractors, shop owners, or hobbyists. Plus, the infrastructure is in place to restart the live bait business if desired. Its end of road location on 6.41± acres is perfect for those needing some privacy. We are also offering a covered trailer, cooler & chiller, insulated cargo container, various lots of fishing tackle, shelving, minnow tanks, retail cricket boxes, and storage bins for online bidding. REDSTONE AUCTIONS 256-696-SOLD (7653) Craig Buchanan AL#1365 John Tumminello AL#5564		Redstone Auctions		697	https://www.facebook.com/redstoneauctions/	0										View Edit Delete
2561211	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/12/25, 4:29 PM	1733013422	1752355789		1942																										biophonics-school.com	Learn More			CAROUSEL	Get up to 50% off	Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!	https://biophonics-school.com/routine?utm_source={{campaign.name}}&utm_medium={{adset.name}}&utm_campaign={{ad.name}}			4.6252891694658E+14	Biophonics	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468784521_1744874899660276_1796334780568643830_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_d0VPGte7IIQ7kNvgHiY-AC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYDRfocli_W5m-xrkIoNSfHdY_4NCowH4OyZGSPOA_vjeg&oe=6751920A	PERSON_PROFILE	0					0		Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!		Biophonics		9	https://www.facebook.com/61568804451054/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561212	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 12:55 AM	1733013423	1752558934		1942																										biophonics-school.com	Learn More			CAROUSEL	Get up to 50% off	Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!	https://biophonics-school.com/routine?utm_source={{campaign.name}}&utm_medium={{adset.name}}&utm_campaign={{ad.name}}			4.6252891694658E+14	Biophonics	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468784521_1744874899660276_1796334780568643830_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_d0VPGte7IIQ7kNvgHiY-AC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYDRfocli_W5m-xrkIoNSfHdY_4NCowH4OyZGSPOA_vjeg&oe=6751920A	PERSON_PROFILE	0					0		Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!		Biophonics		9	https://www.facebook.com/61568804451054/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561220	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/11/25, 7:22 PM	1733013426	1749687726		1942																											Send message			IMAGE	Kelly's keto store					1.0467040510159E+14	Kelly's keto store	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468433478_1112622270390998_3611340800286096184_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=xKZ387U-JWMQ7kNvgEaAMQl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A8cMJQwIQMxTHe9hf1_ank2&oh=00_AYDgFsBskUNUdyGq_ZEyWBvay0Rc28Sj8OyoSjYWvk4HcA&oe=67518C9F	PERSON_PROFILE	0					0		藥局／藥房		Kelly's keto store		250	https://www.facebook.com/100068015694322/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2561223	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/12/25, 4:32 PM	1733013427	1749763927		1942																											Order now			IMAGE			https://www.gramshirts.net/collections/war-movies			1.9495809371180E+14	GramshirtsTop	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466986777_1089177542325578_8889398932452940395_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=sf9gcaQ92RwQ7kNvgEeCfN0&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A8cMJQwIQMxTHe9hf1_ank2&oh=00_AYBCy_EKjOa9W_1KiL7FEbrZ8EL5HEXki9sZjLva6MUTEw&oe=67518DFC	PERSON_PROFILE	0					0		Best War movies of all time! Order here ==> https://www.gramshirts.net/collections/war-movies		GramshirtsTop		28	https://www.facebook.com/GramshirtsTop2/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
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And now what was more exciting, we were going to welcome our first child. “It’s a good thing you’re cautious. You could’ve lost your baby, Miss Monroe.” The GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. I subconsciously touched my belly, and still couldn't believe a baby was lying there. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce! My best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn’t wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? Would he kiss me and all? God! I couldn’t contain my happiness. I cupped my red face as I fantasized. But the moment I felt the cold from the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially when our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we had sex, he was considerate but cautious, saying there was no need to add extra shackles when we were not ready. This baby, in a way, was out of plan. My mind was becoming restless as I sat in my car. Would this be good news for him? What if Pierce was still not ready for the baby? "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the Boss?" My private driver Luke asked worriedly as he noticed my frown face. Luke was reliable like a family but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He's my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on the flight. I'll talk to him later myself." So that I could sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling, he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only an unrequited love, I knew it well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce is my first love but I'm not his. In high school, I was only a boring nerd in other's eyes while Pierce Anderson was the shining Quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though enmity rose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't want just to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head trying to get rid of those sad old memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was past. Pierce said they were over and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby now. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed down as I breathed in the scent of home. Our home. It wasn't as luxurious as his family's villa but cozy. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time and my marriage with Pierce was as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He was over a month of traveling for the sake of our family’s business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company all over Asia, and I was actually the Vice President of the company. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I really wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him and he would prize me with a sweet kiss. And then we might have passionate sex like what he gave me the night before his business trip. Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first and then we could do something else instead. I was happily envisioning our lovely reunion and my heart dropped when a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our life! I must have misheard. I rushed to the fridge in an attempt to calm myself with the aid of some alcohol. But the moment I touched the wine bottle, I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to get a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. Better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently but Pierce refused to quit from my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorway asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't say no when he claimed it was his duty as my best friend to take me to enjoy the real world. To not ruin our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend by his side and watching his happy face for another girl. I finally got up the courage to study abroad as I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me back. I returned in a hurry only to see a lifeless Pierce. His heart was harmed badly, by Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart was bleeding. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man to her, and how dared she harm him so badly! That witch! Pierce didn't tell anyone what happened except he was over with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It was so fcking hurt but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken and I wanted to fix him, not caring if I would ruin myself in the process. I fell asleep at home feeling so insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and I realized I had fallen asleep in the living area. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. “Peirce…” “Hmm,” he hummed as he walked towards the stairs. “Why did you sleep on the couch?” I stared at his face when he gently put me down on the bed. He caressed my hair and kissed my forehead. He was always so gentle and that was why I loved him so much. Even when making love, he was very considerate of my feelings. We'd been apart for over a month, my body missed him and my heart wanted him. “Where have you been? I’ve been waiting for you,” I said as I caressed his cheek. “Just met a friend. You said you were waiting for me, is it something urgent?" Looking at his gentle face, suddenly I didn't want to ruin the moment. so I closed my parted lips and swallowed the truth back in my stomach once again. Tomorrow, maybe tomorrow, I will have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, telling him that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. The moment he was about to leave me after giving me a goodnight kiss, I panicked for some reason. I then quickly grabbed him and kissed him with all my passion, trying to undress him, trying to make him touch me more and deeper. I missed him. I wanted him. I felt that the only way I could feel at ease was to let him put himself inside me again. To make sure he was still mine. "Wait Kels," Yet he stopped me by pinning my crazy hands on the bed. "I thought you said you're sleepy and you need to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and I could catch desire flashing in his eyes but I didn't know why it faded soon. He used to be happy when I became the initiative one. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose, “I’ll just take a shower. I smell alcohol.” I just nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. “Hey!” I greeted and smiled when I realized what he’d done. He prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the bed. “Good morning.” I grinned as I sat on the bed. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up and tilted my head as I stared at his handsome face. His eyes are deep brown. His eyebrows were thick and black, complimenting his beautiful eyes. His nose was proud and pointed and his lips were red and thin. He literally looks like a sexy bad boy. Even Damon Salvatore would be embarrassed to stand beside him. No one stands a chance against this man. “What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy.” He didn’t laugh. He heaved a sigh and gently tucked my hair on my ears before he held my hand and stared into my eyes. “I have something to tell you.” I felt my heart race. I thought about our baby in my womb. He’s got something to tell. I have something to tell him too. “W-What is it?” I asked as I felt my voice tremble. He took a deep sigh. “You know you’re important to me, right?” I slowly nodded with parted lips. I couldn’t answer. I’m scared of what he’s about to say. I have a bad feeling about this. “You were my best friend before we got married. You are one of the few people I treasure…” I hid my balled fists under the sheet. I don’t know why he’s telling me all this but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. “Kelly…” he paused and squeezed his eyes closed before he looked at me again in the eyes. “I-I think it’s time for us to divorce.” “P-Pierce…” I felt my heart clench. He smiled. “I know you don’t have feelings for me either. You just married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it’s time for our real happiness, Kelly.” I shook my head, “W-What are you talking about, Pierce?” “Lexi is back, Kelly. My first love is back.” Chapter 2 It Never Rains but It Pours Kelly’s POV I got off the bed and tried to leave but Pierce grabbed my hand. I immediately wiped the tears that rolled down my cheeks before he could see them. He stood in front of me and looked at my face as I tried so hard to look down and avoid his eyes. I felt my heart breaking into pieces. I thought… I thought I could make him fall in love with me within those three years together. I thought his feelings would level up and would see me as a woman rather than just a best friend. I was stupid for hoping and dreaming so high. I failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love Lexi. “Kelly…” I sucked my breath and swallowed the pain as I looked at him. I faked a smile, “I need to wash up before eating.” He stared into my eyes as if trying to figure out what I was thinking. I know he knew me too well so I tried so hard to hide my pain and smiled at him. He sighed and let go of my hand. “Okay. I’ll wait for you here. Let’s eat and go to work together.” Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along like he didn’t ask for a divorce? He wanted us to stay the way we were right after he told me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh Pierce, what was going on in your head? If I used to be able to force myself to stay in the seat of his best friend wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There's no way I could endure that kind of torture again, especially when I'm carrying his baby. The baby...I had thought it was good news for us but now...it would be more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from getting his true love and freedom. I knew how an unwanted child to grow up. My parents were divorced even before my mother died and the new family of my father hated me and it hurts like hell. I don’t want my baby to experience the same thing I felt. I need to keep my baby away from it. I faked a smile again. “We can’t. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models…” “I’ll go with you—” “No.” I pushed his hand. His eyes followed my hand before he lifted his face to look at me again. “You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?” “But…” “I have a personal driver, Pierce. I’ll be fine to go alone.” He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders were trembling really badly and when I thought about my baby, I swallowed hard and tried to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I need to be strong. I need to stay calm. I shouldn’t put my baby’s life on the line just because I got my heart broken. I have to deal with this smartly. I sucked my breath and finished my bath. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce was still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. “Hey! I picked your dress for today.” Since our marriage wasn't public, Pierce said he would try to do little things for me as a husband. He did it well and I used to enjoy these sweet moments but now, it was going to kill me. I grabbed the dress and went inside the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I faced him, his forehead was creased. I smiled. “I prefer red today. I’d feel beautiful in this dress.” His eyes went to the dress I was holding and his face immediately calmed down. He nodded and walked towards me. “I see. Help me fix this first.” I put my dress on his arm and started fixing his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision is becoming blurry again. Damn! “Kelly…” I jumped in shock. “Hmm?” “Are you okay?” I looked at him and smiled, “Yeah.” “I have another thing to say.” I finished fixing his tie so I immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before I walked past him and spoke… “Let’s just talk some other time. I'm going to be late.” I heard him sigh as he followed me again. I grabbed my underwear and got dressed while he was standing behind me. He’s silent the whole time as if he’s thinking about something. “You should eat before you leave.” I faced him and nodded. “I will. You should go now.” “Kelly, we’re on the same page, right?” I stared at him. No, Pierce. We’re never on the same page. All of these are just my stupid fantasies. I thought you had feelings for me and I was so wrong. “If it’s about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I’m really busy with the company. I will not run away.” “Kelly, I’m not just doing this for myself. I’m also doing this for you. You’ve been caged with me ever since we got married. I know you’re not happy because deep inside, you also want to find the man you deserve. Someone who will really love you. Not me. Not someone who’s half-hearted.” “I understand what you’re trying to say, Pierce,” I said and tried to turn my back but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything to capture my eyes and he succeeded. He looked at me worriedly. “You are my best friend. I don’t wanna lose you, Kels. You’re one of my few people…” “I know,” I said out of frustration. He looked shocked, so I calmed myself down. “I-I know. You don’t have to worry. I’m just stressed about work. It’s not about our divorce.” His lips parted and he slowly nodded as if he was able to breathe properly. He walked towards me and I froze when he gently kissed my forehead… “Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years but I was still such a coward. Why couldn't you just tell him that you love him, Kelly? He's your husband and you're carrying his baby! Tell him and he might change his mind! I swallowed hard and was about to tell him but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. " I gotta go." He scratched his head in apology and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke and he’s waiting outside. Eat before you go, okay?” With that, he left our room. The tears I had managed to suppress burst out again. Why would I think I could have a chance? He made his choice already the moment he asked for the divorce, didn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Stiff Upper Lip Kelly’s POV I entered the studio wearing just two-inch red heels and a red dress. Everyone was looking my way as I walked along the hallway. They’re all greeting me with a smile but my face remains stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning was still lingering in my head, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I failed my marriage. I took a deep breath to adjust my condition. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. “We can’t! She’s not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She’d get mad.” “We can just tell her the truth. She’s nice.” “Not in this situation, Lily! She’d scold us—” “What’s happening here?” I asked as I graced the room. The staff were now looking at me with worried expressions and I knew then that there was a problem. “G-Good morning, Miss Monroe.” Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurts. I stared at her blankly, “What?” “W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model has been refusing our calls. She said she heard that we’re changing our model so…she doesn’t want to come here. She’s even…threatening to file a case against us.” She bowed his head. I gritted my teeth and roamed my eyes around. “Where’s the marketing manager?” “S-She’s still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe.” I massaged my forehead and squeezed my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger. I felt everyone around me jump in shock. I groaned and sucked my breath before looking around. “Miss Monroe…” “What is this, Miss Hayley? You are the marketing manager, what is happening?” “Miss Monroe, I don’t know how it happened but Miss Chen heard that you are changing our model. She’s about to file a case against us—” Changing the model? How come I didn't know about this? Miss Chen had always been our trustful partner and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only cause a lot of trouble for the company. I would never allow such a cheap mistake. “I never asked for that. You must be mistaken." I cut her words to save time, " Fix this mess or I have to fire you!” "Miss Monroe...It's Mr. President who asked us to change it." Hayley spoke hesitantly. "He ordered that as soon as he came back from his business trip yesterday." I was hit by the truth. Pierce's order? Why didn't he tell me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." I was confused. Pierce was not a clueless businessman. He kept a clear distinction between work and relationships, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. “M-Mr. President…” Hayley bowed with respect as she saw the man who suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I gritted as I turned around to question him. He knew clearly how much effort I put into winning this project. I hardly had a good sleep those days and Miss Chen was the ideal one for us to work with. I remembered he agreed on it too. But now...he just changed the model as he liked without telling me in advance. I felt like a hard slap on my face. "Go ahead for the work. I'll make it clear to her." He pacified the staff first, ignoring the anger that was about to spew out of my eyes. "Answer me, Pierce! Why do you change the model so suddenly?" I couldn't hold my anger and he just touched my shoulder whispering to me, "This is not the place to talk. Let me explain it to you in the car." I looked around to notice others sneaking glances at us. Then I shook away his hands and walked toward the parking lot. But along the way, my heart was heavier and heavier. I had a feeling that I was not going to enjoy his explanation. "Now, say it." I blurted it out as we sat in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again. I couldn’t stand his stares. I couldn’t withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to look at me. He has no feelings for me and it hurts so much. “I-I…” he paused and sighed. “I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She’s also fit to be our model so I agreed—” “What?” I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away. He messed his hair up before he shook his head and held my hand. “I’m sorry I didn’t tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor and I can’t say no.” I took my hand back and looked at him in both pain and anger. “You can't say no to her so you'd rather harm the company, our company. You betrayed me, Pierce.” “Kels, come on. You know how much I love her. She’s my first love.” Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she's your first love. She's always the one you want no matter what it takes. As long as she frowned a bit, you could turn a blind eye to the pain and effort of others. You are so heartless, Pierce. “Well, you’ve decided. I don’t have a say in this since you’re the President. Just go. I’ll be in the office.” I said coldly as I opened the car door to walk out. “Kelly…” I looked him in the eyes. “Go home early. Let’s talk about our divorce at home tonight.” Chapter 4 Left High and Dry Kelly’s POV I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early but he didn’t come home completely. He wasn’t even answering my calls. Well, now Lexi was back, this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby was out of his plan. Sure, Pierce was not the kind who would force me to have an abortion. But he couldn't cut out his obsession with Lexi either. He might stay in this loveless marriage if his parents asked. But all I had would only be an empty shell. That's not a Father what I wanted for my baby. I wiped off the tears collecting at the corner of my eyes and collected the report. It was 5 am already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but still busy. What was he busy with? Was he busy making love with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I still remember the day when he came back after his first private vacation with Lexi. His joy was unmistakable. Nearly at once, I could tell they made love. The same day I returned to my room, I cried out loud as I took off my makeup. Nothing I did worked. I could never replace Lexi in his heart. I felt like hundreds of pounds pressing my chest. I decided to get a shower to wash away all the miserable emotions but the moment I opened the wardrobe, our intimate clothes were snuggled together bringing me back to the memory of how Pierce and I had sex here last time. It was that time he didn't use contraception. He was so passionate that I thought he finally accepted our marriage. I once believed his return from this business trip would be a fresh start for us but actually, it was a start for us to fall apart now. Unable to suppress my feelings any longer, I crouched down crying loudly. Why? Why am I always the one they choose to abandon? Why don't I deserve to be loved? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, I subconsciously touched the pillow beside me. Cold as last night. He didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear and my hair was a total mess, looking like a ghost. See, Kelly? That's what happened when you stepped into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continue on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy. Suddenly a wave of nausea flooded my stomach and I realized I hadn't even eaten anything last night. Feeling sick again, I run to the sink and puke. I spit yellowish liquid and it tastes so bad. I washed my mouth immediately and stared at my own reflection in the mirror. I shook my head and cupped my forehead as soon as I felt like throwing up again. I spit yellowish liquid again and while I’m washing my mouth, I feel a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried face was my husband Pierce. I’ve always been thankful that I have him as my best friend and husband but now…I’m losing him. Hopelessly losing him. “Are you okay? Are you not feeling well? You should’ve told me.” I stared at him through the mirror. “You didn’t answer my calls. Guilt flickered in his eyes. “I’m sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night.” I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. “Kels…” “I woke up late. I failed to prepare breakfast.” I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels...... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition......" “Kels, are we still okay?” I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He’s asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own. Just because his first love is back. I can’t believe him. I faked a smile. “I just don’t feel well today, Pierce.” He immediately squatted beside me which is not surprising because I know he truly cares. What surprised me is why is he still doing this after he buried a dagger in my heart. “Are you okay?” He gently touched my forehead and neck. “Are you sick? Tell me how you feel, Kels.” “My feelings don’t matter,” I couldn’t help but blurt out. He looked shocked because of what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face is mirroring his anger now. He’s completely lost his patience. “What’s wrong with you, Kels? You’ve been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn’t come home last night?” I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier but you just let me wait for the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?” He clenched his jaws and shook his head. “Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." “Kels!” He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. “Are you…in love with me?” I was taken aback? In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn’t fall for someone who has been protecting you ever since? But of course, I can’t tell him. It would only complicate things more. I don’t even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. “Are you on drugs? I’m not in love with you.” I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can’t let my emotions affect me but…but why are my tears falling again? “You are so pathetic, Kelly! You can’t even tell him how you truly feel,” I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour bathing. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He’s been constantly abandoning me. I can’t believe we’d reach this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** “Good morning, Miss Monroe…” “Good morning, Vice President…” I did not greet anyone back just like how I used to greet them back. I still feel pissed and my mood seems off. Irritation can easily take over me and I can’t control it. Probably because of Pierce’s divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. “Did you see her? I bet she’s Mr. Anderson’s girlfriend. They seemed close.” My forehead creased. Pierce’s girlfriend? “Ah! It’s a waste that I didn't see her face but I feel like it’s Miss Lexi.” “Lexi? Lexi Gilbert? The model?” “Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together.” “Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together.” “Are you serious? They’re best friends. You know, some people are better off just friends. It’s Mr. Anderson and Miss Monroe.” I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat on my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce’s social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together. Eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. Of course, there’s no way I can compete with her in his heart. She’s always the first one and I will always be the last in his priorities.		Novabeats-0530		4532	https://www.facebook.com/61559933356514/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561367	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013495	1744666063		1942																										PanAmericanFilms.com	Shop Now			DCO	Bills Fans can't get enough. 4,000+ happy customers!	This adorable adventure follows little Josh on his quest to become a hero! Silly villains from across the Multiverse reject him -- making him feel awfully sad -- until he finds a snowy world as strong and passionate as him.	https://www.panamericanfilms.com/billsmafiabook			3.5796587455283E+14	Pan-American Film Division	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468785394_1093187012816286_7128526098564209526_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3mG7qdllub0Q7kNvgHPVT4S&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AFI6FyFgO-3BWf_sDfAhJC-&oh=00_AYCTeG4ZsAKmC4aOUgSJrhiVIS9HfY1sWMYIz5PTDeYtmw&oe=6751998F	PERSON_PROFILE	0					0		Save 30% Storewide now thru Cyber Monday!		Pan-American Film Division		2073	https://www.facebook.com/PanAmericanFilmDivision/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561383	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 4:52 AM	1733013502	1748944339		1942																														VIDEO						1.1079125893788E+14	Creative Scrapbooker Magazine	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468666137_535797522771945_1062632827696908396_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ANeflcRAoZ0Q7kNvgHWIvH-&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7CHGt5JFT_ork3oIMe_BkT&oh=00_AYDriiTu8qTcyRplxRwBma9wQaFj4QzAIAeqR6Te1ndE-A&oe=67518F3A	PERSON_PROFILE	0					0		WATCH THE REPLAY! Els Van de Burgt from Elizabeth Craft Designs During the live I worked with the beautiful Whispers of Nature collection that is available at your local store and on our website now. https://ecraftdesigns.com/products/whispers-of-nature-buy-it-all		Creative Scrapbooker Magazine		137346	https://www.facebook.com/creativescrapbooker/	0										View Edit Delete
2561382	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 4:52 AM	1733013502	1748944339		1942																										amazon.com	Shop now			IMAGE	War on Christmas	War on Christmas: An Enemies-to-Lovers Holiday Rom-Com	https://www.amazon.com/War-Christmas-Enemies-Lovers-Holiday-ebook/dp/B0CJ3VRVT9/ref=sr_1_1?crid=HQ5UW98N0JG2&keywords=war+on+christmas+elle+campbell&qid=1699879335&sprefix=war+on+christmas%2Caps%2C339&sr=8-1			1.3448274640549E+14	Elle Campbell	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468335209_563454229657080_695863018402939666_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=30vWkI-wwBMQ7kNvgH0Bl48&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7CHGt5JFT_ork3oIMe_BkT&oh=00_AYBOZXlQdBHm8nEYJxoZBFVl-8FF8VXpPv0wW_7-jVpXeg&oe=67516616	PERSON_PROFILE	0					0		A Steamy Enemies-to-Lovers Holiday Rom-Com Sparks fly when high school rivals—witchy loner Freya Nilsen and people-pleasing charmer Jeremy Kelly—return home for Christmas and reunite for the first time in seventeen years. In true rival fashion, they settle on a bet: Will Freya be able to seduce Jeremy into a two-week fling that ends at Christmas? Or will Jeremy convince her that the deep bond they've always shared is what they've both been missing? What presents will you unwrap in War on Christmas? Enemies-to-Lovers * Banter * Childhood Best Friends * Second-Chance Romance * Witchy Fun * Nerd Culture * "It was always you." * Small-Town Christmas Vibes * Open-Door Spicy Scenes Available now in print, e-book, and Kindle Unlimited!		Elle Campbell		69	https://www.facebook.com/authorellecampbell/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561381	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 4:52 AM	1733013502	1748944340		1942																											Contact us			IMAGE	Marble finish sink		https://facebook.com/marketplace/item/403131838507042/			1.0967676043804E+14	Kelly Civitts Strausburg		REGULAR_PAGE	1					0		Marble finish sink - $40.00 Never used, Cast sink measurements: 37 inches left to right 22 inches from to back 4 inch high backsplash attached 8 in deep sink. Facebook Marketplace		Kelly Civitts Strausburg		0	https://www.facebook.com/Kelly-Civitts-Strausburg-109676760438036/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561380	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 5:07 AM	1733013501	1748945253		1942																											Contact us			IMAGE	2006 Buick Rendezvous · CX Sport Utility 4D		https://facebook.com/marketplace/item/9433849359978416/			1.0381049596025E+14	Jeff Kelly		REGULAR_PAGE	1					0		2006 Buick Rendezvous · CX Sport Utility 4D - $4,200.00 2006 Buick Rendezvous - Clean and well maintained - V6 - Runs and drives great with no issues - Odor free and very clean interior - Cruise control - Keyless Entey - Aux input radio - Large amount of rear storage - Alloy wheels with nice tires - Fold flat and removable second row seating - No dents, dings or large scratches to the exterior - Clean title in hand Facebook Marketplace		Jeff Kelly		7	https://www.facebook.com/Jeff-Kelly-103810495960248/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561396	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 4:52 AM	1733013507	1748944345		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468812360_927419655533402_6903536602299491415_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=aXNRbBe147AQ7kNvgFm9Kxq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AoS_7Sc0lLopovG0hfLWroV&oh=00_AYBqDkMYt4xaZx8VAcQKbZRtk_iuo1Vb45RHX_8RTduUZg&oe=67516D03	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561397	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 4:58 AM	1733013508	1748944730		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468455163_1085008606494546_4039126725353328610_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=k-eBZijhftQQ7kNvgFzpFxb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AoS_7Sc0lLopovG0hfLWroV&oh=00_AYCpWusk-GH5RSCYHLK3hnF5coXtbzD1WG4ObzJWOxP5cw&oe=6751999B	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561394	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 5:07 AM	1733013506	1748945259		1942																										joy-teaches.store	Learn more			VIDEO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qdlay-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468731458_565116879798895_2887389122537132991_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bUlpvc0WAOQQ7kNvgGOFM-R&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AoS_7Sc0lLopovG0hfLWroV&oh=00_AYAGyadfSirnEx4YCGAx5u-6Q4x9tRKlxyH_dRI4_47c0Q&oe=6751936E	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561455	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/3/25, 5:09 AM	1733013530	1748945377		1942																										thetomandkellyshow.com	Watch more			IMAGE	Happy Thanksgiving! 🦃😎	Educational Gardening Fun	http://thetomandkellyshow.com/			1.1315915174991E+14	The Tom and Kelly Show	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468674186_1488384801831079_2296664306879593718_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=82dLId19RTcQ7kNvgEeb0aj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYClHL19L6X8A0ZkHQSW77GFS8Md1RGQkq9fKBFFyIs6IQ&oe=67517A0D	PERSON_PROFILE	0					0		Have some Educational Gardening Fun this season with Tom and Kelly!		The Tom and Kelly Show		715	https://www.facebook.com/thetomandkellyshow/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561421	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/11/25, 1:21 PM	1733013517	1749666076		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561424	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/11/25, 9:23 PM	1733013517	1749695037		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561423	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/12/25, 8:02 AM	1733013517	1749733378		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561420	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/13/25, 7:56 PM	1733013517	1749862599		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561422	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/14/25, 3:44 AM	1733013517	1749890672		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561451	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/14/25, 4:27 PM	1733013527	1744666064		1942																										pacagen.com	Shop Now			DCO	Save 25% on Holiday Allergen-Proofing Bundles!	Pacagen’s Cat Allergen Neutralizing products are the #1 remedy for cat allergens. Developed with veterinarians and engineered for world-class efficacy, our breakthrough technology removes 98% of cat allergens on contact, so you can breathe easy around your cats. 96% of Pacagen customers reported that Pacagen helped their or a loved one's cat allergies. Real science for real results. Click now to try Risk Free for 30 Days.	http://pacagen.com/products/holiday-bundle			1.016483762011E+14	Pacagen	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468215355_1139359861131341_3292703875814970841_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mlNuke_9tq8Q7kNvgFOG51Y&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYCLB8dQIkwUrHFWAfCZ-Wh_0-lgb1233qzzL7WcCWPa1A&oe=67516D06	PERSON_PROFILE	0					0		Don’t let cat allergies keep your family apart this holiday season. Pacagen is here to help you allergen-proof your home. Our Limited Time Only Holiday Bundles give you two ways to neutralize 98% of cat allergens in your home. You can save 25% on our Holiday Allergen-Proofing Bundle while supplies last. That’s guaranteed cat allergen relief for the whole holiday season and $46 saved in your pocket. 😻		Pacagen		3837	https://www.facebook.com/pacagen/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561571	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/11/25, 8:41 PM	1733013589	1749692471		1942																										paulandshark.com	Learn More			DCO	Holiday Season		https://www.paulandshark.com/holiday_season_2024/holiday_season_2024.html			1.7852134217643E+14	Paul & Shark	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468615734_1083508163256164_5618448119619945808_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0VeZZm0ymTQQ7kNvgFoyXRJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCcoerpMkXAjGjRb1ffVR7tkhpd_TQVsBDAqQ9hT8E5dw&oe=675184C5	PERSON_PROFILE	0					0		The Christmas Road to the Hamptons. Warm tones and exquisite details. Gift your loved ones timeless quality and style with Paul & Shark's Holiday Season collection. Visit our website and discover the magic of the holidays for you and your loved ones!		Paul & Shark		202621	https://www.facebook.com/paulandshark/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561523	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/4/25, 7:11 PM	1733013564	1749082285		1942																										coachkrystalkellybooks.com	Shop Now			DCO	What Successful Horse Business Owners Won’t Tell You	𝐃𝐢𝐝 𝐘𝐨𝐮 𝐊𝐧𝐨𝐰 𝐭𝐡𝐞 𝐇𝐨𝐫𝐬𝐞 𝐈𝐧𝐝𝐮𝐬𝐭𝐫𝐲 𝐈𝐬 𝐖𝐨𝐫𝐭𝐡 𝐁𝐢𝐥𝐥𝐢𝐨𝐧𝐬? If you love horses, 𝐰𝐡𝐲 𝐧𝐨𝐭 𝐭𝐮𝐫𝐧 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐩𝐚𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐢𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐛𝐮𝐬𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬? The equestrian world is full of opportunities to: ✅ 𝐄𝐚𝐫𝐧 𝐚 𝐬𝐭𝐞𝐚𝐝𝐲 𝐢𝐧𝐜𝐨𝐦𝐞 𝐝𝐨𝐢𝐧𝐠 𝐰𝐡𝐚𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐨𝐯𝐞. ✅ 𝐁𝐮𝐢𝐥𝐝 𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐞𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐚𝐥𝐢𝐠𝐧𝐬 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐩𝐚𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧. ✅ 𝐓𝐚𝐩 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐭𝐡𝐫𝐢𝐯𝐢𝐧𝐠 𝐢𝐧𝐝𝐮𝐬𝐭𝐫𝐲 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐞𝐧𝐝𝐥𝐞𝐬𝐬 𝐩𝐨𝐭𝐞𝐧𝐭𝐢𝐚𝐥. 💡 𝐓𝐡𝐞 𝐇𝐨𝐫𝐬𝐞 𝐁𝐮𝐬𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬 𝐂𝐨𝐥𝐥𝐞𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 𝐢𝐬 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐠𝐨-𝐭𝐨 𝐫𝐞𝐬𝐨𝐮𝐫𝐜𝐞 𝐭𝐨: ✔️ 𝐀𝐭𝐭𝐫𝐚𝐜𝐭 𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐜𝐥𝐢𝐞𝐧𝐭𝐬 𝐰𝐢𝐭𝐡𝐨𝐮𝐭 𝐛𝐮𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐨𝐮𝐭. ✔️ 𝐋𝐞𝐚𝐫𝐧 𝐡𝐨𝐰 𝐭𝐨 𝐦𝐚𝐧𝐚𝐠𝐞 𝐚𝐧𝐝 𝐦𝐚𝐫𝐤𝐞𝐭 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐛𝐮𝐬𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬. ✔️ 𝐓𝐮𝐫𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐩𝐚𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐟𝐨𝐫 𝐡𝐨𝐫𝐬𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐫𝐞𝐚𝐥 𝐢𝐧𝐜𝐨𝐦𝐞. If you’re ready to take your horse business to the next level, 𝐭𝐡𝐢𝐬 𝐢𝐬 𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮! 🌟 Stop struggling—𝐬𝐭𝐚𝐫𝐭 𝐭𝐡𝐫𝐢𝐯𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐲.	https://coachkrystalkellybooks.com/collections/equine-business/horse-business-book+equestrian-business+profitable-horse-business			1.4899011185424E+14	Coach Krystal Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468742620_584171324262174_7276399977685399779_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OrJxlE8BHuYQ7kNvgFLqQ5c&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYCH3NaMznc8JUhK-GG_PrPrSuZ6MZwqiML6mlvO75pXHw&oe=67519813	PERSON_PROFILE	0					0		𝐃𝐢𝐝 𝐘𝐨𝐮 𝐊𝐧𝐨𝐰 𝐭𝐡𝐞 𝐇𝐨𝐫𝐬𝐞 𝐈𝐧𝐝𝐮𝐬𝐭𝐫𝐲 𝐈𝐬 𝐖𝐨𝐫𝐭𝐡 𝐁𝐢𝐥𝐥𝐢𝐨𝐧𝐬? If you love horses, 𝐰𝐡𝐲 𝐧𝐨𝐭 𝐭𝐮𝐫𝐧 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐩𝐚𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐟𝐢𝐭𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐛𝐮𝐬𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬? The equestrian world is full of opportunities to: ✅ 𝐄𝐚𝐫𝐧 𝐚 𝐬𝐭𝐞𝐚𝐝𝐲 𝐢𝐧𝐜𝐨𝐦𝐞 𝐝𝐨𝐢𝐧𝐠 𝐰𝐡𝐚𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐨𝐯𝐞. ✅ 𝐁𝐮𝐢𝐥𝐝 𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐞𝐞𝐫 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐚𝐥𝐢𝐠𝐧𝐬 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐩𝐚𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧. ✅ 𝐓𝐚𝐩 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐭𝐡𝐫𝐢𝐯𝐢𝐧𝐠 𝐢𝐧𝐝𝐮𝐬𝐭𝐫𝐲 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐞𝐧𝐝𝐥𝐞𝐬𝐬 𝐩𝐨𝐭𝐞𝐧𝐭𝐢𝐚𝐥. 💡 𝐓𝐡𝐞 𝐇𝐨𝐫𝐬𝐞 𝐁𝐮𝐬𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬 𝐂𝐨𝐥𝐥𝐞𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧 𝐢𝐬 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐠𝐨-𝐭𝐨 𝐫𝐞𝐬𝐨𝐮𝐫𝐜𝐞 𝐭𝐨: ✔️ 𝐀𝐭𝐭𝐫𝐚𝐜𝐭 𝐦𝐨𝐫𝐞 𝐜𝐥𝐢𝐞𝐧𝐭𝐬 𝐰𝐢𝐭𝐡𝐨𝐮𝐭 𝐛𝐮𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐨𝐮𝐭. ✔️ 𝐋𝐞𝐚𝐫𝐧 𝐡𝐨𝐰 𝐭𝐨 𝐦𝐚𝐧𝐚𝐠𝐞 𝐚𝐧𝐝 𝐦𝐚𝐫𝐤𝐞𝐭 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐛𝐮𝐬𝐢𝐧𝐞𝐬𝐬. ✔️ 𝐓𝐮𝐫𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐩𝐚𝐬𝐬𝐢𝐨𝐧 𝐟𝐨𝐫 𝐡𝐨𝐫𝐬𝐞𝐬 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐫𝐞𝐚𝐥 𝐢𝐧𝐜𝐨𝐦𝐞. If you’re ready to take your horse business to the next level, 𝐭𝐡𝐢𝐬 𝐢𝐬 𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮! 🌟 Stop struggling—𝐬𝐭𝐚𝐫𝐭 𝐭𝐡𝐫𝐢𝐯𝐢𝐧𝐠 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐲.		Coach Krystal Kelly		4625	https://www.facebook.com/coachkrystalkelly/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561567	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/12/25, 10:06 AM	1733013588	1752332777		1942																										www.newsbreakapp.com	Install now			IMAGE	Breaking news from Amite County!		https://play.google.com/store/apps/details?id=com.particlenews.newsbreak			1.0785628147145E+14	Amite County, MS	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468493609_1722566518533808_1295796295671357445_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6UBDy1ql6ckQ7kNvgE8sufA&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYB72d0TtSsOKNxC0mIV_ThSa0JzD1qFykt1Jy6XiAin1w&oe=67518579	PERSON_PROFILE	0					0		Amite County News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly. Install news app trusted by millions to stay informed of latest Amite County local news!		Amite County, MS		44	https://www.facebook.com/100068049460717/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2561570	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/12/25, 10:35 AM	1733013589	1752334505		1942																										paulandshark.com	Learn More			DCO	Holiday Season		https://www.paulandshark.com/holiday_season_2024/holiday_season_2024.html			1.7852134217643E+14	Paul & Shark	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468615734_1083508163256164_5618448119619945808_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0VeZZm0ymTQQ7kNvgFoyXRJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCcoerpMkXAjGjRb1ffVR7tkhpd_TQVsBDAqQ9hT8E5dw&oe=675184C5	PERSON_PROFILE	0					0		The Christmas Road to the Hamptons. Warm tones and exquisite details. Gift your loved ones timeless quality and style with Paul & Shark's Holiday Season collection. Visit our website and discover the magic of the holidays for you and your loved ones!		Paul & Shark		202621	https://www.facebook.com/paulandshark/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561568	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/3/25, 5:01 AM	1733013588	1748944867		1942																										www.newsbreakapp.com	Install now			IMAGE	Breaking news from Hancock County!		https://play.google.com/store/apps/details?id=com.particlenews.newsbreak			1.0567563169656E+14	Hancock County, MS	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468718406_3776354549292534_8492255487363404499_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lVk2dJ5VgX0Q7kNvgFed2Ul&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCZzHrMxCiJGD7Hr1-V73Eo8HqLRS3Wb6Ts_E_RLLNoKQ&oe=675174F8	PERSON_PROFILE	0					0		Hancock County News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly. Install news app trusted by millions to stay informed of latest Hancock County local news!		Hancock County, MS		174	https://www.facebook.com/100067996956633/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560751	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/4/25, 10:41 AM	1733013127	1749051702		1942																										forlest.com	Shop Now			DCO	Embrace Our Curves	Grab 2 for better deals!	https://forlest.com/collections/best-seller			1.0961588128236E+14	Forlest	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467629620_917532716982860_8492435391825921505_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=WqBKtzn7FcYQ7kNvgGMoHE8&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYCZ_Sh60xBFWV5sZ1qQHmczmvE6k-ID7qRLRoPpaEEmSg&oe=675185E7	PERSON_PROFILE	0					0		Midsize and large busts deserve comfortable support! Find our perfect bras with FORLEST®🥰 #forlest #forlestbra #wirelessbra		Forlest		10013	https://www.facebook.com/forlestofficial/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560719	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/12/25, 8:47 PM	1733013096	1749779244		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/ig.maxuria			3.9096704077210E+14	Maxuria	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468623252_1106504724444483_8394142896103444650_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3rMKCHsowiAQ7kNvgHsqpQY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYAHiJ2p7q1m-gZ4L8BiIFIJVCrMaJ-sZC_Pyy4CdG2EIQ&oe=6751617B	PERSON_PROFILE	0					0		✨Hermes Constance Collection, Leave your favorite one in the comment 🔥 Follow us for more luxury finds 🛍 Shop authentic preloved luxury handbags at 🔗 Maxuria.com #hermes #maxuria #luxurybag #handbag #luxury #preloved #preownedluxury #authenticbag #hermeskelly #hermesbirkin #kelly #birkin #hermesconstance #constance #fashion		Maxuria		14	https://www.facebook.com/61564877761652/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560571	1	active	11/30/24, 6:29 PM	7/12/25, 11:53 AM	1733012998	1752339189		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573030490204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466006709_545861658047959_508528639400602421_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Y0NJqIL5WJAQ7kNvgHvq1RF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYDKYiqZ7sImRh_wE2iXkdoEGuXlnfIc45vZOSBsW66QbA&oe=675171D5	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560087	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/12/25, 10:25 PM	1733012694	1749785148		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460844654_1586091338786756_7335652434014015276_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=p5v7EHToq4YQ7kNvgHdRIGy&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDOHiyxypx0K7G_EuRCJ037LWd3Hk5aqcR5tYQx48VhUw&oe=6751917A	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561528	1	active	11/30/24, 6:39 PM	4/29/25, 9:01 PM	1733013567	1745978486		1942																										sarb.path-2-career.com	Learn more			IMAGE	Learn About Pharmacy Technician Certification: All You Need To Know	Understanding pharmacy technician certification: Your comprehensive guide By Eric Wong | November 28, 2024 Are you considering a career as a pharmacy technician? Discover the vital role of pharmacy technician certification, the process to obtain it, potential benefits, and career prospects. This gui...	https://sarb.path-2-career.com/article/sarb-pharmacy-technician-certification-ea/?channel=mm_ch368&rac=Learn%20About%20Pharmacy%20Technician%20Certification%3A%20All%20You%20Need%20To%20Know			4.043373494367E+14	Jobs Central	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468714620_1474656479839721_2064166270097324013_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kmUNiXqVLSsQ7kNvgGVPqIZ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYBj0pMladSMBXKplQlKaQM8MDyFOir6rY1tY5k_to1sRg&oe=67516C9E	PERSON_PROFILE	0					0		Pharmacy Technician Certification Made Simple: Read What To Expect From The Certifications		Jobs Central		53	https://www.facebook.com/61566431406262/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561561	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/6/25, 11:48 PM	1733013586	1749271694		1942																										pressloft.com	Learn More			CAROUSEL	Free Forever	Discover, download and connect with brands.	https://www.pressloft.com/app/features/forjournalists?utm_source=ppc&utm_medium=ppc&utm_campaign=ppc+retargetting+potential+and+signed+up&utm_id=Journalist+landing+page&utm_content=ppc			176834636769	Press Loft	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468640976_1355511022521609_1876717077480206334_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bDNqcb_K_qEQ7kNvgG68xB3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYATdVtV7AGHlYUaTwZ6xbdP7i3go52Eh3qKiWJJ230WRw&oe=67516C30	PERSON_PROFILE	0					0		Discover, download and connect with brands.		Press Loft		3112	https://www.facebook.com/PressLoft/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560772	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/12/25, 9:46 PM	1733013143	1749782794		1942																										benstore.us	Shop now			IMAGE	KELLY Thing	Limited edition - shipping worldwide	http://benstore.us/kelly-lt22			2.2055045447154E+14	Family Gifts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468734104_1487699525231489_5647054269035516024_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ukDbYZC8ghkQ7kNvgFDJQyd&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYCUZ-HprYGzqQaVCRsux9qynvpjNPqjN-t1Rb9nG-xpmg&oe=67517017	PERSON_PROFILE	0					0		Perfect Gifts for Christmas <3 Order here: benstore.us/kelly-lt22 Store: benstore.us/collections/kelly		Family Gifts		0	https://www.facebook.com/61555597774752/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561045	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/12/25, 10:12 PM	1733013334	1749784328		1942																										dramletosstatic.boltray.com	Watch more			VIDEO	Click here for more 𝐅𝐑𝐄𝐄 episodes👉		https://dramletosstatic.boltray.com/h5/advertisementH5/advertisementH5_HEIRESS/advertisementH5.html?utm_source=Social_facebook&utm_deep_link_sub1=671b0458ade9cacbe2d0f0a3&product_page=drama&utm_recommend_drama_id=671b0458ade9cacbe2d0f0a3&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_adset={{adset.name}}&utm_ad={{ad.name}}&campaign_id={{campaign.id}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&site_source_name={{site_source_name}}&placement={{placement}}&org_link=ios_heiress2			4.6752031644351E+14	Dramalet-Official	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467604078_553536054104828_5293970745831329579_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9Esho8DVCKkQ7kNvgGbKKFJ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYBAo-sfbjBZ8B8u-XiTxD1FsBnUlKMQfjXdzKgN1DYbag&oe=675178EB	PERSON_PROFILE	0					0		To investigate the dark secrets that exist in the company, I hid my identity and joined the company as an intern, not realizing that there was an arrogant colleague posing as the rich heir I truly am...		Dramalet-Official		123	https://www.facebook.com/61567111877843/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561177	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/10/25, 8:59 AM	1733013402	1746885581		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-dental-work-ornament-best-dental-team-ever-dental-assistant-hygienist-gift-corporate-gift			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468189541_1113805662952991_5332255529121232591_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uS6mV4cyuZ0Q7kNvgG1eixD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYCoOcPngPUPSYohtNXlwfN7hw1Co5eb7vhO-2U-vigfRQ&oe=67517659	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241119133332 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561375	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/13/25, 12:20 AM	1733013498	1749792050		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/kelipatnogah			1.0062177973205E+14	Kelipat Nogah	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468509528_3749305565381939_6449389445805092152_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=cfxXpGNEC_QQ7kNvgF3c9l7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7B7gDJyrgV0VwOVTDYwh1p&oh=00_AYCmbXU1ql9DxRYCrA3dX2YsT9klEY_l4wpwJPPDjeDOxA&oe=67516276	PERSON_PROFILE	0					0		Kelipat Nogah Greatest Clothing Brand Created For The Best! Upclose and personal with one of the Best @j6ix.cdb (Get ready to purchase your T-shirt) It’s a joy hanging with a Kelipat Nogah Energy Carrier. You have to carry one. Kelipat Nogah,LLC Kelipat Nogah Energy Kelipat Nogah / Jean Jeudy #kelipatnogah #video #actors #model #fashion #tshirt #feelsgood #happy #smile #joy #viral #smile #handsome #nicevideo #best #thebest #trending #foryou #trending #love ##clothing #brand #interview #speaker #business #energy #king #royal #viralvideos #trendingvideos		Kelipat Nogah		20	https://www.facebook.com/kelipatnogah/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561245	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/12/25, 9:43 PM	1733013434	1752374626		1942																										website.novelbinger.com	Learn more			VIDEO	📣💓💓📺Nice to Marry You		https://website.novelbinger.com/share/middle/idoioh0igptzo12bd1ouhkfu?ad_id={{ad.id}}&sid=120212940260200788&campaign={{campaign.name}}&adgroup={{adset.name}}			1.3195290333042E+14	Short drama	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468726566_459045250545708_1327962791005999900_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=N4asjxgY0qkQ7kNvgGWZHct&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALNiex-kJNm9NG6SPraZMML&oh=00_AYBswzTx9pIPrSJ8jz3jNJw9T36Yw_Bm6fD-NjDjz-ltVA&oe=675194D9	PERSON_PROFILE	0					0		【FULL】😱😱😱OH MY GOD!!!🔥🔥Forced into marriage, Noelle reluctantly endures a series of blind dates until she meets Sebastian, a charming yet seemingly ordinary man. Enchanted by his allure, she marries him, anticipating a simple life. However, she soon discovers that Sebastian is not as he seems. Unveiling Sebastian's true identity as a billionaire, secrets begin to unravel, thrusting Noelle into an unexpected situation as she gradually uncovers the truth about his past...		Short drama		63442	https://www.facebook.com/61551551210077/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561027	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/12/25, 11:29 PM	1733013309	1749788986		1942																										instagram.com	Contact us			VIDEO			http://instagram.com/andrysantosceo			1.0542228857565E+14	andrysantosceo	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/465491282_445835358546046_8802252447076931886_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=QK1WlAkitkkQ7kNvgH3NSIT&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYAuUGW_Vx48PV70xkcaL-uvr70T0DA8ztNdN-gwzht0Og&oe=675189C9	IG_ADS_IDENTITY	1					0		🌟 Exciting Promotion Alert!🌟 Until September 30th, we are offering a special promotion on our PRP full scalp treatment! Get 3 sessions for only $850. 🩺✨ PRP (Platelet-Rich Plasma) therapy is a natural and effective way to stimulate hair growth and improve hair health. Don’t miss out on this limited-time offer to revitalize your hair and boost your confidence. Contact us today to schedule your appointment and take advantage of this amazing deal! 📞 888-348-7363 #vitaliswellnesscenter #thekingsofprp #PRPTherapy #HairRestoration #HairGrowth #BeautyDeal #HairTreatment #ScalpCare #HealthyHair #ConfidenceBoost #LimitedTimeOffer #SpecialPromotion #BeautyTreatment #HairCare #AestheticMedicine #HairRejuvenation #SelfCare #BeautyJourney		andrysantosceo		0	https://www.instagram.com/_u/andrysantosceo	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560634	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/12/25, 11:40 PM	1733013034	1749789657		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507423080204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465456650_1236049840958352_4463035349186270294_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=quTSPerUck4Q7kNvgGopkxp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYCvLaFMbFRe_WHuK2Iy5-C&oh=00_AYDUoXUfhhBy5-NPJ9t7kdjPcB_iCLDvf96pPqsz-zZ4_g&oe=6751941B	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560608	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/12/25, 11:56 PM	1733013017	1749790604		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213710978660238			4.1439049508215E+14	Lucky Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466056011_919895459586040_1115347414253805062_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jKCyM5Nh7fEQ7kNvgGPJBKn&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYDB685ECYNqRkCBnqPq-4vdppDON8BNVF35rs4z9Ta4WQ&oe=67517A97	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560684	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/13/25, 12:31 AM	1733013071	1749792687		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215913696540204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467923546_540114838862846_3270186528776765830_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=VuDRzbQ1i7gQ7kNvgG_5_bf&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYB9GKxf7kcPIKf1PNhg2giXRMTLF9rNwaQadUuheOYacg&oe=675187E8	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560581	1	active	11/30/24, 6:30 PM	4/30/25, 1:34 AM	1733013004	1745994855		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120216032168560204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468094129_2326717501014874_2189757568834989067_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=24WfX1HMU8sQ7kNvgH9FjJz&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYCgS3IjHZ5ZgiCvVPqBkMQyyRK3Ae_C8KwrDTx2B1-irw&oe=675174EE	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560259	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/6/25, 11:46 PM	1733012784	1749271577		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044497210700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465367650_1211091410004669_7946147870415358027_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=oN5w0OIm7REQ7kNvgExR7QA&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYDe4t5CJsSz0awloqGbvdrthhZoF1BoRzYHIO8h6nUiOQ&oe=67517FC0	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560285	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/6/25, 1:57 AM	1733012798	1749193026		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044452110700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465255956_1193702838771385_5793310152647114136_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=vQDM_cAK4REQ7kNvgE89y9H&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYD9EOEvRCdpayFnuBZ1Gt1KE-17Qvv1ZZ0Jep4JjS_GSg&oe=67518D2C	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560423	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/13/25, 1:38 AM	1733012910	1749796701		1942																										makezbrightgifts.com	Shop now			IMAGE	Brothers And Sisters - I Believe There Are Angels Among Us - Personalized Mug (Pink)	Make every cup of morning caffeine extra special with a personalized coffee mug!This personalized mug will be the perfect celebratory present to mark your incredible friendship with your besties. Show your sisters/besties/brothers, even your pets how much they mean to you with our top-quality person...	https://makezbrightgifts.com/products/brothers-and-sisters-i-believe-there-are-angels-among-us-personalized-mug-pink			2.134050988173E+14	Makezbright Family Gifts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/469042543_933982914731375_6945552790034245748_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=QNvNMSfXE68Q7kNvgFNudC2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AU_mVk3ucPQR_i9fdKpY5ki&oh=00_AYC4m20czA9pYGM5NA8ah_VtR1d8gLiZt7K5UwVpsr2dHQ&oe=67517585	PERSON_PROFILE	0					0		Brothers And Sisters - I Believe There Are Angels Among Us - Personalized Mug (Pink) ❤️ 👉 Order here https://makezbrightgifts.com/products/brothers-and-sisters-i-believe-there-are-angels-among-us-personalized-mug-pink		Makezbright Family Gifts		11091	https://www.facebook.com/100091951863681/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561427	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/13/25, 6:40 AM	1733013518	1752406841		1942																										instagram.com	Send Message			CAROUSEL			http://instagram.com/opyumexpresseast			1.4502808201858E+14	opyumexpresseast	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/384301925_1996009854095317_8373893908513348245_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=n-l2xpHV4uwQ7kNvgHoIfLK&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYDKySLaXeObN0LQGIBulIKgvxVLc_vtLqWkEvST3myILw&oe=67518932	IG_ADS_IDENTITY	1					0				opyumexpresseast		0	https://www.instagram.com/_u/opyumexpresseast	0		INSTAGRAM_MESSAGE								View Edit Delete
2561416	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/13/25, 2:55 AM	1733013516	1749801335		1942																										miakafkios.com	Learn more			VIDEO	Preparing for the New Earth ✨		https://miakafkios.com/preparing-for-the-new-earth/			4.5368366498644E+14	Mia Kafkios - Awakening Activator	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468613966_879304007519065_6341582339677676591_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ixYOVH3WlJ8Q7kNvgH6qYxD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AMH3poQAuKyQtqJth-T9f83&oh=00_AYBkgKTIzzOQfIAKRAVUI8AgQXFxAJkTbXxvOHX2PVawqg&oe=67518B67	PERSON_PROFILE	0					0		🧿 LIVE ENERGY UPDATE - Tim Whild & Mia Kafkios! We are so ready to complete this year in the highest capacity of gratitude and deep faith! In this live we talk about the template of the New Earth and how we are now reprogramming ourselves from old templates so we can fully operate from the New Earth template! We are very excited to soon open the doors for our 6-month journey - Preparing for the New Earth! A powerful united journey over 6 months that will deeply assist us into the next part of our mission and higher upgraded template. If you feel the calling join us here and start anchoring in the codes already with us: https://miakafkios.com/preparing-for-the-new-earth/ We are very excited for our united journey this coming 2025! In you loving service, Tim Whild & Mia Kafkios ❤️		Mia Kafkios - Awakening Activator		12134	https://www.facebook.com/miakafkiosacademy/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561566	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/13/25, 1:30 AM	1733013588	1752388254		1942																										www.newsbreakapp.com	Install now			IMAGE	Breaking news from Wilkinson County!		https://play.google.com/store/apps/details?id=com.particlenews.newsbreak			1.0226457204504E+14	Wilkinson County, MS	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468732087_1663368134555367_6791858372822844261_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=tHGeHzOr5vkQ7kNvgERduKl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYBCIz6VfHYUzk_b-xYON0N4MRjTjX1DylifcBpiCBH6TA&oe=67518C56	PERSON_PROFILE	0					0		Wilkinson County News: LSU fans break out brutal 2-word chant for Brian Kelly. Install news app trusted by millions to stay informed of latest Wilkinson County local news!		Wilkinson County, MS		32	https://www.facebook.com/100068944720054/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560284	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/30/25, 8:14 AM	1733012798	1746018867		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214497047640700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467306731_531775309733394_4311734257723802018_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ngbibr5N-IcQ7kNvgEaDEZR&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYDw4TWx8frV2QLe4mY2Bit9LC7fQifU-7iW2y2MvwwY3w&oe=67516125	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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I quickly searched my mind to check if last night was real. Yes, yes, yes it was! Here I am in his hotel room bed, sore, a little bruised, and sated. I just found my mate, my other half, and I was finally, wholeheartedly happy. Just to have my heart crushed? No! This had to be a bad dream. I blinked my eyes a few times, holding the bedsheet to my chest for dear life, and stared at him, dumbfounded. ""What did you say?"" I finally asked. “Are you deaf? I said I reject you as-” “I heard you the first time.” I cut him off, standing up from bed searching for my dress “...but why?” I found the dress and quickly put it on. He stood there with a cold demeanor. I couldn't decipher his emotions. Where is that sweet, caring, and loving guy from last night? Is he bipolar, perhaps? Putting his hands in jeans pockets, he took three large steps forward. Stopping a few inches before me, I had to tilt my head up to meet his gaze. He was so tall. ""You thought I would accept you?"" he scoffed and continued, ""You are just a weak and pathetic human. You are not fit to be Luna. I need someone strong, someone who is capable of leading by my side, a worthy one."" I stood there frozen in place, not daring to move my shaky legs. I knew once I moved, I would collapse. I refused to give him this satisfaction. I would not break. He lifted his hand and tucked my loose hair behind my ear, sending shivers down my body. His lps formed a disgusting smirk, and he added, ""Although... I must say. You were a bad guy."" He chuckled. ""Probably the best I’ve had, sweetheart."" And that was it. I stepped away from him, with all the courage I could muster, sizing him up. I looked him dead in the eyes and opened my mouth, “I, Amanda Anderson, accept your rejection."" And with that, I left... ... Beep, beep, beep I woke up in a cold sweat, panting. Dear God, what was that? It had been five years since that horrible night, and four years since the last time I dreamt about it. What does it mean? I haven't thought about him in years. And I was surely not thinking about him now! Was I going crazy? Was this the effect of overworking myself? Yep, that must be the answer. I got up from my comfy bed and looked at the digital clock on my nightstand. It showed the time in big green numbers: 6:45am. Dragging my numb body to the bathroom, I stopped in front of the mirror and checked the damage. My brown hair was chaos, a huge mess. It definitely needed to be taken care of. Not just my hair - my face looked pale, and I had dark circles under my gray eyes, probably the effect of lack of sleep. And my eyes, God my eyes were lifeless. I could play a zombie role in some naive sitcom. Is this me? I wondered. Unfortunately, yes. Sighing, I started my morning routine. After a refreshing, warm shower, I wrapped a white towel around my small frame and went straight to the walk-in reacht to find a proper outfit for work. After looking for a few minutes, I finally decided to wear a knee-length red sleeveless dress. I chose a matching set and black stilettos to go with it. After blow drying my hair, I put on enough makeup to at least look presentable. Then I left my bedroom and went to the kitchen in search of the love of my life: coffee. The kitchen opened up to the dining room, only separated by an island with a dark wooden countertop. My kitchen was painted dark gray, which perfectly fit the white cabinets and stainless-steel equipment. I loved the industrial style, that's why my whole house was arranged this way. Thank you, 'Magnolia Design' and Debbie Mitchell, for your work. I loved my home. It gave me a sense of security and peace. After switching on the coffee machine, I started to make breakfast. Today's special was a veggie omelet. Picking up the ingredients from the fridge and beginning to cook, my thoughts went back to my dream. Why now? Was it a warning or something? How to interpret it? Was it a good or bad sign? I was rejected, humiliated, and left heartbroken - all because I was human. My wish to be loved was the most naive thing I could have ever longed for. It wasn’t that I still cared about him or missed him or even loved him. It was just one night - a one-night stand. It was just a little irrelevant episode in my life. Not worth mentioning to anyone. After finishing my breakfast and coffee, I went to my car and drove to work. After driving for 30 minutes in my lovely golden BMW, I reached the underground parking lot and parked my car in my designated place. I went inside the elevator to William's Holding building. I pressed my floor number and waited. At the main lobby, the elevator doors opened, and more people came in, greeting me with a smile, which I returned. Feeling a little tired, I took a few steps back and reachd my eyes, placing my head on the elevator's wall to rest. ""Hello Ms. Anderson, how was your weekend?"" a familiar voice made me snap out of my rest. Damian Kelly, our new IT project manager, who started two weeks ago. Good asset to our department. ""Hello, Mr. Kelly, it was full of relaxation, good food, lots of fun, and a great amount of sleep!"" I answered with a trained fake smile. My weekend was the opposite of my made-up claim, but he didn’t need to know that. ""Looks like you had fun, Ms. Anderson. Perhaps you will share some good stories at our monthly meeting this afternoon?"" Is he trying to piss me off? Cause he might succeed. ""Well, Mr. Kelly, my private life stays private. I hope you will present some magnificent project ideas at that meeting."" I answered coldly to shut him up. Remember who's the boss here. He responded with a nod and turned back, waiting for his floor. Reaching the top floor, I went straight to the CEO's office, and after walking in without a knock, I was met with the most horrible sight. My boss, the famous Ryan Williams , was face with his new flavor of the week. I think her name is Darcy or Daisy, whatever. Gross. I cleared my throat to announce my presence. They immediately stopped and looked my way. Embarrassed, she jumped off him and rearranged her black, way-too-short-for-the-morning dress and stood next to Ryan's desk. I had gotten used to that kind of situation over the past seven years of working with Ryan. He excused her and whispered something in her ear, making her blush. Giggling, she gave him a peck on the lps and headed to the door. I walked her out with my eyes. After seeing the door reach, I turned back and looked at him. ""Well, well, well, I see you had a great weekend."" I teased. ""You should try it sometime. It's refreshing and relieves stress. I'm all at your service."" He said, wiggling his eyebrows. I laughed; full belly laughed so hard I had to put my hands on my stomach. A few tears left my eyes. Moments later, I could finally open my eyes and look at Ryan. ""Every time it’s the same reaction. Will you ever consider my proposal?"" he asked, annoyed with my response. ""You know I love you Ryan, but this,"" I pointed my finger between us, ""will never happen."" ""I'm persistent."" ""And I'm stubborn."" Sighing, he sat in his chair and put his hands on the black wooden desk. ""What brings you here at 8:00am? It's not something I forgot, is it?"" He asked, a little nervous. ""No, you are off the hook this time."" I smiled. ""Uff, then what is it?"" he visibly relaxed. ""Peter."" was my simple response. Peter Collins, my best friend, joined our company six years ago, and we immediately felt a connection, like we were twins. Although we looked very different. While I was short at 5'4, he stood tall at 6'2. Peter had auburn hair, while mine was dark brown. He had beautiful amber eyes, mine were gray. I was human while he was a werewolf, but we kept that a secret. Besides looking physically opposite, we had similar characters: stubborn, crazy, hardworking, and loyal to family and friends. Lately, he had started to act strangely. Skipping our Friday movie marathons at my house. Finding any reasonable excuse to not go to Barry's for Monday's drink evenings. He even stopped crashing at my place after his Saturday family dinner to complain about them. It must be something serious. This can't be something as simple as a hidden partner he was dating in secret to not scare him away with his lifestyle or family problems . He would have come to me first to find a solution to something like that. I was concerned about him, and I needed to find out what was going on. ""What about Peter? He's dead?"" Ryan widened his eyes. I sighed, shook my head, and put my hands on his desk. ""No. He's not dead."" I answered. ""His behavior seems odd these last two weeks, and I don't know what's going on."" I cleared my throat to ask a frightening question...""Did he..."" I gulped, ""Did he resign?"" I looked him straight in the eyes, hoping his answer wouldn’t break me more than I already was, but his soft and sorrowful eyes said it all. ""He did,"" I stated, defeated. I hung my head even lower, trying to fight the tears that appeared in my eyes. I bit my bottom lp hard to not let them flow. Moments later, I stood up straight and released the breath I didn't know I was holding. I turned to leave his office. ""Listen, Mandy, he asked me not to tell you until he's ready. "" Ryan's voice stopped me when I was reaching for the doorknob. ""Thank you for telling me. Your secret is safe with me. "" I answered, not looking back. ""I'm sorry, Mandy!"" was the last thing I heard as the door reachd behind me. ... Finally, the day was over, and after my morning conversation with Ryan, my mind couldn't focus on anything other than Peter. He was leaving me. HE WAS LEAVING ME. Why? What happened? I needed answers, but I couldn’t pry. I had promised Ryan secrecy. All the meetings today flew by in a blur. I just asked my assistant to email me the notes. I would deal with them in the evening when my mind was clear. I hoped. Even Daniel didn't make any comments about my behavior. Good boy. Descending in the elevator to my car, my phone rang. Reaching into my purse, I grabbed it, and when I saw the name on the screen, my heart started to beat at 100 mph. Should I answer or not?! Taking a few deep breaths and preparing for 'the end', I clicked the answer bottomon. ""Hello handsome, glad you remember your bestie,"" I said with a smile, hearing him chuckle on the other end. ""Well, hello to you too, gorgeous,"" he replied, with a happy voice. ""I'm in the elevator now. Can I call you back when I get home?"" I tried to postpone my heartbreak for a little while. ""That's alright. I'm actually at your place right now. I ordered pizza and brought drinks. What do you say?"" It wouldn't have surprised me before, but now, after not knowing what is going on, I was confused. What was the occasion? ""Fine with me, baby. Be there in 40 minutes, I need to pick up my order from Pam's Bakery, ok?"" I replied. ""Oh, please tell me you ordered strawberry muffins?"" he asked dreamily. ""You know I love them. Bad girl, I'm already drooling!"" he yelled. ""Yep, I did,"" I said with a smirk. ""Ok, gotta go if you want those muffins."" I ended the call and exhaled. ""Oh God, please don't do this to me."" I prayed while buckling my seat belt and starting the engine to head back home. ""You can do this. You are strong."" I told myself, leaving the parking lot. ... ""We need to talk."" I gulped. This is it. Prepare for the impact. When I came home, Peter was already sitting on my black leather couch, munching on pizza, and drinking his fourth drink. 'Great, thanks for waiting.' I thought to myself. He greeted me as usual, giving me his million-dollar smile. I took notice of his demeanor. He looked confident, happy, even a little bit proud but what was most noticeable was his glow. What happened? ""I know baby girl, that I've been avoiding you for some time lately,"" he said, putting his arms on my shoulders. ""But I have my reasons,"" he continued, ""You know you are my baby girl, my best friend, and my person to rely on."" He looked me in the eyes, and I couldn't help but gulp again. He was breaking up with me. He was leaving me. ""God!"" He cursed, taking his hands from my shoulders to run them nervously through his hair and turning his back to me. I stood still; frozen and afraid. A sudden sense of déjà vu hit me. The whole scene felt familiar. Where had I felt this before? Suddenly, the memory of my dream appeared in front of my eyes. Rejection. That’s what the familiar sensation was. All the blood drained from my face, my heart dropped to my stomach, and my legs started to shake. This was it, the end. Another one was leaving me. I lost my mate. Now I was losing my best friend. I cleared my dry throat, put my hand on the back of his shoulder, and whispered, ""Tell me what is wrong?"" He let out a huge gush of air and turned around. Putting his hands in his pants pockets, he opened his mouth. ""I found my mate."" Mandy's POV I couldn't believe it was really happening. Peter was leaving me. Oh My God! What was I supposed to do now, all alone, heartbroken again? Was this some sick joke or something? My brain kept shouting all the negative thoughts at me. My heartbeat increased. Was I going to have a heart attack? This was it. I was going to die now. He said it. He said it… Wait!!!! Did he say mate? I didn't imagine it, right? Or was I starting to go mental? ""Did you say MATE?!"" I finally found my voice, still frozen in place. ""Yes."" I blinked a few times and started to pace around the living room, biting my thumb nail. My mind started to shut down, and the only word that I repeated constantly was 'mate.' ""Mandyyyy?..."" Peter's concerned voice pulled me out of my thoughts. ""Oh my God! Oh my God! Oh, my Gooooood!"" I shouted in realization. Clapping my hands, smiling like a naive guy, and jumping in place, I turned to face Peter. His face showed a lot of emotions, my outburst must have shocked him, but the most prominent emotion was worry. He probably thought I was mental, but I couldn't control my emotions. I was happy for my friend. Giggling like a teenage girl, I jumped on the coffee table and let my feelings out. ""My Peter found his maaaaaaate!!!! Ladies and Gentlemen, my Peteeeer,"" I pointed at him dramatically, ""fooooound his MAAAAAATE!"" ""Get your bottom down here, baby girl."" he ordered, shaking his head, ""NOW!"" he added. he furrowed his eyebrows and pouted his lps, waiting for me to cool down. Coming back to my senses, I jumped off the table and took predatory steps his way. ""You!"" I pointed my finger at his chest, and let my words flow. ""You made me feel like I was losing my mind! You were avoiding me, making lame excuses, making me feel abandoned. And to top it all, you resigned from work without even telling me!"" I punched his arm. ""And you feel authorized to scold me?!"" Pointing at myself, I shouted, releasing tears. ""I... I..."" I couldn't find my voice. I threw myself at him and broke down. He held me reach and let me cry my heart out, murmuring sweet nothings into my ear. When I finally calmed down, I took a few deep breaths, composed myself, and moved away from his embrace. ""So."" I cleared my throat. ""Let's start again. You were saying...?"" He chuckled and shook his head in amusement. ""I said...I found my mate."" This time, I reacted properly. ""Oh my God, Peter, I am so happy for you! Tell me everything. Do I know him? Is he a werewolf? When did you meet?..."" I shot my questions at him one after another. He laughed and led me to the couch. Sitting beside me, he reached the table and offered me a drink. I took it vigorously and gulped almost half of it to calm my nerves. ""Easy girl,"" he said, taking the bottle from my hand. ""His name is Benjamin, Ben for short. And no, I don't think you know him. He's not from here."" he answered dreamily. ""He's a werewolf, he came here for business purposes, and we met in the club."" he paused. ""We bumped into each other when I passed the VIP room in 'Stairs'. It was..."" he sighed. ""I can't even describe it, magical, I guess. I was speechless, just stood there starstruck admiring his gorgeousness..."" ""Wow."" I blurted out uncontrollably, staring in awe at my best friend. ""He invited me for a drink, and since then, it just went naturally."" How on earth didn't I recognize the symptoms? For two weeks, he wasn't himself. He wasn't my Peter, the carefree and spontaneous freak. He was reserved, like guarding some precious treasure against the ugly world. Now I know. He found his treasure. I can't blame him, can I? ""Can I meet him?"""		Allnovel story		345	https://www.facebook.com/100080667909936/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561387	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/2/25, 10:33 AM	1733013503	1748878420		1942																										theschoolyears.com	Shop Now			DCO	Limited Supply: Don't miss out!	{{product.description}}	https://www.theschoolyears.com/			2.0398838760368E+15	The Short Years	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468656783_938538434805762_7030768528322197033_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KZzNFHIWVi8Q7kNvgEqKMLv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aj5Ej0hn1F1fu0ORU5MPTeM&oh=00_AYAgGvlqwgr_1rKXGHv5Th4TOGejvpWV35HjL2k2PM9zpA&oe=67517605	PERSON_PROFILE	0					0		The best time to start organizing your child’s memories? Yesterday. The second best time? Black Friday! 🖤 Grab The School Years Memory Kit and give yourself and your kid a gift they’ll treasure for a lifetime.		The Short Years		9835	https://www.facebook.com/theshortyears/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561482	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/13/25, 4:10 AM	1733013546	1749805843		1942																										dreame.onelink.me	Learn more			IMAGE	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://m.dreame.com/novel/1138303488?auto_jump=true&utm_source=facebook_ads&utm_campaign=fillercn524_Dreame_IOS_en_old_facebook_market__2228659_112902ZL_2228659&is_retargeting=true			1.0590988870763E+14	Allnovel story	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468571675_550579901084926_2909787451446937708_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=58N3jti5leMQ7kNvgFZGhll&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYDZTW17v3MNOJeLNegEJHxhHzTgOIdvpFi1qrsfGclRaQ&oe=6751868A	PERSON_PROFILE	0					0		"Mandy's POV ...""I, Alpha Andrew Miller, reject you, Amanda Anderson, as my mate and Luna."" He stated, gazing at me with his cold eyes. Am I imagining things? Is this really Andrew - my Andrew? I quickly searched my mind to check if last night was real. Yes, yes, yes it was! Here I am in his hotel room bed, sore, a little bruised, and sated. I just found my mate, my other half, and I was finally, wholeheartedly happy. Just to have my heart crushed? No! This had to be a bad dream. I blinked my eyes a few times, holding the bedsheet to my chest for dear life, and stared at him, dumbfounded. ""What did you say?"" I finally asked. “Are you deaf? I said I reject you as-” “I heard you the first time.” I cut him off, standing up from bed searching for my dress “...but why?” I found the dress and quickly put it on. He stood there with a cold demeanor. I couldn't decipher his emotions. Where is that sweet, caring, and loving guy from last night? Is he bipolar, perhaps? Putting his hands in jeans pockets, he took three large steps forward. Stopping a few inches before me, I had to tilt my head up to meet his gaze. He was so tall. ""You thought I would accept you?"" he scoffed and continued, ""You are just a weak and pathetic human. You are not fit to be Luna. I need someone strong, someone who is capable of leading by my side, a worthy one."" I stood there frozen in place, not daring to move my shaky legs. I knew once I moved, I would collapse. I refused to give him this satisfaction. I would not break. He lifted his hand and tucked my loose hair behind my ear, sending shivers down my body. His lps formed a disgusting smirk, and he added, ""Although... I must say. You were a bad guy."" He chuckled. ""Probably the best I’ve had, sweetheart."" And that was it. I stepped away from him, with all the courage I could muster, sizing him up. I looked him dead in the eyes and opened my mouth, “I, Amanda Anderson, accept your rejection."" And with that, I left... ... Beep, beep, beep I woke up in a cold sweat, panting. Dear God, what was that? It had been five years since that horrible night, and four years since the last time I dreamt about it. What does it mean? I haven't thought about him in years. And I was surely not thinking about him now! Was I going crazy? Was this the effect of overworking myself? Yep, that must be the answer. I got up from my comfy bed and looked at the digital clock on my nightstand. It showed the time in big green numbers: 6:45am. Dragging my numb body to the bathroom, I stopped in front of the mirror and checked the damage. My brown hair was chaos, a huge mess. It definitely needed to be taken care of. Not just my hair - my face looked pale, and I had dark circles under my gray eyes, probably the effect of lack of sleep. And my eyes, God my eyes were lifeless. I could play a zombie role in some naive sitcom. Is this me? I wondered. Unfortunately, yes. Sighing, I started my morning routine. After a refreshing, warm shower, I wrapped a white towel around my small frame and went straight to the walk-in reacht to find a proper outfit for work. After looking for a few minutes, I finally decided to wear a knee-length red sleeveless dress. I chose a matching set and black stilettos to go with it. After blow drying my hair, I put on enough makeup to at least look presentable. Then I left my bedroom and went to the kitchen in search of the love of my life: coffee. The kitchen opened up to the dining room, only separated by an island with a dark wooden countertop. My kitchen was painted dark gray, which perfectly fit the white cabinets and stainless-steel equipment. I loved the industrial style, that's why my whole house was arranged this way. Thank you, 'Magnolia Design' and Debbie Mitchell, for your work. I loved my home. It gave me a sense of security and peace. After switching on the coffee machine, I started to make breakfast. Today's special was a veggie omelet. Picking up the ingredients from the fridge and beginning to cook, my thoughts went back to my dream. Why now? Was it a warning or something? How to interpret it? Was it a good or bad sign? I was rejected, humiliated, and left heartbroken - all because I was human. My wish to be loved was the most naive thing I could have ever longed for. It wasn’t that I still cared about him or missed him or even loved him. It was just one night - a one-night stand. It was just a little irrelevant episode in my life. Not worth mentioning to anyone. After finishing my breakfast and coffee, I went to my car and drove to work. After driving for 30 minutes in my lovely golden BMW, I reached the underground parking lot and parked my car in my designated place. I went inside the elevator to William's Holding building. I pressed my floor number and waited. At the main lobby, the elevator doors opened, and more people came in, greeting me with a smile, which I returned. Feeling a little tired, I took a few steps back and reachd my eyes, placing my head on the elevator's wall to rest. ""Hello Ms. Anderson, how was your weekend?"" a familiar voice made me snap out of my rest. Damian Kelly, our new IT project manager, who started two weeks ago. Good asset to our department. ""Hello, Mr. Kelly, it was full of relaxation, good food, lots of fun, and a great amount of sleep!"" I answered with a trained fake smile. My weekend was the opposite of my made-up claim, but he didn’t need to know that. ""Looks like you had fun, Ms. Anderson. Perhaps you will share some good stories at our monthly meeting this afternoon?"" Is he trying to piss me off? Cause he might succeed. ""Well, Mr. Kelly, my private life stays private. I hope you will present some magnificent project ideas at that meeting."" I answered coldly to shut him up. Remember who's the boss here. He responded with a nod and turned back, waiting for his floor. Reaching the top floor, I went straight to the CEO's office, and after walking in without a knock, I was met with the most horrible sight. My boss, the famous Ryan Williams , was face with his new flavor of the week. I think her name is Darcy or Daisy, whatever. Gross. I cleared my throat to announce my presence. They immediately stopped and looked my way. Embarrassed, she jumped off him and rearranged her black, way-too-short-for-the-morning dress and stood next to Ryan's desk. I had gotten used to that kind of situation over the past seven years of working with Ryan. He excused her and whispered something in her ear, making her blush. Giggling, she gave him a peck on the lps and headed to the door. I walked her out with my eyes. After seeing the door reach, I turned back and looked at him. ""Well, well, well, I see you had a great weekend."" I teased. ""You should try it sometime. It's refreshing and relieves stress. I'm all at your service."" He said, wiggling his eyebrows. I laughed; full belly laughed so hard I had to put my hands on my stomach. A few tears left my eyes. Moments later, I could finally open my eyes and look at Ryan. ""Every time it’s the same reaction. Will you ever consider my proposal?"" he asked, annoyed with my response. ""You know I love you Ryan, but this,"" I pointed my finger between us, ""will never happen."" ""I'm persistent."" ""And I'm stubborn."" Sighing, he sat in his chair and put his hands on the black wooden desk. ""What brings you here at 8:00am? It's not something I forgot, is it?"" He asked, a little nervous. ""No, you are off the hook this time."" I smiled. ""Uff, then what is it?"" he visibly relaxed. ""Peter."" was my simple response. Peter Collins, my best friend, joined our company six years ago, and we immediately felt a connection, like we were twins. Although we looked very different. While I was short at 5'4, he stood tall at 6'2. Peter had auburn hair, while mine was dark brown. He had beautiful amber eyes, mine were gray. I was human while he was a werewolf, but we kept that a secret. Besides looking physically opposite, we had similar characters: stubborn, crazy, hardworking, and loyal to family and friends. Lately, he had started to act strangely. Skipping our Friday movie marathons at my house. Finding any reasonable excuse to not go to Barry's for Monday's drink evenings. He even stopped crashing at my place after his Saturday family dinner to complain about them. It must be something serious. This can't be something as simple as a hidden partner he was dating in secret to not scare him away with his lifestyle or family problems . He would have come to me first to find a solution to something like that. I was concerned about him, and I needed to find out what was going on. ""What about Peter? He's dead?"" Ryan widened his eyes. I sighed, shook my head, and put my hands on his desk. ""No. He's not dead."" I answered. ""His behavior seems odd these last two weeks, and I don't know what's going on."" I cleared my throat to ask a frightening question...""Did he..."" I gulped, ""Did he resign?"" I looked him straight in the eyes, hoping his answer wouldn’t break me more than I already was, but his soft and sorrowful eyes said it all. ""He did,"" I stated, defeated. I hung my head even lower, trying to fight the tears that appeared in my eyes. I bit my bottom lp hard to not let them flow. Moments later, I stood up straight and released the breath I didn't know I was holding. I turned to leave his office. ""Listen, Mandy, he asked me not to tell you until he's ready. "" Ryan's voice stopped me when I was reaching for the doorknob. ""Thank you for telling me. Your secret is safe with me. "" I answered, not looking back. ""I'm sorry, Mandy!"" was the last thing I heard as the door reachd behind me. ... Finally, the day was over, and after my morning conversation with Ryan, my mind couldn't focus on anything other than Peter. He was leaving me. HE WAS LEAVING ME. Why? What happened? I needed answers, but I couldn’t pry. I had promised Ryan secrecy. All the meetings today flew by in a blur. I just asked my assistant to email me the notes. I would deal with them in the evening when my mind was clear. I hoped. Even Daniel didn't make any comments about my behavior. Good boy. Descending in the elevator to my car, my phone rang. Reaching into my purse, I grabbed it, and when I saw the name on the screen, my heart started to beat at 100 mph. Should I answer or not?! Taking a few deep breaths and preparing for 'the end', I clicked the answer bottomon. ""Hello handsome, glad you remember your bestie,"" I said with a smile, hearing him chuckle on the other end. ""Well, hello to you too, gorgeous,"" he replied, with a happy voice. ""I'm in the elevator now. Can I call you back when I get home?"" I tried to postpone my heartbreak for a little while. ""That's alright. I'm actually at your place right now. I ordered pizza and brought drinks. What do you say?"" It wouldn't have surprised me before, but now, after not knowing what is going on, I was confused. What was the occasion? ""Fine with me, baby. Be there in 40 minutes, I need to pick up my order from Pam's Bakery, ok?"" I replied. ""Oh, please tell me you ordered strawberry muffins?"" he asked dreamily. ""You know I love them. Bad girl, I'm already drooling!"" he yelled. ""Yep, I did,"" I said with a smirk. ""Ok, gotta go if you want those muffins."" I ended the call and exhaled. ""Oh God, please don't do this to me."" I prayed while buckling my seat belt and starting the engine to head back home. ""You can do this. You are strong."" I told myself, leaving the parking lot. ... ""We need to talk."" I gulped. This is it. Prepare for the impact. When I came home, Peter was already sitting on my black leather couch, munching on pizza, and drinking his fourth drink. 'Great, thanks for waiting.' I thought to myself. He greeted me as usual, giving me his million-dollar smile. I took notice of his demeanor. He looked confident, happy, even a little bit proud but what was most noticeable was his glow. What happened? ""I know baby girl, that I've been avoiding you for some time lately,"" he said, putting his arms on my shoulders. ""But I have my reasons,"" he continued, ""You know you are my baby girl, my best friend, and my person to rely on."" He looked me in the eyes, and I couldn't help but gulp again. He was breaking up with me. He was leaving me. ""God!"" He cursed, taking his hands from my shoulders to run them nervously through his hair and turning his back to me. I stood still; frozen and afraid. A sudden sense of déjà vu hit me. The whole scene felt familiar. Where had I felt this before? Suddenly, the memory of my dream appeared in front of my eyes. Rejection. That’s what the familiar sensation was. All the blood drained from my face, my heart dropped to my stomach, and my legs started to shake. This was it, the end. Another one was leaving me. I lost my mate. Now I was losing my best friend. I cleared my dry throat, put my hand on the back of his shoulder, and whispered, ""Tell me what is wrong?"" He let out a huge gush of air and turned around. Putting his hands in his pants pockets, he opened his mouth. ""I found my mate."" Mandy's POV I couldn't believe it was really happening. Peter was leaving me. Oh My God! What was I supposed to do now, all alone, heartbroken again? Was this some sick joke or something? My brain kept shouting all the negative thoughts at me. My heartbeat increased. Was I going to have a heart attack? This was it. I was going to die now. He said it. He said it… Wait!!!! Did he say mate? I didn't imagine it, right? Or was I starting to go mental? ""Did you say MATE?!"" I finally found my voice, still frozen in place. ""Yes."" I blinked a few times and started to pace around the living room, biting my thumb nail. My mind started to shut down, and the only word that I repeated constantly was 'mate.' ""Mandyyyy?..."" Peter's concerned voice pulled me out of my thoughts. ""Oh my God! Oh my God! Oh, my Gooooood!"" I shouted in realization. Clapping my hands, smiling like a naive guy, and jumping in place, I turned to face Peter. His face showed a lot of emotions, my outburst must have shocked him, but the most prominent emotion was worry. He probably thought I was mental, but I couldn't control my emotions. I was happy for my friend. Giggling like a teenage girl, I jumped on the coffee table and let my feelings out. ""My Peter found his maaaaaaate!!!! Ladies and Gentlemen, my Peteeeer,"" I pointed at him dramatically, ""fooooound his MAAAAAATE!"" 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""I said...I found my mate."" This time, I reacted properly. ""Oh my God, Peter, I am so happy for you! Tell me everything. Do I know him? Is he a werewolf? When did you meet?..."" I shot my questions at him one after another. He laughed and led me to the couch. Sitting beside me, he reached the table and offered me a drink. I took it vigorously and gulped almost half of it to calm my nerves. ""Easy girl,"" he said, taking the bottle from my hand. ""His name is Benjamin, Ben for short. And no, I don't think you know him. He's not from here."" he answered dreamily. ""He's a werewolf, he came here for business purposes, and we met in the club."" he paused. ""We bumped into each other when I passed the VIP room in 'Stairs'. It was..."" he sighed. ""I can't even describe it, magical, I guess. I was speechless, just stood there starstruck admiring his gorgeousness..."" ""Wow."" I blurted out uncontrollably, staring in awe at my best friend. 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2560908	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/13/25, 8:05 PM	1733013245	1752455128		1942																										bhgre.com	Learn more			IMAGE	2 bed, 2 bath in Houston	JUST LISTED	https://www.bhgre.com/tx/houston/1401-calumet-st-unit-312/lid-P00800000GjJexSLmsRM1ZRdQa7VeUrJPXIHP7Sp?utm_source=Boost&utm_medium=Advertising			1.8033697208933E+14	BHGRE Gary Greene	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468780789_959974502649160_7753517870794388871_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=LP6ZFGrIhp4Q7kNvgFzTruw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYAcULTlSZuk7SVRfi0M6Lp9_BSh8yv1SxLoeFoPKzYobQ&oe=67516645	PERSON_PROFILE	0					0		Fabulous Museum District Condo with wrap around balcony! 🏡🏡 One of the most desirable floor plans at Il Palazzo, this sprawling corner unit with massive covered wrap-around balcony is sure to impress! Offering oversized rooms, soaring 12’ ceilings, updated Kitchen & Primary Bath, oak…		BHGRE Gary Greene		5107	https://www.facebook.com/BetterHomesandGardensRealEstateGaryGreene/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560689	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/30/25, 5:15 PM	1733013073	1746051354		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1025-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=304554039400649&rawadid=120213550558270238			1.1794482473352E+14	Mano reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465263478_875312838123013_6541000132390140547_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=BqBSuEKWlTYQ7kNvgFJrrMD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ayhu2fNP8_rGgh4moGTGYmD&oh=00_AYCcKMHr1IFcZ__jz0W4cI8ginKwTeNWdwmOUS2qaS8V7w&oe=67519424	REGULAR_PAGE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561395	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/6/25, 2:41 AM	1733013506	1749195683		1942																										joy-teaches.store	Learn More			DCO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qsd-low/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468812360_927419655533402_6903536602299491415_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=aXNRbBe147AQ7kNvgFm9Kxq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AoS_7Sc0lLopovG0hfLWroV&oh=00_AYBqDkMYt4xaZx8VAcQKbZRtk_iuo1Vb45RHX_8RTduUZg&oe=67516D03	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		224	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560545	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/2/25, 10:33 AM	1733012981	1748878427		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861448920204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467167072_588137517109268_6959374478169337368_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Q3IRrupZzN0Q7kNvgHaQvTQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYA1vGm66aJvk1JB0hYl2XX406ZrW6wuouzkMF5aUAg_Vw&oe=675163BB	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561007	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/13/25, 6:04 AM	1733013293	1752404641		1942																														MULTI_IMAGES						1.2186978181407E+15	Teter Auction Company, LLC	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468578933_452218124575296_7201401065498932950_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=D6Higk-ciXIQ7kNvgFeLJOm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYAKTwIDtXzrMvTiUj76zTbSEh5OwTIsPHEIMCnnPrsAag&oe=67517B23	PERSON_PROFILE	0					0		King Ag Business Liquidation Auction Thursday, December 5th starting at 10:00 AM Address: 25584 Hwy 65, Carrollton, MO Make plans now to attend this outstanding business liquidation auction! After many successful years in business, Pat & Kelly Miller have decided to downsize and close the operation of “King Ag”, one of the leading manufactures of cattle feeding equipment in the nation. Full auction details here: https://www.teterauction.com/kingagproducts-auction-12052024		Teter Auction Company, LLC		4057	https://www.facebook.com/TeterAuctionCompany/	0										View Edit Delete
2560416	1	active	11/30/24, 6:28 PM	5/19/25, 4:12 AM	1733012904	1747645969		1942																										makezbrightgifts.com	Shop now			IMAGE	404 Not Found	MakeZBright is the right place to buy the best custom memorial gifts at affordable prices. We have unique personalized and custom Gifts including coffee mugs, photo mugs, personalized best friend mugs, tote bag and many more.	https://makezbrightgifts.com/products/christmas-ornament-the-love-between-a-mother-and-daughters-is-forever-personalized-ornament			2.134050988173E+14	Makezbright Family Gifts	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468811995_1278448286522251_4353576714621357228_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=SKdF2z0nhzQQ7kNvgHROG8f&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AU_mVk3ucPQR_i9fdKpY5ki&oh=00_AYA0Sc-7Y69rQGrQyK-hwjRhBYHcGQDhH7y78KwtrPL_ww&oe=67519791	PERSON_PROFILE	0					0		Christmas Ornament - The Love Between A Mother And Daughters Is Forever - Personalized Christmas Ornament ❤️ 👉 Order here https://makezbrightgifts.com/products/christmas-ornament-the-love-between-a-mother-and-daughters-is-forever-personalized-ornament		Makezbright Family Gifts		11091	https://www.facebook.com/100091951863681/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561542	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/6/25, 12:16 PM	1733013578	1749230184		1942																										hallvipketo.com	Order now			IMAGE	On the 3rd day, your pants will no longer fit you.Act now! 𝟲𝟬-𝗱𝗮𝘆 Money Back Guarantee!➡️➡️➡️Celebrity verified⭐⭐⭐⭐⭐		https://www.hallvipketo.com/hdnygbtfxr			3.3130388756633E+14	Naizoh Reloaded	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468617518_591081103464558_5917210200913682145_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0tR7GJ4OpbcQ7kNvgGB8caB&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYCuJLtem9CrGBBp3mCMWpp8NOiei7xGt8nBqd80_kVKgQ&oe=67518F66	PERSON_PROFILE	0					0		🎄Kelly Clarksoп and Jimmy Falloп share their weight loss journey and invite everyone to join in transforming body shape and focusing on health before Christmas....💝		Naizoh Reloaded		3204	https://www.facebook.com/djnaizoh/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2561067	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/13/25, 9:45 AM	1733013344	1749825955		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYDUeNFEN1RuwLO8Am0MAGNEPi5kZ6E4fIJXy0c-b9CpgQ&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561390	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/5/25, 11:31 PM	1733013505	1749184301		1942																										theschoolyears.com	Shop Now			DCO	Limited Supply: Don't miss out!	{{product.description}}	https://www.theschoolyears.com/			2.0398838760368E+15	The Short Years	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468713491_2350919058594608_1037555667024401840_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Ll8uG6JWHV4Q7kNvgH5bGAb&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aj5Ej0hn1F1fu0ORU5MPTeM&oh=00_AYAwmNYTnbIqINJ-fWieidS4zNgp70oVoRmlSyHlnkSe8Q&oe=67516466	PERSON_PROFILE	0					0		The best time to start organizing your child’s memories? Yesterday. The second best time? Black Friday! 🖤 Grab The School Years Memory Kit and give yourself and your kid a gift they’ll treasure for a lifetime.		The Short Years		9835	https://www.facebook.com/theshortyears/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561016	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/31/25, 6:43 PM	1733013303	1748734995		1942																										fb.me	Book Now			DCO	Foot Pain? Feel long-lasting relief after just 1st treatment!	⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ 4.7 (205+)	http://fb.me/			1.8396363814115E+14	Oregon Medical Centers	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468528579_591598143428584_7715892622795758624_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=0eyVokqzXtMQ7kNvgGWz5CZ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYB4xuddxScsUV25guJvPJB7riucsnsRiho2wg02UG4WlQ&oe=67516F9A	PERSON_PROFILE	0					0		Numbness, burning, tingling, loss of balance… 🤕 put an end to hands and feet pain! We are Oregon Medical Centers and until now people suffering from feet and nerve pain only had 2 basic options: (1) Live with the pain; (2) Mask the pain with prescription medications; With the latest medical technology available, we are able to offer a clinically proven 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 that can reduce or eliminate nerve symptoms in hands and feet for our patients. Imagine no more medications… But a fast-acting and long-term solution for: ✅ Numbness ✅ Diabetic nerve pain ✅ Sharp electric-like pain ✅ Burning or tingling ✅ Muscle weakness ✅ Difficulty sleeping from leg or foot discomfort ✅ Sensitivity to touch ✅ Pain while walking ✅ Nerve damage from chemotherapy 𝗜𝘁’𝘀 𝘁𝗶𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗘𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝘁𝗲 𝗣𝗮𝗶𝗻, 𝗥𝗲𝗽𝗮𝗶𝗿 & 𝗥𝗲𝗴𝗲𝗻𝗲𝗿𝗮𝘁𝗲! Oregon Medical Centers is now accepting new patients that are looking for an alternative to addictive medications. 👉 Sign Up or Call “(971) 247-3810” to schedule a 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺 𝗖𝗼𝗻𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝘁𝗶𝗼𝗻 𝘄𝗵𝗶𝗰𝗵 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗲𝘀 𝗘𝘅𝗮𝗺, 𝗫-𝗥𝗮𝘆 (𝗶𝗳 𝗻𝗲𝗲𝗱𝗲𝗱), 𝗜𝗺𝗮𝗴𝗶𝗻𝗴 𝗥𝗲𝘃𝗶𝗲𝘄, 𝗥𝗲𝗽𝗼𝗿𝘁 𝗼𝗳 𝗙𝗶𝗻𝗱𝗶𝗻𝗴𝘀, 𝗮𝗻𝗱 𝟭𝘀𝘁 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗧𝗿𝗶𝗮𝗹 𝗧𝗿𝗲𝗮𝘁𝗺𝗲𝗻𝘁 (𝗶𝗳 𝗰𝗮𝗻𝗱𝗶𝗱𝗮𝘁𝗲) ALL for just $49. 👉 𝗠𝗮𝗷𝗼𝗿 𝗶𝗻𝘀𝘂𝗿𝗮𝗻𝗰𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻𝗶𝗲𝘀 𝗶𝗻𝗰𝗹𝘂𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗿𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗲𝗱𝗶𝗰𝗮𝗶𝗱 𝗱𝗼 𝗡𝗢𝗧 𝗰𝗼𝘃𝗲𝗿 𝗼𝘂𝗿 𝗥𝗮𝗽𝗶𝗱 𝗡𝗲𝘂𝗿𝗼𝗽𝗮𝘁𝗵𝘆 𝗣𝗮𝗶𝗻 𝗥𝗲𝗹𝗶𝗲𝗳 𝗣𝗿𝗼𝗴𝗿𝗮𝗺. Serving Salem and all surrounding areas. Oregon Medical Centers 2515 Liberty ST NE Salem, OR 97301 (971) 247-3810		Oregon Medical Centers		31	https://www.facebook.com/61555175677050/	0		BOOK_TRAVEL								View Edit Delete
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2560835	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/30/25, 6:08 PM	1733013185	1746054488		1942																											No button			VIDEO	TGI Sports Talks MLB Update! With Keith Engle					1.05418991265E+14	TGI Sports Talk	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468867097_2052010135252827_1784322720802715734_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=49rhUsCAduYQ7kNvgEyt3uV&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGrh9xaqsrmLcvdaaClwGN-&oh=00_AYBV2sB8k_1u6Thozphxd383-VOBlZ37_J5jtdP_hdUiEQ&oe=67517C0F	PERSON_PROFILE	0					0		TGI Sports Talks MLB Update! With Keith Engle- #nationalleague #americanleague #aleast #alcentral #alwest #nleast #nlcentral #nlwest #mvp #cyyoung #roy #manageroftheyear #comebackplayeroftheyear #sportstalk #sports #podcasts #sportspodcasts #mlballstargames #nohitters #almvp #nlmvp #mlbwildcards #alcs #nlcs #worldseries @everyone		TGI Sports Talk		1853	https://www.facebook.com/100063640535504/	0		NO_BUTTON								View Edit Delete
2561353	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/10/25, 10:27 AM	1733013488	1749569251		1942																										carcan.com	Order Now			DCO	50% OFF TODAY ONLY on FB	{{product.description}}	http://www.carcan.com/			1.0347826115035E+14	CarCan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468633639_8989603737728032_6434725210040992769_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=W38eNuegDHAQ7kNvgEFXuau&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AfYRrnKR6DeL6_JDmNWQSX9&oh=00_AYDpoirsuElqjostPbRV3upMaMIQD7rcacaJuQtNqb1edw&oe=67517BE8	PERSON_PROFILE	0					0		SHARE IF YOU LOVE CARCAN ❤️ MILLIONS OF HAPPY CUSTOMERS 🙋🏽🙋🏻🙋🏿SAVING BILLIONS OF PLASTIC BAGS ♻️ 50% OFF TODAY ONLY on FB DON’T MISS OUT - SHOW CARCAN SOME LOVE ❤️ PS. AMAZON CARCANS ARE OLD SMALLER VERSIONS BIGGER AND BETTER VERSIONS ARE ONLY AVAILABLE HERE		CarCan		14180	https://www.facebook.com/CarCanOnline/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2560896	1	active	11/30/24, 6:33 PM	4/30/25, 6:14 PM	1733013237	1746054886		1942																										collective.dobettermovement.us	Learn More			DCO	See you at Rejected 2024?	Join us December 1st!	https://collective.dobettermovement.us/rejected-2024-conference-registration/			173498308303	Do Better Collective	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468675937_590800383339080_6802971331949502852_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ksMNnc_JuH8Q7kNvgGGJXGC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYA76GDP4vqL23pTleT2ivBdUjwiOO6tGcnmjT5lGGvJGg&oe=675167EE	PERSON_PROFILE	0					0		Name your Pricing Ends Soon! Will we see you at Rejected 2024, in December? Join us for an ABA conference unlike any other! Rejected isn’t your typical online conference- it celebrates the hands-on work of ABA practitioners who make a difference every day! The conference will be online from December 1st to 20th, so you can watch at your leisure while also earning CEs! Whether you’re looking to connect with peers, gain real-world insights, or share your work—this is your chance to join a conference that values YOUR contributions. Click here to learn more and save your spot!		Do Better Collective		8804	https://www.facebook.com/dobettercollective/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560020	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/13/25, 10:45 AM	1733012655	1749829546		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461181231_26965213796459071_4397342061172772226_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=--z4Pt4-VEMQ7kNvgGSvRU1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYDOCPI2ED-uLZNcaNoOQgQgEg2_uypJcGKa3l0sDswGfA&oe=67516589	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560341	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/13/25, 7:04 PM	1733012839	1749859491		1942																											Contact us			IMAGE	Various Holiday Potted Arrangements		https://facebook.com/marketplace/item/1092896825837088/			1.064579476156E+14	Kelly Ann		REGULAR_PAGE	1					0		Various Holiday Potted Arrangements - $15.00 Locally made potted holiday arrangements for your porch or even a hostess gift this holiday season. Each one includes real evergreen and pine clippings with faux outdoor holly and pinecones. Watered once already so no maintenance, no watering needed. Size and pricing below: Small: 10” x 4” for $15 Medium: 12” x 5.5” for $20 Large: 14” x 9.5” for $30 Local pickup in Downingtown, PA Facebook Marketplace		Kelly Ann		0	https://www.facebook.com/Kelly-Ann-106457947615604/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2561009	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/13/25, 7:24 AM	1733013299	1752409470		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468618176_1139403911123038_5410889401804337428_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=VfyeurSc_jYQ7kNvgErZgT2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYBUCPS6ofN8qrZWTFmO7Va3fZE3FXa6Bbw0fYZ1bGnf1A&oe=67518AAE	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Voltei pra mesa. - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na data marcada Mel foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. - Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. No final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta. - Perfeito. - Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. - Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Não precisa correr. Voltei à minha sala e sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. Desligou o telefone. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio. - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560512	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/13/25, 1:01 PM	1733012963	1749837720		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	To find out, listen to the audioseries “Rekindled Heartache” (FREE for a limited period of time) Click on the link below to download the PocketFM app, now!		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.radio.pocketfm			1.2894360697518E+14	Rekindled Heartache By Pocket FM	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/441514193_1480438652907771_714299804606782970_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FMqVqQicEXwQ7kNvgEqmHEo&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0XOkJnfuM9OwcmC_jn9jN7&oh=00_AYCi7ow_Ruu1Afvq1h7ZM5vtHPpqfCraMvxjneZezsZRjw&oe=67516C19	PERSON_PROFILE	0					0		Listen to one of the most interesting audio series “Rekindled Heartache” Only on the PocketFM app. Download Now!		Rekindled Heartache By Pocket FM		7478	https://www.facebook.com/pocketfm.rekindledheartache/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560123	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/1/25, 1:33 AM	1733012714	1748759610		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461200830_409103592223043_120534980819975406_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1SaLIklcRYkQ7kNvgGOKxXD&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYC-EJF5N8tqy5oDydmL6kK8fVRo_oQOR1actrbSl9ssUA&oe=6751836C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561263	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/16/25, 10:52 AM	1733013443	1752681162		1942																										dynamic.webnovel.com	Learn more			VIDEO	❤️🔥Best Friend Divorced Me When I Carried His Baby		https://dynamic.webnovel.com/noah-ssg/wn/766754101/30244563706755305+1+4+facebook?utm_source={{campaign.name}}&utm_campaign={{campaign.id}}&utm_adset={{adset.name}}			3.2702765716164E+14	Novabeats-0530	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468595677_1237094860922733_8182878518198518556_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=M1cv7t-evrwQ7kNvgHG91W1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALjPyIDvfJ71vaYOetjeeiR&oh=00_AYDqsCbuYz3O7sq9VvtYfEKkgcoHtH5R5WaegBVGcX0xSA&oe=675178C7	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly's POV Was it a blessing to marry your best friend? I was not very sure what Pierce thought but marrying him was a dream come true for me. And now what was more exciting, we were going to welcome our first child. “It’s a good thing you’re cautious. You could’ve lost your baby, Miss Monroe.” The GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. I subconsciously touched my belly, and still couldn't believe a baby was lying there. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce! My best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn’t wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? Would he kiss me and all? God! I couldn’t contain my happiness. I cupped my red face as I fantasized. But the moment I felt the cold from the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially when our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we had sex, he was considerate but cautious, saying there was no need to add extra shackles when we were not ready. This baby, in a way, was out of plan. My mind was becoming restless as I sat in my car. Would this be good news for him? What if Pierce was still not ready for the baby? "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the Boss?" My private driver Luke asked worriedly as he noticed my frown face. Luke was reliable like a family but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He's my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on the flight. I'll talk to him later myself." So that I could sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling, he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only an unrequited love, I knew it well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce is my first love but I'm not his. In high school, I was only a boring nerd in other's eyes while Pierce Anderson was the shining Quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though enmity rose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't want just to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head trying to get rid of those sad old memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was past. Pierce said they were over and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby now. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed down as I breathed in the scent of home. Our home. It wasn't as luxurious as his family's villa but cozy. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time and my marriage with Pierce was as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He was over a month of traveling for the sake of our family’s business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company all over Asia, and I was actually the Vice President of the company. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I really wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him and he would prize me with a sweet kiss. And then we might have passionate sex like what he gave me the night before his business trip. Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first and then we could do something else instead. I was happily envisioning our lovely reunion and my heart dropped when a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our life! I must have misheard. I rushed to the fridge in an attempt to calm myself with the aid of some alcohol. But the moment I touched the wine bottle, I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to get a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. Better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently but Pierce refused to quit from my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorway asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't say no when he claimed it was his duty as my best friend to take me to enjoy the real world. To not ruin our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend by his side and watching his happy face for another girl. I finally got up the courage to study abroad as I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me back. I returned in a hurry only to see a lifeless Pierce. His heart was harmed badly, by Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart was bleeding. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man to her, and how dared she harm him so badly! That witch! Pierce didn't tell anyone what happened except he was over with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It was so fcking hurt but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken and I wanted to fix him, not caring if I would ruin myself in the process. I fell asleep at home feeling so insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and I realized I had fallen asleep in the living area. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. “Peirce…” “Hmm,” he hummed as he walked towards the stairs. “Why did you sleep on the couch?” I stared at his face when he gently put me down on the bed. He caressed my hair and kissed my forehead. He was always so gentle and that was why I loved him so much. Even when making love, he was very considerate of my feelings. We'd been apart for over a month, my body missed him and my heart wanted him. “Where have you been? I’ve been waiting for you,” I said as I caressed his cheek. “Just met a friend. You said you were waiting for me, is it something urgent?" Looking at his gentle face, suddenly I didn't want to ruin the moment. so I closed my parted lips and swallowed the truth back in my stomach once again. Tomorrow, maybe tomorrow, I will have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, telling him that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. The moment he was about to leave me after giving me a goodnight kiss, I panicked for some reason. I then quickly grabbed him and kissed him with all my passion, trying to undress him, trying to make him touch me more and deeper. I missed him. I wanted him. I felt that the only way I could feel at ease was to let him put himself inside me again. To make sure he was still mine. "Wait Kels," Yet he stopped me by pinning my crazy hands on the bed. "I thought you said you're sleepy and you need to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and I could catch desire flashing in his eyes but I didn't know why it faded soon. He used to be happy when I became the initiative one. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose, “I’ll just take a shower. I smell alcohol.” I just nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. “Hey!” I greeted and smiled when I realized what he’d done. He prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the bed. “Good morning.” I grinned as I sat on the bed. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up and tilted my head as I stared at his handsome face. His eyes are deep brown. His eyebrows were thick and black, complimenting his beautiful eyes. His nose was proud and pointed and his lips were red and thin. He literally looks like a sexy bad boy. Even Damon Salvatore would be embarrassed to stand beside him. No one stands a chance against this man. “What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy.” He didn’t laugh. He heaved a sigh and gently tucked my hair on my ears before he held my hand and stared into my eyes. “I have something to tell you.” I felt my heart race. I thought about our baby in my womb. He’s got something to tell. I have something to tell him too. “W-What is it?” I asked as I felt my voice tremble. He took a deep sigh. “You know you’re important to me, right?” I slowly nodded with parted lips. I couldn’t answer. I’m scared of what he’s about to say. I have a bad feeling about this. “You were my best friend before we got married. You are one of the few people I treasure…” I hid my balled fists under the sheet. I don’t know why he’s telling me all this but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. “Kelly…” he paused and squeezed his eyes closed before he looked at me again in the eyes. “I-I think it’s time for us to divorce.” “P-Pierce…” I felt my heart clench. He smiled. “I know you don’t have feelings for me either. You just married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it’s time for our real happiness, Kelly.” I shook my head, “W-What are you talking about, Pierce?” “Lexi is back, Kelly. My first love is back.” Chapter 2 It Never Rains but It Pours Kelly’s POV I got off the bed and tried to leave but Pierce grabbed my hand. I immediately wiped the tears that rolled down my cheeks before he could see them. He stood in front of me and looked at my face as I tried so hard to look down and avoid his eyes. I felt my heart breaking into pieces. I thought… I thought I could make him fall in love with me within those three years together. I thought his feelings would level up and would see me as a woman rather than just a best friend. I was stupid for hoping and dreaming so high. I failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love Lexi. “Kelly…” I sucked my breath and swallowed the pain as I looked at him. I faked a smile, “I need to wash up before eating.” He stared into my eyes as if trying to figure out what I was thinking. I know he knew me too well so I tried so hard to hide my pain and smiled at him. He sighed and let go of my hand. “Okay. I’ll wait for you here. Let’s eat and go to work together.” Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along like he didn’t ask for a divorce? He wanted us to stay the way we were right after he told me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh Pierce, what was going on in your head? If I used to be able to force myself to stay in the seat of his best friend wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There's no way I could endure that kind of torture again, especially when I'm carrying his baby. The baby...I had thought it was good news for us but now...it would be more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from getting his true love and freedom. I knew how an unwanted child to grow up. My parents were divorced even before my mother died and the new family of my father hated me and it hurts like hell. I don’t want my baby to experience the same thing I felt. I need to keep my baby away from it. I faked a smile again. “We can’t. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models…” “I’ll go with you—” “No.” I pushed his hand. His eyes followed my hand before he lifted his face to look at me again. “You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?” “But…” “I have a personal driver, Pierce. I’ll be fine to go alone.” He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders were trembling really badly and when I thought about my baby, I swallowed hard and tried to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I need to be strong. I need to stay calm. I shouldn’t put my baby’s life on the line just because I got my heart broken. I have to deal with this smartly. I sucked my breath and finished my bath. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce was still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. “Hey! I picked your dress for today.” Since our marriage wasn't public, Pierce said he would try to do little things for me as a husband. He did it well and I used to enjoy these sweet moments but now, it was going to kill me. I grabbed the dress and went inside the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I faced him, his forehead was creased. I smiled. “I prefer red today. I’d feel beautiful in this dress.” His eyes went to the dress I was holding and his face immediately calmed down. He nodded and walked towards me. “I see. Help me fix this first.” I put my dress on his arm and started fixing his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision is becoming blurry again. Damn! “Kelly…” I jumped in shock. “Hmm?” “Are you okay?” I looked at him and smiled, “Yeah.” “I have another thing to say.” I finished fixing his tie so I immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before I walked past him and spoke… “Let’s just talk some other time. I'm going to be late.” I heard him sigh as he followed me again. I grabbed my underwear and got dressed while he was standing behind me. He’s silent the whole time as if he’s thinking about something. “You should eat before you leave.” I faced him and nodded. “I will. You should go now.” “Kelly, we’re on the same page, right?” I stared at him. No, Pierce. We’re never on the same page. All of these are just my stupid fantasies. I thought you had feelings for me and I was so wrong. “If it’s about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I’m really busy with the company. I will not run away.” “Kelly, I’m not just doing this for myself. I’m also doing this for you. You’ve been caged with me ever since we got married. I know you’re not happy because deep inside, you also want to find the man you deserve. Someone who will really love you. Not me. Not someone who’s half-hearted.” “I understand what you’re trying to say, Pierce,” I said and tried to turn my back but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything to capture my eyes and he succeeded. He looked at me worriedly. “You are my best friend. I don’t wanna lose you, Kels. You’re one of my few people…” “I know,” I said out of frustration. He looked shocked, so I calmed myself down. “I-I know. You don’t have to worry. I’m just stressed about work. It’s not about our divorce.” His lips parted and he slowly nodded as if he was able to breathe properly. He walked towards me and I froze when he gently kissed my forehead… “Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years but I was still such a coward. Why couldn't you just tell him that you love him, Kelly? He's your husband and you're carrying his baby! Tell him and he might change his mind! I swallowed hard and was about to tell him but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. " I gotta go." He scratched his head in apology and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke and he’s waiting outside. Eat before you go, okay?” With that, he left our room. The tears I had managed to suppress burst out again. Why would I think I could have a chance? He made his choice already the moment he asked for the divorce, didn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Stiff Upper Lip Kelly’s POV I entered the studio wearing just two-inch red heels and a red dress. Everyone was looking my way as I walked along the hallway. They’re all greeting me with a smile but my face remains stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning was still lingering in my head, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I failed my marriage. I took a deep breath to adjust my condition. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. “We can’t! She’s not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She’d get mad.” “We can just tell her the truth. She’s nice.” “Not in this situation, Lily! She’d scold us—” “What’s happening here?” I asked as I graced the room. The staff were now looking at me with worried expressions and I knew then that there was a problem. “G-Good morning, Miss Monroe.” Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurts. I stared at her blankly, “What?” “W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model has been refusing our calls. She said she heard that we’re changing our model so…she doesn’t want to come here. She’s even…threatening to file a case against us.” She bowed his head. I gritted my teeth and roamed my eyes around. “Where’s the marketing manager?” “S-She’s still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe.” I massaged my forehead and squeezed my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger. I felt everyone around me jump in shock. I groaned and sucked my breath before looking around. “Miss Monroe…” “What is this, Miss Hayley? You are the marketing manager, what is happening?” “Miss Monroe, I don’t know how it happened but Miss Chen heard that you are changing our model. She’s about to file a case against us—” Changing the model? How come I didn't know about this? Miss Chen had always been our trustful partner and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only cause a lot of trouble for the company. I would never allow such a cheap mistake. “I never asked for that. You must be mistaken." I cut her words to save time, " Fix this mess or I have to fire you!” "Miss Monroe...It's Mr. President who asked us to change it." Hayley spoke hesitantly. "He ordered that as soon as he came back from his business trip yesterday." I was hit by the truth. Pierce's order? Why didn't he tell me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." I was confused. Pierce was not a clueless businessman. He kept a clear distinction between work and relationships, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. “M-Mr. President…” Hayley bowed with respect as she saw the man who suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I gritted as I turned around to question him. He knew clearly how much effort I put into winning this project. I hardly had a good sleep those days and Miss Chen was the ideal one for us to work with. I remembered he agreed on it too. But now...he just changed the model as he liked without telling me in advance. I felt like a hard slap on my face. "Go ahead for the work. I'll make it clear to her." He pacified the staff first, ignoring the anger that was about to spew out of my eyes. "Answer me, Pierce! Why do you change the model so suddenly?" I couldn't hold my anger and he just touched my shoulder whispering to me, "This is not the place to talk. Let me explain it to you in the car." I looked around to notice others sneaking glances at us. Then I shook away his hands and walked toward the parking lot. But along the way, my heart was heavier and heavier. I had a feeling that I was not going to enjoy his explanation. "Now, say it." I blurted it out as we sat in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again. I couldn’t stand his stares. I couldn’t withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to look at me. He has no feelings for me and it hurts so much. “I-I…” he paused and sighed. “I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She’s also fit to be our model so I agreed—” “What?” I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away. He messed his hair up before he shook his head and held my hand. “I’m sorry I didn’t tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor and I can’t say no.” I took my hand back and looked at him in both pain and anger. “You can't say no to her so you'd rather harm the company, our company. You betrayed me, Pierce.” “Kels, come on. You know how much I love her. She’s my first love.” Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she's your first love. She's always the one you want no matter what it takes. As long as she frowned a bit, you could turn a blind eye to the pain and effort of others. You are so heartless, Pierce. “Well, you’ve decided. I don’t have a say in this since you’re the President. Just go. I’ll be in the office.” I said coldly as I opened the car door to walk out. “Kelly…” I looked him in the eyes. “Go home early. Let’s talk about our divorce at home tonight.” Chapter 4 Left High and Dry Kelly’s POV I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early but he didn’t come home completely. He wasn’t even answering my calls. Well, now Lexi was back, this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby was out of his plan. Sure, Pierce was not the kind who would force me to have an abortion. But he couldn't cut out his obsession with Lexi either. He might stay in this loveless marriage if his parents asked. But all I had would only be an empty shell. That's not a Father what I wanted for my baby. I wiped off the tears collecting at the corner of my eyes and collected the report. It was 5 am already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but still busy. What was he busy with? Was he busy making love with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I still remember the day when he came back after his first private vacation with Lexi. His joy was unmistakable. Nearly at once, I could tell they made love. The same day I returned to my room, I cried out loud as I took off my makeup. Nothing I did worked. I could never replace Lexi in his heart. I felt like hundreds of pounds pressing my chest. I decided to get a shower to wash away all the miserable emotions but the moment I opened the wardrobe, our intimate clothes were snuggled together bringing me back to the memory of how Pierce and I had sex here last time. It was that time he didn't use contraception. He was so passionate that I thought he finally accepted our marriage. I once believed his return from this business trip would be a fresh start for us but actually, it was a start for us to fall apart now. Unable to suppress my feelings any longer, I crouched down crying loudly. Why? Why am I always the one they choose to abandon? Why don't I deserve to be loved? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, I subconsciously touched the pillow beside me. Cold as last night. He didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear and my hair was a total mess, looking like a ghost. See, Kelly? That's what happened when you stepped into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continue on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy. Suddenly a wave of nausea flooded my stomach and I realized I hadn't even eaten anything last night. Feeling sick again, I run to the sink and puke. I spit yellowish liquid and it tastes so bad. I washed my mouth immediately and stared at my own reflection in the mirror. I shook my head and cupped my forehead as soon as I felt like throwing up again. I spit yellowish liquid again and while I’m washing my mouth, I feel a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried face was my husband Pierce. I’ve always been thankful that I have him as my best friend and husband but now…I’m losing him. Hopelessly losing him. “Are you okay? Are you not feeling well? You should’ve told me.” I stared at him through the mirror. “You didn’t answer my calls. Guilt flickered in his eyes. “I’m sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night.” I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. “Kels…” “I woke up late. I failed to prepare breakfast.” I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels...... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition......" “Kels, are we still okay?” I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He’s asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own. Just because his first love is back. I can’t believe him. I faked a smile. “I just don’t feel well today, Pierce.” He immediately squatted beside me which is not surprising because I know he truly cares. What surprised me is why is he still doing this after he buried a dagger in my heart. “Are you okay?” He gently touched my forehead and neck. “Are you sick? Tell me how you feel, Kels.” “My feelings don’t matter,” I couldn’t help but blurt out. He looked shocked because of what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face is mirroring his anger now. He’s completely lost his patience. “What’s wrong with you, Kels? You’ve been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn’t come home last night?” I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier but you just let me wait for the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?” He clenched his jaws and shook his head. “Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." “Kels!” He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. “Are you…in love with me?” I was taken aback? In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn’t fall for someone who has been protecting you ever since? But of course, I can’t tell him. It would only complicate things more. I don’t even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. “Are you on drugs? I’m not in love with you.” I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can’t let my emotions affect me but…but why are my tears falling again? “You are so pathetic, Kelly! You can’t even tell him how you truly feel,” I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour bathing. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He’s been constantly abandoning me. I can’t believe we’d reach this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** “Good morning, Miss Monroe…” “Good morning, Vice President…” I did not greet anyone back just like how I used to greet them back. I still feel pissed and my mood seems off. Irritation can easily take over me and I can’t control it. Probably because of Pierce’s divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. “Did you see her? I bet she’s Mr. Anderson’s girlfriend. They seemed close.” My forehead creased. Pierce’s girlfriend? “Ah! It’s a waste that I didn't see her face but I feel like it’s Miss Lexi.” “Lexi? Lexi Gilbert? The model?” “Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together.” “Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together.” “Are you serious? They’re best friends. You know, some people are better off just friends. It’s Mr. Anderson and Miss Monroe.” I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat on my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce’s social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together. Eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. Of course, there’s no way I can compete with her in his heart. She’s always the first one and I will always be the last in his priorities.		Novabeats-0530		4532	https://www.facebook.com/61559933356514/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo's hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him. --- "You screwed Lisa at the wedding, got drunk at night, didn't even know I was gone. It took you three months to come to me and apologize. You're a hypocrite. I'll never forgive you again. Just go." ———————— The last thing I expected to find when I rounded the corner of the beautiful white wooden summer house, which glowed ethereal in the setting sun, was my husband of seven hours and twenty-four minutes, Ryan Carbon, entwined in the arms of another woman. I’d wanted a break from the loud music, to cool down from the sticky evening and get some fresh air. I’d barely seen my husband since our first dance, there’d been too many people queuing up to offer their congratulations, telling me how stunning I looked in my bridal gown and how happy they were for us both. The afternoon had morphed into the evening at such speed my head spun but not as much as it was spinning now at the sight before me. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. Ryan’s hand glided over Bobby’s wife’s olive skin, straying up her thigh and under her black dress, the other clasped around her birdlike neck. Short moans of pleasure escaped Liza’s full lips and her head lolled back, eyelids fluttering. I froze on the manicured lawn, not wanting to be seen. The two of them blissfully unaware they had a spectator. Sounds of our wedding reception blared out from the house, guests dancing to ‘Come on Eileen’, stamping their feet on the dance floor with no idea the groom was already breaking his vows. A painful eruption began in my chest, a volcano getting ready to blow, hitting me with a grief so profound, it swallowed me whole. My lips parted to speak, but nothing came out. I had no words nor voice for the sight before me. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. Vomit forced its way up my throat and I gagged, backing away on the grass before taking off my heels and turning to flee. Blinking rapidly, I stumbled back towards the house, trying to exorcise the scene I’d witnessed from my eyes. A few hours ago, we’d promised to love and cherish one another, but after the photos were over, he’d hit the whisky hard. As the whirlwind of greeting guests for the evening reception got underway, being congratulated and making small talk, I’d seen my husband fleetingly as he worked the room, a tumbler in hand. He’d been bought drink after drink and I knew he might not even find his way to the honeymoon suite later. It didn’t matter, it was our wedding day, a celebration. Everyone was entitled to let their hair down. Liza was my friend; she and Bobby were our friends and the betrayal sliced into my heart like a knife through butter. ‘Seen Liza, Kel?’ Bobby swayed in front of me when I reached the grand staircase, his eyes glazed. I swallowed the lump in my throat, unable to look at him. Bobby was Liza’s husband as well as being Ryan’s best friend and business partner. They’d only been married a year, yet his world had been blown apart in the past few minutes too and he didn’t even know it. ‘No, not for a while,’ I managed. ‘Ah well, she must be around somewhere,’ he turned in a full circle, arms outstretched, his sweat patches on display and worryingly unsteady on his feet. ‘You make a beautiful bride, Kel,’ he added, grabbing my hand and pecking it, a cheeky grin spreading across his face, showcasing his dimples. His curly mop of brown hair fell into his eyes. ‘Thanks, Bob,’ I replied, the onset of tears pricking the corners of my eyes. I slid my hand out of his damp palm and took the stairs as quickly as I could manage in my heavy ivory gown. By the time I reached the honeymoon suite, my throat was thick with misery and I fumbled for the key in the satin bag hanging from my wrist. The tears came even before I had a chance to close the door to the room. Our enormous four-poster bed with crisp white sheets covered in red rose petals made me sob harder. Was it a one-off? Had Ryan got so drunk he’d made a pass at Liza or had they both been lying to me and Bobby for months? I sat on the edge of the bed and put my head in my hands. Life as I knew it crumbled around me. Ryan and I owned a house together in Crawley a few miles away, he ran a business with Bobby, what was he thinking? The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo’s hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him, but it wasn’t me. I hated confrontation, I needed to think and space to do so, but how was I going to escape my own wedding reception? I looked around the grand bedroom for inspiration, glancing over at my pink suitcase, packed and ready for our flight to Crete. The honeymoon I’d been dreaming of, but now Ryan had ruined everything. Ryan’s backpack had been left beside his suitcase and I riffled through it, digging out our passports, printed tickets and euros. In a moment of inspiration, I shoved Ryan’s passport beneath the mattress of the bed, as close to the middle as I could reach, and put the rest of the items in my bag. Finally I rolled up the layers of white satin, torn lace and netting and hid my wedding dress in the empty wardrobe. Checking I had everything I needed, I dialled the taxi company. ‘Hi, I already have a pick-up booked for three forty-five tomorrow morning for Kelly Carbon, but my plans are changing. Do you have a car available now to take me from Gravetye Manor to Gatwick, North Terminal please?’		Pop001		491	https://www.facebook.com/100092038763039/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561530	1	active	11/30/24, 6:39 PM	5/10/25, 11:12 PM	1733013567	1746936757		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			VIDEO			http://instagram.com/slebbied			1.0543581861199E+14	slebbied	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/445881153_443795928349892_3352340804334381372_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=G2HeaSqsn6MQ7kNvgHpSKGw&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYD7scbYOXpMzjGxPrysCrX0bLiuDkdXsR2ZE8JLCteV9A&oe=675180B6	IG_ADS_IDENTITY	1					0		Shout out to #wifey for my first #olympics experience! Got to see so many great athletes run and being in such a great atmosphere where there is strong sense of nationalism but also a greater appreciation for these amazing #athletes who put in such tremendous work to get to this stage in their careers. Last stop of our #10yearanniversary was dope as heck and #grateful for such a great experience with #bae		slebbied		0	https://www.instagram.com/_u/slebbied	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2560277	1	active	11/30/24, 6:26 PM	4/30/25, 8:34 PM	1733012793	1746063248		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214497082060700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467436104_847398100940851_5815854304566941208_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=D6eLB77U48kQ7kNvgHOxPOT&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYDuy9mYIiDfWxusXwpxVaG0CHCbLZbxVAyuHFvpIRh2PQ&oe=675187AE	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560574	1	active	11/30/24, 6:29 PM	4/30/25, 8:59 PM	1733012999	1746064744		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=1129045438529903&rawadid=120214592208630120			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465797590_1124238255791975_6439512560737790284_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=THI7RzrrZvIQ7kNvgH9Qgky&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AkcfOM_OSzt9PO_IFKMHOMz&oh=00_AYDrBSuS7JEjw9_uHyMDlZhM812oCHVL5s3sBph0G-OSmQ&oe=67517311	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560709	1	active	11/30/24, 6:31 PM	4/30/25, 10:07 PM	1733013088	1746068827		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861496570204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467324518_435929569553709_6620052884677531509_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=SbNto5S5JxQQ7kNvgH5QpCp&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7vpMCCYyNztIG7QT9GjNv2&oh=00_AYDrc_kwkEgaR9Vsx-yJIWN-9qk0YkHnp8-HvRZmJHUntA&oe=6751855E	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561462	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/14/25, 7:07 PM	1733013534	1752538030		1942																										concerts.livenation.com	Book now			VIDEO	Join the show -->		https://concerts.livenation.com/the-regz-podcast-new-york-new-york-12-11-2024/event/000060ACD3336475			2.7244172929672E+14	Luis J. Gomez - Comedian	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468653528_1961970230936910_8904193481731663071_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=V1qray9T1FkQ7kNvgHqDtMN&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYAQ14E2bSq7d330YbOsJPptDkB62PyAaCZ8jPszxGanmg&oe=675174BD	PERSON_PROFILE	0					0		New York - Come to our Yankee Swap! Luis J. Gomez, Dan Soder, Robert Kelly & Joe List are doing a live recording of The Regz on December 11th at The Gramercy Theater and it's going to be 🔥 Tickets are going fast so grab yours to come hang!		Luis J. Gomez - Comedian		26	https://www.facebook.com/61559883342767/	0		BOOK_TRAVEL								View Edit Delete
2561060	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/13/25, 6:54 PM	1733013342	1749858842		1942																										wwwedb.com	Learn More			DCO	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://wwwedb.com/market/meganovel/13?lpid=11783&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0758161228966E+14	New world publications	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/450664948_1625574091346934_5464423536906748072_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7q2g_m0RGogQ7kNvgFmmJOl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYAcUPJzoh54a0s4jxX5bPGC4PAbUYFuJRS-FMfB2n54uw&oe=67518015	PERSON_PROFILE	0					0		As the daughter of Alpha, I was tortured since I was 6 years old, and more tragically, I was forced to marry the demon Alpha who killed his 9 ex-girlfriends... “Where is she?!” I hear the Beta Kyle scream. I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561483	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/12/25, 2:17 PM	1733013547	1752347861		1942																										dreame.onelink.me	Learn more			IMAGE	🔞Attention! Do not read in public！👉		https://m.dreame.com/novel/1138303488?auto_jump=true&utm_source=facebook_ads&utm_campaign=fillercn524_Dreame_IOS_en_old_facebook_market__2228659_112902ZL_2228659&is_retargeting=true			1.0590988870763E+14	Allnovel story	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468592643_2061860427598667_6177003285441858213_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=DpjxeCKXbdMQ7kNvgEj1yJr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYDMywuRzU0I7M4yhDtHf54oUmREI1R1I24syxk5PWxSlg&oe=67519655	PERSON_PROFILE	0					0		"Mandy's POV ...""I, Alpha Andrew Miller, reject you, Amanda Anderson, as my mate and Luna."" He stated, gazing at me with his cold eyes. Am I imagining things? Is this really Andrew - my Andrew? I quickly searched my mind to check if last night was real. Yes, yes, yes it was! Here I am in his hotel room bed, sore, a little bruised, and sated. I just found my mate, my other half, and I was finally, wholeheartedly happy. Just to have my heart crushed? No! This had to be a bad dream. I blinked my eyes a few times, holding the bedsheet to my chest for dear life, and stared at him, dumbfounded. ""What did you say?"" I finally asked. “Are you deaf? I said I reject you as-” “I heard you the first time.” I cut him off, standing up from bed searching for my dress “...but why?” I found the dress and quickly put it on. He stood there with a cold demeanor. I couldn't decipher his emotions. Where is that sweet, caring, and loving guy from last night? Is he bipolar, perhaps? Putting his hands in jeans pockets, he took three large steps forward. Stopping a few inches before me, I had to tilt my head up to meet his gaze. He was so tall. ""You thought I would accept you?"" he scoffed and continued, ""You are just a weak and pathetic human. You are not fit to be Luna. I need someone strong, someone who is capable of leading by my side, a worthy one."" I stood there frozen in place, not daring to move my shaky legs. I knew once I moved, I would collapse. I refused to give him this satisfaction. I would not break. He lifted his hand and tucked my loose hair behind my ear, sending shivers down my body. His lps formed a disgusting smirk, and he added, ""Although... I must say. You were a bad guy."" He chuckled. ""Probably the best I’ve had, sweetheart."" And that was it. I stepped away from him, with all the courage I could muster, sizing him up. I looked him dead in the eyes and opened my mouth, “I, Amanda Anderson, accept your rejection."" And with that, I left... ... Beep, beep, beep I woke up in a cold sweat, panting. Dear God, what was that? It had been five years since that horrible night, and four years since the last time I dreamt about it. What does it mean? I haven't thought about him in years. And I was surely not thinking about him now! Was I going crazy? Was this the effect of overworking myself? Yep, that must be the answer. I got up from my comfy bed and looked at the digital clock on my nightstand. It showed the time in big green numbers: 6:45am. Dragging my numb body to the bathroom, I stopped in front of the mirror and checked the damage. My brown hair was chaos, a huge mess. It definitely needed to be taken care of. Not just my hair - my face looked pale, and I had dark circles under my gray eyes, probably the effect of lack of sleep. And my eyes, God my eyes were lifeless. I could play a zombie role in some naive sitcom. Is this me? I wondered. Unfortunately, yes. Sighing, I started my morning routine. After a refreshing, warm shower, I wrapped a white towel around my small frame and went straight to the walk-in reacht to find a proper outfit for work. After looking for a few minutes, I finally decided to wear a knee-length red sleeveless dress. I chose a matching set and black stilettos to go with it. After blow drying my hair, I put on enough makeup to at least look presentable. Then I left my bedroom and went to the kitchen in search of the love of my life: coffee. The kitchen opened up to the dining room, only separated by an island with a dark wooden countertop. My kitchen was painted dark gray, which perfectly fit the white cabinets and stainless-steel equipment. I loved the industrial style, that's why my whole house was arranged this way. Thank you, 'Magnolia Design' and Debbie Mitchell, for your work. I loved my home. It gave me a sense of security and peace. After switching on the coffee machine, I started to make breakfast. Today's special was a veggie omelet. Picking up the ingredients from the fridge and beginning to cook, my thoughts went back to my dream. Why now? Was it a warning or something? How to interpret it? Was it a good or bad sign? I was rejected, humiliated, and left heartbroken - all because I was human. My wish to be loved was the most naive thing I could have ever longed for. It wasn’t that I still cared about him or missed him or even loved him. It was just one night - a one-night stand. It was just a little irrelevant episode in my life. Not worth mentioning to anyone. After finishing my breakfast and coffee, I went to my car and drove to work. After driving for 30 minutes in my lovely golden BMW, I reached the underground parking lot and parked my car in my designated place. I went inside the elevator to William's Holding building. I pressed my floor number and waited. At the main lobby, the elevator doors opened, and more people came in, greeting me with a smile, which I returned. Feeling a little tired, I took a few steps back and reachd my eyes, placing my head on the elevator's wall to rest. ""Hello Ms. Anderson, how was your weekend?"" a familiar voice made me snap out of my rest. Damian Kelly, our new IT project manager, who started two weeks ago. Good asset to our department. ""Hello, Mr. Kelly, it was full of relaxation, good food, lots of fun, and a great amount of sleep!"" I answered with a trained fake smile. My weekend was the opposite of my made-up claim, but he didn’t need to know that. ""Looks like you had fun, Ms. Anderson. Perhaps you will share some good stories at our monthly meeting this afternoon?"" Is he trying to piss me off? Cause he might succeed. ""Well, Mr. Kelly, my private life stays private. I hope you will present some magnificent project ideas at that meeting."" I answered coldly to shut him up. Remember who's the boss here. He responded with a nod and turned back, waiting for his floor. Reaching the top floor, I went straight to the CEO's office, and after walking in without a knock, I was met with the most horrible sight. My boss, the famous Ryan Williams , was face with his new flavor of the week. I think her name is Darcy or Daisy, whatever. Gross. I cleared my throat to announce my presence. They immediately stopped and looked my way. Embarrassed, she jumped off him and rearranged her black, way-too-short-for-the-morning dress and stood next to Ryan's desk. I had gotten used to that kind of situation over the past seven years of working with Ryan. He excused her and whispered something in her ear, making her blush. Giggling, she gave him a peck on the lps and headed to the door. I walked her out with my eyes. After seeing the door reach, I turned back and looked at him. ""Well, well, well, I see you had a great weekend."" I teased. ""You should try it sometime. It's refreshing and relieves stress. I'm all at your service."" He said, wiggling his eyebrows. I laughed; full belly laughed so hard I had to put my hands on my stomach. A few tears left my eyes. Moments later, I could finally open my eyes and look at Ryan. ""Every time it’s the same reaction. Will you ever consider my proposal?"" he asked, annoyed with my response. ""You know I love you Ryan, but this,"" I pointed my finger between us, ""will never happen."" ""I'm persistent."" ""And I'm stubborn."" Sighing, he sat in his chair and put his hands on the black wooden desk. ""What brings you here at 8:00am? It's not something I forgot, is it?"" He asked, a little nervous. ""No, you are off the hook this time."" I smiled. ""Uff, then what is it?"" he visibly relaxed. ""Peter."" was my simple response. Peter Collins, my best friend, joined our company six years ago, and we immediately felt a connection, like we were twins. Although we looked very different. While I was short at 5'4, he stood tall at 6'2. Peter had auburn hair, while mine was dark brown. He had beautiful amber eyes, mine were gray. I was human while he was a werewolf, but we kept that a secret. Besides looking physically opposite, we had similar characters: stubborn, crazy, hardworking, and loyal to family and friends. Lately, he had started to act strangely. Skipping our Friday movie marathons at my house. Finding any reasonable excuse to not go to Barry's for Monday's drink evenings. He even stopped crashing at my place after his Saturday family dinner to complain about them. It must be something serious. This can't be something as simple as a hidden partner he was dating in secret to not scare him away with his lifestyle or family problems . He would have come to me first to find a solution to something like that. I was concerned about him, and I needed to find out what was going on. ""What about Peter? He's dead?"" Ryan widened his eyes. I sighed, shook my head, and put my hands on his desk. ""No. He's not dead."" I answered. ""His behavior seems odd these last two weeks, and I don't know what's going on."" I cleared my throat to ask a frightening question...""Did he..."" I gulped, ""Did he resign?"" I looked him straight in the eyes, hoping his answer wouldn’t break me more than I already was, but his soft and sorrowful eyes said it all. ""He did,"" I stated, defeated. I hung my head even lower, trying to fight the tears that appeared in my eyes. I bit my bottom lp hard to not let them flow. Moments later, I stood up straight and released the breath I didn't know I was holding. I turned to leave his office. ""Listen, Mandy, he asked me not to tell you until he's ready. "" Ryan's voice stopped me when I was reaching for the doorknob. ""Thank you for telling me. Your secret is safe with me. "" I answered, not looking back. ""I'm sorry, Mandy!"" was the last thing I heard as the door reachd behind me. ... Finally, the day was over, and after my morning conversation with Ryan, my mind couldn't focus on anything other than Peter. He was leaving me. HE WAS LEAVING ME. Why? What happened? I needed answers, but I couldn’t pry. I had promised Ryan secrecy. All the meetings today flew by in a blur. I just asked my assistant to email me the notes. I would deal with them in the evening when my mind was clear. I hoped. Even Daniel didn't make any comments about my behavior. Good boy. Descending in the elevator to my car, my phone rang. Reaching into my purse, I grabbed it, and when I saw the name on the screen, my heart started to beat at 100 mph. Should I answer or not?! Taking a few deep breaths and preparing for 'the end', I clicked the answer bottomon. ""Hello handsome, glad you remember your bestie,"" I said with a smile, hearing him chuckle on the other end. ""Well, hello to you too, gorgeous,"" he replied, with a happy voice. ""I'm in the elevator now. Can I call you back when I get home?"" I tried to postpone my heartbreak for a little while. ""That's alright. I'm actually at your place right now. I ordered pizza and brought drinks. What do you say?"" It wouldn't have surprised me before, but now, after not knowing what is going on, I was confused. What was the occasion? ""Fine with me, baby. Be there in 40 minutes, I need to pick up my order from Pam's Bakery, ok?"" I replied. ""Oh, please tell me you ordered strawberry muffins?"" he asked dreamily. ""You know I love them. Bad girl, I'm already drooling!"" he yelled. ""Yep, I did,"" I said with a smirk. ""Ok, gotta go if you want those muffins."" I ended the call and exhaled. ""Oh God, please don't do this to me."" I prayed while buckling my seat belt and starting the engine to head back home. ""You can do this. You are strong."" I told myself, leaving the parking lot. ... ""We need to talk."" I gulped. This is it. Prepare for the impact. When I came home, Peter was already sitting on my black leather couch, munching on pizza, and drinking his fourth drink. 'Great, thanks for waiting.' I thought to myself. He greeted me as usual, giving me his million-dollar smile. I took notice of his demeanor. He looked confident, happy, even a little bit proud but what was most noticeable was his glow. What happened? ""I know baby girl, that I've been avoiding you for some time lately,"" he said, putting his arms on my shoulders. ""But I have my reasons,"" he continued, ""You know you are my baby girl, my best friend, and my person to rely on."" He looked me in the eyes, and I couldn't help but gulp again. He was breaking up with me. He was leaving me. ""God!"" He cursed, taking his hands from my shoulders to run them nervously through his hair and turning his back to me. I stood still; frozen and afraid. A sudden sense of déjà vu hit me. The whole scene felt familiar. Where had I felt this before? Suddenly, the memory of my dream appeared in front of my eyes. Rejection. That’s what the familiar sensation was. All the blood drained from my face, my heart dropped to my stomach, and my legs started to shake. This was it, the end. Another one was leaving me. I lost my mate. Now I was losing my best friend. I cleared my dry throat, put my hand on the back of his shoulder, and whispered, ""Tell me what is wrong?"" He let out a huge gush of air and turned around. Putting his hands in his pants pockets, he opened his mouth. ""I found my mate."" Mandy's POV I couldn't believe it was really happening. Peter was leaving me. Oh My God! What was I supposed to do now, all alone, heartbroken again? Was this some sick joke or something? My brain kept shouting all the negative thoughts at me. My heartbeat increased. Was I going to have a heart attack? This was it. I was going to die now. He said it. He said it… Wait!!!! Did he say mate? I didn't imagine it, right? Or was I starting to go mental? ""Did you say MATE?!"" I finally found my voice, still frozen in place. ""Yes."" I blinked a few times and started to pace around the living room, biting my thumb nail. My mind started to shut down, and the only word that I repeated constantly was 'mate.' ""Mandyyyy?..."" Peter's concerned voice pulled me out of my thoughts. ""Oh my God! Oh my God! Oh, my Gooooood!"" I shouted in realization. Clapping my hands, smiling like a naive guy, and jumping in place, I turned to face Peter. His face showed a lot of emotions, my outburst must have shocked him, but the most prominent emotion was worry. He probably thought I was mental, but I couldn't control my emotions. I was happy for my friend. Giggling like a teenage girl, I jumped on the coffee table and let my feelings out. ""My Peter found his maaaaaaate!!!! Ladies and Gentlemen, my Peteeeer,"" I pointed at him dramatically, ""fooooound his MAAAAAATE!"" ""Get your bottom down here, baby girl."" he ordered, shaking his head, ""NOW!"" he added. he furrowed his eyebrows and pouted his lps, waiting for me to cool down. Coming back to my senses, I jumped off the table and took predatory steps his way. ""You!"" I pointed my finger at his chest, and let my words flow. ""You made me feel like I was losing my mind! You were avoiding me, making lame excuses, making me feel abandoned. And to top it all, you resigned from work without even telling me!"" I punched his arm. ""And you feel authorized to scold me?!"" Pointing at myself, I shouted, releasing tears. ""I... I..."" I couldn't find my voice. I threw myself at him and broke down. He held me reach and let me cry my heart out, murmuring sweet nothings into my ear. When I finally calmed down, I took a few deep breaths, composed myself, and moved away from his embrace. ""So."" I cleared my throat. ""Let's start again. You were saying...?"" He chuckled and shook his head in amusement. ""I said...I found my mate."" This time, I reacted properly. ""Oh my God, Peter, I am so happy for you! Tell me everything. Do I know him? Is he a werewolf? When did you meet?..."" I shot my questions at him one after another. He laughed and led me to the couch. Sitting beside me, he reached the table and offered me a drink. I took it vigorously and gulped almost half of it to calm my nerves. ""Easy girl,"" he said, taking the bottle from my hand. ""His name is Benjamin, Ben for short. And no, I don't think you know him. He's not from here."" he answered dreamily. ""He's a werewolf, he came here for business purposes, and we met in the club."" he paused. ""We bumped into each other when I passed the VIP room in 'Stairs'. It was..."" he sighed. ""I can't even describe it, magical, I guess. I was speechless, just stood there starstruck admiring his gorgeousness..."" ""Wow."" I blurted out uncontrollably, staring in awe at my best friend. ""He invited me for a drink, and since then, it just went naturally."" How on earth didn't I recognize the symptoms? For two weeks, he wasn't himself. He wasn't my Peter, the carefree and spontaneous freak. He was reserved, like guarding some precious treasure against the ugly world. Now I know. He found his treasure. I can't blame him, can I? ""Can I meet him?"""		Allnovel story		345	https://www.facebook.com/100080667909936/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561282	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/12/25, 6:21 AM	1733013452	1752319298		1942																										lebagparis.com	Shop now			VIDEO			https://lebagparis.com/products/teddy?_pos=1&_psq=teddy&_ss=e&_v=1.0			2.8583593462142E+14	LeBag Paris	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/462710769_524239473645358_8280092597074040707_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=xiSL7BWGkbAQ7kNvgEcNSUg&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ArNQWplwZQ4iXRBodXD3Fm8&oh=00_AYD0_ic2735VgSVhyMDxhZzxdHrDTsvw5B7VyR6xbth5Cg&oe=67517FE3	PERSON_PROFILE	0					0		Get a jacket for your Birkin and Kelly bags. Link in bio. #bagaccessories #bagcustomization		LeBag Paris		60	https://www.facebook.com/61559499430931/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561174	1	active	11/30/24, 6:36 PM	5/11/25, 1:43 AM	1733013401	1746945819		1942																										https://petthouse.com/products/petthouse-personali...	Shop Now			DCO	{{product.name}}	{{product.description}}	https://petthouse.com/products/petthouse-personalized-tooth-wood-acrylic-ornament-custom-name-co-worker-gift-gift-for-dental-offices			3.1960870789852E+14	Pet House	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468808793_1633846034177324_3234544231229139422_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=bzUQobsaZZEQ7kNvgFUFd8e&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AYRDpzzTe8T1rryQtFIkf6L&oh=00_AYBwO8k_Hwg8oVp-PrFBOpcYF1m7FMq_-K7HVGoq-MBpog&oe=6751787E	PERSON_PROFILE	0					0		Love it 🎄 Order here: https://petthouse.com/FBTVD241126144527 Browse other designs in our store: https://petthouse.com Tips: Use search bar to look for more preferred designs.		Pet House		8126	https://www.facebook.com/61559043224514/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560542	1	active	11/30/24, 6:29 PM	5/1/25, 1:35 AM	1733012979	1746081357		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Tener hijo con mi mejor amigo		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573223030204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465799309_580511577994476_1156295811806008358_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=REulBbebes4Q7kNvgFpEbkv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYBha1zd80qKj7wyBN_7fglyQYE0HcOp5WNG_XAh1HEfoQ&oe=6751901C	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560434	1	active	11/30/24, 6:28 PM	5/11/25, 5:54 PM	1733012917	1747004071		1942																										dynamic.webnovel.com	Learn more			IMAGE	Click to read exciting plot!	Click to read online	https://dynamic.webnovel.com/noah-ssg/starshinning/202305122/30244563706755305+1+5+facebook?utm_source={{campaign.name}}&utm_campaign={{campaign.id}}&utm_adset={{adset.name}}			1.1100433142344E+14	Floyd Dylan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465043187_539756542118372_7048953966546529541_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=sxf3_mDpfkoQ7kNvgGZWrOq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AU_mVk3ucPQR_i9fdKpY5ki&oh=00_AYCx3pb-uZ5sKaGMrIyOVocno5dFRpG6Hrskwc8n6FTggw&oe=675163E0	PERSON_PROFILE	0					0		Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly’s first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart. Lexi Gilbert. The woman Pierce could never forget even if he had already been arranged to marry Kelly. *** Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. *** Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who..		Floyd Dylan		581	https://www.facebook.com/100090047030538/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560625	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/1/25, 1:47 AM	1733013027	1746082050		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120216032121440204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467949610_917834456578111_8306676708710472597_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7-QdIUu8PjEQ7kNvgG54PrU&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYCKQh2qVfpmFhnasMIJD_CT4Bq6H8sspkFqVr1hlmP0IA&oe=6751729A	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560071	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/14/25, 1:09 AM	1733012676	1749881359		1942																											Watch More			DCO	The Vampire And His Blood Wife👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460995122_536409665411185_2841353432547896925_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=2PeATo9S6EUQ7kNvgGmtV8A&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYCGEbAfZlZmFr5iAuxOvrOylWoTsJUrPUrGx8yAQeIclQ&oe=6751730C	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2561123	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/13/25, 12:54 PM	1733013379	1752429255		1942																										homeforsale.at	Learn More			CAROUSEL	Open House : 4 bed 4 bath in New Egypt	Click 'Learn More' to view more photos	https://www.homeforsale.at/7_JANSEN_COURT_dlvyu3-9wb?oh=32398			1.6763974994732E+14	Annamarie "Annmarie" Comforte, Broker Associate at Keller Williams Premier	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468643983_1237293900895114_6339106613195456762_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=LxzxsbINPlUQ7kNvgHs2F3o&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ATQePKVUXeML4PGEj6ayTvq&oh=00_AYBhz5uaeefCHJH66c5ZmvV3K3EL39X0mJ0UztaH74xamQ&oe=675173B7	PERSON_PROFILE	0					0		Click 'Learn More' to view more photos		Annamarie "Annmarie" Comforte, Broker Associate at Keller Williams Premier		401	https://www.facebook.com/AnnmarieComforte.RealEstate/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561534	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/13/25, 2:49 PM	1733013569	1752436193		1942																										hunled.com	Learn more			IMAGE	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468723753_1965131250578530_7389125332582334550_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Mi7VGq0bq5QQ7kNvgGOLLby&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYBSYH8e93uqB3X8Elfs6_04kRWjHcKZ0nBcJpfIRhBCvQ&oe=67516514	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? Dois anos depois, como mãe solteira, encontro um emprego como assessora. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561456	1	active	11/30/24, 6:38 PM	4/23/25, 4:55 AM	1733013530	1745402133		1942																										casapuradesigns.com	Shop now			IMAGE	Get 32% OFF 🔥🔥	Limited Time Offer!	https://casapuradesigns.com/products/personalized-family-christmas-stockings-embroidered-christmas-2024-stockings			4.6503252669525E+14	Casa Pura Designs	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468187382_856832973188663_6090252217124247516_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=syWHvqJsSx0Q7kNvgGSaJe6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYAfAXovDXcK6QVMB_B4r5Z9tSRojSxhOYdD2IxqKHtgYQ&oe=6751701D	PERSON_PROFILE	0					0		🎄 Personalized Christmas Stockings are here! 🎁 Add a special touch to your holidays with custom embroidery. Shop now and make it memorable! 🌟		Casa Pura Designs		2	https://www.facebook.com/61567885600854/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560657	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/13/25, 11:20 PM	1733013051	1749874849		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215507538920204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465774053_536541039346618_6472558799880768878_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=cZWd7zW290cQ7kNvgHZD-NU&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AdaZmjli_ERy3U0Kjl3dsd7&oh=00_AYDVdlpV-zKLRvLmPMJTzekMvRvwvLRD7Il9c5Yd61nOyw&oe=67516B96	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561312	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/16/25, 11:44 AM	1733013471	1752684243		1942																										i-quiz.thehuskyhaul.com	Learn More			DCO	Accept the Challenge Here >>		https://i-quiz.thehuskyhaul.com/trivia/spa/quiz_trl_trl_can-you-name-these-hollywood-icons-sh-60p-tr_i-quiz_1			1.3609988308034E+14	Chocolate.com	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468730420_1116721306748824_2965799885284256801_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uHl_bm6wyMYQ7kNvgEcO-dH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AY2OeOg_Wqj8GDXIbDBwc-e&oh=00_AYCy6ezufZkPOxhr0QN9NnMCUn3nbxNZUSXkC6pifPd7iA&oe=67517791	PERSON_PROFILE	0					0		I scored 85% on this Hollywood quiz! 🎯 Can you beat my score?		Chocolate.com		14822	https://www.facebook.com/chocolatecom/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561488	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/13/25, 2:26 PM	1733013548	1752434817		1942																										c.whastory.com	Learn more			VIDEO	🔥🔥 Click to Read 👉🏻👉🏻		https://c.whastory.com/ad/bnV0cmVhZHMvMzY1NTU5LzIwMjQxMTI3MTM1NjEzL3BhZ2U=?adid={{ad.id}}			1.509108181149E+14	Wha004	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468405960_926642282295448_2677657772181677900_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OMHyGnvtmiUQ7kNvgEsB3K6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYDOn-U8pKLN0qqhALojKrfn-B7T8uPkB6fH16HXWmv_XA&oe=675169B2	PERSON_PROFILE	0					0		"I'm sorry you lost your baby, Dove." "My baby? Not ours?" I can't believe what I'm hearing. He doesn't even seem a little bit upset! "Maybe this is for the best; you know I wasn't ready to be a father anyway." I'm so uncomfortable that he's having this conversation in front of Jenny—it feels like he's purposefully trying to embarrass me. I glance slightly towards Jenny to ask her to leave but notice her trying to hide the grin on her face. Just as I'm about to ask Jenny about the grin, Kelly beats me to it. I didn't even realize she saw it, but I'm grateful she did. Kelly walks slowly towards Jenny, clearly ready to call her out. "What's so funny? You think this is a joke?" — I'm so lost in my thoughts that I barely register the soft squeak of my hospital door opening. I don't need to look up to know it's Kelly; the familiar scent of her light vanilla perfume gives her away. Before I can turn around, she's already climbing into my hospital bed, wrapping her arms around me from behind in a tight hug. I didn't realize how much I needed her until this moment. I don't have to be strong on my own anymore, and I finally allow myself to grieve, letting the tears I've been holding back flow freely. As my sobs shake my body, she just holds me tighter, not saying a word or trying to hush me. It's exactly what I need—just the space to feel everything. Even the ache in my chest feels a little lighter with her here. It feels like I've been crying for hours, but it's really only been about twenty minutes. When I finally manage to take a deep breath and regain some control, I hear Kelly's soft sniffles and realize she's been crying too. I reach for her hand, gently lace my fingers with hers, and give it a squeeze, offering her some comfort in return. After lying here for a while, sniffling and holding each other, Kelly finally gets up and sits in the chair next to my bed. She takes my hand again, her eyes full of concern and sadness, waiting patiently for me to open up. So, I do. I tell her everything—the unbearable pain that hit me at home, the terror I felt when I saw the blood running down my legs, how I tried calling Daniel and Jenny, but neither of them answered, and how I eventually had to call an ambulance on my own. The words spill out in a broken stream, and I feel her hand tighten around mine as I speak. I tell her about Dr. Smith and Nurse Jackie doing everything they could, but in the end, they couldn't save the pregnancy. As I speak, I see a range of emotions play across Kelly's face—sadness, empathy, love, and then, unmistakably, anger. She's never liked Jenny, always saying she gives off weird vibes, and honestly, I agree. I have talked to Daniel about it so many times, but he's made it clear that Jenny is one of his closest friends and he won't let her go. Part of me understands, because that's exactly how I feel about Kelly. Kelly climbs back into the bed with me, wrapping her arms around me again. She doesn't let go, and I'm grateful for the warmth of her embrace. After a while, she speaks softly. "I'm so sorry, Ari. I'm sorry you had to go through this alone since yesterday. Why didn't you call me? You know I would've dropped everything to be here with you." I let out a sigh, knowing I owe her an explanation. "I know, Kells, but... I guess I just wanted to pretend a little longer that this was all just a bad dream. When I finally worked up the courage to call you, it felt like I was admitting that it was real, you know?" She hums but doesn't press further. "Okay, hun, I get it. Now I'm starving, and I'm ordering us some food." We spend a couple of hours cuddling and watching TV. Nurse Jackie pops in every now and then, probably just checking in on how I'm holding up. Eventually, we convince her to join us for lunch, which turns out to be really nice. Nurse Jackie tells me I have to stay another night for more blood tests because Dr. Smith found something in my bloodstream that's worrying her. Kelly quickly offers to run out and grab me an overnight bag. "You definitely need a nice hot shower," she says, and I can't help but agree. Just as Kelly is about to hand me a glass of ice water, Daniel casually walks into the room with his "bestie," Jenny. I'm surprised to see her here. I'm not sure if I should say anything or just let it go. I don't understand why she needs to be here. After our argument, she didn't even attempt to apologize for the things she said and just pretended nothing happened. This woman clearly doesn't like me—anyone can see it in her eyes—so her being in my hospital room right now makes my skin crawl. Daniel silently plops himself into the chair next to me, not bothering with a hello. Leaning in, he takes hold of my hand and gives it a small squeeze. "I'm sorry you lost your baby, Dove." "My baby? Not ours?" I can't believe what I'm hearing. He doesn't even seem a little bit upset! "Maybe this is for the best; you know I wasn't ready to be a father anyway." I'm so uncomfortable that he's having this conversation in front of Jenny—it feels like he's purposefully trying to embarrass me. I glance slightly towards Jenny to ask her to leave but notice her trying to hide the grin on her face. Just as I'm about to ask Jenny about the grin, Kelly beats me to it. I didn't even realize she saw it, but I'm grateful she did. Kelly walks slowly towards Jenny, clearly ready to call her out. "What's so funny? You think this is a joke?" Jenny turns to Daniel with this exaggerated look of shock, like she's the victim here. And, of course, the idiot falls for it. He drops my hand and steps between them, like he's trying to protect her from some kind of threat. "I'm sure you saw wrong, Kelly," Daniel says, trying to smooth things over. I jump in, my voice unsteady with anger. "No, I saw that smirk too. Why is she even here, Dani? This isn't a conversation she should be part of." I know he's going to ignore me—he's been doing that a lot lately. It's always the same old nonsense, and honestly, I'm reaching my breaking point. "Oh, come on, Aria, be realistic," he says, exasperated. "She's my friend, and I was going to tell her about this anyway. You talk to Kelly about stuff at home too, so it's only fair I get to do the same." Then he turns around and takes Jenny's hand. "Let's go, Jen. We don't need this." And just like that, he walks out with her. I try to hold it in, but a harsh sob escapes my lips, raw and painful. I don't want to cry in front of them, but I can't help it. I can't help but wonder why he keeps choosing her over me. This should be a time for us to lean on each other, to be strong together, but it's like the miscarriage doesn't even faze him. When did I lose the supportive boyfriend, the boy I grew up with? When did he turn into this stranger? I look at Kelly, and I can see the anger simmering in her eyes. I know she wants to go after Daniel and Jenny, to give them a piece of her mind. But instead, she stays by my side, offering the support I so desperately need right now. I couldn't wait to get home and climb into my own bed. The nurses and doctors are amazing, but there's nothing like being in your own space. I unlock the door and walk inside, hoping Daniel is home, but it's completely silent, so obviously he isn't here. I take off my jacket, hang it on the coat rack by the door, and stretch my stiff muscles. I glance towards the kitchen and let out a puff of air because I know what's waiting for me there. I was in the kitchen when the cramps hit me out of nowhere, and the amount of bleeding and how quickly it happened was overwhelming. As expected, the mess is still there, including my footprints from when I walked over to the counter to get my cell to call for help. I put my medication on the counter and get the bucket and rag out to clean up a bit. Just as I'm about to fill the bucket with water, Kelly walks into the kitchen from the laundry room. "Okay, Ri, I put the clothes in the washing machine. Do you want me to hang them outside or put them in the dryer when they are done?" she asks absentmindedly. "I'll hang them outside, don't worry. Thanks, Kells." Opening the tap at the sink to fill the bucket with hot water, Kelly walks over and hip-bumps me out of the way. "Move, I'll handle this. You go get in the shower." "No, it's really okay. I just need to clean the blood off the floor first and then I will go take a shower," I say, pointing to the floor. She shakes her head. "Nah uh. All you need to do is take that shower and get to bed. Nurse Jacky gave me strict instructions to make sure you get enough sleep and finish your meds. I plan on following her orders to the T." "Thank you, Kells, but it's blood. I can't ask you to clean that." "Good thing you didn't ask, right? I know where the gloves are, and I know where you keep your bleach and everything I will need. Now, please go before I call Jacky on you." Chuckling at her threat because I know she will really do it, I give her a tight hug and turn to walk to my bedroom. Lowering myself to the shower floor, I let the tears come, feeling every bit of the hurt. My chest is so tight, it feels like it's being squeezed. It's hard to breathe, like I'm trying to get air in my lungs but it's just not happening. I sob and allow myself the time to grieve for my baby. My throat is raw by the time I start to calm down. Pulling myself back together, I give my body a final rinse and switch off the water. It's like Kelly was waiting for me just outside the door because as I step out of the shower she walks in, wraps me in a warm towel, and hugs me from behind. She got me everything I needed, including a pad, and I'm so happy she is here with me right now. Once I'm dressed, she quickly blow-dries my hair and puts me in bed. She makes sure I'm comfy, turning on the electric blanket and tucking me in tightly. I must have slept for a few hours because when I open my eyes, I notice the room is dark. About ten minutes later, Kelly walks in. She has a bag full of food from my favourite Chinese place. She puts on the light and gets into bed next to me. As we relax in bed, my head laying on her lap, we hear the front door open and then close. I lift my head and move over to sit beside Kelly. When Daniel walks in, he looks genuinely surprised to see us here. His eyes flick between us, and he awkwardly waves. Kelly stands up, and for a moment, I feel panicked. But she gives me a soft smile, whispering she's just giving us a chance to talk. As she walks past Daniel, she gives him the meanest side-eye imaginable. I thought Daniel would come sit and talk to me about our baby and what happened, but instead, he walks right past me and goes to the bathroom. I can hear him digging through the vanity, moving things around, and opening and closing drawers. What is he doing? Is he avoiding me? "Did you clean up the mess you made in the kitchen? I'm not touching that blood. It's disgusting," he yells from the bathroom. What is wrong with this man? "Are you joking right now, Daniel?" I snap back. "I can't believe you just said that. I lost our baby, and all you care about is the mess—the mess you obviously saw and left anyway." "Look, I didn't ask for this, alright?" Daniel answers. "It's not like I wanted the child to die. I can't deal with this right now. Just clean it up, okay?" "Doesn't any of this bother you?" I demand. "Don't you care about me, even a little, Dani? I went through the miscarriage alone. You didn't even bother answering a simple phone call." He lets out a frustrated sigh and walks back into the room. "Okay, I get it, I messed up, and I'm sorry," he says, waving his hands around in frustration. "I don't know how to handle any of this!" We both stay quiet because I know I can't be too harsh on him; we all deal with pain differently, and I need to let him grieve in his own way. He walks further into the room and grabs a duffel bag. I follow his movements with my eyes. Turning to me, he says, "Aria, let's face it: the baby wasn't healthy enough to make it. You weren't that far along anyway. Jenny said it wasn't even considered a baby yet, so you really shouldn't feel this sad about it." I feel like I can't breathe. "So, I'm not allowed to feel anything because of what Jenny said? She doesn't even have a say in this," I say, my voice shaky and barely audible. Tears sting my eyes because all I want from Dani right now is understanding, a hug, or maybe just a glimpse of my childhood best friend, but I don't know this person anymore. Daniel's jaw tightens, and he runs his fingers through his hair—a habit of his when he's frustrated. When he finally looks at me, his eyes seem hazy, like he's lost in his own world. "Look, I didn't ask for this mess," he snaps. "It's not like I wanted the baby to die, but you need to face reality. You lost a fetus, not a child! You are making this harder than it needs to be." He doesn't wait for a reply and starts packing a few things into the bag. I watch him closely, tears slowly running down my face as he does. When he's finally done, he looks at me, "Dove, I'm going to leave for the night to clear my head. Maybe ask Kelly to stay over or something." With that, he walks out of the room.		Wha004		47	https://www.facebook.com/61554431895436/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560228	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/4/25, 8:01 PM	1733012768	1749085263		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO			https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1435595577085911&rawadid=120213581499820597			3.5668935420238E+14	Heat stories	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466084947_876664097556855_2444711215797464259_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Cs-gNVV6aEYQ7kNvgEFbRpL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYD6oQlRQXvnrkD5BPolKXFAOSWUvTwjeGIRUO5_ZOfC5g&oe=6751637B	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Heat stories		336	https://www.facebook.com/61563777993401/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560267	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/2/25, 10:33 AM	1733012789	1748878413		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214496999320700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467437507_2078503999272851_1210767733886813501_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=eClQjScGvxkQ7kNvgHYzxjg&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYAAF_bK8bNig4x89Rgmj9_1Fs29PbfysIETShe4533yKw&oe=67516F50	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560551	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/2/25, 10:33 AM	1733012984	1748878416		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215573246200204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465790977_1074425497608813_5699043747623352545_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=7ouot4bQQucQ7kNvgFx8jkC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYDPdWBSNsJ3VXWrq5xeSDnYek4ZMreWBO7jXmnA_d7J_w&oe=67517FCF	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560549	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/2/25, 10:33 AM	1733012983	1748878423		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215861460360204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467320712_491520363923238_6990976665162035468_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=F57NFQ_OvyoQ7kNvgEcWrXa&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AXQvpS14El84175w9Iqt85k&oh=00_AYAG_JE_RAJljIbQXDLKiGjU-6Io8zL360NflT47Cpv3Uw&oe=6751923F	PERSON_PROFILE	0					0		Después de que regresó su primer amor, su marido solicitó el divorcio. Afligida, se da cuenta de que sólo puede ser la mejor amiga de su marido, aunque esté embarazada de su hijo. Con el corazón roto, aceptó el divorcio, eligiendo dejarlo libre y liberarse ella misma... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &4&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561363	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/2/25, 10:50 AM	1733013492	1748879406		1942																										iepsecrets.com	Learn more			IMAGE	IEP Secrets: What The School Districts Don't Want Parents To Know About	Parents, what I’m about to reveal to you might just stir things up a bit! Let’s face it: no one at the school district wants these truths said outloud, like I'm about to reveal to you. But as an IEP parent, you deserve to know the whole deal, the part that’s left between the lines at every mee...	http://www.iepsecrets.com/			1.1133253823109E+14	The IEP Advantage	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468748489_558524156778627_6592772384272263176_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=QQ93euzYPbcQ7kNvgEUvZzX&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AFI6FyFgO-3BWf_sDfAhJC-&oh=00_AYDVb0zXnocGLkl3gtYo-Nr1vwOshtltlYskmkPiFfsAfQ&oe=67517B34	PERSON_PROFILE	0					0		IEP Parents... Discover the critical truths schools don’t want you to know about IEPs—and how they can impact your child’s education. All parents need to know these 7 Secrets, as they hold the key to ensuring your child gets the support they deserve. 💡Get actionable steps to advocate effectively for your child, along with a big Black Friday Deal!! 👉 Click here to learn more: www.iepsecrets.com Star now and take control of the IEP process— We'll show you how... your child’s future depends on it!		The IEP Advantage		73	https://www.facebook.com/IEPadvantage/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561062	1	active	11/30/24, 6:35 PM	5/1/25, 3:47 AM	1733013343	1746089241		1942																										a.thepopfic.com	Learn more			VIDEO	🔥🔥 Click to Read 👉🏻👉🏻		https://a.thepopfic.com/ad/UG9wRmljLzM2NzMxMy8yMDI0MTEyOTA5MzkxMi9wYWdl?adid={{ad.id}}			1.1062030200369E+14	Pop001	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468545872_940593967942705_2083807483486133633_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=fXJOnh340VsQ7kNvgFtQqrC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AC733a9D4zook15xZwHJPVl&oh=00_AYDit_wIAX_ZJx_RFLBMOEMsN3rVz_SffYR-_xWnQ4Qr1w&oe=67518410	PERSON_PROFILE	0					0		My husband, Ryan Carbon, was entwining with another woman. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. She was the wife of Ryan's friend. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo's hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him. --- "You screwed Lisa at the wedding, got drunk at night, didn't even know I was gone. It took you three months to come to me and apologize. You're a hypocrite. I'll never forgive you again. Just go." ———————— The last thing I expected to find when I rounded the corner of the beautiful white wooden summer house, which glowed ethereal in the setting sun, was my husband of seven hours and twenty-four minutes, Ryan Carbon, entwined in the arms of another woman. I’d wanted a break from the loud music, to cool down from the sticky evening and get some fresh air. I’d barely seen my husband since our first dance, there’d been too many people queuing up to offer their congratulations, telling me how stunning I looked in my bridal gown and how happy they were for us both. The afternoon had morphed into the evening at such speed my head spun but not as much as it was spinning now at the sight before me. I glimpsed the two of them through the wall of pretty pink roses climbing the trellises partially concealing their indiscretion, recoiling as I recognised who was entangled with my husband. Ryan’s hand glided over Bobby’s wife’s olive skin, straying up her thigh and under her black dress, the other clasped around her birdlike neck. Short moans of pleasure escaped Liza’s full lips and her head lolled back, eyelids fluttering. I froze on the manicured lawn, not wanting to be seen. The two of them blissfully unaware they had a spectator. Sounds of our wedding reception blared out from the house, guests dancing to ‘Come on Eileen’, stamping their feet on the dance floor with no idea the groom was already breaking his vows. A painful eruption began in my chest, a volcano getting ready to blow, hitting me with a grief so profound, it swallowed me whole. My lips parted to speak, but nothing came out. I had no words nor voice for the sight before me. Ryan nuzzled Liza’s neck and I heard the chink of his belt buckle, followed by a giggle. Vomit forced its way up my throat and I gagged, backing away on the grass before taking off my heels and turning to flee. Blinking rapidly, I stumbled back towards the house, trying to exorcise the scene I’d witnessed from my eyes. A few hours ago, we’d promised to love and cherish one another, but after the photos were over, he’d hit the whisky hard. As the whirlwind of greeting guests for the evening reception got underway, being congratulated and making small talk, I’d seen my husband fleetingly as he worked the room, a tumbler in hand. He’d been bought drink after drink and I knew he might not even find his way to the honeymoon suite later. It didn’t matter, it was our wedding day, a celebration. Everyone was entitled to let their hair down. Liza was my friend; she and Bobby were our friends and the betrayal sliced into my heart like a knife through butter. ‘Seen Liza, Kel?’ Bobby swayed in front of me when I reached the grand staircase, his eyes glazed. I swallowed the lump in my throat, unable to look at him. Bobby was Liza’s husband as well as being Ryan’s best friend and business partner. They’d only been married a year, yet his world had been blown apart in the past few minutes too and he didn’t even know it. ‘No, not for a while,’ I managed. ‘Ah well, she must be around somewhere,’ he turned in a full circle, arms outstretched, his sweat patches on display and worryingly unsteady on his feet. ‘You make a beautiful bride, Kel,’ he added, grabbing my hand and pecking it, a cheeky grin spreading across his face, showcasing his dimples. His curly mop of brown hair fell into his eyes. ‘Thanks, Bob,’ I replied, the onset of tears pricking the corners of my eyes. I slid my hand out of his damp palm and took the stairs as quickly as I could manage in my heavy ivory gown. By the time I reached the honeymoon suite, my throat was thick with misery and I fumbled for the key in the satin bag hanging from my wrist. The tears came even before I had a chance to close the door to the room. Our enormous four-poster bed with crisp white sheets covered in red rose petals made me sob harder. Was it a one-off? Had Ryan got so drunk he’d made a pass at Liza or had they both been lying to me and Bobby for months? I sat on the edge of the bed and put my head in my hands. Life as I knew it crumbled around me. Ryan and I owned a house together in Crawley a few miles away, he ran a business with Bobby, what was he thinking? The lying, cheating prick. How could he do that to me? I wasn’t going to let him get away with it. I should storm out there, rip that bimbo’s hair from her scalp, scratch his eyes out and throw my shiny gold band at him, but it wasn’t me. I hated confrontation, I needed to think and space to do so, but how was I going to escape my own wedding reception? I looked around the grand bedroom for inspiration, glancing over at my pink suitcase, packed and ready for our flight to Crete. The honeymoon I’d been dreaming of, but now Ryan had ruined everything. Ryan’s backpack had been left beside his suitcase and I riffled through it, digging out our passports, printed tickets and euros. In a moment of inspiration, I shoved Ryan’s passport beneath the mattress of the bed, as close to the middle as I could reach, and put the rest of the items in my bag. Finally I rolled up the layers of white satin, torn lace and netting and hid my wedding dress in the empty wardrobe. Checking I had everything I needed, I dialled the taxi company. ‘Hi, I already have a pick-up booked for three forty-five tomorrow morning for Kelly Carbon, but my plans are changing. Do you have a car available now to take me from Gravetye Manor to Gatwick, North Terminal please?’		Pop001		491	https://www.facebook.com/100092038763039/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560885	1	active	11/30/24, 6:33 PM	5/1/25, 3:56 AM	1733013229	1746089803		1942																										tiffany-wheeler.com	Order now			VIDEO	Make the Book of Mormon Part of Your Christmas	Share a Christmas story that celebrates faith and family with Nephite Christmas – perfect for your holiday traditions.	https://tiffany-wheeler.com/product/nephite-christmas/?utm_source=fb&utm_medium=paid&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{ad.name}}			4.6582800327714E+14	Tiffany Wheeler Books	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468806402_939749860822026_7030753648001826491_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KuhYlsJcvIgQ7kNvgEXjVvQ&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AK2eoXiRo6iiV89YAjTfwsP&oh=00_AYC0T7BTKal119ff8LBF2qk_galB4lCtDcf5iZ9dqKlv9g&oe=67517E88	PERSON_PROFILE	0					0		"Really fun twist on a classic christmas story! My 4 year old son loves it 🙂"		Tiffany Wheeler Books		33	https://www.facebook.com/61567716267980/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
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Nove meses depois, quando eu estava dando à luz meu bebê em um hospital de uma pequena cidade, recebi um telefonema de uma amiga: "Quer saber? Seu marido é louco por você". ======== Capítulo 1 A ex-namorada dele retornou Raegan Hayes estava um pouco distraída no momento e só conseguia pensar nas palavras do médico desde aquela tarde. "Parabéns por sua gravidez!" De repente, Mitchel Dixon beliscou o braço dela com força e falou em voz baixa no segundo seguinte: "Planeta Terra chamando Raegan. Sobre o que está pensando tanto?" Antes que ela pudesse responder, Mitchel gentilmente a colocou no sofá e foi para o banheiro. Raegan ficou imóvel no sofá enorme, com mechas úmidas de cabelo grudando em suas têmporas e bochechas. Então, ela olhou para o teto com os olhos marejados, sentindo um pouco de dor pelo corpo. Raegan tinha ido ao hospital por causa de uma dor de estômago incessante. Pensando nisso, ela tirou o relatório do teste de gravidez da gaveta da mesa de cabeceira e se lembrou da notícia que o médico deu a ela após um exame. Ela estava grávida fazia quase cinco semanas! Isso foi um verdadeiro choque, pois ela sempre usava proteção quando satisfazia Mitchel. Depois de quebrar a cabeça, imaginando o que poderia ter acontecido de errado, ela traçou o momento da concepção do bebê. Tinha sido no mês passado, depois de uma festa, quando Mitchel a levou para casa e de repente perguntou, ainda na porta, se ela estava em um período seguro para relações. Só agora ela percebeu que aquele período estava longe de ser seguro! Um barulho de água veio do banheiro. Mitchel era o marido dela e eles já estavam casados secretamente há dois anos. Ele também era superior dela no trabalho, sendo o presidente do Grupo Dixon. Tudo aconteceu muito rápido. Ela tinha acabado de ser contratada pela empresa quando eles tiveram uma noite selvagem ao acaso pela primeira vez depois de uma festa. O avô de Mitchel adoeceu gravemente após alguns dias. Foi então que ele propôs um casamento falso apenas para realizar o último desejo do avô. Eles assinaram um acordo pré-nupcial, concordando em manter o casamento em segredo do público e em poder encerrar a união a qualquer momento. Não era uma situação muito comum, mas Raegan se considerou sortuda naquela época. Afinal, nem em um milhão de anos ela pensou que se casaria com o homem por quem estava apaixonada há oito anos algum dia. Sendo assim, ela concordou com tudo com muito prazer. Após o casamento, Mitchel andou muito ocupado, passando a maior parte do tempo em compromissos de trabalho. Mesmo desejando poder passar mais tempo com ele em casa, Raegan estava tranquila porque não havia rumores nem escândalos sobre ele estar na companhia de mulheres nos últimos dois anos. Exceto pela leve indiferença, Mitchel era um marido perfeito. Raegan ficou com sentimentos confusos ao olhar para o resultado do teste de gravidez agora. Por fim, ela decidiu contar tudo a Mitchel. Ela também queria revelar que não o tinha conhecido pela primeira vez apenas há dois anos e que estava apaixonada por ele muitos anos antes disso. O chuveiro finalmente foi desligado. Assim que Mitchel saiu do banheiro, o celular dele tocou. Ele foi até a varanda apenas com uma toalha de banho enrolada na cintura e atendeu a ligação. Raegan verificou a hora e viu que já era meia-noite. Nesse momento, ela se sentiu um pouco desconfortável, tentando imaginar quem ligaria para Mitchel a uma hora dessa? Ele passou alguns minutos na varanda antes de voltar e tirar a toalha de banho. O corpo dele era um espetáculo para ser visto! A barriga apresentava vários músculos e as pernas eram longas e musculosas. Esse homem era um verdadeiro deus! Vendo seu músculo perfeito, Raegan corou e seu coração começou a disparar. Alheio ao olhar errante sobre ele, Mitchel pegou a camisa e a calça do terno. Ele as vestiu, colocou a gravata e deu um nó com seus dedos delgados. Seu belo rosto de contorno definido o fazia parecer mais digno do que nunca nesta noite. Ele estava muito bonito agora. "Não espere por mim. Boa noite", ele disse finalmente. O quê? Ele ia sair a essa hora? Raegan segurou o resultado do teste de gravidez com mais força enquanto olhava para ele desapontada. Inconscientemente, ela colocou o papel de lado e deixou escapar depois de pensar um pouco: "Mas já é tão tarde." Os dedos de Mitchel congelaram na gravata, então ele beliscou o lóbulo da orelha dela e perguntou com um leve sorriso: "Você ainda quer mais? Quer que eu faça você gozar de novo?" Raegan ficou completamente corada ao ouvir isso e seu coração bateu com mais força. Ela estava prestes a dizer algo quando Mitchel a soltou, dizendo: "Descanse e fique bem, ok? Há algo que preciso fazer agora, então não me espere acordada." Logo em seguida, ele se dirigiu para a porta. "Mitchel!" Raegan correu rapidamente e o alcançou. Ele se virou e olhou para ela com seriedade. "Qual é o problema?" Havia um tom de frieza em sua voz, o que fez uma nuvem gélida pairar entre eles enquanto se entreolhavam. Um pouco angustiada, Raegan perguntou em voz baixa: "Eu gostaria de visitar a minha avó amanhã. Você poderia me acompanhar?" Frágil e doente, sua avó sempre queria vê-la. Raegan queria levar Mitchel para que a avó se certificasse de que eles estavam felizes. "Vamos conversar sobre isso amanhã, tudo bem?" Sem concordar nem recusar, Mitchel saiu apressado. Vários pensamentos passaram pela mente de Raegan enquanto ela tomava banho antes de voltar para se deitar. Ela não conseguiu pregar o olho. Depois de muito tempo se revirando, ela se levantou e foi preparar um copo de leite quente. Havia algumas notificações de uns blogs online no celular dela. No entanto, nenhum deles era interessante. Ela estava prestes a deixar o celular de lado quando um dos alertas chamou a sua atenção. Um nome familiar a fez clicar nele. Era o alerta de uma notícia que dizia: "A famosa designer Lauren Murray foi vista no aeroporto com o namorado misterioso hoje cedo." Na imagem, Lauren estava usando um chapéu e a figura do homem era vaga, mas o contorno do corpo dele era suficiente para mostrar que ele era bem atraente. Raegan ampliou a imagem e seu coração parou no segundo seguinte. O homem da foto era Mitchel! Quer dizer que ele cancelou a reunião da tarde só para ir buscar a ex-namorada no aeroporto? Essa percepção caiu como uma pedra no estômago de Raegan. Ela se sentiu nervosa e suas mãos começaram a tremer. Inconscientemente, ela ligou para Mitchel. O toque da chamada a trouxe de volta aos sentidos. Ela estava prestes a desligar, mas foi atendida e uma voz veio do outro lado da linha. "Olá!" Era uma voz de mulher particularmente gentil, o que fez Raegan congelar por um segundo antes de jogar o celular de lado. De repente, ela sentiu um enjoo e a bile subiu até a garganta. Cobrindo a boca, ela correu para o banheiro e vomitou no vaso. Na manhã seguinte, Raegan foi trabalhar no horário. Mitchel tentou fazer com que ela deixasse o trabalho depois que se casaram. Porém, ela teimou e insistiu em ganhar o próprio dinheiro. Mitchel não censurou a decisão dela, mas pediu que ela trabalhasse como sua assistente, ajudando-o nas tarefas diárias da empresa. O assistente-chefe, Matteo Jenkins, ficou encarregado de cuidar dos assuntos importantes de Mitchel. Ele era o único funcionário do Grupo Dixon que sabia do casamento deles. Apenas assistentes homens eram contratados para o gabinete da presidência. Reagan era a única mulher e, por ter sido a primeira, seu cargo quebrou o protocolo. Por causa disso, outros trabalhadores não puderam deixar de se perguntar se ela estava envolvida com Mitchel de alguma forma. Demorou certo tempo para que eles percebessem que Mitchel nunca dava tratamento especial a ela. Estranhamente, isso fez com que os funcionários a desprezassem. Afinal, ninguém duraria muito tempo tirando vantagem da aparência. O que era estranho era que Raegan estava mantendo o emprego por muito tempo. Assim que Raegan chegou ao trabalho, um de seus colegas lhe entregou um documento e ordenou que ela o levasse ao escritório de Mitchel. Ele não voltou para casa ontem à noite, por isso ela ficou tão preocupada que não conseguiu dormir. Na verdade, ela passou a noite toda pensando na mulher que atendeu o celular quando ela ligou. Será que Mitchel passou a noite com aquela mulher? Raegan já sabia a resposta, mas negava porque era difícil aceitar esse fato. De qualquer forma, Raegan tentou manter a calma agora, raciocinando que, não importava o que acontecesse, ela merecia algo gratificante por ter amado Mitchel durante todos esses anos. Isso não poderia ser tudo em vão, certo? Ela apertou o botão do elevador com calma e subiu ao gabinete do presidente. Antes de sair do elevador, ela alisou o cabelo para ter certeza de que estava bem apresentável. Ela foi até o escritório e viu que a porta estava entreaberta. Dava para escutar a voz de um homem lá dentro. Ela parou instantaneamente. "Vamos lá, cara! Você tem algum sentimento por Raegan ou não?" Era Luis Stevens, amigo de infância de Mitchel. "O que você quer dizer exatamente?", perguntou Mitchel com uma voz fria. "Você sabe exatamente o que eu quero dizer!" Luis estalou a língua com impaciência e acrescentou: "Acho que ela é uma boa garota. Por acaso ela não é o seu tipo?" "Você quer que eu a entregue para você?", perguntou Mitchel com despreocupação. "Esqueça isso!" A risada desdenhosa de Luis soou particularmente áspera aos ouvidos de Raegan nesse momento. Eles estavam falando como se ela fosse um objeto. Raegan respirou fundo e segurou o documento com força. Então, a voz de Luis foi ouvida novamente. "A propósito, vi as fofocas sobre o namorado misterioso de Lauren esta manhã! Era você, não era?" "Sim." "Muito bem... certo. Aquela mulher ainda tem você em uma coleira bem apertada. Você sempre quer agradá-la." Luis suspirou antes de continuar a provocar Mitchel: "Vocês dois passaram a noite juntos. Como diz o velho ditado, a ausência torna o coração mais afetuoso. Agora, conte tudo. Vocês dois..." A conversa deles era como um trovão explodindo sobre a cabeça de Raegan. Seu rosto ficou pálido e seu corpo estava frio como gelo. Lauren e Mitchel passaram a noite juntos! A ausência tornava o coração mais afetuoso! Cada palavra era como uma faca sendo enfiada no coração dela. Várias vozes sussurrantes encheram sua cabeça de repente e ela se sentiu tonta, com a visão embaçada. Então, ela se apoiou na parede e deu um passo para trás. Nesse momento, a porta foi aberta por dentro. "Raegan?" Capítulo 2 Amor unilateral Luis abriu a porta, provavelmente estava de saída. Raegan cerrou as mãos, se virou para ele e assentiu, dizendo: "Ei, senhor Stevens!" Sem esperar que ele falasse alguma coisa, ela passou por ele e entrou no escritório com o documento que precisava entregar. Mitchel estava sentado atrás de uma grande mesa luxuosa, parecendo particularmente bonito com um terno caro e uma gravata combinando. Raegan percebeu que não era o mesmo terno que ele colocou quando saiu de casa na noite anterior. Como ele trocou de roupa? Olhando para baixo, ela engoliu a pergunta e apenas disse: "Senhor Dixon, isso veio do Departamento de Marketing. Por favor, preciso que assine o documento." Mitchel estava inexpressivo ao colocar a sua assinatura. Raegan saiu pela porta assim que ele devolveu o documento assinado para ela. Luis ainda estava parado na soleira e se virou para Mitchel quando ela desapareceu de vista. Então, ele disse em voz baixa: "Você acha que ela ouviu a nossa conversa?" Os olhos atraentes de Mitchel estavam inexpressivos. Obviamente, ele não estava prestando atenção ao que Luis dizia, pois sabia que Raegan sempre foi dócil e nunca sentiu ciúme de ninguém. A obediência estrita dela era tudo o que Mitchel exigia em troca de tratá-la bem. Enquanto isso, Raegan prendeu a respiração apenas para conter as lágrimas no elevador. Infelizmente, isso não funcionou. Ela pensou que dois anos seriam suficientes para Mitchel perceber o quanto ela o amava e retribuir esse amor. Agora, ela descobriu que isso era apenas um sonho e percebeu que sempre ficaria em segundo plano em relação à Lauren, que era o verdadeiro amor dele. Reagan enxugou as lágrimas rapidamente quando o elevador parou e, exceto pelo rosto pálido, parecia que tudo estava normal quando a porta se abriu. Ela se arrastou até a sala de descanso para preparar uma xícara de chá. Havia vários funcionários conversando lá dentro. "Gente, vocês ouviram falar que Lauren Murray está de volta?" "Quem é ela?" "Ah, meu Deus! Você não a conhece mesmo? Lauren é a herdeira do Grupo Murray e é uma designer reconhecida internacionalmente. Mais importante que isso é que ela é a única namorada que o senhor Dixon já exibiu em público. Ela foi o primeiro amor da vida dele!" "E por que o retorno dela é tão importante? Não há rumores de que há algo entre Raegan e ele agora?" "Raegan? Ela é provavelmente apenas um dos muitos brinquedos dele. Ele nunca admitiu que estava namorando com ela e isso não é surpresa para mim. Ah, olhe para ela! Ela se gaba de si mesma como se já fosse a senhora Dixon. Que ridículo!" Parada na porta, Raegan deu um sorriso zombeteiro enquanto os ouvia. Todo mundo via a verdade, exceto ela. Era um amor unilateral. "Ha-ha! Você finalmente acordou do seu sonho de se tornar a senhora Dixon?" Uma voz de zombaria veio de trás de repente. Raegan se virou e viu a prima de Mitchel, Tessa Lloyd, que sempre a desprezava. Tessa também devia ter ouvido os funcionários fofocando, mas a última coisa que Raegan queria agora era discutir com ela na empresa. Então, ela se virou para sair, mas Tessa bloqueou seu caminho. Com uma xícara de café na mão, Tessa disse sarcasticamente: "Lauren está de volta e você acha que Mitchel ainda te dará alguma atenção agora?" Raegan não disse nada. Segundos depois, Tessa continuou a ridicularizá-la: "Que tal eu apresentar alguns homens a você? Eles realmente poderiam gostar das suas habilidades. Ouvi dizer que você é muito boa na..." Raegan cerrou os punhos e a interronpeu friamente: "Senhorita Lloyd, estamos em uma empresa. Se está interessada nesse tipo de negócio, você sabe muito bem aonde ir." "Sua..." O que Tessa ouviu fez seu rosto mudar e ela levantou a mão no segundo seguinte, esvaziando sua xícara de café quente em cima de Raegan. Raegan não imaginou que essa mulher faria algo tão louco assim. Ela ergueu as mãos apenas para tentar bloquear o líquido quente escorrendo por seu rosto. Em pouco tempo, o café desceu por seus braços e queimou sua pele, que ficou vermelha imediatamente. "Ai!" Raegan franziu a testa de dor. "Por que você fez isso? Por acaso ficou louca?" Era hora do almoço e muitos funcionários estavam livres para assistir ao drama com atenção. Tessa ficou ainda mais arrogante quando viu mais espectadores se aglomerando ao redor. Ela fez cara de garota malvada e disse: "Por que você é tão presunçosa, hein? Você realmente acha que ninguém sabe que você é apenas uma miserável sem pais? É muita coragem..." Um som nítido foi ouvido de repente e Tessa foi silenciada por um tapa ardido no rosto. O queixo dela caiu no chão, pois ela nunca esperou que Raegan, que era uma garota tão quieta e tímida, iria dar um tapa nela no meio de todas essas pessoas. Tessa colocou a mão na bochecha e ficou paralisada por um tempo. Em seguida, ela balbuciou: "Sua... como ousa me bater assim?" Raegan olhou para ela e retrucou: "E daí? Parece que você precisa aprender regras simples de educação." Raegan perdeu os pais quando era criança, mas isso não significava que ela permitiria que alguém passasse por cima dela. Tessa franziu a testa com raiva. Afinal, ela estava acostumada a ser bajulada e respeitada por ser a prima do poderoso Mitchel. Essa foi a primeira vez que alguém a maltratou. "Raegan!" Tessa atacou Raegan como um touro furioso, levantando a mão para revidar o tapa. Desta vez, Raegan estava totalmente preparada para o que estava por vir, então agarrou o pulso de Tessa com tanta força que a garota não conseguiu se mover nem mais um centímetro. Tessa era mais baixa que Raegan, por isso teve que se debater como um passarinho preso debaixo de uma arapuca. Nesse momento, ela falou com raiva: "Como ousa colocar as mãos imundas em mim? Quem você pensa que é? Você não passa de um brinquedo do meu primo Mitchel!" Essas palavras duras atraíram ainda mais funcionários para a sala de descanso. "Já chega!" Do nada, uma voz grave veio de trás. Era Mitchel que tinha saído de seu escritório e se deparou com aquele alvoroço. O local ficou em silêncio no mesmo instante. "Mitchel?" O sangue de Tessa gelou ao ver o primo ali porque ela sempre tinha medo dele. A mãe dela também a alertou para nunca o provocar. Porém, quando ela se lembrou que tinha levado um tapa de Raegan, ela fez uma expressão lamentável e falou soluçando: "Mitchel, veja só o meu rosto! Ela me deu um tapa!" A luz do sol lá fora incidiu sobre o belo rosto de Mitchel. Raegan ficou muito triste e baixou a cabeça para olhar para a parte de trás do seu braço, a qual estava escaldada pelo café. Quando ela olhou para cima e encontrou os olhos de Mitchel, ele fez uma carranca profunda e disse: "Raegan, você se esqueceu das regras da empresa?" A crueldade dele fez a respiração de Raegan parar e ela não conseguia acreditar no que estava ouvindo. Ninguém se atreveu a fazer nenhum barulho nesse momento e Raegan apenas ficou parada com sua figura esbelta. Quando ela conseguiu um emprego nessa empresa, Mitchel disse que o Grupo Dixon não era um lugar para brincadeiras e que ele não toleraria que ela cometesse nenhum erro. E ela entendia perfeitamente por que ele tinha tomado essa posição. No entanto, Raegan estava desesperada apenas para saber se Mitchel tinha ouvido as palavras duras que Tessa falou ou se ele estava apenas fingindo não ter ouvido porque concordava com aquilo tudo. Ele realmente a via como uma mera ferramenta para satisfazer seus prazeres? Morrendo de medo da raiva de Mitchel, a multidão logo se dispersou, mas alguns funcionários foram ousados o suficiente para ficar espiando de longe, sem querer perder o desfecho daquele espetáculo. Os olhos frios de Mitchel fizeram Raegan estremecer da cabeça aos pés, então ela beliscou a palma da mão para conter suas emoções enquanto olhava para Tessa. "Sinto muito, senhorita Lloyd. Como funcionária do Grupo Dixon, reconheço que essa situação não deveria ter acontecido." Tessa ergueu o queixo com superioridade enquanto observava Raegan. "Humpf! Não pense que você vai se safar apenas fazendo um simples pedido de desculpas. Eu não acredito na sua sinceridade..." "A bofetada não tem nada a ver com a empresa e me recuso a pedir desculpas a você. Agora, se me der licença", disse Raegan antes de se virar e passar por Mitchel sem lhe dar outro olhar. "Sua..." O rosto de Tessa ficou roxo de raiva depois de ouvir o que Raegan disse. Ela nunca tinha sido tão humilhada. Na verdade, ela sempre foi a agressora e não a vítima! A humilhação foi tanta que, se ela pudesse quebrar Raegan em pedaços, isso não iria aplacar a sua raiva agora. Apontando na direção de Raegan, Tessa gritou: "Mitchel, você ouviu o que aquela mulher acabou de dizer para mim? Ela me deu um tapa na cara e ainda age com essa arrogância. Chame-a de volta. Tenho que bater nela até ela pedir misericórdia!" Mitchel observava as costas esbeltas de Raegan com uma expressão ambígua. "Já chega!", ele disse friamente, levantando a mão. Tessa vivia e respirava drama e crueldade, e não achava que o primo gostasse de Raegan agora. Ela presumiu que ele não se importava nem um pouco com aquela garota, então cerrou os dentes e disse cruelmente: "Da próxima vez, vou arrumar alguém para dar uma lição nela." "Tessa!", exclamou Mitchel com um tom de reprovação e com o olhar semicerrado. Ela estremeceu imediatamente quando viu isso. Em seguida, ele disse com uma expressão sombria: "Só vou dizer uma vez. Esqueça o que aconteceu aqui hoje e deixe Raegan em paz." Tessa sentiu a boca seca por causa da aura que ele exalava e todas as ideias cruéis que ela tinha contra Raegan desapareceram em um instante. Então, ela balbuciou: "Tudo bem... certo, entendi..." Mitchel lançou um último olhar frio para ela antes de falar com Matteo: "Não quero ver pessoas irrelevantes aqui a partir de hoje." Sem entender o que estava acontecendo, Tessa elogiou o primo. "Isso é ótimo! Afinal, esta é uma empresa de topo e nem todo mundo pode ter acesso a este local." Matteo acenou com a cabeça para Mitchel e, depois, foi até Tessa, apontando para a saída. "Senhorita Lloyd, venha por aqui, por favor." Nesse momento, Tessa percebeu que ela era a pessoa irrelevante que Mitchel acabara de mencionar e tentou falar com ele, mas Matteo bloqueou seu caminho. Em seguida, os seguranças a expulsaram sem demonstrar piedade. Foi inútil ela tentar resistir. Enquanto isso, Raegan trocou de roupa e voltou ao escritório. Ela pensou em como Mitchel olhou para ela minutos atrás e seu coração se encheu de tristeza. O fim do expediente logo chegou, então Raegan pegou a bolsa e se dirigiu para a saída. Nesse momento, Matteo apareceu e disse: "O senhor Dixon tem algo urgente para resolver e me pediu para levá-la para casa." Raegan recusou a carona sem pensar duas vezes. Ela estava cega antes, mas compreendia toda a situação agora. Aos olhos de Mitchel, ela não era ninguém. Se ele nem se importava com ela, como ele poderia concordar em acompanhá-la em uma visita à avó? Ao chegar ao hospital, Raegan viu que a enfermeira estava prestes a dar o jantar para a avó. Ela logo assumiu essa tarefa. Durante toda a vida, a avó viveu no campo, desfrutando de uma vida tranquila. Tudo mudou no mês passado, quando um exame médico de rotina mostrou que havia algo errado com o pâncreas da idosa. Foi por isso que Raegan insistiu em trazê-la para a cidade, para que pudesse ter um tratamento melhor. A avó ainda não sabia do casamento, por isso Raegan tinha planejado surpreendê-la hoje. Porém, depois de tudo o que aconteceu, isso não era mais necessário. Um tempo depois, quando a avó adormeceu, Raegan saiu do hospital e esperou por um táxi. De repente, um carro preto de luxo parou na entrada do hospital. Os olhos de Raegan brilharam quando ela o viu, pois reconheceu que era o carro de Mitchel. Então, ele veio buscá-la pelo menos? Nesse momento, ela se esqueceu de toda a dor que vinha sentindo. Seus pensamentos sobre ele estavam todos errados? Ao contrário das fofocas, ele se importava com ela? A porta do veículo se abriu e Mitchel saiu. Raegan começou a caminhar em direção a ele com o coração cheio de alegria, no entanto, parou no meio do caminho. Mitchel tinha dado a volta para ajudar uma mulher a sair do carro. O belo rosto dele estava marcado por preocupação e compaixão. Isso apagou o sorriso de Raegan instantaneamente e seu coração afundou. Capítulo 3 Vamos nos divorciar A figura alta e ereta de Mitchel se aproximou cada vez mais de Raegan. Sem dizer nem uma palavra, ele passou por ela. Era difícil dizer se ele não a viu ou se simplesmente a ignorou. Por sua vez, Raegan percebeu que a mulher nos braços dele era a mesma que havia sido fotografada com ele ontem. Era Lauren. Raegan tentou se mover, mas seus sapatos pareciam feitos de chumbo. Ela perdeu a consciência de tudo o que estava ao seu redor e acabou entrando em um táxi distraidamente. De repente, o motorista disse: "Senhora? Para onde vamos?" Raegan ficou atordoada por um momento. Ela não queria voltar para a Vila Serenity. Afinal, era apenas uma questão de tempo até que aquele lugar deixasse de ser seu lar. Depois de um tempo, ela respondeu: "Por favor, me leve para a Baía Cristal." Ela tinha comprado um apartamento lá depois de se casar com Mitchel. Na época, ela tinha a esperança de trazer a avó para a cidade, por isso comprou a propriedade com um financiamento. Não era muito grande, mas tinha espaço mais que suficiente para duas pessoas viverem confortavelmente. Mitchel não entendeu por que ela quis comprar esse apartamento e se ofereceu para lhe dar um maior, mas ela recusou. Olhando para trás, ela percebeu que essa compra foi a única decisão sábia que ela tinha tomado nos últimos dois anos. Depois que chegou ao complexo de apartamentos, Raegan ficou sentada no parque sozinha por um tempo, tentando se refrescar. As memórias dos últimos dois anos eram doces e tristes. Tudo passou em um piscar de olhos, apesar de terem sido mais de setecentos dias e noites de casamento. As pessoas diziam que o amor podia mover montanhas, mas o dela não moveu nem a pedra no coração daquele homem. Ela finalmente percebeu como tinha sido estúpida e se tornado o motivo de chacota na frente de todos. Já era tarde da noite quando Raegan finalmente decidiu ir para o seu apartamento. Assim que saiu do elevador, ela viu Mitchel parado na frente da porta. As mangas da camisa dele estavam arregaçadas casualmente e os botões superiores estavam desabotoados, revelando seu pescoço e parte da clavícula. Ele estava encostado na parede, perto da porta, e seu lindo rosto estava com uma expressão séria. Raegan congelou, tentando imaginar por que ele estava aqui. Ele não estava no hospital com Lauren? O que ele queria agora? Os olhos deles se encontraram. Com o casaco pendurado no braço e uma das mãos no bolso, Mitchel semicerrou os olhos e perguntou: "Por que você não atendeu o seu celular?" Parecia que ele estava um pouco mal-humorado, como alguém que não dormia há muito tempo. Raegan pegou o celular e viu que o colocou acidentalmente no modo silencioso. Havia cinco chamadas perdidas de Mitchel. Isso marcou a primeira vez em seu casamento de dois anos que Mitchel explodiu. E só porque não conseguiu encontrá-la pelo celular? Era surpreendente! Se fosse antes, ela teria ficado muito feliz com essa situação, e as pessoas chegariam a pensar que ela tinha ganhado na loteria. Mas agora, ela simplesmente jogou o celular de volta na bolsa, cruzou os braços e disse com uma voz rouca: "Não o ouvi tocar." Mitchel ergueu o pulso para verificar a hora no relógio e disse impaciente: "Estou procurando por você há duas horas." Depois de organizar tudo para Lauren no hospital, ele voltou para casa, mas não encontrou ninguém lá. Ele procurou por Raegan em todos os lugares. Mas como não conseguiu encontrá-la de jeito nenhum, pediu para Matteo verificar as imagens de vigilância de todas as estradas que saíam da empresa. Assim, ele acabou descobrindo que ela tinha ido para a Baía Cristal sem avisar. "Da próxima vez, avise quando vier para cá, tudo bem? Vamos para casa agora." Nesse momento, ele caminhou em direção ao elevador sem lhe dar outro olhar. Ele pretendia voltar para a Vila Serenity, porém Raegan não se moveu nem um centímetro. Ela apenas olhou para as costas largas dele e ponderou com relutância. Da próxima vez? Será que eles ainda teriam um futuro? Mitchel se virou apenas para ver que Raegan não havia dado nem um único passo. Ele franziu a testa e perguntou: "Você não consegue andar? Quer que eu carregue você no colo?" A luz do corredor iluminou o rosto dele, tornando seu perfil impecável. Raegan respirou fundo e disse: "Vamos nos divorciar." "Como?" A voz dele estava fria e seu belo rosto mudou imediatamente. "Quero me mudar para a minha própria casa. Afinal, seremos dois estranhos em breve." Raegan forçou um sorriso, mas seu coração doía como se alguém o estivesse destruindo aos poucos. "Seremos dois estranhos?" Mitchel sorriu friamente antes de falar: "Raegan, como você acha que o nosso relacionamento está agora?" O questionamento dele a deixou atordoada por um momento. Ele tinha deixado bem claro desde o início que essa fachada do casamento aconteceu por acordo mútuo. Portanto, não havia amor. Para todos os efeitos, eles nada mais eram do que superior e sua subordinada. Mitchel era um grande partido em Ardlens e muitas jovens ansiavam por seu amor, dispostas até a se atirarem aos pés dele. A pergunta dele a lembrou desse fato agora. Será que ele estava com medo de que ela não o deixasse ir com facilidade? Se fosse esse o caso, não havia como ele estar mais errado... Depois de morder o lábio inferior para esconder o amargor que sentia, Raegan disse: "Sinto muito, senhor Dixon. Eu estava pensando demais nisso tudo. De qualquer forma, me deixe em paz de agora em diante, por favor. Você não precisa vir aqui de novo." Depois de dizer isso, Raegan não pôde evitar o choro. Como ela poderia não ficar triste se estava cortando relações com o homem que amou por anos? Era quase uma década de amor! Independentemente de ser difícil, ela sabia que era hora de deixá-lo ir. Estranhamente, a luz do corredor começou a piscar e o olhar mortal que Mitchel estava lançando para Raegan naquele momento fez a atmosfera parecer o instante do ataque em um filme de terror. Embora entendesse que as mulheres se comportavam de forma irracional às vezes, ele sentia que Raegan tinha acabado de passar dos limites agora. Os olhos dele brilhavam como tochas. Foi então que ele viu as lágrimas nos olhos dela e a raiva dentro dele se extinguiu instantaneamente. Em seguida, ele disse em voz baixa: "Se isso está relacionado com a situação entre você e Tessa, eu..." "Não tem nada a ver com ela. Senhor Dixon, apenas saia agora, por favor." Muitas coisas aconteceram entre eles e o incidente com Tessa não chegou nem perto. Sentindo-se desesperada, Raegan passou por Mitchel, prestes a abrir a porta de seu apartamento. Mitchel não gostou da teimosia dela e afrouxou a gravata, irritado. Então, ele deu um passo à frente e agarrou o pulso dela com força. "Pare com isso, tudo bem?" Um segundo depois, ele colocou o braço em volta do ombro dela e a puxou para um abraço. Ele imediatamente percebeu que ela estava queimando, como se tivesse sido incendiada. "Você está com febre?" Raegan se sentiu tonta e descansou a cabeça no peito dele fracamente. Isso complicou toda a situação. Ela se deu conta de que seus corpos estavam muito próximos, então colocou as mãos contra o peito dele e tentou se afastar. Antes que ela pudesse escapar, Mitchel a puxou de volta e a segurou pela cintura. Com uma expressão fria, ele disse em voz baixa: "Aonde você pensa que está indo?" A luz do corredor piscou novamente. Do nada, ele a levantou e se dirigiu para o elevador. Atordoada, Raegan perguntou suavemente: "O que você está fazendo?" "O que parece que estou fazendo?", ele retrucou. "Vou levar você para o hospital." "De jeito nenhum!", exclamou Raegan de surpresa e pareceu recuperar as forças. Havia uma chance de ela perder a gravidez se não fosse tratada adequadamente. O bebê veio na hora errada, mas era seu filho e era seu dever protegê-lo. Raegan lutou para sair dos braços de Mitchel, no entanto, a força dele tornava seus esforços infrutíferos. "Não seja tão teimosa. Você está doente e precisa ser examinada por um médico", ele disse com firmeza ao caminhar até o elevador com ela ainda nos braços. O coração de Raegan batia tão forte que poderia pular do peito a qualquer instante. Ela afundou as unhas no braço dele e chutou em protesto. "Me coloque no chão! Não quero ir para o hospital!" Capítulo 4 Eu gostaria de ficar sozinha Mitchel parou e olhou para os dedos delgados dela segurando sua camisa. Seus olhos escureceram e ele perguntou: "Por que não?" Raegan baixou os olhos e tentou mentir, dizendo: "Eu... não gosto de hospitais. Há algo neles que me deixa muito assustada." Ela estava com tanto medo de que tudo fosse revelado nesse momento que não conseguia nem olhar nos olhos dele. Porém, não sabia se ele acreditou nisso ou não. Vendo que ele não disse nada, ela acrescentou suavemente: "Aliás, já tomei um remédio e ficarei bem quando descansar um pouco." Mitchel olhou para baixo e só conseguiu ver metade do lindo rosto dela. O rosto dela era muito pequeno e seus longos cílios encaracolados tremiam enquanto ela mantinha o olhar baixo. Talvez a febre a tivesse feito corar, f &17&		O Livro do Amor		3498	https://www.facebook.com/61558821114909/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560281	1	active	11/30/24, 6:26 PM	7/16/25, 1:25 PM	1733012797	1752690302		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			IMAGE	Seguir leyendo👉👉		https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=2029568687383448&rawadid=120214044415460700			4.6757881642794E+14	Happy reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465377687_1107151511116104_7628075802818127073_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6SK5DA2GrnoQ7kNvgERadEl&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A_TqoC2SR-s-MpM6u8g4uDx&oh=00_AYAS_YXYSrsKZ30pHPG-UCxtBo6p7H90k4u8S_ucf8vZiA&oe=6751970C	PERSON_PROFILE	0					0		Ella decidió divorciarse de su marido, que siempre había estado enamorado de su primer amor. Inesperadamente, él se negó a dejarla ir. Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561214	1	active	11/30/24, 6:37 PM	5/1/25, 7:55 AM	1733013423	1746104147		1942																										biophonics-school.com	Learn More			CAROUSEL	Get up to 50% off	Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!	https://biophonics-school.com/routine?utm_source={{campaign.name}}&utm_medium={{adset.name}}&utm_campaign={{ad.name}}			4.6252891694658E+14	Biophonics	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468784521_1744874899660276_1796334780568643830_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_d0VPGte7IIQ7kNvgHiY-AC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYDRfocli_W5m-xrkIoNSfHdY_4NCowH4OyZGSPOA_vjeg&oe=6751920A	PERSON_PROFILE	0					0		Skyrocket Your Vocals This Black Friday – Up to 50% OFF on Customized Vocal Sets ✅ for ALL singing levels Take your vocal technique to the next level with our exclusive sets of chants, meticulously designed to help you master the art of RIFFS & RUNS. Explore exclusive sets Inspired by the vocal brilliance of world-class artists like Beyoncé, Mariah Carey, and Jessie J. These chants provide you with the tools to develop vocal technique and your unique sound. Why These Chants Work: 1. Precision Training: Each chant targets agility, vocal flexibility, and tone clarity, essential for mastering intricate riffs and runs. 2. Range Expansion: Strengthen and expand your vocal range while building control over transitions between registers. 3. Style Mastery: Learn to replicate the stylistic nuances of iconic performers while honing your own artistic expression. 4. Tailored for All Levels: Whether you’re a beginner or a seasoned vocalist, these sets are crafted to support and challenge your individual skill level. 5. Expertly crafted by Cooper Phillip, founder of Biophonics, Grammy Mentor, a renowned recording artist and international vocal coach to thousands of singers Your Voice Deserves This Upgrade! Don’t miss this Black Friday opportunity to transform your singing technique with up to 50% off. This is your chance to invest in your voice and take your skills to professional heights. Grab this exclusive deal before it’s gone – let your voice shine like never before!		Biophonics		9	https://www.facebook.com/61568804451054/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560612	1	active	11/30/24, 6:30 PM	5/11/25, 8:20 AM	1733013019	1746969614		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215914142190204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/467507970_1118552642649961_3061690677095367964_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=092MWjHdLxkQ7kNvgGAVogo&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A0JXW3j37bg8qM3wEZE0AzO&oh=00_AYByVjrZNAMdWPC8cDxgt3K4_DCu04tgvXjKjHSNnsuyaw&oe=675170A4	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Ein abgeschiedenes Kloster stand einsam inmitten der Wolken auf dem Gipfel des Berges. Zwei Personen standen vor den Toren des Klosters, ein Älterer und ein Jugendlicher. "Finneas, ein Jahrzehnt ist vergangen, und du bist unbesiegbar in der gewöhnlichen Welt geworden. Es ist Zeit für dich, den Berg hinabzusteigen." Die Stimme von Melvin Frye, dem Älteren, trug die Last der Zeit. "Sag es einfach, wenn du mich schlagen willst." Finneas Lamorde sah den alten Mann mit einem Blick voller Groll an. Melvin schwieg einen Moment, bevor er sagte: "Eigentlich waren meine Handlungen zu deinem eigenen Besten!" "Hah!" Als Finneas diese Worte hörte, ließ er ein kaltes Schnauben los, antwortete aber nicht. Plötzlich fragte Melvin: "Finneas, verachtest du mich?" "Ich habe dich früher wirklich gehasst!" "Und jetzt?" "Es spielt keine Rolle mehr. Zehn Jahre sind vergangen, also hat es keinen Sinn, das anzusprechen." "Du hast recht, es ist sinnlos! Schließlich, wie viele Jahrzehnte hat ein Mensch in seinem Leben... Die Zeit ist so gnadenlos wie eine Klinge, die selbst die Arrogantesten niederhaut. Trotz meiner Stärke konnte ich nicht zu jenem unerreichbaren Ufer springen." Der alte Mann seufzte. Mit großer Anstrengung hob er seinen Blick und starrte in den fernen Himmel. In diesem Moment ging die Sonne im Westen unter und kündigte den Einbruch der Dämmerung an. Das Abendrot vermischte sich mit den Schichten der Wolken, sein verweilendes Licht fiel auf den weiten Wald und spiegelte einen atemberaubend schönen Glanz wider. "Der Sonnenuntergang ist schön, aber leider ist er vergänglich." Mit einem Seufzer fuhr Melvin fort: "Finneas, könntest du mich 'Meister Frye' nennen?" Finneas senkte den Kopf, die Mundwinkel trugen immer noch das gleiche unveränderte kalte Grinsen. Melvin schien daran gewöhnt zu sein, weiterhin wie gewohnt mit sich selbst zu sprechen. "Finneas, was denkst du, wie die Unsterblichen Welt ist?" "Finneas, ich habe Lust auf Knödel." "Finneas, mein Zahn schmerzt..." Die Szene wurde allmählich ruhig. Whoosh! Die Abendbrise wehte sanft und brachte eine Berührung von Kühle mit sich. Nach einer Weile der Stille spürte Finneas, dass etwas nicht stimmte, und sah zu Melvin auf. Zu seiner Überraschung stellte er fest, dass der alte Mann irgendwann die Augen geschlossen hatte und derzeit keinerlei Lebenszeichen mehr zeigte. Als Finneas diese Szene sah, trat er vor und hob grob Melvins Leiche hoch. Seine Stimme war kalt, als er sagte: "Versuchst du mich nicht nur zu überlisten, den Berg hinunterzugehen, damit du eine Ausrede findest, mich zu schlagen? Warum würdest du so absurde Längen gehen, um deinen Tod vorzutäuschen?" Aber egal, was Finneas sagte, Melvin zeigte keine Reaktion mehr. Sein Teint wurde allmählich lila, und seine Körpertemperatur kühlte langsam ab. Sein Körper war auf weniger als vierzig Kilogramm geschrumpft, ein krasser Gegensatz zu seinem einst ätherischen und majestätischen Auftreten. Erinnerungen begannen langsam in Finneas' Gedanken aufzutauchen. Vor zehn Jahren war er erst zweiundzwanzig, als er sein Studium abschloss. Um sein Versprechen an seine Freundin zu erfüllen, reiste er alleine mit dem Auto nach Yiefmery, um ihre Eltern in ihrem Zuhause zu treffen. Unerwartet traf er auf der Reise einen rätselhaften alten Mann. Der Ältere erwähnte, dass Finneas eine natürliche spirituelle Konstitution hatte und ein vielversprechender Sämling für die Kultivierung war. Trotz Finneas' Einwänden brachte Melvin ihn gewaltsam in diesen dünn besiedelten Berg. So verging ein ganzes Jahrzehnt! In diesen zehn Jahren unterzog Melvin ihn dem rigorosesten Training, das der Menschheit bekannt war. Jeden Tag musste er vor dem Morgengrauen aufstehen, um zu trainieren. Um sieben Uhr übte er seine Schläge. Um zehn Uhr übte er seine Tritte. Um zwölf Uhr übte er sein Schwertkampf. Um zwei Uhr nachmittags übte er die Augen des Äthers. Um sechs Uhr nachmittags übte er seine Arrays. Um neun Uhr abends konzentrierte er sich auf die Medizin. Nach Mitternacht begann er zu meditieren. Tag für Tag, Jahr für Jahr. Über das Jahrzehnt hinweg hatte er unzählige Male danach gestrebt zu entkommen, von diesem Ort zu fliehen und nach Hause zurückzukehren. Aber jedes Mal würde Melvin ihn mühelos zurückziehen und ihm eine schwere Tracht Prügel verpassen! Es gab sogar einmal, als die Prügel so heftig waren, dass sie ihm fast das Leben gekostet hätten. Obwohl die Unsterblichkeitskultivierung als eine große Chance angesehen wurde, war Finneas völlig gleichgültig. Seine Freundin wartete immer noch darauf, dass er sie fragte, während seine alternden Eltern und seine jüngere Schwester alle von ihm abhängig waren, um Geld zu verdienen und die Familie zu unterstützen. Wie konnte er hier bleiben? Leider blieb Melvin trotz all seiner Bitten ungerührt. Finneas hatte einmal subtil angedeutet, dass er eine Nachricht nach Hause schicken wollte, sogar auf Knien gebeten, aber der alte Mann stimmte immer noch nicht zu. Nachdem er ihn gründlich verprügelt hatte, sagte Melvin kalt: „Die Verfolgung der Unsterblichkeitskultivierung widersetzt sich den Himmeln, also musst du alle Bindungen zur sterblichen Welt abbrechen! Finneas, solange ich lebe, kannst du vergessen, jemals diesen Berg zu verlassen!“ Von diesem Moment an hegte Finneas einen tiefen Groll gegen Melvin! Er trainierte jeden Tag unermüdlich in der Hoffnung, schnell stärker zu werden. Sein Ziel war es, Melvin zu übertreffen, um diesen dann zu töten und so den Hass in seinem Herzen zu lindern. Und so verging ein Jahrzehnt im Nu! Er hatte sich zehn Jahre lang einem rigorosen Training gewidmet, aber anstatt den alten Mann zu übertreffen, wie er gehofft hatte, wurde er stattdessen mit dieser bestimmten Szene konfrontiert. In diesem Moment fühlte Finneas eine Leere in seinem Herzen. Er war nicht so fröhlich, wie er es sich vorgestellt hatte, noch war er so wütend. Alles, was da war, war eine ungestörte Ruhe. Oder vielleicht wäre es treffender zu sagen, dass er sich taub fühlte. Er konnte nicht anders, als zu denken, dass seine zehn Jahre des Durchhaltens jetzt völlig lächerlich erschienen. Der Abendwind begann stärker zu wehen. Die Temperatur in den weiten Bergen schien plötzlich unter den Gefrierpunkt gefallen zu sein. Ohne ein Wort zu sagen, legte Finneas Melvin still zur Ruhe. Dann drehte er sich um und stand da, seine melancholischen Augen starrten auf die saftig grünen Berge in der Ferne. Niemand konnte verstehen, was er in diesem Moment fühlte. Nach einer langen Weile sprach er endlich. „Ich kann nicht glauben, dass du dieses Mal wirklich fort bist! Dein Körper wird sich allmählich auflösen und ewig werden, ähnlich wie die Sandkörner in der Wüste. Auf gewisse Weise könnte dies als eine Form der Unsterblichkeit betrachtet werden. Mit diesem Abschied werden wir uns nie wiedersehen!“ Am Ende konnte sich Finneas einfach nicht dazu bringen, Melvin als „Meister Frye“ anzusprechen. Aber was bedeutete es schon, ob er es jetzt tat oder nicht? Er zog sein Schwert, verwandelte sich in einen Lichtstrahl und verschwand am Horizont. Wenn in diesem Moment ein Kultivierter anwesend gewesen wäre, wäre er zweifellos völlig erstaunt gewesen. Es war schwer zu glauben, dass in dieser modernen Ära jemand tatsächlich auf einem Schwert fliegen konnte! Eine halbe Stunde später kehrte Finneas endlich in die Heimat seiner Erinnerungen zurück. Seine Heimatstadt lag am Rande von Jacaster in Jussipi. Das Haus, an das er unaufhörlich dachte, war nichts weiter als ein bescheidenes, eingeschossiges Haus. Vor dem eingeschossigen Haus befand sich ein kleiner Teich, an dessen Seite sanft schwingende Weiden standen. „Also... nichts hat sich letztendlich geändert!“ Als er die vertraute Szene vor sich betrachtete, füllten sich Finneas' Augen schließlich mit Tränen. Ein Jahrzehnt war vergangen, seit er entführt worden war, und jetzt kehrte er endlich nach Hause zurück. Auch mit seinem gegenwärtigen Gemütszustand konnte er nicht anders, als einen Stich des Kummers zu spüren, kurz vor den Tränen. Damals, als er auf dem Berg gewesen war, hatte es unzählige Tage und Nächte gegeben, an denen er von einer solchen Szene geträumt hatte... Vom Schwimmen im Teich als Kind, vom Trubel der Straßen oder sogar von all seinen Freunden und seiner Familie. „Nachdem ich zehn Jahre lang spurlos verschwunden war, haben Mom und Dad wohl gedacht, dass ich tot bin, oder?“ „Und die kleine Alyssa... Als ich ging, war sie erst neun Jahre alt. Ich weiß nicht einmal, ob sie jetzt an der Universität ist!“ „Der alte Mann behauptete, dass der Weg zur Unsterblichkeit in der Kultivierung liegt und erfordert, dass man alle weltlichen Bindungen abbricht. Aber wenn das bedeutet, die Liebsten von uns abzuschneiden, was ist dann der Zweck der Kultivierung?“ Finneas seufzte lang, um seine chaotischen Emotionen zu beruhigen. War das nicht der Moment, auf den er all die Jahre gewartet hatte? In diesem Moment hallte plötzlich ein Schrei der Angst aus dem eingeschossigen Haus. "Ich lag falsch! Ich will die Umzugskompensation nicht mehr! Ich lag falsch, ich verstehe meinen Fehler jetzt!" "Bitte... Nein... Nein!" Klatsch! "Benehmen Sie sich!" Als er das hörte, änderte sich Finneas' Ausdruck abrupt. Ist das Lyssie? Wird sie angegriffen? "Verdammt!" Finneas' Ausdruck war eiskalt. Sein Körper schien zu teleportieren, als er auf die Tore des eingeschossigen Hauses zustürmte! Kapitel 2 Ich verabscheue dich In der Zwischenzeit, im einstöckigen Haus. Zwei glatzköpfige Brutale, ihre Körper mit Drachentattoos markiert, umgaben ein Mädchen, während sie bösartig lachten. "Sie ist absolut umwerfend!" "Mann, das ist erstaunlich! Wer hätte gedacht, dass dieser sture Mieter so wunderschön ist? Wir haben wirklich Glück gehabt!" "Lass mich los!" flehte Alyssa Lamorde verzweifelt und weinte. Ihre zarte Wange war von der Ohrfeige rosarot, mit Blutspuren, die aus den Mundwinkeln flossen. Sie kämpfte mit aller Kraft, aber es war völlig nutzlos! Egal, was sie tat, sie konnte die beiden kräftigen Männer nicht abwehren. "Hör auf zu kämpfen! Wenn wir zufrieden sind, lassen wir dich gehen!" "Keine Sorge, wir werden dich gut behandeln, weißt du..." Die beiden Männer hielten Alyssa fest, während sie böse grinsten. Tränen, klar wie Kristallperlen, fielen aus Alyssas Augen. Sie wusste, dass es heute Nacht kein Entkommen gab! In diesem Moment durchfuhr sie ein Schauer den ganzen Körper, als sie über ihre Erfahrungen in den letzten Jahren nachdachte. Sie hatte sich dagegen gesträubt, Geld für Kleidung auszugeben, und selbst als sie an die Universität kam, hatte sie nicht genug Geld, um teilzunehmen. Selbst beim Essen war sie immer vorsichtig und akribisch. Während des Neujahrs, als andere ein Familientreffen mit einem Tisch voller opulenter Mahlzeiten genossen, konnte sie nur alleine in ihrem einstöckigen Haus zusammengekauert im Bett liegen und beten, dass die kalte Nacht schnell vorübergehen möge. Schließlich ergab sich eine Gelegenheit, als sie die Nachricht erhielt, dass sie umgesiedelt werden würde. Unerwartet nutzte das Abrissunternehmen ihre Einsamkeit aus, indem es eine extrem niedrige Entschädigung für die Umsiedlung anbot. Sie lehnte ab, was dazu führte, dass diese beiden Männer kamen, um sie zur Unterwerfung zu zwingen. Sie verstand es wirklich nicht - was hatte sie falsch gemacht? Trotz all der Mühe, die sie darauf verwendete, ihr Leben in vollen Zügen zu genießen, schien es, als würde das Schicksal ihr einfach keinen Spielraum lassen. Vielleicht hätte ich diese Welt mit Mama und Papa verlassen sollen, als sie vor acht Jahren starben. Dann müsste ich nicht mehr leiden. Bei solchen Gedanken überkam Alyssa eine Welle überwältigender Erschöpfung und Verzweiflung, bis sie bewusstlos wurde. Als die beiden glatzköpfigen Brutalen sahen, wie Alyssa ohnmächtig wurde, lachten sie noch lauter. Knall! In diesem Moment wurde die Haustür des einstöckigen Hauses mit einem einzigen, kraftvollen Tritt aufgestoßen. Wie ein Blitz stürmte Finneas herein! Als er die Szene vor sich sah, füllten sich seine Augen sofort vor Wut, und er fühlte, als ob sein Herz in tausend Stücke zersprungen wäre! "Ah! Geh zur Hölle!" In einem Wutanfall ließ Finneas einen wütenden Schrei los und schleuderte eine Ohrfeige durch die Luft. Boom! Bevor die beiden kräftigen Männer überhaupt begreifen konnten, was passierte, wurden sie von Finneas zu einem Blutnebel reduziert! "Lyssie!" Überwältigt von Emotionen hielt Finneas seine bewusstlose Schwester fest in den Armen und konnte seine Tränen nicht zurückhalten. Er hatte nie in seinen wildesten Träumen gedacht, dass er bei seiner Rückkehr mit einem solchen Anblick konfrontiert würde. Als er den armseligen, knappen Kleidungsstil seiner Schwester und ihre gerötete, geschwollene Wange sah, fühlte er einen überwältigenden Schmerz. Es dauerte eine Weile, bis sich seine Emotionen allmählich stabilisierten. Danach holte er Alyssa ein sauberes Outfit zum Anziehen und reinigte sorgfältig alle Blutflecken im Raum. Er setzte sich erst neben seine Schwester, als er fertig war, und wachte schweigend über sie. Es schien, als könnte er sich nie daran sattsehen. Immerhin hatten sie sich seit einem Jahrzehnt nicht mehr gesehen! Die Veränderung bei Alyssa war signifikant. Sie war von dem winzigen Kind von damals zu einer atemberaubenden Schönheit herangewachsen. Gerade als Alyssa langsam die Augen öffnete. Als sie Finneas sah, erschrak sie und sprang schnell auf die Beine. Mit Misstrauen in ihrer Stimme fragte sie: "Wer bist du und wo sind die beiden Leute von vorhin hin?" "Ich habe sie vertrieben!" Finneas gab nicht zu, die beiden Schurken getötet zu haben. Immerhin war seine Schwester nur ein gewöhnlicher Mensch. Es war unvermeidlich, dass solche Dinge ihr Angst einjagen würden. Gleichzeitig fühlte er sich innerlich etwas zerrissen. Anhand ihrer Reaktion war klar, dass Alyssa ihn nicht erkannt hatte. Aber das war zu erwarten. Vor zehn Jahren war sie erst neun Jahre alt. In den letzten zehn Jahren war sein Haar lang gewachsen. Sowohl sein Aussehen als auch sein Auftreten hatten sich erheblich verändert. "Du hast sie vertrieben?" Alyssa warf Finneas einen zweifelnden Blick zu. Dennoch murmelte sie nach einem Moment des Zögerns: "D-Danke!" Trotz ihrer Worte blieb ihr Ausdruck vorsichtig, und sie hielt einen relativ sicheren Abstand zu Finneas. Als Finneas das vorsichtige Verhalten seiner Schwester sah, stieg Traurigkeit in seinem Herzen auf. Er konnte sich nicht vorstellen, was sie in den letzten zehn Jahren ohne ihn durchgemacht hatte! Was ist mit ihren Eltern passiert? Wo waren sie hingegangen? "Lyssie! Erkennst du mich nicht mehr?" Finneas kämpfte darum, sich zu beherrschen. "Wer bist du?" Alyssa sah auf, ein verwirrter Ausdruck auf ihrem Gesicht, als sie Finneas ansah. Sein Gesicht war von Müdigkeit und Melancholie gezeichnet. Auf den ersten Blick war er vielleicht nicht konventionell attraktiv, aber bei genauerem Hinsehen würde man entdecken, dass er einen einzigartigen, fesselnden Charme besaß. Darüber hinaus fand sie den Mann vor sich überraschenderweise irgendwie vertraut. Es schien, als hätten sie sich irgendwo schon einmal getroffen! "Ich bin es, dein großer Bruder, Finn!" Ein Hauch eines Lächelns schlich sich auf Finneas' Gesicht. "Finn?" Alyssa hielt einen Moment inne. Anschließend begann ein Gesicht aus den Tiefen ihrer Erinnerung langsam mit dem vor ihr verschmelzen. Ihr Körper zitterte sichtbar, und ihre Augen röteten sich schnell. Es war klar, dass glänzende Tränen drohten, aus ihren Augenwinkeln zu fließen. "Lyssie!" Finneas kämpfte wirklich darum, seine Emotionen in diesem Moment zu beruhigen. Er streckte vorsichtig seine Hand aus, in der Hoffnung, das Haar seiner Schwester zu zerzausen, so wie er es früher als Kinder getan hatte. Doch er hatte nicht erwartet, dass Alyssa nach einem kurzen Moment des Erscheinens benommen tatsächlich seine Hand wegschlagen würde. Dann schien sie sich in eine völlig andere Person zu verwandeln. Sie rieb sich die tränenfeuchten, roten Augen und schnappte: "Du irrst dich. Ich habe keinen Bruder!" "Lyssie, du..." Finneas war schockiert, dass seine Schwester solche Worte aussprechen würde. Er hatte gedacht, dass Alyssa bei seiner Rückkehr sich freudig in seine Arme werfen würde, so wie sie es früher als Kinder getan hatten. Überraschenderweise war der Ausdruck in ihrem Gesicht jetzt einer reinen Abscheu. "Nenn mich nicht Lyssie! Als unsere Eltern starben, warst du nicht auffindbar. Jetzt, wo unser Zuhause kurz vor der Zerstörung steht, tauchst du bequemerweise auf? Finneas, ich möchte wirklich nicht schlecht von dir denken, aber du hast mich wirklich enttäuscht!" Ein Zittern durchlief Finneas' Herz, und er fragte schnell: "Waren Mama und Papa gesund?" "Vor Jahren, als du gegangen bist und nie zurückgekommen bist, haben Mama und Papa ihr ganzes Vermögen ausgegeben, um dich zu finden. Am Ende wurden sie von einem Auto auf der Straße erfasst und starben einfach so." Alyssas Stimme war spürbar erstickt, als würde sie Tränen zurückhalten. "W-Wann ist das passiert?" "Vor langer, langer Zeit. Genauer gesagt im zweiten Jahr nach deinem Weggang." Sie betrachtete Finneas erneut, ließ ein kaltes, spöttisches Lachen los und sagte: "Hah! Was hast du in den letzten zehn Jahren gemacht, seit du uns verlassen hast, um so auszusehen? Hat dich Natalie verlassen? Bist du jetzt obdachlos und deshalb zurückgekommen? Finneas, du bist wirklich nicht menschlich!" Finneas trat schnell vor, packte Alyssas Arm. "Lyssie, lass mich erklären. Du magst es schwer glauben, aber in den letzten zehn Jahren war ich auf dem Pfad der unsterblichen Kultivierung..." "Lass mich los! Ich will deinen Unsinn nicht hören!" "Ich werde nicht loslassen! Ich werde dich niemals loslassen. Du bist meine Schwester..." "Finneas, dränge mich nicht. Wirst du nur glücklich sein, wenn du mich in die Ecke gedrängt hast, bis ich keine andere Wahl habe, als alles zu beenden?" Alyssas Stimme war hysterisch, ihre Emotionen schienen jeden Moment zusammenzubrechen. "Finneas, ich werde dir niemals vergeben! Niemals! Seit dem Moment, als unsere Eltern starben, bin ich allein auf dieser Welt ohne Familie zurückgeblieben. Denk nicht, dass ich dir vergeben werde, nur weil du mich gerettet hast!" Als Finneas das hörte, war er sprachlos und erstarrte vor Ort. Er ließ zu, dass Alyssa ihn aus der Tür schob. Dann wurde die Haustür mit einem lauten Knall zugeschlagen. Kapitel 3 Die neun Himmelskunst der Unsterblichen „L-Lyssie.“ Finneas starrte regungslos auf die fest verschlossene Tür, sein Herz schmerzte. Entgegen seiner Erwartungen kam es nie zu der ersehnten herzerwärmenden Familienzusammenführung. Stattdessen spielte sich eine Szene der Verwüstung ab. Man könnte sagen, dass es von dem Moment an, als er vor zehn Jahren von Melvin in die Berge zurückgebracht wurde, dazu bestimmt war, in Tragödie zu enden. Finneas stand an der Tür, holte erst einmal tief Luft, bis sich seine Emotionen allmählich beruhigten. Er musste zugeben, dass Melvins gnadenloses Training ihn wirklich beeinflusst hatte. Er fühlte, als ob sein Blut kalt geworden wäre, als ob er trotz allem schnell wieder zu sich kommen könnte, egal was passierte. Finneas seufzte schwer und begann langsam zu erklären: „Lyssie, damals bin ich wirklich zur Unsterblichen Kultivierung gegangen und wurde an einem Ort für zehn Jahre eingesperrt! Erst heute konnte ich herauskommen...“ Doch drinnen im einstöckigen Haus gab es keine Antwort. „Lyssie, egal was passiert ist, jetzt, da ich zurück bin, gehe ich nirgendwo hin! Mir ist es völlig egal, wie es mit der Umzugsentschädigung aussieht. Du bist meine Schwester, also ist es meine Pflicht, dich zu beschützen! Von jetzt an sind es nur noch wir beide, Bruder und Schwester, die sich aufeinander verlassen. Ich lasse nicht zu, dass dich jemand mehr belästigt.“ Knarren. Die Tore waren geöffnet. Alyssa sah Finneas mit einem komplizierten Ausdruck an. Natürlich glaubte sie Finneas' Behauptung, dass er zehn Jahre lang an einem Ort eingesperrt war, nicht. „Hat all dieses Gerede irgendeine Bedeutung?“ „Lyssie, nachdem unsere Eltern gestorben sind, müssen diese Jahre für dich ziemlich hart gewesen sein, oder?“ Finneas sagte, sein Herz schmerzte für sie. „Das geht dich nichts an.“ Alyssa schlug die Tür wieder zu. Dann lehnte sie sich gegen die Tür, hielt sich die Hände vor den Mund und Tränen liefen bereits über ihr zartes Gesicht. Sie wollte wirklich in die Arme ihres Bruders stürmen können, wie sie es früher als Kinder getan hatten, hemmungslos schluchzen und Trost bei ihm suchen. Aber jedes Mal, wenn sie daran dachte, wie Finneas nach dem Studium für eine Frau weggegangen war, zehn Jahre lang weggeblieben war und den Tod ihrer Eltern verursacht hatte, fand sie es unmöglich, ihm zu vergeben. Jetzt, da ihr Bruder während einer so sensiblen Zeit aufgetaucht war, als ihr Haus abgerissen werden sollte und sie eine Entschädigung für den Umzug erhalten würde, war es schwer, nicht über seinen wirklichen Grund für die Rückkehr zu spekulieren. „Lyssie, geh erst einmal gut schlafen. Ich werde draußen Wache halten. Wenn du etwas brauchst, ruf einfach nach mir“, sagte Finneas leise. Dann fand er einen relativ flachen Platz vor der Tür und setzte sich im Schneidersitz nieder. Sein Kopf war jetzt durcheinander. Er brauchte etwas Zeit, um seine Gedanken zu ordnen. Auf ihrer Suche nach ihm verloren ihre Eltern tragischerweise bei einem Autounfall ihr Leben. Danach musste seine jüngere Schwester so viele Jahre lang ein einsames und schwieriges Leben ganz alleine führen. Es war leicht vorstellbar, wie viel Mühsal und Ungerechtigkeit sie ertragen musste. „Da ich zurückgekehrt bin, sollte niemand mehr daran denken, Lyssie in Zukunft zu belästigen...“ Finneas seufzte schwer. Da seine Eltern bereits gestorben waren, lag sein einziger Fokus jetzt darauf, sich um seine jüngere Schwester zu kümmern und Unsterblichkeit zu erlangen. „Was Natalie betrifft...“ Finneas seufzte erneut. Natalie war tatsächlich seine Freundin von damals. Die beiden waren sieben Jahre lang zusammen, während drei Jahren in der High School und vier Jahren an der Universität. Obwohl sie sich liebten, waren sie letztendlich dazu verdammt, getrennt zu bleiben. Ein Jahrzehnt war vergangen, und Natalie war jetzt zweiunddreißig. Finneas vermutete, dass sie wahrscheinlich inzwischen verheiratet und Mutter war. „Vergiss es, was bringt es jetzt noch, darüber nachzudenken? Letztendlich war ich es, der sie enttäuscht hat.“ Finneas beschloss, nicht weiter darüber nachzudenken. Er nahm die Lotussitzhaltung ein und atmete meditativ ein und aus. Die Atemtechnik, die er praktizierte, war als die "Neun Himmel Unsterbliche Kunst" bekannt. Nach Melvin war dies eine höchste unsterbliche Technik, etwas, für das er sein Leben riskiert hatte, um es aus einer alten Ruine zu erhalten! Leider war diese Methode nicht für gewöhnliche Menschen geeignet. Sie konnte nur von denen kultiviert werden, die eine natürliche spirituelle Konstitution hatten. Das war der Grund, warum Melvin so aufgeregt war, als er Finneas zum ersten Mal sah. Nach allem, was passiert war, konnte auch Finneas erraten, warum Melvin so hart und gnadenlos zu ihm gewesen war. Melvin war bemerkenswert talentiert und schaffte es, in dieser modernen Ära die Urteilsphase zu erreichen. Leider konnte er letztendlich die Unfruchtbarkeit dieser Welt nicht überwinden. Am Ende seines Lebens hatte er es immer noch nicht geschafft, Unsterblichkeit zu erlangen. Unsterblichkeit zu erlangen war Melvins lebenslange Besessenheit. Deshalb suchte er im letzten Jahrzehnt seines Lebens Finneas auf. Er goss all sein lebenslanges Wissen in den jungen Mann und hoffte, dass Finneas derjenige sein würde, der die Ketten ihrer Welt brechen würde, um den Fluch zu zerstören, der zukünftigen Generationen die Unsterblichkeit verwehrte. Unter Melvins unmenschlichem Training erwies sich Finneas als würdig. In nur einem Jahrzehnt war er ein Kultivierender auf dem Höhepunkt der Goldenen Kernphase geworden. Der Weg der Kultivierung war in zehn Phasen unterteilt: Energieverfeinerung, Grundsteinlegung, Goldener Kern, Nascitseele, Seelenprojektion, Göttliche Transformation, Leere Verfeinerung, Transzendenz, Große Erhebung und Urteil. Jede Phase war weiter in zahlreiche Unterphasen unterteilt. Zum Beispiel könnte die Goldene Kernphase in drei Unterphasen unterteilt werden: Kernbildung, Kernkondensation und Kerntransformation. Ebenso könnte die Nascitseelephase auch in drei Unterphasen unterteilt werden: Seelenbildung, Seelenkondensation und Seelentransformation. Jeder kleine Durchbruch einer Unterphase war ein großer Fortschritt für den Kultivierenden und führte zu einem exponentiellen Anstieg seiner Stärke. Man könnte sagen, dass Finneas in dieser modernen Ära mit seiner Kultivierung auf dem Höhepunkt der Goldenen Kernphase praktisch unaufhaltsam war! Natürlich war dies nur etwas, was Melvin ihm erzählt hatte, als er noch lebte. Was die Details betrifft, war selbst Finneas nicht ganz sicher, da er bis jetzt noch keinen anderen Kultivierenden getroffen hatte. Die Nacht verging im Nu. Nach seiner Kultivierungssitzung öffnete Finneas die Augen und atmete eine verbrauchte Luft aus. Nach dem Durchbruch der Goldenen Kernphase würde es für ihn nicht einfach sein, weitere Fortschritte zu machen. Aufgrund der Knappheit an spiritueller Energie in dieser Welt würde es eine unglaublich lange Zeit dauern, die Nascitseele allein durch Meditation und Kultivierung zu bilden. Um schnell voranzukommen, müsste er alternative Methoden finden. In diesem Moment öffneten sich die Tore des einstöckigen Hauses. Alyssa, die eine Schüssel voller Kleidung trug, trat heraus, bereit, sie im nahegelegenen Teich zu waschen. Sofort war Finneas an der Seite seiner Schwester. "Lyssie, Wäsche waschen? Lass mich dir dabei helfen." "Das ist nicht nötig", antwortete Alyssa kalt. In der letzten Nacht hatte sie beobachtet, wie Finneas die ganze Nacht draußen saß. Dennoch war es unmöglich, den Groll in ihrem Herzen zu löschen. Sie dachte immer noch, dass die Rückkehr ihres Bruders dieses Mal höchstwahrscheinlich auf den Abriss und die Umsiedlung zurückzuführen war. "Es besteht kein Grund, höflich zu mir zu sein." Finneas schnappte sich prompt die Schüssel und ging zum Teich. Als er sich hinsetzte, bemerkte er, dass etwas nicht stimmte. Dies lag daran, dass die Waschschüssel mit Damenunterwäsche gefüllt war... Waschen... oder nicht waschen? Finneas war wirklich in einer Zwickmühle. Obwohl Alyssa seine eigene Schwester war, erkannte er immer noch die inhärenten Unterschiede zwischen Männern und Frauen an. Außerdem schien es ihm nicht ganz angemessen und ziemlich unangenehm, diese Art von intimer Kleidung mit den Händen zu schrubben... Trotzdem konnte Finneas, als er auf die verblassten Unterwäsche starrte, nicht umhin, einen Stich der Traurigkeit in seinem Herzen zu spüren. Für ein Mädchen war es wichtig, regelmäßig neue Unterwäsche zu kaufen, aber es schien, als ob Alyssa seit Jahren dieselben trug. "Was ist los? Kann jemand wie du auch verlegen sein?" Alyssa stand am Ufer, ihr Ton gleichgültig, als sie sprach. "Diese Kleidung ist zu alt. Mach dir keine Sorgen, ich werde dir später neue kaufen", versprach Finneas leise, während er die Wäsche wusch. "Hör auf zu tun als ob!" Alyssa drehte sich um und ging ins Haus. Bei diesem Anblick konnte Finneas nicht anders, als bitter zu lachen. Kapitel 4 Kelly Latiers Nachdem er die Wäsche fertig hatte, beschloss Finneas, rauszugehen und etwas Geld zu verdienen. Gerade als ein pinkfarbener Chevrolet Spark die baufällige Schotterstraße vor ihrem Haus hochfuhr. Ein Mädchen mit leichtem Make-up und auffälliger Kleidung stieg aus dem Auto aus. Sie sah etwa achtzehn oder neunzehn aus, trug ein weißes Kleid und schwarze Strümpfe. Mit einem jugendlichen, energiegeladenen Aussehen ähnelte sie einer zarten Porzellanpuppe. Ihr Name war Kelly Latiers, eine Klassenkameradin von Alyssa. Kelly warf einen neugierigen Blick auf Finneas, der an der Tür stand, und rief dann laut ins Haus: "Lyssie, bist du zu Hause?" Drinnen hörte Alyssa die vertraute Stimme und wischte schnell ihre Tränen weg. Dann lief sie heraus und fragte: "Kelly, warum bist du hier?" "Lyssie, hast du gerade geweint?" Kelly bemerkte Alyssas rote Augen und spürte sofort, dass etwas nicht stimmte. Dann dachte sie an etwas und warf einen misstrauischen Blick auf Finneas, der nicht weit entfernt stand. "Er sieht nicht wie ein guter Mensch aus. Hat er dich gemobbt?" "Nein, ich bin nur versehentlich hingefallen." Alyssa schüttelte den Kopf und zog Kelly ins Haus. Finneas wollte ihnen folgen, aber als er einen Schritt nach vorne machte, knallte die Tür zu. "Sie muss eine Freundin von Lyssie sein... Mit einer Freundin um sich herum sollte sich Lyssie besser fühlen", murmelte Finneas draußen vor sich hin. Es spielte eigentlich keine Rolle, ob er reinging oder nicht, denn sein scharfes Gehör ermöglichte es ihm, jedes Geräusch im Haus klar zu hören. Was ihn beunruhigte, war, dass Kelly glamourös und schön aussah, während seine Schwester wie Cinderella aussah. "Auch wenn Lyssie gesagt hat, dass dieser Ort bald umgesiedelt werden könnte, ist es nicht realistisch, sich auf die Umsiedlungskompensation zu verlassen. Ich muss schnell Geld verdienen!" Finneas überlegte einen Moment, dann hockte er sich in die Ecke, um dem Gespräch im Haus zuzuhören. In dem kleinen Raum gab es nur ein abgenutztes Bett und einen mit Büchern überhäuften Schreibtisch. Die beiden Mädchen saßen auf dem Bett und flüsterten miteinander, ohne zu bemerken, dass Finneas alles hörte, was sie aus der Ecke sagten. Wenn Kelly es wüsste, würde sie ihn definitiv mit ihrem feurigen Temperament ausschimpfen. "Lyssie, wer ist dieser gruselige Typ mit dem struppigen Bart und den langen Haaren?" "Ich weiß nicht, vielleicht ein Müllsammler, der hierher gekommen ist, um sich zu erleichtern." "Oh, kein Wunder, dass er so heruntergekommen aussieht. Ein erwachsener Mann, der so lebt, ist wirklich beschämend!" An der Wand in der Ecke war Finneas sprachlos. Alyssa wollte nicht, dass Kelly so über ihren Bruder sprach, also fragte sie schnell: "Kelly, warum bist du heute hierher gekommen?" "Oh! Es ist einen Monat her, seit die Schule begonnen hat. Der Administrator hat mich gefragt, wann du dich anmelden wirst. Wenn du nicht bald gehst, wird die Schule es als freiwilligen Rückzug betrachten." Kelly sagte schnell. Alyssa biss sich auf die Lippe und antwortete nicht. "Ist es wegen der Studiengebühren?" Kelly sah sich im Raum um und sagte dann: "Du kannst einen Studienkredit beantragen! Wie auch immer, es ist nicht einfach, an die Jacaster University zu kommen. Willst du wirklich aufgeben?" "Ich will nicht aufgeben, aber ich kann meinen Antrag auf Studienkredit nicht genehmigt bekommen." Alyssa lächelte bitter. "Warum nicht?" "Weil meine Bestätigung des benachteiligten Hintergrunds nicht bestanden hat!" "Verdammung! Wie kann das fair sein? Wie können sie dich nicht als benachteiligt betrachten? Warum haben sie es nicht genehmigt? Das ist empörend!" Kelly sagte wütend. Alyssa trug einen bitteren Ausdruck und antwortete nicht. Sie wusste, dass selbst wenn sie es Kelly erzählte, es nicht helfen würde. Kelly kam aus einer gewöhnlichen Familie, und wenn sie sich mit diesen Leuten einließen, wären sie auch in Schwierigkeiten. Sie wollte nicht, dass Kelly das erlebte, was sie letzte Nacht durchgemacht hatte. Was das Anrufen der Polizei betrifft? Nachdem sie es gestern gemeldet hatte, kamen nachts zwei große Kerle, um sie zu entführen. Sie glaubte nicht, dass es ein Zufall war. "Is it because of the relocation? Do they want to force you to sell the land cheaply?" Kelly asked keenly in a low voice. Alyssa nodded silently. Kelly clenched her teeth in anger. "D*mn! These b*stards only bully a girl. If you had a man in your family, they wouldn't dare bully you!" Hearing this, Alyssa felt a pang in her heart. The situation had become serious enough that even having a man in the family might not solve it. "Forget it! I don't plan to go to university anymore. It isn't worth it. I'm alone, so it's fine if I can get by. I'll just live each day as it comes." "No, if necessary, I'll talk to the administrator and ask the classmates to donate for you." "Kelly, I can't live off others forever! Besides, going to university isn't always a good thing. I plan to work and see the world." Alyssa forced a smile. Just then... Bang! The door was forcefully pushed open from the outside, and Finneas strode in. This scene stunned the two girls in the room. "No, Lyssie, you have to go to college. Don't worry about the money; I'll take care of it!" Finneas' face was dark with anger. He couldn't believe his sister was skipping university because of money! He was a powerful Golden Core cultivator and couldn't stand the thought of his sister not having money for school. His heart ached. If he hadn't eavesdropped, he wouldn't have known any of this! And the verification documents? Who was stopping them from being approved? How dare they bully Alyssa? They all deserve to die! At that moment, Finneas had an overwhelming urge to kill those who dared to bully Alyssa. "Are you insane? Trespassing into a private residence is illegal!" Kelly quickly shielded Alyssa behind her and glared at Finneas. "I'm Lyssie's brother!" Finneas replied calmly. "Brother?" Kelly looked skeptical and then turned to Alyssa for confirmation. Alyssa had just said he was a scavenger here to take a dump." "My brother died ten years ago. This guy must be some nutcase." Alyssa replied expressionlessly. "Did you hear that? You nutcase, leave now! Otherwise, I'll call the police. Don't think you can bully us just because we're two girls!" Kelly shouted. Finneas took a deep breath and slowly said, "Lyssie, whether you acknowledge me or not, you have to go to university. And Kelly, I'm going out to earn the tuition money now. I'll be back before dark. Take care of Lyssie for me. I'm afraid she might do something stupid." After saying this, Finneas turned and left, quickly disappearing from their sight. This scene left Kelly stunned, her face filled with confusion. Jacaster University's tuition is over five thousand a year. How can a man who can't even afford new clothes earn that in a few hours? "He must be crazy! I heard that insane people aren't held responsible for murder. Good thing he left voluntarily," Kelly said, patting her chest in relief. Alyssa felt conflicted and remained silent. She thought he had returned to fight for the relocation compensation, but now she wasn't so sure. Maybe he really did not have a choice back then. Should I accept if he brings back over five thousand for my tuition? Alyssa was lost in thought. Her eyes gradually lost focus, drifting into memories of her childhood. Kapitel 5 Hunderttausend, um Ihr Problem zu lösen Nachdem er zu Hause weggegangen war, rannte Finneas direkt zum Stadtzentrum von Jacaster. Mit seiner Geschwindigkeit war eine vierzig Kilometer lange Reise nur eine Frage von Minuten. Wenn er mit seinem Schwert flog, würde es nur eine Minute dauern, aber das Stadtzentrum war überfüllt, also entschied er sich, nicht zu fliegen. Was das Geldverdienen betrifft? Finneas hatte zahlreiche Möglichkeiten, es zu verdienen. Das Einrichten von Arrays, die Verfeinerung von Medikamenten, die Herstellung von Talismanen, die Behandlung von Krankheiten und die Geomantie waren alles in seinem Fachgebiet. Jeder dieser Bereiche könnte ein Vermögen einbringen. Nach einem kurzen Moment des Nachdenkens kam Finneas auf einem Markt in Nord-Jacaster an. Dieser Markt, bekannt als Jaskait Market, war nicht der größte in Jacaster, aber zweifellos der vielfältigste. Hier wurde alles verkauft, von täglichen Notwendigkeiten und Hausmitteln bis hin zu Gold, Silber, Schmuck, Antiquitäten und Smaragden. Man konnte sogar ein paar Wahrsager, Exorzisten und Geomantie-Kundige finden. Die chaotische und gemischte Zusammensetzung des Marktes machte ihn zu einem rechtsfreien Raum, in dem selbst der Stadtrat eine Einmischung vermied. Finneas fand einen leeren Platz, setzte sich mit gekreuzten Beinen hin und schrieb mit einem roten Ziegelstein auf den Boden: Vermiete mich für zwei Stunden: Meister aller Trades, Preis verhandelbar. Nachdem er sich eingerichtet hatte, schloss Finneas die Augen und wartete darauf, dass jemand in Not auf ihn zukam. Der belebte Markt verbreitete schnell die Nachricht über sein Angebot, und viele Leute kamen, um sich das anzusehen, aber niemand erkundigte sich weiter. Seine Behauptung, ein Meister aller Trades zu sein, war zu übertrieben. Selbst eine Gottheit würde es nicht wagen, eine so kühne Behauptung aufzustellen. Lügner! Sie nahmen an, er sei ein Betrüger. Die Leute umringten Finneas, zeigten auf ihn und diskutierten. Einige kamen, um ihn mit absurden Fragen zu verspotten wie: "Kannst du Impotenz heilen?" oder "Kannst du seine Länge um fünf Zentimeter vergrößern?" Finneas ignorierte diese offensichtlich spöttischen Anfragen. In der Zwischenzeit beobachtete eine Gruppe von Männern in einem schwarzen Hummer, der in der Nähe geparkt war, Finneas genau durch das Fenster. Einer von ihnen sprach zu einem Mann mittleren Alters auf dem Rücksitz. "Boss, dieser Kerl ist zu jung. Er blufft definitiv. Wir sollten woanders suchen. Wenn wir nicht bald eine Lösung finden, könnte es auf der Baustelle zu großen Problemen kommen." "Es ist nicht einfach, einen Experten für Exorzismus zu finden", seufzte der Mann mittleren Alters. Er war Cameron Wheeler, Vorsitzender eines großen Bauunternehmens in Jacaster. In letzter Zeit plagten seltsame Vorkommnisse die Baustelle seines Unternehmens. Arbeiter berichteten, nachts Kinder weinen zu hören, und diejenigen, die nachsahen, fanden nichts. Als die Arbeiter in ihre Unterkunft zurückkehrten, hallten die Geräusche des Weinens von draußen erneut wider. Letzte Nacht behauptete ein Arbeiter, als er auf die Toilette ging, einen Wiesel gesehen zu haben, der ihn anlächelte. Es fragte: "Junger Mann, sehe ich aus wie ein Mensch oder ein Unsterblicher?" Der Arbeiter hatte noch nie ein so seltsames Ereignis erlebt. Er wagte es überhaupt nicht zu antworten und floh direkt zurück in seine Unterkunft. Doch sobald er zurückkehrte, wurde er ernsthaft krank und konnte nicht aufstehen. Trotz des Krankenhausaufenthalts konnten sie nichts finden. Er lag immer noch im Krankenhaus. Verzweifelt führte Cameron persönlich ein Team zum Jaskait Market, um einen Experten zu finden. Sie fanden mehrere scheinbar mächtige Experten, aber alle stellten sich als Betrüger heraus. Cameron rieb sich frustriert die Schläfen. Das Projekt hatte einen Wert von über zwei Milliarden, mit einem potenziellen Gewinn von einer Milliarde für ihn. Verzögerungen kosteten ihn schwer. "Boss, ich habe gehört, es gibt einen Experten in Süd-Jacaster." "Dieser alte Kerl ist ein Betrüger. Ich weiß es besser als du." "Was sollen wir dann tun?" "Ich bezahle euch nicht, um mir Fragen zu stellen! Nutzlose Idioten!" Mit seinem feinen Gehör hatte Finneas das Gespräch im Hummer bereits mitgehört. Das brachte ihn auf eine Idee, und er rief: "Meister aller Trades, besonders geschickt im Exorzismus! Kommt zu mir, wenn ihr Hilfe braucht!" Danach begann er zusammenzupacken und tat so, als würde er gehen. In diesem Moment stürzte ein Mann mittleren Alters aus dem Hummer und rief: "Junger Mann, warte!" Erwischt! Finneas lächelte spöttisch und hielt inne, um den Mann zu prüfen. Der Mann hatte ein quadratisches Gesicht und dicke Augenbrauen, strahlte eine Aura der Autorität aus - wahrscheinlich jemand aus der Unterwelt oder von hohem gesellschaftlichen Stand. Er war auf jeden Fall keine gewöhnliche Person. Am wichtigsten war, dass eine dunkle Aura den Mann umgab, was zeigte, dass er einer unmittelbaren Gefahr gegenüberstand. Es war ein Zeichen, das nur für jemanden mit Finneas' spiritueller Sicht sichtbar war. "Lassen Sie mich mich vorstellen. Ich bin Cameron Wheeler und ich -" "Ich habe nur begrenzte Zeit. Kommen Sie zur Sache." Finneas benahm sich wie ein arroganter Experte. Cameron betrachtete Finneas und erklärte dann die Situation auf der Baustelle. "Wo befindet sich Ihre Baustelle?" "Sie liegt ungefähr fünfzig Kilometer von den östlichen Vororten entfernt, am Fuße des Mount Riveria", antwortete Cameron. Nachdem Finneas das gehört hatte, hatte er eine grobe Vorstellung. Sie befanden sich im modernen Zeitalter, aber spirituelle Energie existierte immer noch, was zur Geburt von Dämonen führte. Die Arbeiter hatten wahrscheinlich einen schelmischen Wiesel getroffen, der nach Unsterblichkeit strebte. Dies bedeutete nicht, dass der Wiesel wirklich kurz davor stand, unsterblich zu werden. Vielmehr hatte es eine beträchtliche Zeit gelebt und spirituelle Intelligenz entwickelt. Daher griff es zu unkonventionellen Methoden, um seine Urbedürfnisse zu befriedigen. Solche Kreaturen würden vor Finneas erschreckt sein. Dennoch fragte er absichtlich: "Es gibt viele Experten auf diesem Markt. Warum kommen Sie zu mir?" "Vergessen Sie es. Sie sind alle Scharlatane, die hier nach Ruhm fischen", antwortete Cameron kalt und fuhr fort: "Ich verstehe, was Sie meinen. Wenn Sie damit umgehen können, werde ich Ihnen zwanzigtausend bezahlen." Finneas sah Cameron direkt an und sagte ruhig: "Mr. Wheeler, das ist keine einfache Angelegenheit. Es ist überaus ernst! Verzeihen Sie mir die Direktheit, aber wenn diese Situation nicht bald gelöst wird, werden Ihre Baustelle und sogar Sie selbst in Gefahr geraten. Haben Sie in letzter Zeit schlecht geschlafen?" Camerons Herz setzte einen Schlag aus. Er wusste, dass die Situation ernst war. Die Baustelle war seit Tagen geschlossen und kostete ihn täglich Zehntausende. Wenn diese Situation weitergehen würde, würde er enorme Verluste erleiden. Außerdem fühlte er sich in letzter Zeit nachts beobachtet. Aber wenn er das Licht einschaltete, war nichts in der Nähe. Das machte ihn ängstlich. Cameron zweifelte zunächst an Finneas. Er war verzweifelt und bereit, alles zu versuchen. Nachdem er Finneas' Worte gehört hatte, war er voller Schock. Ist dieser Pokerface-Mann ein echter Experte? "Junger Mann, was schlagen Sie vor?" "Erhöhen Sie den Preis." Cameron sah Finneas an. Anstatt wütend zu sein, war er überraschend erfreut. Die Forderung nach mehr Geld deutete auf Selbstvertrauen hin. "Wie viel?" "Hunderttausend. Ich garantiere, Ihr Problem zu lösen!" antwortete Finneas ruhig.		Wie Lesen		335	https://www.facebook.com/61565407629595/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561258	1	active	11/30/24, 6:37 PM	6/3/25, 5:03 AM	1733013442	1748945010		1942																										https://www.etsy.com/shop/DreamsOfPearl?ref=shop-h...	Order Now			CAROUSEL	Bulk Order	Personalized Custom Beaded Name Bracelets|Custom Word Beaded Bracelets|Handmade Jewelry|friendship bracelets|Mama Day's	https://www.etsy.com/listing/1444487376/friendship-bracelet-bachelorette-party?click_key=04c70f0cf32ed9e5bd38fbcb2ffcf36d183afb33%3A1444487376&click_sum=577c2c83&ref=shop_home_active_36&pro=1&sts=1			2.5936685726774E+14	Dreamsofpearlbracelet	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468751766_3049881608484730_8532808163126069026_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KCVY4z5h27sQ7kNvgHbllfm&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=ALjPyIDvfJ71vaYOetjeeiR&oh=00_AYCH_Mp0CSXC2YbkUokkYc5A5ejXJ5v9LmYpD2QkA54aaA&oe=675173F2	PERSON_PROFILE	0					0		Personalized Custom Beaded Name Bracelets|Custom Word Beaded Bracelets|Handmade Jewelry|friendship bracelets|Mama Day's		Dreamsofpearlbracelet		11	https://www.facebook.com/61558282242122/	0		ORDER_NOW								View Edit Delete
2560401	1	active	11/30/24, 6:28 PM	5/11/25, 8:59 AM	1733012882	1746971958		1942																										mybook.to	Shop now			IMAGE	Spicy Sapphic Sale!	Read it now	http://mybook.to/ConstitutionCheck			2.2430849443353E+14	Katherine Mcintyre	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468866474_1134561941569818_6977737634687668862_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1v9lfp1Zw_8Q7kNvgEC3VL8&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYBg9fK7acLM6AvzOio4ZKAy_-zAchxdp4D3EfYnuQXYrQ&oe=67516EAC	PERSON_PROFILE	0					0		Constitution Check is on sale for 99 cents for a limited time! If you haven't grabbed this spicy "only one night" sapphic romance, this is your chance! One night was all Kelly promised. One night was all Tabby offered. And yet one night wasn’t nearly enough… 💜 Bi Movie Mondays 💜Butch babes and femme hotties 💜Roller derby, D&D, and more... http://mybook.to/ConstitutionCheck		Katherine Mcintyre		2014	https://www.facebook.com/kmcintyreauthor/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560315	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/19/25, 4:52 PM	1733012816	1750369933		1942																										donnakathrynkelly.com	Learn more			IMAGE	Donna Kathryn Kelly	Donna Kathryn Kelly is a poet, playwright, and novelist, and she is the author of The Cheney Manning Series.	http://www.donnakathrynkelly.com/			3.3584475628933E+14	The Lion at the Falls	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/454398908_1526569474952727_964454757210336873_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=oyCe3kejOTkQ7kNvgG1AUu6&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYDOiiVXvHuc2rvl9aZXTKrqkVar8w7-uVMikldrj_GUQg&oe=6751688A	PERSON_PROFILE	0					0		TWO GHOSTS. A PAINTING. A POEM. TWO PENNIES. WILL DANIEL DORHAN EVER FIND HIS WAY HOME? Twelve-year-old Daniel Dorhan is walking home after an outdoor hockey game in Sioux Falls, South Dakota, when he vanishes without a trace. Four years have passed, and the police have moved on to other cases; but Daniel’s father, Murray, refuses to give up on trying to find his missing son. Even though Murray is increasingly terrorized by paranormal disturbances in his Victorian house, he will not sell it, for fear that if he does so, Daniel will never find his way home. Does the haunted Victorian, not far from the Big Sioux River, hold the key to finding Daniel? Find out by ordering a copy of THE LION AT THE FALLS. The novel is available for purchase on Amazon in paperback and hardcover at https://www.amazon.com/dp/B0DBR6HF79 . THE LION AT THE FALLS was selected as a finalist in the 2024 Killer Nashville Claymore Award Competition [Supernatural Category]. #thelionatthefalls #magicalrealism #supernatural #fallspark #siouxfalls #siouxfallssd #dtsf #southdakota #ghosts		The Lion at the Falls		24	https://www.facebook.com/TheLionAtTheFalls/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561275	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/13/25, 4:00 PM	1733013450	1752440445		1942																											Send message			MULTI_IMAGES						3.6512849087582E+14	Te Vendo Mi Closet	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468528042_611883788165905_8004300414684220116_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=73fFskFMtNUQ7kNvgHQPk2O&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AOZV_xf1S15Kz2-ItEsgyRV&oh=00_AYCF3aX1dh6XlP5lgSxAdirRboQbg2NL3B5FlD6GuwXsvQ&oe=67517E2B	PERSON_PROFILE	0					0		Este DOMINGO tenemos una cita 🌟🎉🎉 No puedes faltar a nuestra última edición 2024👋🏽 para renovar tu closet‼️ Ven y encuentra ese outfits perfecto para tus fiestas 🛍️ 🗓️ Domingo 01 de Diciembre ⏰ 1:00 p.m. - 7:00 p.m. 📍 Los Cerezos Salón de Eventos 🗺️ Blvd Álvaro Obregón 98, Col. Ampliación Rodríguez (a un costado de Soriana Morelos, casi frente al Cetis 71). 🎟️ ENTRADA LIBRE		Te Vendo Mi Closet		16637	https://www.facebook.com/tevendomiclosetrey/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2560897	1	active	11/30/24, 6:33 PM	7/13/25, 4:39 PM	1733013238	1752442795		1942																										collective.dobettermovement.us	Learn More			DCO	See you at Rejected 2024?	Join us December 1st!	https://collective.dobettermovement.us/rejected-2024-conference-registration/			173498308303	Do Better Collective	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468675937_590800383339080_6802971331949502852_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=ksMNnc_JuH8Q7kNvgGGJXGC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYA76GDP4vqL23pTleT2ivBdUjwiOO6tGcnmjT5lGGvJGg&oe=675167EE	PERSON_PROFILE	0					0		Name your Pricing Ends Soon! Will we see you at Rejected 2024, in December? Join us for an ABA conference unlike any other! Rejected isn’t your typical online conference- it celebrates the hands-on work of ABA practitioners who make a difference every day! The conference will be online from December 1st to 20th, so you can watch at your leisure while also earning CEs! Whether you’re looking to connect with peers, gain real-world insights, or share your work—this is your chance to join a conference that values YOUR contributions. Click here to learn more and save your spot!		Do Better Collective		8804	https://www.facebook.com/dobettercollective/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561206	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/13/25, 4:41 PM	1733013418	1752442888		1942																										keithkelly.co	Learn More			DCO	Stand Out with Keith Kelly’s Latest Styles	{{product.description}}	https://keithkelly.co/collections/autumn-leaf			1.0112760230105E+14	KEITH KELLY	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468842975_919067083134990_7747018159215292752_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=lQtBQWmMH5YQ7kNvgE1g27S&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AN4wGQWAkhuet2CtCguUxQl&oh=00_AYARvLm-0QoRPawdteC9lRZ4MwvGnI4yuaxdyrKq_AoJBg&oe=675195F9	PERSON_PROFILE	0					0		Struggling to find clothing that matches your style this season? Keith Kelly has you covered! Our latest collection is packed with fresh prints and timeless solids that seamlessly blend comfort and fashion. Whether you're after bold, hand-painted designs or sleek, everyday staples, these pieces are made to stand out and make you feel amazing		KEITH KELLY		131	https://www.facebook.com/100071796649344/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560433	1	active	11/30/24, 6:28 PM	6/14/25, 4:14 AM	1733012916	1749892461		1942																										dynamic.webnovel.com	Learn more			VIDEO	Click to read exciting plot!	Click to read online	https://dynamic.webnovel.com/noah-ssg/starshinning/202305122/30244563706755305+1+5+facebook?utm_source={{campaign.name}}&utm_campaign={{campaign.id}}&utm_adset={{adset.name}}			1.1100433142344E+14	Floyd Dylan	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/469015689_1253762869246930_1339545690567020632_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=9NjZNWwaHIUQ7kNvgEx9dMF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AU_mVk3ucPQR_i9fdKpY5ki&oh=00_AYDNCPvitXHhan0Sp_uM3kZsFX8UHPisF2E7UHfpOSuaqg&oe=67518942	PERSON_PROFILE	0					0		Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly’s first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart. Lexi Gilbert. The woman Pierce could never forget even if he had already been arranged to marry Kelly. *** Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. *** Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who..		Floyd Dylan		581	https://www.facebook.com/100090047030538/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560376	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/1/25, 7:23 AM	1733012869	1746102234		1942																											Send message			IMAGE						2.0601620941834E+14	H & H Music Service, inc.	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/469034277_1085944996659906_8864340141356525175_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Zi06wkZprb4Q7kNvgGbBcXC&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYDeukRJWuvFfxUdoqoeluSsuy-I7oVCaZhW-uJ7scvOjg&oe=6751892B	PERSON_PROFILE	0					0		We are excited to bring our inventory of Step UP instruments to Jasper High School on Wednesday, December 4th. Intermediate, professional, and custom models will be available for you to audition. Many of our manufacturers offer rebates and/or special deferred interest financing. Please bring your current instrument and some music you are comfortable playing to experience what a difference a new Step UP makes. Appointments are recommended but not required. email kelly@handhmusic.net to schedule your time. We will have a selection of accessories, reeds, popular music, and other fun music related items. We will be in the band room for the event. Please enter from the back of the building. Jasper High School 1600 St Charles Street Jasper, IN 47546 Questions - kelly@handhmusic.net or 812-459-9631 #handhmusic #StepUP #castlebands #castlenorth #newburghindiana #yamaha #iplayeastman #iplayshires #iplaybackun #iplayhaynes #jupitermusic #johnpacker		H & H Music Service, inc.		1698	https://www.facebook.com/handhmusic/	0		MESSAGE_PAGE								View Edit Delete
2561531	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/14/25, 8:51 AM	1733013568	1752501092		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468617532_1301139594237555_3950634827457874712_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=We-MtwMAUtoQ7kNvgHuPew3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYARJJngUc-VLxYrqYq4Y1mo9XX7s5apsiunxBJNrWkU_g&oe=67516C99	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... CAPÍTULO 2: O grande baile, a tequila, os cosmopolitans e o estranho irresistível No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? - Acho que preciso de um pouco de ar. - Vem comigo. - Ele me puxou para um corredor sem iluminação que dava para uma saída de emergência e ficou assoprando o meu rosto. – Eu quero muito te beijar. Posso? – Eu fiz que sim com a cabeça. Ele olhou nos meus olhos, segurou a minha nuca e nossos lábios se encontraram, começou lento, mas foi se aprofundando, ele me encostou na parede e o beijo se intensificou ainda mais, quase nos roubando o fôlego. - Você beija bem! – Sorri pra ele e senti meu corpo todo se arrepiar. – Ah, linda, você é incrível, eu quero muito você, aqui, agora! – ele disse entre beijos e enfiou a mão sob o meu vestido o puxando pra cima e chegando a minha calcinha. Olhou nos meus olhos de novo e me perguntou: - O que você quer que eu faça? - Eu quero que você esteja dentro de mim agora! Ele me deu um beijo no pescoço e perguntou no meu ouvido: - Então, linda, eu ainda não sei o seu nome. Quando eu ia abrir a boca pra falar, ele puxou o celular do bolso e me pediu um minuto para atender. - O que você disse? – Nesse momento aquele estranho saiu correndo como se tivesse se esquecido de mim, ou como se só estivesse fugindo da rapariga que comeu rapidinho na festa. Voltei pra mesa. - Vocês usaram camisinha, né? Meu coração disparou! A gente não usou preservativo. Ela já foi logo me acalmando: - Não, Cat, calma. Com certeza não vai dar nada. Mas você deve fazer uns exames para garantir que está tudo bem. Não surta! CAPÍTULO 3: Chegou a hora da verdade Na data marcada Mel foi comigo ao médico. Com a lista de exames nas mãos ela mesma marcou o laboratório e fez questão de me acompanhar. Os resultados saíram cinco dias depois e eu voltei ao médico. Claro que a Mel estava comigo. O médico verificou os resultados e me olhou nos olhos: - Srta. Catarina, sua saúde está ótima. Você está saudável. Mas, daqui pra frente terá que se cuidar melhor. Eu respirei aliviada Ele continuou falando: - Parabéns, você está grávida! Eu não ouvi mais nada, só o sangue pulsando em meus ouvidos. - Calma, Cat, vai ficar tudo bem! Eu já estava hiperventilando. De repente, senti o médico pegando minha mão e falando calmamente: - Filha, calma! A situação, pelo que percebo, não é a melhor, mas você não pode ficar nervosa assim, isso fará mal para o seu bebê, agora você tem que se cuidar por ele. Ela garantiu que estaria ao meu lado sempre, deixou claro que eu não passaria por nada sozinha e que estaria comigo quando eu fosse falar com meus pais. Quando chegamos em minha casa meus pais se assustaram e minha mãe já veio toda preocupada: - Meninas, vocês não foram a aula hoje? Está tudo bem? - Não muito, mãe. Eu preciso falar com vocês. - Mas agora não tem jeito. Eu vou deixar a faculdade para poder criar meu filho. E já vou fazer minha mala... - Fazer a mala? Você errou, nos decepcionou, mas nós te amamos, vamos superar isso e vamos ajudar você. – Meu pai disse isso e meu coração se encheu de esperança. - Você não é a primeira e não será a última mãe solteira nesse mundo. Nós vamos te ajudar e, mesmo que seja com dificuldade, vai dar tudo certo. Embora eu tenha tido uma gravidez tranquila, os comentários e a maldade das pessoas era difícil suportar. Para piorar, depois que se casaram, meu ex e minha prima foram morar com os pais dela, que moravam na mesma rua que nós, e eles faziam questão de me humilhar com comentários maldosos sempre que me viam e espalharam no bairro inteiro que eu não sabia quem era o pai do meu filho e que eu era uma perdida, por isso que o Cláudio me deixou. Mas eu engolia tudo, não valia a pena bater boca com essa gente e eu não queria transmitir sentimentos ruins ao meu filho. Descobri que eu teria um menino e decidi que se chamaria Pedro. E assim foi. Pedro nasceu saudável, com um par de imensos olhos azuis violeta que nunca me deixariam esquecer da noite que mudou a minha vida, mas que foi a melhor noite que eu vivi! CAPÍTULO 4: Depois da faculdade Quando eu me formei, Pedro já estava com dois anos. Após a formatura meu chefe me chamou para conversar, ele era um ótimo chefe, disse que estava muito feliz comigo na empresa, mas sabia que eu merecia chegar muito longe. E não demorou, o Sr. Otávio Lascuran, pai da Mel, me chamou no escritório dele e me entregou um cartão, me dizendo: - Falei com um amigo e ele conseguiu uma entrevista para você no Grupo Mellendez, é para o cargo de assistente do CEO do grupo. - Sr. Lascuran, eu não tenho palavras para agradecer! Vocês sempre foram tão bons comigo! Agradeci ao Sr. Lascuran e sai do escritório. Recebi rapidamente a confirmação de que a entrevista seria no dia seguinte às dez horas da manhã, já que eu já havia tomado a iniciativa de enviar o meu currículo, a entrevista seria rápida. Na hora da entrevista, fui para a sala de reuniões do meu trabalho, meu chefe havia me liberado, me sentei e esperei a chamada. Fui entrevistada por uma senhora muito gentil e inteligente, Sra. Mariana Toledo. No final ela me disse: - Catarina, você está contratada! Você vai me substituir, já que eu estou indo para um cargo de diretoria na filial de Londres, então você ocupará meu cargo aqui. Quando você pode começar? - Eu preciso apenas que meu chefe me libere, mas creio que posso estar aí na segunda. – Já era sexta. - Perfeito. - Ótimo! Bem vinda ao Grupo Mellendez. Ela encerrou a chamada e meu coração estava disparado, eu tinha conseguido. Peguei a babá eletrônica e fui para o meu quarto. Abri uma das minhas caixas e comecei a arrumar tudo ali. Quando abri a última caixa, tirei dela a caixa com minhas lembranças da noite do baile, a abri, passei a mão por aquele vestido lindo e suspirei mais uma vez. Peguei o perfume e pensei, “por que não?”, a partir de amanhã eu usaria esse perfume todos os dias, meu salário era bom e quando esse acabasse eu poderia comprar outro. Guardei a caixa, deixei o perfume sobre a penteadeira e fui dormir cheia de expectativas com essa vida nova que se abria a minha frente. CAPÍTULO 5: Meu novo chefe é muito estressado Me apresentei na empresa às oito da manhã. No meio da manhã recebi uma mensagem da Mel dizendo que conseguiu marcar com a diretora da creche próxima ao nosso apartamento para a hora do almoço. Expliquei a situação a Sra. Mariana e perguntei se seria possível me liberar no horário, mas que eu estaria de volta a tempo. - Então você tem um filho. Qual a idade dele? – ela me perguntou com um sorriso. - Ele tem dois anos. - Você não é casada, isso eu sei, mas e o pai do seu filho, vocês continuam juntos? – Meu coração despencou, como é que eu explico pra ela que não sei quem é o pai? Mas eu não minto, então vamos enfrentar a verdade. Me disse: - Você tem o meu respeito, Catarina, não é fácil ser mãe solteira, e é muito difícil contar verdades como essa que você sabe que vai despertar o julgamento dos outros. Não precisa correr. Voltei à minha sala e sentei à mesa e fui repassando tudo o que ela já havia me informado. O telefone sobre a mesa tocou, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana. - Desculpe, senhor, mas a senhora Mariana ainda não retornou do almoço. - Quem está falando? – falou do outro lado ainda mais impaciente. - Meu nome é Catarina, sou a nova assessora do Sr. Mellendez. - Mas eu não te conheço. – Parecia que ele ficava mais impaciente a cada vez que falava. - É que hoje é meu primeiro dia, senhor. O senhor gostaria de deixar um recado? - Diga a Mariana para me ligar assim que puser os pés no escritório. Desligou o telefone. Pouco depois a Sra. Mariana chegou e eu lhe transmiti o recado com uma cara de preocupação. Ela olhou pra mim sorrindo, como se entendesse meu receio. - Vocês dois vão se dar muito bem! Você vai domar a fera, tenho certeza.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560200	1	active	11/30/24, 6:25 PM	5/1/25, 7:23 AM	1733012750	1746102239		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581491890597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465793258_1535721127144755_7719017938158810082_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=t6jKT8BD6MAQ7kNvgHi2_6G&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYApHBkcWwu0cCI6g4kg9y8AkyEMcUXvKYGAcVfKS-dm0g&oe=67516BCC	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560326	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/1/25, 7:33 AM	1733012825	1746102821		1942																										wublifent.com	Learn More			CAROUSEL	SOUND RUSH 1.04 BASS STATION		http://www.wublifent.com/			1.7744762229645E+14	Wub Life Ent.	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468986237_8766855546684918_3629063157702333029_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=nCI1gnDIjH0Q7kNvgED42Hu&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-GmeFI10sPycWn2z7HLiB9&oh=00_AYCKM4dyR1220PBzuA7WKsjJDu8kRCJjrDifDGWSC5TX2g&oe=675170A4	PERSON_PROFILE	0					0				Wub Life Ent.		7288	https://www.facebook.com/WubLifeEnt/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560391	1	active	11/30/24, 6:27 PM	5/1/25, 8:45 AM	1733012875	1746107150		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468494019_500286636374982_8748375213630941245_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=HorRg5b5WdQQ7kNvgFTtU69&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ah13OyVmJMNrTcvojxmMPiH&oh=00_AYAAGudVh5ZLPVqUD-NBc6zgYk0fA1T-v9-NpWoc76Gjuw&oe=675184BF	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? Dois anos depois, como mãe solteira, encontro um emprego como assessora. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561092	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/14/25, 9:49 AM	1733013363	1752504564		1942																										hunled.com	Learn more			VIDEO	❤️😍O que acontece a seguir👉Clique aqui para continuar lendo👉	🔥Mais grandes romances aqui🔥	https://hunled.com/market/buenovela/3?lpid=15216&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}&placement={{placement}}			3.0561450262558E+14	Casa dos livros	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468447341_546605624845588_5007361154567381561_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=rdjSRyuLCKgQ7kNvgG0D0XO&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQiUt0-rcuxUB-BaHLkZDEH&oh=00_AYAeOAVaSXnpnNqATvWIDmFOvJNH1liwKKqNyoJHCxVE0g&oe=6751817B	PERSON_PROFILE	0					0		- Você vai ao casamento da sua prima, Catarina. Isso é uma ordem! Nós somos os seus pais e você vai obedecer. – Minha mãe falava brava comigo, como se eu fosse a errada nessa situação. - Ah, mãe! Me poupe e se poupe! A cidade inteira sabe que a Kelly é uma vadia... – Perdi a paciência. A Kelly, minha prima, roupou meu namorado Cláudio, quem eu namorava há 4 anos. Ele foi meu primeiro namorado, e os encontrei na minha cama! E agora, eles vão se casar. - Catarina, olha o vocabulário! – Meu pai chamou a minha atenção. - Sinto muito, mãe, mas eu não vou! Eu sigo as regras de vocês, eu sou uma boa filha, mas dessa vez não vai dar. Eu fui a ofendida! Eu tenho todo o direito de não querer ser a piada da família mais. – Falei já chorando. - CHEGA, CATARINA! – Meu pai gritou e me assustou. – Você vai a esse casamento e ponto final. - Mas, pai... - Não quero saber, Catarina! É importante pra sua mãe manter a paz na família. Então você vai e pronto. – Meu pai falou não dando margem para questionamentos. Fui para o meu quarto e passei a noite chorando. No dia seguinte contei tudo para a Melissa, que não perdeu tempo, arrumou os convites para um baile de máscaras...... No baile, um homem com uma máscara preta sorrindo pra mim. Ele beijou minha mão e me puxou para perto dizendo no meu ouvido com uma voz rouca: - A mulher mais linda do salão não vai me negar uma dança, vai? Dois anos depois, como mãe solteira, encontro um emprego como assessora. O telefone sobre a mesa tocou e eu fiquei sem saber o que fazer, mas aquela seria minha mesa, então atendi com a voz mais profissional possível: - Grupo Mellendez, presidência, boa tarde, em que posso ajudar? Ouvi do outro lado um silêncio sepulcral seguido de um longo suspiro. Alguém vociferou do outro lado, com certa impaciência e uma voz forte e meio rouca: - Passa para a Mariana.		Casa dos livros		16723	https://www.facebook.com/61558148557550/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560236	1	active	11/30/24, 6:26 PM	5/1/25, 9:11 AM	1733012772	1746108682		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581495420597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465818904_1606427823280586_7154173486032352394_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=s23JgirybE4Q7kNvgFoZGsY&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYCPjZcLKVeJI2_8ynUGZ3fPZ24-iGCmg_RuW1xiKJCgQg&oe=6751924A	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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And now what was more exciting, we were going to welcome our first child. “It’s a good thing you’re cautious. You could’ve lost your baby, Miss Monroe.” The GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. I subconsciously touched my belly, and still couldn't believe a baby was lying there. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce! My best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn’t wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? Would he kiss me and all? God! I couldn’t contain my happiness. I cupped my red face as I fantasized. But the moment I felt the cold from the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially when our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we had sex, he was considerate but cautious, saying there was no need to add extra shackles when we were not ready. This baby, in a way, was out of plan. My mind was becoming restless as I sat in my car. Would this be good news for him? What if Pierce was still not ready for the baby? "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the Boss?" My private driver Luke asked worriedly as he noticed my frown face. Luke was reliable like a family but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He's my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on the flight. I'll talk to him later myself." So that I could sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling, he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only an unrequited love, I knew it well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce is my first love but I'm not his. In high school, I was only a boring nerd in other's eyes while Pierce Anderson was the shining Quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though enmity rose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't want just to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head trying to get rid of those sad old memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was past. Pierce said they were over and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby now. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed down as I breathed in the scent of home. Our home. It wasn't as luxurious as his family's villa but cozy. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time and my marriage with Pierce was as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He was over a month of traveling for the sake of our family’s business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company all over Asia, and I was actually the Vice President of the company. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I really wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him and he would prize me with a sweet kiss. And then we might have passionate sex like what he gave me the night before his business trip. Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first and then we could do something else instead. I was happily envisioning our lovely reunion and my heart dropped when a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our life! I must have misheard. I rushed to the fridge in an attempt to calm myself with the aid of some alcohol. But the moment I touched the wine bottle, I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to get a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. Better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently but Pierce refused to quit from my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorway asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't say no when he claimed it was his duty as my best friend to take me to enjoy the real world. To not ruin our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend by his side and watching his happy face for another girl. I finally got up the courage to study abroad as I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me back. I returned in a hurry only to see a lifeless Pierce. His heart was harmed badly, by Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart was bleeding. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man to her, and how dared she harm him so badly! That witch! Pierce didn't tell anyone what happened except he was over with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It was so fcking hurt but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken and I wanted to fix him, not caring if I would ruin myself in the process. I fell asleep at home feeling so insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and I realized I had fallen asleep in the living area. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. “Peirce…” “Hmm,” he hummed as he walked towards the stairs. “Why did you sleep on the couch?” I stared at his face when he gently put me down on the bed. He caressed my hair and kissed my forehead. He was always so gentle and that was why I loved him so much. Even when making love, he was very considerate of my feelings. We'd been apart for over a month, my body missed him and my heart wanted him. “Where have you been? I’ve been waiting for you,” I said as I caressed his cheek. “Just met a friend. You said you were waiting for me, is it something urgent?" Looking at his gentle face, suddenly I didn't want to ruin the moment. so I closed my parted lips and swallowed the truth back in my stomach once again. Tomorrow, maybe tomorrow, I will have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, telling him that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. The moment he was about to leave me after giving me a goodnight kiss, I panicked for some reason. I then quickly grabbed him and kissed him with all my passion, trying to undress him, trying to make him touch me more and deeper. I missed him. I wanted him. I felt that the only way I could feel at ease was to let him put himself inside me again. To make sure he was still mine. "Wait Kels," Yet he stopped me by pinning my crazy hands on the bed. "I thought you said you're sleepy and you need to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and I could catch desire flashing in his eyes but I didn't know why it faded soon. He used to be happy when I became the initiative one. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose, “I’ll just take a shower. I smell alcohol.” I just nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. “Hey!” I greeted and smiled when I realized what he’d done. He prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the bed. “Good morning.” I grinned as I sat on the bed. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up and tilted my head as I stared at his handsome face. His eyes are deep brown. His eyebrows were thick and black, complimenting his beautiful eyes. His nose was proud and pointed and his lips were red and thin. He literally looks like a sexy bad boy. Even Damon Salvatore would be embarrassed to stand beside him. No one stands a chance against this man. “What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy.” He didn’t laugh. He heaved a sigh and gently tucked my hair on my ears before he held my hand and stared into my eyes. “I have something to tell you.” I felt my heart race. I thought about our baby in my womb. He’s got something to tell. I have something to tell him too. “W-What is it?” I asked as I felt my voice tremble. He took a deep sigh. “You know you’re important to me, right?” I slowly nodded with parted lips. I couldn’t answer. I’m scared of what he’s about to say. I have a bad feeling about this. “You were my best friend before we got married. You are one of the few people I treasure…” I hid my balled fists under the sheet. I don’t know why he’s telling me all this but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. “Kelly…” he paused and squeezed his eyes closed before he looked at me again in the eyes. “I-I think it’s time for us to divorce.” “P-Pierce…” I felt my heart clench. He smiled. “I know you don’t have feelings for me either. You just married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it’s time for our real happiness, Kelly.” I shook my head, “W-What are you talking about, Pierce?” “Lexi is back, Kelly. My first love is back.” Chapter 2 It Never Rains but It Pours Kelly’s POV I got off the bed and tried to leave but Pierce grabbed my hand. I immediately wiped the tears that rolled down my cheeks before he could see them. He stood in front of me and looked at my face as I tried so hard to look down and avoid his eyes. I felt my heart breaking into pieces. I thought… I thought I could make him fall in love with me within those three years together. I thought his feelings would level up and would see me as a woman rather than just a best friend. I was stupid for hoping and dreaming so high. I failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love Lexi. “Kelly…” I sucked my breath and swallowed the pain as I looked at him. I faked a smile, “I need to wash up before eating.” He stared into my eyes as if trying to figure out what I was thinking. I know he knew me too well so I tried so hard to hide my pain and smiled at him. He sighed and let go of my hand. “Okay. I’ll wait for you here. Let’s eat and go to work together.” Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along like he didn’t ask for a divorce? He wanted us to stay the way we were right after he told me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh Pierce, what was going on in your head? If I used to be able to force myself to stay in the seat of his best friend wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There's no way I could endure that kind of torture again, especially when I'm carrying his baby. The baby...I had thought it was good news for us but now...it would be more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from getting his true love and freedom. I knew how an unwanted child to grow up. My parents were divorced even before my mother died and the new family of my father hated me and it hurts like hell. I don’t want my baby to experience the same thing I felt. I need to keep my baby away from it. I faked a smile again. “We can’t. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models…” “I’ll go with you—” “No.” I pushed his hand. His eyes followed my hand before he lifted his face to look at me again. “You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?” “But…” “I have a personal driver, Pierce. I’ll be fine to go alone.” He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders were trembling really badly and when I thought about my baby, I swallowed hard and tried to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I need to be strong. I need to stay calm. I shouldn’t put my baby’s life on the line just because I got my heart broken. I have to deal with this smartly. I sucked my breath and finished my bath. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce was still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. “Hey! I picked your dress for today.” Since our marriage wasn't public, Pierce said he would try to do little things for me as a husband. He did it well and I used to enjoy these sweet moments but now, it was going to kill me. I grabbed the dress and went inside the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I faced him, his forehead was creased. I smiled. “I prefer red today. I’d feel beautiful in this dress.” His eyes went to the dress I was holding and his face immediately calmed down. He nodded and walked towards me. “I see. Help me fix this first.” I put my dress on his arm and started fixing his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision is becoming blurry again. Damn! “Kelly…” I jumped in shock. “Hmm?” “Are you okay?” I looked at him and smiled, “Yeah.” “I have another thing to say.” I finished fixing his tie so I immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before I walked past him and spoke… “Let’s just talk some other time. I'm going to be late.” I heard him sigh as he followed me again. I grabbed my underwear and got dressed while he was standing behind me. He’s silent the whole time as if he’s thinking about something. “You should eat before you leave.” I faced him and nodded. “I will. You should go now.” “Kelly, we’re on the same page, right?” I stared at him. No, Pierce. We’re never on the same page. All of these are just my stupid fantasies. I thought you had feelings for me and I was so wrong. “If it’s about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I’m really busy with the company. I will not run away.” “Kelly, I’m not just doing this for myself. I’m also doing this for you. You’ve been caged with me ever since we got married. I know you’re not happy because deep inside, you also want to find the man you deserve. Someone who will really love you. Not me. Not someone who’s half-hearted.” “I understand what you’re trying to say, Pierce,” I said and tried to turn my back but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything to capture my eyes and he succeeded. He looked at me worriedly. “You are my best friend. I don’t wanna lose you, Kels. You’re one of my few people…” “I know,” I said out of frustration. He looked shocked, so I calmed myself down. “I-I know. You don’t have to worry. I’m just stressed about work. It’s not about our divorce.” His lips parted and he slowly nodded as if he was able to breathe properly. He walked towards me and I froze when he gently kissed my forehead… “Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years but I was still such a coward. Why couldn't you just tell him that you love him, Kelly? He's your husband and you're carrying his baby! Tell him and he might change his mind! I swallowed hard and was about to tell him but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. " I gotta go." He scratched his head in apology and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke and he’s waiting outside. Eat before you go, okay?” With that, he left our room. The tears I had managed to suppress burst out again. Why would I think I could have a chance? He made his choice already the moment he asked for the divorce, didn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Stiff Upper Lip Kelly’s POV I entered the studio wearing just two-inch red heels and a red dress. Everyone was looking my way as I walked along the hallway. They’re all greeting me with a smile but my face remains stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning was still lingering in my head, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I failed my marriage. I took a deep breath to adjust my condition. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. “We can’t! She’s not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She’d get mad.” “We can just tell her the truth. She’s nice.” “Not in this situation, Lily! She’d scold us—” “What’s happening here?” I asked as I graced the room. The staff were now looking at me with worried expressions and I knew then that there was a problem. “G-Good morning, Miss Monroe.” Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurts. I stared at her blankly, “What?” “W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model has been refusing our calls. She said she heard that we’re changing our model so…she doesn’t want to come here. She’s even…threatening to file a case against us.” She bowed his head. I gritted my teeth and roamed my eyes around. “Where’s the marketing manager?” “S-She’s still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe.” I massaged my forehead and squeezed my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger. I felt everyone around me jump in shock. I groaned and sucked my breath before looking around. “Miss Monroe…” “What is this, Miss Hayley? You are the marketing manager, what is happening?” “Miss Monroe, I don’t know how it happened but Miss Chen heard that you are changing our model. She’s about to file a case against us—” Changing the model? How come I didn't know about this? Miss Chen had always been our trustful partner and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only cause a lot of trouble for the company. I would never allow such a cheap mistake. “I never asked for that. You must be mistaken." I cut her words to save time, " Fix this mess or I have to fire you!” "Miss Monroe...It's Mr. President who asked us to change it." Hayley spoke hesitantly. "He ordered that as soon as he came back from his business trip yesterday." I was hit by the truth. Pierce's order? Why didn't he tell me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." I was confused. Pierce was not a clueless businessman. He kept a clear distinction between work and relationships, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. “M-Mr. President…” Hayley bowed with respect as she saw the man who suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I gritted as I turned around to question him. He knew clearly how much effort I put into winning this project. I hardly had a good sleep those days and Miss Chen was the ideal one for us to work with. I remembered he agreed on it too. But now...he just changed the model as he liked without telling me in advance. I felt like a hard slap on my face. "Go ahead for the work. I'll make it clear to her." He pacified the staff first, ignoring the anger that was about to spew out of my eyes. "Answer me, Pierce! Why do you change the model so suddenly?" I couldn't hold my anger and he just touched my shoulder whispering to me, "This is not the place to talk. Let me explain it to you in the car." I looked around to notice others sneaking glances at us. Then I shook away his hands and walked toward the parking lot. But along the way, my heart was heavier and heavier. I had a feeling that I was not going to enjoy his explanation. "Now, say it." I blurted it out as we sat in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again. I couldn’t stand his stares. I couldn’t withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to look at me. He has no feelings for me and it hurts so much. “I-I…” he paused and sighed. “I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She’s also fit to be our model so I agreed—” “What?” I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away. He messed his hair up before he shook his head and held my hand. “I’m sorry I didn’t tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor and I can’t say no.” I took my hand back and looked at him in both pain and anger. “You can't say no to her so you'd rather harm the company, our company. You betrayed me, Pierce.” “Kels, come on. You know how much I love her. She’s my first love.” Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she's your first love. She's always the one you want no matter what it takes. As long as she frowned a bit, you could turn a blind eye to the pain and effort of others. You are so heartless, Pierce. “Well, you’ve decided. I don’t have a say in this since you’re the President. Just go. I’ll be in the office.” I said coldly as I opened the car door to walk out. “Kelly…” I looked him in the eyes. “Go home early. Let’s talk about our divorce at home tonight.” Chapter 4 Left High and Dry Kelly’s POV I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early but he didn’t come home completely. He wasn’t even answering my calls. Well, now Lexi was back, this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby was out of his plan. Sure, Pierce was not the kind who would force me to have an abortion. But he couldn't cut out his obsession with Lexi either. He might stay in this loveless marriage if his parents asked. But all I had would only be an empty shell. That's not a Father what I wanted for my baby. I wiped off the tears collecting at the corner of my eyes and collected the report. It was 5 am already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but still busy. What was he busy with? Was he busy making love with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I still remember the day when he came back after his first private vacation with Lexi. His joy was unmistakable. Nearly at once, I could tell they made love. The same day I returned to my room, I cried out loud as I took off my makeup. Nothing I did worked. I could never replace Lexi in his heart. I felt like hundreds of pounds pressing my chest. I decided to get a shower to wash away all the miserable emotions but the moment I opened the wardrobe, our intimate clothes were snuggled together bringing me back to the memory of how Pierce and I had sex here last time. It was that time he didn't use contraception. He was so passionate that I thought he finally accepted our marriage. I once believed his return from this business trip would be a fresh start for us but actually, it was a start for us to fall apart now. Unable to suppress my feelings any longer, I crouched down crying loudly. Why? Why am I always the one they choose to abandon? Why don't I deserve to be loved? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, I subconsciously touched the pillow beside me. Cold as last night. He didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear and my hair was a total mess, looking like a ghost. See, Kelly? That's what happened when you stepped into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continue on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy. Suddenly a wave of nausea flooded my stomach and I realized I hadn't even eaten anything last night. Feeling sick again, I run to the sink and puke. I spit yellowish liquid and it tastes so bad. I washed my mouth immediately and stared at my own reflection in the mirror. I shook my head and cupped my forehead as soon as I felt like throwing up again. I spit yellowish liquid again and while I’m washing my mouth, I feel a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried face was my husband Pierce. I’ve always been thankful that I have him as my best friend and husband but now…I’m losing him. Hopelessly losing him. “Are you okay? Are you not feeling well? You should’ve told me.” I stared at him through the mirror. “You didn’t answer my calls. Guilt flickered in his eyes. “I’m sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night.” I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. “Kels…” “I woke up late. I failed to prepare breakfast.” I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels...... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition......" “Kels, are we still okay?” I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He’s asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own. Just because his first love is back. I can’t believe him. I faked a smile. “I just don’t feel well today, Pierce.” He immediately squatted beside me which is not surprising because I know he truly cares. What surprised me is why is he still doing this after he buried a dagger in my heart. “Are you okay?” He gently touched my forehead and neck. “Are you sick? Tell me how you feel, Kels.” “My feelings don’t matter,” I couldn’t help but blurt out. He looked shocked because of what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face is mirroring his anger now. He’s completely lost his patience. “What’s wrong with you, Kels? You’ve been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn’t come home last night?” I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier but you just let me wait for the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?” He clenched his jaws and shook his head. “Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." “Kels!” He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. “Are you…in love with me?” I was taken aback? In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn’t fall for someone who has been protecting you ever since? But of course, I can’t tell him. It would only complicate things more. I don’t even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. “Are you on drugs? I’m not in love with you.” I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can’t let my emotions affect me but…but why are my tears falling again? “You are so pathetic, Kelly! You can’t even tell him how you truly feel,” I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour bathing. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He’s been constantly abandoning me. I can’t believe we’d reach this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** “Good morning, Miss Monroe…” “Good morning, Vice President…” I did not greet anyone back just like how I used to greet them back. I still feel pissed and my mood seems off. Irritation can easily take over me and I can’t control it. Probably because of Pierce’s divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. “Did you see her? I bet she’s Mr. Anderson’s girlfriend. They seemed close.” My forehead creased. Pierce’s girlfriend? “Ah! It’s a waste that I didn't see her face but I feel like it’s Miss Lexi.” “Lexi? Lexi Gilbert? The model?” “Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together.” “Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together.” “Are you serious? They’re best friends. You know, some people are better off just friends. It’s Mr. Anderson and Miss Monroe.” I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat on my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce’s social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together. Eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. Of course, there’s no way I can compete with her in his heart. She’s always the first one and I will always be the last in his priorities.		Novabeats-0530		4532	https://www.facebook.com/61559933356514/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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I groan and get to my feet, grabbing the cleaning basket and taking it with me. The moment he sees me, he strides towards me and his hand slices against my cheek. I don’t make a sound. Years of experience has taught me to keep my mouth shut at all times. “Neah, how useless your are! You still have not cleaned the office.” He snaps. I nod my head and my hand tightens on the cleaning basket. If I could just find the courage to swing it at his head, it would make my day. “We are trying to make a good impression on Alpha Dane. Do you not understand how important it is for us to join ourselves with his pack?!” I don’t answer, I keep my eyes low so that I didn’t have to look at his face. Alpha Dane, I had only ever heard rumours about him. From what I gathered, he was a ruthless man, and he was even claimed to have killed his 9 ex-girlfriends. “He is the Alpha of Black Shadow, the biggest pack in the world, we need him!” Beta Kyle continues. He places his hands on my shoulders, digging his nails into my thinning skin, ”Useless Wolf.” He mutters as he moves away. Quietly closing the door, I lean back against it, observing the already clean office. There was nothing out of place, it looked perfectly fine for a meeting with this so-called powerful Alpha. Closing my eyes, I slide down to the floor. I hated this house. I thought that when I turned 18, I could finally escape, but four years later, here I still am, a slave in my own home. Doing all the dirty tasks for my brother, Alpha Trey and the pack. While my ex mate, Beta Kyle was always reminding me of how worthless I am. The clearing of a throat makes me jump. I thought I was alone. Leaning forward, I see a handsome man sitting in a chair. A foot propped up on his knee. His short hair is dark and his eyes are a deep crimson colour, that don’t quite look right. They suddenly shift to me and I throw myself back against the door. Shrinking down to the ground. “Is this the way you greet all Alpha’s?” His deep voice rumbles through the room, an edge of amusement to his tone. “I’m sorry.” I whisper, getting to my feet. “I…I thought I was alone.” I had no idea who he was but I could feel the power radiating off of him, even without my Wolf. “Come forward.” He orders. I do as I’m told. Allowing him to see me properly and I am met with narrowed crimson eyes. I close my own eyes, expecting the worst. “You smell funny. Yet you are a Wolf, correct?” My head moved up and down, though I couldn’t tell how he was going to react. Most laughed when they discovered the truth about me. “I would prefer it if you spoke to me.” He growls, “I’m not in the mood to play games.” “Yes.” I whisper. “I am…I am a Wolf.” I couldn’t help but think of all the punishments I was going to have to endure. A whipping maybe? Starvation for another week? I wasn’t sure how much more my body could take. “How is it possible for you to not know I was in the room? You should have scented me.” “I…..” I hated the question. “I haven’t got all day!” He takes a swig from his drink. I knew why I couldn’t scent him. I knew why I hadn’t been aware of his presence, but telling people why was not something I ever liked to do. They never hear my side of the story. All they do is accept Alpha Trey's word as the truth. “You should open your eyes when you are talking to someone. Has your Alpha not taught you anything?” His deep voice sends a shiver through me. Slowly, I open my eyes and lower them. There was no way I was making direct eye contact. “My Wolf abilities were bound.” “Why?” If this is the Alpha that my brother is supposed to be meeting with, I knew I could screw everything up for him by saying too much. “It was a punishment.” “For what?” His deep voice rumbles through me. “For killing my parents.” I whispered. At this moment, the door swings open abruptly and my brother screeches at me “Neah, what are you doing in my office?!" He then turns to the crimson eyed man. “I am so sorry that my sister is bothering you, Alpha Dane." Crap, it was him...		New world publications		3763	https://www.facebook.com/100090352943774/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561512	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/15/25, 5:34 PM	1733013561	1752618846		1942																										realtor.com				CAROUSEL	44079 W Stonecreek Rd	Maricopa, AZ | $489,900	https://www.realtor.com/realestateandhomes-detail/44079-W-Stonecreek-Rd_Maricopa_AZ_85139_M14991-20261?cid=local_expert_city_rdc&lex_assetId=02i5f00000GqkmfAAB&lex_advertiserId=1493197&lex_id=eab3afec-2665-4780-99a5-75c9c46883ca			5.4330459902868E+14	Ted & Kelly Anderson HomeSmart Success	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468647941_937660417861297_8917001630722388455_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Xk_pSt0B2NUQ7kNvgGFrQcL&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQBDuBxZ45WHZupMx9aUc1n&oh=00_AYCS1dJ7xQ1fDcEBmw1vZQ2Mxq1L7uzw8k6ox936CMD1pQ&oe=67517849	PERSON_PROFILE	0					0		Maricopa, AZ | $489,900		Ted & Kelly Anderson HomeSmart Success		407	https://www.facebook.com/homesmart.success/	0										View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560806	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/10/25, 8:13 AM	1733013158	1749561198		1942																										LAST CHANCE Christmas Market at The Rhodes House!	INTERESTED			EVENT	LAST CHANCE Christmas Market at The Rhodes House!	We invite you to join us at our property in Covington the 2nd Saturday of each month for a unique outdoor shopping experience: craft artisans, local eateries, farm fresh produce, and the best company in Tipton County! Again this month, our vendors will intentionally be bringing the PERFECT merch for all your Christmas gift needs! Get ready for last-minute shopping, themed snacks from our Food Truck Arena, and an abundance of Christmas Cheer. On-site parking provided.	https://www.facebook.com/events/1226959328401594/			3.5153260471965E+14	The Rhodes House Covington, Tennessee	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468724758_8777661602324262_244255498591170193_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uUMIrhy4c54Q7kNvgEzue0D&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYAudg4qgxt2xybmVmKu0U-GUQy1EQ_cBd_VaQQcXHJf-A&oe=67518BF1	PERSON_PROFILE	0					0		LAST CHANCE Christmas Market at one of Tipton County's most beautiful historic properties on December 14th from 9 a –2 p! Again this month, Rhodes House vendors will bring the PERFECT merch for all your Christmas gift needs! Get ready for last-minute shopping, themed snacks from our Food Truck Arena, and an abundance of Christmas Cheer. On-site parking provided.		The Rhodes House Covington, Tennessee		1019	https://www.facebook.com/61565157958068/	0		EVENT_RSVP								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560139	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/10/25, 5:08 PM	1733012724	1749593310		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/459337110_1229099008283530_7805835300180501436_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=TqB_Gg2-2moQ7kNvgENVd1C&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYDTefWJrXA3p33yTaB_uS_6ICipxRv9Hiabf7WWDLTWgQ&oe=675184E4	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561491	1	active	11/30/24, 6:39 PM	7/12/25, 5:59 AM	1733013551	1752317980		1942																										xsrrq.i299sdgktl.com	Watch more			VIDEO	Amor pela Noiva Perdida		https://xsrrq.i299sdgktl.com/fb02.html?shorttv_adid=40072&language=pt&timestamp=1732794289689&utm_source=facebook&campaign_id={{campaign.id}}&campaign_name={{campaign.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}}			1.0026885648928E+14	99 Short Drama	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468524144_547495201529671_6189281786425843460_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=yHG5J0sFF7EQ7kNvgF3hqFa&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AP_dilfucD6CIH6kwvw8Puz&oh=00_AYDVpi71cTI69-BKa3jPSdS2yqy0I9HUGfj7GfJMocEFOQ&oe=67517395	PERSON_PROFILE	0					0		🎬Amor pela Noiva Perdida❗ 💗💫Traída pela família, a vida de Scarlett desmorona-se da noite para o dia. Oito anos depois, quando regressa com o seu filho secreto Dylan, cruza-se com o bilionário Nathan Wright. À medida que o seu casamento de conveniência se transforma em afecto, uma verdade escondida do seu passado ameaça desvendar tudo. O amor conquistará tudo ou os segredos separá-los-ão? 👇Descarregue o ShortMax para assistir a mais séries🎬		99 Short Drama		6875	https://www.facebook.com/100094511877472/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2560370	1	active	11/30/24, 6:27 PM	7/6/25, 5:37 AM	1733012864	1751798257		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/imbk666			1.1486676154694E+14	SNBK5	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468478707_8897248437057023_8357017138972362834_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=GiutquJfel4Q7kNvgFFu8rw&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aq78mITgbHiUYXo6qskjvhT&oh=00_AYCZrUUHSce70uuSm0wUm_aZ7GhQUQvV85xUGWm-Mucx5g&oe=675194F7	PERSON_PROFILE	0					0				SNBK5		1	https://www.facebook.com/100090918641761/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561388	1	active	11/30/24, 6:38 PM	5/1/25, 2:23 PM	1733013504	1746127401		1942																										theschoolyears.com	Shop Now			DCO	Limited Supply: Don't miss out!	{{product.description}}	https://www.theschoolyears.com/			2.0398838760368E+15	The Short Years	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468656783_938538434805762_7030768528322197033_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=KZzNFHIWVi8Q7kNvgEqKMLv&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aj5Ej0hn1F1fu0ORU5MPTeM&oh=00_AYAgGvlqwgr_1rKXGHv5Th4TOGejvpWV35HjL2k2PM9zpA&oe=67517605	PERSON_PROFILE	0					0		The best time to start organizing your child’s memories? Yesterday. The second best time? Black Friday! 🖤 Grab The School Years Memory Kit and give yourself and your kid a gift they’ll treasure for a lifetime.		The Short Years		9835	https://www.facebook.com/theshortyears/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561063	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/14/25, 10:18 AM	1733013343	1749914329		1942																										play.google.com	Install now			VIDEO	🔥Click To Read On👉👉👉		http://play.google.com/store/apps/details?id=com.lycan.fiction			1.0876996733371E+14	Explore Reading	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468646655_406276559118557_2818097772189893968_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=jBha-RjWPwsQ7kNvgGK8Cr_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A6oUB0AsXjWdRBZOIFT99Dr&oh=00_AYAyXa31GbFh6m7qzKdszC8eisn0QtetMniT2YSdZmZm2w&oe=67518396	PERSON_PROFILE	0					0		Calvin is my boyfriend, and we have been together for many years. Although other people in the pack often bully me, if Calvin is around, I can persevere. On that day, Calvin's birthday, I found out that he had an affair with my sister, and I decided to leave the pack. Just as I was about to leave, Alpha King came to our pack, and he captured everyone. "You want her? She's a human!" The king released a roar that made every member of the pack flinch and drop their heads lower in submission. With my face only a few inches from the ground, I watched with terror as the king moved away from me and stood before my biggest bully Kate. The greater distance between us allowed me to see more of him. He was larger than the other Lycans, his body covered in knotted scars that were visible beneath his fur. His claw was the size of Kate's head as he punched it through her ch#st, ripping her heart out the other side and sending the pack into a flurry of sobs and terrified mumblings for mercy. "You will do well to teach your pack to respect those above them." The witch's voice called out again, but I was trapped staring at Kate's body as the king pulled his hand out, and it fell to the ground. I was aware of him walking back to me, but I couldn’t take my eyes away. It was the large hand that grabbed me by my backpack and lifted me off the ground like a doll that brought me back to reality, and I instinctively met the glowing red eyes of the Lycan King. His deep voice sent a chill through me as he spoke, "Mine." --- Janet's P.O.V. I felt uneasy as soon as I entered the pack house. The way my pack mates were smirking at me, laughing behind their hands... I knew they were up to something. Their pranks and bullying had been getting worse and more painful each time they managed to get me alone. My bruises still hadn't gone away from the last time. My body ached from the beating I had taken two days ago, but I was only a few hours away from it all ending. I just needed to get to Calvin before they set their plan into motion. Calvin was my boyfriend of four years. He was the only one that cared for me, and the only one I could trust. We were high school sweethearts. He was also the next in line to become the Alpha of our pack. That didn't matter to me, but it did matter to the other women in the pack. They hated that he was with me. They felt that they deserved a stronger Luna than I would be, and they all wanted to be his chosen one. I hadn't even shifted yet. To them, I was no more than an omega...a runt as they liked to call me, the weakest of the litter. It should have happened three years ago when I turned sixteen, but it didn't. Now I was nineteen, the age at which we could recognize our mates as our wolves should have matured by then. Had I shifted, I would have known Calvin was my mate already, but we had to wait the extra two months until today, his nineteenth birthday, for him to recognize me as his mate. Calvin didn't care that I hadn't turned. We had been together since before either of us were old enough to shift, and we were both positive that we were mates. He stood by me and protected me from the cruelty of the wolves around us when I failed to shift with the others. 'Calvin? Where are you?' I asked through our pack link but received no response. "Poor little human, you have a lot of guts to show up here right now. Do you have any idea how happy the pack is? Having you here will just ruin it. This party is for pack wolves only." Kate, my sister's best friend, said as the crowd parted for her, and the music stopped. All of the party guests stopped dancing and talking to watch as the biggest bully in the pack approached me. The flashing lights of varying colors continued in the uncomfortable silence. I hoped the man of the hour would see the disruption and step forward to my side, but he didn't. As I glanced around at all of the amused faces, he was nowhere to be seen. "Calvin invited me. I am in this pack, and I'm allowed to be here." I whispered, but I could feel the heat building in the back of my eyes as they all laughed again. Something was going on, and it was more than just Kate running her big mouth. "Even he doesn't want you here." She sneered before smiling at me widely. "See for yourself. Where is Calvin, hm? I think he went up to his room. You should go bring him back down to the party and see what he has to say." I held his present against my chest tighter as I narrowed my eyes. She was up to something, but I wanted to get to Calvin more than I wanted to deal with her b##lsh!t. As I took a step forward, Kate stepped to the side, and I could feel everyone watching me with amusement as I went up the stairs. Calvin's room was at the end of the hall behind double doors, and I rushed toward it. I could hear people coming up the stairs behind me, no doubt being led by Kate, but my salvation was only a few feet away. As soon as I got in his room, I could close the door and act as if none of them existed. It would just be the two of us. There was a stirring in the back of my mind as I wrapped my hand around the cold doorknob. It was a warning, telling me not to go inside. It wanted me to turn around and run, knowing this was a trap. Yet, I turned the knob anyway and pushed the door open. The loud moan of the female beneath my boyfriend made me freeze, and I stared wide-eyed at the couple tangled together. Calvin thr#st into her quickly, releasing his own groans of pleasure. My stomach tied in a knot, and it felt hard to breathe. The small spark of light in my life was extinguished, sending my mind into complete darkness as I processed what I was seeing. He lifted his head, meeting my tear-streaked face, but not seeing me as his wolf was in control. His canines extended just before he latched onto her neck, puncturing the skin and marking her as his mate. My sister. "No," I whispered as my hand covered my mouth. Calvin pulled back snarling at the disruption. "I told you he didn't want you," Kate whispered into my ear, and my sister laughed from beneath my boyfriend as she reached up and ran her hand through Calvin's short blonde hair. "Would you mind closing the door, Janet?" Kelly asked innocently, but the malicious look in her narrowed eyes showed she was pleased by her victory over me. Not only had she stolen the love of my life, but she was now to be his Luna. "I'm trying to have a private moment with my mate." Mate. The word seemed so empty now. Calvin had hated Kelly. He had watched how mean she was toward me and resented her. Now, he was baring his teeth at me, defending her. "How could you?" I choked out as a sob wracked through my ch#st, and the present in my hold dropped to the floor before me. The sudden and loud noise seemed to snap Calvin back into control, and his eyes returned to their normal brown. His jaw dropped open as he glanced from me to my sister with guilt, but he didn't look the least bit regretful. He was happy to have found and marked his mate, he only hated that he had been caught cheating. The torn look on his face only made me angrier as he gasped my name while he pulled out of my sister. She sat up as he climbed to his feet, neither of them ashamed to be seen n@#ed. "Janet, I…" He said, stepping forward and causing me to take a step away, only to be pushed back toward him by the crowd of on-lookers. I stumbled forward, trying to stay as far away from him as possible. The steady stream of tears blurred my vision, and my ch#st hurt as he whispered my name again. "Janet…She’s, my mate." He finally announced, causing the house to cheer in celebration that their future Luna had been claimed.		Explore Reading		723	https://www.facebook.com/100055052029909/	0		INSTALL_MOBILE_APP								View Edit Delete
2560773	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/12/25, 5:58 PM	1733013144	1749769092		1942																											Contact us			IMAGE	2019 Mazda CX-5		https://facebook.com/marketplace/item/8182749721835491/			1.0739620841395E+14	Vanessa Camacho		REGULAR_PAGE	1					1		2021 Mazda CX-30 - $2.000,00 ¡🚗✨ Te ayudamos a obtener tu carro hoy mismo! Drive Auto Boutique ✨🚗 ¿Estás listo para conducir el auto de tus sueños? 🥳🎉 En nuestro concesionario, tenemos una amplia selección de vehículos para todos los gustos y presupuestos. 💰🚙 ✅ Ofertas increíbles ✅ Financiamiento fácil ✅ Asesoría personalizada No dejes pasar esta oportunidad. ¡Llama ahora 📞 2017809049 Pregunta por Kelly Vargas y comienza tu viaje sobre ruedas! 🛣️🌟 ¡Te esperamos con los brazos abiertos! 🤗 Facebook Marketplace		Vanessa Camacho		0	https://www.facebook.com/Vanessa-Camacho-107396208413950/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560229	1	active	11/30/24, 6:26 PM	5/1/25, 6:32 PM	1733012768	1746142368		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			IMAGE	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581609150597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465904581_1213236413289390_5877084967375106862_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=vdZAT2XjqG4Q7kNvgEQ8li7&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGE4n5atAuy0MTtqTLihLst&oh=00_AYCWMUnE8LKQ-UXxrKchg0VUE8zaDGMnw_h60BH1V9awpQ&oe=675160BF	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2560009	1	active	11/30/24, 6:24 PM	6/13/25, 1:49 PM	1733012651	1749840600		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.9884401997057E+14	Romantic Love	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/460810830_386022504546583_4449310275471778756_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=kGhsv6nClZ0Q7kNvgFSYc39&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AnId_PF0YT5nv7qZh7MVAfF&oh=00_AYAvecvxrilFXEKa_k9DnojSRfS7ztJmOIZZaTfnR5O6qQ&oe=675169F2	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire And His Blood Wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Romantic Love		346	https://www.facebook.com/61557838064349/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
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2560607	1	active	11/30/24, 6:30 PM	6/4/25, 11:01 PM	1733013017	1749096104		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215572963190204			3.7558525564194E+14	Fun Novels	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/465847570_1094541338917851_221748069367564300_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=vaC4VfzDBkMQ7kNvgGa_XAq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Az3w9QjFMPM7LMAX62gvXPu&oh=00_AYC6q7QuCcrcLB14X7n-3Netb2Y_Z8sEBV-l1az4hK0G8A&oe=67516AC5	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&				0		0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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I glance slightly towards Jenny to ask her to leave but notice her trying to hide the grin on her face. Just as I'm about to ask Jenny about the grin, Kelly beats me to it. I didn't even realize she saw it, but I'm grateful she did. Kelly walks slowly towards Jenny, clearly ready to call her out. "What's so funny? You think this is a joke?" — I'm so lost in my thoughts that I barely register the soft squeak of my hospital door opening. I don't need to look up to know it's Kelly; the familiar scent of her light vanilla perfume gives her away. Before I can turn around, she's already climbing into my hospital bed, wrapping her arms around me from behind in a tight hug. I didn't realize how much I needed her until this moment. I don't have to be strong on my own anymore, and I finally allow myself to grieve, letting the tears I've been holding back flow freely. As my sobs shake my body, she just holds me tighter, not saying a word or trying to hush me. It's exactly what I need—just the space to feel everything. Even the ache in my chest feels a little lighter with her here. It feels like I've been crying for hours, but it's really only been about twenty minutes. When I finally manage to take a deep breath and regain some control, I hear Kelly's soft sniffles and realize she's been crying too. I reach for her hand, gently lace my fingers with hers, and give it a squeeze, offering her some comfort in return. After lying here for a while, sniffling and holding each other, Kelly finally gets up and sits in the chair next to my bed. She takes my hand again, her eyes full of concern and sadness, waiting patiently for me to open up. So, I do. I tell her everything—the unbearable pain that hit me at home, the terror I felt when I saw the blood running down my legs, how I tried calling Daniel and Jenny, but neither of them answered, and how I eventually had to call an ambulance on my own. The words spill out in a broken stream, and I feel her hand tighten around mine as I speak. I tell her about Dr. Smith and Nurse Jackie doing everything they could, but in the end, they couldn't save the pregnancy. As I speak, I see a range of emotions play across Kelly's face—sadness, empathy, love, and then, unmistakably, anger. She's never liked Jenny, always saying she gives off weird vibes, and honestly, I agree. I have talked to Daniel about it so many times, but he's made it clear that Jenny is one of his closest friends and he won't let her go. Part of me understands, because that's exactly how I feel about Kelly. Kelly climbs back into the bed with me, wrapping her arms around me again. She doesn't let go, and I'm grateful for the warmth of her embrace. After a while, she speaks softly. "I'm so sorry, Ari. I'm sorry you had to go through this alone since yesterday. Why didn't you call me? You know I would've dropped everything to be here with you." I let out a sigh, knowing I owe her an explanation. "I know, Kells, but... I guess I just wanted to pretend a little longer that this was all just a bad dream. When I finally worked up the courage to call you, it felt like I was admitting that it was real, you know?" She hums but doesn't press further. "Okay, hun, I get it. Now I'm starving, and I'm ordering us some food." We spend a couple of hours cuddling and watching TV. Nurse Jackie pops in every now and then, probably just checking in on how I'm holding up. Eventually, we convince her to join us for lunch, which turns out to be really nice. Nurse Jackie tells me I have to stay another night for more blood tests because Dr. Smith found something in my bloodstream that's worrying her. Kelly quickly offers to run out and grab me an overnight bag. "You definitely need a nice hot shower," she says, and I can't help but agree. Just as Kelly is about to hand me a glass of ice water, Daniel casually walks into the room with his "bestie," Jenny. I'm surprised to see her here. I'm not sure if I should say anything or just let it go. I don't understand why she needs to be here. After our argument, she didn't even attempt to apologize for the things she said and just pretended nothing happened. This woman clearly doesn't like me—anyone can see it in her eyes—so her being in my hospital room right now makes my skin crawl. Daniel silently plops himself into the chair next to me, not bothering with a hello. Leaning in, he takes hold of my hand and gives it a small squeeze. "I'm sorry you lost your baby, Dove." "My baby? Not ours?" I can't believe what I'm hearing. He doesn't even seem a little bit upset! "Maybe this is for the best; you know I wasn't ready to be a father anyway." I'm so uncomfortable that he's having this conversation in front of Jenny—it feels like he's purposefully trying to embarrass me. I glance slightly towards Jenny to ask her to leave but notice her trying to hide the grin on her face. Just as I'm about to ask Jenny about the grin, Kelly beats me to it. I didn't even realize she saw it, but I'm grateful she did. Kelly walks slowly towards Jenny, clearly ready to call her out. "What's so funny? You think this is a joke?" Jenny turns to Daniel with this exaggerated look of shock, like she's the victim here. And, of course, the idiot falls for it. He drops my hand and steps between them, like he's trying to protect her from some kind of threat. "I'm sure you saw wrong, Kelly," Daniel says, trying to smooth things over. I jump in, my voice unsteady with anger. "No, I saw that smirk too. Why is she even here, Dani? This isn't a conversation she should be part of." I know he's going to ignore me—he's been doing that a lot lately. It's always the same old nonsense, and honestly, I'm reaching my breaking point. "Oh, come on, Aria, be realistic," he says, exasperated. "She's my friend, and I was going to tell her about this anyway. You talk to Kelly about stuff at home too, so it's only fair I get to do the same." Then he turns around and takes Jenny's hand. "Let's go, Jen. We don't need this." And just like that, he walks out with her. I try to hold it in, but a harsh sob escapes my lips, raw and painful. I don't want to cry in front of them, but I can't help it. I can't help but wonder why he keeps choosing her over me. This should be a time for us to lean on each other, to be strong together, but it's like the miscarriage doesn't even faze him. When did I lose the supportive boyfriend, the boy I grew up with? When did he turn into this stranger? I look at Kelly, and I can see the anger simmering in her eyes. I know she wants to go after Daniel and Jenny, to give them a piece of her mind. But instead, she stays by my side, offering the support I so desperately need right now. I couldn't wait to get home and climb into my own bed. The nurses and doctors are amazing, but there's nothing like being in your own space. I unlock the door and walk inside, hoping Daniel is home, but it's completely silent, so obviously he isn't here. I take off my jacket, hang it on the coat rack by the door, and stretch my stiff muscles. I glance towards the kitchen and let out a puff of air because I know what's waiting for me there. I was in the kitchen when the cramps hit me out of nowhere, and the amount of bleeding and how quickly it happened was overwhelming. As expected, the mess is still there, including my footprints from when I walked over to the counter to get my cell to call for help. I put my medication on the counter and get the bucket and rag out to clean up a bit. Just as I'm about to fill the bucket with water, Kelly walks into the kitchen from the laundry room. "Okay, Ri, I put the clothes in the washing machine. Do you want me to hang them outside or put them in the dryer when they are done?" she asks absentmindedly. "I'll hang them outside, don't worry. Thanks, Kells." Opening the tap at the sink to fill the bucket with hot water, Kelly walks over and hip-bumps me out of the way. "Move, I'll handle this. You go get in the shower." "No, it's really okay. I just need to clean the blood off the floor first and then I will go take a shower," I say, pointing to the floor. She shakes her head. "Nah uh. All you need to do is take that shower and get to bed. Nurse Jacky gave me strict instructions to make sure you get enough sleep and finish your meds. I plan on following her orders to the T." "Thank you, Kells, but it's blood. I can't ask you to clean that." "Good thing you didn't ask, right? I know where the gloves are, and I know where you keep your bleach and everything I will need. Now, please go before I call Jacky on you." Chuckling at her threat because I know she will really do it, I give her a tight hug and turn to walk to my bedroom. Lowering myself to the shower floor, I let the tears come, feeling every bit of the hurt. My chest is so tight, it feels like it's being squeezed. It's hard to breathe, like I'm trying to get air in my lungs but it's just not happening. I sob and allow myself the time to grieve for my baby. My throat is raw by the time I start to calm down. Pulling myself back together, I give my body a final rinse and switch off the water. It's like Kelly was waiting for me just outside the door because as I step out of the shower she walks in, wraps me in a warm towel, and hugs me from behind. She got me everything I needed, including a pad, and I'm so happy she is here with me right now. Once I'm dressed, she quickly blow-dries my hair and puts me in bed. She makes sure I'm comfy, turning on the electric blanket and tucking me in tightly. I must have slept for a few hours because when I open my eyes, I notice the room is dark. About ten minutes later, Kelly walks in. She has a bag full of food from my favourite Chinese place. She puts on the light and gets into bed next to me. As we relax in bed, my head laying on her lap, we hear the front door open and then close. I lift my head and move over to sit beside Kelly. When Daniel walks in, he looks genuinely surprised to see us here. His eyes flick between us, and he awkwardly waves. Kelly stands up, and for a moment, I feel panicked. But she gives me a soft smile, whispering she's just giving us a chance to talk. As she walks past Daniel, she gives him the meanest side-eye imaginable. I thought Daniel would come sit and talk to me about our baby and what happened, but instead, he walks right past me and goes to the bathroom. I can hear him digging through the vanity, moving things around, and opening and closing drawers. What is he doing? Is he avoiding me? "Did you clean up the mess you made in the kitchen? I'm not touching that blood. It's disgusting," he yells from the bathroom. What is wrong with this man? "Are you joking right now, Daniel?" I snap back. "I can't believe you just said that. I lost our baby, and all you care about is the mess—the mess you obviously saw and left anyway." "Look, I didn't ask for this, alright?" Daniel answers. "It's not like I wanted the child to die. I can't deal with this right now. Just clean it up, okay?" "Doesn't any of this bother you?" I demand. "Don't you care about me, even a little, Dani? I went through the miscarriage alone. You didn't even bother answering a simple phone call." He lets out a frustrated sigh and walks back into the room. "Okay, I get it, I messed up, and I'm sorry," he says, waving his hands around in frustration. "I don't know how to handle any of this!" We both stay quiet because I know I can't be too harsh on him; we all deal with pain differently, and I need to let him grieve in his own way. He walks further into the room and grabs a duffel bag. I follow his movements with my eyes. Turning to me, he says, "Aria, let's face it: the baby wasn't healthy enough to make it. You weren't that far along anyway. Jenny said it wasn't even considered a baby yet, so you really shouldn't feel this sad about it." I feel like I can't breathe. "So, I'm not allowed to feel anything because of what Jenny said? She doesn't even have a say in this," I say, my voice shaky and barely audible. Tears sting my eyes because all I want from Dani right now is understanding, a hug, or maybe just a glimpse of my childhood best friend, but I don't know this person anymore. Daniel's jaw tightens, and he runs his fingers through his hair—a habit of his when he's frustrated. When he finally looks at me, his eyes seem hazy, like he's lost in his own world. "Look, I didn't ask for this mess," he snaps. "It's not like I wanted the baby to die, but you need to face reality. You lost a fetus, not a child! You are making this harder than it needs to be." He doesn't wait for a reply and starts packing a few things into the bag. I watch him closely, tears slowly running down my face as he does. When he's finally done, he looks at me, "Dove, I'm going to leave for the night to clear my head. Maybe ask Kelly to stay over or something." With that, he walks out of the room.		Wha004		47	https://www.facebook.com/61554431895436/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560218	1	active	11/30/24, 6:26 PM	6/10/25, 12:55 AM	1733012762	1749534937		1942																										fbweb.moboreader.net	Learn more			VIDEO	Read next chapter		https://fbweb.moboreader.net/61818322-fb_contact-encp25_2-1103-core3.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1166169688155768&rawadid=120213581589970597			1.0438428235785E+14	Romantic Novel City	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466046942_878254474508833_7462876102850887484_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=111&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=3SJLEyBJr9AQ7kNvgH_H54k&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AsOAI8WPHXObQsZPuJ89EvP&oh=00_AYA0C9tNFVfYtiu-GP5GFaM-eaRX8jPYUeBqwLU4zvfJKA&oe=67518A73	PERSON_PROFILE	0					0		For her, marrying her best friend and carrying his child was a dream come true. However, just at this joyful moment, the man's beloved returned... ===== "It's a good thing you're cautious. You could've lost your baby, Miss Monroe," the GYN told me seriously as she could see the shock in my eyes. Had I heard it right? I was pregnant? I was pregnant with a baby for Pierce--my best friend and my first crush! On the way out of the hospital, I couldn't wait to tell Pierce about our baby. I wondered what his reaction would be. Would he scream in happiness? God! I couldn't contain my happiness. I cupped my flushed face as I fantasized, but the moment I felt the cold of the simple ring on my finger, my wildly beating heart calmed down. I almost forgot that Pierce wasn't the type to be keen on having children, especially since our marriage was arranged by his family. Pierce was a complete gentleman, both as a friend and a husband. Every time we did intimate thing, he was considerate yet cautious, saying there was no need to add extra shackles when we weren't ready. This baby, in a way, was out of the plan. "Ma'am, is everything okay? Do you need to call the boss?" my private driver, Luke, asked worriedly as he noticed my frown. Luke was reliable, like family, but if I chose to share, I still wanted Pierce to be the first to know this news. He was my baby's father. "No," I shook my head, giving Luke a reassuring smile. "He's on a flight. I'll talk to him later myself." I wanted to sense his answer directly from his raw expressions. I was always good at that. I closed my eyes, recalling the first day we met. His bright smile in the sunlight was so dazzling; he was a Prince. Long before we became best friends, I fell in love with him at first sight. But it was only unrequited love; I knew that well. I slid down the car window to get some fresh air but accidentally caught a glimpse of our old high school. That bitter feeling filled my chest once again. Pierce was my first love, but I wasn't his. In high school, I was just a boring nerd in others' eyes while Pierce Anderson was the shining quarterback. Everyone was surprised that we could be friends. Though envy arose, I enjoyed being around him. I slowly realized that I didn't just want to be his friend. However, right when I was about to confess my feelings to him, another girl came into his life. I shook my head, trying to rid myself of those sad memories. I gripped the cold wedding ring on my finger, telling myself the past was the past. Pierce said they were over, and I was his wife now. I was his wife who was carrying his baby. I wiped the tears from the corners of my eyes and opened the door to our house. My heart calmed as I breathed in the scent of home. Our home. Pierce and I decorated it together with our own hands. We enjoyed it. Yes, I must have been overthinking. That woman had been out of our lives for a long time, and my marriage with Pierce had been as beautiful as a fairy tale for the past three years. I glanced at the clock on the wall. At this point, Pierce should have gotten off the plane. He had been traveling for over a month for the sake of our family's business. Pierce was the President of ADE, the leading fashion magazine company in Asia, and I was actually the Vice President. We were not only life partners but also good partners at work. I really missed him. I dialed his number immediately. I wanted to hear his voice now, to know when he would arrive home. I would prepare a good meal for him, and he would reward me with a sweet k*ss. Then we might do intimate thing... Oops, I almost forgot I was pregnant now. I needed to tell him this first before we could do anything else. I was happily envisioning our lovely reunion when my heart dropped as a woman's voice came over the line. [Hello?] I snapped the phone as just one word came out. My phone fell to the floor, and my body started shaking uncontrollably. NO! It couldn't be her! It couldn't be Lexi! She was already out of our lives! I must have misheard. I rushed to the fridge, attempting to calm myself with some al**hol. But the moment I was reminded of the doctor's words and my baby. I needed to be cautious for my baby's sake. I turned to grab a box of milk and walked toward the sofa. I didn't know what made me recognize that as Lexi's voice at that moment. I meant Lexi and I were never close. Lexi Gilbert was a typical blonde beauty that men would go crazy for. She was the popular cheerleader in high school while Pierce was the star quarterback. A better match than he and a nerd like me, right? It wasn't surprising that he had fallen for her. My pride couldn't stand watching the man I loved go crazy for another woman. So I had once tried to stay away from them silently, but Pierce refused to quit my life. Every time I drowned myself in a sea of books and studies to forget them, Pierce would appear at my doorstep asking me out. I couldn't say no to his charming smile; I couldn't refuse when he claimed it was his duty as my best friend to take me out to enjoy the real world. To avoid ruining our friendship, I could only hide my broken heart, silently playing the role of his best friend while watching his happy face as he pursued another girl. I finally mustered the courage to study abroad when I learned that Pierce was planning to propose to Lexi. However, I never expected Grams would call to beg me to return. I hurried back only to see a lifeless Pierce. His heart was shattered, thanks to Lexi. My beloved sunshine boy was nowhere to be seen, and my heart b*ed for him. I started to hate Lexi from that moment. I gave up my cherished man for her, and how dared she harm him so badly! Pierce didn't tell anyone what happened except that he was done with Lexi. Grams arranged our marriage. I didn't understand why he agreed until the day I heard him say that marrying anyone but Lexi would be the same for him. It hurt like hell, but I still walked into this marriage without a second thought. My cherished boy was broken, and I wanted to fix him, not caring if I ruined myself in the process. I fell asleep at home, feeling insecure and worried. I woke up in the middle of the night when I felt someone caressing my cheek. Slowly, I opened my eyes and realized I had fallen asleep in the living room. Someone lifted me from the couch. I immediately recognized his scent and touch as I looked at him with heavy-lidded eyes. "Pierce..." "Hmm," he hummed as he walked toward the stairs. "Why did you sleep on the couch?" I stared at his face as he gently placed me down on the bed. He caressed my hair and k*ssed my forehead. He was always so gentle, and that was why I loved him so much. "Where have you been? I've been waiting for you," I said as I caressed his cheek. "Just met a friend. You said you were waiting for me; is it something urgent?" Looking at his gentle face, I suddenly didn't want to ruin the moment, so I closed my parted lips and swallowed the truth back down. Tomorrow, maybe tomorrow, I would have the courage to face all the puzzles. I shook my head and pouted, signaling that I was sleepy. He chuckled and carefully carried me to the bed. Just as he was about to leave me after giving me a goodnight k*ss, I panicked for some reason. I quickly grabbed him... I missed him. I wanted him. "Wait, Kels," he said, stopping me by pinning my hands to the bed. "I thought you said you were sleepy and needed to rest." "But I think I miss you more now." I looked at him with innocence and caught the d**ire flashing in his eyes, but I didn't know why it faded so quickly. He used to be happy when I took the initiative. As if noticing my confusion, he chuckled and playfully pinched my nose. "I'll just take a shower." I nodded and watched him as he walked toward the bathroom. But drowsiness struck again, so I closed my eyes to take a nap. However, it was already morning when I opened my eyes again, and Pierce was beside me, putting a tray of food on the bedside table. "Hey!" I greeted, smiling when I realized what he'd done. He had prepared breakfast for me. In bed. The sweetest. He smiled and sat on the edge of the bed. "Good morning." I grinned as I sat up. He carried the tray and put it beside me. I shot an eyebrow up, tilting my head as I stared at his handsome face. His deep brown eyes and thick, black eyebrows complemented his striking features. "What is this? Is this a bribe? You stood me up last night, bad boy." He didn't laugh. Instead, he heaved a sigh, gently tucking my hair behind my ear before taking my hand and staring into my eyes. "I have something to tell you." My heart raced. I thought about our baby. He had something to say, and I did too. "W-What is it?" I asked, feeling my voice tremble. He took a deep breath. "You know you're important to me, right?" I slowly nodded, my lips parted. I couldn't speak; I was scared of what he was about to say. I had a bad feeling about this. "You were my best friend before we got married. You're one of the few people I treasure..." I hid my clenched fists under the sheets. I didn't understand why he was telling me this, but I felt tears pooling in the corner of my eyes already. "Kelly..." He paused, squeezing his eyes shut before looking into mine again. "I-I think it's time for us to divorce." "P-Pierce..." My heart clenched. He smiled sadly. "I know you don't have feelings for me either. You only married me because of my grandparents. You just did this because you love them. Now it's time for our real happiness, Kelly." I shook my head. "W-What are you talking about, Pierce?" "Lexi is back, Kelly. My first love is back." Chapter 2 Kelly's POV--It Never Rains but It Pours I got off the bed and tried to leave, but Pierce grabbed my hand. I quickly wiped the tears rolling down my cheeks before he could see them. He stood in front of me, searching my face as I struggled to look down and avoid his gaze. My heart felt like it was breaking into pieces. I thought... I thought I could make him fall in love with me during those three years together. I believed his feelings would deepen, that he would see me as a woman rather than just a best friend. I was foolish to hope and dream so high. I had failed. No matter how hard I tried, his heart belonged only to his first love, Lexi. "Kelly..." I sucked in a breath and swallowed the pain as I looked at him. I forced a smile. "I need to wash up before eating." He stared into my eyes, trying to figure out what I was thinking. I knew he understood me too well, so I made a concerted effort to hide my pain and smiled back at him. He sighed and let go of my hand. "Okay. I'll wait for you here. Let's eat and go to work together." Together? How cruel could he be? He still wanted us to get along as if he hadn't just asked for a divorce? He wanted us to stay the same right after telling me that his first love was back and he wanted to divorce me? Oh, Pierce, what's going on in your head? If I used to be able to force myself to remain in the role of his best friend, wishing him happiness, I no longer had that courage after the three years we'd shared. There was no way I could endure that kind of torture again, especially now that I was carrying his baby. The baby... I had thought it was good news for us, but now... it felt more like a burden to him, I guess. A burden that would prevent him from pursuing his true love and freedom. I knew how an unwanted child could grow up. My parents divorced even before my mother died, and my father's new family hated me. It hurt like hell. I didn't want my baby to experience that same pain. I needed to keep my child away from it. I forced another smile. "We can't. I need to visit the studio for the photoshoot of our new models..." "I'll go with you--" "No." I pushed his hand away. His eyes followed my hand before he looked up at me again. "You have some documents to sign. Our schedules are already organized, remember?" "But..." "I have a personal driver, Pierce. I'll be fine going alone." He sighed and slowly nodded. I turned my back on him and entered the bathroom. I immediately opened the shower and stood under the cold water. Tears cascaded down my cheeks as I covered my mouth to suppress my sobs. My shoulders trembled violently, and when I thought about my baby, I swallowed hard, trying to calm myself down. I wiped my face and caressed my belly. I needed to be strong. I had to stay calm. I shouldn't put my baby's life at risk just because I got my heart broken. I had to handle this wisely. I took a deep breath and finished my shower. When I got out of the bathroom, I was shocked to see Pierce still there. He was struggling to fix his tie in front of the full-length mirror. I also noticed my pair of heels and dress on the bed. "Hey! I picked your dress for today." Since our marriage wasn't public, Pierce had said he would try to do little things for me as a husband. He did it well, and I used to enjoy these sweet moments, but now, they felt like d**gers to my heart. I grabbed the dress and went into the walk-in closet. I felt him following me. I put the white dress back and picked a red one. When I turned to face him, his forehead was creased. "I prefer red today. I'd feel beautiful in this dress." His eyes landed on the dress I was holding, and his face immediately relaxed. He nodded and walked toward me. "I see. Help me fix this first." I placed my dress on his arm and started adjusting his tie. I could feel his eyes staring intently and it was making my heart beat so fast. I took a deep breath and chewed my bottom lip as I struggled to fix the tie. My vision started to blur again. D**n! "Kelly..." I jumped in shock. "Hmm?" "Are you okay?" I looked at him and smiled. "Yeah." "I have something else to say." I finished fixing his tie, then immediately grabbed the dress from him. I glanced at him before walking past him and said, "Let's just talk some other time. I'm going to be late." I heard him sigh as he followed me again. He's silent the whole time as if he's thinking about something. "You should eat before you leave." I turned to him and nodded. "I will. You should go now." "Kelly, we're on the same page, right?" I stared at him. No, Pierce. We're never on the same page. All of this was just my stupid fantasy. I thought you had feelings for me, and I was so wrong. "If it's about the divorce, I understand everything, Pierce. I know what I have to do. Just give me some time because I'm really busy with the company. I won't run away." "Kelly, I'm not just doing this for myself. I'm doing this for you too. You've been caged with me ever since we got married. I know you're not happy because deep down, you want to find the man you deserve. Someone who will truly love you. Not me. Not someone who's half-hearted." "I understand what you're trying to say, Pierce," I said, trying to turn away, but he held me by the waist, keeping me in place. He did everything he could to capture my gaze, and he succeeded. He looked at me worriedly. "You are my best friend. I don't want to lose you, Kels. You're one of the few people I..." "I know," I said out of frustration. He looked shocked, so I took a breath to calm myself. "I-I know. You don't have to worry. I'm just stressed about work. It's not about our divorce." His lips parted, and he slowly nodded, as if he could finally breathe properly. He walked toward me, and I froze when he gently k*ssed my forehead... "Thank you, Kelly," he whispered. My heart clenched. It had been three years, but I was still such a coward. Why couldn't I just tell him that I loved him? He's my husband, and I'm carrying his baby! If I told him, he might change his mind! I swallowed hard, ready to speak, but his phone rang. I didn't miss the caller ID. Again, it was Lexi. "I gotta go." He scratched his head in apology, and I didn't miss the upturned corners of his mouth. "I called Luke, and he's waiting outside. Eat before you go, okay?" With that, he left our room. The tears I had managed to hold back burst forth again. Why did I think I could have a chance? He had made his choice the moment he asked for a divorce, hadn't he? Whenever it came to Lexi, I was always the one he would abandon. Chapter 3 Kelly's POV--Stiff Upper Lip I entered the studio wearing two-inch red heels and a red dress. Everyone turned to look as I walked down the hallway, greeting me with smiles, but my face remained stoic, not showing any emotions at all. The conversation with Pierce this morning lingered in my mind, but I couldn't let it affect my work. I couldn't fail my work after I had failed my marriage. I took a deep breath to steady myself. However, when I entered the photoshoot room, I could notice everyone was in chaos. "We can't! She's not answering her calls. What should we do? The Vice President is coming today. She'll be furious." "We can just tell her the truth. She's nice." "Not in this situation, Lily! She'll scold us--" "What's happening here?" I asked, stepping further into the room. The staff turned to me with worried expressions, and I knew then that something was wrong. "G-Good morning, Miss Monroe." Miss Monroe. Of course, no one knew that Pierce and I were married except for our families. I felt a pinch in my heart because of that truth. It hurt. I stared at her blankly, "What? "W-We have a problem, Miss Monroe. Miss Chen, our model, has been refusing our calls. She said she heard that we're changing the model, so...she doesn't want to come here. She's even threatening to file a case against us." She bowed her head, and I gritted my teeth, scanning the room. "Where's the marketing manager?" "S-She's still trying to convince Miss Chen, Miss Monroe." I massaged my forehead, squeezing my eyes closed. I grabbed my hair and screamed in so much anger, causing everyone around me to jump in shock. I g**aned, sucking in a breath before looking around. "Miss Monroe..." "What is this, Miss Hayley? You're the marketing manager. What's happening?" "Miss Monroe, I don't know how it happened, but Miss Chen heard that you're changing our model. She's about to file a case against us--" Changing the model? How had I not known about this? Miss Chen had always been a trusted partner, and if not necessary, changing models for a commercial shoot on short notice would only create chaos for the company. I would never allow such a costly mistake. "I never asked for that. You must be mistaken." I cut her off to save the time, "Fix this mess, or I'll have to fire you!" "Miss Monroe... It's Mr. President who ordered the change." Hayley spoke hesitantly. "He instructed us as soon as he returned from his business trip yesterday." The truth hit me hard. Pierce's order? Why hadn't he told me? He used to discuss every major decision with me first. "It shouldn't be..." Confusion clouded my mind. Pierce was not a clueless businessman; he maintained a clear distinction between work and personal matters, which was why he always succeeded. And that was also why he chose to keep our marriage a secret. "Yes, Kelly. I gave the order." The voice pulled me back. "M-Mr. President..." Hayley bowed in respect as the man suddenly appeared behind me. "I think you owe me an explanation, Pierce. About changing the model!" I snapped as I turned to face him. He knew how much effort I had put into securing this project. I hadn't slept well for days, and Miss Chen was the perfect fit for us. He had agreed too. But now... he just changed the model as he liked without informing me in advance. It felt like a hard s**p in the face. "Go ahead with the work. I'll explain it to her." He pacified the staff first, ignoring the anger simmering in my eyes. "Answer me, Pierce! Why did you change the model so suddenly?" I couldn't contain my fury. He touched my shoulder and whispered, "This isn't the place to talk. Let me explain in the car." I glanced around, noticing others sneaking glances at us. I shook off his hand and walked toward the parking lot, my heart growing heavier with each step. I had a sinking feeling I wouldn't like his explanation. "Now, say it," I blurted once we were seated in his car. He stared into my eyes as if weighing my emotions. I looked away again.; I couldn't bear his gaze. I couldn't withstand his eyes that never looked at me the way I wanted him to. He had no feelings for me and it hurt so much. "I-I..." he paused, sighing. "I replaced Miss Chen because Lexi wants to be our model. She's also a good fit, so I agreed--" "What?" I asked in disbelief. He pressed his lips together and looked away, ruffling his hair in frustration before shaking his head and holding my hand. "I'm sorry I didn't tell you sooner. It was just so sudden. She asked for a favor, and I couldn't say no." I pulled my hand away, looking at him with a mix of pain and anger. "You can't say no to her, so you'd rather harm the company--our company. You've betrayed me, Pierce." "Kels, come on. You know how much I love her. She's my first love." Painfully, I closed my eyes. Oh yes, she was your first love. She's always the one you want, no matter the cost. As long as she frowns a bit, you turn a blind eye to the pain and effort of others. You're so heartless, Pierce. "Well, you've made your decision. I don't have a say in this since you're the President. Just go. I'll be in the office." I said coldly, opening the car door to leave. "Kelly..." I looked him in the eyes. "Go home early. Let's talk about our divorce at home tonight." Chapter 4 Kelly's POV--Left High and Dry I was playing with the wedding ring on my finger. I told him to go home early, but he didn't come home at all. He wasn't even answering my calls. Well, now Lexi was back; this house was probably not home in his eyes anymore. My eyes turned to my pregnancy report on the table. What a mockery. I was still naive to hold a glimmer of hope that things would be different if I told him about the baby. But forget this baby thing was out of his plan. I wiped away the tears collecting at the corners of my eyes and picked up the report. It was 5 a.m. already when I looked at the clock on the wall. I tried to dial his number again, but it was still busy. What was he busy with? Was he busy staying with Lexi? He must have missed her a lot, didn't he? I didn't remember how I fell asleep. When the alarm clock went off, he didn't come home yet. I sneered at myself as I caught my reflection in the dresser mirror. The dark circles under my eyes were so clear, and my hair was a total mess, looking like a ghost. Suddenly, a wave of nausea flooded my stomach, and I realized I hadn't eaten anything last night. Feeling sick again, I ran to the sink and puked. I spat yellowish liquid, and while I was washing my mouth, I felt a warm hand caressing my back. I immediately lifted my face and met a pair of brown eyes looking at me through the mirror. Standing behind me with a worried expression was my husband, Pierce. I had always been thankful to have him as my best friend and husband, but now... I'm losing him. Hopelessly losing him. "Are you okay? Are you not feeling well? You should've told me." I stared at him through the mirror. "You didn't answer my calls." Guilt flickered in his eyes. "I'm sorry. I had some things to do. I stayed in the office all night." I wiped my face and walked past him. He followed me as I sat in front of the vanity and started combing my hair. "Kels..." "I woke up late. I failed to prepare breakfast." I tried to avoid his eyes. I felt like I would lose my temper and snap at him. There was no moment when I felt his selfishness so clearly as now. He called me his best friend, yet he had never seriously confronted my needs. My feelings. "Kels... you know I'm not asking about this. I'm just worried about your condition..." "Kels, are we still okay?" I stopped combing my hair and slowly met his eyes. Through the mirror, again. Really? He's asking me that? After he offered me a divorce without even asking if I was okay with it? He decided on his own, just because his first love is back. I couldn't believe him. I faked a smile. "I just don't feel well today, Pierce." He immediately squatted beside me, which was not surprising because I knew he truly cared. What surprised me was why he was still doing this after he buried a dagger in my heart. "Are you okay?" He gently touched my forehead and neck. "Are you sick? Tell me how you feel, Kels." "My feelings don't matter," I couldn't help but blurt out. He looked shocked by what I said. When I attempted to avoid him, he grabbed my wrist and made me face him. His face was mirroring his anger now. He was completely lost his patience. "What's wrong with you, Kels? You've been acting like this since yesterday. Is this about Lexi? Or was it because I didn't come home last night?" I looked him in the eyes, annoyed. "You're the one who asked for a divorce! I told you to come back earlier, but you just let me wait the whole night. How do you want me to greet you this morning, Pierce?" He clenched his jaws and shook his head. "Kels, I..." "Enough. We can talk about the divorce after work today." "Kels!" He called and grabbed my shoulders. Confusion and pain were visible in his eyes. "Are you... in love with me?" I was taken aback. In love? Yes! Ever since we were in high school. Ever since he became my best friend. Who wouldn't fall for someone who had been protecting you ever since? But of course, I couldn't tell him. It would only complicate things more. I didn't even want him to pity me. I shook my head and pushed his arms away. "Are you on d**gs? I'm not in love with you." I turned my back on him and entered the bathroom again. I locked it before going to the bathtub. I should focus on myself. I can't let my emotions affect me, but... why are my tears falling again? "You are so pathetic, Kelly! You can't even tell him how you truly feel," I whispered to myself as I wiped my tears angrily. It took me almost an hour to bathe. When I was done, I realized Pierce had already left. I shook my head in disbelief. He's been constantly abandoning me. I can't believe we've reached this point. I thought we were okay. I was so stupid. *** "Good morning, Miss Monroe..." "Good morning, Vice President..." I did not greet anyone back, just like how I used to greet them. I still felt pissed, and my mood seemed off. Irritation could easily take over me, and I couldn't control it. Probably because of Pierce's divorce proposal or because of my pregnancy. I was about to enter my office when I heard two girls talking. "Did you see her? I bet she's Mr. Anderson's girlfriend. They seemed close." My forehead creased. Pierce's girlfriend? "Ah! It's a waste that I didn't see her face, but I feel like it's Miss Lexi." "Lexi? Lexi Gilbert? The model?" "Yes! I bet my whole month's salary on this. They look good together." "Come on! Miss Monroe and Mr. Anderson look better together." "Are you serious? They're best friends. You know, some people are better off just friends. It's Mr. Anderson and Miss Monroe." I squeezed my eyes closed and pushed the door of my office. I slowly closed it and rested my back against it. This is harder than I expected. I took a deep breath and sat in my swivel chair. I opened the computer at the same time a notification popped up on the screen of my phone. My hands started shaking as soon as I saw the notification. It was Pierce's social media update. He uploaded a photo of him and Lexi together, eating in a fancy restaurant. I balled my fists and gritted my teeth. See, Kelly? That's what happens when you step into such a loveless marriage without a second thought. You would only break yourself if you continued on the wrong path. Just get a divorce. Spare him and yourself. Your baby needs a strong mommy... ...... ==== Marrying her best friend was a dream come true for Kelly, but everything truly has a limitation. Pierce is Kelly's first love, but as his best friend, she knew well there was always another woman deep in his heart, Lexi Gilbert. Kelly finally realized their happy marriage of the last three years was just a beautiful dream when Pierce asked for a divorce just because Lexi returned. She could only be his best friend even if she was carrying his baby. Since their friendship had become a cage, Kelly chose to set him free, as well as the miserable herself. But why then, it was Pierce who became the one who refused to move on? To make matters worse, her devil stepbrother also domineeringly stepped in at the same time, asking her to be his. What happens next? How could Kelly save her heart in this battle of love and hate? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &3&		Romantic Novel City		4123	https://www.facebook.com/100083790041265/	1		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Para empeorar las cosas, su hermanastro diabólico también intervino al mismo tiempo de manera dominante, ¡queriéndola para él! ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5&		Happy reading		396	https://www.facebook.com/61566043183664/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561548	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/13/25, 1:54 PM	1733013579	1749840863		1942																										breathandbreak.com	Shop Now			DCO	Last Longer In Bed	Loved by Over 7,000 Men	https://breathandbreak.com/products/climax%C2%AE-clockstopper-climax-delay-wipes			4.8409800812317E+14	Breathandbreak	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468411407_1111552210355227_2730153722021353948_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Py8l1KxH8ogQ7kNvgEgvPfn&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYAuEMV7JlEj5ujNIflQohHW_1dMSmC73roc7cP4mTXaSw&oe=67518D78	PERSON_PROFILE	0					0		Guys, it's time to enjoy longer-lasting intimacy, with instant effects and no negative impact. 😉 Instant Results 👀 Discreet and Portable ✅ Easy to Use Experience longer-lasting intimacy as a man today!		Breathandbreak		0	https://www.facebook.com/61569130363022/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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2561446	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/12/25, 10:33 AM	1733013524	1752334436		1942																										thefashionball.com	Learn More			DCO	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	https://thefashionball.com/trends/kelly-mark-open-up-syn/?utm_source=Facebook&utm_campaign=Kelly%20Mark%20Open%20Up%20INSPO%20Paula2811%20Dynamic%20PHS647%20CRT%20b1a3%20-%20Unknown%20WW%20FB%20CRT&network_code=CRT&utm_term=content&v=3			1.0501726506241E+14	The Fashion Ball Moda	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468731465_442697768634409_7625413177416635766_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=FvJ_OxVML-UQ7kNvgFXWZwP&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYCB_Vk-mjFf78Vmko6ddwJq7cNPnHfM8GB4Y0bm8jgy2A&oe=67519633	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly Ripa discusses the legal challenges her son Joaquin is currently facing		The Fashion Ball Moda		3446	https://www.facebook.com/100066571497203/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561369	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/6/25, 6:15 PM	1733013497	1749251718		1942																										kencko.com	Shop now			IMAGE	Take Advantage of Kencko's Biggest Sale of The Year — 25% Off	Add 2.5 cups of organic fruits and veggies to your morning routine in 60 seconds. Packed with essential plant nutrients and bursting with flavor.	https://www.kencko.com/smoothies			7.0587769292244E+14	kencko	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468768482_466271992733545_4472257607301722735_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=107&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=uPNK8QkL_tQQ7kNvgFkb6dt&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A7B7gDJyrgV0VwOVTDYwh1p&oh=00_AYAq4zqbH1AaCDJb1XZG2Wgc750tQKTyr8xwASdt91Mkww&oe=67517231	PERSON_PROFILE	0					0		⏰ Smoothie lovers, it’s time to shake things up – Kencko’s BFCM sale is here! 🎁 Get 25% OFF and enjoy: ✨ Instant smoothies – just add water & shake! 🍓 Organic fruits & veggies in every sip. 🚫 No added sugar, no preservatives. 🌍 Eco-friendly packaging because the planet matters. No chopping, no blending, just pure smoothie bliss in 60 seconds. Your health journey starts now – grab your 25% OFF today! 💪		kencko		44711	https://www.facebook.com/kenckocom/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2560336	1	active	11/30/24, 6:27 PM	6/13/25, 7:19 PM	1733012836	1749860357		1942																											Contact us			IMAGE	GE Appliances Stoves Dishwashers Microwaves Refrigerators Washers Dryers up to 70% off		https://facebook.com/marketplace/item/914347987029640/			1.002221325915E+14	Kelly Chen		REGULAR_PAGE	1					0		GE Appliances Stoves Dishwashers Microwaves Refrigerators Washers Dryers up to 70% off - US$ 399.00 Everything brand new UP TO 70%OFF Overall, I'll give you an extra discount and it's cheaper than any of them Stoves Dishwashers Microwaves Refrigerators Washers Dryers ✅ UP TO 70% Off Everything - No Exceptions! ✅ Convenient financing options for all budgets ✅ Complimentary 1-year warranty 🚗 Fast delivery and professional setup Facebook Marketplace		Kelly Chen		0	https://www.facebook.com/Kelly-Chen-100222132591502/	0		CONTACT_US								View Edit Delete
2560786	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/11/25, 7:06 PM	1733013149	1749686812		1942																										instagram.com	Visit Instagram Profile			CAROUSEL			http://instagram.com/tyharvey.atx			1.0297686451811E+14	Ty Harvey	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468105568_1298583141579641_3329303568196121970_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_r0xRUK6K7kQ7kNvgEvqyy_&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQqq0ypXB5liTNMgABQCPiZ&oh=00_AYCZa-gzPBjjP9ZeKaD09WAp9alfl-UyCpYpgTeLT0tVDw&oe=67517B10	PERSON_PROFILE	0					0				Ty Harvey		196	https://www.facebook.com/tyhharvey/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561551	1	active	11/30/24, 6:39 PM	6/15/25, 7:49 AM	1733013580	1749991785		1942																										breathandbreak.com	Shop Now			DCO	Last Longer In Bed	Loved by Over 7,000 Men	https://breathandbreak.com/products/climax%C2%AE-clockstopper-climax-delay-wipes			4.8409800812317E+14	Breathandbreak	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468411407_1111552210355227_2730153722021353948_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Py8l1KxH8ogQ7kNvgEgvPfn&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax_YQFSoV56o7A6iDsktEUX&oh=00_AYAuEMV7JlEj5ujNIflQohHW_1dMSmC73roc7cP4mTXaSw&oe=67518D78	PERSON_PROFILE	0					0		Guys, it's time to enjoy longer-lasting intimacy, with instant effects and no negative impact. 😉 Instant Results 👀 Discreet and Portable ✅ Easy to Use Experience longer-lasting intimacy as a man today!		Breathandbreak		0	https://www.facebook.com/61569130363022/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561018	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/12/25, 7:11 PM	1733013304	1749773481		1942																										bridesblush.com	Learn More			DCO	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	Kelly Ripa and Mark Consuelos Finally Open Up About the Struggles in Their Relationship	https://bridesblush.com/trends/kelly-ripa-mark-consuelos-syn/?utm_source=Facebook&utm_campaign=Kelly%20Mark%20Open%20Up%203011%20SBA%20Dynamic%20BBH-SW%20Nitido%20-%206983%20-%20AdCeptive%20Media%20FZCO%20-%20Pubplus%206%20bdae%20-%20Mobile%20USA%20FB%20ACM&network_code=ACM&utm_term=content&v=8			1.0631133924295E+14	Style Wait	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468550301_1100568101511996_8599240572739099738_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=OKRX4AHTWEsQ7kNvgGouUJq&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYD2AF67v_4jVDLNhaaYE1767_9Buaf2ClKsovwFe8pPJQ&oe=67516195	PERSON_PROFILE	0					0		Kelly Ripa and Mark Consuelos open up about the difficulties they've faced after years of marriage		Style Wait		507	https://www.facebook.com/61552284218834/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560529	1	active	11/30/24, 6:29 PM	6/14/25, 1:43 AM	1733012972	1749883383		1942																										fbweb.manobook.com	Learn more			VIDEO			https://fbweb.manobook.com/14603375-fb_contact-spcp25_2-1030-core1.html?adid={{ad.id}}&char=157725&accid=860298072104208&rawadid=120215807570650204			3.5646157422833E+14	Heart-warming Novel	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/466975403_911940537534570_7013294971597951347_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6qcnM2m9kkIQ7kNvgH1bJl3&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ac8fcvWAfuTTKDJkN5VkeYU&oh=00_AYCdskvFzfGuevGSava4aumhdfsPzhxMCSxWblifQl25-A&oe=67516778	PERSON_PROFILE	0					0		Para ella, casarse con su mejor amigo y quedar embarazada de su hijo fue un sueño hecho realidad. Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Heart-warming Novel		979	https://www.facebook.com/61565720283161/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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Pero en ese momento feliz, la mujer que amaba su marido regresó... ===== ¿Lo había oído bien? ¿Estoy embarazada? ¡Estoy embarazada de un bebé de Pierce! ¡Mi mejor amigo y mi primer amor! --Qué bueno que haya sido cautelosa, pudo haber perdido a su bebé, señorita Monroe --me dijo el ginecólogo con seriedad al ver la sorpresa en mis ojos. En ese momento, me toqué el vientre inconscientemente, sin poder creer que hubiera un bebé acostado allí. Cuando salí del hospital, no podía esperar para contarle a Pierce sobre nuestro bebé. Me preguntaba cuál sería su reacción. ¿Gritaría de felicidad? ¿Me b**aría y todo eso? ¡Dios! No podía contener mi felicidad. Incluso tomé mi cara roja entre mis manos mientras fantaseaba. Pero en el momento en que sentí el frío del anillo en mi dedo, mi corazón que latía salvajemente se calmó. Casi olvidaba que Pierce no estaba interesado en tener hijos, menos considerando que nuestro matrimonio fue arreglado por su familia. Por supuesto, Pierce era un completo caballero, como amigo y como marido. Cada vez que teníamos relaciones s**uales, él era considerado y cauteloso, y decía que no era necesario agregar más ataduras si no estábamos listos. Este bebé, en cierto modo, estaba fuera de los planes. --Señora, ¿está todo bien? ¿Necesita que llame al jefe? --preguntó mi conductor privado, Luke, preocupado al notar mi ceño fruncido. Luke era confiable como un miembro de la familia, pero no quería contarle porque quería que Pierce fuera el primero en enterarse de esta noticia. Él era el padre de mi bebé. --No --dije y negué con la cabeza, dándole a Luke una sonrisa tranquilizadora--. Está en el vuelo. Hablaré con él más tarde --y así vería su respuesta yo misma en sus crudas expresiones. Siempre fui buena en eso. Finalmente, cerré los ojos y recordé el día en que nos conocimos. Su brillante sonrisa a la luz del sol era tan deslumbrante que parecía un príncipe. Me enamoré de él a primera vista, mucho antes de que nos convirtiéramos en mejores amigos. Pero era sólo un amor no correspondido y yo lo sabía bien. En ese instante, bajé la ventanilla del auto para tomar un poco de aire fresco y, sin quererlo, vislumbré nuestra antigua escuela secundaria. Ese sentimiento amargo llenó mi pecho una vez más... Pierce fue mi primer amor, pero yo no era el suyo. En la escuela secundaria, yo no era más que una nerd aburrida a los ojos de los demás, mientras que Pierce Anderson era el brillante mariscal de campo. Todos se sorprendieron de que pudiéramos ser amigos. Aunque las hostilidades hacia mí aumentaron, disfruté estar cerca de él y poco a poco me di cuenta de que no quería ser sólo su amiga. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de confesarle mis sentimientos, otra chica llegó a su vida. Sacudí la cabeza tratando de deshacerme de esos viejos y tristes recuerdos. Luego toqué el frío anillo de bodas en mi dedo y me dije que el pasado ya había pasado. Pierce dijo que habían terminado y que ahora yo era su esposa. Sí, yo era su esposa y además estaba embarazada de su bebé. Pronto, me sequé las lágrimas de las comisuras de los ojos y abrí la puerta de nuestra casa. Mi corazón se calmó al respirar el aroma de mi hogar, nuestra casa. Pierce y yo la decoramos juntos con nuestras propias manos. Lo disfrutamos. Sí, tal vez estaba pensando demasiado. Esa mujer había estado fuera de nuestras vidas durante mucho tiempo y los últimos tres años mi matrimonio con Pierce fueron tan hermosos como un cuento de hadas. Una vez dentro, miré el reloj de la pared. Para ese entonces, Pierce ya debería haberse bajado del avión. Estuvo más de un mes en viajes de negocios de nuestra empresa familiar. Pierce era el presidente de ADE, la empresa de revistas de moda líder en toda Asia, y yo era la vicepresidente de la compañía. No sólo éramos compañeros de vida, sino también buenos socios en el trabajo. En verdad lo extrañaba. De inmediato, marqué su número, pues tenía muchas ganas de escuchar su voz y saber cuándo llegaría a casa. Le prepararía una buena comida y él me premiaría con un dulce beso. Y luego podríamos... Vaya, en ese momento casi olvidé que estaba embarazada. Debía contarle eso primero y luego podríamos hacer otra cosa. Estaba imaginando felizmente nuestra encantadora reunión, pero mi corazón dio un vuelco cuando una voz de mujer cruzó la línea. --¿Hola? Al escuchar esa sola palabra, dejé caer mi teléfono, que se rompió al chocar contra el suelo, y mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente. ¡NO! ¡No podía ser ella! ¡No podía ser Lexi! ¡Ella ya estaba fuera de nuestras vidas! Debí haber escuchado mal. De inmediato, corrí hacia la nevera en un intento por calmarme con la ayuda de un poco de al**hol. Pero en el momento en que toqué la botella de v**o, recordé las palabras del médico sobre mi bebé. Debía tener cuidado por la salud de mi bebé, así que solo agarré una caja de leche y caminé hacia el sofá. En ese entonces, no sabía qué me hizo reconocer esa voz como la de Lexi. Nosotras nunca fuimos cercanas. Lexi Gilbert era la típica belleza rubia por la que los hombres se volvían locos. Ella era una animadora popular en la escuela secundaria, mientras que Pierce era el mariscal de campo estrella. Encajaba mejor con él que una nerd como yo, ¿verdad? No me sorprendió que se haya enamorado de ella. Mi orgullo no soportó ver al hombre que amaba volverse loco por otra mujer, así que una vez intenté alejarme de ellos en silencio, pero Pierce se negó a salirse de mi vida. Cada vez que me ahogaba en un mar de libros y estudios para olvidarlos, Pierce aparecía en mi puerta invitándome a salir. No podía decirle que no a su sonrisa encantadora y tampoco podía decirle que no porque afirmaba que era su deber como mi mejor amigo llevarme a disfrutar del mundo real. Para no arruinar nuestra amistad, oculté mi corazón roto y desempeñé en silencio el papel de su mejor amiga, siempre a su lado y observando su rostro feliz por otra chica. Finalmente, cuando supe que Pierce planeaba proponerle matrimonio a Lexi, me armé de valor y fui a estudiar al extranjero, sin saber que su abuela me llamaría para rogarme que regresara. Por supuesto, volví a toda prisa sólo para ver a Pierce sin vida. Lexi le había herido gravemente el corazón y el mío sufría por mi amado. Empecé a odiar a Lexi desde ese momento. Le había entregado a mi amado hombre, ¡cómo se atrevió a hacerle tanto daño! ¡Esa bruja! Pierce no le contó a nadie lo que pasó, excepto que había terminado con Lexi. Luego, la abuela arregló nuestro matrimonio. No entendí por qué estuvo de acuerdo hasta que un día lo escuché decir que casarse con cualquiera que no fuera Lexi sería lo mismo para él. Aquello me dolió mucho, pero aun así me casé con él sin pensarlo dos veces. Mi amado estaba destrozado y quería recomponerlo, sin importarme si eso me arruinaba a mí en el proceso. Me quedé dormida sintiéndome muy insegura y preocupada. Me desperté en medio de la noche cuando sentí que alguien acariciaba mi mejilla. Lentamente abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida en la sala de estar. Alguien me levantó del sofá e inmediatamente reconocí su olor y tacto mientras lo miraba con los ojos entrecerrados. --Pierce… --Hmm --murmuró mientras caminaba hacia las escaleras--. ¿Por qué te dormiste en el sofá? Yo solo me quedé mirándolo a la cara y luego me dejó suavemente sobre la cama, acarició mi cabello y besó mi frente. Siempre fue tan gentil y por eso lo amaba tanto. Llevábamos más de un mes separados, mi cuerpo lo extrañaba y mi corazón lo anhelaba. --¿Dónde estabas? Te estuve esperando --dije mientras acariciaba su mejilla. --Acabo de encontrarme con un amigo. Dijiste que me estabas esperando, ¿es urgente? Al ver su rostro amable, de repente no quise arruinarle el momento, así que cerré mis labios entreabiertos y tragué la verdad para devolverla a mi estómago. Mañana, tal vez mañana tendría el coraje de afrontar todos los rompecabezas. De modo que solo sacudí la cabeza, hice un puchero y le dije que tenía sueño. Él se rió entre dientes y me dio un beso de buenas noches, pero en el momento en que estuvo a punto de dejarme, por alguna razón entré en pánico. Rápidamente lo agarré y lo b*sé con toda mi pasión... Lo extrañaba y lo quería. --Espera, Kels --dijo y me detuvo, sujetando mis locas manos sobre la cama--. Pensé que habías dicho que tenías sueño y que necesitabas descansar. --Sí, pero te extraño --exclamé y lo miré con inocencia. Pude captar el deseo brillando en sus ojos, pero se desvaneció de pronto y yo no comprendía por qué. Solía ​​​​ponerse feliz cuando yo tomaba la iniciativa. En ese instante, como si notara mi confusión, se rió entre dientes y me pellizcó juguetonamente la nariz. --Me daré una ducha. Huelo a al**hol --manifestó. Yo solo asentí y lo miré mientras caminaba hacia el baño. Pronto la somnolencia volvió a atacarme, así que cerré los ojos para tomar una siesta. Sin embargo, ya era de mañana cuando abrí los ojos nuevamente y Pierce estaba a mi lado, poniendo una bandeja con comida en la mesita de noche. --¡Ey! --lo saludé y sonreí cuando me di cuenta de lo que había hecho. Me había preparado el desayuno para llevármelo a la cama. Era tan dulce. Él sonrió y se sentó en la cama. --Buen día. Le devolví la sonrisa mientras me sentaba en la cama. En ese momento, agarró la bandeja y la puso a mi lado. Al instante, levanté una ceja e incliné la cabeza mientras miraba su hermoso rostro. Sus cejas espesas y negras enmarcaban sus hermosos ojos de color marrón oscuro. Su nariz era orgullosa y puntiaguda y sus labios eran rojos y finos. Parecía un chico malo y s*xy, incluso Damon Salvatore se avergonzaría de estar a su lado. Nadie tenía posibilidad alguna contra este hombre. --¿Qué es esto? ¿Un soborno? Me dejaste plantada anoche, chico malo --dije. Él no se rió. Exhaló un suspiro y colocó con suavidad mi cabello detrás de mis orejas antes de tomar mi mano y mirarme a los ojos. --Tengo algo que decirte. Al instante, sentí que mi corazón se aceleraba y pensé en nuestro bebé en mi útero. Tenía algo que decirme, yo también tenía algo que contarle. --¿Q-Qué cosa? --pregunté con voz temblorosa. De repente, dio un profundo suspiro y comenzó: --Sabes que eres importante para mí, ¿verdad? Asentí lentamente con los labios entreabiertos. No pude responder, tenía miedo de lo que estaba a punto de decir. Tenía un mal presentimiento. --Eras mi mejor amiga antes de casarnos. Eres una de las pocas personas que valoro… --prosiguió. Mientras hablaba, escondí mis puños cerrados debajo de la sábana. No sabía por qué me decía todo esto, pero ya podía sentir las lágrimas acumulándose en el rabillo de mis ojos. --Kelly... --hizo una pausa y cerró los ojos con fuerza antes de volver a mirarme a los ojos--. Creo que es hora de que nos divorciemos. --P-Pierce… --exclamé y sentí que mi corazón se apretaba. Él sonrió. --Sé que tú tampoco sientes nada por mí. Te casaste conmigo por mis abuelos, hiciste esto solo porque los amas. Ahora llegó el momento de nuestra verdadera felicidad, Kelly. Al oírlo, no pude evitar sacudir la cabeza. --¿De qué estás hablando, Pierce? --inquirí. --Lexi ha vuelto, Kelly. Mi primer amor ha vuelto. Capítulo 2 Punto de vista de Kelly--Llueve sobre mojado De inmediato, me levanté de la cama e intenté irme, pero Pierce me agarró la mano. Rápidamente me sequé las lágrimas que rodaban por mis mejillas antes de que él pudiera verlas. Luego, se paró frente a mí y me miró a la cara mientras yo intentaba con todas mis fuerzas mirar hacia abajo y evitar verlo a los ojos. Sentí que mi corazón se rompía en pedazos. Pensaba… pensaba que podría hacer que se enamorara de mí en esos tres años que pasamos juntos. Pensaba que sus sentimientos cambiarían y me vería como una mujer en lugar de solo su mejor amiga. Fui estúpida por tener esperanzas y soñar tan alto. Fallé. Sin importar cuánto lo intentara, su corazón pertenecía sólo a su primer amor: Lexi. --Kelly… En ese momento, contuve el aliento y me tragué el dolor mientras lo miraba. Luego fingí una sonrisa y dije: --Debo lavarme las manos antes de comer. Pero él me miró a los ojos como si intentara descubrir lo que estaba pensando. Yo sabía que él me conocía demasiado bien, así que traté con todas mis fuerzas de ocultar mi dolor y le sonreí. Finalmente, suspiró y soltó mi mano. --Bueno. Te esperaré aquí. Comamos y vayamos a trabajar juntos. ¿Juntos? ¿Por qué era tan cruel? ¿Quería que nos siguiéramos llevando bien como si no me hubiera pedido el divorcio? ¿Quería que nos quedáramos como estábamos justo después de decirme que su primer amor había regresado y quería divorciarse de mí? Oh Pierce, ¿qué estaba pasando por tu cabeza? Antes podía obligarme a mí misma a quedarme en el puesto de su mejor amiga mientras le deseaba felicidad, pero ya no tenía ese coraje después de los tres años que habíamos compartido. No había manera de que pudiera soportar esa tortura otra vez, en especial ahora que cargaba a su bebé. El bebé... en un principio pensé que era una buena noticia para nosotros, pero ahora... supongo que sería más bien una carga para él. Una carga que le impediría conseguir su verdadero amor y su libertad. Yo sabía muy bien cómo crecía un niño no deseado. Mis padres se divorciaron antes de que mi madre muriera y la nueva familia de mi padre me odiaba, lo que me dolía muchísimo. Por eso no quería que mi bebé experimentara lo mismo que yo sentí, así que debía mantener a mi bebé alejado de él. --No podemos --dije mientras fingía una nueva sonrisa--. Debo visitar el estudio para la sesión de fotos de nuestros nuevos modelos… --Iré contigo. --No --contesté y aparté su mano. Sus ojos siguieron mi mano antes de levantar la cara para mirarme de nuevo--. Tienes documentos que firmar. Nuestros horarios ya están organizados, ¿recuerdas? --Pero… --Tengo un conductor personal, Pierce. Estaré bien sola --afirmé. Finalmente, suspiró y asintió con calma. En ese momento, le di la espalda y entré al baño. Inmediatamente abrí la ducha y me paré bajo el agua fría. Las lágrimas cayeron en cascada por mis mejillas mientras me cubría la boca para reprimir los sollozos. Mis hombros temblaban mucho y cuando pensé en mi bebé, tragué saliva y traté de calmarme. Luego me limpié la cara y acaricié mi vientre. Debía ser fuerte y mantener la calma. No podía arriesgar la vida de mi bebé sólo porque me habían roto el corazón. Tenía que lidiar con esto de forma inteligente. Unos minutos después, tomé un respiro profundo y terminé mi ducha. Cuando salí del baño, me sorprendió ver que Pierce todavía estaba allí. Estaba luchando por arreglarse la corbata frente al espejo de cuerpo entero. También noté un par de zapatos y un vestido míos sobre la cama. --¡Ey! Elegí tu vestido para hoy --dijo. Como nuestro matrimonio no era público, Pierce dijo que haría pequeñas cosas para mí como marido. De hecho, lo había hecho bien y yo solía disfrutar de estos dulces momentos que me regalaba, pero ahora sentía que eso mismo me m**aría. Al segundo siguiente, agarré el vestido y entré al vestidor, sentiendo que me seguía. Volví a guardar el vestido blanco y elegí uno rojo. Cuando me di vuelta y lo tuve de frente, lo vi con la frente arrugada. --Hoy prefiero el rojo. Me sentiré hermosa con este vestido --expliqué con una sonrisa. Al instante, sus ojos se dirigieron al vestido que sostenía y su rostro inmediatamente se calmó. Al final asintió y caminó hacia mí. --Ya veo. Pero antes ayúdame a arreglar esto --me pidió. Sin dudarlo, puse mi vestido en su brazo y comencé a arreglarle la corbata. Podía sentir sus ojos mirándome intensamente y eso hacía que mi corazón latiera muy rápido. Respiré hondo y me mordí el labio inferior mientras luchaba por arreglar su corbata. De pronto, mi visión se volvió borrosa otra vez. ¡Maldición! --Kelly… No pude evitar sobresaltarme en shock. --¿Mmm? --¿Estás bien? --preguntó. Lo miré y sonreí: --Sí. --Tengo algo más que decirte. En ese instante, terminé de arreglarle la corbata y le quité rápidamente el vestido del brazo. Lo miré antes de pasar junto a él y dije: --Hablaremos después. Voy a llegar tarde. Lo escuché suspirar antes de volver a seguirme. Me vestí mientras él estaba detrás de mí. Estuvo en silencio todo el tiempo, como si estuviera pensando en algo. --Deberías desayunar antes de irte --comentó. Un segundo después, me paré frente a él y asentí. --Lo haré. Deberías irte ahora --respondí. --Kelly, estamos en la misma página, ¿verdad? --preguntó. Lo miré fijamente. No, Pierce. Nunca estuvimos en la misma página. Sólo fueron mis estúpidas fantasías. Pensaba que sentías algo por mí, pero estaba muy equivocada. --Si hablas del divorcio, lo entiendo, Pierce. Sé lo que tengo que hacer. Sólo dame algo de tiempo porque estoy muy ocupada con la empresa. No huiré. --Kelly, no estoy haciendo esto sólo por mí. También lo hago por ti. Has estado encerrada conmigo desde que nos casamos. Sé que no eres feliz porque en el fondo también quieres encontrar al hombre que te mereces. Alguien que realmente te ame, no yo. No alguien indiferente. --Entiendo lo que tratas de decir, Pierce --dije y traté de darle la espalda, pero antes de poder hacerlo, él me sujetó por la cintura y me mantuvo en el lugar. Luego hizo todo lo posible para captar mis ojos hasta que lo consiguió. Su mirada era de preocupación. --Eres mi mejor amiga. No quiero perderte, Kels. Eres una de las pocas personas… --Lo sé --lo interrumpí con frustración. Parecía sorprendido, así que me calmé--. Ya lo sé. No tienes que preocuparte. Simplemente estoy estresada por el trabajo, no es por el divorcio. En ese instante, sus labios se separaron, asintió lentamente y soltó un suspiro. Luego, caminó hacia mí y me congelé cuando besó mi frente con dulzura… --Gracias, Kelly --susurró. Al oírlo, mi corazón se apretó. Habían pasado tres años pero todavía era una cobarde. «¿Por qué no puedes simplemente decirle que lo amas, Kelly? ¡Él es tu esposo y estás llevando su bebé! ¡Díselo y tal vez cambie de opinión!» pensé. Con eso en mente, tragué saliva y estuve a punto de decírselo, pero justo en ese momento su teléfono sonó. Pude ver el identificador de llamadas. Era Lexi. --Me tengo que ir --afirmó y se rascó la cabeza a modo de disculpa, mientras las comisuras de su boca se curvaban hacia arriba--. Llamé a Luke. Te espera afuera. Come antes de irte, ¿sí? Con eso, salió de nuestra habitación. De repente, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ese momento volvieron a brotar. ¿Por qué había pensado que podría tener una oportunidad? Él tomó su decisión en el momento en que me pidió el divorcio, ¿verdad? Siempre que se trataba de Lexi me abandonaba. Capítulo 3 Punto de vista de Kelly--Mantener la compostura Entré al estudio con tacones rojos de cinco centímetros y un vestido igualmente rojo. Todos miraron en mi dirección cuando entré caminando por el pasillo y me saludaron con una sonrisa, pero mantuve mi rostro estoico, sin mostrar emoción alguna. La conversación de esa mañana con Pierce todavía estaba en mi cabeza, pero no podía permitir que afectara mi trabajo. No podía fallar en mi trabajo después de haber fracasado en mi matrimonio. De modo que respiré profundamente para recomponerme. Un momento después, cuando entré a la sala de la sesión de fotos, noté que todos estaban sumidos en el caos. --¡No podemos! No responde las llamadas. ¿Qué debemos hacer? La vicepresidente viene hoy, se enojará. --Podemos simplemente decirle la verdad. Ella es amable. --¡No lo será con esta situación, Lily! Nos va a regañar... --¿Qué está pasando aquí? --pregunté mientras entraba a la sala. De inmediato, el personal me miró con expresiones preocupadas y entonces supe que había un problema. --B-Buenos días, señorita Monroe. Señorita Monroe. Por supuesto, nadie sabía que Pierce y yo estábamos casados ​​excepto nuestras familias. Sentí como si pellizcaran mi corazón con esa verdad. Dolía. Rápidamente, la miré sin comprender. --¿Qué ocurre? --T-tenemos un problema, señorita Monroe. La señorita Chen, nuestra modelo, no atiende nuestras llamadas. Dijo que escuchó que íbamos a cambiar de modelo así que… no quiere venir. Incluso... amenazó con presentar una demanda contra nosotros. Después de decir eso, inclinó la cabeza. Yo apreté los dientes y recorrí el lugar con la mirada. --¿Dónde está la directora de marketing? --inquirí. --E-Ella todavía está tratando de convencer a la señorita Chen, señorita Monroe. Luego de escuchar el problema, me masajeé la frente y cerré los ojos con fuerza. Un segundo después, me agarré del pelo y grité de ira. Sentí que todos a mi alrededor se sobresaltaban sorprendidos. Yo solo suspiré y tomé una gran bocanada de aire antes de mirar a mi alrededor. --Señorita Monroe... --¿Qué es todo esto, señorita Hayley? Tú eres la directora de marketing, ¿qué está pasando? --Señorita Monroe, no sé cómo sucedió, pero la señorita Chen escuchó que usted cambiará de modelo. Está a punto de presentar una demanda contra nosotros... ¿Cambiar de modelo? ¿Cómo es que yo no sabía nada al respecto? La señorita Chen siempre había sido nuestra modelo de confianza y, si no era necesario, cambiar de modelo para una sesión comercial con tan poca antelación sólo causaría muchos problemas a la empresa. Nunca permitiría un error como este. --Yo no pedí eso. Debe ser un error --la interrumpí para ahorrar tiempo--. ¡Arregla este desastre o tendré que despedirte! --Señorita Monroe... Fue el presidente quien nos pidió que la cambiáramos --explicó Hayley vacilante--. Lo ordenó ayer tan pronto como regresó de su viaje de negocios. Aquella verdad me golpeó con fuerza. ¿Fue orden de Pierce? ¿Por qué no me lo dijo? Solía ​​discutir conmigo cada decisión importante antes de tomarla. --No puede ser... --exclamé confundida. Pierce no era un hombre de negocios despistado. Siempre mantuvo una clara distinción entre el trabajo y la vida personal, razón por la cual siempre tuvo éxito. Y esa fue también la razón por la que decidió mantener nuestro matrimonio en secreto. --Sí, Kelly. Yo di la orden. --Su voz me hizo retroceder. --S-Señor Presidente… --saludó Hayley y se inclinó con respeto al ver al hombre que apareció de repente detrás de mí. --Pierce, ¡creo que me debes una explicación sobre este cambio de modelo! --dije con los dientes apretados mientras me giraba para interrogarlo. Él sabía perfectamente cuánto esfuerzo puse para ganar este proyecto. Estuve días sin dormir y la señorita Chen era la persona ideal para este trabajo. De hecho, él también estuvo de acuerdo. Pero ahora… simplemente cambió la modelo a su gusto sin avisarme con antelación. Eso fue como abofetearme con fuerza en la cara. --Continúen con el trabajo. Yo se lo aclararé --le indicó él al personal para calmarlos, ignorando la ira que estaba a punto de salir de mis ojos. --¡Contéstame, Pierce! ¿Por qué cambias de modelo tan de repente? --No pude contener mi enojo. Él simplemente me tocó el hombro y me susurró: --Este no es el lugar para discutir al respecto. Te lo explicaré en el auto. En ese momento, miré a mi alrededor y noté que los demás nos miraban furtivamente. Luego me quité sus manos de encima y caminé hacia el estacionamiento, pero durante el camino, sentía mi corazón cada vez más pesado. Tenía la sensación de que su explicación no iba a gustarme. --Vamos, dímelo --exclamé ni bien nos sentamos en su auto. Antes de hablar, me miró a los ojos como si sopesara mis emociones, pero yo aparté la mirada de nuevo. No podía soportar sus miradas, no podía soportar esos ojos que nunca me miraban como yo quería. Él no sentía nada por mí y eso me dolía mucho. --Yo-yo… --hizo una pausa y suspiró--. Reemplacé a la señorita Chen porque Lexi quiere ser nuestra modelo. Ella también encaja en el proyecto, así que estuve de acuerdo... --¿Qué? --pregunté con incredulidad. De pronto, apretó los labios y miró hacia otro lado. Luego se revolvió el cabello antes de sacudir la cabeza y tomar mi mano. --Lamento no haberte dicho antes, fue muy repentino. Ella me pidió un favor, no pude decirle que no. Rápidamente, retiré mi mano y lo miré con dolor y enojo. --No pudiste decirle que no, así que preferiste dañar a la empresa, a nuestra empresa. Me traicionaste, Pierce. --Kels, vamos. Sabes cuánto la amo. Ella es mi primer amor. Al oírlo, cerré los ojos con dolor. «Oh sí, ella es tu primer amor. Siempre la quisiste a ella, sin que te importen los demás. Si ella te frunce el ceño un poco, puedes hacer la vista gorda ante el dolor y el esfuerzo de los demás. Eres tan cruel, Pierce» pensé. --Bueno, ya lo has decidido. No tengo voz y voto en esto ya que tú eres el presidente. Ahora vete, estaré en la oficina --indiqué con frialdad mientras abría la puerta del auto para salir. --Kelly… En ese instante, lo miré a los ojos y dije: --Ve a casa temprano. Hablaremos de nuestro divorcio esta noche. Capítulo 4 Punto de vista de Kelly--Plantada Me encontraba jugueteando con el anillo de bodas en mi dedo mientras lo esperaba. Le había dicho que volviera temprano a casa, pero todavía no regresaba y ni siquiera contestaba mis llamadas. Bueno, ahora que Lexi había vuelto, probablemente ya no veía a esta casa como su hogar. De pronto, mis ojos se dirigieron a mi informe de embarazo que estaba sobre la mesa. Qué gracioso. Todavía era tan ingenua para albergar un rayo de esperanza de que las cosas podrían cambiar si le hablaba del bebé, pero este bebé estaba fuera de sus planes. Me sequé las lágrimas que se acumulaban en el rabillo de mis ojos y agarré el informe. Ya eran las cinco de la mañana cuando miré el reloj de la pared. Intenté marcar su número nuevamente, pero seguía sin responder. ¿En qué estaba tan ocupado? ¿Estaba h**iendo el a**r con Lexi? Debió haberla extrañado mucho, ¿verdad? Pronto, sin saber cuándo, me quedé dormida. Cuando sonó el despertador, inconscientemente toqué la almohada a mi lado. Frío como anoche, no había vuelto a casa todavía. Me burlé de mí misma al ver mi reflejo en el espejo de la cómoda. Los círculos oscuros bajo mis ojos se veían a simple vista y mi cabello era un total desastre, parecía un fantasma. De repente una oleada de náuseas inundó mi estómago y me di cuenta de que no había comido nada la noche anterior. De pronto, me sentí mal otra vez y rápidamente corrí hacia el lavabo y vomité. Escupí un líquido amarillento que sabía muy mal. De inmediato, me lavé la boca y miré mi propio reflejo en el espejo. Al verme, sacudí la cabeza y tomé mi frente en cuanto sentí ganas de vomitar de nuevo. Volví a escupir el líquido amarillento y mientras me lavaba la boca, sentí una cálida mano acariciando mi espalda. Inmediatamente levanté la cara y me encontré con un par de ojos marrones que me miraban a través del espejo. Detrás de mí con cara de preocupación estaba mi esposo Pierce. --¿Estás bien? ¿Te sientes mal? Debiste haberme dicho. Al instante, lo miré a través del espejo. --No respondiste mis llamadas --contesté. Ante aquellas palabras, la culpa apareció en sus ojos. --Lo lamento. Tenía cosas que hacer. Me quedé en la oficina toda la noche --afirmó. Rápidamente, me limpié la cara y pasé junto a él. Pierce me siguió mientras me sentaba frente al tocador y comenzaba a peinarme. --Kels… --Me desperté tarde. No pude preparar el desayuno. Mientras hablaba, intenté evitar sus ojos. Sentía que iba a perder los estribos y gritarle. En ningún momento sentí su egoísmo tan claramente como ahora. Decía que yo era su mejor amiga, pero nunca le habían importado mis necesidades, mis sentimientos. --Kels... sabes que no te pregunté eso. Estoy preocupado por tu salud... Kels, ¿todavía estamos bien? Ante aquella pregunta, dejé de peinarme y lentamente nuestras miradas se encontraron a través del espejo, otra vez. ¿De verdad me estaba preguntando eso? ¿Después de que me pidió el divorcio sin siquiera preguntarme si estaba de acuerdo? Él decidió por su cuenta sólo porque su primer amor había vuelto. No podía creer lo que hacía. Al final, fingí una sonrisa y dije: --No me siento bien hoy, Pierce, eso es todo. Un instante después, se puso de cuclillas a mi lado, lo cual no me resultó sorprendente porque sabía que realmente se preocupaba. Pero lo que sí me sorprendió fue que hacía todo esto después de enterrar una daga en mi corazón. --¿Estás bien? --preguntó mientras tocaba suavemente mi frente y mi cuello--. ¿Estás enferma? Dime cómo te sientes, Kels. --Mis sentimientos no importan --no pude evitar decir y parecía sorprendido por mis palabras. En ese instante, intenté evitarlo, pero me agarró de la muñeca y me hizo mirarlo. Su rostro ahora reflejaba su ira. Había perdido completamente la paciencia. --¿Qué te pasa, Kels? Has estado actuando así desde ayer. ¿Es por Lexi? ¿O porque no volví a casa anoche? --inquirió. Yo lo miré a los ojos, molesta. --¡Tú fuiste quien pidió el divorcio! Te pedí que regresaras temprano para hablar al respecto, pero me dejaste esperando toda la noche. ¿Pretendías que te diera la bienvenida con brazos abiertos después de eso, Pierce? --respondí. Al escucharme, apretó la mandíbula y sacudió la cabeza. --Kels, yo... --Ya basta. Hablaremos del divorcio después del trabajo. --¡Kels! --me llamó y me agarró de los hombros. La confusión y el dolor eran visibles en sus ojos--. ¿Estás... enamorada de mí? Aquello me desconcertó. ¿Enamorada? ¡Sí! Desde que estábamos en la escuela secundaria, desde que se convirtió en mi mejor amigo. ¿Quién no se enamoraría de alguien que te ha estado protegiendo desde entonces? Siempre he estado agradecida de tenerlo como mi mejor amigo y esposo, pero ahora… lo estaba perdiendo. Perdiéndolo irremediablemente. Decidí darle a nuestro matrimonio una última oportunidad, hacer un esfuerzo final... ...... ==== Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. ¿Por qué no merecía ser amada? ¿Qué sucederá en adelante? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3&		Fun Novels		1978	https://www.facebook.com/61563251196448/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
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2561470	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/12/25, 11:05 AM	1733013537	1752336303		1942																														MULTI_IMAGES						129867399814	Emily's Produce	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468459943_1765337744283377_5729083491105262397_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=yabYjDhbuFgQ7kNvgGeJy4q&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYDfClDwLRGBgYSCj6lyAolHqMnTps0kFQDgRsE-RoLrUg&oe=6751898C	PERSON_PROFILE	0					0		“Gratitude is the healthiest of human emotions” Call it a custom, a family tradition, a treasured opportunity, or just a heartfelt initiative that has been happening for the past 25 years. It would not be Thanksgiving Season at Emily’s Produce without a customary note of THANKS to our loyal community and customers. If you’ve been following our communications over the past 25 years, you know that our notes of THANKS have been hitting mailboxes and social media platforms on or near Thanksgiving Day without delay. The notes of THANKS have been filled with sincere gratitude and transparency, and they convey how your loyalty has impacted our family and our business, and how it has inspired us to be the best local agricultural and customer service providers that we can be. This season, we disseminate a message that is even more important than the last. Each year, we have more to highlight, more to be proud of, and more to learn from. We have had many opportunities over the past year to see exactly what honesty, loyalty, and support means to our family, to our business, and to our team. Whether we’ve been faced with unique challenges, hardships, milestones, accomplishments, failures or success, we’ve balanced our actions and reactions with resilience and readiness as we move towards the future in a positive direction. Your devoted and longstanding support inspires us, it motivates us, and it contributes towards the sustainable future that we are building for our family - the next generation of farmers and business entrepreneurs. As we look towards another 25 years of superior products and service at Emily’s Produce, we commemorate all the positive outcomes that occurred during the 2024 Season. We proudly pay tribute to those members of our team who provided a level of service that defines our family’s morals and business standards, and we proudly acknowledge the next generation of our family who continue to demonstrate their devotion to local agriculture and entrepreneurship through every risk and reward of the farming profession. We say THANK YOU for your trust in our family, for your kind words and gestures, and for your efforts in referring our business to your family and friends. We notice EVERY action and effort that leads you to our doorstep, into our fields, or onto our social media pages. Beginning on Thanksgiving Day, it’s time to take a break, time to innovate, collaborate, and rejuvenate. We leave the 2024 Season behind and eagerly await our responsibilities of speaking and presenting at multiple winter conferences, attending meetings and educational seminars, learning new best practices, ordering seed, returning to the greenhouse, and formulating a plan to make the 2025 Season even better! No matter how many times that you’ve visited us, referred us, encouraged us or believed in us … We say THANK YOU! We genuinely appreciate you giving us a reason to share our most sincere gratitude every Thanksgiving Season! ❤️ The Jacksons ~ Paul, Kelly, Emily, & Kyle https://coastalstylemag.com/emilys-produce-2/ https://www.stardem.com/news/local_news/farm-family-brings-emily-s-produce-full-circle-in-its-25th-year/article_e412e4a2-4eb5-11ef-bc17-5366755835a7.html?utm_campaign=blox&utm_source=facebook&utm_medium=social		Emily's Produce		15345	https://www.facebook.com/emilysproduce/	0										View Edit Delete
2560840	1	active	11/30/24, 6:33 PM	6/12/25, 9:33 PM	1733013190	1749782036		1942																										fb.me	Get quote			VIDEO	❤️ Fall in Love with Your Home Again!		http://fb.me/			1.1217172112379E+14	Spell Painting LLC	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468566898_935730828439791_4601336501446478289_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=PFeNYHGpSTYQ7kNvgECE_br&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AGrh9xaqsrmLcvdaaClwGN-&oh=00_AYDWhua5HdI99pTxsn0H2vOzHshjC83eolWLqOkURGbyNg&oe=675190AD	PERSON_PROFILE	0					0		👋 Hey Lafayette Parish & Surrounding Homeowners! Ready to TRANSFORM your home this year? For a limited time, we're going to offer 10% OFF your Painting Project… Plus, a Free Professional Color Consultation. ✅ Protected by Insured Professionals ✅ Backed by 100% Satisfaction Guarantee ✅ On Time & On Budget 59+ ★★★★★ Local Reviews! "From start to finish, Josh was professional, courteous, and truly cared about the job he was completing. Don’t hesitate to choose Spell Painting!” - Kelly M. ⏱ We only have a handful of openings on our crew's schedule and this sale is only available until those spots are filled. Click “Get Quote” below👇 to claim 10% OFF by scheduling your Free Painting Estimate today!		Spell Painting LLC		596	https://www.facebook.com/spellpaintingllc/	0		GET_QUOTE								View Edit Delete
2560743	1	active	11/30/24, 6:31 PM	6/14/25, 3:45 AM	1733013119	1749890749		1942																										sidneybyron.com	Shop now			VIDEO			http://sidneybyron.com/			1.1431461997167E+14	Sidney Byron	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468526491_541780278652226_2306552566812712185_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=22zFNDF_nPEQ7kNvgHJvjMM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AaGb4E7ym0GTHmo47nGRcfG&oh=00_AYAUSUSRcAsN4hunm8WZfdYzEJueTHlJFHGzHEjp9J4C2A&oe=67517F42	PERSON_PROFILE	0					0		Spotted on Day Time Chicago! Kelly MacNeal from @TheBuzzOnGifts raves about our Suncatcher Daytripper Carryall Tote & Pouch Set, and we couldn’t agree more! PLUS, don’t miss out—get 25% off all non-sale items during our limited-time sale! #DayTimeChicago #ToteBag #TravelEssentials		Sidney Byron		574	https://www.facebook.com/thesidneybyronshop/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561417	1	active	11/30/24, 6:38 PM	6/12/25, 11:52 AM	1733013516	1749747163		1942																											Learn more			IMAGE	Pool Homes For Sale List					1.9761171105882E+14	Kelly J. Conley - Expert Real Estate Advisor	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468700005_1101605301970456_8424719239492335884_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=_9J5sA_TPaYQ7kNvgHXrP9v&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxbhBncJ02iItQpD5GFLKha&oh=00_AYBGBvxK-sZO-WJr6gf3bbt1RPY5o99li6ERq2f3FboSaA&oe=67519390	PERSON_PROFILE	0					0		👀See all available Pool Homes For Sale near Long Beach! 👍Get a list of all the best pool homes currently for sale near you in just a few clicks. 👇 This list is updated daily!		Kelly J. Conley - Expert Real Estate Advisor		138	https://www.facebook.com/KJCEXP/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560761	1	active	11/30/24, 6:32 PM	6/13/25, 9:15 PM	1733013131	1749867358		1942																										instagram.com	Learn More			CAROUSEL			http://fb.me/			1.6408429462104E+15	Digital Yoga Academy	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468769588_1330229967964040_8295279146582901533_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=AZEXLoY_dFQQ7kNvgH9pEF1&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AxS7s0o-rYpvolSJ0dRDHpd&oh=00_AYCrpQkwKgY084ZgAHZObodYir2vzu_rzSV7WoHyELQ7mA&oe=67517CF7	PERSON_PROFILE	0					0				Digital Yoga Academy		7879	https://www.facebook.com/digitalyogaacademy/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560134	1	active	11/30/24, 6:25 PM	6/14/25, 5:17 AM	1733012720	1749896279		1942																											Watch More			DCO	Download Now👉👉👉					2.547715377231E+14	Miiowtv short000	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/458568810_1026702872539704_5128960842889323992_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=109&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=cJSnQu1VzmgQ7kNvgGw_WTj&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AQs8ITFSinH8RkVjuf9zqAI&oh=00_AYDQDXXuCZKJSPkUx6oFB22VuM0e9nj6DyPAEdg4qLsI6A&oe=675168AB	PERSON_PROFILE	0					0		The Vampire and His Blood wife ONLY on Drama Time.🎬 Don't miss out! Watch the series you've been wanting to see. No regrets, just pure entertainment! #Must SeeTV #No Regrets #Watch Now		Miiowtv short000		207	https://www.facebook.com/61557562951006/	0		WATCH_MORE								View Edit Delete
2561278	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 5:02 AM	1733013452	1752573739		1942																										jollyronnierecords.bigcartel.com	Shop Now			CAROUSEL			https://jollyronnierecords.bigcartel.com/product/wyatt-funderburk-fleeting-and-finite-ep			1.0380292170119E+14	funderburk	https://scontent.cdninstagram.com/v/t51.2885-19/466702649_1289289455321680_2515009133987790371_n.jpg?stp=dst-jpg_s206x206_tt6&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=525117&_nc_ohc=rUnjhqLmIwkQ7kNvgGJ7vxv&_nc_zt=24&_nc_ht=scontent.cdninstagram.com&oh=00_AYCMSfFaKNqDtNmpeSKjBT7G_WwyGdz6t-ZIACIVUbO0wg&oe=6751824B	IG_ADS_IDENTITY	1					0				funderburk		0	https://www.instagram.com/_u/funderburk	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561199	1	active	11/30/24, 6:36 PM	7/13/25, 9:27 PM	1733013415	1752460044		1942																										joy-teaches.store	Learn more			VIDEO	🔥 ¡Aprende ahora!	⭐⭐⭐⭐⭐ (9.9/10)	https://joy-teaches.store/qdlay/			1.6038210048575E+14	Joy Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468428345_8418890708217249_5635681241400569752_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=PmQrGdHm35YQ7kNvgH_jJgi&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Aw4n2wbsflwZOKB2lxZJfv1&oh=00_AYAATRTrkrWVDYvckBVRPsO9q0CNzuWzof41-tzb7FeTEg&oe=67518E56	PERSON_PROFILE	0					0		¡Aprende la MEJOR técnica de masaje íntimo de América con el ÚNICO curso que ofrece video lecciones prácticas con modelos reales! Haz clic en el botón 'Saber más' AHORA, ¡las inscripciones se están cerrando rápidamente!		Joy Kelly		223	https://www.facebook.com/61552770085884/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2561037	1	active	11/30/24, 6:35 PM	6/4/25, 6:34 AM	1733013326	1749036896		1942																										facebook.com	Like Page			IMAGE	Cookies by Kelly		https://facebook.com/CustomCookiesbyKelly			3.7620828891868E+14	Cookies by Kelly	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468646653_899151745695471_8464283665695019854_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Dusi7cVyulQQ7kNvgGGtcca&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AWM6J27Yi1Io8ExkT64aHzZ&oh=00_AYC0U5NXqwdcUM7BvC6m3iUKpwYi5QwxoJ52LIvkTRoQEQ&oe=6751749E	PERSON_PROFILE	0					0		🎄🍪 Preorder Your Christmas Cookies Today! 🍪🎄 The holidays are here, and it's time to get your cookie orders in! 🎅✨ Check out the 4 festive cookie sets here—perfect for holiday parties, gifts, or treating yourself! Choose one of these fun designs, or if you have something special in mind, I’d be happy to create a custom cookie set just for you! 🗓️ Order Deadline: December 13th 🎁 Delivery Available: Now through December 23rd 📲 Order Here: https://www.mycustombakes.com/cookiesbykelly/products Whether you pick one of the sets seen here or request a unique design, I’m here to make your holiday season a little sweeter! But hurry—spots are filling up fast! #ChristmasCookies #HolidayBaking #CustomCookies #PreorderNow #ShopLocal #MadeWithLove		Cookies by Kelly		21	https://www.facebook.com/CustomCookiesbyKelly/	0		LIKE_PAGE								View Edit Delete
2561465	1	active	11/30/24, 6:38 PM	7/13/25, 9:34 PM	1733013535	1752460452		1942																										instagram.com	Visit Instagram profile			IMAGE			http://instagram.com/kellysconroy			1.0078845481391E+14	Kelly Sherman-Conroy -Native Theologian	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468807588_1276043170325445_2615519955671400294_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=1m2n4SbakW8Q7kNvgFZgJGM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A5MW0xeju4sXRUmFpZy8Bo0&oh=00_AYC17lptnLXFq6RKZUXP5DpjE09y9Goy3yGWfmBuN__OCw&oe=675180E9	PERSON_PROFILE	0					0		Gratitude flows from remembering the history beneath our feet and the lives that shaped it. Amen		Kelly Sherman-Conroy -Native Theologian		922	https://www.facebook.com/KellySConroy/	0		VIEW_INSTAGRAM_PROFILE								View Edit Delete
2561005	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/14/25, 8:15 AM	1733013293	1752498922		1942																										savoiragency.com	Learn more			VIDEO			http://savoiragency.com/			1.9385264713693E+14	Savoir Agency	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468780957_1276061583587258_5004863212815745782_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6r3exdVQnUwQ7kNvgFGsMDG&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=Ax7uj5cmm-zestqcBjsp3zF&oh=00_AYCovV5E1PQNhOIT8sutZd3O1Z8RfXXNmEoHuuFGSkFcRQ&oe=6751987E	PERSON_PROFILE	0					0		Savoir Agency was proud to produce and design “A Seat at the Table” alongside Emma Grede in partnership with @ShopwithGoogle. The dinner gathered an inspiring lineup of female founders and rising entrepreneurs, thoughtfully curated by Grede. Guests included Diane von Furstenberg, Jessica Alba, Kelly Sawyer, Yvonne Orji, Mariana Hewitt, Rachel Zoe, Nicole Avant, Malika Andrews, and Jeannie Mai, with several among Grede’s investment network from her Roku show *Side Hustlers*, co-hosted-by Ashley Graham. Thank you to our cherished vendors and sponsors: @socalcandlerentals @truevinestudio @mtb_event_rentals @avaline @antipodes_water Chef: @imanbenet @kushyy_ Video: @bradantoigo PR: @jonesworks		Savoir Agency		0	https://www.facebook.com/agencysavoir/	0		LEARN_MORE								View Edit Delete
2560904	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/14/25, 12:01 PM	1733013244	1752512514		1942																										blancdenoir.live				IMAGE	Home | BlancDeNoir.Live	BlancDeNoir.Live - your online destination for elegant, hand-made silver jewelry!	https://blancdenoir.live/			1.0112414265568E+14	Sean Kelly Malowney	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468549317_991225939711618_6982594085533222827_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=vqfH0O2vu1oQ7kNvgGP0Fiz&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=A-apH3al50rq9RjG8Gn2g2K&oh=00_AYCMcbpuSmW3W8F3QyhyQpXetx5qdF4YwAObF9_0f3-7Lw&oe=67516676	PERSON_PROFILE	0					0		Hey hey friends..! Hope you are all enjoying the holiday season.. we are celebrating our #blackfriday2024 by setting up a new member in our #livestreamnetwork... Blanc de Noir & Co..! Blanc de Noir & Co. is a #silverjewelry company that creates fine hand-made silver pieces. Their stunning collection is completely unique and never before seen on Facebook Live... until now! We've created their .LIVE website and I'm going to start inviting my closest friends to follow their Facebook page.. check them out.. and try registering on the new site.. their first stream will be starting up soon! https://blancdenoir.live @followers @highlight		Sean Kelly Malowney		1170	https://www.facebook.com/sean.kelly.malowney/	0										View Edit Delete
2561008	1	active	11/30/24, 6:34 PM	7/14/25, 8:01 PM	1733013298	1752541288		1942																										balletbeautiful.com	Shop now			IMAGE	Authentic Ballet Core looks designed by a pro ballerina!	2024 Holiday Gift Guide by Ballet Beautiful. We offer a fresh and unique artistic approach to exercise, well being and health.	https://www.balletbeautiful.com/store/active-wear/2024-holiday-gift-guide			1.1813970820825E+14	Ballet Beautiful	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468618849_495719633518380_8557620210701508213_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=14opcUhs31IQ7kNvgHO4SgW&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AIWpd38IbWJpGgGOE5KASl_&oh=00_AYBckQaYhUurvlD_Wng_RcotX6qmIWgakWGxqzft17_oMQ&oe=67517B0C	PERSON_PROFILE	0					0		It's cozy season, Nutcracker style! Add this gorgeous sweatshirt to your cart before it sells out, for a third time! Your loungewear just got a serious ballet-core promotion 🩰 If Audrey Hepburn wore a sweatshirt, it would look like this! Yes, sweats CAN be elegant and dare we say, chic?! Show off your love for dance without sacrificing style. Pair with our seamed ballet tights, warmers and a mini wrap skirt for a look that screams off duty dancer. ⭐⭐⭐⭐⭐ “This sweatshirt is a favorite of mine. It is so comfortable and very soft.” - Shea https://www.balletbeautiful.com/store/active-wear/2024-holiday-gift-guide		Ballet Beautiful		233250	https://www.facebook.com/balletbeautiful/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
2561301	1	active	11/30/24, 6:37 PM	7/15/25, 2:22 AM	1733013458	1752564174		1942																										www.sulliphotoz.com	Shop now			VIDEO			https://www.sulliphotoz.com/			1.3082521698049E+14	Sulliphotoz	https://scontent.fshd1-1.fna.fbcdn.net/v/t39.35426-6/468755099_457183050370614_4732951199604297010_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60_tt6&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=b4k7kcXB7A0Q7kNvgGUOj7J&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent.fshd1-1.fna&_nc_gid=AgLWYJ-ALp2dWRN2qz5RBej&oh=00_AYBD1rSb4jps_qYleBTiprtJWPJv8BBgvnIzsNA8sPdxfQ&oe=67517455	PERSON_PROFILE	0					0		SULLIPHOTOZ DOT COM IS LIVE - If you are looking for prints to hang in your live or work space, check out my new website, S U L L I P H O T O Z . C O M Here you will find more than  a hundred different prints across a variety of subjects.   Of course my well known classic snowboarding is up there, but you'll also find killer skateboarding imagery, sportfishing and even epic scenery.  This website is a one stop shop for prints, you can pick what you want and order with a card, if you have any issues or question hit me up. www.sulliphotoz.com Photos & edit:2024©SeanSullivan @legends_of_shred @pat_ehhhh @bargeatwill @drawn_2_water_ #Sulliphotos #skateboarding #Snowboarding #Sportfishing #SkateboardingPhotography #FishingPhotography #SnowboardingPhotography #LegendsofSnowboarding #Legendsofshred #Snowboardingphotography #Shredpowder #Shredpics #Snowboardingphotos		Sulliphotoz		74	https://www.facebook.com/sulliphotoz/	0		SHOP_NOW								View Edit Delete
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